Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

Púrpura Chess

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lunes, 24 de junio de 2019

The Cult: “American gothic”.


Esta canción apareció en el disco “Beyond Good And Evil” hace ya la friolera de dieciocho años, que se dice pronto. Este disco que fue lanzado al mercado en el año 2001 supuso la vuelta al ruedo de esta banda tan peculiar -y tan buena- después de casi siete años sin publicar material discográfico nuevo. El grupo de Ian Astbury y Billy Duffy siempre ha seguido sus propias reglas dentro del negocio musical y tal vez ese instinto nato que la pareja Astbury/Duffy ha aplicado durante toda su carrera les ha permitido alcanzar el actual estatus que goza su banda; nivel del todo justificado y ganado a pulso contra viento y marea, dicho sea de paso.


Este binomio guitarra/cantante, uno de los más populares y controvertidos dentro del apasionante mundillo del Rock n’ Roll, ha demostrado con creces el talento que atesora. No hay más que pegarle una escucha a su discografía, sólida como una roca, poseedora de un estilo particular, ecléctico, definido y lo suficientemente prolífico como para que sean tomados en la consideración que merecen; de hecho son de esos pocos grupos que pueden presumir de no haber grabado nunca dos discos iguales. Su particular mezcla de elementos de The Doors, Elvis, Zeppelin o Danzig junto a algún ramalazo Punk ha llevado a nuestra particular pareja a consolidar una carrera musical más allá de sus propias diferencias y disputas internas. No son mi grupo de cabecera, ni mucho menos, pero todos sus discos tienen ese “algo” que los hacen especiales a los oídos de muchos.


Este disco se fraguó tras la reunión del grupo en 1999 para la que Ian Astbury y Billy Duffy contaron con las baterías de Matt Sorum, un tipo idóneo para la música que tenían entre manos. Los coqueteos con la música industrial tan de moda por entonces se reflejan claramente en el tema que titula este texto. Lo que ocurre es que el tratamiento, como en la mayoría de las canciones del grupo, siempre se sustrae a las propias señas de identidad de su música. Esta canción no fue escogida como single, ni se le hizo vídeo clip, ni nada de nada; sin embargo es un temazo. Es lo que tienen los grandes discos de los grupos buenos: no te meten una sola canción de relleno y todos los temas tienen su aquel. La canción tiene un inicio agresivo, con todo el grupo entrando a piñón y usando esas reminiscencias industriales a las que nos hemos referido antes. La línea vocal lleva el sello Astbury, con su voz sinuosa y susurrante; una mezcla entre sugerente y peligrosa, como si de la serpiente que te ofrece la tentación de la manzana se tratase. La encarnación perfecta de Jim Morrison. No en vano cuando los Doors decidieron volver a girar en 2002 bajo el sospechoso apelativo de “The Doors of The 21st  Century”, tanto Manzarek como Krieger se acordaron de Ian Astbury para la imposible tarea de sustituir a Jim Morrison… y el propio Astbury lo logró hasta tal punto que fue el que le dio coherencia y consistencia a esa reunión tan sui géneris, por llamarla de algún modo.


Pero volvamos a la canción. Si la entrada de “American gothic” ya te pone firme, es el estribillo el que te lleva a otro terreno. Su acertadísimo arreglo hace que se te caigan todos los esquemas al suelo y que te abandones al espíritu de la canción. Esos pequeños detalles son los que acaban de diferenciar a The Cult del resto de grupos, consiguiendo ejercer un magnetismo sobre el oyente que hace que, una vez escuchado, te enganche sin remedio. Aquí consiguen dar el salto cualitativo que hace de una buena canción algo especial y diferente, pero esto solo son consideraciones de fan enfermizo sin remedio. Y, por si fuera poco, la letra es buenísima; o sea, el lote completo. Del universo personal de Ian Astbury es hasta cierto punto normal que puedan salir unas sucesiones de letras con tamaña inspiración y talento. Así que aquí me quedo, escuchando y disfrutando mientras no puedo evitar corear en alto aquello de: Eating the cancer cells from the death machine.




jueves, 13 de junio de 2019

Rainbow: "Rainbow Vorwärts". Nuevo Ep del grupo de Ritchie Blackmore.


Con motivo de los conciertos programados para Europa, concretamente un mini tour de cuatro actuaciones que milagrosamente incluye el territorio español, el grupo del irrepetible guitarrista Ritchie Blackmore tiene a bien publicar una especie de maxi single de los de antes formado por tres canciones. El inminente lanzamiento lleva por título "Rainbow Vorwärts" (forward en inglés, adelante en español) y en un principio se pone a la venta de manera exclusiva dentro del merchandising de los propios conciertos. Esto supone el primer lanzamiento discográfico del grupo del Arcoíris con material inédito en estudio desde aquel magnífico y añorado "Stranger In Us All" del ya tan lejano 1995.
 

Lo cierto es que desde que Blackmore decidió devolverle la vida a sus Rainbow junto al genial vocalista Ronnie Romero al frente en 2016 han editado varios singles. Sin embargo hasta ahora solo uno de ellos presentaba un tema inédito, llamado "Waiting for a sign", que no deja de ser un outtake de “Stranger In us All”  y que tiene muchos guiños a la etapa más comercial de Rainbow con Joe Lynn Turner a la voz. Esta nueva formación del Arcoíris ha grabado además una versión instrumental de “Land of hope and glory” que suele usar como introducción de sus shows, una versión del clásico "I surrender" y poco más. Recientemente el grupo publicó otra nueva versión del tema original de Quatermass bajo el título de "Black sheep of the family", que fue lo primero que grabó con Ronnie Dio cuando todavía Blackmore militaba en las filas de Purple y que apareció en el primer disco de Ritchie Blackmore`s Rainbow. Y hace ahora solo unos cuantos días que se ha puesto en circulación otro tema, otra nueva versión, en este caso de una canción que apareció en el más que recomendable disco "Fires At Midnight" de Blackmore`s Night y que lleva por título "The storm".

                                                              Rainbow siglo XXI.

"The storm" era uno de los temas con más espíritu rockero de aquel álbum que, dicho sea de paso, fue uno de los más acertados del binomio Blackmore/Night. Para otro día dejamos las valoraciones del personal proyecto de Ritchie Blackmore, capaz de aunar lo mejor y lo peor de su capacidad artística. El asunto es que esta canción que ahora ha querido recuperar The Man In Black ya la transformó en versión el que fuera tal vez el mejor bajista que haya pasado por Blackmore's Night, hablamos de Mick Cervino. Este músico, seguidor confeso de Blackmore, militó en las filas del grupo medieval de Candice/Ritchie durante una temporada. Tras ser informado por Blackmore de que sus servicios ya no eran requeridos, montó un grupo de Hard Rock puro y duro bajo el nombre de Violent Storm y publicó el excelente disco "Storm Warning" allá por el año 2005 que injustamente pasó desapercibido. En este disco nos podemos encontrar entre otras joyas con una versión de "The storm"' una de las canciones que ya en su momento comentó Mick que le parecía que poseía la impronta de la fuerza y calidad que siempre mantuvieron los Rainbow clásicos. Esta versión presenta un inicio distinto y muy logrado, esos primeros compases de la canción son una preciosidad de por sí. La versión de Violent Storm hace honor al nombre del grupo y añade electricidad y potencia a una canción que ya la tiene en su propio ADN. Completamente recomendable.

                                                             Violent Storm.

La versión que nos presenta ahora Blackmore con sus nuevos Rainbow tiene los mismos matices de los singles que han venido publicando en este último par de años. La producción está cuidada y la guitarra de Ritchie suena muy clara, pero sin chicha. La batería sigue siendo plana y lo más prescindible del resultado final, lo que dice poco en beneficio de estas nuevas grabaciones, pero solo es una simple apreciación. Sin duda lo mejor es la tremenda voz de Ronnie Romero, un vocalista bendecido con una voz especial y que lo demuestra en cuanto se pone delante de un micrófono. Esta nueva versión presenta en su inicio un arreglo distinto del que lleva la versión original de Blackmore's Night, aunque prácticamente todo el resto de la canción lleva un desarrollo muy similar a la del grupo de Candice Night. Se pierde la oportunidad de que dicho tema adquiera una nueva dimensión más allá del tratamiento de las guitarras y pequeños retoques por aquí o por allá. Otro asunto es la voz solista, al igual que en el resto de canciones del Ep, Ronnie Romero vuelve a demostrar en cuanto abre la boca los motivos por los que Ritchie Blackmore se fijó en él y hace que el voltaje suba exponencialmente cada vez que se acerca al micro; Blackmore siempre se ha asegurado de llevar consigo un as en la manga y en este caso no cabe duda de que Romero es esa carta mágica.


Que Ritchie Blackmore vuelva a tocar Rock n' Roll siempre es motivo de alegría, independientemente del momento de su vida en el que esté. Se ha ganado a pulso hacer lo que le dé la gana y todos sus seguidores, así como el resto de amantes del Hard Rock, estaremos siempre en deuda con él por todo lo que nos ha dado a lo largo de todos estos años. Eso no quita para que me entristezca por las oportunidades perdidas. Hubiera sido muy bonito y especial que finalmente se hubieran materializado las ofertas que parece ser recibieron desde Japón a principios del dos mil para reformar Rainbow con Ronnie James Dio, una última vez para todos los que jamás pudimos ver juntos sobre un escenario a estos dos colosos. En fin, supongo que no era el momento adecuado, el tren pasó y lo perdimos todos para siempre. Incluso habría resultado muy interesante que Blackmore hubiera reformado Rainbow tan solo seis o siete años antes de lo que lo hizo. Me habría gustado mucho escuchar la interpretación del sonido para el grupo que hubiese decidido escoger el propio Ritchie. Pero esto no son más que las simples elucubraciones de un fan enfermizo.
De cualquiera de las maneras ya está aquí la fecha del que hasta ahora será el primer concierto de Rainbow en España en más de treinta y cinco años, por lo que se trata de disfrutarlo en su totalidad. Porque nunca se sabe, ni se puede dar nada por sentado y menos en el universo Blackmore, pero tiene mucha pinta de que esta puede ser la última vez que pise nuestro país para subirse a un escenario a interpretar música.




                                                       Rainbow: "The storm".



                                                       Violent Storm: "The storm".



                                                        Blackmore's Night: "The storm".


domingo, 9 de junio de 2019

LA CULTURA EN EL ROCK.


Una sección de nuestro colaborador “Thomas Anderson”. 

Santelmo: “Ana y el verdugo”


Yo creo que a estas alturas a casi nadie se le escapa que si hay alguien en este país relacionado con el mundo del Rock al que le apasiona la Historia, ese es Jerónimo Ramiro. Nos lo viene desmostrando a lo largo de los años a  través de muchas de las composiciones ofrecidas desde el buen número de bandas en las que ha militado desde finales de los ´70.

El bueno de Jero, que en la actualidad cuenta con 59 añitos de nada, aprendió a tocar la guitarra desde muy joven y no mucho tiempo después, tras grabar con Ñu lo que para mí es su obra más extraordinaria titulada “Fuego”, ya se le podía reconocer como uno de los instrumentistas más sólidos y virtuosos de la esfera estatal. Pero es que además de un guitarrista espectacular, siempre ha sido un notable compositor y un letrista como pocos. De este afán por crear buenas letras y de su amor por la Historia es de donde salen algunas de sus mayores obras maestras.


Hoy tan solo nos vamos a centrar en el tema “Ana y el Verdugo”, que vio la luz en 2012 como segundo corte del segundo álbum de Santelmo, El Alma del Verdugo”. Aunque para extraer todo el partido a la canción resulta imprescindible escucharlo junto a su introducción, “A. B.”, sin duda las siglas de la protagonista del corte: Ana Bolena.

La susodicha A. B. no fue otra que la segunda esposa de Enrique VIII, el rey tan controvertido como desalmado que capitaneó los destinos de Inglaterra desde 1509 hasta 1547, año en el que falleció.

La bien merecida fama de nuestra protagonista se basa principalmente en el hecho de haber sido alguien de enorme influencia para la historia de su país en aquellos años, cosa poco común en una mujer, por desgracia. Pero es que además, el hecho de haber sido decapitada en público por unas acusaciones falseadas y sin consistencia ninguna, hacen de ella una especie de heroína mártir a quien admirar por su valentía y empaque.


El tema en sí es una maravilla de principio a fin, cagado de fuerza y melodía, al mejor estilo Jero. Nos narra el momento de la ejecución de Ana, pero desde el punto de vista más interesante que un momento tan cargado de tragedia puede poseer, el de aquel que se encargará de dar muerte a la condenada: el verdugo.

ANA Y EL VERDUGO

La reina entre las reinas, la amada amante esposa,
su nombre en letras de oro queda escrito en la eternidad.
Pasiones desatadas, vientos de vino y rosas.
El rey enamorado, ¿cuánto durará?

Rebelde, conquistó la cima del poder.
¿Detuvo su aguijón? ¡No!
El odio fue creciendo a su alrededor,
la trampa se cerró.
Y acusada de traición, su fin se acerca.

Suenan campanas, se rompe el silencio,
la espada dio el golpe final.
Ana sonríe y perdona,
su cuerpo sin vida ahora no tiembla ya.
Ella aún le mira a sus ojos
y mira al verdugo, quisiera llorar.
Lágrimas sobre el cadalso manchado de sangre.
Sangre de reina, de madre de reina,
sangre inocente maldice su suerte.

La nieve en los tejados, el viento entre las ramas.
Cumplió con su deber y el verdugo no puede dormir.
Vagando por las calles un alma atormentada.
La sigue contemplando, no la olvidará

La torre, su figura se alza fantasmal.
Su último hogar, su cárcel.
Cautiva, pobre Ana no sabe llorar,
valiente hasta el final.

Y el patíbulo ya está, el cielo espera.

Suenan campanas, se rompe el silencio,
la espada dio el golpe final.
Ana sonríe y perdona,
su cuerpo sin vida ahora no tiembla ya.
Ella aún le mira a sus ojos
y mira al verdugo, quisiera llorar.
Lágrimas sobre el cadalso manchado de sangre.
Sangre de reina, de madre de reina,
sangre inocente maldice su suerte.
¡No!



Es el verdugo quien nos describe a Ana Bolena, quien nos manifiesta la admiración que sentía por ella, quien demuestra el profundo dolor que le causa tener que cortarle la cabeza; quien nos deja ver también los remordimientos con los que tiene que vivir a partir de entonces...

Sensacional, sencillamente sensacional.

Os dejo con el tema esperando que lo disfrutéis a tope.

Si queréis documentaros mejor sobre Ana Bolena y su historia: