Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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martes, 13 de octubre de 2015

Excalibur: “Generación Maldita”.



La canción “Generación maldita” pertenece al grupo Excálibur. Un tema que inmediatamente te lleva a aquella añorada época de los ochenta. Recuerdo que la primera vez que la escuché en la radio, allá por el año ochenta y ocho, me llamó bastante la atención. La canción tenía un riff principal muy llamativo y unos teclados interesantes que no eran lo habitual de los grupos de Rock duro de aquellos años. Aunque lo que más me impactó fue su estribillo, totalmente reconocible y con esos coros alternando la línea de voz principal que le otorgaban un cierto aire épico y que se metió en mi cabeza sin posibilidad alguna de salir. 


                                                   Excálibur: "Generación Maldita". 1988

El resto del disco estaba a la altura, aunque su tema bandera siempre me pareció este. Obviando la cuestión del sonido, que era el que era en esos años y mucho más para cualquier grupo novel que intentaba abrirse paso dentro del peliagudo y nada asequible económicamente hablando mundo de los estudios de grabación, nos encontramos un resultado muy aceptable para lo que eran esos tiempos en cuanto al resultado sonoro final del disco. Incluso la portada resulta impactante, es cierto que hoy en día la temática de caballeros, leyendas, príncipes y otros personajes mitológicos está completamente manida y sobre explotada, pero hace veinticinco o treinta años resultaba todo mucho más fresco, sobre todo si procedía de nuestro entorno nacional. La portada del caballero que parecía defender a toda esa generación de desheredados resultaba llamativa y eficaz.

Excálibur: "Generación Maldita".

Esta banda alicantina estaba formada por Paco Mira a la voz, Juan Rico en la guitarra, José Maestre al bajo, el teclista Vicen Beneite y el batería Javi Martínez. Se juntaron en 1984 y publicaron la canción de la que hablamos en el Ep “I VinaloPop-Rock Elda” del año 1986. Dos años después vuelven a aparecer en el disco “II VinaloPop-Rock Elda” aportando los temas “Promesa de sangre” y “El poder del ciego”. Ese mismo año publicaron su primer disco, titulado “Generación Maldita”, del que se sacaron a la venta cien copias. Lo grabaron en los estudios La Factoría y obtuvieron una cierta repercusión dentro del panorama rockero nacional, apareciendo en las radios y prensa especializada de la época. Curiosamente el disco parece que se volvió a reeditar en 1993 de manera ilegal por parte de otra compañía de discos. 


En el año 1990 editaron un single con dos temas: “Esto me sube” y “vamos nena”. Para este momento Paco asumió también las labores de bajista, quedándose el grupo reducido a cuarteto. Ganaron el concurso musical II Pop-Rock Valle 91 pero poco después desaparecieron del panorama musical. En 1996 volvemos a tener noticias suyas publicando el disco “Cero”, más orientado al Hard Rock y del que pusieron en circulación apenas unas cincuenta copias, convirtiéndolo en objeto de coleccionismo.

                                Excálibur: "Cero".                                      Excálibur: "Más Duros"

No volvemos a saber de ellos hasta que en pleno 2013 Paco, Juan, Vicen y Javi, junto a Joku Gómez a la guitarra y Jorge Poveda al bajo publican el Mini Lp “Más Duros”, cinco canciones en las que se acercan a un Rock sin etiquetas, más clásico y algo alejado del Heavy Rock de su primer álbum. Sin embargo no se olvidan de sus temas como se puede comprobar en sus recientes actuaciones en directo. Me alegro de que hayan decidido seguir adelante y solo espero que se pasen pronto por Madrid para poder verlos en directo mientras canto aquello de “esa maldita generación”.



                                                     Excálibur: "Generación Maldita". 2014



domingo, 4 de octubre de 2015

“Highway Star”: Deep Purple en París. Último concierto de Ritchie Blackmore con el Mark III.




“Highway star” es una de las grandes canciones de todos los tiempos, eso no se pone en duda. El tema que abre el mítico doble en directo “Made In Japan” de Deep Purple es una de las piedras angulares sobre las que se asienta toda una manera de entender la música y que sigue de total acutalidad, remando contra viento y marea, en estos días inciertos. La noticia de la vuelta al Hard Rock de Ritchie Blackmore no nos ha dejado indiferentes, habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos y en qué acaba todo. Lo que está claro es que todos los comunicados, declaraciones y demás golpes de efecto nos van a proporcionar unas cuantas horas de entretenimiento, eso seguro.


“Highway star” sigue estando en la memoria y en la retina de muchos de nosotros, grabada a fuego tras tantas y tantas escuchas. Una canción tan original y particular que se ha convertido en algo más grande que la vida. Cuando hablas de este tema todo el mundo suele tener presente la versión grabada por el clásico Mark II de Deep Purple - la formación compuesta por Blackmore, Gillan, Glover, Lord y Paice – que aparece en el trascendental disco en directo registrado en Japón. Es cierto que esta versión ha hecho historia, con los agudos desgarrados de Ian Gillan, la furibunda guitarra de Ritchie Blackmore y toda la banda a piñón fijo definiendo lo que posteriormente se reconocería como Heavy Metal. La fina y delicada barrera entre el Rock y el Heavy perfectamente dibujada por un grupo que  fue el primero en sonar como nadie, repito: NADIE, había sonado antes; ni Black Sabbath con su “Paranoid”, ni mucho menos Led Zeppelin con su “Whole lotta love” se aproximan a la genuina reinterpretación de algunos de los elementos musicales más clásicos que se habían utilizado en los cincuenta y sesenta, llevando a cabo una de las últimas vueltas de tuerca que se han dado en la historia de la música para crear algo nuevo, refrescante y que sentó las bases de todo un movimento musical que vino después. Llama la atención el fulgurante y efectivo solo de guitarra de Blackmore, tomando prestadas unas progresiones clásicas de Johann Sebastian Bach para solucionar la ecuación de manera explosiva al final. Podemos comentar como dato anecdótico que Ritchie se caracteriza por variar siempre los solos de las canciones en directo, llegando al extremo de no repetir dos veces el mismo solo, aunque el único solo que tiene grabado en su cabeza es el perteneciente a este tema; esto mismo lo ha comentado varias veces en entrevistas y resulta obvio para cualquiera que le haya escuchado tocar en directo. Así está el tema, hoy en día tenemos encumbrados en los primeros puestos de las listas a guitarristas que dificilmente son capaces de sonar correctamente en directo mientras que un señor capaz de variar sus solos en cada concierto haciéndolo igual de bonito y especial sigue sin contar en la actualidad con el reconocimiento y el lugar destacado que merece.

        Deep Purple: "Highway star". Audio de "Made In Japan". Montaje de vídeo hecho con el show Copenhagen 72.

Las grabaciones de “Highway Star” del disco original “Machine Head” y del directo “Made In Japan” son brillantes, aunque hoy nos queríamos detener un poquito en la realizada por el grupo en su concierto de París. La actuación que se llevó a cabo en el Palais des Sports de la capital gala el siete de Abril de mil novecientos setenta y cinco por parte del conocido como Mark III de la agrupación púrpura, formada por Blackmore, Lord, Coverdale, Hughes y Paice, supuso uno de los clímax que este grupo ha tenido a lo largo de sus años de existencia. Gillan y Glover ya no estaban en el grupo y Blackmore y Lord lo reconstruyeron reclutando al vocalista David Coverdale y al cantante y bajista Glenn Hughes. Con la combinación a las voces de sus distintos tonos y con la sobrehumana capacidad de Hughes para cantar montaron una nueva encarnación de la banda llevándola a unos terrenos de Blues agresivo a dos voces que, mezclado con su particular concepción del Rock, elevaron su producción musical a otra dimensión.

                              Deep Purple Mark III: R.Blackmore, G.Hughes, J.Lord, I.Paice, D.Coverdale.

Pero, pese al éxito cosechado de nuevo, el barco hacía agua por todos los lados. Las tensiones entre Ritchie Blackmore y el resto del grupo se habían acentuado. Blackmore se sentía cada vez más incómodo con Glenn Hughes y el peso que estaba cogiendo dentro del grupo. Hughes había traído a Purple todas sus raíces del Soul y Funk negro, lo que disgustó sobremanera a Blackmore que llegó a comentar abiertamente que no le gustaban en absoluto esas influencias ni ese estilo de música; por otro lado, el fuerte carácter de Glenn y su presencia escénica tampoco ayudaban puesto que Ritchie pensaba que le restaba protagonismo. Esta enemistad por parte de Blackmore se ha seguido manteniendo hasta estos días. Con su habitual mala leche Ritchie llegó a comentar en entrevistas que intentó hablar una vez con Hughes pero que este no quería salir de casa, en clara referencia a los años de abusos con las drogas por parte de Hughes que le hicieron padecer de sobrepeso y de otros problemas de salud. Blackmore, tan considerado y correcto como de costumbre. Finalmente el Hombre de Negro abandonó Deep Purple en 1975, siendo la actuación de París el último show del grupo.

                              Glenn Hughes.                                              Ritchie Blackmore.

Esta actuación fue muy especial para Blackmore, eso se nota desde la primera canción. Ritchie volcó toda su rabia y frustración en ese show ofreciendo una actuación soberbia, única y llena de intensidad. El concierto tuvo grandes momentos aunque lo mejor quedó para el final, precisamente con la interpretación de “Highway star”. En esta época de Purple la canción se arregló para dos voces, David Coverdale llevaba el peso de la interpretación mientras que Glenn Hughes se hacía cargo del estribillo, realizando los característicos agudos que metía Gillan en la versión original. Los dos cantantes aportaban ese toque bluesy tan personal en las nuevas composiciones, pero los temas clásicos de Purple estaban pensados para una sola voz con agudos poderosos y Coverdale lo pasaba realmente mal calzándose los zapatos de Ian Gillan, mientras que para Glenn era completamente natural subir varios tonos su potente chorro de voz como si tal cosa. Podemos comprobar en la misma presentación del tema por parte de Hughes su preciosista y cristalino tono. La combinación perfecta con el tono grave de Coverdale; no en vano hoy en día se refieren el uno al otro como soul brother

                           David Coverdale y Glenn Hughes.                              Ian Gillan.

Se nota que Blackmore tiene ganas de liarla desde que empieza el primer solo de la canción. “Highway star” lleva dos solos, primero de órgano y luego de guitarra. En este concierto de París Blackmore se adelanta al solo de teclado de Jon Lord y comienza con su solo de guitarra del final del tema. Pese a lo que le gusta improvisar a Ritchie esto solo lo hizo en este concierto, y os aseguro que he escuchado cientos de conciertos de Purple, pisando a un sorprendido Lord y metiendo un solo que estoy seguro que estaba improvisando sin haberlo ensayado antes con el resto del grupo. El solo conserva el fraseo de Bach original pero luego toma otra dirección que, una vez más, nunca había interpretado en directo y que desprende una intensidad como pocas veces se le ha escuchado a nuestro querido Ritchie. Para este momento el resto del grupo sigue al rebelde guitarrista, todos son grandes músicos y saben perfectamente servir de colchón para que Ritchie se explaye a su gusto, de hecho estas improvisaciones siempre han constituido uno de los elementos más destacados de Purple, ese factor de riesgo encima del escenario que hacía del grupo algo tan especial. Ritchie comanda al resto del grupo como el lider que es capaz de ser hacia una orgía sónica que termina con el sacrificio de su propia guitarra frente a un público que se vuelve loco por momentos alcanzando altas dosis de fanatismo en las primeras filas.  


Ritchie, al igual que otros guitarristas de su generación, solía hacer el número de romper su guitarra en directo. Compraban un puñado de guitarras baratas para romper en los conciertos. La diferencia de Blackmore con el resto es que él solo la rompía cuando consideraba que la actuación había sido brillante, algo así como un extra, mientras que para otros músicos era la parte culminante del show más allá de la música. Lo excepcional de este concierto es que Ritchie rompió una de sus Stratocasters auténtica, supongo que él mismo consideraba que aquello representaba el final de una época. Tras sacrificar su instrumento volvió detrás del escenario para buscar otra guitarra que sonaba claramente fuera de tono, imagino que sería la barata para romper y que ese día se libró de la quema. Mientras tanto, el resto del grupo seguía tocando para acabar el tema con un Ritchie fuera de sí dándolo todo. Además de ser un músico excepcional Blackmore volvió a demostrar que es un entertainer tremendo, capaz de entretener él solo a toda una audiencia.Lo alucinante de todo el asunto es que nada estaba ensayado, aquellos afortunados fans de París fueron testigos de ese momento único de despedida salvaje de Ritchie Blackmore de Deep Purple... Rainbow y Dio estaba esperando a la vuelta de la esquina.

                                         Deep Purple: "Highway star". Audio concierto París 75.


                                             Ritchie Blackmore y Glenn Hughes.


martes, 22 de septiembre de 2015

Ritchie Blackmore vuelve al Rock.



El emblemático guitarrista Ritchie Blackmore, creador de Deep Purple, Rainbow y una de las principales figuras y referentes de lo que todos conocemos como Rock duro en los últimos cincuenta años, ha anunciado hace unos días su vuelta al Rock. Parece ser que el guitarrista realizará unos cuantos conciertos el próximo verano con un repertorio íntegramente formado por canciones de Deep Purple y Rainbow. Imposible resistirse a hablar de ello.


Blackmore ha comentado que quiere volver a hacer Rock, principalmente aunque no solo por motivos nostálgicos y porque a sus setenta años tiene la artritis a la vuelta de la esquina. Por desgracia en todo momento deja claro que se tratará de unos cuantos conciertos puntuales puesto que su prioridad absoluta se encuentra en su proyecto de música Renacentista/Medieval llamado Blackmore’s Night y que comparte con su mujer, la cantante Candice Night. Debemos recordar que el afamado Hombre de Negro lleva la friolera de diecinueve años alejado del Rock duro y al frente de este proyecto, más concretamente desde el año 1997.

                                        Ritchie Blackmore y Candice Night: Blackmore's Night.

Ha anunciado que este regreso a sus raíces rockeras constará de una serie de cuatro o cinco conciertos en algunas ciudades europeas a lo largo del próximo mes de Junio del 2016, probablemente en Reino Unido, Suecia o Alemania, como no; de España nos olvidamos, claro. El repertorio estará formado por temas de sus discos de Deep Purple y Rainbow, a los que imagino que les sumará algunas cuantas sorpresas en forma de versiones o improvisaciones marca de la casa de esas que solo él sabe hacer y que tanto echamos en falta en el panorama musical actual. Por lo que parece este regreso no se anuncia como una reunión de Rainbow como tal ni como una nueva reencarnación de Purple, sino más bien como una noche con la música de Ritchie Blackmore. Tampoco ha dado el nombre de los músicos que le acompañarán en esta nueva y pequeña aventura, aunque ha dejado claro que todos serán músicos nuevos; Blackmore siempre se ha caracterizado por buscar sangre nueva y fresca de la que rodearse para interpretar música en vivo. Lo único que ha avanzado a este respecto es que ya tiene al cantante, que es alguien nuevo con una voz entre Ronnie Dio y Freddy Mercury. Por otro lado parece ser que alguno de los conciertos se grabará para una posible edición en el futuro. Casi . El personal ya puede ir haciendo cola frente al ordenador en  internet, imagino que las teclas echarán chispas cuando se pongan las entradas a la venta.

                             Ronnie Dio.                                               Freddy Mercury.

El asunto se presenta movidito en los próximos meses para la saga Purple. Observando el tema con un poco de perspectiva resultaba más o menos obvio que Ritchie acabaría tocando Rock una vez más, lo que sus seguidores no teníamos claro era el cuándo. De todos modos los indicios resultaban bastante claros para cualquiera que leyera un poco entre líneas las declaraciones de los últimos dos años dentro del seno de alguno de los miembros de la familia Purple. Conviene recordar el triste adiós de Ritchie Blackmore de los Deep Purple en 1993, aquella reunión y gira europea frustrada sin dirigirse la palabra con el resto del grupo y que terminó en lágrimas mientras rompía sus billetes de avión para viajar a la segunda parte del tour en Japón. Las declaraciones posteriores fueron desagradables e innecesarias, llenas del odio, ira y rencor. Blackmore se despachó a gusto con sus ex compañeros, les acusó de seguir por dinero, a Jon Lord le tachó de escurrir el bulto de los problemas dentro del grupo y del vocalista Ian Gillan, su conocido archienemigo desde los años setenta, llegó a decir que no podía cantar y que no era más que un borracho sin palabra; tela. Por su parte los demás Purple tampoco se cortaron nada en sus comentarios hacia el peculiar guitarrista, Roger Glover comentó que Blackmore no tenía ningún mérito especial como compositor en el grupo - en todos los créditos de los discos de Deep Purple aparece como compositor -, incluso llegó a alegar que el archiconocido e inmortal tema “Smoke on the water” era famoso por la letra y no por el riff de entrada de la guitarra ¿?. Gillan también realizó algunos comentarios diciendo que Blackmore era un cáncer dentro del grupo que no les permitía avanzar e incluso, en una muestra del espinoso y corrosivo humor inglés del que suele hacer gala habitualmente nuestro entrañable Garganta de Plata, argumentó que dejó de tomarse en serio a Ritchie cuando este le comentó que Eric Clapton no era un guitarrista capaz – siendo conocido por todos en el mundillo musical el resquemor que siempre ha tenido Blackmore hacia Clapton -. Aquello pareció un divorcio por cuernos y a las malas.

                                                       Roger Glover e Ian Gillan 1993.

                                                      Ritchie Blackmore 1993.

En lo que respecta a Rainbow, tampoco podemos decir que la última reencarnación del arcoíris entre los años 1994 – 1997 acabara tranquilamente. Por lo que parece Ritchie, oscuro bromista empedernido muy amigo también de ese humor inglés tan deliciosamente bruto, antes de comenzar su nueva andadura con Blackmore’s Night a mediados del año noventa y siete no despidió a ninguno de sus músicos de Rainbow sino que les ofreció unos contratos prácticamente imposibles de firmar; parece que les obligaba a no grabar ningún otro disco fuera de Rainbow hasta que al propio Blackmore le volviese a apetecer reformar de nuevo al grupo… sin ni siquiera asegurarles que en ese hipotético caso les volviera a contratar. Lo dicho, un cachondo. Desde el punto de vista estrictamente laboral y práctico no hay mucho que objetar, Blackmore es el empresario y Rainbow es su negocio, por lo que puede ofrecer el contrato que se le ponga en la punta del alma; otro aspecto es lo moralmente reprobable que pueda resultar tratar de ese modo a los músicos que han estado compartiendo contigo esfuerzos, música, carretera e ilusiones. Probablemente el más dolido con todo este asunto pudo ser Doogie White, el excepcional cantante escocés descubierto por Blackmore para esos últimos Rainbow parece que realmente se creyó que el proyecto Blackmore’s Night sería para un disco y luego retomar Rainbow de nuevo. 

                                                       Rainbow 1994-1997.

Doogie se comportó como el caballero que es y no comentó nada hasta que hace algo más de un par de años Candice Night se descolgó con unas declaraciones realmente desafortunadas en las que ponía en duda la profesionalidad de White en Rainbow durante los últimos días del grupo del arcoíris, concretamente comentaba que Doogie perdió el vuelo del día después del último concierto de Rainbow en el Sweden Rock Festival de finales de principios de Junio de 1997 por encontrarse borracho, entre otras gentilezas. Doogie contestó algunas cuestiones de esos días finales desconocidas para el gran público hasta la fecha, siempre con un buen gusto exquisito. Aclaró como todos los seguidores sabemos que el último concierto del grupo fue en el Festival de Esbjerj el treinta y uno de Mayo, puesto que el grupo nunca tocó en Sweden Rock. Lo primero que dijo fue que no había hablado nunca de esto porque le parecía una cuestión entre Ritchie y él – y puedo dar fe personalmente de este dato porque yo mismo tuve el placer de entrevistarle y no soltó prenda, pese a que intenté profundizar en el tema de su marcha de Rainbow por activa y por pasiva, como os podéis imaginar -, pero que, una vez escuchada la curiosa versión de los hechos por parte de Candice, se veía en la obligación de aclarar algunas cosas puesto que se faltaba a la verdad y a su honor. Aquí salió a relucir la conversación que tuvieron el día anterior al concierto Ritchie, Doogie y el tristemente fallecido Cozy Powell, charlando sobre los planes para el nuevo disco de Rainbow; incluso parece ser que tenían ideas preparadas para cinco temas nuevos. También comenta aspectos sobre ese contrato imposible de firmar y niega rotundamente que no estuviera en condiciones el día después para coger el vuelo. Un Doogie, visiblemente dolido con las innecesarias declaraciones de Candice, demostró una vez más su clase y caballerosidad agradeciendo a Blackmore los buenos momentos vividos a su lado y ofreciendo su colaboración siempre que el díscolo guitarrista lo estimase oportuno. La verdad es que Blackmore siempre se ha caracterizado por usar al resto de personas de su entorno para realizar el trabajo sucio a la hora de comunicarles según qué decisiones a sus músicos, por lo que no sería descabellado pensar que Candice o Carol Stevens, manager personal y suegra del músico, solo sean peones en la endiablada partida de ajedrez que Ritchie mantiene con el mundo. Tampoco sabemos cómo funciona la pareja en su intimidad, ni es asunto nuestro, ni ganas que tenemos, ni falta que nos hace, por lo que cualquier teoría puede ser posible.


Acompañado de estas “peculiares relaciones” con ex miembros nos hemos encontrado durante todos estos años a un Blackmore hastiado del Rock y que no ha dudado en repetirlo, entrevista sí y entrevista también. Para el recuerdo queda esa genial entrevista que le hicieron en Popular 1 el año noventa y siete con motivo de su primer y único concierto en tierras hispanas. Un Blackmore de por sí incómodo por encontrarse en suelo hispano y con la intención de hablar de su por entonces nuevo disco con Blackmore’s Night se encontró con una entrevista salvaje de dos horas en la que le preguntaron por aspectos y curiosidades de su pasado en Purple y Rainbow mientras que prácticamente no le interrogaron por su nuevo disco con Candice Night. Acabó harto y encolerizado, dejándoles plantados para la sesión de fotos. Blackmore en su estado más primario y puro. Tuvo que ser muy cachondo el asunto.
  

La vida siguió igual hasta que hace unos tres años empezaron a aparecer rumores sobre un supuesto intento de reunión de Deep Purple con Ritchie Blackmore. Jon Lord, un par de años antes de fallecer, ya manifestó que quería reunir a la familia Purple para un gran concierto. Desafortunadamente no lo logró, como todos sabemos; mal por los implicados que no quisieron dar su brazo a torcer. Por su parte hace un par de años  Glenn Hughes alimentó otros rumores que hablaban de un intento de reunión del Mark III de la formación púrpura, compuesta por Blackmore, Lord, Paice, Hughes y Coverdale, que también quedó en nada; esto era mucho más complicado. Como ya comentamos en otra entrada, hay unos Deep Purple en activo con Ian Paice y la idea de reformar otra formación del mismo grupo con otros miembros más el batería hacía aguas por todos los lados además de constituir una falta de respecto a la formación con la propiedad del nombre y en activo. Aquí conviene aclarar que la propiedad del nombre, tras el desagradable episodio de los falsos Purple montados por Rod Evans a principios de los ochenta, estaba en manos de los cinco miembros de la formación clásica conocida como Mark II -Gillan, Lord, Blackmore, Glover y Paice-, pudiendo montar el grupo en el caso de que los miembros implicados constituyesen mayoría; de este modo harían falta tres miembros clásicos para disponer del nombre legal. Esto permite barajar distintas posibles combinaciones. De cualquier modo, una jugada de dudosa enjundia en el caso de que pensaran en esta posibilidad; normal que Gillan se enfadara con estos rumores.

                              Deep Purple Mark III: D.Coverdale, R.Blackmore, I.Paice, J.Lord, G.Hughes.

Aunque cuando el río suena agua lleva. Las sospechosas recientes declaraciones de un Blackmore comentando que Ian Gillan es uno de los mejores vocalistas de la historia no pueden pasar desapercibidas, comenta que son demasiado viejos para seguir con antiguos rencores y reconoce su importancia dentro de la historia del Rock. Imagino que el primer sorprendido sería Gillan, que se apresuró a devolverle el cumplido a la vez que tranquilamente comentaba que hoy en día resultaría imposible que Blackmore volviese a actuar con Deep Purple porque el grupo ya tenía guitarrista desde hacía veinte años y era Steve Morse. Gillan en su estado puro.

                                                      Ian Gillan y Steve Morse.

Este verano Blackmore anuncia finalmente que quiere volver al Rock, aunque parece claro que sin reunir Purple ni Rainbow, por lo que puede que algunas conversaciones y rumores de antes tuviesen algo de fundamento. Sin embargo, la verdadera bomba informativa la soltó David Coverdale a finales del pasado Agosto. El cantante del Mark III y fundador de Whitesnake se descolgó comentando que durante el año 2013 había entablado conversaciones con Ritchie Blackmore con la idea de hacer un proyecto musical en común; toma ya. Coverdale especifica que Carole Stevens, la manager de Ritchie, negoció la posibilidad de trabajar en común pero no pudieron llegar a ningún acuerdo. Parece ser que a partir de estos encuentros, en la cabeza de David se empezó a fraguar la idea de hacer un disco homenaje de Whitesnake que incluyera las canciones del Mark III de Deep Purple, del que formó parte. El resultado ya lo conocemos todos: “Whitesnake The Purple Album”, el impresionante nuevo disco de las huestes de Coverdale regrabando y actualizando algunos de los temas míticos de aquella formación Púrpura. Imposible no rendirse a la sensibilidad única que transmite David en la estupenda versión del tema “Soldier of fortune”.

                                 David Coverdale.                                            Ritchie Blackmore.

                                              Whitesnake: "Soldier of fortune". Versión 2015.

Así nos encontramos con las recientes declaraciones de Ritchie Blackmore de hace tan solo unos días, en ellas nos explica que quiere volver a tocar Rock una vez más, que la nostalgia es un motivo de peso pero no el único aunque también comenta que se hace mayor y quiere afrontarlo cuando todavía puede. Explicita que no contará con ninguno de sus antiguos músicos, lo que deja con un palmo de narices a Joe Lynn Turner, que lleva anunciando hace algún tiempo también que Ritchie quiere volver al Rock y que esperaba que contase con su colaboración. Turner fue cantante de la última etapa de Rainbow entre los años 1981-1984 y también cantó en Deep Purple en 1991 por expreso deseo de Ritchie. Desde luego que Blackmore siempre ha sentido una especial predilección por Joe Lynn, aunque parece que no será de la partida. Imagino que Ritchie no se sintió muy cómodo cuando Turner montó el grupo Over The Rainbow en 2009 tocando todos los temas de Rainbow y llevando en sus filas a ex músicos del grupo junto con el propio hijo de Ritchie a la guitarra, Jürgen Blackmore. Muy cachonda fue la anécdota en la que la siempre sufrida manager Carole Stevens les mandó una carta pidiéndoles que no apareciese el nombre Blackmore en los carteles de promoción del grupo, a lo que cuentan los rumores que les contestaron adjuntando una copia del carnet de Jürgen en la que se podía apreciar que su apellido era precisamente ese. Sin palabras.

                               Jurgen Blackmore.       Over The Rainbow (Rondinelli,Turner,Smith,Morris,Blackmore)

                                                            Ritchie & Jurgen Blackmore.

También Blackmore hace hincapié dentro de su comunicado en la ausencia de Jon Lord; juntos construyeron Deep Purple. Sin embargo el genio que siempre ha sido y es Ritchie Blackmore, precursor, creador de un estilo y referente fundamental de varias generaciones de músicos, ha tenido la poca delicadeza de obviar en estas declaraciones la figura de Ronnie James Dio, se refiere a otros que ya no están sin hacer una alusión directa. Mal por él. Ronnie Dio fue vocalista de Rainbow en sus primeros tres discos de estudio y ayudó a sentar las bases de la música de Rainbow hasta tal punto que puedo afirmar, sin temor alguno a equivocarme, que formaron un tándem sin el cual no hubiera sido posible recrear la música de Rainbow tal y como la conocemos. De largo es el vocalista del grupo más recordado, sin desmerecer a los que se siguieron, y su talento para cantar, componer e improvisar en directo hicieron de este grupo algo único, distinto y muy especial.  En su día el propio Ronnie desveló que en 1998 hubo una oferta con una importante suma de dinero para reunir la formación clásica de Rainbow para un concierto parece ser que en Sudamérica, finalmente nada de esto se llevó a cabo. Posteriormente, a lo largo de los años,  Ritchie ha despotricado y se ha burlado de Dio en muchas de sus declaraciones. Sin embargo, pese a que no lo diga abiertamente y no le otorgue todo su merecido reconocimiento, Blackmore tiene la certeza en lo más profundo de su duro corazón que el talento de Dio era algo fuera de lo común y que constituyó un punto de inflexión en la carrera artística y vital del propio Ritchie. Pero esto es marginal.

                                                        Ronnie James Dio y Ritchie Blackmore.

                                Rainbow: "Man on the silver mountain". Munich 20.10.77. Algo especial.

De cualquier manera estamos ante la noticia musical del año. Siempre es un privilegio disfrutar de Ritchie Blackmore, el único e irrepetible mago de las seis cuerdas, interpretando con su Stratocaster a todo volumen ese increíble ramillete de canciones que nos han ayudado a entender la vida de una manera más feliz y completa a sus miles de seguidores a lo largo de todos estos años.