Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

Púrpura Chess

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miércoles, 3 de abril de 2019

REFLEXIONES METÁLICAS


Una sección de nuestro colaborador “Metálico”.

Portadas. Un valor añadido.



Es evidente que los nuevos modos de consumo de música han restado casi toda la importancia a las portadas de los diferentes trabajos de cada banda. Ya con el uso del CD frente al vinilo perdieron algo de su valor, pues es incuestionable que el gran formato de la carpeta que guardaba el disco permitía lucir en su máximo esplendor los diseños de las distintas cubiertas.
Sin embargo, sigue habiendo vinilos y portadas. Muchos afirmarán que ésta es un mero envoltorio, que lo trascendente es la música contenida en el vinilo. En efecto, pero la portada es un elemento más, igual que las letras, los créditos u otros añadidos que se observan con detenimiento mientras el vinilo gira en nuestro reproductor y que sirven para elevar, o no, el valor de lo que se escucha.
Y como en todo, hay para todos los gustos. Los que aprovechan la portada para expresar varias ideas, para presentar el trabajo contenido en su interior o simplemente tienen un objetivo meramente estético. Sin olvidarnos de para aquellos para los que significa algo engorroso que no aporta nada y que solucionan con una foto del grupo en actitud más o menos chulesca.


También es verdad que muchas portadas están dentro de un estereotipo que permitía que con un vistazo a la misma se supiera el tipo de música que envolvían, algo de gran ayuda para descubrir grupos nuevos en las tiendas que acumulaban discos y más discos.
Hablando de portadas como estamos no quiero perder la ocasión de destacar las de Iron Maiden, con Eddie como protagonista, verdaderas obras de arte que se han convertido en una seña fundamental del grupo inglés a través de sus discos y singles.
Posiblemente escogiera la del “Live after death”, pero varias  de ellas podrían ser; tampoco puedo olvidarme del “Nevermind” de Nirvana, del “Master of Puppets” de Metallica, del “Directo” de Barricada, del “Ram It Down” o del “British Steel” de Judas, del “Orgasmatrom” de Motörhead del “Heaven And Hell” de Black Sabbath, del “Holy diver” de Dio, el “No More Hell To Pay” de Stryper, del “Come Out And Play” con la alcantarilla desplegable de Twisted Sister, del “Retrospective” de Def Leppard o de tantas y tantas otras.


Metálico


miércoles, 27 de marzo de 2019

LA CULTURA EN EL ROCK.



Una sección de nuestro colaborador “Thomas Anderson”.

La misma historia. Distintas visiones.

En el día de hoy abordaremos la manera en que un variado elenco de bandas de Rock, en determinado momento de sus carreras, ha afrontado un acontecimiento histórico concreto: me estoy refiriendo a la invasión/conquista/ocupación que algunos pueblos europeos hicieron de las tierras americanas donde desde hacía siglos se asentaban multitud de tribus indígenas oriundas de la zona. Una invasión/conquista/ocupación que dejó los citados clanes brutalmente diezmados en número y hasta extinguidos por completo en algunos casos.

Fueron momentos que se extendieron desde el descubrimiento de 1492 hasta bien entrado el siglo XIX y de cuya explosión todo el mundo puede sacar conclusiones bastante similares. Independientemente de si se le quiere dar mayor o menor legitimidad a que un pueblo mucho más avanzado en lo tecnológico devaste a otro que lo está en mucho menor grado y lo expulse de su territorio con el fin de ocupar este, lo que todo el mundo tiene claro es que fue una guerra desnivelada por completo que solo podía tener un claro vencedor.

El caso es que, como decíamos al principio, el tema lo ha sido de cierta recurrencia dentro del mundo del Rock y mi intención con el presente artículo es hacer un pequeño viaje por aquellos grupos y momentos que decidieron hablar de la cuestión en sus letras.

Comencemos.



Estamos en 1976 y dos de los mejores grupos del momento coinciden en querer sacar a relucir la cuestión. Por un lado, los irlandeses Thin Lizzy encabezados por el inconmensurable Phil Lynott, con un tema que ya nombramos el mes pasado por otras razones. En este caso, la letra hace referencia a un acontecimiento muy concreto relativo a la conquista. Parece ser que un grupo de indios de una tribu indeterminada tuvo que refugiarse en una vieja misión tras una malograda batalla. Las tropas que les perseguían abrieron un boquete en la pared con un cañonazo y se tiraron horas disparando a los pobres indios que, armados tan solo con sus arcos, trataban de salir de allí a la desesperada. Una auténtica masacre, qué duda cabe…

Thin Lizzy: “Massacre”.

En un punto por debajo de cero
No queda lugar donde ir
Seiscientos héroes desconocidos
Murieron como búfalos durmientes.

A través del Cañón del Diablo
Al otro lado del campo de batalla
La muerte no tiene compañeros
El espíritu se ve doblegado.

Ahí va el bandolero
A través del boquete en el muro
Es un cobarde, pero le trae sin cuidado
De hecho, no le importa en absoluto.

El general que está al mando
Defiende lo que teme,
Mientras las tropas dependen
De los refuerzos por la retaguardia.

Si Dios está en los cielos
¿Cómo puede pasar esto aquí?
En su Nombre utilizaron las armas
para la masacre.

Hay un punto por debajo de cero
En que el sol puede ver la tierra
Seiscientos héroes desconocidos
Yacen muertos en la arena


Más tarde, los de Lynott volverían a tocar la cuestión en otro corte llamado “Genocide (The Killing of the Buffalo)”.


Casi al mismo tiempo unos Queen recién renacidos tras el tremendo éxito de “A Night At The Opera”, publican “A Day At The Races”, dos títulos en claro tributo a los Hermanos Marx y a su cine. Es en este último trabajo donde aparece una canción que hace clara referencia a la cuestión del exterminio indio en Norteamérica. Sin ser un erudito de la banda, me arriesgaría a afirmar que se trata de uno de los escasísimos casos en los que los de Mercury se lanzan a hablar de algún tema social, que toman partido por una inclinación ideológica concreta, quiero decir. Los versos están escritos desde la visión de un indio una vez acabada la invasión.


Queen: “White Man”.

Soy un hombre sencillo
con un nombre sencillo,
de este suelo proviene mi gente,
en este suelo permanece,
oh, sí.

Y nos hicimos nuestros propios zapatos,
y pisamos suave en la tierra,
pero los inmigrantes construyeron caminos
sobre nuestra sangre y arena,
oh, sí.

Hombre blanco, hombre blanco,
¿no ves la luz detrás de tus cielos ennegrecidos?
Hombre blanco, hombre blanco,
te quitaste la visión para cegar mis ojos sencillos.
Hombre blanco, hombre blanco,
¿dónde vas a esconderte
del infierno que has creado?
Oh, el hombre rojo conoce la guerra
con sus manos y sus cuchillos.
Por la biblia juraste,
peleaste tus batallas con mentiras,
oh, sí.

Dejas mi cuerpo en vergüenza,
dejas a mi alma en desgracia,
pero en nombre de todos los dioses,
reza lo que sepas por los de tu raza.
Hombre blanco, hombre blanco,
nuestro país era verde; y nuestros ríos, anchos.
Hombre blanco, hombre blanco,
llegaste con una pistola y pronto nuestros hijos murieron.
Hombre blanco, hombre blanco,
¿no entregarás una luz por la sangre que has derramado?
¿Qué queda de tu sueño?
Solo las palabras sobre tu piedra.
Un hombre que aprendió a enseñar,
Para luego olvidar cómo aprender.



Llegamos a 1982 y los británicos Iron Maiden, con un nuevo vocalista a la cabeza llamado Bruce Dickinson, editan un trabajo que estaría llamado a convertirse en uno de los referentes del Heavy Metal más clásico: “The Number Of The Beast”. Entre sus extraordinarios temas nos encontramos con uno que trata el tema del genocidio indio.


Iron Maiden: “Run to the Hills”.

El hombre blanco vino cruzando el mar
Nos trajo dolor y miseria
Mató nuestras tribus, mató nuestro credo
Tomó nuestra caza para su propia necesidad.
Luchamos fuerte, luchamos bien
Fuera en las llanuras, les dimos infierno
Pero eran demasiados para tener fe
Oh, ¿seremos libres algún día?
Cabalgando entre nubes de polvo y páramos,
Galopando duro en las llanuras
Cazando a los pieles rojas en sus guaridas,
Combatiéndolos en su propio terreno.
Asesinato por la libertad, puñalada por la espalda.
Mujeres y niños y cobardes atacan.

Corre a las colinas, sálvese quien pueda.
Corre a las colinas, sálvese quien pueda.

Soldado azul en los páramos,
Cazando y matando por diversión.
Violando las mujeres y echando a perder a los hombres
El único indio bueno es el indio dócil.
Vendiéndoles su whiskey y llevándose su oro,
Esclavizando a los jóvenes y destruyendo a los viejos
Corre a las colinas, sálvese quien pueda...



Saltamos a 1986. Unos suecos guaperas llamados Europe, desembocan en el resto del continente que cita su nombre con un álbum insuperable: “The Final Countdown”. Entre sus cortes nos encontramos con otro alegato pro-indígenas americanos. Se trata de:


Europe: “Cherokee”.

Ellos vivían en paz, no hace mucho,
Una poderosa tribu india.
Pero los vientos de cambio,
Les hicieron darse cuenta de que las promesas eran mentiras.
La codicia del hombre blanco, en busca de oro
Hizo sangrar la nación
Ellos perdieron su fe
Y ahora tienen que aprender
Que no hay lugar donde volver
Ningún sitio donde dar la vuelta.

Cherokee - marchando por el camino de las lágrimas.
Cherokee - marchando por el camino de las lágrimas.
Los expulsaron con dureza, a través de las llanuras

Y caminaron durante muchas lunas
Porque los vientos de cambio,
Les hicieron darse cuenta de que las promesas eran mentiras.
Tanto con lo que cargar, y todo ese dolor
Que les deja la desesperación
Ellos perdieron su fe
Y ahora tienen que aprender
Que no hay lugar donde volver
Ningún sitio donde girarse.



Un año después, los thrasheros Anthrax, nos deleitan con un temazo que también habla del genocidio indio y sus consecuencias.


Anthrax: “Indians”.

Todos vemos en blanco y negro.
Cuando es otra persona la que lucha,
nadie se involucra.
La apatía no tiene solución.
¡Forzado a salir! Valiente y lleno de poder
¡Tierra robada! No pueden luchar contra ella.
Aférrate a la tradición y al orgullo.
A pesar de que saben lo mucho que ellos extrañan sus vidas,
les estamos ofendiendo en las reservas,
una situación desesperada.
El respeto es algo que se gana.
Nuestros hermanos indios se están quemando.
El americano original,
se convirtió en un ciudadano de segunda clase.

Llora por los indios
oh, muere por los indios
llora por los indios
oh, llora, llora, llora por los indios.

Ama a la tierra y al prójimo.
La paz es lo que nos esforzamos en poseer.
Algunas personas no tienen nada de esto.
Odio y prejuicio.
Llora por los indios
muere por los indios
llora por los indios
llora, llora, llora por los INDIOS.
¡¡¡BAILE DE GUERRA!!!

¡El territorio! Es solo el cuerpo de la nación.
Las personas que lo habitan hacen su configuración.
Prejuicios, algo de lo que todos podemos prescindir.
¡¡Porque de una bandera de muchos colores es de lo que esta tierra se trata!!

Llora por los indios
muere por los indios
llora por los indios
llora, llora, llora por los ¡INDIOS!


En este caso la letra trata de hacer reflexionar a los propios colonizadores sobre todo el mal que han hecho y como podrían remediar al menos una pequeña parte del mismo.


Llegamos a 1991 y son los de Bradford, The Cult quienes se animan esta vez a dedicar un álbum al completo a la causa de los indios expulsados de sus hogares: “Ceremony”. Se trata de un aparentemente sincero y emotivo homenaje a la cultura de las tribus, si bien como anécdota es necesario reseñar que la familia del niño que aparece en la portada del disco demandó al grupo por haber utilizado la fotografía sin su permiso. ¿Error? ¿Olvido? ¿Me encanta la cultura india pero intento sacar tajada de la misma? Que cada uno lo juzgue como mejor le plazca.

No voy a hacer un análisis pormenorizado del trabajo, tan solo os dejo una de las canciones para que os hagáis una idea de por dónde van los tiros.


The Cult: “Wild Hearted Son”.
 
Hijo de corazón salvaje
Oye, el mundo no quería que corriera
Para tratar de hacerme caer de rodillas, sí.
Corazón salvaje, sí, sí, sí

Bien, ahora ya sabes, disparo desde la cadera ahora.
Mi puño levantado en el aire
Soy un soñador del torbellino, nena.
Con mi cabeza en las nubes, sí

Hey, no me tomes demasiado a la ligera
Tengo el poder del blues, nena.
Soy solo una raza de la sociedad
Estoy presionando y robando gratis
No intentes evitarme, sí

Soy un hijo de corazón salvaje
Voy a bajar como una piedra rodante
Hijo de corazón salvaje, sí
Soy un hijo de corazón salvaje
Hola mamá, el mundo no quería que corriera
Hijo de corazón salvaje

Hey, yo nací en la ciudad
Pero anhelaba vagar libremente.
Tengo un caballo gritando en mi vientre
Cicatriz en mi corazón.

Vivo fuera de lo conveniente.
Conoces a las personas que miran fijamente
Soy solo una raza de la sociedad
Estoy presionando y estoy robando gratis
No trates de hacer ningún viaje conmigo

Porque soy un hijo de corazón salvaje
Voy a bajar como una piedra rodante, sí
Hijo de corazón salvaje
Soy un hijo de corazón salvaje
Cariño, el mundo no quería que corriera, sí
Hijo de corazón salvaje.


Añadamos para terminar una pequeña referencia a un grupo español que también quiso resaltar estos dañinos acontecimientos, si bien en este caso la crítica abarca a todas las poblaciones indígenas de américa, no solo aquellas del norte a las que exterminaron los ingleses. Como España estuvo más involucrada en hacerlo con las del sur y del centro, supongo que Barón Rojo quiso incluirlos en su letra.


Barón Rojo: “Atacó el hombre blanco”.

                                                      Hubo en la historia una raza
Famosa en la humanidad
Por su ambición desmedida
Y su ansia de dominar

Ella fue cruel, venció y esclavizó

Logró ser dueña del mundo
Con fuego sangre y traición
Creó fronteras sin leyes
Lo hizo en nombre de Dios

Por la tierra y el mar
Atacó el hombre blanco
Por la tierra y el mar
Atacó el hombre blanco

Más de mil tribus y pueblos
Bajo su bota aplastó
Les llamaba infieles
Brutal fue su represión

Ella fue cruel, venció y esclavizó

Usaban siempre la excusa
De propagar la verdad
Maldita farsa de muerte
Que escondió la realidad

Por la tierra y el mar
Atacó el hombre blanco
Por la tierra y el mar
Atacó el hombre blanco

Compró a reyes corruptos
Con oro, seda y alcohol
Que fueron sus marionetas
Para seguir la función

Hoy continúa la historia
De explotación sin control
A cambio de oro negro
Les venden su destrucción



Y hasta aquí hemos llegado. Como veis la historia y sus hechos pueden ser una perfecta y maravillosa excusa para crear música que nos envuelva y nos haga entender mejor el mundo que nos rodea.

Nos leemos dentro de un mes.