Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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domingo, 22 de diciembre de 2019

Los Discos de Navidad. V.


Llega la Navidad; bueno, llega todo eso que nos ciega los sentidos, nos satura con sus contradicciones e hipocresías, nos intenta reconfortar con mensajes de autocomplacencia tan vacíos como impostados y nos manda directamente a consumir sin descanso, pero que nada tiene que ver con el sentimiento y espíritu real de esta celebración. Un año más lucharemos por apartar toda la hojarasca del camino y disfrutar de este momento tan especial, con la música una vez más ayudando a guiar dicho camino. Este año resulta especial, puesto que Steve Perry -ese artista por el que aquí se siente extremo respeto y debilidad- ha decidido publicar música de motivos navideños para acompañar estas fiestas y hacernos un poquito más felices a muchos de nosotros; nuestro admirado ex vocalista de Journey ha puesto a disposición del público un maxi single de tres temas navideños que, entre muchas otras cosas, sirve de perfecta justificación para este artículo. Este año nos vamos a detener en las grabaciones de canciones de temática navideña que han sido publicadas por cantantes solistas -incluso rescataremos a algunos cantautores- para aportar algo de color y calor a este momento que cada año pone colofón al año en la mayor parte del mundo. De la mano de la espectacular voz de Steve Perry pasamos a recordar a un puñado de solistas que, por una amplia y variada gama de motivos, en algún momento de su carrera musical decidieron que era oportuno registrar un disco de canciones navideñas.



Rob Halford: “Celestial”. 2019.


El Metal God repite este año con un nuevo disco navideño, el segundo detrás del anterior “Halford III”” publicado hace diez años. Un nuevo redondo compuesto por varias adaptaciones de temas clásicos y composiciones nuevas; bueno, en realidad contiene un par de canciones nuevas y el añadido de un outro de apenas un par de minutos junto a una intro ambiental que no es más que un coda de ese cierre del álbum. Es curioso, lo habitual en estos casos es que la revisión instrumental de otro tema aparezca con posterioridad en el disco. Con Rob Halford las cosas siempre funcionan de otra manera. Dicha introducción, muy acertada y sugerente por otro lado, juega con la melodía del cierre del disco.
El disco se presenta como Rob Halford acompañado de familia y amigos, algo así como un guiño al rollo del espíritu familiar navideño y esas cosas, supongo; porque con Halford nunca se sabe. El cantante de Judas Priest e icono del Metal es una de las personalidades más misteriosas, controvertidas y descolocantes de la escena rockera, nunca sabes por dónde te va a venir y tal vez en eso resida parte de su encanto. Ignoro lo que el bueno de Rob piensa de la Navidad, su sentido real y toda la parafernalia basura en la que cada año la convertimos, pero si cada cierto tiempo se decide a regalarnos un disco basado en estos presupuestos y además es tan bueno como el que nos ocupa, bienvenido sea.
Curiosamente el disco comienza, una vez pasada la introducción, con uno de los dos temas propios que además ha servido para promocionar al álbum. Esta canción titulada “Donner and blitzen” bien podría haber formado parte de cualquier disco de Judas, pero no me acaba de convencer dentro del enclave de disco navideño; prefiero sin duda la otra composición propia: “Morning star”, con un rollo mucho más cercano al resto de temas del cd.


El disco no tiene desperdicio. Mezcla a la perfección el propósito de villancico navideño con el Heavy de los Judas sin que salte ninguna chispa y eso ya tiene mucho mérito de por sí. Las versiones escogidas suenan muy bien en líneas generales, en especial “Away in a manger”, que se convierte en un tema denso y evocador en el que la voz de Halford borda una interpretación perfecta. Otro momento de enjundia es el que conforman el final de una cañera “Joy to the world” con el inicio superpuesto de “O little town of Bethlehem” que lleva un arreglo muy original y que hace que la versión gane bastantes enteros. En la parte más afilada nos encontramos con una versión de “Deck the halls” que es puro Heavy Metal y que les ha quedado a Halford y familiares muy lograda.
En definitiva esta obra sigue una línea similar a la de su anterior disco de esta temática y permite la escucha de ambas piezas de modo consecutivo de tal manera que las puedes usar como banda sonora para decorar el árbol navideño de tu casa a ritmo de Metal mientras sirve de disgusto/disfrute de los allegados que tengan la suerte/desgracia de compartir tu mismo espacio vital.

                                           Rob Halford: "Donner and blitzen". Vídeo oficial.



Donna Summer: “Christmas Spirit”. 1994.


No podía faltar por aquí el disco de motivos navideños que grabó a mediados de los noventa la tristemente fallecida Donna Summer. Esta exuberante intérprete se descolgó con un disco excepcional, pletórico de buen Soul y lleno de matices que te transportan de manera inevitable al espíritu navideño; un álbum classy, sobrio, y elegante que acierta de lleno en su propósito navideño. Debo reconocer que este disco tardó bastante en llegar a mis oídos; Donna y su majestuosa voz han sido una de mis debilidades, pero ha sido muy recientemente cuando este disco entró en mi casa. Una mujer que durante muchos años hizo gala de una faceta artística tan arrolladora, atrevida y provocadora como controvertida, no parecía el arquetipo de artista que lanzase al mercado un producto de Navidad. Sin embargo el disco de Donna Summer rezuma entre sus surcos ese carácter tierno y reconfortante que, sin impostar nada, te subyuga y te sumerge de tal manera que hasta puedes levitar sin mayor problema si lo escuchas en las condiciones correctas; vamos, una delicia para el alma.
Se combinan en el disco canciones tradicionales navideñas, versiones y temas propios que no desentonan en absoluto con la idea global de la obra. Todo bajo un tamiz Soul adornado de Góspel, de ese que la cantante mamó desde su infancia. Las canciones están tratadas con una instrumentación sobria y muy acertada, acompañando a una voz principal de Donna que brilla en primer plano y con luz propia. En particular “O come all ye faithful” rebosa pasión y te hace vislumbrar por unos instantes el sentido auténtico de la Navidad. El medley que realiza con los clásicos “What child is this?”, “Do you hear what I hear” y “Joy to the world” es de categoría superior, con unos arreglos como el enlace entre el final de “Do you hear what I hear” y el inicio de “Joy to the world” que te vuelan la cabeza de lo buenos que son. El final del disco también es de traca. “Breath to heaven”, compuesta por Amy Grant, es una delicadeza, “O holy night” tiene una fuerza Góspel que te desarma y la última canción titulada “Lamb of god” es el broche de oro perfecto para una obra de estas características; el minuto final es una especie de oración con piano de fondo que, pese a que tiene mucho que ver con el rollo autoayuda de los pastores norteamericanos, es capaz de convertir a la Fe al más ateo de todos. Un disco que desde ahora no va a faltar en todas mis navidades.

                            Donna Summer: "What child is this/Do you hear what I hear/Joy to the world".



Frank Sinatra: “Christmas Song”. 1948.


Si hablamos de cantantes solistas y de discos de Navidad no podía dejar de asomar por aquí el intrépido Frank Sinatra. El disco que nos ocupa se publicó en 1947 y supuso el tercer lanzamiento discográfico en formato Lp del bueno de Frank. Se publicó primero en formato de cuatro singles durante mediados de los cuarenta y se lanzó poco después recopilando las ocho canciones en un álbum completo. Ya desde estos primeros momentos destaca la seguridad que Sinatra tenía en sí  mismo y su arrollador carisma. Es un disco de crooner con acompañamiento de músicos en el que se busca de manera principal el protagonismo de la voz. Sinatra y su voz de barítono reinan a lo largo de todas las interpretaciones del disco.
Las canciones escogidas para la ocasión son algunos de esos clásicos navideños que todos tenemos en mente, el álbum tiene un sonido muy bueno para su época y está diseñado para realzar a la auténtica protagonista del mismo: la voz de Sinatra. Seguro que sirvió de influencia para muchos discos de solistas que vieron la luz en los años posteriores. En particular suena especialmente bien la canción perteneciente el primero de los singles recopilados, “Silent night”, en la que la voz de Sinatra consigue evocar una sensación de paz y sosiego navideño que hasta casi te hace creer que este tipo de verdad podía sentir algo por lo que significan estas fechas. Seamos claros, si hay alguien que se encuentre en las antípodas del mensaje navideño ese es el bueno de Frank. Este angelito demostró durante toda su vida que la lucha por el débil y la justicia entre nuestros semejantes no entraban entre sus propósitos de vida más inmediatos. Todo buen conocedor de la vida de La Voz sabe de sobra que a esta encantadora alma caritativa le iba más la fama, el dinero, el poder y todos los valores que practicaba el Hollywood de los años cincuenta. Es más fácil imaginar a Sinatra persiguiendo a Ava Gardner por medio mundo con la sana intención de acabar en su alcoba que verle liderando una causa mundial a favor de los desfavorecidos. Junto a Dean Martin y Sammy Davis Jr formaron el núcleo duro del conocido como Rat Pack, que no era más que un selecto grupo de amigos que se juntaban para ir de fiesta, beber y follar; eso sí, siempre con estilo. Estos tipos eran demasiado sofisticados para juntarse con la chusma del resto de curritos mortales.... y además también tienen en el mercado un disco navideño conjunto! Seguro que para otras navidades lo rescatamos.

                                                    Dino, Sammy & Frank: The Rat Pack.



Sammy Hagar: “Santa’s Going South For Christmas”. 2019.


Uno de los tipos más auténticos de este negocio, además de uno de los que mejor ha sabido aprovechar el éxito e implementarlo dentro de su propio estilo de vida. Seguro que ser capaz de realizarse personal, familiar y artísticamente a través de tu propuesta artística, aunándolo en un todo y haciendo de ello una fiesta le va a permitir vivir en plena forma durante muchos años. El músico que lleva la bandera del sol, la playa, la fiesta y hacer lo que te dé la gana desde su envidiado Cabo Wabo -que sirve para ilustrar este humilde blog y al que este humilde escriba espera acabar pudiendo ir algún octubre a los conciertos de su Birthday Bash anual de una puñetera vez- también tiene su propio tema navideño. Por supuesto no es ninguna versión ni nada por el estilo, Sammy Hagar no está interesado en el árbol de Navidad, el frío invierno y en todas las clásicas connotaciones que tiene este tema. Desde la soleada playa de su Cabo Wabo, sentado en una hamaca y viendo las olas pasar mientras atardece, nos regala una composición que habla precisamente de disfrutar de unas navidades a pleno sol y fiesta; de hecho la letra explicita con claridad este mensaje. Acompañado de sus Waboritas nos regala un tema caribeño y muy positivo, lleno de ritmo y sabor. Lleva interpretando esta canción desde hace unos años -la primera vez que la tocó en directo fue en el año 2010- y en este 2019 la vuelve a editar con motivo del día del disco añadiendo una versión en vivo desde su propia cantina y otra toma en directo del estupendo "Eagles fly". Poco más se puede decir Sammy Hagar: un tipo con suerte.

                                           Sammy Hagar desde Cabo, un tipo que sabe vivir la vida.

                                       Sammy Hagar: "Santa's going south for Christmas". 11.12.10.



Johnny Cash: “The Christmas Spirit”. 1963.




El álbum que nos ocupa a continuación fue el primero de los discos sobre temática navideña que nos legó el tristemente fallecido Johnny Cash. Es una obra oscura, triste y densa, muy en la línea del añorado intérprete y compositor. Cash explota su personal faceta crooner mientras desgrana con una tensión contenida uno a uno los distintos clásicos navideños junto con composiciones propias que no hacen más que abundar en esa sensación que permite al oyente empatizar con la particular atmósfera cruda y a la vez delicada que Johnny ha tenido la habilidad de recrear. Comienza el disco con Johnny hablando con su voz rasgada y triste sobre un tenue fondo musical como el que recita un poema musicado; con un inicio así ya te rápidamente a su terreno. Nuestro entrañable Man In Black brilla con luz propia en el disco, conviene recordar que, aunque Ritchie Blackmore se apropió de este apelativo, es Cash el genuino poseedor del mismo y que incluso publicó un  álbum titulado “Man In Black” a principios de los setenta.
Su versión de “White Christmas” es puro caviar, mientras que en composiciones propias como “Christmas as I knew it” saca a relucir una tristeza y tristeza que convierten al tema en una genialidad. Por su parte “The Little drummer boy” presenta un original arreglo que le otorga al tema otra dimensión. En fin, imagino que los seguidores de Johnny Cash disfrutarán de lo lindo escuchando el disco en esta época en la que los mensajes tan contradictorios que nos inundan no tienen nada que ver con fijarte en el desvalido, que precisamente es de lo que va la Fe Crsitiana…y sobre lo que cantó durante toda su vida el bueno de Johnny. Y hasta la portada es una preciosidad.


                                                    Johnny Cash: "Christmas as I knew".



Pat Boone: “White Christmas”. 1959.


Otro tipo muy peculiar. Nuestro querido Pat se hizo famoso en los años cincuenta gracias a las versiones que robaba a gente como Little Richard y publicaba bajo su propio nombre. Estamos hablando de la época final de conflictos por segregación racial en EEUU y de los años en los que unos cuantos genios crearon esa pequeña y loca cosa llamada Rock n’Roll. Mientras tipos como Chuck Berry, Richard o James Brown fabricaban obras de arte en forma de hits unos detrás de otros, la puritana y exquisita sociedad americana exhibía su exasperante doble moral con el cinismo que la caracterizaba en aquellos años. Solo de este modo se entiende que tipos de la calaña de Pat Boone triunfasen en un mercado orientado hacia los blancos. El amigo Boone puede que sea uno de los tipos más sosos y descafeinados que me haya llevado a los oídos; y ahí le tenías, triunfando con versiones de mierda de canciones compuestas por Richard & Co. Treinta años más tarde de redimió con el estupendo disco de versiones estilo Big Band de temas clásicos del Hard Rock, pero eso es otra historia.


El asunto es que con el paso del tiempo incluso se le coge cariño al tipo, hasta Ronnie James Dio -no olvidemos que Ronnie sacó al mercado su primer single en el año 1957- hablaba de modo correcto de él a finales de los noventa. Y aquí le tenemos, con su disco navideño de cantante solista. La verdad es que el álbum es del todo olvidable, presenta la misma pólvora mojada que toda su producción clásica. Un tipo inofensivo que pobló los hogares  norteamericanos de los años cincuenta y sesenta.



Paul Anka: “It’s Christmas Everywhere”. 1960.


El cantante de la voz aterciopelada también tiene en su haber un disco de temática navideña, al igual que la mayoría de sus coetáneos de esos años cincuenta y sesenta tan especiales. Nuestro intérprete de “Lonely boy” nos presenta un disco que comienza con un recordatorio sobre los típicos buenos deseos de estas fechas para a continuación desgranar un puñado de clásicos a ritmo de Big Bang de las de antes. Merece especial mención la rendición que hace del clásico “White Christmas” en el que Anka y sus músicos pergeñan una versión lenta y solemne que queda realmente bien. El álbum cuenta también con una composición propia, el tema “It’s Christmas everywhere” es una composición propia que además de servir de título del disco es una canción idónea para cerrar esta obra navideña. Un disco muy de la época, pensado y hecho para ser consumido por la masa de la sociedad americana; sin riesgos, Paul Anka vuelve a ser el invitado ideal para la cena navideña de cualquier hogar de los de entonces…y puede que también el sueño húmedo de algunos de los inquilinos de dichos hogares.

                                               Paul Anka: "It's Christmas everywhere".



Annie Lennox: “A Christmas Cornucopia”. 2010.


Esta apasionante e inquieta mujer también tiene en su discografía un disco dedicado a la temática navideña; normal, alguien tan ecléctico y tan interesado en caminar distintos caminos musicales debía pasar por esta puerta. Este de los discos de Navidad es un terreno en el que es muy complicado innovar; quiero decir, muchas de las canciones son tradicionales con varios cientos de años de edad y está ya todo inventado. Sin embargo, nuestra querida Annie, igual que con casi todo el resto de su discografía, se las ha apañado para presentar un producto que puede que sea de lo más novedoso y sorprendente que uno se pueda echar a la mesa dentro de este apartado. Ya el propio título nos deja ver que Annie Lennox no tiene intención de presentar un refrito navideño de los manidos clasicazos de siempre, como pueda hacer el bueno de Pat Boone sin ir más lejos; “A Christmas Cornucopia” es un título que te llama la atención desde el minuto uno, novedoso, certero y nada habitual. Y en cuanto empiezas a escucharlo te das cuenta de que la cosa va en serio.


Lennox hace un interesante esfuerzo por revisitar algunos de los clásicos de siempre e intercalarlos con otros cortes de esencia navideña, pero que ya no son tan habituales o conocidos. Tiene la genial idea de incluir un tradicional original francés cantado en su propio idioma, “Il es en divin infant”, que rebosa pasión y delicadeza a partes iguales. El disco se abre de manera exquisita con “Angels from the realms of glory”, otro de esos tradicionales que la gente no suele tener tan en cuenta cuando se habla de discos de esta temática. Tal vez la palabra delicadeza sea la más acertada a la hora de intentar definir este pedazo de obra maestra. “See Amid the winter’s snow” o “In the bleak midwinter” son otros dos ejemplos de canciones menos conocidas y llevadas al terreno de Annie con una maestría casi insultante, versiones que consiguen hacer que te inunden unas sensaciones de tranquilidad y sosiego que tan necesarias resultan dentro de nuestro caótico y loco mundo actual. Comenta Annie en las notas del libreto que a la hora de realizar esta obra y escoger las canciones se basó en algunos de los temas que había escuchado desde pequeña y que le tocaban la fibra sensible, aunque no fuesen necesariamente canciones navideñas al cien por cien. Desde luego que dio en el clavo. Alguien como Annie ha demostrado a lo largo de todos estos años tener una sensibilidad especial para acercarse a canciones de esas que te erizan la piel y te encogen el alma. Suya es la composición “Love song for a vampire”, de la banda sonora del Dracula de Coppola, una de las composiciones más estremecedoras que haya escuchado en toda mi vida. Pero esto es marginal. Cierra el disco Annie con una composición propia bajo el título de “Universal child”, igual de tierna y seductora que el resto del álbum.

                                      Annie Lennox: "Universal chiuld". Washington. Diciembre 2010.



Mariah Carey: “Merry Christmas”. 1994.


Que aparezca por aquí una artista tan en las antípodas de lo puede querer abarcar este blog no hace sino reivindicar el carácter transversal del mismo. No tengo ningún interés en la carrera mainstream de Mariah y, desde luego, detesto todo de lo que se nutre dicha carrera, pero no se le puede negar a esta mujer la poderosa voz que posee; la única pega es que esta cantante equivocó el sentido de su recorrido musical, si se hubiese dedicado a cantar Hard Rock seguro que no tendría tanta pasta, pero la música que nos apasiona a muchos de nosotros hubiera ganado quién sabe si a uno de sus principales exponentes. Estas aseveraciones no son nada gratuitas, uno no tiene más que darle una escucha al estupendo disco navideño que esta mujer grabó hace unos años para darse cuenta. Un disco en clave de Pop, pero lleno de matices Soul, Rock o Góspel que harán las delicias de cualquiera que lo ponga en su equipo musical.
El disco fue controvertido desde su gestación, se publicó dentro de una época en la que esta mujer pegaba fuerte en las listas y más de uno criticó que se descolgara anunciando la grabación de un disco navideño. Lo que pocos se podían imaginar es que iba a registrar una obra con tamaña exhibición de fuerza y estilo. Desde el comienzo de “Silent night”, con su delicadeza vocal, instrumental y de arreglos, hasta el tema final “Jesus oh what a wonderful child” nos ofrece un ramillete de temas, tradicionales y propios, que no tienen desperdicio y que rebosan calidad y buen rollo por todos sus surcos. El disco no es nada ñoño, ni poppy inofensivo; aquí nos encontramos con una interesante combinación de elementos Soul, coros y voces Góspel que harían levantar a un muerto o elementos Rock que tanto Walter Afanasieff como la propia Mariah supieron combinar con un Pop de primera calidad en una producción de calidad superior. El disco lleva vendidas la friolera de quince millones de copias desde su año de publicación y su single de lanzamiento “All I want for Christmas is you” es uno de los singles más vendidos de la historia; ahí es nada. No es de extrañar, este tema compuesto por la pareja Carey/Afanasieff consigue recrear a la perfección el ambiente navideño dentro de una canción Pop plena de ritmo que hace que hace que no puedas de moverte. Las otras dos canciones propias tampoco desentonan, “Miss you most” es un tema suave y “Jesus born on this day” tiene un aire reverencial y unos bonitos coros que pueden pasar a la perfección por un tema clásico navideño si nadie te dice que está compuesto por esta pareja. 


En “Oh holy night” Mariah demuestra la gran voz que tiene y lleva a cabo una interpretación soberbia. Así mismo bordan la versión de “Christmas (Baby please come home) original de Spector, Barry y Greenwich que apareció en el también imprescindible disco navideño que publicó Phil Spector y del que hemos hablado por aquí con anterioridad. Las influencias Góspel se notan a lo largo de las voces de casi todo el disco, con un tratamiento en la producción exquisito. “Santa Claus is coming to town” es un claro ejemplo, con un piano que es puro Rock n’ Roll. Y para el final dejo esa delicia que lleva por título “Jesus oh what a wonderful child”. La canción se grabó en una Iglesia con un montón de coros de voces y todo eso. Sin embargo tiene un inicio que recuerda a un piano en el tugurio más recóndito, con más humo y menos recomendable de la ciudad. Luego se convierte en una canción dinámica, llena de ritmo y juegos de voces que desembocan en un trepidante final Góspel de esos de la negra dando gritos hasta que se cae el escenario. Sobrenatural.
Como tema extra final tiene un arreglo a capella del clásico “God rest ye merry gentlemen” que no hace más que ser el coda perfecto.
Ante semejante despliegue de talento uno no tiene más remedio que ir corriendo a la tienda y hacerse con el “Deluxe Anniversary Edition” que lleva el añadido de un segundo disco con tomas de directo grabadas en la Catedral de San Juan El Divino de Nueva York y que, como os podéis imaginar, constituye otra pequeña joya que complementa a la perfección el disco original. Atención a la toma de “Joy to the world” del directo de la catedral.

                                              Mariah Carey: "Jesus oh what a wonderful child".



Bob Dylan: “Christmas In The Heart”. 2009.


Este reconocidísimo músico decidió publicar hace unos años un disco navideño. En su momento resultó curioso que un tipo como Bob Dylan, de familia judía, acabase sacando a la venta un disco de villancicos. Bob se ha convertido al Cristianismo y, pese a mantener una relación fría con la religión en sí misma, ha acabado teniendo hasta audiencia con el Papa. En fin. De cualquier modo, supongo que esa ambigüedad que tan bien ha sabido explotar durante toda su carrera nuestro ínclito amigo no podía faltar en su disco de canciones tradicionales de temática navideñas.
El disco en sí mismo es un compendio de temas tradicionales, la elección comprende la mayoría de esas canciones de tradición anglosajona que acompañan a este periodo del año. Tal vez lo más curioso sea la inclusión de “Christmas island” y sobre todo del tema “The Christmas Blues”, que es de lo mejorcito del álbum sin duda alguna; se trata de una pieza lenta, a ritmo de Blues tranquilo pero efectivo y con un poso a lo Tom Waits que hace que nuestro amigo Bob salga de su habitual interpretación, sublime para algunos por aburrida y lineal para otros. Debo reconocer que no conecto en absoluto con el señor Dylan, su música me aburre sobremanera y siempre me ha parecido un músico mediocre y peor cantante aún, pero la gente lo adora. Donde el público ve genialidades, reconocimientos y premios -nobel incluido-, algunos solo vemos composiciones sencillas, sobrevaloradas y muy bien trabajadas por distintas campañas de marketing; pero bueno, será que nuestro escaso intelecto no nos llega para degustar las complejidades de un músico que apenas es capaz de entonar cuando abre la boca.




Willie Nelson: “Christmas With Willie Nelson”. 1994.


El bueno de Willie Nelson también grabó su pertinente disco navideño hace unos cuantos años. Reconozco que Nelson y su voz nasal  al estilo Dylan me dicen poco o menos que el resto de la pléyade de cantautores que pueblan nuestros campos cuales siete plagas de Egipto; aunque debo reconocer que le tengo un especial cariño, imagino que por la habilidad que ha tenido durante su longeva carrera musical para rodearse de gente más que interesante. Eso es algo que no está al alcance de cualquiera y hay que reconocerle el mérito a nuestro ínclito protagonista; si hasta ha colaborado con Julio Iglesias, otro tipo que no tiene en absoluto nada que ver con el Rock, pero que si nos olvidamos de su carrera musical y nos fijamos en toda la gente del star system con la que se ha codeado seguro que tiene un pedazo de entrevista, en el caso de que algún día estuviese dispuesto a darla.
El disco, pues lo que uno puede esperar de un disco de Willie Nelson: se basta de una acústica, un piano y poco más para desnudar un puñado de temas de ambiente navideño y llevarlos a su terreno. Si te gusta la tranquilidad y un hilo musical tan relajado como lineal, este es uno de tus discos; seguro. A destacar “It came upon a midnight clear”, con un aire suave aunque resultón bastante logrado. También le queda muy sugerente “Silent night” y su introducción con un piano desnudo. El tema final, titulado “Pretty paper”, tiene un aroma entre Folk y Blues que la verdad es que deja un buen sabor de boca como cierre del álbum.

                                                        Willie Nelson: "Pretty paper".



Mike Love: “Reason For The Season”. 2018.


Un tipo muy peculiar, este Mike Love. Nada prolífico en su carrera en solitario y muy acomodado en su rol de exprimir la gallina Beach Boys hasta sus últimas consecuencias, se ha desmarcado en estos dos últimos años con dos discos en solitario bastante interesantes. El primero de ellos  y el que nos va a ocupar a continuación es un cd navideño al más puro estilo de los que facturó el grupo de los chicos de la playa en los años sesenta. Temas tradicionales de Navidad acompañados por alguna composición específica para completar una obra bastante interesante. Aparece el sempiterno “Little St Nick”, que ya usaron en su día tanto los Beach Boys como Brian Wilson en su disco navideño en solitario. Mike Love se acompaña para esta grabación de parte de su familia  y de otros invitados especiales, entre los que figura la participación de Hanson en la canción “Finally it’s Christmas”. Llama la atención el tema que titula el álbum, “Reason for the season” es una bonita canción que auna el sentimiento navideño y el rollo musical de nuestro intrépido Beach Boy en solitario.

                                                     Mike Love: "Reason for the season".



Jonathan Cain: “Wonder Of Wonders”. 2017.


No podía faltar en esta cena navideña el single del teclista de Journey. Jonathan Cain ha publicado recientemente un disco religioso titulado “Unsung Noel” que todavía no tengo en mi poder, pero que no tardará, y un single de carácter navideño. “Wonder Of Wonders” es su particular homenaje a estas fechas tan significativas. La pieza es una composición propia que tiene las señas de identidad típicas del grupo madre y que además aborda el tema de la celebración navideña. AOR de primera categoría para acompañar mientras brindamos con nuestros seres queridos.

                                           Jonathan Cain: Wonder of wonders". Vídeo oficial.



Steve Perry: “Silver Bells”. 2019.


El motivo principal de este escrito. Nuestro cantante favorito ha estado un montón de años alejado de la vida pública y sin publicar música hasta que hace tan solo un par de años se descolgó con esa cosa tan bonita y delicada que lleva por título “Traces” y que supuso su vuelta discográfica. Pues este año ha lanzado un nuevo single de motivos navideños. Ha puesto en internet a disposición del público una revisión del clásico “Silver bells”. Este conocidísimo tema navideño cobra de la mano de Steve Perry y su tremenda voz un nuevo sentido. El vocalista nos lo entrega con una visión en clave de Soul y de eso que algunos entendidos llaman easy listening. La canción lleva una sencilla pero delicada instrumentación con una bonita línea de piano, la base rítmica y unos acertados coros aquí y allá; todo esto sirve de acompañamiento a la principal protagonista: la sobrenatural voz de Steve. Se desenvuelve a lo largo del tema con una soltura y naturalidad propias de alguien con su impresionante capacidad para interpretar; recorre la línea melódica jugando con ella, parando, recuperando y deslizando su voz tan llena de matices como solo él sabe y tantos cantantes posteriores se han inspirado o directamente han copiado de su personal estilo. Si tener una voz tan espectacular ya es difícil, que además tengas tan bien amueblada la cabeza a la hora de construir melodías solo puede tener como resultado una combinación única en su especie.
El single/maxi contiene dos versiones del villancico, un edit y la versión normal que no es más que la toma corta con el añadido al principio de unas estrofas de voz casi a capella acompañadas de un suave piano y un sutil toque de coros que, como os podéis imaginar, realzan la poderosa voz de Perry. Vamos, una delicia. De hecho hace apenas unos días el propio Steve ha colgado de las redes sociales un vídeo clip animado para promocionar la canción.  La obra se completa con un remix de una versión acotada del también clásico “Have yourself a merry Little Christmas” que ya había registrado con anterioridad y que es igual de especial que el resto del single. Unas navidades distintas y especiales de la mano de la aterciopelada a la vez que potente voz de uno de los cantantes más grandes que la vida. Se recomienda completar su escucha con los Eps también navideños de Neal Schon y de Arnel Pineda. Todo queda en la familia Journey. Caviar. 

                                                  Steve Perry: "Silver bells". Vídeo oficial.





 

jueves, 19 de diciembre de 2019

Marie Fredriksson. Descanse en paz. Roxette: "The look"

Roxette: "The Look". Nunca el Pop y el Rock alcanzaron el éxito masivo caminando tan de la mano.



Marie Fredriksson. 30 de Mayo de 1958 - 9 de Diciembre de 2019.

 Descanse en paz.









martes, 17 de diciembre de 2019

El Christmas Pudding de Alice Cooper: Reunión de la Alice Cooper Band clásica, Rob Halford, Joe Bonamassa, Nita Strauss, Johnny Depp y miembros de Extreme.


El Celebrity Theater de Phoenix acogió el pasado 14 de Diciembre la decimoctava edición del evento navideño organizado por Alice Cooper. Bajo el entrañable apelativo de “How The Coop Stole Christmas” Alice reunió a un impresionante puñado de músicos para interpretar música ante la afortunada audiencia que tuvo la suerte de asistir al evento. Tomando como referencia la imaginería de la figura navideña del Grinch, un icono americano casi sin repercusión en la vieja Europa, Cooper se montó un evento de esos a los que hay que asistir sí o sí. Invitaron a Nita Strauss y a su novio, que han publicado recientemente un disco de estudio. También estaban por ahí Jim Breuer o Mark Slaughter, a cuya banda no me importaría en absoluto volver a ver de nuevo en directo y que siguen a día de hoy actuando por los States. El finísimo guitarrista Joe Bonamassa fue otro de los invitados, así como el actor Johnny Depp, que forma el grupo Hollywood Vampires junto al toxic twin Joe Perry y al propio Alice Cooper. La mitad de Extreme estaba representada por Nuno Bettencourt y Gary Cherone, el tipo con un pedazo de voz que fue vilipendiado injustamente por un gran número de seguidores de Van Halen por el hecho de haber grabado el gran pero infravalorado disco “Van Halen III” con el grupo de Eddie Van Halen. Tocaron sus clásicos “Get the funk out”, “Hole in my heart” y “More than words”.

                                             Hollywood Vampires: Johnny Depp y Alice Cooper.

                            Alice Cooper Band: Michael Bruce, Neal Smith, Dennis Dunaway y Alice Cooper.

Aunque los platos fuertes de la noche sin duda los constituían la reunión de miembros de la Alice Cooper Band clásica y la presencia de Rob Halford. Michael Bruce, Neal Smith, Dennis Dunaway y el propio Alice interpretaron “No more Mr nice guy”, “Be my lover”, “Under my wheels”, “I’m eighteen” y “School’s out”. Por su parte The Metal God deleitó a los asistentes con las piezas “Heading out to the highway”, “Diamonds and rust” –hay que hablar de esa preciosidad de canción por aquí con carácter de urgencia-, “Breaking the law”, “Livin after midnight” y “You’ve got another thing coming”. Vamos, lo que uno entiende por Concierto de Navidad con mayúsculas; de esos que por aquí no vamos a visionar ni en sueños. Todos los beneficios de la actuación van a ir a parar al centro de jóvenes que tiene montado Alice Cooper y que responde al nombre de Alice Cooper’s Solid Rock Teen Center. Una organización ideada para sacar de la marginalidad a los chavales y ofrecerles una plataforma donde desarrollar aspectos artísticos.

                                                     Alice Cooper y Rob Halford.











jueves, 12 de diciembre de 2019

Big Symphony Nights: Stingers y la Banda de Amigos de la Música de Estepa. Concierto especial para Orquesta y Rock.


Este pasado domingo 8 de Diciembre en el municipio sevillano de Estepa tuvo lugar un evento único y muy especial. Stingers, el conocido grupo sevillano de tributo a Scorpions y la BAME (Banda de la Asociación Amigos de la Música de Estepa) rindieron un impresionante tributo a la actuación que ofrecieron los Scorpions junto a la prestigiosa orquesta Berliner Philharmoniker con motivo de la EXPO 2000 de Hannover celebrada el mismo año y que plasmaron en el estupendo disco “Moment Of Glory”, publicado también en el año 2000. La fusión que hicieron los alemanes de dos estilos tan enraizados y tan diferentes a la vez como la Música Clásica y el Hard Rock alcanzó unas cotas de calidad e inspiración fuera de toda duda, recibiendo todo tipo de reconocimientos desde distintas esferas artísticas. Ahora, a finales de 2019 –casi veinte años después– los Stingers suben un nuevo e importante escalón en su particular trayectoria musical y artística dando un importante salto cualitativo con la realización de este impresionante concierto. Unos ochenta músicos se subieron al escenario de la Caseta Municipal del Recinto Ferial de la tierra de los mantecados para interpretar música y hacer arte; algo al alcance de muy pocos grupos en este país.


Stingers es un grupo que homenajea la música de Scorpions y que lleva funcionando desde el año 2006. Bajo la batuta de Panchi a la voz y Javi a la guitarra llevan todos estos años actuando en directo y presentando su música por los escenarios, tanto españoles como extranjeros; han llegado a compartir escena con el mismísimo Rudolf Schenker, han tocado en eventos internacionales conmemorativos de los propios Scorpions, han compartido gira con Uli Jon Roth, Panchi cantó con Uli en alguno de los conciertos del guitarrista clásico del “Tokyo Tapes” y los propios Stingers han invitado a sus actuaciones a ex miembros de la banda alemana como Herman Rarebell. Además de todo esto ya han editado dos discos con temas propios, consiguiendo aunar el espíritu musical de Scorpions y su propia propuesta sonora; de hecho llevan todos estos años trabajándose los escenarios españoles ofreciendo actuaciones solventes, serias y en las que demuestran la calidad y el buen sonido que atesoran.


La otra noche en Estepa se dieron cita un buen número de seguidores y curiosos para disfrutar de un evento de complejidad y enjundia. Según comentó la presentadora del evento esta actuación se llevaba fraguando desde hace casi diez años, cuando un entusiasmado Panchi les contó sus locos planes a los representantes del ayuntamiento de Estepa y a la agrupación musical BAME. La logística del asunto no es cuestión menor, puesto que llevar a cabo una actuación de unos cien minutos de duración en la que se conjuntan sonidos Rock y arreglos de Clásico para una banda de unos sesenta y cinco músicos que trabaja fundamentalmente, aunque no solo, instrumentos de viento no es asunto menor. Y lo que contemplamos allí los afortunados que escogimos emplear nuestro domingo festivo en personarnos en Estepa fue un concierto muy elaborado, de fina ejecución y en el que se notaba que se habían empleado tiempos y esfuerzos para presentar algo de calidad. Esta Banda de Música de la Asociación “Amigos de la Música” lleva funcionando desde el año 1988 y se constituyó como asociación cultural un año después. Bajo la batuta y la dirección de Juan Antonio Carmona nos demostró su habilidad para plasmar en sonidos las adaptaciones que unos años antes presentaron al mundo el grupo de Meine & Schenker.


El concierto comenzó un poco antes de las 20:30h ante un numeroso público. Primero tomaron asiento los cerca de setenta músicos de la BAME y la presentadora del evento dio la bienvenida a su director, que tomó su lugar central ante los aplausos del respetable. Tras las baquetas se colocói Ramón Duvisón, batería de Stingers. La verdad es que la imagen imponía y mucho; ver el amplio y sobrio escenario lleno de músicos de orquesta no es algo habitual en los conciertos de Rock, por lo que cuando ya estaban todos ubicados desde el escenario se transmitía una poderosa sensación. Comenzó la música con una pequeña intro que me evocó algún que otro recuerdo al clásico “Countdown” con los que empezaban Scorpions sus actuaciones a mediados de los ochenta. Inmediatamente salió a escena el grupo, arrancando con el riff de inicio de “Transition”. Esta canción es una composición propia del grupo y además sirve de título para el último disco publicado por el grupo. La guitarra rítmica de Javi primero, con su caracterización de Rudolf Schenker perfecta, y la solista de Mario J. Alcántara después comenzaron a dibujar los primeros acordes del tema al tiempo que salía a escena en último lugar el cantante Panchi. La estética del vocalista clava a Klaus Meine, incluidos sus gestos y ademanes, pero lo más importante es que hizo gala de una voz en muy buena forma, capaz de marcar los registros tan especiales del vocalista original de Scorpions. “Transition” fue una de las dos canciones originales que incluirían Stingers en el repertorio de la noche. Demuestra el grupo que, además de llevar al directo con mucha solvencia y calidad el repertorio del grupo alemán, son capaces de componer música propia que presenta toques y matices clásicos de Scorpions a la vez que le dan su propia personalidad; algo que tiene mucho mérito, que no está al alcance de cualquiera y que todo el que quiera puede degustar otorgándole una escucha a este “Transition” que tan buen sabor de boca nos ha dejado a algunos de nosotros.  Acto seguido los músicos de la Banda empezaron a interpretar el inicio del conocido “The zoo”, con el espectacular arreglo de entrada que Scorpions presentaron para su versión con Orquesta; una bonita intro Clásica de mucha categoría que eleva esta canción a otra dimensión y que aprovecha al máximo el potencial que te puede ofrecer una Orquesta a la hora de interpretar música. Hay que recordar que todos estos arreglos y adaptaciones en Música Clásica que presentaron Scorpions en su día salieron de la cabeza y talento del director Christian Kolonovits, suyo es el mérito de conseguir unir el Clásico y el Hard Rock de las canciones del grupo alemán creando algo superior. La pareja Schenker/Meine tuvo la audacia y visión de poner el proyecto en manos de semejante músico y, desde luego, acertaron de nuevo. Muchos de los discos de grupos de Rock con Orquesta no pasan de ser meras interpretaciones de las canciones más famosas del grupo de turno con pequeños acompañamientos de la orquesta de turno; en el caso de Scorpions no se quedaron solo en eso, de la mano de Kolonovits lograron fusionar ambos mundos y componer unos momentos musicales inéditos que no hicieron sino propiciar un salto cualitativo en unas composiciones que ya de por sí son muy grandes. Stingers demostraron que se tienen muy bien trabajado el catálogo de Scorpions. Para este show en directo no se limitaron a seleccionar los temas más representativos que presentaron los alemanes en su disco “Moment Of Glory”, incluyeron temas que no estaban en dicho álbum, aunque se interpretaron en vivo durante sus actuaciones en vivo con Orquesta como es el caso de este “The zoo”, e incluso se atrevieron a arreglar para la ocasión algún otro tema de la banda alemana que estos nunca interpretaron con Orquesta. Ya desde el principio llamaba poderosamente la atención lo bien ensamblado que sonaba todo, la Banda Municipal sonando de maravilla y un sonido compactado junto con el propio grupo; se nota que allí se habían invertido muchas horas de ensayos, lo que repercutió positivamente en la puesta en directo final.


El siguiente número que se interpretó fue “We’ll burn the sky”, una de las más bonitas de la etapa setentas con Uli Jon Roth y una canción que a día de hoy ya tiene categoría de clásico aunque pasó muchos años como un tema oscuro de esos de fondo de catálogo del grupo teutón. El arreglo que en su día ideó Kolonovits y que Scorpions presentaron al mundo en el concierto de la EXPO Hannover del 2000 es de una intensidad fuera de toda duda y todavía se me eriza la piel cuando recuerdo la primera vez que lo escuché hace ahora casi veinte años. El vivo ejemplo de cómo una canción puede sobredimensionar su fuerza y dramatismo gracias a la contribución de una orquesta y uno de los momentos cumbres de Scorpions para este humilde escriba. Stingers y la BAME realizaron una buena adaptación, teniendo en cuenta lo imposible de emular en este caso particular el original. Me llamó la atención que no hiciesen uso de las tres coristas –que lo bordaron durante toda la actuación, todo sea dicho– para adornar algunas de las estrofas de la primera parte de la canción; pero esto es marginal. Prosiguió la actuación con “Rhythm of love”, una de las preferidas del grupo como así nos lo hizo saber el propio Panchi. Esta canción es toda una delicia, un monumento al buen gusto a la hora de componer y tocar música, llevando el grupo a cabo una bonita interpretación. Esta canción no la han tocado nunca en directo los propios Scorpions con Orquesta y resultó curioso el arreglo inicial a cargo de la Banda Amigos de la Música de Estepa.


Llegó el momento para “No one like you”, otra de las mejores. Vuelven a demostrar Stingers que no quieren el camino fácil. Esta canción tampoco aparece en el disco con orquesta de los alemanes, pero sí la han tocado en clave Clásica durante algunas de sus actuaciones de directo con orquesta; de hecho el arreglo de inicio de Kolonovits vuelve a ser una delicia. En Estepa sonó con poder la interpretación de la BAME, lamentablemente cuando entró el grupo con el riff de inicio de pronto la guitarra solista no sonaba. Una canción tan personal como esta –fue la llave de entrada para Scorpions en América en el año 1982 cuando prácticamente sonaba en las radios a todas horas– tiene uno de sus puntos álgidos en la guitarra solista que Matthias Jabs interpreta; de hecho el final del solo de dicho tema en las tomas de directo del grupo durante los años ochenta presenta el mejor sonido que he escuchado nunca en una guitarra eléctrica, más allá de marcas, pastillas o amplis. No en vano a mediados de los años ochenta el propio Matthias era considerado por la prensa especializada mundial como el nuevo Eddie Van Halen europeo y estoy seguro que este sonido algo tendría que ver en estas apreciaciones. En Estepa no sonó la solista de inicio y eso hizo que el asunto bajase en intensidad, aunque luego se arregló la cuestión y pudimos disfrutar de otra gran interpretación por parte de los músicos. Tras “No one like you” le tocó el turno a la parte instrumental denominada “Deadly suite sting”, que no es otra cosa que nuevas adaptaciones para “Crossfire” y un medley entre “He’s a woman she’s a man” y “Dynamite” de esos que te quitan el hipo de golpe. La adaptación de “Crossfire”, uno de los temas oscuros más interesantes de Scorpions, lleva una intro del clásico “Midnight in Moscow” que la BAME adaptó de una manera muy lograda. Enlazaron con “He’s a woman she’s a man”, instrumental como en el original de Scorpions, que sonó con mucha fuerza; el tema sonó con una línea de bajo potente cortesía de Alfonso Tovales. Este tema derivó en la explosión final de “Dynamite”, que en el directo con Orquesta de Scorpions es uno de los puntos álgidos del show y alcanza una fuerza y electricidad brutales. Stingers escogieron una interpretación con la voz de Panchi -en el original de Orquesta de Scorpions va instrumental, aunque en los directos de presentación también cantaba Klaus Meine- que, aunque también con una perfecta ejecución, fue lo que menos me llegó de la actuación. La línea vocal de este trema es muy exigente y decidieron bajar ligeramente la tonalidad en las primeras estrofas. Por otro lado el final que salió de la cabeza de Kolonovits es una de las interpretaciones más salvajes que haya escuchado nunca, con una Orquesta entera a todo cañón haciendo volar tu cabeza mientras se desencadena el dramático final. Stingers y la BAME optaron por interpretar un final adaptado a sus propias características; sonó bien, sí, pero ya era otra cosa.


Tras esta descarga adrenalínica, el show continuó con un tema lento, tal vez una de las canciones más conocidas; como dijo el propio Panchi en la presentación: una de las mejores canciones de la Historia de la Música, afirmación que suscribo plenamente. Hablamos de “Still loving you”, una de las canciones lentas más intensas y fuertes que he escuchado en mi vida. La típica canción que todo el mundo conoce, aunque ni siquiera sepan que es obra de Scorpions. Sonó majestuosa en su adaptación para Clásico, rindiendo Stingers y la Banda en una comunión perfecta un merecido homenaje a uno de esos temas que hablan de amor, pero ni suena moñas, ni acaramelado, ni ñoño; todo lo contrario, es densa, rebosa fuerza y elegancia por todas sus costuras compositivas. Ni siquiera la gamba que metió Javi en el inicio del solo de guitarra pudo empañar una interpretación que nos puso los pelos de punta a más de uno. No pude evitar recordar con emoción, nostalgia y ternura el concierto que ofrecieron Scorpions el 8 de Julio de 2002 abarrotando la Gendarmenmarkt, una de las plazas más importantes de Berlín, mientras nos regalaban a los afortunados asistentes un concierto con la Filarmónica de esos que se te quedan pegados a tu piel durante el resto de tu vida.
Acto seguido le tocó el turno al tema “On the way” otra de las composiciones propias de Stingers y que publicaron en su primer Ep del año 2014. Aquí volvieron a demostrar lo compactados que consiguieron sonar junto a la Banda de Estepa durante todo el show. Otro tema que presentaba un bonito y acertado acompañamiento Clásico por cortesía de los músicos de la agrupación Amigos de la Música de Estepa. Panchi presentó el siguiente tema, que resultó ser “Pictured life”, como una de las canciones que tuvo el honor de interpretar con Uli Jon Roth en directo en su día. Una vez más Stingers nos volvían a sorprender gratamente con una canción que los propios Scorpions no han interpretado nunca en vertiente orquestada, pese a ser un tema con marchamo para Clásica más que evidente; Stingers nos demostraron su conocimiento profundo del catálogo del grupo alemán y su habilidad para escoger las canciones adecuadas al concepto musical que nos estaban presentando. Este tema tiene una entrada perfecta para ser ejecutada con orquesta y Stingers así lo llevó a su directo.


Tras este nuevo subidón el concierto se detuvo, como si de una especie de parón antes de los bises se tratase el grupo abandonó el escenario mientras la presentadora del evento volvía a subir a las tablas. Nuestra intrépida directora del evento agarró el micro y pasó a un capítulo de agradecimientos que se alargó en exceso y que, en mi opinión, estaba fuera de lugar; nada que objetar a la hora de agradecer a las entidades que permitieron y facilitaron toda la logística del evento, pero hay muchos ámbitos en los que se pueden hacer efectivos estos agradecimientos y no romper la dinámica de un concierto que estaba resultando redondo. En fin, situación ideal para visitar la barra situada al fondo de la caseta y disfrutar de alguna bebida a unos precios populares muy de agradecer.
Quedaba la parte final del concierto. Los músicos salen de nuevo a escena y arrancan con “New generation” una gran canción que tampoco aparece en el disco “Moment of glory” aunque sí ha tocado en directo Scorpions en sus actuaciones con orquesta. Una gran canción que abre “Unbreakable”, uno de los mejores discos del grupo alemán. Muy fina interpretación y paso a “Big city nights”, otra de las canciones más famosas y conocidas de Scorpions. Aquí Panchi pidió al respetable que le ayudase a cantar parte del estribillo, logrando una magnífica respuesta por parte de un público entregado. La cosa derivó en “Wind of change” y aquí la gente empezó a volverse loca con los móviles. Lo que son las cosas: el grupo estaba ofreciendo una actuación soberbia y no fue hasta el momento del archiconocido single que a la gente le entró el apretón y necesitaron inmortalizar eso con la cámara de vídeo de sus celulares. En fin. El fin de fiesta quedó reservado para “Rock you like a hurricane”, que sonó a todo trapo y que puso en pie a todo el auditorio en otro bonito momento de comunión artista/público. La gente pedía más y a buen seguro que el grupo hubiese tocado más música esa noche, pero un concierto de estas características hace del todo imposible improvisar algún tema más, con lo que los músicos se dieron su merecido baño de multitudes, agradecieron al público su asistencia, se hicieron la foto de rigor con la gente de fondo y abandonaron el escenario dejando entre los asistentes la sensación de que habíamos sigo testigos de algo muy difícil de superar.


                                                    Stingers: "Heart". Vídeo oficial.






                                        Fotos tomadas de las páginas de Stingers y la BAME.


jueves, 5 de diciembre de 2019

EVOCACIONES METÁLICAS: SANTA.

 
Una sección de nuestro colaborador “Metálico”.
 
SANTA


Este mes recordamos a Santa, grupo de Heavy madrileño con voz femenina que habitó durante parte de la década de los ochenta en el panorama rockero nacional. Una banda de gran calidad, quizás adelantada a su tiempo, que dio la campanada con un primer disco ‘Reencarnación’, pero que no consiguió consolidarse y termino desapareciendo.
Pero vamos a evocarles un poco más. Para descubrir el origen de Santa tenemos que remontarnos a 1983, fue en entonces cuando los en esa época miembros de Obús Fernando Sánchez y Juan Luis Serrano, batería y bajo respectivamente, descubrieron a Azucena cantando en el combo Huracán y la ofrecieron formar una banda. Tras su rotundo sí, reclutaron a Jero, guitarrista ex de Ñu, para completar el grupo. Aunque realmente estos integrantes solamente grabaron una maqueta pues los de Obús enseguida se desvincularon del proyecto y fueron sustituidos por Julio Díaz, ex de Mazo, al bajo y Bernardo Ballester, ex de Ñu, a la batería. Ésta ya sí fue la mítica formación de Santa responsable de su primer disco ‘Reencarnación’ en el año 1984, que supuso un auténtico trallazo que permitió al grupo llamar con fuerza a las puertas de la primera división del Rock patrio. Conciertos y popularidad, incluso aparecieron interpretando un tema suyo en la película ‘Los zancos’ de Carlos Saura; la banda vivía su momento y prometía más, esto sólo parecía el comienzo...

 


Sin embargo, surgieron o se evidenciaron una serie de problemas internos que empujaron al grupo a evolucionar desde su Heavy Metal clásico hacia sonidos más AOR; de hecho incorporaron a su line up al teclista Miguel Ángel Collado. También se produjo un cambio de bajista: Julio Díaz abandonó el grupo y fue sustituido por Diego Jiménez. Un Santa de cinco miembros dio a luz el segundo álbum de la banda en 1985 ‘No Hay Piedad Para Los Condenados’. Bajo la producción de los hermanos De Castro el Lp, a pesar de reunir muy buenos temas, no alcanzó los niveles de éxito de su primer trabajo. Sin ese freno, los enfrentamientos internos se agudizaron y provocaron la salida del grupo de Azucena, quien fue sustituida por una cantante argentina, Leonor Marchesi, proveniente del grupo Púrpura.



Con la nueva vocalista grabaron el tercer Lp de la banda ‘Templario’ en 1986, en el que se mezclaron las orientaciones de sus dos discos anteriores. Su buen nivel musical no estuvo acompañado por el éxito comercial; al contrario, se quedó muy por debajo de las ventas de su predecesor, quizás los fans no entendieron la marcha de la carismática Azucena.
Ante esta tesitura y la ausencia de horizontes, Jero decidió poner punto y final a la trayectoria del grupo. Así, con apenas tres discos nos dejó una banda Heavy pionera en tener una vocalista femenina y cuyas dosis de calidad merecieron, sin duda, un mayor reconocimiento.



Vida después de Santa.
Jero: Volvió a colaborar con Ñu y en 1992 puso en marcha el exitoso grupo Saratoga, en el que permaneció hasta 2006. Posteriormente, Jero sacó un disco en solitario ‘Tenebrarium’ y formó una nueva banda, Santelmo, con la que grabó tres lps: ‘Santelmo’, ‘El Alma Del Verdugo’ y ‘Mamífero’. Ocho años después de su salida de Saratoga, en 2014, decidió volver a tocar las seis cuerdas allí, donde permanece en la actualidad.
Azucena: Grabó un par de discos en solitario, ‘Estrella Del Rock’ y ’Liberación’. Falleció el 31 de enero de 2005.
Julio Díaz: Tras dejar Santa entró en Sangre Azul, con los que grabó un mini Lp y tres discos: ‘Obsesión’, ‘Cuerpo A Cuerpo’ y ‘El Silencio De La Noche’.
Bernardo Ballester: Después de Santa no se desvinculo tampoco del mundo de la música. Participó en la carrera en solitario de Azucena, volvió a vivir una breve etapa en Ñu y se alineó en varias bandas tributo como Rock And Roll Band o Los Parpel. Últimamente, tocó la batería en el grupo José Andrea y Uróboros, hasta que dejó el grupo.
Miguel Ángel Collado: Se convirtió en uno de los teclistas más destacados del Rock duro español y ha colaborado con infinidad de grupazos, entre ellos Ñu, Barón Rojo, Asfalto o Sangre Azul.
Leonor Marchesi: Tras la disolución de Santa prosiguió con su carrera musical. Primero en solitario, grabando los discos ‘Encrucijada’ y ‘Rosas De Metal’, para después dedicarse a la propuesta musical de Onlyrica, donde editó ‘Reloj De Arena’. En la actualidad acaba de sacar un cd con su nuevo grupo AlterBlu.

Metálico.

                                                            Santa: "Reencarnación".

                                                 Santa: No hay piedad para los condenados"

                                                           Santa: "Ven hasta mí".