Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

Púrpura Chess

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domingo, 10 de diciembre de 2017

REFLEXIONES METÁLICAS.

Una sección de nuestro colaborador "Metálico".


Conciertos en estadios o en salas de aforo reducido.

Si nos detenemos un momento a valorar las diferentes maneras que existen de disfrutar de un concierto lo más lógico es pensar que el marco donde se celebre dicha actuación puede influir notablemente, o no. Lo que sí queda fuera de toda duda es que no es lo mismo asistir a un espectáculo musical en un gran estadio junto a decenas de miles de personas o hacerlo en un local de aforo pequeño o mediano. Y no lo es porque un concierto se ve muy mediatizado tanto por las características del recinto como por el tipo y cantidad de los asistentes.

¿Cuál de los escenarios es más deseable? Depende del gusto del personal. Pues cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

Así las actuaciones en salas pequeñas o medianas en principio presentan una mayor cercanía artista/público lo que posibilita una mayor interacción entre ambos. La repercusión del evento es bastante limitada, cierto, pero en cambio el público asistente es más fiel y estará más entregado. No se puede ignorar que la posibilidad de tocar en ambos tipos de recinto no está al alcance de muchos grupos. De hecho, son bastantes las grandes bandas capaces de llenar estadios las que alguna vez optan por realizar una gira por locales de reducido aforo. Supuestamente buscando una vuelta a sus raíces, ese ambiente más íntimo y permitir que sus fans más incondicionales puedan disfrutar el privilegio de escucharlos y verlos de una forma más cercana.


Pero tampoco podemos olvidar que estos grandes grupos que apuestan por una gira de estas características suele ser porque ya han hecho unas cuantas con conciertos multitudinarios demostrando de lo que son capaces y buscan realizar algo diferente. Porque a nadie se le escapa que tocar en un gran estadio repleto de gente incentiva al músico a intentar dar lo mejor de sí. Además, los grandes escenarios permiten montajes y espectáculos mayores, lo que supone un gran aliciente tanto para el músico como para los asistentes. Y, evidentemente, la repercusión a todos los niveles.
Por eso, es cuestión de gustos...

Metálico.


jueves, 30 de noviembre de 2017

Tom Keifer: “Nobody’s fool”. Versión del disco “The Way Life Goes Deluxe Edition”.


Hace apenas un mes que Tom Keifer re editó su primer disco en solitario con una edición especial. El disco original, que apareció bajo el sugerente título de “The Way Life Goes”, fue publicado en Abril de 2013. Esta obra constituía el primer trabajo en solitario del alma mater de Cinderella, así la primera publicación completa de estudio que este músico editaba desde aquel lejano “Still Climbing” de los añorados Cinderella allá por 1994.


Tom Keifer percibe la vida bajo su propio tempo. Nuestro querido vocalista/guitarrista siempre ha seguido su propio camino, más allá de modas o tendencias, más allá de estrategias comerciales y de listas de éxitos. Poseedor de siete discos de platino en su haber sin realizar ninguna concesión en su música, decidió pasarse casi veinte años hasta publicar su primer disco en solitario. En un momento en el que los cds hacía tiempo que dejaron de venderse, las radios pinchaban el mismo tipo de canción cantadas por sujetos impersonales cortados por el mismo patrón y la juventud consumía (y consume) canciones-basura de youtube y demás plataformas digitales, nuestro entrañable cantante se desmarcó con un disco repleto de Blues, Folk y Country publicado por un sello independiente subsidiario de Warner Records. Canciones como “Cold day in hell” inmediatamente conseguían engancharte con su delicada sencillez y belleza.

                                                    Tom Keifer: "Cold day in hell".

Keifer se lanzó en solitario debido en parte a los problemas internos que existían y todavía existen en Cinderella. En su día no era público, pero hace relativamente poco tiempo el propio Jeff LaBar admitía que sus problemas con el alcohol impedían que Tom reformase de nuevo el grupo. Nótese que todo esto lo comentó el propio LaBar, de la boca de Tom Keifer no salió ni una sílaba descalificando a Jeff; vamos, todo un caballero. Para mi recuerdo quedan esos magníficos shows que ofrecieron en la madrileña sala La Riviera a principios de verano de los años 2010 y 2011. Además de estas tensiones internas del grupo, parece ser que Tom había ido acumulando a lo largo de los años material musical que podía tener sentido para un disco en solitario del propio músico. Todo acabó confluyendo y así vio la luz “The Way Life Goes”.

                         Jeff LaBar y Tom Keifer.                                        Tom Keifer.

Pero Keifer no se contentó con lanzar un disco en solitario, tenía claro que quería montarse en un autocar de gira y recorrer Norte América presentando sus canciones al público. Poco más tarde, siempre respetando sus propios tiempos, se acercó a Europa con su espectáculo. Incluso llego a tocar en España, concretamente pisó los escenarios de Barcelona y, una vez más debido a las distancias y a las fechas, me quedé con un palmo de narices sin poder presenciar la puesta en escena de su grupo. Han pasado cuatro años desde la publicación de su disco solista y se ha decidido a publicar una versión extendida del mismo, una estrategia que hoy en día utilizan muchos artistas para intentar rentabilizar algo más las obras que publican y que siembra de dudas su honestidad de cara al oyente que se rasca el bolsillo para comprar un cd que unos cuantos meses más adelante se volverá a publicar con el añadido de un par de canciones más. En el caso de Keifer, una vez más, han tenido que pasar cuatro años para que vea la luz esta versión deluxe que consta del añadido de tres temas más un dvd con tomas de directo, vídeo clips y otros menesteres de la vida en carretera del grupo.


Los tres temas  extra que presenta el disco son versiones, para más inri. El clásico “With a little help from my friends” y dos versiones del famoso tema “Nobody’s fool” que apareció en el primer disco de Cinderella, una de ellas presentando un dueto con Lizzy Hale, cantante de Halestorm, y la otra en una versión especial para piano. Vamos, que cuando ves la información lo primero que puedes pensar es: “vaya morro”. Ahora bien; cuando escuchas las canciones, en especial las dos versiones de “Nobody’s fool”, te das cuenta de que Tom Keifer tiene toda la razón. Una vez más. Dios mío, qué cosa más buena. La versión original de Cinderella es mágica, de esos temas que en cuanto los escuchas te trasladan inmediatamente a un lugar determinado, concretamente al invierno de 1987 y a todas esas vivencias de tierna adolescencia tan especiales. Y resulta que el amigo Tom es capaz de darle dos vueltas de rosca a esa canción y aportar dos nuevas versiones que complementan esa visión y añaden nuevos matices donde parecía imposible mejorar y muy sencillo estropear. Algo al alcance de muy pocos.


Aconsejo encarecidamente escuchar estas versiones. Si te gustaba el “Nobody’s fool” original, sus dos hermanas te van a cautivar. En especial la versión cruda y desnuda del piano me lleva acompañando desde el día que la escuché y me tiene obsesionado. Con un nivel como este, sean bienvenidas todas las nuevas ediciones especiales, bonus, deluxes, remixes y demás  estúpidas denominaciones que se le pasen a Tom Keifer por esa bendita cabeza.

                                              Tom Keifer (Feat Lizzy Hale): "Nobody's fool".


                                              Cinderella: "Nobody's fool". Vídeo oficial.             


                                               Tom Keifer: "Nobody's fool (Piano version)".



jueves, 23 de noviembre de 2017

Ian Gillan. Wainwright’s Gentlemen. Los discos fantasmas VII.


Llegan los primeros fríos de Noviembre –bueno, este año diremos que continúan los calores y el dislate climático provocado por la estupidez inherente a nuestra especie humana- y no puedo sustraerme a revisar la discografía en solitario de Ian Gillan. Nuestro vocalista preferido, uno de los pilares y referencias de los que han aprendido prácticamente la totalidad de cantantes que han entregado su alma al Hard Rock, escribirá su nombre con letras de oro en la Historia de la Música gracias a su producción artística con Deep Purple; no cabe duda de ello. Sin embargo, al igual que el resto de músicos que ha pasado por ese grupo madre tan significativo, también tiene en su haber una interesantísima colección de discos en solitario y en otros proyectos. Es cierto que los nombres más famosos de grupos salidos de la púrpura puedan ser Rainbow o Whitesnake, sobre todo por el impacto comercial que tuvieron en su momento, pero nuestro querido Garganta de Plata nos deleitó con una serie de obras musicales de elevada catadura. Lo que pasa es que Ian Gillan siempre fue un auténtico destroyer y no se preocupó especialmente de llevar una estrategia comercial ni de mercado, pese a tener a su lado por aquellos años a su buen amigo y mánager de entonces Phil Banfield –al que tampoco hacía mucho caso realmente cuando le aconsejaba seguir algún tipo de estrategia más inteligente para sus finanzas y las del grupo-; para Gillan esto del Rock n Roll tenía más que ver con dejarse el alma y la voz en el escenario cada noche y vivir cada día como fuese el último que con preocuparse por elucubrar una estrategia comercial o tener que vender a su madre para alcanzar el éxito.


La cantidad de grabaciones y proyectos en los que se involucró y que finalmente no vieron la luz del sol es grande, precisamente ese modo tan vital de devorar la vida lo propició. El caso es que puede que sea junto con Glenn Hughes, otro espíritu libre y vital del Rock, uno de los tipos que más discos y trabajos seminales ha dejado en el tintero. Esto es algo que venimos documentando por aquí desde hace tiempo bajo el epígrafe de “los discos fastasma”. Quien sabe, igual comenzamos otro especial con Glenn Hughes algún día de estos. Con estos dos músicos tenemos para una publicación semanal llena de contenidos.

                                                        Ian Gillan & Glenn Hughes.

Las grabaciones fantasma que no acabaron publicándose en su momento en disco de las que nos vamos a ocupar en esta ocasión pertenecen a la etapa primigenia de Gillan. Es de sobra conocida y documentada su estancia en el grupo Episode Six antes de entrar en Deep Purple, pero la verdad es que el bueno de Ian ya se había pateado los locales de ensayo y los escenarios desde años antes. Uno de los grupos en los que estuvo antes de Episode Six respondía al nombre de Wainwright’s Gentlemen, banda en la que también militaron gente como Brian Connolly o Mick Tucker y que acabó convirtiéndose en los conocidos The Sweet; sí, los del “Fox on the run”. Nuestro intrépido vocalista entró en el grupo en Agosto de 1964, dando su último concierto con ellos el 26 de Abril de 1965. Gillan se marchó tras esa actuación para formar su propio grupo llamado Ian Gillan & The Dragsters. Realizó bajo ese nombre una actuación el 20 de mayo de 1965 y poco después se unió a Episode Six; no estaría nada mal disponer de la grabación pirata de ese show, saber qué tipo de repertorio interpretó con esa banda en solitario, cómo sonaban en vivo, qué músicos y un sinfín de curiosidades más. Conviene comentar que Ian siempre se ha caracterizado por usar sobrenombres, siendo la lista de ellos bastante amplia. Una vez alcanzó la fama los usaba para registrarse en los hoteles y mantener su anonimato, por lo que no era extraño encontrar una reserva en algún hotel en cualquier rincón del mundo bajo el nombre de Jess Gillan, Garth Rockett, Jess Thunder o apelativos similares.

                                                         Wainwright's Gentlemen.

Como os podéis imaginar, durante los años de existencia de Wainwright’s Gentlemen pasaron por sus filas un buen ramillete de músicos, Mientras Gillan estuvo en la banda estaba acompañado de Ann Cully a las voces, Jim Searle y Alfred Fripp a las guitarras, Jan Frewer al bajo, Phil Kenton a la batería y Dave Brogden a los teclados. Esta formación estuvo en los estudios Jackson Sound de Rickmansworth durante los días 3, 10, 15, 16, 19 y 28 de Febrero de 1965, presumiblemente para grabar algunas canciones. Queda constancia de tres fechas en las que parece que se editaron tres canciones, los días 3, 8 y 15 de Marzo. En un principio era el mes de Marzo el reservado para grabar en el estudio, aunque el grupo usó el mes de Febrero. Los tres temas que grabaron fueron:

    - “Ain’t that (Just like me)”
    - “Que sera sera”
     -“Slow down”.

Actualmente el único tema que se ha publicado oficialmente es “Ain’t that (Just like me)”, que apareció años después en el triple recopilatorio titulado “Rare Mod. Volume 3”. Como curiosidad podemos comentar que la canción  “Que sera” también la tocó Gillan posteriormente con Episode Six en directo; aparece publicada en uno de los discos recopilatorios póstumos de dicho grupo, concretamente en el primer volumen del cd “Cornflakes Ans Crazyfoam”. No hay noticias de “Slow down” y me imagino que estará cogiendo polvo en el sótano de cualquier cuartucho al que seguro acabaron llegando los master registrados. No sabemos cuál era el destino que tenía el grupo en mente para esos temas cuando se grabaron, tampoco se sabe con exactitud si existen más canciones grabadas. Imagino que la idea sería la de moverlas como demos para poder publicarlas como singles, de cualquier otra manera o sencillamente como promoción para buscar actuaciones. En esos primeros/mediados sesenta el formato que más se demandaba era el de single. Las compañías de los artistas con cierto renombre ya se aventuraban a publicar Lps completos, pero durante los cincuenta y sesenta el single era el amo; en la actualidad parece que estamos volviendo a trabajar ese formato de canción suelta, la gente ya no compra discos y se usan plataformas digitales como youtube o spotify para escuchar temas sueltos.


Como quiera que fuere, en estas grabaciones podemos volver a disfrutar de la voz única que poseía Ian Gillan, ese chorro vocal que modulaba de manera tan personal y que acabó desembocando en todas esas interpretaciones vocales de Deep Purple con las que deslumbró al mundo y le sirvieron para grabar con letras doradas su nombre en el Olimpo musical.


                                           Wainwright's Gentlemen: "Ain't that just like me".

                                                        Episode Six: "Que sera".