No hay
duda de que estamos ante una de las mejores canciones que se han escrito en
toda la historia de la música. Pese a que hoy en día lo que queda de Queen está comandado por dos miembros
que están empeñados en arrastrarse por el fango de las maneras más bochornosas
posibles, no cabe duda de que el grupo del tristemente malogrado Freddy Mercury nos ha legado en el
pasado una ristra de temas imperecederos y que aparecen grabados a fuego en el
ideario artístico del ser humano.
El otro
día asistí religiosamente como cada otoño de los últimos cuatro años a una de
las representaciones del musical Queen
Symphonic Rhapsody, un homenaje a la música de Queen llevado a cabo por una orquesta de más de treinta músicos,
una banda de Rock y cuatro vocalisas
que abarcan un interesante abanico de registros vocales, desde el Rock y el Pop hasta la Ópera,
pasando por el Godspel; para no
perdérselo. La
performance tiene momentos realmente emocionantes, es un homenaje hecho con
cuidado y eso se nota. No pude evitar escuchar en mi cabeza durante todo el día
el ritmillo de la canción “Crazy little
thing called love”, tal vez una de las mejores de toda la discografía de Queen, sino la mejor; pero no escuchaba
el original, de mi cabeza se resistía a salir la versión que cantó el gran Paul Rodgers y que apareció en el
directo “Return of the Champions”,
editada en el año 2005 bajo el estúpido logo de Queen + Paul Rodgers. Aquello es oro de muchos kilates.
Queen + Paul Rodgers: "Crazy little thing called love"
Parece
ser que esta joya la compuso Freddy
Mercury en cinco minutos mientras se daba un baño relajante en la ducha del
Hotel Bayerischer Hof de Munich en
un descanso de las sesiones de grabación del disco “The Game”. Ni el inmenso talento de un genio como Freddy Mercury se daba cuenta mientras
componía el tema de que estaba fabricando una canción perfecta y especialmente
diseñada para una voz como la de Paul Rodgers. No hay discusión sobre la
voz y el talento de Mercury, esta
claro que es un ser superior. Muchos cantantes han interpretado y versioneado
temas suyos, sobre todo después de su muerte, pero ninguno ha superado su
impronta y frescura... menos en este caso con Paul Rodgers. Especialmente irritante resulta la versión de esta misma canción que hizo en
el homenaje tras la muerte de Mercury
en el estadio de Wembley un Robert Plant, cantante de Led Zeppelin, rozando el ridículo.
Queen con Robert Plant: "Crazy little thing called love. Wembley Stadium. Homenaje F. Mercury
Que la
canción es algo fuera de lo normal se nota desde que empieza, incluso fue el
primer tema del grupo que llegó al número uno de las listas en EEUU. La versión
original destila una especial esencia Rockabilly,
parece que Freddy la hizo como una
especie de homenaje a Elvis Presley.
Eso está bien, hay que rendirle culto al Rey. Demuestra Mercury ese necesario
bagaje musical que se echa tanto en falta en los músicos actuales. El asunto
apareció cuando, bastantes años después de la muerte de Freddy, dos de los miembros originales del grupo anunciaron su intención de
reclutar a Paul Rodgers para
interpretar los clásicos de Queen en
una gira mundial con el excepcional cantante de Free y Bad Company.
Personalmente, antes de escuchar ninguna canción de Queen en la garganta de Paul,
siempre pensé que la voz de Paul Rodgers
le iría como anillo al dedo a determinados temas de la banda británica, los
cortes de Rock más clásicos del
estilo de “I want it all” o “Tie your mother down”.
El
comienzo de esta relación se produjo cuando Brian May participó en 2004 en el concierto del 50 homenaje de la
guitarra Fender Stratocaster, allí
coincidió con Paul Rodgers
interpretando ambos el tema de Free “All
right now”. Se encendió la mecha y Brian
May, harto de actuar en solitario sin el éxito de su grupo de toda la vida,
acordó realizar una gira interpretando clásicos de Queen con Paul Rodgers
como invitado a la voz; en los conciertos también se tocaron algunos temas
(pocos) de la carrera musical de Rodgers.
Tuve la fortuna de asistir a uno de los conciertos que el combo ofreció en
Madrid en un abarrotado Palacio de
Deportes, donde Rodgers ofreció
una lección magistral de clase a la hora de cantar lo que le pusieran por
delante. Impagable los momentos en los que los miles de fans allí congregados
se extrañaban mientras sonaba la maravillosa canción “Wishing well” de Free,
incapaces de reconocer dicho tema dentro del catálogo de los singles famosos
del grupo de Mercury; incluso algunos pensaban que era un tema de Queen “de los antiguos”. En fin. Un
determinado sector de este snobismo cutre patrio se sintió ultrajado porque ese
cantante, que no sabían ni quien era, se encontraba usurpando el trono de Freddy; otros se perpetraron bajo
razonamientos a cuales más estúpidos para justificar la presencia de Rodgers cantando esos temas, que si eso
era como una Jam sesion, que si no
eran Queen sino varios músicos homenajeando
a Mercury... Eso era música de
primera división para gente que no fuese idiota. Respeto mucho a la gente que no disfrute la voz de Paul Rodgers, aunque no lo pueda entender y compartir ni en mil vidas; me duele por los que no saben ni quién es este tipo pero se permiten la insensatez de criticar porque sí.
Pero el
momento llegó cuando comenzaron a sonar los primeros acordes del tema “Crazy little thing called love”. En
cuanto abrió la boca Paul Rodgers parece ser que solo unos cuantos fuimos capaces de entender lo que allí estaba
sucediendo. Rodgers atacó la canción
en una clave totalmente Rock,
alejada del maravilloso toque Swing
que le daba Mercury; el propio Freddy interpretó cientos de veces este
tema pero siempre en ese esquema más cincuentas, más refinado. Paul Rodgers encaró la primera parte de
la canción jugando con matices Soul hasta
que llegó a la parte final del tema rompiendo su voz en los estribillos con
otra lectura completamente distinta a la de Freddy. Incluso la guitarra de Brian
May suena con una fuerza inusitada, acompañando semejante manifestación de
poderío musical. Parece que esto pasó desapercibido. Mucho purista estreñido
incapaz de escuchar sin prejuicios, con sus oidos y su recto taponados por su
propia estupidez. Poca gente reconoció la magnífica labor que llevó a cabo Paul Rodgers al frente de unas
canciones que no eran suyas. Conozco a personas que se quedaron en sus casas
convencidas, o autoconvenciéndose, de que hacían lo correcto y de que era casi
blasfemo intentar sustituir a Mercury.
Tres años después Rodgers se
cansaría de todo este tinglado y dejó amistosamente a May y Taylor. Unos años
después encontrarían a un nuevo cantante...pero eso ya es otra historia.
Quedémonos con esta magnífica voz y disfrutémosla mientras dure.
Queen + Paul Rodgers: "Reaching out - Tie your mother down". Live