Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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lunes, 4 de marzo de 2019

REFLEXIONES METÁLICAS.


Una sección de nuestro colaborador “Metálico”.

En busca de un nombre para el grupo.


La elección del nombre de un grupo de música no es cuestión baladí sobre todo en los inicios de cualquier banda. Es cómo va a ser conocido durante toda su trayectoria y seguramente la marque. En principio, se pretende buscar un nombre compuesto por una o dos palabras con buena sonoridad y que sea fácil de recordar por el potencial oyente. Además, también se puede perseguir, aunque en un papel más secundario, que la nomenclatura sea brillante, original, contundente y/o que defina o tenga alguna relación con el grupo.
Tener un buen nombre sin duda ayuda en esto de hacerse un hueco en el mundo de la música, pero sólo eso, porque sin un buen hacer musical no hay nada de nada. Y también al revés, lógico, ¿cuántos grupos grandiosos conocemos con un nombre ridículo? Seguramente lo tuvieran más complicado en los albores de la banda, pero no creo que ninguno se haya quedado en el camino por llamarse de una determinada forma, ¿o sí?


Con todo hay una gran variedad de nombres de temática muy diferente. Pues muchas bandas buscan una sonoridad recordable sin más. Y eligen una palabra al azar, a través de caminos de lo más variopinto.
Sin embargo, por otro lado también hay grupos que le otorgan cierto importancia a cómo van a ser llamados y que consiguen el éxito al escoger determinados nombres que se mimetizan con el grupo, que marcan al combo hasta tal extremo que nos es imposible imaginarlos con otra denominación. Hay alguno de estos, me vienen a la cabeza dos nombres: Metallica y Barricada; que son también ideales para ser coreados a pleno pulmón en cualquier concierto.

Metálico.
  



domingo, 3 de febrero de 2019

REFLEXIONES METÁLICAS.


Una sección de nuestro colaborador “Metálico”.

¿Cuántos componentes debe tener un grupo de Rock?

A priori podríamos pensar que cuatro o cinco músicos por combo es el número ideal de componentes, pero luego esta cifra  puede variar que en función del tipo de música que se quiera hacer o de los matices que se pretendan añadir (por ejemplo una banda con un Rock duro más melódico u otra  que fusione ese Rock con elementos de Folk) o simplemente que por diversos avatares prefieran contar con más miembros (que se lo digan a Iron Maiden).Este número puede aumentar pero también disminuir, pues no podemos olvidar grupos de tan solo tres miembros que han hecho historia y de la buena, Mötorhead me viene a la cabeza.
Efectivamente un grupo es un colectivo en el que su buen funcionamiento interno es fundamental y por ello en él deben casar las distintas personalidades y egos pero que también se enriquece con las diferentes ideas, aportaciones y perspectivas. Así pues, en teoría ni muchos ni pocos, volvemos a pensar en los cuatro o cinco.


Si tenemos en cuenta unos componentes básicos: batería, bajo, una o dos guitarras y voz, cuatro o cinco son los números que nos salen en función del número de guitarristas o si el que lleva la voz dobla con otro instrumento. Si bien es evidente que parece mejor la convivencia de cuatro personalidades que la de cinco, hay que tener en cuenta las posibilidades que otorgan tanto dos guitarras como que el cantante esté liberado de tocar otro instrumento y se centre en lo suyo y en ser un auténtico frontman. Y esto sin tener en cuenta otros instrumentos como el teclado, flauta, violín, etc.
Tampoco podemos obviar que una opción para este tipo de bandas que precisan de un mayor número de músicos es que mucho de estos funcionen como colaboradores y que de esta forma no engrosen la nómina de miembros permanentes del grupo.
Sea como fuere, es evidente que no hay un número ideal de componentes de un grupo de Rock. La experiencia nos lo demuestra cada día, depende de cada banda, de su música y de su funcionamiento interno.

Metálico.


martes, 4 de diciembre de 2018

REFLEXIONES METÁLICAS


Una sección de nuestro colaborador “Metálico”.

Los viejos rockeros nunca mueren.

Inexorablemente el tiempo pasa, pasa y lo hace para todos y para nuestros ídolos rockeros también: Jimmy Page, 74; Ritchie Blackmore, 73; Ian Gillan, también 73; Robert Plant, 70; Ozzy Osbourne, 69; Halford, 67... Está claro que los viejos rockeros nunca mueren pero sí que envejecen. Sin embargo, qué importa la edad que se cumpla si se siguen haciendo buenos temas. Eso es lo verdaderamente importante.
Lo que también es evidente es que al ir cumpliendo años se adquieren ciertas características pero se pierden otras. Se gana en experiencia, en buen hacer a la hora de componer y de tocar; sin embargo, se suele perder (que no siempre) rebeldía, conexión con los jóvenes y cualidades físicas. 



Donde suele hacerse más notorio esta entrada en estos estadios de edad suele ser en los conciertos. Es una realidad que, aunque cuidándose y preparándose, el estado físico se deteriora de forma importante, siendo imposible que den lo mismo que con 20 años menos y también, aunque sea algo infinitamente menos importante, el aspecto pues no es lo mismo un frontman de 30 años que un abuelete lleno de arrugas y acusando los efectos de los años.
Sin lugar a dudas el Rock no tiene edad de jubilación, ni por asomo, lo que sí es verdad es que seguramente a los rockeros mayores deben ser valorados de forma diferente a los más jóvenes. Esa puede ser la clave, no buscar en sexagenarios lo que nos daban 30 años atrás y disfrutar de lo que ahora sí nos ofrecen y agradecer enormemente que aún se suban a un escenario y nos sigan deleitando, aunque sea de forma algo diferente.

Metálico.


domingo, 4 de noviembre de 2018

REFLEXIONES METÁLICAS.


Una sección de nuestro colaborador “Metálico”.

De fiesta por garitos heavys o no.


A la hora de salir de fiesta al amante del Rock duro o Heavy se le presenta la disyuntiva de ir a locales donde pinchen la música que más le gusta o por el contrario dejarse llevar por la corriente mayoritaria de pubs y discotecas en los que se escucha otro tipo de sonidos. Es evidente que no son opciones excluyentes y la noche da para alternar garitos de ambos tipos, esto es posible porque la prohibición de entrada a determinados lugares por razones de estética o vestimenta suele ser algo del pasado que ya prácticamente se ha superado (hace muchos años en un pub del Barrio del Pilar en Madrid un cartel avisaba que se impedía el paso con pintas heavys).
Es evidente que el tipo de salida viene condicionado por los acompañantes, si tienen parecidos gustos musicales sí existe la alternativa de una noche rockera. De lo contrario, se quiera o no, la única opción suele ser ir a estos locales mayoritarios.



He de reconocer que estas dos posibilidades suponen dos noches bastante dispares; pues, aparte de la música, los ambientes y la gente son diferentes. En principio, ni mejores ni peores pero sí distintos y para gustos...

Eso sí, siempre ha habido un sector de público que prefiere tomársela en garitos rockeros. Hablando de Madrid, ya ha alcanzado el nivel de mítica la sala Canciller, a la que siguieron el Canci II, la Sukursal, Estudio Rock, Excálibur, We Rock, etc. Zonas como Argüelles o Vallecas se poblaban de amantes de esta música los fines de semana. Y no puedo olvidar los diferentes pubs rockeros de cada barrio.

Metálico.