Clube de Adictos a Deep Purple

Clube de Adictos a Deep Purple
Clube de Adictos a Deep Purple

Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

Púrpura Chess

Púrpura Chess

miércoles, 1 de julio de 2015

¿Para qué escucha música la gente? II.




La música es un don preciado inherente a la propia condición humana y que nos lleva acompañando como vehículo de expresión de nuestras sensaciones, sentimientos e inquietudes desde tiempos inmemoriales. Esta manifestación artística parece que ya estaba presente en los ritos religiosos y mágicos de nuestros primitivos antepasados, conviviendo con las rudimentarias esculturas y pinturas rupestres.

Resulta obvio que la música ha evolucionado a lo largo de todos estos años, llegando a la actualidad como nuestra compañera más o menos necesitada y fiel. Nuestro día a día está rodeado constantemente de música en sus más variadas expresiones, casi la totalidad de las personas que convivimos en nuestro colorido y ennegrecido mundo recibimos ondas sonoras que entran por nuestra oreja  a diario, desde el más perfeccionista y engreído compositor hasta el último anacoreta que se encuentra sometido a los ruidos de la naturaleza.
 
Otro asunto muy distinto es el fin que perseguimos a la hora de escuchar esa música que se encuentra flotando en el éter universal esperando a ser prendada en cualquier forma de melodía, no hay más que pararse a pensar en ello durante más de quince segundos para observar que existen muchos tipos de oyentes o receptores musicales. Si el pasado verano  abordamos un tema tan enjundioso como las motivaciones para asistir a los conciertos de música en directo, ahora que aparecen de nuevo los calores estivales nos vamos a acercar de manera somera a las inquietudes que mueven a nuestros semejantes, muchas veces solo en apariencia externa, a permitir que entre por sus orejas esa pequeña, loca y delicada cosa llamada música. Hemos delimitado veinticuatro perfiles distintos de oyentes musicales. Esta clasificación es deliciosamente subjetiva por lo que es seguro que no aparecerán ni coincidirán otros perfiles que tenga en mente cualquiera que se acerque a leer este conjunto de letras mal juntadas. Cada uno tendrá su propia clasificación, supongo que ahí reside la gracia del asunto. Estos son los perfiles:



1.- El oyente que escucha música como sonido de fondo para hacer cualquier cosa.

Curiosamente mucha gente piensa que la música vino al mundo solo para acompañar. Este tipo de oyente no suele tener gran inquietud sobre la música que escucha, simplemente quiere que esté ahí, presente mientras limpia la casa, mientras habla por teléfono, mientras cena con los amigos, mientras cocina, mientras escribe – incluso mientras lee -, mientras juega con su perro o mientras compra en un macro centro comercial. No suele importar mucho el tipo de música, ni su inspiración o calidad interpretativa, pero interesa que sea variada; las emisoras de radio viven en parte de eso… y muchos grupos musicales también.


2.- El que escucha música para estudiar, leer, escribir...

Gente interesante. Aquí ya hay una cierta intencionalidad en la selección musical, aunque la música va a seguir en un segundo plano porque necesito que me expliquen cómo puede alguien ser capaz de leer o estudiar a la vez que presta atención a lo que intenta que llegue hasta su oído; bueno, siempre ha habido gente con una sobrenatural habilidad para hacer varias cosas a la vez y realizarlas de manera perfecta.
En mi etapa de estudiante conocí a gente que, en los trabajos de la Facultad, reseñaba el disco que había estado escuchando de fondo mientras los realizaba. Es una lástima que todavía  no me haya topado con ningún alumno de esos en mi posterior etapa como docente, sin duda le subiría la nota del trabajo en cuestión; claro está, siempre que la música especificada fuese la adecuada.


3.- Para conducir.

Un clásico. Todos sabemos que a la gente no le gustan los coches, lo que en realidad le llama la atención es conducirlos mientras sale por los altavoces aquella música que le encanta. Dentro de este apartado tienen cabida un importante abanico de posibilidades: los que van en el coche acompañados, los que disfrutan conduciendo y escuchando su canción solos, los que pueden intentar alargar o acortar el viaje según falten o sobren canciones que les gustaría que sonasen o los que se someten a una estricta jerarquía a la hora de opinar en la selección musical a escuchar. Dentro de este último subapartado generalmente suele ser el conductor el que ostenta la primacía en el proceso de selección musical, lo que nos lleva a otra posible y delicada situación: que, por poner un ejemplo, te toque ir de acompañante durante seiscientos kilómetros dentro de un coche en el que suene una y otra vez el primer disco de Alejandro Sanz - sí, el mismo que empezó cantando Rock en un grupo con el bajista de Bella Bestia aunque ahora no lo diga -, sin posibilidad de salir de esa trampa de cuatro ruedas.



4.- Solo y siempre el mismo estilo musical.

Nos encontramos aquí con el oyente que tiene muy claro lo que le gusta y lo suele defender a capa y espada si es preciso. Estos tipos no se andan con rodeos, disfrutan de un determinado género musical y se abandonan por completo en sus brazos. No importa que existan cientos de estilos y subgéneros musicales, para ellos básicamente hay dos: lo que les gusta y todo lo demás, que normalmente no suele merecer mucho la pena. Todo lo que pueda entrar por su oreja perteneciente a otros tipos de música sufre la férrea censura de su dignidad como seguidor del estilo de música de turno que profese. No importa la cantidad de obras de arte que puedan pulular por el mundo, solo se permiten disfrutar dentro de sus parámetros musicales, todo lo demás llega a resultar hasta blasfemo.
Dentro de este apartado nos podemos encontrar a las innumerables tribus urbanas que pululaban con mayor o menor acierto durante los deliciosos años ochenta. Todo era más fácil en aquellos años, no escuchabas música sino que eras Punky, Mody, Rocker, Heavy o Pijo y, desde el mismo instante en el que te bautizabas, no podías abandonar tu grupo de pertenencia de por vida. Hablar de cualquier otra música que no estuviera en los decálogos de cada movimiento podía castigarse con el ostracismo más absoluto por parte de tus semejantes. Con el paso de los años nos hemos ido normalizando y ya casi nos puede gustar lo que sea si nos parece bueno, aunque todavía resisten algunos abanderados inasequibles al desaliento y a la ignominia de la mayoría.



5.- Solo y siempre el mismo grupo.

Variante del apartado anterior. Paladines aferrados a una opción personal que les ha llevado a venerar a un solo grupo o músico ejerciendo el derecho a radicalizar sus gustos en busca de la pureza definitiva. Colocan a un determinado artista en un pedestal y le defienden a capa y espada, estableciendo una especie de compromiso o vínculo de tal fuerza que no pueden romper porque lo considerarían algo así como una traición. De nuevo uno de los músicos capaz de despertar este tipo de pasiones es Yngwie Malmsteen, el virtuoso guitarrista sueco ha conseguido atrapar con su música a muchos fieles adeptos capaces de llegar por su causa a las manos si es preciso. Malsmteen ha conseguido crear un personalísimo estilo musical, lleno de escalas manieristas e imposibles que no dejan indiferente a nadie.



6.- Solo y siempre los mismos discos o cds.

En este apartado el oyente no se centra en un determinado género o artista, nuestros peculiares protagonistas se caracterizan por poseer una colección musical que escuchan una y otra vez. Estas personas seguro que durante un periodo de su vida acumularon un determinado material discográfico y no se han preocupado por seguir escuchando o adquiriendo nuevas referencias musicales. Los sujetos que se incluyen en este apartado no tienen un especial interés por la música en sí, les gustan sus discos pero suelen pensar que todo este asunto corresponde a su juventud y que las personas “serias y adultas” no pueden seguir por la vida acumulando cds. Para ellos la música suele ser algo secundario, relacionado con la adolescencia y que forma parte del pasado nostálgico; incluso se sorprenden cuando se encuentran con tipos coetáneos suyos que siguen consumiendo música, realmente no pueden comprender que sigas emocionándote con el nuevo disco de tal o cual artista. Estos individuos son los que te suelen preguntar aquello de: “¿Todavía siguen tocando Deep Purple? si serán unos abuelos”. No te lo dicen pero piensan con lástima que todavía no has madurado y tú no se lo dices pero piensas que no tienen ni idea de lo que hablan mientras sientes una especie de lástima por ellos.


7.- Solo y siempre el mismo programa o emisora.

Otro subapartado del primer y cuarto punto. Aquí el oyente se abandona a las ondas y deja que otros escojan por él. Realmente conoce las canciones pero no por los discos en las que aparecen sino por los programas en las que suenan. Allá ellos.


8.- Solo y siempre música de You tube o de cualquier otra plataforma informática.

Lo mismo del anterior pero trasladado a nuestros días. Internet ha copado nuestros canales de comunicación, la gente cada vez compra menos prensa, libros – esto realmente nunca se ha vendido mucho -, revistas, escucha menos radio y ve menos televisión. Ahora todo te lo dices por Twitter, Facebook o guasap… si hasta el email y el messenger están desfasados!
En este nuevo mundo tan inquietante los viejos medios de comunicación se han debido reconvertir, los periódicos cuelgan tiradas digitales en la red, las emisoras emiten por internet y los libros se editan digitalmente. You tube se ha convertido en una herramienta global sustituyendo a las emisoras de radio. Para tener éxito hoy en día no necesitas que una compañía de discos invierta millones en las emisoras de radio para que emitan tu canción, no tienes más que grabar cualquier chorrada graciosa y colgarla en You tube; tranquilo, que como caiga en gracia te harás famoso. Recordemos al infame PSY y su “Gangnam style”.



9.- Para escucharla a todo volumen.

Curiosa especie que cohabita entre nosotros y que tiene como fin último en la vida poner a prueba la paciencia de sus semejantes ante la sobre exposición auditiva de sonidos a un volumen brutal. No está del todo claro si realmente llegan a disfrutar la música en sí misma, lo que ofrece pocas dudas es que experimentan una sensación de nirvana espiritual cuando la reproducen a un volumen extremo. No importa la calidad de la definición del cd, vinilo o cassette – sí, algunos de ellos aún poseen pletinas reproductoras de cintas -, ni las condiciones externas que se desarrollan mientras enchufan sus aparatos reproductores, lo que de verdad importa es escuchar esa música a todo volumen. Cuando estos individuos dejan que el sonido atronador y saturado invada sus vidas y la de todos sus compañeros de vecindario experimentan una catarsis de sensaciones que solo ellos mismos están capacitados para entender.
Es cierto que hay determinada música que nació para que sonase alta, pero… ¿toda? Realmente resulta necesario escuchar de vez en cuando el maravilloso y atemporal disco en directo de Michael Schenker titulado “One Night At Budokan” a todo volumen, algunas versiones de ese doble como  “Let sleeping dogs lie” se transforman cuando giramos o apretamos el botón del volumen pero, si andas escaso de horas de sueño porque tienes que dormir para dirigir una obra teatral al día siguiente y tu querido vecino decide que es momento adecuado para escuchar la guitarra solista de Schenker a todo trapo, la situación puede acabar mal por mucho que nos guste el genio alemán; y no quiero ni contarte lo que supone que el niñato de turno rompa tu paz espiritual mientras decide poner a todo volumen en el reproductor de su vehículo cualquier tema de Reggaeton o Hip Hop, el resto del barrio estará deseando que baje de una vez la novia de nuestro encantador primate para que se vayan a disfrutar de su música a otro lado.

                                      MSG: "Let sleeping dogs lie" Del directo "One Night At Budokan".


10.- Para salir de fiesta.

Variante del apartado anterior. Nuestro protagonista solo tiene tres o cuatro discos, pero se sabe todas las canciones que ponen en sus bares favoritos. En este caso la música está directamente ligada al ocio, a salir por ahí, de fiesta con los amigos. No será un erudito musical aunque, sin embargo, se le tiene mucho cariño… y suele ser ideal para animar la fiesta. Seguro que todos conocemos a alguno.
 

11.- El oyente que suele escuchar lo que está de moda.

Muy relacionado con los apartados siete y ocho. No importa mucho el género musical o la calidad interpretativa, al igual que la ropa que viste o los lugares que frecuenta, lo importante es que esté de moda, que se lleve. Nuestro encantador ejemplar no se caracteriza por tener una personalidad arrolladora, eso seguro, pero está perfectamente enterado de todas las nuevas tendencias y te lo hace saber en cuanto tiene la menor ocasión.



12.- El que escucha lo que le graban o le recomiendan los amigos.

No importa el género, la calidad del músico o de la grabación, si te lo pasa un amigo hay que escucharlo. La mayoría de las veces nuestra evaluación va a ser en positivo, es igual que no tengamos en nuestra colección ningún disco de ese estilo musical o que el sonido de la grabación sea pésimo, siempre le vamos a encontrar el lado bueno. ¡Ah! los amigos. ¿Qué haríamos sin ellos? La cantidad de discos que han acabado en mi colección por motivos que escapan a mi entendimiento. Lo curioso del asunto es que hay determinados discos a los que jamás les hubieras dado una escucha, incluso cuando los oíste aquella única vez porque te los pasaron y no te gustaron,  pero que los has redescubierto con el paso de los años y te han acabado aportando algo positivo en la vida. Otra de las grandes virtudes de la música, abanderada artística capaz de hacer que tus inquietudes evolucionen y te permitan estar en continua fase de descubrimiento.


13.- El que escucha la música del grupo en el que tocan sus amigos.

Variante del apartado anterior. Aquí tenemos un problema importante, puesto que es tu propio amigo el que ha compuesto o tocado la música que vas a degustar. Se trata de acometer un encargo de difícil ejecución. Uno siempre va a enfrentarse al disco en cuestión con la mejor de las predisposiciones y, si disfrutas lo que escuchas, todo resultará más sencillo y gratificante; las críticas serán positivas y renovareis esa conexión especial que os une. El problema aparecerá si no te gusta lo que escuchas, en ese caso el asunto se torna complejo, sobre todo si en lugar de un amigo se trata del disco de un conocido. Con un buen amigo nunca habrá problemas de comunicación, la base de la amistad es la confianza y entre amigos se puede decir cualquier cosa porque saldrá del cariño, pero con los conocidos el asunto se torna distinto. No se trata de mentir a un conocido diciéndole que te ha gustado su disco, eso no se le hace a un camarada, pero si te sinceras con él y le dices que su música apesta puedes dar por seguro que nada volverá a ser lo mismo. La relación entre un artista y su obra es delicada e incomprensible a ojos externos, es algo así como un amor de pareja y si te metes en medio acabarás mal, de hecho hay músicos que se sienten más unidos a su música que a la persona con la que comparten sus vidas. Lo ideal es que el artista ejecute una máxima que debería enseñarse en todas las escuelas de arte y similares: un creador nunca debe preguntarle al oyente qué le ha parecido su obra.


14.- Acumula música que no escuchará jamás.

Especie bastante actual. Antes pasaba con las grabaciones de los discos y hoy día, en mayor medida, con las descargas de internet. Todos hemos tenido al típico amigo, conocido o completo desconocido con el que entablas una conversación casual y que, en cuanto puede, te pide que le grabes tal o cual disco; su objetivo final es pedirte toda tu discografía completa. El estilo y género de los artistas o los discos que poseas resulta una cuestión secundaria, porque no los va a escuchar, lo que le importa a este tipo de sujetos es acumular la mayor cantidad de material discográfico posible.
Aunque la esencia es la misma, en la actualidad los métodos de adquisición de discos han variado. Con la irrupción de internet en nuestras vidas, nuestros protagonistas no se ven obligados a pedir ingentes cantidades de discos a sus improvisados mecenas, les basta con tener encendido durante toda la vida el ordenador y Emule. De escuchar lo que descargan, nada de nada; bastante tienen con colocarlo, estructurarlo y archivarlo.



15.- Siempre escucha el disco completo desde el inicio hasta el final.

Especie muy poco habitual aunque existente y en continuo peligro de extinción. En algún momento determinado de su día a día deciden escuchar algo de música, seleccionan un disco y lo empiezan a escuchar. Si hay que pararlo por el motivo que sea, vuelven a ponerlo desde el principio. Suele pasar cuando vas en el coche. Desde luego que están perfectamente capacitados para comentar dicho disco porque lo conocen con exactitud matemática.


16.- Los que escuchan música por obligación.

Increíble pero cierto, hay gente que se encuentra obligada a escuchar música por motivos laborales. A la cabeza de este apartado nos encontramos con aquellos que trabajan como ejecutivos discográficos o los que se dedican a las cuestiones técnicas de grabación, como pueden ser los productores, ingenieros de sonido, etc. En algunos casos la obligación contractual es una bendición, porque algunos parten de la base de su amor a la música,  aunque en otras es un castigo, ya que jamás sintieron el más mínimo aprecio por la música y su relación con ella es asquerosamente comercial.
Un subgrupo sería el de los críticos y periodistas de variado pelaje y, a veces, de dudosa enjundia. Algunos de ellos desprenden pasión por los poros de sus palabras y escritos, pero desgraciadamente nos encontramos con otros que ni siquiera está del todo claro que lleguen a escuchar al completo los discos que tienen que comentar, pese a recibirlos gratis.



17.- Los que escuchan música para diseccionarla.

Los puristas en su estado puro. Tienen la extraña habilidad de diseccionar todo lo que llega a su oído. No lo hacen como una pose, realmente tienen esa capacidad grabada a fuego en su ADN y se sienten en constante búsqueda de la perfección absoluta. Se trata de discernir la manera de realizar el solo de guitarra, la intro rítmica o la entonación del cantante. Este grupo lo constituyen un elenco de privilegiados que han sido tocados por el dedo divino y que son poco más que verdaderas enciclopedias andantes llenas de sabiduría que alegran la vida y el espíritu del resto de mortales que tenemos la inmensa fortuna de poder acompañarles en su camino hacia la perfección. Imprescindibles para cualquier amante profano de la música, tener a un amigo así es como poseer un tesoro.


18.- Los que no les gusta nada de lo que escuchan.

Especie poblada por algunos privilegiados individuos del apartado anterior y por otros que carecen de eso que los diferencia del resto pero que se han trabajado bien la pose. No sabemos hasta qué punto están capacitados para disfrutar de la vida, porque tienen pegas para todo lo que les rodea.  Poco importa que el más técnico, creativo e inspirado de los músicos alcance su clímax cósmico y consiga grabar su obra definitiva, siempre encontrarán un fallo, por minúsculo que sea.


19.- Porque lo pide el momento o la época del año.

Muchas veces parece que determinada música solo tiene razón de ser en función del momento o época del año en la que nos encontremos. La Navidad puede ser un ejemplo bastante ilustrativo, en esta época del año todos los centros comerciales radian villancicos día y noche sin descanso ni desfallecimiento.
Más ejemplos: El verano y su dichosa canción agobiando al personal en todos los chiringuitos de playa. Exacto, a todos se nos ocurre algún tipo de perrería con Georgie Dann como protagonista.



20.- Solo la música de los conciertos en directo.

En este grupo se incluye un perfil bastante característico, el de aquellos que disfrutan la exposición en vivo de la música de sus artistas favoritos. Pueden tener tres o cuatro cassettes, discos o cds en sus casas - generalmente de Iron Maiden o Barricada -, pero cuando sus grupos pasan por sus zonas de residencia no tendrán reparos en exponerse una vez más al encanto de experimentar su música en vivo.



21.- Solo música cantada en castellano.

Otra peculiar especie que pulula por nuestro suelo patrio. Poco importa la impresionante paleta de posibilidades que nos ofrece el vasto y complejo universo musical y sus infinitas gamas cromáticas posibles. Para estas personas conocer la letra es lo único que importa. Herederos directos de los cantautores, la música es un mero vehículo, con importancia nula, para adornar sesudos planteamientos lingüísticos que van desde lo elevado hasta lo vergonzosamente ridículo.


22.- El que escucha música para relajarse, para dormir.

Todos conocemos a esa persona que suele usar la música para dejarse atrapar por los brazos de Morfeo. Algo de mágico debe tener todo esto de la música, que hasta para dormir nos sirve. Los individuos que usan el hilo musical para la noble y delicada tarea de conciliar el sueño deben elegir sabiamente, porque no todos los artistas nos pueden ayudar a lograr el ansiado objetivo; uno de los favoritos son Vangelis, su abismo musical insondable e incomprensible para oídos profanos puede ser el idóneo para sumergirte en el delicado pozo de la quietud. No hay un prototipo de grupo claro para estos menesteres, puede que incluso exista alguien que use las melodías de Slayer y de su incombustible Dave Lombardo; nunca se sabe. Ideal el apartado anterior de los cantautores.


23.- El oyente que escucha música para motivarse.

Intrigante objetivo. Hay gente que activa su adrenalina mientras escucha determinados fragmentos musicales, es otro de los poderes místicos de este gran descubrimiento humano. Algunos se llevan música en sus ipods mientras realizan deporte, otros se intentan motivar para llevar a cabo cualquier empresa refugiándose en su música preferida momentos antes de intentar realizarla. Especialmente peculiares resultaron las declaraciones hace años de Sammy Hagar, el entonces cantante de Van Halen se sentía orgulloso de los comentarios realizados por algunos pilotos de cazas del ejército americano que afirmaban motivarse con su música a la hora de actuar en la guerra del Golfo o de Iraq. Inquietante.


24.- El oyente que tiene la necesidad de escuchar música como forma de realizarse y de entender la vida.

Los que la consideran arte y no pueden sustraerse a su impresionante poder. La necesitan tanto como el respirar, su día a día se encuentra impregnado de esas melodías, acordes y progresiones que les acompañan en todos los momentos de su vida, los buenos y los malos. Pueden afirmar, sin miedo a equivocarse, que el mundo es un poquito mejor gracias a este invento.



martes, 23 de junio de 2015

La música Rock extrema puede ayudar a calmar la ira y la frustración.




Parece ser que la escucha de los géneros musicales más extremos dentro del Rock puede influenciar positivamente a las personas que experimenten procesos de ira. Esta solo es una de las conclusiones que se pueden extraer de un estudio realizado por la Universidad de Queensland, un centro de estudios público ubicado en la australiana localidad de Brisbane.
Contrariamente a estudios previos que relacionaban estos estilos musicales con la agresividad y la delincuencia, la Dra. Genevieve Dingle y la estudiante del cuadro de honor Leah Sharman han llegado a la conclusión de que los oyentes de estos tipos de música suelen acercarse a un estado de calma e inspiración. Las autoras de este estudio opinan que la música extrema ayuda a calmar la ira y genera emociones positivas.


Para emitir esta teoría realizaron un estudio a treinta y nueve oyentes de Rock extremo, con edades comprendidas entre los dieciocho y los treinta y cuatro años. El experimento consistió en someterles primero a una exposición de situaciones personales que les generasen ira, rabia o dolor –situaciones laborales, familiares, personales, de pareja o de salud duras– durante un cuarto de hora aproximadamente. Después se les permitió escuchar músicas extremas durante unos diez minutos o permanecer en silencio y, acto seguido, se les volvió a monitorizar una segunda vez. Parece ser que la mayoría de los que escucharon música extrema experimentó una sensación de calma o alivio. Sharman comenta que, cuando se encuentran enojados, los fans del Rock extremo prefieren escuchar su música como manera de lidiar y contrarrestar esas situaciones  que les causan rabia o dolor. La música, concluyen los doctores, les permite regular la tristeza y les ayuda a explorar la amalgama de sensaciones que sienten generando emociones positivas y permitiendo que se sientan más activos e inspirados. El estudio de Sharman y Dingle responde al nombre de “Extreme Metal Music And Anger Processing” y aparece publicado en la web científica  FrontiersIn Human Neuroscience.


La segunda parte de este estudio se desprende de sus propias conclusiones, ahora se trata de discernir qué géneros musicales específicos dentro del Rock duro son los que más potencian estos sentimientos positivos y de superación entre sus oyentes.


Interesante estudio para un estilo musical que nos lleva acompañando desde hace más de un siglo y que se encuentra continuamente denostado por los medios de comunicación. Al hilo de este estudio algunos de estos medios, no daré nombres aunque todos los conocemos -no me apetece que nos agobien con estúpidas demandas-, no han tardado en afilar sus lápices para intentar ridiculizar con su triste, limitada y burda prosa a los seguidores de Rock duro.
Especialmente ridículo resulta el artículo que aparece en uno de los principales medios de comunicación de prensa escrita estatal abordando las conclusiones de este estudio. El artículo aparece sin firma y en él nuestro intrépido y anónimo escriba desgrana uno tras otro todas las gracietas y clichés tan habituales como manidas a las que suelen recurrir cada vez que se dirigen al sufrido seguidor de la música Rock de nuestro bendito país, todo adornado con una falta de rigor exasperante que describe por sí sola la profesionalidad y seriedad de dicho diario. Pero no pasa nada, da igual que el ¿periodista? realice una interpretación arbitraria de las conclusiones del estudio o directamente lo ponga en tela de juicio intentándolo rebatir con argumentos que van desde lo peregrino hasta lo ridículo, pasando por lo mezquino; nuestro documentado informador debe pensar que esto es Hollywood.

                                                        AC/DC en River Plate.

Esto del Rock y los medios de comunicación es para mear y no echar gota. Más ejemplos. Hace unos días actuó en nuestro querido país el conocido grupo australiano AC/DC. El combo de Angus Young vendió más de ciento cincuenta mil entradas en unos minutos para sus tres conciertos españoles. Hasta aquí todo correcto; amigo, te puede gustar más o menos el grupo pero la noticia está ahí. En la edición nocturna de uno de nuestros interesantísimos y veraces noticiarios televisivos patrios dedicaron al comentario de esta notica el nada despreciable espacio de… cuatro segundos, de reloj, ¡cuatro segundos! Inmediatamente después nos ofrecieron un reportaje sobre la última edición del Festival Primavera Sound de varios minutos de duración, como llevaban haciendo durante toda la semana anterior; esto es rigor y pluralidad informativa. Nos alegramos de que este tipo de festivales tengan éxito en la asistencia de público, lo que pasa es que no son rigurosos cuando nos informan de la asistencia, nos hablan de ciento setenta y cinco mil visitas como si fueran asistentes, hay que recordar que el festival acoge a más de trescientas actuaciones de distintos grupos a lo largo de varios días, por lo que no es lo mismo el número de visitas durante toda la semana que el número real de asistentes, pero esto no es lo que sale en los titulares. En casi toda la prensa seria española juegan con informaciones a medias para hacernos creer en una realidad que distorsionan en función de otros intereses de dudosa enjundia. Lo dicho, sesgo, parcialidad y servilismo cutre e impune a la voz de su amo por parte de unos cuantos que no dudan en ponerse la medalla a las primeras de cambio y que no tienen problema alguno en cambiar sin pudor de ropa interior si es necesario para asegurarse un mayor trozo de su peculiar pastel. No me extraña que todos estos pseudo medios sean cada vez sean menos determinantes a la hora de intentar convencer al electorado, hastiado de medias verdades, falsedades y realidades ocultadas con premeditación y alevosía. En fin, que me voy a escuchar algo de esa “música metalera” para ver si se me pasa la mala leche que me está entrando por momentos. Mi consuelo es que grupos como AC/DC ponen en su sitio, día a día y sin proponérselo realmente, a todo esta ristra de petardos estreñidos.

                                                      AC/DC en River Plate.


lunes, 15 de junio de 2015

Deep Purple. Vídeo clips promocionales oficiales.




Hoy nos vamos a ocupar de los vídeos promocionales del grupo madre que nos hace disfrutar de la buena música desde hace muchos años y que originó todo este maravilloso tinglado en el que algunos descerebrados nos metimos de cabeza: Deep Purple.


El mundo del vídeo promocional – o vídeo clip, según se prefiera denominar – es relativamente reciente, aunque aparecen algunos referentes más antiguos como el del tema “Let there be Rock” de los AC/DC, se puede decir que su explosión mediática se produjo a partir de los años ochenta. El incipiente nacimiento del canal televisivo de música MTV tuvo mucha culpa de repentino auge de este interesante y denostado sistema de promoción. La idea de presentar una canción acompañada de imágenes ha tenido siempre muchos detractores, músicos, periodistas y “entendidos” de diversa enjundia han repudiado los vídeo clips promocionales, muchos de ellos con argumentos completamente surrealistas. El hermano mayor de los vídeos y, ahora, dvds en directo que tanto disfrutamos algunos de nosotros ha tenido que luchar muy a menudo por hacerse con un sentido y un hueco dentro del difícil negocio musical. Lo importante es que todavía sigue ahí, haciéndonos disfrutar a algunos de nosotros y complementando lo realmente importante: la música.


Deep Purple siempre han mantenido una relación tibia con el concepto de vídeo promocional. Algunos de sus miembros han afirmado públicamente que este formato no les interesa lo más mínimo, incluso uno de sus vídeo clips más conocidos es una burla de este formato, pero de esto nos ocuparemos más tarde. El asunto es que, pese a no llevarse muy bien con el vídeo clip, el grupo ha grabado unos cuantos, algunos de bella factura; no llegan al nivel de otros artistas, que casi tienen en el mercado más vídeo clips que canciones compuestas, pero rebuscando nos encontramos con algunas cosillas muy interesantes. Conviene dejar clara la diferencia entre vídeo clip promocional y documental o concierto grabado en directo; nosotros nos vamos a centrar en los vídeos de una canción concreta, editados específicamente para promocionar un tema específico de manera visual, aunque muchas veces estén extraídos de grabaciones de conciertos en directo. Los Deep Purple se caracterizan por tener en el mercado infinidad de documentales y grabaciones de conciertos en vivo, pero muy pocos vídeo clips de canciones específicas. Ahora vamos a compartir con vosotros estos vídeos promocionales. En un universo tan insondable como el de Purple es posible que se haya quedado en el tintero alguna grabación escondida y que aparezca después de cuarenta años, contamos con eso, sin embargo lo que se ofrece en estas líneas es un repaso de los que han salido a la luz hasta la fecha y que podemos catalogar dentro de este apartado de promo. Como todo lo que lleva el sello Purple, es una lista abierta y sujeta a continuo cambio.


 “Hush”. Playboy Club. Programa de Tv: “Playboy After Dark”. Fecha: 23.10.68
Hasta hace muy poco tiempo figuró como uno de los primeros vídeos promocionales del grupo. Pertenece a la primera formación, o Mark I, con el bajista Nicky Simper y el cantante Rod Evans. Del amigo Rod tendríamos material para escribir otra entrada. Recordemos que fue el primer cantante de la banda, participando de sus primeros discos y dejando paso después a la etapa más gloriosa del grupo de la mano de Ian Gillan. Tan solo comentar un par de pinceladas del bueno de Evans, nuestro entrañable vocalista se dejó estafar en 1980 por un mánager sin escrúpulos para montar otra versión del grupo – eran los años en los que Purple estaban disueltos – en la que solo figuraba él como miembro original. El resto de los miembros del grupo demandó a estos falsos Deep Purple, ganaron el juicio y al pobre de Rod le cayó encima una indemnización astronómica. El entrañable mánager solo puso a Evans como cabeza legal del grupo en una maniobra que, como poco, se puede calificar de rastrera; también hay que reconocer que Evans no anduvo muy sobrado de escrúpulos para suplantar al grupo madre y tocar la mayoría de éxitos que el grupo original compuso cuándo él ya no estaba en la banda. Como quiera que fuese, nuestro entrañable vocalista se declaró insolvente y desapareció del mapa, literalmente… a día de hoy permanece en paradero desconocido. De película.
Volviendo al vídeo, se grabó para la televisión en la mansión de Hugh Hefner, el magnate de la conocida revista Playboy y, como podéis suponer, es tan cachondo como os lo estáis imaginando. Estética sesentas, trajes imposibles, mujeres y hombres bailando prestos a perder el control en cualquier momento y los Purple interpretando su primer gran éxito americano.

                                               Deep Purple: "Hush". Playboy After Dark.


“Hush”. En una piscina. Fecha: 10.68. Salió a la luz en el año 2013.
Como comentamos antes, el único vídeo promocional que se conocía de los primeros Purple era el de la mansión Playboy, pero recientemente ha salido a la luz este promo en el que aparece el grupo simulando que toca sus instrumentos en una piscina. No hay duda al respecto, es un promocional.
Si el de Playboy era entrañablemente gracioso, este ni te cuento; Jon Lord simulando que toca el teclado sobre una mesa, Simper con una mini carretilla haciendo como si recogiera arena ¿?, Blackmore con una Telecaster desenchufada haciendo play back, Paice tocando con unos palos en otra mesa y Rod Evans con un minúsculo bañador de peli porno cutre realizando una “actuación” que te deja de todo menos indiferente. Unos jovencísimos Deep Purple demostrando que sabían reírse; una joya. Buenos tiempos aquellos

                                               Deep Purple: "Hush".


“Black night”. Estudios De Lane Lea, posteriormente llamados Estudios Kingsway, propiedad de Ian Gillan. Londres. Fecha: 6.70
Esta actuación grabada en vídeo en los estudios que acabarían siendo propiedad del mismísimo Gillan años más tarde es uno de los primeros clips promocionales que grabó la formación dorada de Deep Purple, el conocido como Mark II. Un promo que muestra el potencial de lo que sería una de las agrupaciones de músicos que acabarían haciendo historia. No está muy claro el objetivo de esta grabación, por aquel entonces la promoción visual no funcionaba como la entendemos hoy en día, lo que está claro es que esto es lo que posteriormente se conocería como vídeo clip musical.

                                                Deep Purple: "Black night".


“Strange kind of woman”. Año 1971.
Aparecido en un documental sobre la historia de Deep Purple. No se publicó en el momento de edición del famoso single del grupo, aunque parece claro que la producción y montaje pertenece a esos primeros años setenta. El vídeo clip es de lo más hortera que te puedas echar a la clara, una mujer enfundada en un mono y casco conduciendo una moto de aquí para allá mientras se superponen fotos del grupo. Seguramente sea un montaje realizado o rescatado para el susodicho documental, de cualquier modo es de visionado imprescindible para cualquier fan del grupo.

                                                Deep Purple: "Strange kind of woman".


“Smoke on the water”. Vídeo publicado en el año 2014. Pertenece al single publicado en 1972.
Cuarenta y dos años han tenido que pasar para que el tema más conocido de la Historia del Rock (y de la música si me apuras) tenga su propio vídeo clip. Nuevo montaje para otro de los documentales del grupo en el que se recogen imágenes y grabaciones visuales de los años setenta. Hay una cierta polémica porque parece que los vídeos montados no pertenecen a las sesiones de grabación del disco “Machine Head”, en el que se encuentra la versión original del clásico, aunque parece que la camiseta que luce Ian Paice era la que usó durante esas sesiones de grabación. La polémica está servida.

                                                Deep Purple: "Smoke on the water".


“Perfect strangers”. Año 1985.
Aquí hablamos de palabras mayores. El famoso come back de la formación clásica a finales de 1984. Vídeo rodado durante las sesiones de grabación del disco de retorno del mismo nombre. Tiene una estética más de documental que de vídeo clip en sí mismo pero está lleno de detalles impagables: el grupo sonriendo mientras ensaya – Ritchie incluido -, o el momento en el que Blackmore saluda al resto de los músicos de la banda hasta que, cuando llega a Gillan, hace un ademán de no saludarle que responde el cantante con idéntico gesto; típica ironía de estos encantadores británicos.

                                                Deep Purple: "Perfect strangers".


“Knockin’ at your back door”. Año 1985.
Este pedazo de tema fue otro single del espléndido álbum de retorno “Perfect Strangers”, un vídeo clip promocional en toda regla; de hecho, con este disco llegaron a sacar hasta cuatro vídeo clips. Estaba claro que Purple volvieron con toda la pólvora en sus recámaras.

                                                Deep Purple: "Knocking at your back door".


“Nobody’s home”. Grabado en Providence. Año 1985.
Clip promocional que recoge la grabación de la canción mientras la interpretan en un concierto en directo. Como curiosidad diremos que el audio no corresponde al disco de estudio, cosa habitual en estos clips promocionales, sino que está sacado de la propia actuación. Un grupo seguro de su directo, desde luego.

                                                Deep Purple: "Nobody's home".


“Under the gun”. Año 1985.
El último video clip que se editó y que corresponde a un montaje de tomas de otros vídeos. Como curiosidad y para completistas.

                                                Deep Purple: "Under the gun".


“Call of the wild”. Año 1987.
Primer single promocional del siguiente disco, titulado “The House Of Blue Light”. Este vídeo es todo un punto, recuerdo que en su día no gustó mucho porque casi no salían los músicos y eso era como un sacrilegio para sus sufridos fans. La temática del clip consistía en que el supuesto productor del vídeo llamaba uno por uno a los miembros del grupo para ofrecerles realizar el clip y todos respondían negativamente. El sufrido productor se veía obligado a probar a otros artistas para conseguir rellenar el susodicho vídeo clip, pasando por los estudios personajes de lo más variopinto, excéntrico y ridículo. Especialmente cachondo es el momento en el que llaman a Blackmore, nuestro hombre está sentado en un sofá calentando dedos con su guitarra y su secretaria particular contesta al teléfono la llamada del sufrido productor. Un Blackmore que pasa completamente del tema vídeo ni siquiera contesta a su secretaria frente al requerimiento para rodar el clip, simplemente levanta la mirada y, sin pronunciar palabra alguna, continúa calentando como si tal cosa. Único Ritchie.

                                                Deep Purple: "Call of the wild".


“Bad attitude”. Año 1987.
El otro clip promocional que salió con el disco de la casa de la luz azul. Recoge al grupo en estudio con un pensativo Ian Gillan como hilo conductor de la grabación.

                                                Deep Purple: "Bad attitude".


“Hush”. Versión estudio 88’. Año 1988.
Tremenda revisión en estudio del primer éxito de Deep Purple allá por el año 1968. Grabada de nuevo en el año 1988, como single para el doble en directo "Nobody's Perfect", cuando el grupo estaba prácticamente roto y tenían en mente darle la patada a Gillan. Blackmore comentó en su día que grabaron la versión de estudio en una sola toma. Deep Purple en todo su poder.

                                                Deep Purple: "Hush".


“King of dreams”. Año 1991.
Expulsaron a Ian Gillan y, de repente, a todo el mundo le pareció bien hacer fotos y vídeos promocionales, ¿qué te parece? Este fue el primer single del único disco que el grupo publicó con Joe Lynn Turner como cantante, un pedazo de álbum que rechazó el público de Purple por tener a Turner en sus filas y ¡por parecerse a Rainbow! Ver para creer. La sombra de Gillan siempre fue muy alargada.

                                                Deep Purple: "King of dreams".


“Love conquers all”. Año 1991.
Exquisita canción, uno de los temas más bellos y delicados que hayan salido jamás de la mente de Blackmore. Mereció mejor suerte, pero pagó el precio de encontrarse en el disco maldito del grupo. Perfecta comunión artística entre la canción y el vídeo. De largo el mejor clip promocional que ha hecho Deep Purple.

                                               Deep Purple: "Love conquers all".


“Sometimes I feel like screaming”. Año 1995.
Unos nuevos Purple que consiguieron deshacerse de las cadenas del Hombre de Negro. Presentación del nuevo guitarrista Steve Morse y canción de gran calidad. Una nueva etapa se abría ante nuestros ojos, llegaba la estabilidad y el talento de Morse mientras Blackmore se llevaba el misterio, la incertidumbre y la pasión hasta el arco iris.

                                                Deep Purple: "Sometimes I feel like screaming".


“Haunted”. Año 2003.
Single de Adelanto del disco “Bananas”, tal vez el mejor de la era Morse. Mientras preparaban el álbum se filtró que Deep Purple estaban buscando componer un single que se pudiera pinchar en las emisoras de radio. El resultado fue esta bonita canción que adorna uno de los discos más completos e inspirados del grupo en ausencia de Ritchie Blackmore.

                                                Deep Purple: "Haunted".


“Vincent Price”. Año 2013.
Último vídeo del último single del último disco hasta la fecha del grupo, el sobrio “Now What?!”. Curiosamente no fue el primer single publicado para promocionar el cd, aunque debemos reconocer que es una gran canción. Está dedicado al gran icono del entretenimiento americano, el tristemente fallecido Vincent Price. El vídeo está ambientado en las pelis de miedo de serie b que hicieron famoso al entrañable actor. Último vídeo clip realizado hasta la fecha por nuestro querido grupo.

                                               Deep Purple: "Vincent Price".