Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
En la reflexión
del pasado mes comentábamos que la forma de escuchar música había variado
notablemente en los últimos tiempos. Nos referíamos a la pujanza del modo
online en detrimento de los soportes físicos. Pero no sólo se limita a eso, ni
mucho menos. Otro de los aspectos que se observan es que la música se consume
ahora más por canciones que por lps. En estos tiempos, donde casi han
desaparecido limitaciones al acceso de la música, la cantidad de creaciones
musicales entre las que elegir es tal, que se impone el escuchar una o dos
canciones en lugar de oírse todo un larga duración.
Seguramente, estemos
ante una vuelta a los singles. Después de que reinara este formato hasta las
primeras décadas de la segunda mitad del siglo pasado, el ‘larga duración’ se
fue imponiendo poco a poco. Sin embargo, en la actualidad parece que las tornas
vuelven a cambiarse y la forma de consumir la música así como las
circunstancias que de un tiempo a esta parte envuelven a esta industria se encaminan
hacia el single.
Helloween: "Keeper Of The Seven Keys II". Cd.
Stephen Pearcy: "Just One More Time". Single digital sin edición en formato físico.
A priori, este
formato obliga al artista a condensar todo su buen hacer en un par de temas, lo
que puede provocar que se pierdan o no se aprecien otras composiciones que
requieren un mayor número de escuchas para ser valoradas. Parece que se prima así
la música que entra con mayor facilidad, quizás más superficial o la que
necesita de menos audiciones para ser valorada. Para algunos
esta tendencia supone que ciertas composiciones que no lleguen en las primeras
escuchas se diluyan, para otros lo que se queda en el camino es porque no
merece la pena: eran canciones de relleno que sólo servían para completar un
álbum. La opinión que se tenga al respecto posiblemente dependerá según el tipo
de música en cuestión o mejor dicho en función del tipo de oyente. ¿Qué os
parece?
Esta canción data del año 1990 y apareció en el disco “Manic Nirvana”
que el ex vocalista de Led Zeppelin publicó ese mismo año. Sin duda y
con diferencia, la mejor canción de todo el álbum… y puede que de toda su
carrera en solitario; cuestión de gustos, ya se sabe.
Doug Boyle, Chris Blackwell, Robert Plant, Charlie Jones y Phil Jonhstone.
Es una canción que resume a la perfección el movimiento de investigación
e introspección musical que acabó reflejándose en su discografía posterior.
Cuando el grupo madre se disolvió a raiz del trágico fallecimiento de John
Bonham, el resto de sus compañeros emprendieron distintos caminos por
separado. Robert Plant se lanzó a tumba abierta por senderos musicales
que se alejasen del camino del Zeppelin. Aparecieron los sintetizadores,
los coqueteos con el Pop y los experimentos pseudoTecno.
Esa desesperada búsqueda del eclecticismo musical adolecía bajo mi punto de
vista de lo más importante: buenas composiciones. Curiosamente cuando comenzó
la aventura de Led Zeppelin el abanderado de la búsqueda de nuevos
sonidos e innovaciones era Jimmy Page, mientras que Plant estaba
interesado en las viejas piezas de Blues que acabaron dando forma al
sonido del grupo. En la actualidad los papeles se han intercambiado totalmente,
es ahora Robert Plant el innovador de nuevos sonidos y mestizajes musicales,
mientras que Jimmy Page parece aferrado al pasado de Zeppelin
remezclando una y otra vez el fondo de catálogo del grupo.
De cualquier modo opino que los primeros tres discos en solitario de
Robert Plant no son más que basura. Es a partir de “Now And Zen” que su
música empieza a resultar más atractiva. La presencia de elementos
tradicionales árabes, supongo que fruto de su interés por esa cultura y sus
viajes a Marruecos, fue ganando terreno hasta llegar al culmen en el estupendo
disco “Fate Of Nations”, un álbum lleno de elementos étnicos, reminiscencias árabes,
grandes composiciones y con un interesantísimo equilibrio entre la herencia Zeppelin
y su propio sonido. Definitvamente habrá que hablar de esta obra en otro
momento.
Nos quedamos con “Anniversary”, una pieza densa y sutil,
dramática y lenta, llena de vida y que encuentra su complemento perfecto en la
canción que le sigue en el álbum. Qué experiencia escuchar un disco en su
totalidad, como una obra de arte en su conjunto que nos invita a caminar por
sus senderos mientras nos cuenta cosas y nos hace felices.
El mítico grupo Led Zeppelin tiene previsto publicar un
nuevo single en vinilo con motivo de la celebración del día de las tiendas de
discos en próximo 21 de Abril. Las canciones escogidas para este redondo son “Rock n’ Roll” y “Friends”.
Ninguno de los temas como tales son inéditos, “Rock n’ Roll” es el clásico que apareció en su disco “IV” y “Friends” por su parte vio la luz en el disco “Led Zeppelin III”. El interés para el coleccionista reside en que
las versiones en sí están remezcladas: “Rock
n’ Roll” es la remezcla de Sunset
Sound Mix y “Friends” pertenece
a Olympic Studios Mix. De las
mezclas Sunset Sound solo habían
visto la luz hasta ahora los temas “When
the levee breaks” y “Starway to heaven”.
Las tomas de este nuevo single no se habían publicado de manera oficial hasta
ahora; es ahí donde reside la singularidad de la publicación.
Este hecho se une a las
recientes declaraciones de Robert Plant
en las que asegura que están estudiando la posibilidad de volverse a juntar con
motivo del cincuenta aniversario de la publicación del primer disco del grupo,
conocido como “Led Zeppelin” y que
data del año 1968. De este modo los miles de seguidores que el grupo tiene
diseminados por el globo terráqueo tienen un buen motivo para estar
contentos.Lo cachondo del asunto es que
en estos días Jimmy Page también
está haciendo unas declaraciones en las que comenta que no cree posible que Led Zeppelin vuelvan a juntarse. Page, un tipo que lleva media vida
intentando volver a juntar al grupo y ahora se descuelga con esto. Esto está
más que ensayado, pero imagino que forma parte del circo mediático musical.
Led Zeppelin reunión: John Paul Jones, Jimmy Page, Robert Plant y Jason Bonham.
Debo reconocer que Led Zeppelin no es especialmente santo
de mi devoción. Tienen una discografía sólida, en las estanterías de mi morada
conviven todos sus discos oficiales de estudio y algunos directos al lado de
otras joyas como las discografías de Uriah
Heep, Blue Oyster Cult, Ted Nugent o
Judas; sí, reconozco que tengo una manera algo peculiar de ordenar mi
discografía y no siempre el criterio alfabético es el adecuado. No llego a la
opinión de los detractores que están convencidos de que solo se limitaron a copiar y robar la
música de los bluesmen anteriores, es
verdad que hay composiciones suyas muy sospechosas que hasta el más fanático
reconocerá en la intimidad, pero tampoco me parece que sean la quintaesencia de
la música. No obstante para componer “In my time of
dying” o “Kashmir” debes tener
talento, eso no se discute. El asunto con Led
Zeppelin es que entran dentro de la categoría de esos grupos que tienen
buena música, grandes canciones y/o discos, pero algunos de sus componentes no
son buenos músicos. En el universo Zeppelin
debo reconocer que mis preferencias van en dirección de John Paul Jones, un bajista versátil e inspirado, y John Bonham, un batería con una pegada
de otra galaxia. En lo que respecta a Jimmy
Page entiendo que es un músico con un don especial, creador de canciones
que han marcado a generaciones de personas, pero a la hora de tocar la guitarra
no tienes más que escuchar cualquier directo: un sonido sucio y una digitación
mediocre. Aquí volvemos a un debate recurrente: ¿hay que saber dominar la
técnica de tu instrumento o crear un todo artístico que llegue al público? Por
mi parte lo tengo muy claro: me pueden llegar grupos con un nivel técnico y
compositivo básico, pero cuanto mejor toques más recorrido y posibilidades
tendrás para crear algo superior. En cuanto a Robert Plant poco se puede decir, el amigo encarna perfectamente el
arquetipo de frontman, pero no ha
cantado un carajo en toda su vida. Las grabaciones en directo en las que casi
sientes lástima porque ahí no hay voz por ningún lado y no llega a ningún sitio
son muchas, muchas. Aunque nuestro amigo Robert
ha demostrado ser un músico inteligente, tras la separación de Zeppelin se lanzó a una carrera en
solitario de corte intimista, indagando en otro tipo de sonidos y fundiéndolos
para crear una música personal y, por momentos, muy inspirada. Sin renunciar
nunca a sus gustos e influencias musicales, no se quedó estancado en el rollo
ex-Zeppelin y ahora goza de un
status ganado a pulso y bien merecido. Todavía recuerdo cuando me desplacé en
2004 hasta la localidad inglesa de Chippenham, un pueblo perdido de Reino Unido, para ver en
directo a Little Richard en un
festival de Rock n’ Roll oldie que allí se organizaba y entre los
asistentes vip estaba Robert Plant
mostrándole sus respetos al único e irrepetible Arquitecto del Rock n’ Roll.
Robert Plant. John Paul Jones. Jimmy Page.
Hay un aspecto en Led Zeppelin que admiro profundamente y
es que ante todo eran un grupo. Cuatro tipos. Falleció John Bonham y se acabó Zeppelin.
Tomaron la decisión en su día y cuarenta años después la mantienen. En su caso
todo estaba a favor, fallece uno de tus músicos cuyo hijo también toca la
batería como una bestia y no tienes más que volver a juntarte unos años más
tarde para girar en directo y vivir de las rentas; incluso puedes componer
música nueva con tanta calidad o más que la clásica. Hay tantos ejemplos que
intentar enumerarlos resulta estéril. Supongo que el mérito de esto es
fundamentalmente responsabilidad de Robert
Plant y, en menor medida, de John
Paul Jones. A Jason Bonham no
tienes más que llamarlo y acudirá, él no fue miembro fundador, es un homenaje a
su padre y seguro que hay mucha pasta de por medio. La carrera posterior de Jimmy Page ha sido tan exigua como
errática y se ha pasado años intentando convencer por activa y por pasiva a Robert Plant de volver a reflotar el
zepelín… ¡si en todos estos años ha sacado más reediciones y remezclas de las
canciones de Led Zeppelin que discos
propios suyos! Sea como fuere su decisión les honra y no ha hecho más que
agrandar la leyenda del grupo hasta los altísimos listones en los que se
encuentra hoy en día. Solo se han vuelto a juntar para conciertos especiales y
ocasiones puntualísimas, contándose con los dedos de una mano estas reuniones y
siempre con motivos más que fundados –la última para honrar el fallecimiento de
Ahmet Ertegun, el capo de Atlantic que les ofreció el contrato
discográfico que les acabó llevando a la gloria-. Si realmente se llega a
concretar el evento de este año ni me plantearé intentar comprar una entrada,
será misión literalmente imposible y casi prefiero no tener que enfrentarme a
una interpretación suya del mítico “Rock
n’ Roll” -una de las canciones suyas que más me han marcado- que destroce
dicho tema; no hay más que escuchar la toma del “Celebration Day” de esa última reunión de hace unos años para
atestiguarlo. Me vale con los buenos recuerdos de la actuación que ofrecieron
en Madrid en 1995 cuando actuaron bajo el nombre artístico de Page & Plant; vamos, Led Zeppelin sin Jones ni Bonham.