Mientras esto ocurre queremos compartir con vosotros la entrevista que realizamos con el propio Carlos en el verano del 2011. Fuimos invitados a su residencia y mantuvimos una agradable charla en su jardín sobre toda una vida dedicada a la música, sus experiencias con Panzer y nuevos proyectos que, después de estas últimas noticias, cobran más sentido que nunca. Con todos vosotros: Carlos Pina.
ENTREVISTA A CARLOS PINA.
-¿En qué momento descubriste que
podías cantar y te interesó hacerlo?
Empecé muy joven, en los años setenta, cuando tocaba la guitarra con
mis amigos en el parque. Tocábamos en la calle y la gente nos rodeaba...cien
personas muchas veces, la gente que nos escuchaba, cantaba, aplaudía. Hacíamos
cosas de Crosby, Stills, Nash &
Young, de Bob Dylan, Hendrix o Jethro Tull, que acababan de hacer “Aqualung” o “Thick As A
Brick” y eran uno de los grupos punteros de ese momento. Era una etapa que
recuerdo con mucho cariño, no se cobraba por cantar, hablo se los años setenta
o setenta y cinco. En estos años ya empecé a incorporarme a grupos hasta que en
el setenta y nueve me incorporé a Magerit,
mi primer grupo importante con otra gente. Y en el ochenta probamos suerte con Panzer.
-Me has hablado de bandas muy interesantes ¿Esos eran tus gustos de
entonces?
Tenía amigos mayores que yo y que les gustaban Led Zeppelin, Santana, Lucifer´s Friend. Who. Entonces se
mezclaba todo, no había los conceptos de estilos musicales de ahora, aquello
era como una gran explosión. En los primeros setenta llegó a mis manos un grupo
nuevo con un disco en el que aparecían las cabezas de los presidentes y que se
llamaba “In Rock”. Ese disco lo
ponía a todas horas, me acuerdo que me lo compré en el rastro y estaba siempre en mi tocadiscos, acababa la
cara A, pinchaba la B y vuelta a empezar. Así podía estar toda una tarde. Creo
recordar que era en verano y le di muchas escuchas. Un día ya le pregunte a mi
padre su opinión sobre el disco y recuerdo que me dijo que eso era rock duro. DEEP PURPLE, como no.
-Estoy de acuerdo contigo en lo que comentas de las etiquetas. Hay que
escuchar música sin prejuicios.
Como ha habido tanta cantidad ha habido que organizarla de algún modo.
Como en los setenta hubo esa explosión musical, creo que viene desde entonces.
Los que venimos de esa época no tenemos ningún prejuicio a la hora de escuchar
música, todo lo contrario desde Johny
Cash a Fairport Convention, Queen,
James Taylor... Todo esto es enriquecedor. También es cierto que en los
setenta todavía había mucho por hacer, en el dos mil once ya se han hecho un
montón de cosas, ahora es más difícil innovar.
-¿Cómo son tus gustos musicales hoy en día?
Están marcados por todo mi recorrido, siempre estoy evolucionando, mi
trabajo en la radio también me ofrece otros sonidos. Ya entonces escuchaba a Yes o Pink Floyd. En la época de Panzer
escuché “Sad Wings Of Destiny” de Judas o Whitesnake, que viene de Purple
y, aunque no sea totalmente original, tiene su particular dimensión.
Con mi programa de radio, que comenzé en el ochenta y siete, ya ponía
a muchos grupos de rock melódico como Survivor,
Autograph o Bon Jovi. Mi idea
era la de unir los estilos siempre con calidad, indagar y pinchar lo que se
cocía en esos momentos. También empezaban a surgir grupos como Guns’N’Roses o Poison y estética glam. Rompehielos
intentó aglutinar la sabiduría del pasado, lo que está en el presente y lo
que va llegando. Fui uno de los primeros en radiar a Satriani, de hecho era la sintonía del programa.
Aquí en España nunca ha habido covertura para el rock, hemos sido unos
pocos que nos ha interesado y lo hemos trabajado, además no hemos tenido una
televisión dedicada al rock y, excepto un par de programas como Popgrama o algún otro, ningúno tocó el
rock antiguo. Ves el desfase real, se han perdido unos cincuenta años de música
rock, y el que quiera retomarlo en cualquier televisión tiene una tarea dura.
No se trata de programar temas o discos sueltos, sino que debe haber una
conexión lógica y coherente de temas que solo se puede llevar a cabo desde el
conocimiento.
Detrás de cada estilo musical, del jazz, funk, hip hop... hay un mundo
y como indagues verás que con cada estilo puede haber más de tres mil discos
imprescindibles. Es normal ser selectivo.
Ultimamente me interesa indagar sobre música alemana de finales de los
años treinta y principios del cuarenta que es un poco más abarcable, sobre todo
porque hay menos cantidad.
-Hoy día no parece que los chavales de quince años estén especialmente
interesados por indagar.
Piensa que todos somos hijos de nuestro tiempo. Antes estaba todo más
oculto, ir con una guitarra y el pelo largo era sinónimo de drogas, gente sin
futuro. Ahora se ha evolucionado a las llamadas tribus urbanas y otra gente
directamente solo ve la tele y no se preocupa de nada más.
Creo totalmente que la música, bien sea rock, música independiente o
la que quieras, es generacional. Hay gente
joven que le gusta la música hecha por gente de su momento, de su época.
Si le das un disco de hace veinte años no le interesa igual, quieren lo suyo,
lo que está pasando en ese momento. Nosotros con quince años escuchábamos Deep Purple porque estaban en su
momento, no estábamos preparados para escuhar la música antigua como Elvis Presley. Luego aparece un
ejercicio interno y personal de búsqueda, evolucionas, sientes interés por más
cosas que te aportan.
-Antes de Magerit hay una
referencia tuya en el grupo Costura
Fuerte ¿Fue tu primer grupo cómo tal?
Se puede decir que sí. Al principio tenía grupos de blues, tocábamos
en el parque, ni siquiera recuerdo sus nombres. Cuando empezamos más en serio
estuvimos durante dos años con un grupo que no tenía nombre, no nos atrevíamos
a ponerle nombre. Estaba con Juan Leal,
que luego estaría conmigo en Panzer.
Éramos cinco músicos, teníamos un teclista. Estuvimos en el Ateneo Libertario
de Alfonso XII, que era un lugar con el que no sabían que hacer en la época de
Franco y en el que los grupos alquilábamos locales para tocar y demás. Recuerdo
que allí estuve en un grupo que se llamaba Costura
Fuerte, y creo que duró como una semana o así. Yo luego seguí con este
grupo que te digo, pero me fui a la mili y el grupo se vino abajo. Cuando volví
formamos Magerit, en el año setenta
y nueve.
-Magerit contaba con un
teclista. Ya os interesaba la música con teclado.
Lo formábamos Rafa Ramos de
batería, Rafael Insua de bajo, los
guitarras eran Santiago Pascual y Manuel de Dios Ponce y el teclista
durante un tiempo fue José Segura. Después
de escuchar a Deep Purple no
concebía un grupo sin teclado y de hecho José
tenía un Hammond B3.
-¿Tocasteis en directo con Magerit?
Mucho, durante casi tres años. Lo hicimos durante en sitios pequeños,
y con lo que ganamos nos compramos un equipo para poder sonorizar. En aquella
época debías tener tu equipo para sonar en las discotecas, no contaban con
equipo como ocurre ahora.
-¿No hay nada grabado de Magerit?
Si, grabamos demos. Hace poco una amiga me dio una cassette con
maquetas de Magerit y lo cierto es
que se me ha perdido en mi universo de maquetas.
Quise contactar con uno de los componentes del grupo, que tiene todo
el material, para intentar editar lo que hay grabado. Lo malo es que no he sido
capaz de localizarle. Sería interesante, en el caso de que se sigan conservando
las cintas. También es cierto que el material es del grupo, él no puede
editarlo sin mi permiso. Pero podíamos llegar todos a un acuerdo y editarlo,
sería bonito. Era una música muy colorista.
-¿Por qué se acabó Magerit?
Se acabó porque vimos que no había salida para aquello. La maquinaria
para mover a un grupo es muy complicada. Primero debe haber cinco personas que
tengan una idea común, no puedes hacerte socio con alguien que no tenga tu
misma idea porque el negocio no va a ir bien. No pensábamos igual, en el grupo
había personas que trabajaban, que no tenían el tiempo necesario para ensayar.
Además, los gustos musicales empezaban a chocar un poco. Así que nosotros decidimos
hacer en ese momento Panzer, que nos
resultaba más comercial, más fácil de hacer llegar al público. Lo hablamos Rafa y yo, José también estaba de acuerdo. Hablamos con un guitarra que era Juan Leal y con un bajista que era Fernando y formamos Panzer. En esa época en España hacer un grupo
significaba deshacer el anterior. Hoy día afortunadamente puedes estar en
varios proyectos.
-¿Influyó de alguna manera Javier Gálvez?
En aquel tiempo él era el mánager por excelencia, era el papá de
todos. Él nos apoyó y dio cobijo, nos ofreció los primeros trabajos. Buscó a Fernando, de Trilogía. Empezamos a hacer maquetas con Félix de Pequeñiques, en
su estudio de grabación. Nos presentamos a un concurso y lo ganamos.
-El Festival de Rock del barrio de San Blas. Esto debió suponer una
inyección de moral para vosotros.
Claro, nosotros veníamos de Magerit,
de trabajar tres años sin que pasara nada y, de repente, en medio año nos pasa
esto. Luego viene Zafiro y nos ofrece un contrato discográfico. Te preguntas
entonces qué es lo que has hecho ahora bien y antes no. Se puede decir que con Panzer nos habíamos vuelto más actuales
y llegábamos a un público más del momento, mientras que Magerit se encontraba en un puente entre Génesis, Purple u otros grupos clásicos que representaban otra
historia. Resultó que Panzer nos
colocó en un sitio más adecuado. Y todo esto se materializó en un contrato de
cinco años con Zafiro, con Chapa.
-Aparece vuestro primer disco “Al
Pie Del Cañón” ¿Fue vuestra primera experiencia en un estudio de grabación?
Ya habíamos grabado antes maquetas, pero si, fue nuestra primera experiencia
en un estudio para grabar un disco. Al principio lo vivimos como en plan de no
saber muy bien todo lo que se podía sacar de aquello. Estabas deslumbrado y te
sentías importante, fue una sensación muy bonita. Fue en los estudios Scorpio
de Arguelles.
Por otro lado también tengo recuerdos agridulces, estaba por allí Luís Cobos que nos metió unas palmas en
uno de los temas. Las mezclas se las llevó Luís
Soler a Inglaterra y no nos acabaron de gustar, aunque este disco fue de
los que más vendió…entiendo lo que ellos hacían, se trataba de intentar
“colocar” un producto que fuera distinto a Barón
y Obús. Por entonces estábamos Barón Rojo, Obús y Panzer, y ellos quisieron darle un toque distinto. Por otro lado
nosotros no teníamos experiencia y eso se traducía en reticencia a todo lo que
nos proponían. Como músico, o te dedicas a tocar y dejas el resto del proceso
de grabación a otras personas de las que te puedas fiar, o además de ser músico
sabes lo que quieres a otros niveles (estilístico, sonido…). Lo difícil es
congeniar los dos mundos. Nosotros queríamos hacerlo y debido a nuestro
desconocimiento éramos desconfiados. En el fondo el estudio es un aprendizaje,
no se trata de ser o no famoso, sino de recorrer un largo camino de trabajo y
conocimiento.
-Es un gran disco, con grandes canciones como “Perro Viejo” o “Panzer”. ¿Las compusisteis para el disco o las
teníais de antes?
Aquí están muchos de los grandes éxitos de Panzer. Recopilamos algunas maquetas y cosas, pero sobre todo
estaba en nuestra cabeza. Los temas salieron con toda la rabia de esa especie
de frustración de Magerit, lo que
quieres es llegar al público y te das cuenta de que realmente puedes hacerlo y
conseguirlo con esfuerzo. Te vas retroalimentando con esas sensaciones.
-¿Cómo eran vuestras actuaciones de directo de esa época? Nuevo disco
que presentar...
La situación difería mucho de ahora. No había equipo en las salas,
tenías que alquilarlo. Necesitabas presupuestos para alquilar luces, furgoneta,
el equipo de fuera…necesitabas un road mánager que te lo gestionara. Alquilabas
veinticuatro o cuarenta y ocho mil vatios de luz, veinte mil vatios de sonido
de fuera, y lo tenías que llevar todo. Necesitabas roadies, dos furgonetas o
camiones. Lo cierto es que suponía un dineral. Ahora, afortunadamente, ya hay
equipo, pero antes no. Tenías que cobrar una cantidad para sufragar todo y lo
ideal es que también llegara para el grupo, así que, cuando repartías se había
quedado prácticamente todo en el camino (furgoneta, roadies, comidas…). Era
como pensar que habías tocado para todos menos para ti mismo.
En cuanto al repertorio siempre hacíamos los temas del grupo, no
tocábamos versiones. En los primeros conciertos interpretábamos nuestro primer
disco y ya está. Recuerdo que alguna vez tocamos algún tema de Trilogía o de algún grupo nuestro
anterior, pero no hacíamos versiones de clásicos. Sin embargo cuando yo empecé
si hacíamos versiones de Black Sabbath
o Purple,
en concreto del “Space Truckin”. Para cuando salió el segundo la cosa
resultó más interesante, el grupo empezaba a conocerse y consolidarse y tu
repertorio era más amplio.
Se tocaba mucho en Ayuntamientos y discotecas, espectáculos al aire
libre y gratuitos, en los que te veían miles de personas. Esto es lo ideal para
el grupo, te ve mucha gente y te paga el Ayuntamiento. Antes era más sencillo
porque había pocos grupos, ahora hay muchísimos más y es complicado.
-Luego vino “Sálvese Quien
Pueda”. ¿Qué nos puedes contar de este disco, su sonido?
Lo grabamos en Eurosonic y contratamos a Bob Boglia, el técnico de Ian
Gillan. Lo malo es que se grabó de noche, primero se grabaron los
instrumentos y luego las voces. Me puse afónico, mi garganta es muy sensible
con el tema de la voz, los cambios de horarios o desajustes me influyen y eso
me afectó. No tengo anginas y eso se traduce en una faringitis crónica bastante
habitual. Estuve toda la grabación tomando miel con leche y todo eso, me
esforcé mucho. De todos modos, el resultado final fue muy bueno.
-El cantante es una figura muy visual en un grupo. Panzer como grupo ha marcado una
impronta contigo como cantante, dando una imagen muy clara de hacia dónde
avanzar. ¿Es así o lo percibes de otra manera? ¿Hasta dónde queríais llegar
como grupo?
Bueno es así, nosotros queríamos llegar hasta el final, donde quiera
que estuviera. El problema es que el mercado español no es el anglosajón y muy
pronto te das con el tope. Esto es hasta aquí y ya no pasas. En Estados Unidos
los discos se promocionan mundialmente, te pueden escuchar en Japón. Inglaterra
o Estados Unidos siempre han mirado hacia afuera, mientras que en España se ha
mirado hacia adentro. En España, en cuanto haces Madrid, Barcelona, Bilbao y
otras cuantas ciudades ya lo has hecho todo. Si no consigues salir al
extranjero no hay más evolución. Las compañías de discos publicaban aquí y ya
está. Sin embargo en ese momento las compañías empezaron a intentar mirar hacia
afuera y, de repente, nuestros primeros dos discos aparecieron en toda
Sudamérica. El problema vino cuando no nos pagaron por esto ni tampoco podías
plantear ir allí a tocar porque económicamente era inviable.
Mausoleum editó nuestros dos trabajos en Bélgica, Holanda, Luxemburgo,
Alemania, Italia y los países escandinavos. Nuestra compañía nos dijo que no
llegaron los beneficios, pero a nosotros nos llegó de autores y entonces se
produjo una sensación rara. Seguimos tirando, hicimos “Toca Madera” y “Caballeros
De Sangre” y vimos que no había repercusión internacional, no había unos
beneficios que te permitieran seguir tirando del asunto. La compañía de discos
siempre tuvo excusas para no pagarte por las ventas de tus discos, luego nos
enteramos de que llevaron una doble contabilidad. Por otro lado para sonar en
algunos medios de comunicación tenías que pagar y tu compañía no invertía.
Tenías que mantenerte por ti mismo, sin apoyos y casi en la precariedad. Así
que al final dormimos el asunto y, curiosamente, se empezó a despertar el mito.
-¿Compusisteis las canciones después de grabar vuestro primer disco o
tomasteis ideas anteriores? ¿Qué nos puedes contar del proceso de composición
del disco?
Nuestro modus operandi siempre ha sido el mismo, tras acabar un disco
hay que tocar y trabajar en el local para el siguiente. Vas probando canciones,
retocas y ensayas. Siempre para cada disco.
- En la canción “Galones De
Plástico” colabora en las letras Xaime
Noguerol.
Xaime es un poeta
gallego que nos presentó una idea para colaborar que nos gustó. Trabajamos en
la letra de la canción y le acreditamos. Así no es todo un monólogo mío, se
trataba de abrir un poco el grupo, es bueno que una banda tenga colaboraciones,
la gente de fuera te ofrece una visión distinta a la tuya y aporta, todo lo que
sea sumar es bonito. Además, el tiempo ha demostrado que esta colaboración fue
un éxito. En esa época, tras el franquismo, resultó interesante hacerlo. “Galones De Plástico” se convirtió en
otro tema importante nuestro, mucha gente, cuando estaba en la mili, tenía ese
tema como algo emblemático. A más de uno incluso le resultó problemático tener
en su taquilla la letra de la canción.
Es más, aunque Rosendo y Leño ya habían hecho muchas cosas en
esta dirección, creo que fue uno de esos temas de rock urbano que abrió la frontera
a muchos grupos como Barricada u
otros grupos de ese estilo posteriores. “Galones
De plástico” fue una especie de punta de lanza o inicio.
-Otra gran canción de este album, una de las más importantes que se
han hecho en este país es “Junto A Ti”. La letra es muy bonita ¿Te parece
importante la letra en una canción?
Esta sí que era una canción antigua mía, la tenía compuesta hacía
tiempo con mi guitarra acústica. Intentamos no variar mucho mi primera versión,
sin muchas guitarras duras. Creo que es uno de los temas que mejor ha pasado el
test del tiempo.
La letra para mí es esencial para la canción. Me he pasado muchas
horas escribiendo textos para melodías. Mi manera de trabajar era buscar
primero las melodías en inglés para luego adaptarlas al español, no
traducirlas, sino reinventarlas para que la expresión y el sonido fuera el
adecuado para la canción. Escribía en inglés porque era lo que me salía, ya en
nuestra primera época con Costura Fuerte
cantábamos en inglés, yo he conocido la música en ese idioma. Siempre he tenido
mucha paciencia para encajar la letra con la melodía. Siempre me ha gustado
mucho escribir. Esta época fue para mí un aprendizaje, descubrir cómo decir las
cosas de un modo adecuado, sutil y literario.
-¿Os planteasteis dar el paso de grabar en inglés?
Sí. Incluso hablamos con una productora, no recuerdo cual…, que nos
dijo que no podíamos cantar en inglés porque estábamos en España y punto. Luego
después fui a la mili, volví con lo de Magerit
y ya todo en español.
No hay que olvidar que el idioma del rock es el inglés, nació con él y
tiene su propia sonoridad, distinta a la del español. Los que me parece que han
logrado captar esa esencia fonética y adaptarla han sido los músicos
argentinos, que cantar con un tono y un desparpajo que me llama la atención.
En parte por eso entendí que no me gustaba mucho la música española de
los grupos de los setenta, yo venía del rock anglosajón (Purple, Jethro, Zeppelin…) y escuchaba letras de grupos españoles
un tanto mundanas y simples, sin ánimo de ofender, pero que para mí eran
insustanciales. Yo quería expresar otro tipo de cosas y sensaciones en mis
letras. Recuerdo que hicimos una entrevista en la antigua radio
intercontinental (hoy intereconomía) y el locutor Fernando Forner lo primero que me dijo es que “Galones De Plástico” no la iba podría programar… por la letra. Es
curioso, a nosotros nos daba igual, íbamos a seguir pensando del mismo modo, lo
que queríamos era darnos a conocer en su público, pero nos llamó la atención
porque nos lo dijo en cuanto entramos en la emisora.
-¿Tienen algo de autobiográfico tus letras?
Puede ser, todas las emociones que tienes las pones en lo que
compones. Recuerdo el tema “Fuego
Prohibido”, mientras ensayábamos en el local venía siempre una amiga muy
jovencita a vernos y se puede decir que ella me inspiró para hacer esa canción.
-En el disco “Toca Madera”
no toca Juan Leal ¿Qué pasó para que
dejara el grupo?
En este disco toca Suso.
Juan tenía otros intereses y vimos que el sonido con una sola guitarra era más
claro. Muchas veces la vorágine del rock te lleva a tomar determinadas
decisiones y, como teníamos a Suso y
lo hacía bien, dejamos estar la historia. Para el siguiente disco Suso lo dejó y entró José Casal.
-Lo grabasteis en Ibiza. Aparecieron reportajes en la prensa de la
época ¿Qué tal fue la experiencia?
Mariskal -Vicente Romero- nos lo preparó todo.
Zafiro vio que el lugar más económico para grabar era Ibiza y allí nos
mandaron, ellos pasaban de nosotros como de todos sus otros grupos. Zafiro lo
único que buscaba era ganar dinero, lo demás le importaba muy poco.
En Ibiza teníamos los hoteles y allí dormíamos, comíamos, grabábamos y
lo hacíamos todo. Era como un viaje programado. Estuvimos una semana grabando
hasta por las noches, cinco días para grabar y dos para las mezclas. Primero se
grababan bajos, baterías y una guitarra y voz de referencia, luego las
guitarras definitivas, solos, breaks de batería y la voz.
La sensación que me queda es la de que todo se hizo muy deprisa, sin
posibilidad de reflexionar. No había tiempo para nada, todo el tiempo en el
estudio.
-¿Hay videoclips de este disco? Circulan cosas por you tube.
Durante nuestra estancia en Ibiza además hicimos dos videos. Los
primeros del grupo. Todo vino por iniciativa de una gente de Ventas, que nos
propuso hacerlos gratis, a cambio del viaje. Una buena experiencia, me gustó.
-La portada del disco ha pasado a la historia del rock español.
Eso se le ocurrió a Mariano
García, nos pareció bien, lo preparamos todo y lo cierto es que fue un éxito. Con la
abuela rockera y los cuernos. Le pusimos mi gorra, mi cazadora y…portada
histórica. La abuela, que no se perdía un concierto.
-Hay un tema en el disco, “Tú
Mismo”, con su letra saliendo de los clichés del momento y en una línea similar
a “Solitario”. ¿Qué te parece?
“Tú Mismo” me llenó
mucho. Actualmente hago su introducción en los conciertos a capella. Es una
letra muy personal, en ese momento estaba intentando componer letras un poco
independientes de armonías.
Siempre he intentado ser un poco diferente, dirigirme a un tipo de
público generacional que podía escuchar y pensar en las letras. Además
intentaba reflejar cosas que también a mí me afectaban, que estaba viviendo en
esos momentos.
Muchas veces se critica que los músicos quieran evolucionar, crecer o
cambiar. Me parece muy importante crecer. Es difícil que intentes contactar en
tus letras con la gente hablando de temas que tu no sientas, no creo que para
llegar a la gente joven de hoy día tengas que hacerte un planteamiento de
hablar sobre sus temas si no te llegan a ti. Debes hablar desde tus
sentimientos, si está bien hecho, nunca falla.
-El tema título, “Toca Madera”,
o “Número Negro”, tienen una
temática más oscura ¿Fue algo premeditado o salió de modo natural?
La propia evolución del grupo y sus discos nos llevó a hacer un disco
más heavy, más “satánico”, con letras dedicadas a los mitos del Cthulhu de H.P. Lovecraft, gran
escritor americano. Cuando era adolescente tenía un amigo que le gustaba estos
temas y empecé a leer sus libros, hoy día tengo toda su bibliografía. Lovecraft tenía ciertas similitudes con
Allan Poe, aunque menos conocida, su
literatura trata de temas de horror y cosas así. Estos escritores tomaban
Absenta y estaban “algo colgados”, buscaban llamar la atención, asustar,
impresionar al lector con historias de terror fantásticas de seres de las
profundidades y demás. Hablamos de terror psicológico. Otro libro que me
impresionó fue el Necronomicón, o
libro de los nombres muertos, libro del más allá que abría algo así como una
puerta diabólica. No he creído nunca realmente en el demonio como tal, pero
esta literatura me abrió una puerta o dimensión con respecto a estos temas muy
interesante. Si lo leo a día de hoy igual ya no me emociona tanto, los libros
de terror han evolucionado mucho, pero en su momento me pareció muy
emocionante.
Por la época del Toca Madera,
letra compuesta por Juan Pablo “El Pirata”, como todo el mundo estaba con el
rollo de la leyenda negra de Panzer y
todo eso, yo recordé sobre lo que había leído en el pasado y decidí escribir
sobre estos temas. Así se fraguó Caballeros
De Sangre de mitología histórica, digamos... La canción “El Inmombrable”, por ejemplo, habla
del demonio pero a través de la mitología de Lovecraft. En Inglaterra un disco sobre Lovecratf podía haber sido un éxito pero en España, nos gustaba a
cuatro locos, y pasó desapercibido en ese aspecto.
-En este disco, “Caballeros De
Sangre”, una cara se llamaba Ángeles y otra Demonios. Este disco es más
oscuro.
Lo grabamos también en Ibiza y es verdad que buscaba esa intención.
Nos salió así, las letras eran más oscuras, con los mitos del Cthulhu de Lovecraft de fondo. Sin embargo creo que fue uno de los discos que
menos éxito tuvo, tal vez porque la gente no lo entendió.
Otra canción de este disco es “Predicador”,
me gusta mucho este tema. Tiene ese trasfondo de Lovecraft, mezclado con los sentimientos que me sugirió una
película de Clint Eastwood que se
titulaba El Predicador. Este film me
impactó y de ahí su título.
Con este disco intenté mezclar todo este mito de Lovecraft y mis propios miedos y demonios interiores. Eso es “Caballeros De Sangre”, dos partes de
una misma historia.
-En este disco estaba José
Casal. ¿Seguía Suso con
vosotros?
No, Suso se fue a la mili y
perdió un poco sus ganas de seguir en esta historia. Metimos a Casal porque queríamos seguir tocando. Suso ha seguido después, es un muy bien
guitarrista. De hecho hoy día vive de la música, toca con diversos artistas.
Supongo que llegó un momento en que se planteó esta historia de un modo
diferente, liberó su ego, y lo que hace ahora es su manera de vivir,
independientemente del estilo musical. Está interesado en tocar en directo,
nada de grabar. Tocó con nosotros la última vez en el Leyendas del Rock Festival de Murcia de hace tres años y lo hizo de
forma maravillosa, me entiendo a la perfección con él.
-¿Qué opinas de toda la leyenda de mala suerte que el grupo ha
arrastrado desde siempre?
En un principio nos pareció gracioso y nos ha seguido acompañando.
Siempre que se use como algo gracioso y cariñoso nos parece bien. Si la gente
lo usa de modo peyorativo o agresivo, para meterse con el grupo, nos parece
mal. Desgraciadamente hay gente con mala intención, muchas veces es por simple
desconocimiento. Toda esta aureola de grupo gafe nos ha hecho perder muchas
actuaciones. Se trata de trabajar con la gente en positivo.
-“Sábado Negro”. Disco de
difícil gestación. ¿Qué nos puedes contar de la historia de este disco?
Cuando acabamos con Zafiro, por cuestiones económicas de impago de
discos vendidos en Europa y Sudamérica, nuestro mánager Javier Gálvez
nos propuso grabar un directo con la que sería su nueva compañía Lady Alicia.
Lo hicimos en el Egaleo, creo que nos lo ofrecieron de manera gratuita y la
entrada sirvió para sufragar la grabación del disco.
Nunca recibimos nada de las ventas de ese disco. Lo publicó Avispa sin
tener nada firmado que le permitiera utilizarlo, no nos pagó ni un duro. Este
disco fue el primero de la compañía de Javier
Gálvez, Lady Alicia, que trabajó sobre seguro y en precario para intentar
sacar el máximo rendimiento.
La técnica de grabación que se usó fue sobre cintas de video VHS. Grabamos
para hacer un disco doble pero la calidad de la grabación no fue tan buena como
esperábamos. La compañía de J.Gálvez, a través de Avispa, editó lo
que pensaron que podía ser más comercial. La decisión de hacer un álbum
sencillo, la selección de temas, todo fue una decisión de la compañía. Lo
cierto es que se vendió fenomenal para la época, todos los vinilos
desaparecieron pero, insisto, no he cobrado nada por aquello.
-Lo más justo para el grupo hubiera sido editar un disco doble.
Hubiera sido lo mejor. En aquella época para prensar el vinilo
necesitabas mucho espacio, es un tema técnico, para obtener más calidad era
necesario aumentar la distancia entre los surcos. En realidad se necesitó pegar
mucho los surcos y redundó negativamente en la calidad del sonido. Si se
hubiera hecho un disco doble se podrían haber incluido más canciones y con más
calidad. Después, Avispa, sacaron copia en Cd, desde el master del propio
vinilo, que no sonaba bien, pero se vendió todo. Lo ideal hubiera sido trabajar
con el master para hacer una producción en condiciones, haberme llamado e
intentar sacar algo en condiciones. De hecho no han vuelto a reeditarlo, y si
lo hacen les demandaré personalmente.
-En su momento se justificó este deficiente sonido porque se había
intentado respetar el sonido original del concierto sin añadir nada. ¿Qué nos
puedes contar de esto?
Primero está el tema técnico, como hemos comentado antes, si juntas
surcos disminuye la calidad. Hubiera podido quedar muy bien pero no se quiso
trabajar en condiciones, hacer la inversión económica y de esfuerzo necesaria.
Tampoco creo que Javier tuviera la
experiencia necesaria y debió tener asesoramientos inadecuados. Les llegué a
decir a los hermanos en Avispa que este disco con ese sonido final era mejor
dejar de fabricarlo, pero no me hicieron caso.
-¿Se llegó a retocar algo en estudio?
Creo que sí, algo, muy poco, pero algo. De todos modos esto se hace en
todos los directos publicados, incluso hay discos totalmente hechos en estudio,
discos de grupos internacionales editados como directos, que están tocados
íntegramente en estudio, respetando solo los aplausos entre canción y canción. “Sábado Negro” era un disco con casi
nada retocado, no se podía hacer por cuestiones técnicas.
-¿Es cierto que se llegó a ir la luz durante la actuación?
La verdad es que Panzer
siempre ha sido un grupo un poco inconsciente. El bajista por entonces hacía
unas “bombas” de magnesio con clorato, metía una resistencia a la luz y aquello
explotaba creando una especie de bomba de luz que enloquecía al público.
Siempre que pones una bomba de estas se crea un cortocircuito y se va la luz,
solo era cuestión de quitar rápidamente la conexión y volver a darle al asunto
para tener de nuevo luz. También se podía hacer con una batería de coche, una
persona la conecta en el momento adecuado y no se va la luz, pero hace falta
una infraestructura. Nosotros no teníamos infraestructura sino un técnico que
hacía lo que se le ponía en los…
El concierto del Egaleo
duró más de dos horas, tocas durante una hora y de repente hay una supercarga
y, o llevas un electricista que controle, o estás vendido. La luz siempre fue
un problema, pero en nuestro grupo y en todos los demás. Lo que pasa es que si
nos pasaba a nosotros era como que nos crucificaban.
Me acuerdo que una vez actuamos en el Marquee de Madrid, contratamos veinte mil vatios de luz, veinte
focos que llevábamos. Llevábamos a un técnico que había trabajado con Obús, “el Bodega”, que era de todo
menos técnico. Era un tipo enrollado y tal, total; que llegamos a la sala,
empieza a manipular los focos y se los empezó a cargar de dos en dos… porque no
sabía la fuerza que había en tensión…
¡Qué desastre! se cargó veinte mil vatios en focos en cuatro
minutos porque no sabía cómo iba aquello (necesitas un aparato para disminuir la
corriente). Ja, ja... Fue uno de los que mantuvo el mito del gafe de Panzer. Nosotros siempre hemos
intentado hacer favores a los demás, ser enrollados y si vas así acaba
marchándote todo peor. Esto es como un trabajo y tienes que estar con gente
responsable, que saque su trabajo adelante. Gente dura.
-¿Cómo era el repertorio del grupo en este momento?
Estaban todos los temas importantes, “Toca Madera”, “Galones De Plástico”, “Junto a Ti”, “Fuego Prohibido”, “Caballeros
De Sangre”. Solíamos tocar hora y media que, por otro lado, era lo que
duraban las actuaciones de entonces. En los contratos el tiempo estipulado era
de un mínimo de cincuenta minutos.
-¿Qué pasó después del directo con Panzer? Fernando Díaz
estuvo en el grupo desde el principio ¿Decidió irse o el grupo se separó?
El directo se publicó y realmente no pasó nada. Nos planteamos tomar
otro camino. Las cosas iban un poco en declive, era difícil mantenerse a nivel
económico.
Con Fernando no tenía una
relación fluida y llegó un momento en que no podía trabajar con él, así se lo
expresé y decidimos sustituirle por Nico
del Hierro. Hicimos un par de actuaciones, alguna con Jero. Fue algo muy puntual dentro de una situación complicada.
-Panzer estuvo a un paso de
conseguirlo. Grabasteis cinco discos (cosa que no pueden decir muchos grupos),
no sé qué faltó o falló ¿Por qué crees que ocurrió resto?
Panzer no explotó
porque ya habían llegado Barón Rojo
y Obús. No había sitio para más
bandas. Nosotros podíamos haber seguido, pero tendríamos que haber hecho una
inversión personal y no disponíamos de esa solvencia en aquel momento. Yo había
dedicado cinco años intensivos de mi vida al grupo sin haber conseguido nada
consistente a cambio, en plan de dinero. Llegó un momento en que no había
actuaciones, vas relajándote, perdiendo el contacto y la tensión con la gente y
todo se va desinflando. Si le unes que las relaciones tampoco se fueron
renovando, todo hace que se vaya perdiendo el interés.
-¿Sucedió como algo gradual dejar el grupo y empezar con la radio?
¿Llegaste a compaginar ambos mundos?
En el año ochenta y siete aún no habíamos dejado el grupo. Por
entonces era un “indigente”, todo mi dinero lo había dejado en el grupo.
Presenté un proyecto a Radio Tres y salió adelante, por lo que hubo un momento
que estuve en las dos historias. Lo malo es que el grupo por entonces estaba
atascado, no iba hacia ningún sitio. Estábamos cansados de darnos golpes contra
la misma pared, había que pagar para salir en radios y revistas.
-El programa Rompehielos me
pareció una bocanada de aire fresco dentro de la radio especializada en rock
duro en España. Difería del estilo y los clichés de los locutores de radio del
momento ¿Qué nos puedes contar sobre esto?
Sé de qué estilo y clichés hablas y no me gustaban. Presenté un
proyecto para dignificar, primero al oyente de rock y segundo al músico de
rock, porque escuchaba otros programas y parecía que ni siquiera tenían unos
conocimientos musicales adecuados.
Yo siempre he elegido la música que pinchaba, me compraba discos de
importación y, junto con los que te mandaban a la emisora, te permitía gozar de
un amplio abanico de posibilidades musicales.
Como músico sé lo que cuesta grabar y publicar un disco y lo mínimo
que merece ese músico es que se conozca su producto y que en los medios te
traten con conocimiento y respeto. Si tienes que hablar algo de alguien, lo
mínimo es que te documentes, no lo improvises. Lo primero que debes hacer en un
programa de radio es guionizar la parte hablada, documéntala, que te permita
moverte durante el programa. Si haces una entrevista a un grupo pregúntale
cosas interesantes, prepáralo antes. Yo siempre he hecho mis guiones de radio,
incluso mi director me los pedía, y esto me resultó muy enriquecedor, porque te
prepara y da tablas. Un gran músico, que sepa mucho, puede improvisar pero uno
que no tenga ni idea no puede, y con la radio pasa lo mismo.
-La selección musical de Rompehielos
era muy acertada y ayudaba al oyente a conocer y tener un mínimo de identidad
musical. Esto no era lo habitual en España. Luego pasaste a Bienvenidos Al Paraíso y después a Música En Negro. Por otro lado
escribías una columna en la revista Heavy
Rock llamada Paraíso XXI ¿Había
relación entre ambas? ¿Qué recuerdas de todo esto?
Me pidieron que dejara Rompehielos
y que hiciera un programa de firma. Claro que había relación, la columna de la
revista en un principio se llamaba Columna
Maldita, luego pasó a ser Paraíso
XXI y tiene que ver porque ambas cosas las hacía yo.
Bienvenidos Al Paraíso sonaba a las
cuatro de la tarde, con lo que había que poner música más suave. Rompehielos me
lo quitaron porque ponía mucho rock, esa ha sido mi “espada de Damocles”, siempre me han dicho que
tenía que poner menos rock. El único directivo de Radio Tres que me dio la oportunidad con el rock fue Fernando Argenta, músico de Micky y Los Tonys e hijo del gran
músico y director de orquesta Ataulfo Argenta, otro músico a fin de cuentas. Todos los demás directivos
siempre han puesto pegas con el rock. La música por sí sola ya es un contenido
cultural, lo que es un desastre es el tema de los directivos. La radio
funcionaría mejor sin directivos, dame veinte de locutores y veinticuatro horas
para programar y te hago la radio, no quiero puestos burocráticos, solo veinte
tíos que sepan y quieran hacer sus programas.
-¿Qué tal tus años finales en Radio
Tres, en tu programa Música En Negro?
¿Por qué cambió el contenido?
Pues por lo mismo de antes, tuve otro director que me dijo que quería
un programa más actualizado dentro del mundo del rock. Tenía un horario
nocturno y seguía poniendo a Satriani
o Vai junto con cosas como Linkin Park, Sober o Creed, todo lo nuevo.
Siempre he pinchado música que me gustaba. La presión la recibía
cuando me pedían una determinada orientación, dentro de eso mezclaba los
contenidos buscando la combinación más adecuada. En realidad este programa era
como un anexo al Rompehielos pero
con temas actuales. Es una cuestión de mentalidad abierta musical, de descubrir
la evolución de los grupos y estilos. Mi idea es poner en la radio lo que yo
quiero que la gente escuche, no solo lo que se espera, se trata de ampliar
espectros y miras. Rompehielos, El
Paraíso o Música En Negro en
realidad es todo lo mismo pero con matices, en todos soy yo y mis gustos.
-Vuelve de nuevo Panzer. ¿Cuándo
os volvisteis a juntar? ¿En qué momento decidisteis que era lo correcto?
Esto ocurrió en el dos mil cuatro. Actué en el Festival Leyendas Del Rock acompañando a Casablanca, canté con ellos un par de canciones, pero eso fue algo
más individual. Su mánager me lo propuso, me acerqué con mi coche, me preparé un
poco, salí, canté y tan bien. A raíz de aquello, Panzer, el grupo, quedamos para comer, la hablamos y retomamos la
historia. Mi mujer falleció en el dos mil cuatro y eso me motivó también a
volver. Volver con el grupo me ayudó a ver las cosas de otra forma. La música
siempre ha sido una pasión para mí, no la hubiera dejado durante tanto tiempo,
lo que pasa es que tener un programa de radio y querer hacerlo bien me absorbió
mucho tiempo y esfuerzo.
-Habéis publicado otro directo, “De
Infierno A Infinito” y suena muy bien.
El DVD está realizado por unos chavales, directores de cine jóvenes,
con ganas y actitud, comandados por Samuel
Alarcón. Les dimos carta blanca para enfocar la grabación como estimaran,
siempre que respetaran el devenir habitual de un concierto de rock y la esencia
de la banda. El resultado final me agrada mucho. La producción musical es de Jorge Escobedo. Además aparece una
canción nueva, “Vida Eterna”.
-Tienes un nuevo proyecto
llamado Füel ¿Qué nos puedes
comentar sobre esto?
Nuestro regreso surgió a través de un técnico de escenario, Paco Ramos. Me propuso reunirnos y
hacer algo tranquilamente. Rehicimos Panzer
con Juan Leal y Miguel “Cachorro” a las guitarras y él
por su parte formó Füel, con quienes acaba de hacer un disco en directo.
Tenían una actuación pendiente y me llamó para que cantara con ellos, el caso
es que la experiencia me ha gustado y seguimos trabajando.
Aparte hay otro proyecto que comparto con Miguel “Cachorro”, en el que estamos trabajando con temas propios.
El problema es que ahora todo funciona muy lento en cuanto a la música rock.
Aquí está todo bastante parado siempre, porque no hay mercado, y en el rock
pasa igual.
-¿En qué onda musical se orienta este proyecto?
En la misma, es algo más personal porque son temas nuevos, pero
básicamente es la misma onda con canciones compuestas ahora.
En estos momentos estoy compatibilizando Panzer con Füel y
trabajando en mi nuevo proyecto con Miguel.
-¿Cómo está la situación actualmente con Panzer? En vuestro último DVD incluisteis la canción nueva “Vida Eterna”. ¿Hay posibilidad de
grabar temas nuevos?
De momento no hay intención de grabar, al menos por mi parte. Estoy
más reticente, no quiero aprovechar un nombre para obtener más repercusión,
ahora estoy interesado en trabajar de manera independiente. De todos modos
tendremos que hablar toda la banda para ver qué dirección tomamos, aunque mi
idea en estos momentos va en la línea que te estoy comentando.
Si queremos grabar con Füel
y también con mi proyecto en solitario. Con Füel la idea es buscar la autoedición, hoy día ya no hay compañías
de discos interesadas. Además, trabajar por libre te da más libertad, tiene su
lado positivo.
-¿En algún momento de tu carrera has llegado a vivir de la música?
Nunca he conseguido vivir del grupo. De hecho mucha gente no se dedica
a esto por eso, en España tendríamos muchos más músicos si hubiera un mínimo de
solvencia económica. No te olvides que la gente tiene que vivir de algo, no
puedes vivir pensando que vas a ser famoso dentro de cuatro meses.
La SGAE en realidad paga
una miseria, desde que la sociedad de autores españoles pasó a llamarse
sociedad de autores y editores los importantes pasaron a ser estos últimos. Los
editores, es decir, la empresa es la que se aprovechó con esos contratos
leoninos e injustos. Pasaron a importar solo los grandes superventas. Lo ideal
hubiera sido buscar un reparto más equitativo entre los músicos socios.
-Por último nos gustaría que opinaras sobre los siguientes cantantes:
-Dio: Una pena su pérdida.
Era muy entrañable. Mientras hicimos Toca Madera escuchábamos mucho “Holy Diver”. Para mí siempre ha sido
un referente.
-Gillan: Desde que le
descubrí en “Made In Japan” ha sido
un modelo a seguir.
-Paul Rodgers: Una manera
de hacer música independiente. Cuando lo descubrí con Free significó el underground del rock.
-Graham Bonnet: Gran
cantante, una de las grandes voces, muy bien templada en altos, pero me produce
un sabor agridulce. Su voz tan alta y aguda era difícil de plasmar en directo,
le he escuchado desafinar en directo (igual fue cosa de esa grabación en
particular, que si es el caso, no entiendo cómo pueden publicarlo). Era la
versión elegante del heavy, con su traje y presencia, como James Dean.
-James Brown: Referente
musical de los setenta y ochenta. Warren
Haynes me dijo una vez que Gov´t
Mule singificaba el gobierno de la mula porque se lo había dicho James
Brown haciendo una referencia al culo de su mujer, que era la que mandaba.
-Glenn Hughes: Es sobre
todo un amigo, le tengo mucho cariño. Es la mejor voz del rock.
-Little Richard: No tengo
muy claro quién inventó el Rock´n´Roll
pero este hombre estaba por allí desde luego. Es el principio del Rock´n´Roll.