Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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jueves, 12 de noviembre de 2015

Ian Gillan: "Repo Depo” 1992. Los discos fantasmas V.




En estos días tan intensos y convulsos dentro del universo púrpura, con toda la polémica de la posible nominación de Deep Purple al Rock n Roll Hall Of Fame y con la anunciada vuelta de Richtie Blackmore’s Rainbow con el vocalista afincado en España Ronnie Romero al frente, no puedo sustraerme a revisar una vez más la discografía en solitario de nuestro querido Ian Gillan. Repasar la increible y poco reivindicada carrera discográfica como solista de nuestra entrañable Garganta de Plata conlleva volverte a topar con algunos de los discos en los que trabajaron durante distintos periodos las distintas encarnaciones de sus grupos pero que, por diversos motivos, nunca llegaron a publicarse; los llamamos coloquialmente discos fantasma y son esos proyectos que no acabaron de cuajar quedándose grabados en cintas que acabaron en cualquiera de los cajones de fondo de los sótanos de los participantes.


Hoy le toca el turno al disco que prepararon en el año 1992. Es conocido como “Repo Depo”, que es el nombre inglés de un concepto del mundo de las finanzas por el que se presta dinero por parte de una entidad financiera con una opción de recompra, sería algo así como el embargo de bienes a un propietario y que pasan a guardarse hasta que el propio propietario puede recuperarlas o hasta que se subastan; otra coña más del exquisitamente grosero sentido del humor del que siempre ha hecho gala el afamado cantante.


Para ponernos un poco en situación conviene recordar que durante esos años Ian Gillan se había visto forzado a retomar nuevamente su carrera en solitario tras haber sido expulsado sumarísimamente de Deep Purple a finales de 1988 mientras  su amigo Roger Glover miraba para otro lado. Gillan se rehizo como de costumbre y sacó en 1990 el excelente disco “Naked Thunder”, sin duda uno de los mejores trabajos de toda su discografía, lanzándose a la carretera para presentarlo en directo y de paso demostrar al mundo entero que su voz estaba en perfectas condiciones –ese fue el motivo que argumentó Blackmore para expulsarle-. Ian formó equipo con Steve Morris, buen guitarra y excelente compositor, con el que compuso “Naked Thunder” y su sucesor “Toolbox”. En este periodo pudimos encontrarnos con el Gillan más salvaje de los últimos años. Mientras “Naked Thunder” nos traía a un Gillan maduro presentando canciones elegantes con grandes arreglos y variada instrumentación, el disco “Toolbox” fue un pelotazo Hard rockero en toda regla, lleno de temas directos, batería, bajo, guitarra y voz a piñón fijo sin florituras que nos evocaban tiempos y composiciones directas de discos como “Machine Head” –el tema “Pictures of hell” parece de otra galaxia-. Dos discos en dos años que demostraban que Gillan y su grupo estaban en plena forma. Sin embargo, pese a estos buenos discos y a sus giras de presentación, no había comparación con la anterior etapa en Purple en términos de éxito y popularidad. El grupo estaba formado por el bajista Brett Bloomfield, el batería Leonard Haze, el guitarrista Steve Morris y el propio Ian Gillan; un cuarteto sin teclista que sonaba de miedo. Steve Morris se fue del grupo a principios de 1992 ocupándose Dean Howard de las guitarras, otro gran guitarrista con discos en solitario grabados en su haber. El grupo siguió preparando lo que sería su siguiente entrega discográfica mientras ofrecía actuaciones en directo en las que presentaban algunos de esos temas. En algunos conciertos de ese verano se recogen las grabaciones de algunas canciones nuevas, incluso hay algún concierto que se grabó para la televisión local por lo que el sonido es razonablemente aceptable. Parece ser que económicamente la superviencia del grupo era cada vez menos viable, por lo que decidieron poner el nuevo disco en suspenso denominándolo “Repo Depo”. Esta es una de las versiones, otra de las causas puede ser lo que sucedió durante ese mismo verano y que pasamos a relatar a continuación.


El historia tomó un inesperado rumbo cuando invitaron a Ian Gillan a un evento conmemorativo de Deep Purple durante ese verano, allí coincidió con Roger Glover y éste le propuso volver nuevamente al seno Purple para conmemorar el veinticinco aniversario, que tendría lugar durante el año 1993. El hombre que había declarado un par de años atrás que prefería cortarse la jugular antes que volver a Deep Purple suspendía la actividad de su grupo en solitario para volver a la disciplina del grupo madre. En un principio la reunión con los Purple iba a ser puntual para luego regresar al Repo Depo… pero ya sabemos que eso no ocurrió jamás. Los músicos de Gillan supongo que no se extrañarían demasiado por esta decisión. Realmente no hay nada que reprochar a Ian, era su grupo en solitario y la gente sabía que algo así podía pasar en cualquier momento; por otro lado no tenían contratos firmados, parece ser que Ian Gillan siempre ha funcionado en sus bandas en solitario mediante pactos de caballeros y sin  contratos de por medio. El caso es que nuevamente nos encontramos con un disco practicamente compuesto condenado a no ver la luz del sol. En una entrevista concedida por entonces Ian se sacó de su bolsillo una cassette que contenía las canciones que debían dar forma a ese disco y que ellos mismos denominaron como “Repo Depo”; una vez más el particular y resbaladizo universo en el que se mueve Ian Gillan.
Lo cierto es que si lo pensamos un poco podemos entender la cantidad de discos fantasmas y proyectos inacabados con los que cuenta Ian a lo largo de su recorrido musical. Se le pueden achacar muchas cosas a nuestro vocalista favorito pero si hay algo claro es que este hombre ha vivido por y para el Rock n’ Roll; me río yo de Lemmy –siempre en el buen sentido, claro-. Si hay alguien que personifique toda la filosofía de éxitos, capacidad musical y una vida en la carretera cometiendo todos los excesos del lema “Sexo, drogas y Rock n’ Roll” pero sacando adelante las actuaciones en vivo, Ian Gillan se encuentra en los primeros lugares de este peculiar ranking.


Existen numerosos rumores al respecto de las canciones que compondrían dicho álbum. Hay constancia de varios temas que han ido saliendo a la luz de una manera u otra. Las canciones que concocemos son las siguientes:

“Hard on you”
“A day late and a dollar short”
“Sugar plum”
“High ground”
“Easy come easy go”
“Ticket to your heart”
“Blue steel”.

Algunas canciones aparecieron en el siguiente disco en solitario que publicó Gillan, llamado “Dreamcatcher”. En este álbum aparecieron  cuatro temas, regrabados logicamente para la ocasión. “Hard on you” es una de esas canciones, un bonito tema con una cadencia marchosa. “High ground” apareció también pero como tema extra en la edición japonesa, un medio tiempo bastante preciosista. Sin embargo los dos mejores temas que aparecieron en “Dreamcatcher” son “Sugar plum” y “A day late and a dollar short”. “Sugar plum” es una canción brillante que destila positividad desde su inicio y que cuenta con un estribillo infalible. Por su parte “A day late” puede pasar por ser uno de los mejores temas de Gillan y, desde luego, lo mejor de lo que ha trascendido de “Repo depo”. Se trata de un tema denso y oscuro, que va subiendo en intensidad a medida que se desarrolla su metraje. Desgraciadamente lo que tenemos son la versiones de “Dreamcatcher”, sería altamente interesante poder escuchar las demos de estas dos canciones en su fase inicial, sobre todo la de “A day late”. Veremos si algún día alguien con dos dedos de frente se decide a publicarlo.

                                               Gillan: "Sugar plum". Del disco "Gillan's Inn", 2006.

                                    Gillan: "A day late and a dollar short". Del disco "Dreamcatcher", 1997.

“Easy come easy go” apareció en el disco que publicaron a medias Ian Gillan y Tommy Iommi. El cd se titula “Who cares” y tiene fines benéficos. Se trata de una tema correcto, que tiene como aliciente en hecho de ser la versión original de “Repo Depo”.


Los otros dos temas los conocemos por sus versiones en directo, no han aparecido en su toma de estudio en ningún disco posterior del cantante. “Ticket to your heart” es un tema marchoso y vacilón, muy adecuado para el directo. Lo presentaron en los conciertos que el grupo interpretó durante el verano de 1992, poco antes de que Ian Gillan pusiera su banda a hibernar. Por último “Blue steel” era un tema que tocaba el grupo durante su gira de presentación de “Toolbox”, con Steve Morris a la guitarra. Inexplicablemente la canción no apareció en el propio “Toolbox”, lo que supone un error porque la canción es una pasada, potente, inspirada y directa a tu cabeza. Este tema lo tocaban durante los bises, una apuesta ganadora para el directo.
Con esto terminamos nuestro repaso a otro disco de Gillan que pudo ser y no fue. El próximo otoño revisaremos algún otro disco fantasma más de nuestro vocalista preferido.




miércoles, 4 de noviembre de 2015

Halloween para algunos de nuestros músicos favoritos.




La fiesta de Halloween tiene una gran tradición en el mundo anglosajón y, aunque en España apenas haya tenido repercusión, en estos últimos años se están haciendo esfuerzos titánicos de mayor o menor justificación y enjundia para conseguir que esta peculiar y entrañable fiesta entre en nuestro ADN patrio.


Dentro del mundo del Rock no puede pasar inadvertida esta festividad, contando con numerosos artistas que tienen marcada esta fecha dentro de su actividad musical. Desde los propios Helloween, que adaptaron el término para bautizar al grupo, nos encontramos con variados ejemplos. Artistas como los Cramps llevaron toda la imaginería de Halloween dentro de su personalísima propuesta musical, el dúo formado por la explosiva Poison Ivy y el tristemente fallecido Lux Interior redefinieron durante sus años de actividad las esencias del Punk, el Rockabilly salvaje y la música oscura para ofrecernos sus visiones artísticas en forma de música, única y personal. Tampoco podemos olvidarnos de Glenn Danzig, el malhumorado cantante de la banda de culto Misfits, los Samhain y su propio proyecto en solitario siempre ha jugado con toda la parafernalia de esta sangrienta fiesta para darle ese toque oscuro y retorcido a su también personalísima fusión de elementos Rock, Punk y música cincuentas bajo una capa tenebrosa y llena de terrorífico misterio. No en vano desde hace unos años escoge los días finales de Octubre para llevar a cabo su gira anual por EEUU llamada Blackest of the Black, como no podía ser de otro modo.

                                            Glenn Danzig caracterizado para su próximo disco.

Las referencias son innumerables, artistas como Alice Coper, Marilyn Manson, White y Rob Zombie o King Diamond entre otros muchos tienen grandes paralelismos con la estética de esta festividad. Parece que esta mezcla de terror y humor es del agrado de la mayoría de la sociedad americana, donde niños y adultos disfrutan disfrazándose de sus peores pesadillas para salir de fiesta a pasárselo bien. En fin.
Este año ha resultado especialmente curioso ver a otros artistas disfrutando de esta señalada fecha en sus actuaciones de directo. Hemos podido ver al grupo Tool poniéndose en las botas de Led Zeppelin para interpretar su clásico “No Quarter” en su pasado concierto de Tempe del día treinta y uno de Octubre.

                                                         Tool: "No quarter". Tempe.

También ha resultado cachondo disfrutar de la máscara que lució Rob Halford durante el pasado concierto de Judas Priest en la localidad de Regina la misma noche. No deja de ser llamativo que el otrora denominado Metal God salga a escena con una especie de careta. Desde luego si hay alguien que está rompiendo con todos los tabúes del Heavy Metal de los años ochenta ese es el entrañable Rob. Bravo por él. Por lo que a mí respecta puede hacer lo que le parezca oportuno; ya sabemos, con el Metal God no se bromea.

                                                      Rob Halford y su máscara.

                                              Judas Priest: "Living after midnight". Fragmento.

Y jugando en una liga superior nos encontramos a Michael Schenker. El rubio guitarrista alemán sigue demostrando cada día que pasa que no solo es uno de los grandes genios con los que nos ha bendecido la historia de la música, sino que está de vuelta de todo y de todos. Nuestro hombre sabe que toca la guitarra exageradamente bien, ha sido una de las principales influencias para cualquier humano que alguna vez en su vida haya intentado colgarse una guitarra eléctrica tocando Rock y eso se nota cada vez que decide enchufar su instrumento. Ocasionalmente, imagino que cuando se encuentra de buen humor y los astros se colocan adecuadamente, ha salido al escenario con una peluca rubia –similar a la melena rubia que lucía en los setenta- para dejar nuevamente sentado al personal mientras ejecuta sin esfuerzo y con su inimitable buen gusto las distintas notas de sus relampagueantes  solos como si nada. Cualquier día puede ser Halloween para Michael y eso es bueno. Un genio único y especial.

                                               Michael Schenker: "Lights out". Japón 2000




martes, 27 de octubre de 2015

Eloy: “The Tides Return Forever”.




Esta canción pertenece al disco del mismo nombre que publicó el grupo en 1994, hace la friolera de más de veinte años; ni más ni menos. Eloy es uno de esos grupos que podríamos denominar de culto, se encuentran en activo desde 1969 gracias a la visión y tesón de su guitarrista, cantante y líder Frank Bornemann. Aunque nunca alcanzó el estrellato siempre han estado muy bien valorados en su Alemania natal, conservando una importante legión de seguidores fieles que disfrutan con cada uno de sus lanzamientos discográficos y que agotan las entradas de las actuaciones en directo que llevan a cabo en sus escasas giras.

                                                           Frank Bornemann.

Este grupo del denominado por los eruditos musicales como Rock Progresivo ha conseguido mantenerse a flote durante todos estos años apostando por su propia identidad musical y sin hacer prácticamente concesiones a los sonidos o esquemas musicales que estuvieran de moda en cada momento, lo que hace todavía más romántico y coherente su bagaje musical. Aunque apareció en la Alemania del Krautrock realmente tiene muy poco que ver con ese característico sonido alemán, imperante en los finales años sesenta y principios de los setenta. Eloy ha tenido que sobrevivir a las mayores dificultades que el duro negocio musical ofrece a todos aquellos grupos que no tienen ningún single de éxito en las listas o que no han alcanzado la fama en ninguno de los momentos de su carrera, lo suyo ha sido una competición de fondo, cimentando paso a paso su recorrido musical sin que nadie les haya regalado nunca nada.


La canción que nos ocupa apareció en plena fiebre del sonido Grunge, lo que a Bornemann y compañía le podía importar lo más mínimo. Eloy publicó una vez más un álbum que nada tenía que ver con las modas del momento; solo para paladares exquisitos. El disco presenta su particular interpretación de elementos sinfónicos, progresivos y propiamente rockeros pasado por el tamiz de la peculiar voz de Frank Bornemann. Pese a contar con grandes canciones como “Fatal illusions” o “Company of angels” nos vamos a detener en el tema que titula al disco. “The tides return forever” comienza como una especie de tema lento o medio tiempo bajo la voz susurrante de Bornemann. Las guitarras acústicas del inicio te acarician mientras introducen la propia música. La canción tiene ese corte épico que consigue un interesante contrapunto con la suavidad de la melodía. El estribillo es una preciosidad que consigue aumentar la intensidad con sus cuidados coros aunque sin variar los compases. Poco después el tema vuelve a parar en seco para dar paso a un delicado solo de guitarra y continuar caminando dentro de la densidad medida que parece tener la canción. 

                                                      Jocelyn B. Smith.

Hasta ahora el tema les queda redondo, poco más que decir, de haber finalizado aquí estaríamos hablando de una gran canción. El asunto viene con la parte final, el momento en el que se introduce de nuevo el estribillo pero con otro arreglo que demuestra que Frank Bornemann es un músico excepcional. Se introduce bruscamente la voz de Jocelyn B. Smith y aquello cobra una nueva e inesperada dimensión, la canción da un vuelco de ciento ochenta grados para desembocar en un clímax final con la voz maravillosamente desgarrada de Jocelyn acompañada en un segundo plano de la propia voz de Frank y de unos coros espectaculares a los que se les añade una orquestación que te deja de piedra; hasta tres líneas distintas de voces podemos disfrutar en ese final in crescendo que se abalanza sobre el oyente produciendo una cascada de sensaciones. Desde el momento de su publicación este tema ha pasado a ser una pieza importante de sus directos, no es para menos, pero la versión en estudio es de esas cosas que quedan perfectas y cualquier modificación o retoque le quita parte de su grandeza. Es que incluso la letra resulta acertada, con esa alegoría que supone no perder la esperanza en ningún momento porque, tarde o temprano, acabamos alcanzando aquello que nos proponemos si no dejamos de perder la Fe y el esfuerzo en conseguirlo. El título es una preciosidad en sí mismo: la marea siempre vuelve; pura poesía. Y el diseño de la portada del disco, en clara alusión a este título, no puede ser más artístico y evocador; una figura esperando en un suelo seco y árido, que parece no tener final, a que llegue la vida. Fantástico.


Como pasa con todas las grandes canciones, se volvió a reeditar con una nueva versión. El disco se volvió a publicar veinte años después añadiendo como tema extra una nueva versión de esta canción. Aunque ya sabía el resultado no pude sustraerme a adquirir de nuevo esta joya y, en cuanto escuché la nueva remezcla, no puede evitar comprobar que estaba en lo cierto: la nueva versión era bastante peor que el tema original. Hay determinadas cosas que es mejor dejarlas como están, porque el más mínimo cambio puede hacer que pierdan su magia. En este momento me quiero acordar de todas las nuevas mezclas, remezclas y nuevas versiones con las que nos bombardean las compañías discográficas e incluso algunos artistas. Entiendo que han perdido mucho poder en el mercado con lo de las descargas ilegales de internet y tienen que vender para recuperar beneficios, pero es vergonzoso que te intenten vender hasta cuatro y cinco veces el mismo disco habiendo pasado poco más de uno año de su edición. Muchas veces sale un cd al mercado y al par de meses vuelve a salir con un tema extra costando un riñón, pero es que al medio año editan otra nueva versión con otros dos extras y al año lo vuelven a publicar con un cd extra de entrevistas, tomas en directo, distinta portada, vídeos o cualquier otra cuestión peregrina que se les ocurra. En fin, que muchas veces lo más lógico es descargarse el disco de modo ilegal y esperar un año para adquirirlo completo.

                                            Eloy: "The Tides Return Forever" Remasterizado.

Eloy se encuentra dentro del saco de grupos de Rock progresivo. Esta extraña especie, única en su género, pulula por su propio submundo incoloro degustando complejas y enrevesadas esencias musicales inalcanzables para el oído común del oyente medio. Desde luego que resulta necesario detenernos en este interesantísimo género musical, lo dejaremos pendiente para otra entrada. Los amantes del Rock progresivo, porque no son simples seguidores sino auténticos enamorados de este tipo de música, pertenecen a un exquisito elenco de elegidos capaces de experimentar complejas sensaciones gracias a complicadas y enrevesadas estructuras musicales. Se reúnen en sus recónditos santuarios para intercambiar experiencias al más alto nivel musical, acompañados por sus fetiches en forma de discos o cds que les permiten acariciar esa especie de éxtasis místico que solo les pueden aportar determinadas composiciones y ejecuciones musicales. Me identifico con muchas de estas connotaciones, consecuencias lógicas para algunos de nosotros e incomprensibles a ojos del resto de la especie humana. Para la mayoría de personas gente como Robert Fripp hace años que no ejecuta más que ruido con su instrumento, pero para algunos avezados oyentes diseminados por el universo resulta que hace música tan especial y compleja que no puede ser entendida por la mayoría. En fin, las cosas del progresivo.
La mítica banda de nuestro protagonista Frank Bornemann ha ido haciéndose hueco dentro de este género, poco a poco y disco a disco. Puede que no sea el primer grupo al que citan los entendidos, pero cualquiera que haya degustado su música sabe que esconden unas cuantas gemas en su discografía de incalculable valor.


                                                        Eloy: "The tides return forever".