Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
En esos años oscuros de su carrera discográfica, desde que
dejó Purple en el setenta y tres
hasta el año setenta y seis, Ian Gillan
se dedicó a otras actividades como bien comentamos en la entrada anterior. Tras
trabajar intermitentemente en la preparación del musical Cher Kazoo, que nunca llegó a publicar, le volvió a picar el
gusanillo de la música. Decidió entrar en el estudio y grabar unas demos con
unas canciones que estaban destinadas a conformar un disco en solitario que le
devolviera al primer plano musical que nunca debió abandonar.
Gillan se rodeó
de unos músicos con los que grabó las demos de un puñado de canciones con un
aire más roquero que su proyecto musical para niños, de nuevo decidió no
escoger el camino fácil. Los temas no tenían mucho que ver con la música de Deep Purple, volvemos a agradecer la
variedad, sino que se movían en unos parámetros más cercanos a la música Pop de los años cincuenta, cosas del
estilo de Little Richard, Jerry lee
Lewis, Buddy Holy o Chuck Berry;
conviene comentar que lo que hoy día conocemos como Rock en los años sesenta y setenta se denominaba Pop, aunque no tenía ningún parecido
con la acepción de pop que tenemos en la actualidad.
El nombre provisional del grupo parece ser que fue Shand Grenade, un juego de palabras
entre los términos “Shangri-la” y “Grenade”. Podemos comprobar que su
corrosivo humor usa de nuevo un juego de palabras entre el paraíso terrenal y
la destrucción militar. De cualquier modo no está claro si el nombre era el
escogido para este proyecto o para el inicio de su posterior grupo, la Ian Gillan Band, con músicos distintos
y una orientación más cercana al Jazz
Fusión mezclada con el Rock.
Usó músicos de sesión para registrar estas canciones, los
temas fueron grabados por el propio Ian
junto a Dave Wintour (bajo), Bernie Holland (guitarra), Andy Steele (batería) y Mike Moran (teclados). Moran fue el único músico que continuó
con Gillan en el grupo que formó al
año siguiente, la Gillan Band. Durante
los meses de Abril, Septiembre y Noviembre del año setenta y cuatro se encerraron
en el propio estudio de Gillan, los Kingsway Recorders, para grabar las
demos. Ian buscaba un estilo musical
que, sin copiar a Deep Purple,
llamara la atención de su antiguo equipo de management y produjeran el álbum.
Los mánagers de Purple le instarona componer temas con una orientación más
rockera y parece que el proyecto quedó en suspenso.
Bernie Holland. Guitarra.
De todos modos se conservaron una serie de temas de variada
enjundia que hubieran conformado un disco variado y estupendo, con la esencia
del Rock de los años cincuenta
mezclado con un tratamiento de Pop
británico de principios de los años setenta. Había mucha calidad y muy
buenas composiciones. Se han rescatado las siguientes canciones:
-Trying to get to you.
-Ain’t that loving you baby.
-Driving me wild.
-Music in my head.
-You make me feel so good.
-She called me soflty.
-You led my heart astray.
-A little shape of plenty.
-Night and day.
Trying to get to you.
Martin Brich y Roger Glover se encargaron de la
producción de los tres primeros temas. “Trying
to get to you” es una adaptación del tema de Elvis Presley, gran ídolo de Gillan,
con una producción de muchos quilates que le da a la canción un gancho
interesante. Otra versión de este tema apareció en otro disco de rarezas de Gillan, “For Gillan fans only”, del que deberíamos hablar también en otro
momento. El siguiente tema, “Ain’t that
loving you baby”, es otra versión de Elvis
y complementa ese espíritu rock’n’roll
de las grabaciones. Gillan
rescató esta canción para su gira en solitario de finales del ochenta y nueve,
año en el que fue sumarísimamente expulsado de Deep Purple. Decidió montar una serie de bolos por Reino Unido
durante esas navidades en los que demostró el gran nivel al que se encontraba,
respondiendo sobre las tablas al grupo que le había echado aduciendo que no
estaba en buena forma vocal. El tercer tema que produjo el tamden Birch-Glover era “Driving me wild”, recuperada de su anterior proyecto Cher Kazoo.
Las otras canciones fueron producidas por George Sloan y el propio Gillan. “You make me feel so good” fue la única canción que se recuperó en
el primer disco que publicó la Ian
Gillan Band, “Chile in time”, en
el setenta y seis, un tema de base machacona y que parece que siempre le ha
encantado al propio Ian y a Simon Robinson (presidente del Club de Fans oficial de Deep Purple),
aunque lo cierto es que a mí nunca me ha dicho nada. Canción perfectamente
olvidable, cosas de gustos. “She called
me softly” tiene una especie de aire Country
que podría recordar a alguna de las canciones del disco “Fireball” de los Purple.
“Music in my head” es una
preciosidad de tema con un fraseo de Gillan
fantástico, demostrando la cantidad de matices de su entonación.
En general con
estas composiciones Ian nos
demuestra porqué es uno vocalista más importantes de todos los tiempos, combina
potencia, timbre, una variedad de registros junto con una capacidad de
entonación y gusto musical insultantemente privilegiados.
Pese a que las canciones anteriormente comentadas rayan a un
gran nivel, “You led my heart astray”
y “A little shape of plenty” constituyen
las dos joyas del disco, sobre todo la segunda, con su estribillo in crescendo y un final intenso que
resalta especialmente la labor a los teclados de Mike Moran.
You led my heart astray.
A little shape of plenty.
En definitiva estamos hablando de una serie de canciones que
podrían haber formado un disco en solitario muy compacto, con bastantes matices
y exquisitamente variado, dentro del espectro de la música Rock pero lejos de la referencia de Deep Purple. Sin embargo al equipo de management no le convenció el
estilo y estas maquetas se quedaron enterradas en el sótano de la casa de Ian. Una lástima.
IAN GILLAN BAND: RAPED BY ALIENS.
Después de la publicación del disco en directo “Live at Budokan”, que en su día se
editó como disco sencillo en Japón y más tarde se le añadió un segundo volumen,
la Ian Gillan Band se encontraba en
una especie de punto muerto. El grupo llevaba publicados tres discos de estudio
y uno en directo pero no acababa de despegar en cuanto a popularidad. Puede ser
que su elitista y arriesgada propuesta musical no gustase del todo a los
antiguos fans de Gillan, que
esperaban una música más cercana a sus días de gloria con Deep Purple. Sabemos lo complicado que puede resultar para un
artista renovar su propuesta y que el gran público la acepte, siempre es una
maniobra difícil pero digna de elogio. Ian
Gillan se ha caracterizado durante toda su carrera musical por innovar en su
propuesta artística, picando de diferentes flores musicales y buscando ofrecer
algo distinto pero con su propia esencia y personalidad.
Cuenta la leyenda que expulsó a toda su banda de aquel
entonces, menos al teclista Colin Towns,
debido a una discusión sobre el estilo musical del grupo. Tras el directo del Budokan, Gillan y Towns decidieron variar la dirección musical a seguir, llevándola
hacia derroteros más roqueros y menos jazzísticos. De cualquier modo el grupo
ya tenía algunas ideas preparadas para el siguiente disco que se quedaron
archivadas al cambiar el rumbo y los músicos de la banda. Unos años más tarde
se editaron en el cd “Ian Gillan Band.
Rarities”, mezcladas con las tomas instrumentales de algunos temas de los
discos anteriores de la Gillan Band.
Lo cierto es que no había muchos temas preparados, tenían
las líneas básicas de algunas canciones y solo una contaba con las voces del
propio Ian Gillan, las otras
melodías estaban interpretadas por John
Gustafson. “Reaching out” es lo
único cantado por Gillan, un
delicado tema lento con el toque lírico de Colin
Towns. Estas son las canciones que se han rescatado:
-Raped by Aliens.
-Reaching Out.
-Finally the finale.
-Vindaloo.
-You get what you ask for.
Este no es el orden en el que aparecen en el Cd pero es en
el que he colocado los temas por una cuestión de mera lógica de fan enfermizo e
irredento de la Ian Gillan Band. El
tema “Raped by Aliens” comienza con
una intro de teclado típica de los inicios de los discos de la Gillan Band, cortesía de nuestro
querido Colin Towns, como no. Parece
que las letras y melodías las compuso Gillan,
aunque el tema está cantado por John Gustafson.
“Reaching
out” es lo único que lleva la voz de Gillan,
como hemos comentado antes, probablemente sería una de las primeras demos del
tema. “Finally the finale” es un
corte clásico de Jazz fusión de los
que nos tenía acostumbrada la banda. “Vindaloo”
y “You get what you ask for” son dos
canciones que recuerdan mucho a trabajos anteriores de Gustafson, además de llevar su voz que, dicho sea de paso, no suena
nada mal. No es comparable a la de Ian
Gillan ni en cien vidas pero suena con fuerza y empaque.
Parece claro que “Raped
by Aliens”, “Vindaloo” y “You get
what you ask for” estaban preparadas específicamente para ese cuarto Lp que
nunca vio la luz, los otros cortes parece que se grabaron en las sesiones del
primer disco del grupo “Child in Time”
y contaron con la colaboración de Roger
Glover. No sabemos si, pese a grabarse antes, se pensaban usar para este
último álbum. Lo cierto es que con una banda tan extrema, salvaje e inestable
como la Gillan Band cualquier
conjetura, por ridícula y esperpéntica que resulte, puede ser la acertada. En
lo que a mí respecta lo tengo claro, el disco se habría llamado “Raped by Aliens” – un título que ni al
pelo para la idiosincrasia del grupo – y esos cinco temas conformarían más de
la mitad del mismo.
Casi
todos los grandes músicos y grupos tienen grabadas canciones, demos o incluso
discos completos que no han visto la luz. Muchas veces las rupturas internas,
las presiones y los contratos de las casas de discos, la propia inercia del
mercado musical o terribles cúmulos de desafortunadas casualidades y
circunstancias de lo más variopintas pueden hacer que un disco practicamente
terminado quede condenado al ostracismo en el último oscuro baúl del sótano de
cualquier discográfica.
Hay
grandes ejemplos de discos fantasma, el que primero viene a mi mente es el
famoso “Smile” de Beach Boys, superproyecto nunca acabado
de Brian Wilson, devorado por sus
visiones y locuras propias de genio único en su especie, y que por fin vio la
luz el pasado año; pero hay muchos más, cuanto más longevo es el artista más
fácil es que en algún momento de su carrera haya tenido que archivar un puñado
de canciones que, quien sabe, igual de haber sido publicadas hubieran sido su
pasaporte a la fama mundial y a la quintaesencia del arte.
Ian Gillan tiene varios “discos” de estas
características. Tras el éxito mundial que obtuvo en Deep Purple en los primeros años setenta, las presiones propias de
la fama y de la juventud hicieron que un triste veintinueve de Junio del año
setenta y tres dejara al grupo y se alejara conscientemente de la música
asqueado por el negocio. Volvió a publicar un álbum en el año setenta y seis,
pero ese periodo de tres años de su vida fuera de la música me resulta
fascinante.
Tras
dejar Purple, Gillan decidió invertir su dinero en otros negocios, compró y
habilitó un hotel cerca de Oxford, dotándole de excentricidades como una
piscina exterior con forma de guitarra. Fue un fracaso. Después intentó un
proyecto con una cadena de motocicletas, en esos años se produjo un colapso en
la industria británica de motos. Otro fracaso. Lo siguiente que se le ocurrió
fue adquirir y reformar unos estudios de grabación, los Kingway Recorders, donde grabaron nuestros queridos Barón Rojo o el propio Gillan sus discos en solitario
posteriores. Pero lo importante ocurrió cuando su amigo Roger Glover le invitó a cantar en la presentación en directo de su
disco en solitario “The Butterfly Ball”.
Tras escuchar la estruendosa e intensa ovación que el público le ofreció en
cuanto pisó el proscenio ese dieciséis de Octubre del año setenta y cuatro se
dio cuenta por fin de que su misión en la vida era cantar encima de un
escenario. No lo ha vuelto a dejar desde entonces.
El
disco que nos ocupa es un proyecto que estaba en la mente de Ian Gillan desde finales del año
sesenta y nueve. Por entonces cantaba en el grupo Episode Six junto a su amigo Roger
Glover, el grupo hacía una especie de Pop
británico de la época (nada que ver con el insulso Brit Pop actual). En sus inicios Ian era reacio a componer, siempre se vio como un actor que tenía
buena voz pero, una vez más, su amigo Glover
le instó a que compusiera un tema para el grupo y, desde ese momento, en su
cabeza empezó a tomar forma Cher Kazoo.
Sin embargo no comentó nada a la prensa hasta mediados del año setenta y uno.
En
palabras del propio Gillan este
proyecto era una “fantasía musical,
animal y espacial”. Se trataba de una especie de película animada para
niños, por lo visto ya tenía escritos los personajes, situaciones y diálogos.
En el momento de la entrevista comentó que se encontraba trabajando en la
música, ayudado por Roger Glover
(como no), y que su agente estaba buscando ofertas de productoras
cinematográficas para publicarlo. Pasaron los años y Gillan nunca más volvió a hacer ningún comentario sobre este
proyecto. No sabemos qué habría de cierto y de vacilada en estas afirmaciones a
la prensa, Ian siempre se ha
caracterizado por ser una persona difícil para entrevistar y su ácido humor
inglés es legendario, pero lo que está claro es que la música estaba ahí, como
pudimos comprobar años más tarde.
El caso
es que Chez Kazoo, la fonética
francesa era deliberada, estaba compuesto y grabado. Constaba de once
canciones:
-Overture (Instrumental)
-Cherkazoo
-What’s new Finnegan (Sin Gillan a las voces)
-Gentle Meadow (Instrumental)
-Hotwash
-The Bull of Birantis
-Driving me wild
-Monsters in Paradise
-Donkey Ride Dream
-Fight Scene (Instrumental)
-Lady Fair (con voces orquestales)
Parece ser que en las demos rescatadas aparecen otros tres
temas: “Meadowland”, “Brother of mine” y
“High & mighty woman”. No está claro que formaran parte de este
proyecto y no canta Ian Gillan en
ellos.
Parece ser que la mayoría de los temas se grabaron en demos
en Septiembre del setenta y dos. Por lo visto existe un acetato con las
canciones, suponemos que usado para moverlo entre las distintas compañías
discográficas. Entre los músicos participantes nos encontramos, además de con
el propio Ian Gillan, con Roger Glover tocando la guitarra
acústica y los bajos, Jon Lord
tocando algunos fragmentos de piano, Pete
York en la batería y posiblemente colaboraran también algunos miembros de
la ELO en algunos arreglos de
cuerda. Incluso se comenta que Mark
Bolan grabó las guitarras, extremo que no podría asegurar ni el propio Bolan, porque en esa época grabó muchas
sesiones de estudio.
La música resulta bastante interesante, muy alejada del
concepto Purple, cosa que se
agradece por su variedad. Las melodías son bonitas y brillantes, perfectas para
un público infantil, pero con enjundia. Hay un cierto regustillo a temas de los
Beatles de la época de Sgt. Pepper’s o a los propios Episode Six. En general la escucha
resulta muy cinematográfica, con unos arreglos dulces e ingeniosos que hacen
sospechar la presencia entre bambalinas de Roger
Glover ayudando aquí y allá en la estructuración de los temas. De hecho
sospecho que alguno de los temas instrumentales los pudiera haber usado para su
disco en solitario “The Butterfly Ball”,
con temática y ambientación similar (también era una historia para niños); un
disco que, dicho sea de paso, es una obra maestra que demuestra el inmenso
talento compositivo que Glover
atesora. En este álbum aparece una de las mejores canciones que haya escuchado
jamás, “Sitting in a Dream”. Es que
es mágico hasta el título.
Si tengo que destacar algún tema me quedo con la delicada línea
melódica de la canción título, “Cherkazoo”,
la lírica de “Mosters in Paradise” o
“Donkey ride dream” y su toque
country. Aunque todo lo que he escuchado me parece interesante y arriesgado.
Desgraciadamente las maquetas al completo no han visto aún la luz, tenemos que
conformarnos con unas cuantas canciones que salieron en el disco “Gillan: Cherkazoo and other stories”.
Además, sorprendentemente, alguno de los temas instrumentales del disco en
solitario de Roger Glover casan
perfectamente con la línea y secuencia de las demos que tenemos en nuestro
poder.
En lo que sí que tengo mis serias dudas es en lo referente al
aspecto letrístico. La música me parece perfecta para entretener a pequeños y
mayores, sin embargo no tengo del todo claro que nuestro querido Ian Gillan vaya a facturar unas letras
aptas para todos los públicos. El hombre es un genio y un portento, desde
luego, pero también es un cachondo total. En el tema título se presenta
cantando como el “Professor pig”,
profesor cerdo en español, una denominación con un delicioso doble sentido al
que nos tiene tan acostumbrados nuestro vocalista preferido. “High & mighty woman” no está claro que formara parte de la
obra, pero si así fuera encontraría ciertamente difícil encajar una canción con
semejante título en una representación para niños. Seamos sinceros, hablamos de
Gillan, un hombre que parece haberse
pasado media vida buscando cuidadoras para sus vástagos. Aquí le tenemos,
enternecido y preocupado por la educación de los infantes y preparado para
guiarlos por el buen camino. Supongo que algo de ironía habría en todo esto,
aunque con Ian nunca se sabe. Solo
nos queda disfrutar de los temas que tenemos esperando que algún día los astros
se coloquen para que el resto de las grabaciones vean la luz.
El próximo fin de semana, concretamente los días 22 y 23 de Noviembre, están programadas una serie de ponencias y coloquios sobre cuestiones musicales. Se enmarcan dentro del quinto aniversario de Subterráneo Heavy.com. Rock And Metal Encounter, con la colaboración de la Asociación Juvenil Notas y Ruido. El lugar es el Centro Cultural de Campamento, en c/Sedano sin número, Carretera de Boadilla 40.
Durante el viernes por la tarde y la mañana del sábado se van a abordar temas de variada enjundia, desde charlas sobre el Metal Progresivo hasta reflexiones versadas en el papel y la historia de la mujer en el Rock. También hay un espacio para el debate sobre la piratería que, como se deje hacer, puede resultar bastante jugoso. Pocos temas despiertan tal diversidad de opiniones tan distintas y encontradas como válidas en sí mismas.
Los ponentes invitados son bastante interesantes, artistas como Salva Rubio, Leonor Marchesi, Antonio Andrades, Sito (Hummano) o el incombustible Pepe Mari (Bella Bestia). Os dejo el programa para que lo veáis. Desde luego que los organizadores han hecho un esfuerzo por presentar un cartel variado.
Solo desear que sea un éxito, felicitar a Subterráneo Heavy por su cumpleaños y a la Asociación Notas y Ruido. Animar a todas las demás asociaciones e iniciativas a seguir difundiendo la cultura en estos duros tiempos que corren, donde todos y cada uno de aquellos a los que hemos elegido en estos años de democracia para gestionar nuestro gobierno han confundido completamente su noble misión original y no pierden ocasión para denostarnos, dividirnos y enfrentarnos. Siempre es posible otro camino.
La canción "Loveless" de los Great White ultimamente me tiene obsesionado. Desde hace unos días no consiguo quitarme de la cabeza esa exquisita melodía. Por Dios, parece de otro planeta. Es un tema simple, que no sencillo, con una base de lo más normal, unas rítmicas muy bonitas, una guitarra solista que lo pone todo en su sitio, sin una sola virguería de sobra, y con un arreglo en el estribillo que consigue que sea literalmente incapaz de dejar de canturrearlo día y noche allá donde voy.
Además, pese a que se titula "Sin amor" no versa sobre la tan manida cursilería de "mi chica me dejó" y todo eso. La letra no es nada del otro jueves, casi ninguno de los textos del universo musical valen mucho salvo honrosas excepciones - no quiero introdurime en el submundo gris de los cantautores con sus trilladísimos cuatro recursos y sus méritos hipervalorados - pero por su sencillez resulta insultantemente efectiva. Basicamente habla de la amistad.
La verdad es que un grupo como Great White ha pasado por casi todo lo que puede pasar una banda de Rock. Batiéndose el cobre desde mediados de los setenta en pequeñas salas de conciertos, encontrando el éxito masivo con discos como "Once Bitten..." o "...Twice Shy" (curioso y real juego de palabras) con los que literalmente vendieron millones de copias, viviendo hasta el último de los clichés de las estrellas de Rock de los años ochenta, o endiosándose y cayendo en picado en cuanto a popularidad hasta acabar recorriendo todos los tugurios de América.
Se han separado y juntando varias veces. Fue en una de sus actuaciones donde ocurrió el triste accidente de la sala de conciertos The Station Night Club en Rhode Island, Febrero de 2003. Durante el concierto se produjo un incendio que ocasionó la muerte de unas cien personas, incluidos miembros del propio grupo. Hasta los informativos nacionales se hicieron eco del triste suceso y del posterior juicio. Todo este asunto sumió en una profunda depresión al vocalista Jack Russell.
Las relaciones personales de sus componentes también darían para un buen libro. Peleados entre ellos, con problemas de drogas y alcohol, rehabilitaciones y renacimientos de sus propias cenizas cual Ave Fenix.
El cantante original Jack Russell fue expulsado de la banda en 2011 por problemas de alcoholismo. El hombre tuvo desde 2009 serios problemas de salud, con una perforación intestinal y varias hernias en la espalda que derivaron en diversas intervenciones quirúrgicas y consumo de tranquilizantes para paliar sus dolores. En esos momentos se refugió en la bebida y las pastillas para mitigar el dolor. Durante un tiempo tuvo que salir a escena apoyado en un bastón y sentado en una silla debido a sus problemas con la salud y los excesos.
La situación acabó de manera bastante desagradable, el resto de la banda, con el guitarrista fundador Mark Kendall al frente, le expulsó del grupo y se sumergieron en una de esas batallas legales con las que abogados y jueces compran sus excesivas mansiones en las zonas mas pudientes del planeta. El grupo siguió fuincionando bajo el nombre de Great White mientras que Russell fundo otra banda con el nombre de Jack Russell's Great White ofreciendo un repertorio lleno de canciones del grupo. Lo más irónico es que una gran cantidad de temas están compuestos por el propio Russell, como el que nos toca ahora mismo.
Hace poco salió la sentencia que permite a Great White seguir actuando bajo ese nombre y a Russell seguir usando el apelativo Jack Russell's Great White. De este modo tenemos a dos grupos tocando las mismas canciones, y lo peor de todo es que hay más casos como este.
En fin. Quedémonos con lo importante:
Great White: "Loveless", del disco "Rising". 2009.
Con motivo de la edición de su primer disco en solitario, el pasado año tuvimos el placer de entrevistar a Tony. En una agradable charla el cantante nos abrio las puertas de su casa y de sus inquietudes y recuerdos musicales. Hablamos sobre su último disco, "Las Fases de la Luna", y sobre toda su carrera musical. Incluso nos puso unas cuantas canciones de lo que debía ser el cuarto disco de la gran banda madrileña Sangre Azul (a micrófono cerrado, claro). Os dejamos esta interesantísima entrevista esperando y deseando que este excepcional cantante decida algún día volver a los escenarios en directo, tanto en solitario como con los clásicos Sangre Azul.
- ¿Cúal es tu primer recuerdo musical? ¿En qué momento te empezaste a
interesar por la música?
Desde que tengo uso de razón. Recuerdo escuchar música en casa con mis
padres desde pequeño, con tres o cuatro añitos cantaba todo lo que oía, hasta
la sintonía del telediario. El deseo de cantar me viene desde siempre, pero sin
ningún tipo de criterio o preferencia musical. Ahora bien, ya con unos catorce
años recuerdo que escuché “Made In Japan”
de Deep Purple, lo llevaba un
amiguete del instituto en un casete diciendo que aquello era la bomba. Lo
escuchamos y me dejó impresionado, no tenía nada que ver con cualquier cosa que
hubiera escuchado antes, no sabía quienes eran, si tenían otros discos ni nada,
pensaba que venían de otra galaxia. A partir de ese momento me empecé a interesar
por este tipo de música. Más adelante fui investigando dentro del mundo del Rock y seguí escuchando y descubriendo
bandas. Estamos hablando de principios de los ochenta, el Rock llevaba más de veinte años de vida y el volumen y calidad
musical era muy amplia.
Yo había sido siempre muy de Beatles,
que quizá fue el grupo que me metió el interés por el mundillo musical “en
serio”, empecé a cantar sus canciones, incluso a día de hoy las sigo cantando.
Lo que me marcó para escuchar Rock
fue Purple, concretamente “Made In Japan”, querer cantar como Gillan y, aunque luego acabéencontrando mi propio estilo, este fue el
inicio.
-La buena música es buena música venga de donde venga.
Desde luego, de hecho sigo escuchando y redescubriendo, tanto a Beatles como a otros intérpretes.
- ¿Qué tipo de música escuchabas por aquel entonces? ¿Qué grupos te
gustaban o te han marcado en estos primeros momentos?
Tras Deep Purple seguí
investigando, otro grupo que me interesó mucho fue Queen, sobre todo los primeros discos como “Un Día En Las Carreras” o “Una
Noche en La Ópera”. Después descubrí bandas como Kansas, Whitesnake y otros muchos más, gracias a un amigo que tenía
una biblioteca musical inmensa. Tras escuchar Whitesnake decidí que eso era lo que quería hacer, no solo te hablo
del pelotazo de “1987”, sino también de
los discos más blueseros, como “Come And
Get It” y los de esa etapa. Al final acabas encontrando tu propio estilo.
También Scorpions me
llamaron la atención, aunque principalmente a partir del “Blackout”. Por ejemplo, el disco “Point of no Return” de Kansas
lo escuché hace un montón de tiempo en casa de un amigo pero no sabía que era
rock ni nada de nada, el caso es que me gustaba. Otros grupos que me impactaron
fueron Toto, Foreigner o Chicago y otras bandas de AOR americano, que para mí representan
la esencia del buen gusto, la máxima expresión preciosista dentro del rock. Ya
de lleno en los ochenta, que me dedicaba plenamente a cantar en bandas, estaba
muy atento a lo que se hacía en ese momento.
- ¿Qué tipo de música o grupos escuchas en la actualidad? ¿Cuales
serían tus influencias o referentes musicales?
La gente sigue haciendo cosas interesantes. Lo último que he escuchado
es un grupo que se llama Rival Sons,
con una esencia pura de Led Zeppelín
que me ha gustado mucho. Sigo los últimos movimientos de los clásicos, lo nuevo
de Whitesnake o de Glenn Hughes, a ver si pudiera haber una
nueva entrega de Hughes con Turner.
Lo que no hago es un seguimiento de lo nuevo que se edita porque
dispongo de menos tiempo y la oferta es enorme. Hoy día es bastante más fácil
hacer algo que suene bien y difundirlo gracias a todos los canales de
comunicación que tenemos, internet ofrece una cantidad de material imposible de
digerir. Antes tenías tus tres emisoras de radio, con sus ventajas e
inconvenientes, disponías de un presupuesto limitado para comprar música y en
general, adquirías pocos discos. Eso si, esos discos los tenías trillados,
conocías las canciones, el orden, los surcos, la carpeta, las letras…hasta los
tíos a los que les daban las gracias. Ahora con Spotify lo puedes escuchar todo. El tiempo que trabajo en casa
siempre tengo música de fondo, pero cosas que ya conozco de AC/DC, Ozzy, Van Halen, etc. Los nuevos
trabajos lo dejo para el coche, que lo puedo escuchar con más atención. Otra
ventaja es que puedes comprar música sobre seguro, si te gusta algo lo compras,
no como antes, que era un riesgo, porque podías no acertar.
-De todos modos se ha perdido ese concepto romántico de escuchar el
disco o el cassette en casa.
Y tu relación con ellos, antes tenías una relación con tus discos, una
relación con mayúsculas. Ponías el disco en el plato, lo limpiabas para
quitarle la estática con sumo cuidado,
te sentabas con la carpeta y leías las letras mientras sonaban. Te deleitabas
con el olor a nuevo, las fotos que había dentro y fuera del álbum, la contraportada…
Se trataba de toda una serie de detalles que hoy día no disfrutas igual. Ahora
lo escaneas, haces PDF, metes el zoom…toda una movida que le quita ese encanto,
todo el ritual.
Cuando acababa el disco te levantabas y le dabas la vuelta, lo tocabas
de nuevo con cuidado, era una relación especial…Te acababas sabiendo en que
sitio saltaba la aguja y todos esos detalles. Hoy buscas en una carpeta del
ordenador, seleccionas todas las canciones que quieres escuchar y ya está.
-Un amigo mío te escuchó una vez cantar en la factoría el “Child In Time” y se le pusieron los
pelos de punta.
Escuché a Purple y dije:
“Quiero sonar como esto”. Hombre, una cosa es cantar en privado, entre amigos y
que mas o menos lo defiendas. Luego uno tiene que ser coherente con lo que
mejor le suena, lo que quiere hacer y quiere transmitir
- Considero que tienes una gran voz. ¿Has tomado clases de canto o
tienes algún tipo de estudio sobre el tema? ¿Tienes algún tipo de técnica para
conservar la voz?
Yo me puse a cantar y ya está. Luego, más adelante me interesé por
saber lo que estaba haciendo desde un punto de vista técnico y empecé a tomar clases
para perfeccionar mis posibilidades… Además, me pareció más cómodo que tocar la
guitarra y cargar con el trasto todo el día, ja ja.
En cuanto a cuidar la voz no tomo especiales medidas, lo único es que
procuro no forzar la voz mucho cuando voy a locales en los que la música o el
sonido ambiente está muy alto.
- ¿Estás interesado en otros instrumentos musicales o te centras en la
voz?
Lo cierto es que quería ser guitarrista pero era muy perezoso para
ponerme con todo el tema técnico y, como te he dicho antes, para cargar con el
chisme a todos lados, ja ja.
-Afortunadamente la guitarra quedó en segundo plano. ¿Recuerdas el
nombre del primer grupo musical del que formaste parte? ¿Qué nos puedes contar
de estos primeros tiempos?
Recuerdo que había un amiguete que se había comprado una guitarra y se
la llevaba a la calle, debía tener unos 16 años. Nos juntábamos los amigos en
el barrio los fines de semana, con nuestras cervecitas - no sabíamos que eso se
iba a llamar posteriormente botellón - y tocábamos música, mi amigo se compró
una acústica y, como le gustaba mucho Leño,
tocaba todos sus temas y todos cantábamos, pero poco a poco fuimos acercándonos
el y yo para preparar los temas y eso.
Finalmente, este amigo guitarra y yo decidimos montar un grupo buscando
a un bajista y un batería, no teníamos ningún plan preconcebido, simplemente
queríamos interpretar música, el solo hecho de ir a un local a ensayar ya nos
parecía una pasada. Desde ese momento decidí que me interesaba dedicarme a este
mundillo de una manera más o menos profesional.
Estuve muy poco tiempo con ellos, el grupo creo que se llamaba Craken o algo así. Más tarde me
ofrecieron cantar en otro grupo que tenía más proyección para lo que buscaba en
ese momento, una banda llamada Cobra,
que tenía un enfoque más serio, de actuaciones en directo y todo eso. Estuve
con ellos un tiempo pero, por una serie de circunstancias personales entre los
del grupo no pudimos continuar
Lo cierto es que antes de formar parte de bandas más conocidas he
estado en bastantes grupos. Hasta que encajas es complicado, hice pruebas en
grupos que luego no me gustaban, otros a los que no les gusté yo…de todo un
poco.
-Debe ser difícil dar con alguien que tenga una visión artística
similar a la tuya, que se produzca esa conexión.
Supongo que a cada uno le irá de una manera. El primer grupo en el que
tocó Luis Santurde (batería de Sangre Azul) fue Sangre Azul, yo sin embargo di un montón de vueltas. Pero desde
luego te puedo decir que el grupo en el que me encontraba cómodo para
desarrollar mis ideas, mis inquietudes artísticas, además de encontrarme muy
bien a nivel humano fue Sangre Azul.
- ¿Cúando realizaste tu primera actuación en directo? Dinos lo que te
venga a la memoria de esa primera experiencia.
Fue con Craken, actuamos en
el Egaleo de Leganés. Lo normal
suele ser empezar tocando en sitios muy pequeños y sin embargo mi primera vez
fue en un escenario profesional, que me parecía grandísimo, aunque la
experiencia me encantó. Lo que ocurre es que este concierto nos salió de una
manera aislada. Con Cobra ya había
más deseo y proyección de actuar en directo y movernos.
-¿Desde estos primeros momentos estabas interesado en componer
canciones?
Ya desde la época de Craken componía,
pese a hacer versiones siempre nos interesó elaborar material propio. Esa fue
una inquietud desde los inicios.
-Tony es tu nombre
artístico ¿Te llamas así realmente?
No, mi nombre no es Tony,
es un mote desde pequeño, así me llaman mis amigos y con este nombre se me
conoce dentro del mundo artístico. Me encuentro muy cómodo con el.
-¿Cómo entraste en Muro?
¿Estaba ya formada la banda como tal?
Entré en Muro pero no formé
parte de la formación original. Tenían a otro cantante con el que no siguieron,
había otro bajista que no era Julito,
el guitarrista tuvo que irse a la mili. En la banda hubo una serie de cambios
en sus primeros momentos. Antes de entrar en Muro estaba en Marshall
Monroe, un proyecto en que habría seguido pero se dieron unas
circunstancias que hicieron que abandonáramos y en ese momento me quedé sin
banda. Luego, estando en Muro,
solucionaron esas cuestiones y el núcleo de la banda siguió adelante.
Lo de Muro surgió a través de
la oficina de Javier Gálvez (RIP).
Observé que no era del todo el estilo de música con el que me sentía más a
gusto, pero también es verdad que me permitieron aportar ideas propias, siempre
pensando en la línea musical del grupo. Además tenían un planteamiento
profesional que me gustó, querían hacer conciertos, grabar un disco y
estabilizar la banda, tenían su propia oficina de management.
-Desconocía el dato de Marshall
Monroe. ¿Coincidiste allí con Juanjo
Melero?
No, aparte de tocar con Jose
Marshall, que era el alma mater de la banda, coincidí con Pepe Rubio futuro guitarra de Bella Bestia, del que me hice muy buen
amigo. Me lo llevé a Muro cuando uno
de sus guitarras se fue a la mili y, cuando me marché a Sangre Azul, Pepe se fue a Bella
Bestia. El grupo se quedó entonces en cuadro, recuerdo que además el
bajista se fue a la mili. Se quedaron Lapi
y Largo, que después cogieron a Julio y a Silver. En el fondo creo que nos vino bien a todos porque pienso
que Muro encontró su formación
ideal. Todos contentos.
- ¿Qué tipo de música hacíais por aquel entonces en Muro? ¿Te sentías a gusto con la
concepción del grupo?
Lo cierto es que me pareció un paso profesional interesante aunque
faltaba tal vez lo más importante, musicalmente no estábamos del todo
alineados, ellos ya tenían clara su propuesta Speed Metal cuando me incorporé. El tiempo que duró la experiencia
estuvo bien, aprendímucho de la
posibilidad de actuar en directo, y también les aporté canciones que ellos han
seguido tocando en sus directos.
- ¿Porqué se acabó tu etapa en esta banda?
Lo cierto es que musicalmente no era lo mío y,pese a que fue un momento de crecimiento muy
bueno para ambas partes, aquello no acababa de llenarme. Desde un primer
momento tenía la opción de incorporarme a Sangre
Azul aunque me había comprometido con ellos y quería ser serio, pero
cuando Sangre Azul y Lili se separaron y me llamaron de
nuevo en firme, decidí dar el paso.
-¿Grabasteis alguna maqueta o demo que conserves de Marshall Monroe, Muro o algún proyecto
anterior? ¿Conservas algo?
Con Marshall Monroe
grabamos una maqueta de dos temas que sinceramente no tengo ni idea de donde
estará, no sé si José Marshall la
conservará. Con Muro hicimos una
maqueta de tres o cuatro temas, las tengo pero bajadas en mp3 de internet, o
sea que no es ninguna rareza. También conservo maquetas de Sangre Azul con temas que acabaron en los discos.
- ¿Cúal fue tu siguiente paso musical tras lo de Muro?
Conocía a Carlos Raya desde
antes de estar en Muro, nos
mostrábamos ideas, tocábamos, queríamos hacer algo conjunto,pero siempre había algún pequeño problema que
nos impedía tocar juntos, en el fondo no eran más que pequeñas tonterías, pero
en su momento nos parecían un mundo.
- ¿Cómo se produjo tu entrada en Sangre
Azul?
Lo cierto es que estaba en contacto con Carlos y a veces quedábamos para tocar cosas que teníamos. Cuando Carlos entró en contacto con el núcleo
de lo que sería Sangre Azul, Luis y Martin, seguíamos en contacto. Más tarde entró con ellos Julio, el bajista, y solo les faltaba
el cantante. En ese momento le recomendé a un amigo mío que cantaba bien y que
les podía dar mucho juego, les hablé de Lili
y le cogieron para la banda. Todo esto ocurría mientras estaba con Muro, recuerdo que las dos bandas nos
presentamos al Trofeo Villa De Madrid
y ganaron ellos, como no podía ser de otro modo por que eran realmente buenos.
Tras el concurso la relación del grupo con Lili no resultó ser todo lo buena que debiera, decidieron separar
sus caminos y en ese momento me llamaron. Era el momento y el lugar, había que
hacerlo. Así se abrió el nuevo capítulo de Sangre
Azul.
- La banda ya estaba formada. Su cantante JL. Castañosa (Lili) de hecho creo que tiene la propiedad del
nombre. ¿Por qué piensas que te buscaron para el puesto de cantante?
El grupo lo montaron Martin y Luis, luego se incorporó Carlos, después contaron con un bajista
que no acabó de encajar y llegó finalmente Julio,
que a su vez trajo un mánager. Finalmente yo les presenté a Lili.
Creo que estábamos predestinados a formar un grupo, desde que nos
conocimos había una predisposición y una química que florecía cuando trabajábamos
juntos y, bueno, parece que así se ha demostrado en nuestros discos y
actuaciones.
- ¿Qué ocurrió con la propiedad intelectual de la marca Sangre Azul? Hay varias versiones sobre
este asunto.
Por lo que yo sé, Lili
registró la marca a su nombre cuando dejó de estar en Sangre Azul. No estaba en la banda entonces, con lo que sólo
conozco una versión y es la que te he contado.
- El disco “Obsesión” fue
un pelotazo, bueno, de hecho el grupo ganó el certamen Villa de Madrid. ¿Cuando llegaste al grupo ya estaban compuestas
las canciones de vuestro disco de debut o pudiste colaborar en las
composiciones?
Tenían las canciones que se grabaron en el maxi que editaron por ganar
el Villa de Madrid. “Todo mi mundo eres tú” se incluye en
el disco, “Rey De La Ciudad” aparece en la
cassette. Los demás temas estaban un poco a medias a nivel de música y sin
letra ni melodía, menos en los dos citados antes intervengo en el proceso
compositivo del resto del disco.
- Grabasteis en Mediterraneo
Estudios de Ibiza. ¿Era tu primera experiencia en un estudio de grabación?
No fue mi primera experiencia de grabación en un estudio como tal,
antes grabé maquetas con Marshall Monroe
o Muro. También tuve que grabar la
voz de “Todo mi mundo eres tú” y “El Rey de la Ciudad” para poder
moverlo por televisiones, hacer play backs y cosas así.
-¿Qué te pareció la grabación del álbum? ¿Cómo resultó todo el
proceso?
La verdad es que no teníamos ni contrato ni nada, lo único que
teníamos era mucha fe en el grupo, estábamos seguros de que íbamos a llegar a
algo. En ese momento nuestro mánager era Javier
Gálvez (DEP). Nuestro road mánager Darío
McBrian, que acabó siendo nuestro mánager, habló con Vicente Romero, que era el alma mater de la gestión de los Mediterraneo Estudios y negoció nuestra
grabación. Vicente nos conocía y nos
había visto en directo, en realidad dentro del negocio seguían nuestros pasos,
creo que pensaban que de ahí podía salir algo interesante. Grabamos “fiados”,
nos dejaron ir pagando con lo que sacáramos de las actuaciones. Nos fuimos a
Ibiza, grabamos el disco en una semana, lo produjimos y nos volvimos a Madrid
con el master bajo el brazo para ver si lo podíamos vender a alguna compañía.
La sensación fue muy fuerte, debía tener unos veintidós años,
imagínate que me sentía fenomenal, pensaba que tenía una edad adecuada para
empezar a grabarprofesionalmente. Como
trabajo fue también muy intenso, eran sesiones de dieciséis horas diarias, una
experiencia agotadora pero muy gratificante. Estos estudios se encuentran en un
complejo que también tiene un hotel para los grupos que graban, tienes tus
habitaciones y todo como un hotel. Todo como de ensueño, piscina, habitaciones
con todos los lujos, vamos, una pasada. Allí vivías, dormías y comías. Nosotros
además éramos muy espartanos, no fuimos nunca un grupo de desfasar,
intentábamos ser muy profesionales y trabajar mucho y muy serio, tanto en el
local como en los conciertos, nos considerábamos unos peones del Rock.
Fuimos a Ibiza a trabajar, todos estábamos en el estudio en todo
momento, aunque no estuviéramos grabando nuestra parte, hasta que terminamos de
meter el último coro. Luego lo mezclamos y ya la última noche salimos un poco a
conocer Ibiza y desahogarnos de toda la tensión acumulada. La sensación final
fue de alegría por ver plasmado por fin nuestro trabajo en un vinilo y de
ilusión por poder moverlo por las compañías de discos. Sin embargo no fue nada
fácil lograr el contrato, no nos estaban esperando. Hispavoxse interesó en
nosotros, les gustó la onda a lo Europe
o Bon Jovi que escucharon en el
disco y vieron un posible mercado para el disco. Pensaban que había un cierto
paralelismo entre estas bandas extranjeras y nosotros. Lo cierto es que, aunque puede haber una ligera influencia de bandas como Europe, nosotros teníamos otros grupos de cabecera, como los que te
he comentado antes. Bon Jovi me
gustaba bastante, pero Europe no
especialmente. Whitesnake nos
parecía más el modelo a seguir.
- El disco tiene grandes canciones, con mucho gusto: “América”, “Maestro del Crimen”, Solo fue
un sueño”.... ¿Qué recuerdos tienes en general de este disco?
Imagínate, la primera vez que grabas en un estudio “en serio”, cuando
por fin tienes tu propio disco bajo el brazo… la sensación es muy agradable y
fuerte a la vez. Este disco para mí fue muy especial por ser el primero, aunque
es cierto que guardo muy buenos recuerdos y estoy plenamente satisfecho de cada
uno de los tres discos de Sangre Azul.
También te digo que, a nivel de sonido, hicimos lo mejor que pudimos teniendo
en cuenta los recursos y presupuesto de que disponíamos en ese momento. Es
cierto que si lo mezclásemos de nuevo, con la tecnología de hoy día, el
resultado final sería impactante aunque también es cierto que una obra es lo
que es y, muchas veces, si pretendes retocarla puede que pierda su encanto para
el público.
- Firmasteis en el antiguo Disco
Play de los sótanos de Gran Vía, recuerdo que yo estaba entre los que fue a
la firma. De alguna manera llenasteis un hueco en aquellos años dentro del Rock duro español, todo el mundo
hablaba de vosotros. ¿Percibisteis ese interés?
“Obsesión” nos puso en la
palestra, en boca de la gente. No fue fácil de todos modos, pasábamos de Barones y Obuses a otro concepto de música, letras e imagen que no tenía nada
que ver. Teníamos nuestros detractores, toda la corriente del Rock Urbano representaba lo contrario a
nuestra propuesta. El Drogas y yo,
por poner un ejemplo que ilustre este comentario, éramos conceptos distintos en
cuanto a música, letra, imagen o interpretación. Curiosamente después nos
encontramos con un sector del público al que le gustaba Barricada y Sangre Azul,
con el paso del tiempo me he dado cuenta de que no se trataba de entender nada,
sino de hacer tu música lo mejor posible y esperar que a la gente le pueda
gustar lo que honestamente propones.
Creo que nos ganamos el respeto de la gente gracias a nuestro directo,
jugaba a nuestro favor que la expectativa que tenía la gente sobre nosotros era
baja, así que cuando nos veían en directo se llevaban una sorpresa positiva, el
espectáculo les parecía preparado y poderoso. Enseguida subes enteros, lo que a
la larga acaba siendo un reto, porque cada vez la expectativa es mayor y tienes
que superarte más. Sinceramente pienso que no teníamos nada que envidiar a
otros grupos extranjeros, salvando la distancia del nivel de inversión
económico y los medios de que disponíamos.
- ¿Te pareció adecuada la promoción que Hispavox hizo con este disco?
Hispavox llevaba a
artistas muy diversos, como Mari Trini,
Bertin Osborne, Loquillo, Luz y otros muy alejados del concepto de Rock duro, podríamos decir que fuimos
su apuesta dentro del Rock. Además
nosotros éramos muy disciplinados y serios, cumplíamos nuestros compromisos e
íbamos allá donde nos llamaran para hacerpromoción o lo que fuera.
- Tocasteis por España. ¿Empezasteis de invitados de otros grupos en
las actuaciones o ya tocabais de cabeza de cartel? ¿Qué recuerdos tienes de esa
primera gira al frente de Sangre Azul?
Hacíamos de todo, de teloneros de otros grupos, solos en pequeñas
salas o en fiestas patronales, donde nos llamaran. El hecho de estar en la
oficina de Javier Gálvez nos
facilitó la posibilidad de hacer festivales con otros grupos, puesto que el
llevaba a casi todas las bandas de Rock duro de ese momento. Sin embargo llegó un
momento en que vimos la necesidad de trabajar con un manager para nosotros. Javier lo hizo fenomenal, pero trabajaba
con un montón de grupos y nosotros buscábamos a alguien que nos llevara en
exclusiva. Convencimos a Darío McBrian,
nuestro road manager, para que montara su propia oficina. Más adelante se
encargó además de otros grupos como Angeles
Del Infierno o Manzano entre
otros, lo que permitió montar festivales o carteles conjuntos.
- ¿Con qué otros grupos tocasteis en estos primeros años? ¿Cómo fue
esa experiencia con las otras bandas nacionales?
Aprovechamos que Darío llevaba
a otras bandas para hacer carteles conjuntos, pero en realidad, como firmes
creyentes de nuestro proyecto musical, tocamos siempre que tuvimos ocasión y se
dieron las condiciones, tanto en solitario como con otros grupos.
-Algunas versiones que
interpretabais en directo eran temas como
“Rock and Roll all night” de Kiss. A veces “Day Tripper”. ¿Tocasteis o ensayasteis alguna otra versión?
Tocábamos bastantes versiones
en la época que no éramos muy conocidos. De Kiss hacíamos “I was made
for loving you” o “Sure know something”
en los primeros momentos, más adelante tocábamos “Rock n Roll all night”, que era más conocida, o “We´re not gonna take it” de Twisted Sister. Otra que tocábamos a
veces era “We will rock you”, solo
la parte de las voces. “Day Tripper”
de los Beatles la tocamos durante un
tiempo.
-Vuestro segundo disco, “Cuerpo
a Cuerpo”, se publicó al año siguiente, 1988.¿Fue decisión vuestra grabar y editar al año de publicar “Obsesión”?
Es que antes se hacían las cosas de esa manera, no había posibilidad
de escoger. Cada disco fue un poco más estresante que el anterior. Para componer
los temas de “Obsesión” tuvimos más
tiempo, en el siguiente sabías que tenías un año para promocionar el disco,
actuar en directo y preparar el próximo. Aprendimos a trabajarbajo esa presión, creo que “Cuerpo a Cuerpo” consolidó al grupo en
ese momento aunque este ritmo supuso llegar al estudio justo habiendo acabado
de componer los temas. Y en “El Silencio
de la Noche”
ni te cuento, llegamos al estudio con dos canciones sin terminar.
-¿Las canciones se compusieron específicamente para este disco o
recuperasteis ideas anteriores?
Se compuso todo específicamente para el disco, nuestro grupo
funcionaba muy en su momento actual, la propia banda iba evolucionando ynormalmente lo que desechábamos para un disco
no lo usábamos en el siguiente. No buscábamos en el baúl de los recuerdos
-¿Cómo era el proceso compositivo en Sangre Azul? ¿Usabais apoyos externos para componer o arreglar los
temas?
Normalmente alguien traía una idea de casa, los guitarristas o yo, y
se le empezaba a dar forma entre todos. Otras veces se llegaba solo con un
estribillo y el resto le daba forma, eso en cuanto a la música. De las letras nos
ocupábamos todos, aunque principalmente Carlos
y yo. Lo realmente difícil era cuadrar la letra con la melodía, primero
componíamos la música y la melodía de voz, lo complicado era encajar la letra
dentro de la melodía. Cuando primero escribes una letra y después la música
tienes muchas más posibilidades de jugar con las palabras, no estas
condicionado por la métrica, pero si tienes toda la melodía cerrada es más
complicado, hay que buscar las palabras adecuadas y que no se pierda la
sonoridad que deseas. Nosotros componíamos de tal modo que musicalmente nos
gustara el todo, no queríamos sacrificar la música por la letra.
De los arreglos también nos ocupábamos nosotros. Generalmente no
usábamos apoyos externos, sin embargo tanto en “Cuerpo a Cuerpo” como en “El
Silencio de la Noche”
usamos la ayuda del teclado de Miguel
Ángel Collado.
-El sonido del disco me parece mejor y más compacto que en “Obsesión”. ¿Cómo fue la grabación y
producción del mismo?
Los volvería a mezclar enteros todos, ja ja, pero eso no cuenta. La
opinión del artista con respecto a su obrasiempre es compleja. Hay un pintor, Antonio
López, que cuando vende un cuadro firma con el comprador una cláusula por
la que el propio pintor puede ir a casa del comprador en el caso de que desee
retocar algo. Esto te da la idea del artista sobre su obra.
Con la tecnología y los medios de hoy en día, si coges estos discos
pueden sonar mil veces mejor, aunque también es cierto que nosotros éramos muy
exigentes con el resultado final de nuestros discos e intentábamos siempre
dejarlos lo más perfectos y cercanos a nuestra visión posible. No obstante,
desde el mismo momento que estaba terminado, empezábamos a ver que esta voz no
estaba todo la clara que queríamos, o esta guitarra no tenía el brillo
adecuado, pequeños matices propios de alguien perfeccionista. Eso no quita para
que estemos orgullosos de lo que hicimos en el momento en que estábamos y con
los medios que disponíamos.
Imagínate que ahora Carlos Raya,
con el nivel que tiene como productor, cogiera esas pistas y se las llevara a
su casa. Lo iba a mejorar muchísimo, pero igual a los fans no les gustarían las
nuevas mezclas. Poreso las cosas
comoson están bien. Si le preguntas a Leonardo Da Vinci igual retocaría “La Gioconda”, pero seguro que a todos nos
parecería mal.
-Me parece un disco con grandes canciones. Desde el inicio con “No eres nadie”, “Cuerpo a Cuerpo”,y
“Nacido para ganar”. En los tiempos del vinilo y cassette, con su cara A y B,
me parece un arranque de disco perfecto. ¿Qué te parece?
Hay canciones que cuando las tocas en el local te parecen una cosa y
cuando las grabas en un estudio toman una dimensión diferente, tanto para bien
como para mal. Nosotros acertábamos bastante, con los singles y demás, los
discos nos parecían muy completos, sobre todo cuando los acabábamos. Con el
paso del tiempo algunas canciones aguantan bien y otras se ven con otra
perspectiva pero, en general, me parece que los discos están bien como están.
-Hay dos canciones en este disco que siempre me han llamado la
atención especialmente. La primera es “Si
tú te vas”, muy directa y melódica, y la otra se llama “Dueño y Señor”, uno de los mejores temas del disco. ¿Qué nos
puedes contar de estas canciones?
Sangre Azul: "Dueño y señor".
Son dos grandes temas, desde mi punto de vista. “Si tú te vas” cuenta una experiencia propia en la que lo pasé muy
mal cuando me dejo mi chica de entonces. “Dueño
y Señor” es ficción, aunque no sería difícil encontrar personas como la que
se describe. Musicalmente me parecen dos canciones excepcionales.
-El disco acaba con vuestro único instrumental, “Alejandría”. ¿Fue premeditado, buscabais un instrumental, o salió
así?
En aquellos tiempos se llevaban los instrumentales, todos los grupos
tenían alguno. Nosotros tocábamos un tema instrumental de Yngwie Malmsteen en directo, nos venía bien para descansar la voz y
además el resto de la banda se lo pasaba muy bien haciendo sus virguerías. Por
eso un día decidimos tener nuestro propio tema instrumental, algo un poco
épico, para disfrute de los instrumentistas y descanso para la voz.
-Hay un tema grabado por esa época que no se incluye en el disco, “Noche de Sangre y Barro”, con una
historia detrás de ella. En la letra colabora Pablo Ordúñez “El Pirata”. ¿Qué nos puedes comentar de esta
canción?
El Pirata escribió esa
letra a raíz de un viaje que su emisora organizó para ver un festival en París,
tuvieron un accidente con el autobús, nada grave pero un buen susto. Hizo una
letra narrando el suceso y nos pidió que le pusiéramos música. Lo cierto es que
nos llevábamos muy bien con él, nos lo propuso y nos pareció buena idea, fuimos
a un estudio que nos buscó y la grabamos para él. Fue algo hecho desde la
amistad, sin idea de comercializarla, nos pareció un bonito gesto para recordar
esa historia del viaje.
-En esta época J. Martín
dejó la banda. ¿Por qué abandonó Sangre
Azul?
Llegó un momento en el que no llevábamos el mismo camino, nosotros
queríamos que el grupo evolucionara de una determinada manera y él no terminaba
de acoplarse. Fue una cuestión de evolución del grupo y llegó un momento en que
era obvio que debíamos separarnos.
-Entró Juanjo Melero en el
grupo. Músico de Marshall Monroe,
gran intérprete y muy buena elección. ¿Cómo contactasteis con Juanjo? ¿Quién pensó en él para el
puesto vacante?
Teníamos en mente varios candidatos que estuvimos valorando. No
queríamos hacer un casting ni nada por el estilo, de las personas que
conocíamos y que podían sustituir a Martín
pensamos que Juanjo era el que mejor
se adecuaba a nuestra idea, tanto musical como personalmente, y creo que
acertamos.
Como grupo convives muchas horas, viajas, comes y duermes con la
banda, es muy importante que haya una cierta conexión también a nivel personal,
y Juanjo era y es una excelente
persona.
-¿Cómo fue la gira de presentación del disco? Ya os habíais creado una
reputación a nivel estatal.
La verdad es que muy bien y muy contentos. En España teníamos un
nombre, la gente nos conocía, cantaba nuestras canciones, así que teníamos mucho
ganado, que lo nuestro nos había costado. Me parece que hicimos más de ochenta
galas ese año, estábamos deseando tener algo de tiempo para componer.
-Cruzasteis el charco y actuasteis en Sudamérica. ¿Cómo se vivía Sangre Azul al otro lado del charco?
Tocamos en México invitados por Ángeles
del Infierno, que ahora están afincados allí, creo. Después hicimos algún
concierto nosotros solos, pero en un primer momento fuimos con Ángeles, que eran más populares.
Es un cambio, de tocaren
sitios donde el público te conoce y sabe tus canciones a ir a lugares donde no
te han escuchado, pero eso te motiva más y te predispone a dar lo mejor de ti
mismo. Como todo en la vida, se trata de un aprendizaje.
-¿No os planteasteis una mayor proyección en el exterior? Grabar en
inglés, buscar una compañía que os pusiera en el mercado anglosajón…
Lo contemplamos muy al principio, cuando grabamos “Obsesión” preparamos algunas letras en inglés pero la compañía
finalmente lo desestimó y no lo volvimos a retomar.
A mi personalmente me hubiera encantado. En España no teníamos ninguna
duda, en aquellos había que cantar en español, hoy día la cosa no está tan
clara, creo que las miras están másabiertas. Sin duda la música rock se hizo para cantarla en inglés, la
sonoridad del idioma y sus recursos son mejores para la cuestión melódica.
-Un año después, nuevamente a grabar y editar disco, “El Silencio de la Noche”. ¿Os encontrabais
motivados para componer o era más indicación de la compañía de discos?
Lo cierto es que habíamos tocado mucho en directo ese año, buscábamos
los momentos para poder componer. Tocaren directo está fenomenal, pero al que es creativo también le motiva
mucho poder componer, es un complemento muy importante para tu faceta de
artista. El caso es que alternamos las galas y el trabajo de local como
pudimos, de hecho entramos en el estudio con un par de letras sin acabar.
-El disco suena de auténtico lujo, producción muy cuidada. ¿Estás
satisfecho con el sonido del álbum?
Me parece que el disco es muy completo, mucha gente dice que es el
mejor de los tres pero para mí cada disco tiene su atractivo. Debo decir que
estoy muy satisfecho de cada uno de los discos que grabamos con Sangre Azul.
-El tema “Abre Fuego” me
recuerda al rollo Rainbow, Purple.
Sabes que somos un club de fans de Deep
Purple. ¿Os sentíais de alguna manera influenciados por la música de DP, Rainbow, Whitesnake, Dio…?
Claro que está presente, dentro de nuestro catálogo de bandas
favoritas siempre estuvieron grupos de la saga Purple, empezando por los propios Deep Purple. Blackmore
es un icono para Carlos que, como
buen fan de Yngwie, acabó buscando
las raíces y está claro de donde vienen las influencias de Malmsteen. Rainbow nos
gustaba a todos, antes de grabar“Obsesión” hacíamos la versión de “Since You´ve been gone”, bajando el
tono, claro, porque lo de Graham Bonnet
era para morirse. De hecho dejamos de hacer la versión ya que a mí no me
acababa de sonar, y no hicimos más canciones de Graham por que vocalmente era muy complicado interpretar en ese
tono. Uno de nuestros discos de cabecera durante las sesiones de grabación de “Obsesión” era “No Parole from Rock n Roll”, que no deja de ser Rainbow pero de otra manera. Debo tener
casi todos los discos de Rainbow,
para mí es un grupo de culto tanto o más que los propios Purple. Recuerdo el día que apareció Joe
Lynn Turner en mi vida, nunca antes lo había escuchado, cantó en “Difficult to Cure” y desde ese mismo
momento pasó a ser uno de los cinco mejores cantantes que nunca haya escuchado,
con mucha clase y gusto, de la escuela de Steve
Perry que es otra maravilla.
Todas estas influencias están presentes, vamos bebiendo de las mismas
fuentes, siempre digo que al final todo acaba en el Mississippi, en un negro
con una guitarra. Otra banda que nos gustaba mucho era Dokken, a Carlos le
gustaba George Lynch, investigabas y
podías escuchar la influencia de los clásicos. Con Whitesnake en sus distintas etapas pasa igual, es todo una
evolución.
-Este disco tiene dos temas lentos, en mi opinión, distintos a lo que
habíais hecho en discos anteriores. “No
puedo estar sin ti” y “El Silencio
de la Noche”.
Me parecen piezas de una delicadeza exquisita, para nada común a lo que se
publicaba el rock español de esosaños.
¿Buscabais componer este tipo de temas u os salieron así? ¿Qué recuerdos
guardas a día de hoy de estas canciones?
Ya iba siendo el momento de que un grupo como el nuestro tuviera
baladas, teníamos casi una obligación, siempre nos decíamos que en el siguiente
disco debía haber alguna balada y al final metimos dos. Lo cierto es que
teníamos las dos canciones y, como nos parecieron buenas, al final las
incluimos en el álbum.
-En la gira de presentación, si no recuerdo mal, tocasteis con Barón Rojo y Obús. ¿Cómo la recuerdas? ¿Qué tal resultó compartir cartel con,
tal vez, los dos principales exponentes del rock duro nacional?
Bueno, gira como tal con ellos no hicimos, tocamos con estas bandas en
algún concierto puntual. Los recuerdos son buenos, ambas bandas tuvieron
siempre nuestro respeto pero se puede decir que somos más fans de Barón, por el concepto musical o
técnico, aunque el directo de Obús
era espectacular, con mucha conexión por la gente gracias a la labor de
frontman de Fortu. Además en Barón está más presente esta esencia de
las bandas clásicas que hemos hablado antes que a nosotros también nos llegaban,
mientras que Obús llevaba otra
tendencia.
-Tras este disco se rompe el ciclo directo-grabación. ¿Qué pasó?
Básicamente pasaron dos cosas. Primero resulta que cambió toda la
directiva de la compañía de discos y, pese a que Sangre Azul vendía entre treinta y cuarenta mil copias, para Emi no fue suficiente. Para una banda
de Rock pienso que era un buen nivel
de ventas, pero para una compañía que tenía en catálogo a Héroes Del Silencio, Bertín Osborne, Rocío Jurado o Luz Casal, todos artistas que son como
mínimo discos de oro, era una competición desigual y difícil. Supongo que a
finales de los ochenta, excepto Barón,
Barricada u Obús, pocas bandas
de Rock vendían treinta mil discos.
Nosotros los vendimos. Se puede decir que con la compañía de discos había,
hasta ese momento, un componente afectivo ligado al meramente industrial. Al
cambiar la directiva está relación se rompió, pasamos a ser un número que
además no era tan rentable como otros números que ellos tenían.
Otro detalle fue que al publicar “El
Silencio de la noche” la compañía se equivocó porque fabricó solo diez mil
unidades de partida, no puedes sacar solo diez mil discos de una banda si el
anterior vendió treinta mil! El disco se vendió en una semana, la gente iba a
las tiendas y no había discos, luego se fabricaron más pero ya no era lo mismo,
el grupo estaba en plena promoción de un disco que no se encontraba en las
tiendas, eso fue un error.
La segunda cuestión importante es que nosotros empezamos a componer
otro tipo de música. Si apagas la grabadora te pongo dos o tres canciones de lo
que iba a ser nuestro cuarto disco (Nota: ¿Qué?.. ya sabemos lo que pasó
después).
Efectivamente hay un cambio cualitativo grande, la compañía quería que
siguiéramos haciendo material como “Cien
años de Amor” o “No eres nadie”
porque pensaban que esa era la música que les iba a funcionar. Es cierto que “Cuerpo a Cuerpo” entró como Disco Rojo en los Cuarenta Principales y eso suponía que se radiara continuamente,
salíamos en las televisiones, etc.
Nuestra imagen también cambió, hablamos de camisetas y pantalón vaquero,
algo más “normalizado”, las letras pasaron a ser más crudas…lo cierto es que el
grupo cambió. Nosotros teníamos muy claro que esa era la evolución que
buscábamos, amando fervientemente la música que habíamos hecho hasta entonces,
desde luego, pero pensando que ese era el camino a seguir. De hecho estuvimos
cerca de un año sin componer casi nada, buscando, deseando dar ese salto cualitativo
de alguien que no piensa igual con veinte años que con treinta, pese a seguir
teniendo claro que amas el Rock. No
nos salía repetir fórmulas aunque tampoco dábamos con el camino nuevo, hasta
que surgió y funcionó, empezamos a componer y salieron muchísimas canciones.
Pero la compañía no entendió nada, aparecimos un año después por los despachos
con una maqueta un nuevo book de fotos y se quedaron sorprendidos, no entendían
nuestra evolución. Teníamos claro por donde queríamos ir, eso era lo que nos
pedía el cuerpo y estábamos convencidos que a la gente le iba a gustar incluso
más allá de las fronteras del Hard Rock,
con un enfoque más crudo y duro, lo veíamos muy claro para entrar por otros
circuitos o canales musicales.
- ¿Por estos motivos se separó el grupo? ¿Había cansancio o falta de
expectativas?
La compañía no aceptó nuestra evolución musical, no nos quiso grabar
el disco ni darnos la carta de libertad. Fue pasando el tiempo, cada uno fue
dedicándose a sus cosas hasta que llegó un momento de impás en el que decidimos
dejar de invertir tiempo, esfuerzo y energías en el proyecto.
-Esto dice mucho y muy bueno de vuestra banda. Teníais clara vuestra
música y la defendisteis hasta el final.
Lo defendimos hasta la desaparición, lo que teníamos claro era que no
íbamos a grabar lo que no sintiéramos. Afortunadamente nuestro trabajo no era
el de fichar en una oficina donde te dice el jefe lo que debes hacer, tuvimos
la enorme fortuna de tener un trabajo creativo que dependía de nuestra intuición
y creatividad. Siempre tuvimos claro que defenderíamos nuestra música hasta el
final.
-¿Qué hubierais hecho si os hubieran dado la carta de libertad?
Lo hubiéramos intentado grabar por nuestra cuenta, moverlo por la
industria. Seguro que podríamos haber encontrado otras fórmulas. Pero no nos
dieron esa opción, no creyeron en nuestra nueva expresión artística y nos
quedamos en un punto muerto.
-¿Se llegaron a deteriorar las relaciones humanas entre los
componentes? ¿Hubo intentos de seguir con otros miembros?
Nunca hubo desacuerdo a nivel personal, no se barajó la posibilidad de
buscar otros miembros, fue la propia inercia de los acontecimientos la que
llevó al final de la banda.
-Se puede decir que Sangre Azul
fue el grupo de referencia en el Rock
duro español de mediados-finales de los ochenta. Teníais los temas,
calidad, y prestigio para haber logrado continuar como uno de los grandes ¿Qué
pasó? ¿Qué os faltó? ¿Cómo lo ves con la perspectiva que da el tiempo?
Creo que una cosa que nos faltó pudo ser dar un concierto en el entonces
emblemático Pabellón del Real Madrid.
El aforo era de unas cinco mil localidades, creo que con un precio popular se
contaba con la suficiente masa crítica para haberlo llenado. Supongo que nos
hubiera dado una energía y confianza extra. Incluso se podría haber grabado un
disco en directo de esa actuación, el doble directo que no tienen los Sangre Azul y que pienso que nos
hubiera dado ese plus para entrar definitivamente dentro de esa “división de
honor” del Rock español.
Circulan por ahí varias grabaciones piratas que no están nada mal,
creo que se podría haber editado un directo potente y con enjundia, eso
considero que nos pudo faltar. De hecho, si hubiéramos grabado ese cuarto disco
que se quedó en el tintero, la idea era que el próximo fuese un doble en
directo, pero no pudo ser.
-Después desapareciste de la vida musical pública. ¿Qué hiciste
después de Sangre Azul?
No me apetecía empezar desde cero otro proyecto, bien en solitario o
con otra banda, lo cierto es que me apetecía tocar con los músicos de Sangre Azul y, como eso no pudo ser,
decidí tomar distancia del panorama musical desde el punto de vista público.
Siempre he hecho música para mí, para mi disfrute personal. No tenía necesidad
de ser visible públicamente.
-Has seguido componiendo música.
Siempre. Me llaman a veces para que colabore en algún proyecto, que
ponga música para algún anuncio, meter voz en montajes… Me gusta cantar pero
sobre todo me gusta componer.
-En estos años, hasta el proyecto “Legado
de una Tragedia”, ¿has seguido actuando en directo o componiendo música?
Siempre he hecho música, es una necesidad vital para mí, lo que hice
en esos años fue separarme del escaparate público musical, supongo que era algo
que necesitaba en ese momento. Quería hacer música sin presión, solo cuando me
apeteciese y para mi propia realización personal.
Luego surgió la posibilidad de colaborar en el disco sobre Edgar Allan Poe. A raíz de este
proyecto, cuya producción musical corría a cargo del bajista y el cantante de Iguana Tango y, casi por casualidad, me
propusieron introducirme de nuevo dentro de la vida pública musical. Les gustó
el estado de mi voz, se interesaron por el material que había compuesto a lo
largo de estos años y, tras escucharlo, me propusieron en firme hacerse cargo
de la cuestión musical y la infraestructura para grabar la música. Ellos
buscaron los músicos, el estudio y todo lo demás. Lo único que tenía que
aportar era mi música y mis canciones, lo vi todo tan viable y asequible que me
lie la manta a la cabeza y lo hice. Era el momento adecuado, así que grabé
sobre todo para mi satisfacción personal y para compartir mi música. No lo he
hecho por dinero, no tengo intención de montar una banda y actuar en directo,
me dedico a mi trabajo, que es el que me mantiene, esto ha sido principalmente
un gusto y una afición que he querido que viera la luz.
Tampoco tengo el mono de actuar en directo ni nada por el estilo, eso
no quita que esporádicamente pueda colaborar con algún amigo o hacer algo
puntual. No es una necesidad en este momento.
-A mediados de 2008 Juanjo
Melero os invitó a subir al escenario para cantar un par de canciones. ¿Fue
esta la primera vez que los Sangre Azul
os subisteis juntos a un escenario después de vuestra separación?
Así es. Mucha gente probablemente nunca nos había visto hasta ese
momento. Supongo que fue un plus para ellos.
-Vi el concierto y te puedo decir que fue una grata alegría para todos
los asistentes, seguís en perfecta forma. ¿Cómo te sentiste tocando en directo
de nuevo con tus antiguos compañeros?
Fue muy emocionante, tanto yo mismo como el resto del grupo me consta
que lo disfrutamos mucho, y me dio la impresión de que a la gente también le
gustó y valoró la importancia del momento. Lo cierto es que seguimos manteniendo
el contacto, quedamos para comer algún domingo y cosas así, hay muy buen rollo
a todos los niveles.
-Por fin en 2011 aparece tu disco “Las
Fases de la Luna”. Título muy sugerente. ¿Por qué te decidiste a grabar un
disco en solitario después de tanto tiempo?
Como he comentado antes la idea me resultó atractiva, era un momento
en el que se daban las circunstancias adecuadas para hacerlo, lo contemplé como
un reto. Además soy consciente de que hay una cierta demanda por parte de los
fans de Sangre Azul para que hagamos
algo y, como eso no va a ocurrir, esto me parecía como un pequeño regalo a
todos ellos. Es como dar al fan algo con una ligera relación con Sangre Azul, algo mío y que me apetece
compartir con ellos.
-Ante todo debo felicitarte, me parece un muy buen disco, completo y
variado, con un gran sonido. ¿Las canciones las compusiste específicamente para
el disco o recuperaste ideas de tiempos anteriores?
Había canciones que existían desde 1992 y otras compuestas
específicamente para el disco. Hay momentos que puede recordar a Sangre Azul, pero es mi propia visión
musical. Aunque debo decir que ningún tema estaba pensado para Sangre Azul, incluso estas canciones
que datan de los noventa estaban compuestas por mí fuera del contexto y de la
banda Sangre Azul.
-Aparte de los músicos de Iguana
Tango, que te ofrecieron esa cobertura que te acabó de animar, colaboran
también JL. Campuzano “Sherpa” y los
antiguos músicos de Sangre Azul.
¿Buscabas esas colaboraciones o fue algo más casual? ¿Cómo surgió la
colaboración?
En el caso de Sherpa busqué
su colaboración. Barón es el grupo
más emblemático, en mi opinión, del Rock
en España, y Sherpa supone para mí
la figura más representativa del Rock español.
Su colaboración supuso un honor y cumplir un sueño. Se lo pedí y aceptó sin
ningún problema, lo dio todo en el estudio y nos lo pasamos fenomenal. Le estoy
muy agradecido.
-Los otros miembros de Sangre
Azul tocan en temas distintos, no querías crear confusión ni generar falsas
expectativas…
Lo hice a propósito, quería que estuviesen los miembros de Sangre Azul pero en distintas
canciones, no quería sugerir ninguna posibilidad de reunión del grupo, que
nadie pensara que había un tema interpretado íntegramente por el grupo.
-“Unidos para siempre” me parece toda
una declaración de principios, es un gran arranque para el disco. El disco
tiene garra y variedad. ¿Hay alguna canción que tenga un especial significado
para ti?
Sí, es como decirle a la gente que estoy de vuelta a la vida pública
musical. En general el disco refleja, sin buscarlo a propósito, a una persona
en la mitad de su vida, en un momento positivo y de equilibrio y que agradece
las cosas buenas que le están pasando en la vida. Soy una persona positiva,
independientemente de que haya alguna letra más triste, busco la variedad.
-Me llaman mucho la atención las letras. Muy elaboradas, tocando
varios palos y de manera muy elegante, por momentos literaria. ¿Tienen algún
tipo de componente autobiográfico?
Sí, pueden serlo, unas más que otras. Son muy vivenciales, tanto desde
el punto de vista personal como reflejando algo que la haya pasado a gente
cercana. Siempre experiencias internas, que aportan algo importante que decir.
Es un disco positivo, pienso que siempre acabas reflejando como estás,
tus sensaciones acaban apareciendo de un modo u otro en las letras que
compones, de hecho, en los momentos en que en tu vida no pasa nada relevante
incluso te cuesta más componer. Muchas veces tus vivencias o las de tu gente
cercana supone una especie de inspiración, cuando los sentimientos están a flor
de piel, sobre todo si te pasan cosas desagradables, la inspiración suele ser
más fuerte. Es curioso.
-“Las Fases de la Luna” me parece un
gran título para un disco. ¿Crees en el destino, la influencia de la luna o
cosas así o es más un recurso literario?
Pienso que era un buen título para el disco, por su sonoridad. También
describe eso que uno hace por que se lo pide el cuerpo y que a veces los demás
piensan que es una locura. Se combinan el aspecto sonoro y el sentido
literario, cosa que no es nada fácil de conseguir.
-Otra canción sobre la que te quería preguntar es “Rumbo a ningún lugar”,
además de ser una gran canción tiene un cierto poso de nuevo comienzo, de
sacudirse fantasmas o rencores del pasado. ¿Qué sensaciones te produce? ¿Hay
alguna intencionalidad en la letra?
Esta canción se escribió en unos de esos momentos de soltar lastre, de
abandonar una mochila llena de mierda, sin tener nada que ver con la música. Es
uno de esos momentos en los que decides que debes mudar la piel y avanzar en
otra dirección por que la que llevas no te gusta. Aunque generalmente solemos
ser responsables de lo que nos pasa, o mejor, de qué hacemos con lo que nos
pasa; si una persona bebida te atropella y te quedas en silla de ruedas, no
eres responsable del accidente, pero sí de lo que haces al quedarte en silla de
ruedas, que camino tomas ante las vicisitudes de la vida.
Cuando escribí el tema estaba en uno de esos momentos de cambio, de
comenzar en otra dirección, ligero de equipaje, focalizando en lo positivo y
dejando de lado todo aquello que “resta” (o que no “suma”) en la vida.
-¿Has presentado el disco en directo? ¿Hay futuros planes de
actuaciones en directo?
No entra dentro de mis planes, para actuar en directo hay que dedicar
mucho tiempo a ensayar. No creo en aquello de contratar a cuatro tíos que
toquen, ensayar una semana y a tocar. No es mi concepto. Una banda debe estar
cohesionada y ensayar hasta que los temas salgan de manera casi inconsciente y,
sólo cuando se llegue a este nivel, es cuando debes salir a tocar y a defender
tu música, disfrutarla. Hoy en día no dispongo del tiempo y la implicación para
preparar una puesta en directo, no se trata del tema musical, tienes que montar
un show completo en el que pasen cosas, se ofrezcan variaciones y momentos, no
se trata sólo de aprenderse los temas y listo.
En mi vida hay muchas facetas y aspectos que quiero desarrollar, desde
los meramente monetarios hasta mis aficiones y uno no dispone del tiempo para
sacar todo adelante. Sacar este disco ya ha supuesto por mi parte un esfuerzo
titánico, el tiempo invertido y robado a otras actividades para dar forma al
disco lo he sacrificado de otras facetas de mi vida, y preparar un directo
supondría un nivel de implicación que en estos momentos no puedo tener. También
me parece muy importante mantener la cuestión musical como algo que desarrollo
cuando me apetece, sin introducir el factor de obligación, que le quitaría esa
frescura que ahora tiene.
-¿Ni siquiera una o dos presentaciones puntuales?
Es que, como he comentado antes, si montas algo no es para un
concierto o dos. El trabajo es montar un show de hora y media, con un
compromiso alto, si logras esto no merece la pena tocar sólo un par de
conciertos. Con lo de Sangre Azul pasa
igual, si encontráramos el momento y los tiempos adecuados para preparar un
show, con el nivel de implicación que ello conlleva, no sería para dos
conciertos, lo idóneo sería hacer una gira, pero la realidad es que eso no es
posible a día de hoy.
-“Llueve otra vez” es un tema
suave, “Las Fases de la Luna” tiene
fuerza pero sería un tema lento precioso. ¿Te gustan este tipo de composiciones
más calmadas? Creo que estos temas se amoldarían perfectamente a un formato
acústico. ¿Te has planteado la posibilidad de hacer algún concierto en este
formato? ¿Qué te parecen los solistas y grupos que adaptan sus canciones para
presentarlas de modo acústico en un entorno más íntimo?
Lo cierto es que no todas las canciones suenan bien en acústico. Por
ejemplo, no veo la canción “El Malo del
cuento” en acústico porque no está concebida para ese formato, tal vez “Las
Fases de la Luna” sí resultara. Con las canciones de Sangre Azul pasa lo mismo, no veo “Cuerpo a Cuerpo” desenchufada, “Dueño y Señor” podría sonar bien, hay canciones que se prestan al
formato acústico. Todas las canciones se pueden interpretar acústicas pero no
todas se prestan a ello. Se trata de tener un repertorio amplio.
-Pienso que tú podrías sacarlo…
Tal vez, pero lo cierto es que ni me lo he planteado.
-El festival Leyendas Del Rock se
caracteriza por ofertar a grandes grupos españoles para que se junten y actúen
en directo. En todos estos años ¿ha habido ofertas para que os volvierais a
juntar para tocar en directo o grabar disco?
En las últimas diez ediciones hemos recibido ofertas todos los años.
Pero nunca se dan las circunstancias adecuadas, cada uno tiene sus
circunstancias y proyectos de vida que impide llevarlo a cabo. Además, todos
somos muy perfeccionistas y, en caso de hacerlo, tendría que ser con el elevado
nivel de compromiso del que hemos hablado antes, eso es algo que todos tenemos
claro.
-Sabes que Lili anunció y
dio un concierto de reunión de Sangre
Azul, creo que en 2005, en la sala Caracol. Pero en la banda no estaba ninguno
de vosotros. ¿Qué opinas de esto?
En realidad Lili montó algo
y le puso ese nombre. Todo el mundo tiene derecho a equivocarse, creo que no
fue una buena idea, probablemente estuvo mal aconsejado por terceros y,
afortunadamente abortó pronto esa idea por que ni siquiera le beneficiaba a él,
en verdad no se beneficiaba nadie.
-¿Qué tendría que ocurrir para que Sangre Azul (vosotros) se juntara de nuevo? ¿Cómo lo harías si de
ti dependiese?
En cualquiera de los casos se tendría que dar la circunstancia de que
todos los del grupo dispusiéramos del tiempo y el nivel de implicación
necesarios. Si esto ocurriese estoy seguro que dispondríamos de los medios y la
inversión adecuada, de hecho nos lo han ofrecido en otras ocasiones. Si lo
hiciéramos, también habría que intentar rentabilizarlo. No es un tema exclusivo
de dinero, sobre todo se trata de disponibilidad, dos meses dedicando tres o
cuatro días por semana para poner todo a funcionar, evolucionar algunos temas,
como ensamblarlo todo y crear un espectáculo novedoso y potente, algo nuevo que
ofrecer.
No se trata de montar, deprisa y corriendo, un concierto en La
Riviera; no se si viste el último concierto de Barón Rojo en la Plaza de Toros de Vista Alegre, no tenemos ninguna necesidad de
hacer un concierto en esas condiciones, ni siquiera ellos la tenían tampoco. Se
trata de ofrecer un espectáculo excepcional, como músico siempre les tendré
respeto, y como fan también, pero es cierto que me quedé un poco frío con su
actuación. Hubiera preferido no asistir a ese concierto y quedarme con la
última imagen de su gran concierto de La Riviera.
- Muy brevemente me gustaría
que me dieras tu opinión rápida sobre estos vocalistas:
Dio: Fuerza, energía, chorro de voz.
Gillan: Feeling, versatilidad, esos falsetes imposibles. Uno
de los maestros.
Glenn Hughes: El exceso, pero bien entendido, muy buen gusto, versátil.
Registro increíble.
Graham Bonnet: Es como una especie de bestia, la bestia del rock sin
parecerlo, lo ves con esa pinta… abre la boca y alucinas. Además de ser un gran
compositor de melodías.
Paul Rodgers: Como es uno de los maestros de Coverdale, lo consideramos como uno de los maestros.
James Brown: Es la energía pura, entrega total en el escenario.
Little Richard: Una locura de artista, una apisonadora que te pasa
por encima.
David Coverdale: Probablemente sea el cantante más completo de toda
la historia, no con Purple sino con
otros proyectos. En “Made In London”
Glenn Hughes le da un buen repaso, eso en el fondo te anima, ves que nadie
ha sido perfecto todo el tiempo, pese a su incuestionable calidad, en este
disco fue monaguillo antes que fraile. Para mí es el frontman con mayúsculas,
cantando, su clase y puesta en escena, sus melodías y composiciones. El más
completo.
Joe Lynn Turner: El buen gusto por excelencia, voz muy cálida, con
unos giros preciosos. Uno de los cinco más grandes de la historia para mí.
-Para ir acabando ¿Hay algo más que nos quieran comentar a los
lectores de Hush?
Agradeceros el tiempo y la dedicación. Veo que sois un club de adictos
a una buena droga, a la que también soy adicto. Si tuviéramos que hablar del
árbol genealógico musical, Purple y Zeppelin estarían por ahí como padres o
madres y, aunque me gustan los Led
Zeppelin, siempre he sido más de Deep
Purple, por decirlo de algún modo.
Muchas gracias a ti Tony, por tu hospitalidad y tu paciencia. Ha sido
todo un honor y un privilegio compartir esta agradable charla contigo.