Al escuchar algo lo hago de modo autodidacta y por oído. No digo que sea mejor ni peor. En mi caso funciono por instinto, me viene a la cabeza cómo me sale cantar lo que sea y por ahí me dejo llevar.
Francamente no pienso que cantar en directo vaya solo de lo perfecto que seas o no, sino que hablamos de la fiesta que hay montada en ese momento singular del concierto. Si no me divierto no veo el motivo para estar ahí.
Estar en televisión entonces era lo más. Pasar por camerinos del “Un, Dos, Tres”, que te arreglen y te peinen de esa manera tan profesional ya era una pasada. Era otro nivel, maquilladores profesionales que te maqueaban que no parecías tú. Disfruté mucho esa experiencia.
He venido al mundo de la música para divertirme, no para joder a nadie. Desde mis virtudes y defectos, sin haber tenido estudios musicales y haciendo lo que me ha salido de dentro. Tal vez tenía que haber estado mucho más encima de las cosas, lo que pasa es que mi punto de vista era que ni me merecía estar donde estaba. Lo mío era cantar y ya está.
Nunca me podré desvincular de la música. Nací con música y moriré con música. Siempre que puedo me pongo en casa con el bajo a buscar cosillas aquí y allá.
Lo que de verdad quería era aprender a componer y Tony Acebes fue en ese sentido un maestro para mí. Me descubrió pautas para a la hora de componer un texto que sea claro y llegue. Me sirvió mucho y luego después he seguido componiendo con Cortijo Cizaña. Mis primeros pinitos en cuanto a letras algo más trabajadas fueron en “No Cariño No”.
Quiero comunicar de otra manera. Es lo que intenté hacer en Cortijo Cizaña. Lo que pasa es que una vez que te has dado a conocer con algo, la gente no te deja cambiar tan fácilmente; buscan una foto idéntica de los discos que tienen en su casa y de los recuerdos que hay en su cabeza.
El espectáculo siempre es espectáculo, además del apoyo musical sin espectáculo no lo entiendo. Para según que grupos y música el espectáculo es una parte importante.
La verdad es que lo de Glam Rock nunca lo he acabado de entender, ¿imagen o qué? Cuando pienso en Glam me voy a grupos como Sweet. Bella Bestia no teníamos nada como eso en cuanto a música.
Os presentamos la agradable y distendida charla que hace poco pudimos disfrutar con Pancho Martín, vocalista de la formación clásica de Bella Bestia y uno de los vocalistas con más carisma escénico que haya dado este país. Alejado de la primera escena musical en los últimos años, este pasado Enero volvió a subirse al escenario para acompañar a la despedida del combo que ha estado dirigiendo en estos años Pepe Mary y nos emocionó a muchos de nosotros con su interpretación. En esta entrevista nos cuenta sus vivencias y recuerdos musicales, por supuesto su etapa en ese grupo tan especial y atípico que fue Bella Bestia y también su participación en bandas como Claxon, Hielo Hirviente o más recientemente Cortijo Cizaña. De estos últimos nos ofrece unas maquetas musicales en exclusiva para Púrpura Chess y para que tú, estimado lector, puedas escuchar lo que Pancho tiene en la cabeza a nivel musical en estos últimos tiempos.
-¿En qué momento te interesaste por la música? ¿Cuándo te diste cuenta de que podías cantar y que te querías dedicar a esto?
Desde el primer momento en el que te viene la ilusión, desde los cuatro, cinco o seis años.
-¿Qué tipo de artistas te interesaron o te han marcado?
Mi primer recuerdo musical es de mi familia. Vengo de Santa Cruz de La Palma y allí todo el mundo canta, todos tienen arte. Te crías en ese ambiente.
En cuanto a grupos o tendencias, desde Alan Parsons, Genesis, Bee Gees, Boston, Chicago y todo lo que caía en mis manos. Todo por herencia de mis propios hermanos. En el mundo del Rock' n' Roll acabé cayendo gracias a mi hermano. Un día me trajo “Highway To Hell” de AC/DC y el disco se quedó transparente de tanto ponerlo. Ahí comenzó la mezcla entre cosas como Bee Gees o el grupo de los hermanos Young. Aunque no estaba especialmente interesado en uno u otro estilo musical, a mí lo que de verdad me gustaba era cantar.
-¿Coinciden con los grupos que te gustan actualmente?
Siempre. Es que no veo la música como una tendencia u otra. Hay canciones buenas y canciones malas, ya está. Cuando puedes cantar además te pueden tirar más esos grupos que van por tu tesitura vocal.
-Cantas. ¿Tocas también otros instrumentos o tienes algún tipo de estudios musicales?
No. Chapurreo el bajo, la guitarra o la percusión, pero no como para ejecutarlo encima de un escenario.
-¿Cuándo te subiste por primera vez sobre un escenario? ¿Qué sensaciones experimentaste?
Eso fue con el primer grupo que tuve, que fueron Claxon. De hecho es que fue la primera gente con la que me fui.
-¿Cómo acabaste en el grupo?
En la mili, hice el servicio militar con el guitarrista Raúl Bustillo. Lo curioso es que la mili que hice fue tocando la corneta en la Banda de Tambores y Cornetas del Ejército del Aire del MACOM. No fui de voluntario, me llevaron a los dieciséis años. Estaba rebajado de armas y lo que hacía era tocar con la banda.
¿Qué nos puedes contar de las actuaciones en vivo?
Recuerdos vagos, era diversión. Hicimos tres o cuatro conciertos. Tenía muy poquitos años, diecisiete o dieciocho.
-¿Llegaste a grabar algo con ellos en estudio?
No grabé nada con ellos, más allá de lo que puedas grabar en el local.
-¿Por qué dejaste de tocar con ellos?
Sentía que aquello se estancaba, que no crecía y además nos separaba una delgada línea en cuanto a nivel adquisitivo. No estoy hablando de clasismo, lo que pasa es que ellos eran de Majadahonda y no es el mismo poder adquisitivo que pueda haber en un barrio obrero como Carabanchel.
-Te entiendo perfectamente. Soy de Carabanchel, sé de lo que hablas y es cierto que la capacidad económica en general no es la misma.
Me fui para Getafe, no por nada en especial, por amistad. Me dijo un amigo que otro grupo necesitaba un cantante. Escuché lo que hacían y me gusto. Entonces dejé lo de Claxon y comencé a cantar con Hielo Hirviente. Para seguir creciendo y hacer cosas nuevas. No buscaba solo el rollo de ser colegas y no subir más, quería avanzar en esto de la música.
Claxon. 1984. |
-¿Ya en esos momentos tenías intención de hacer algo en la música de modo profesional?
Incluso antes de ese momento, pero no sabía muy bien cómo. No tenía las herramientas necesarias para hacerlo de manera adecuada. El hecho de no tener estudios musicales reglados me puede haber condicionado o cortado posibilidades, quién sabe. Te limita bastante a la hora de expresar tus ideas musicales con el resto de miembros del grupo en el que te encuentres.
-¿Llegasteis a grabar algo, demos, maquetas…? ¿Qué tipo de música hacía el grupo?
Con este grupo llegamos a grabar una maqueta de tres o cuatro canciones. Pero vamos, que no la movimos por garitos ni nada por el estilo. Cuando llegó todo lo de Bella Bestia debía llevar como un año con Hielo Hirviente. En ese año hicimos un bolo o dos. No se trata de ser mejor o peor música y grupo, sino del tiempo que pasa hasta que se puede ver algo de avance y crecimiento en el grupo.
Con Hielo Hirviente, por entendernos, nos decían que teníamos algo de Progresivo, mientras que con Claxon hasta nos llamaban Punkies, no por la parte musical, sino por la manera de presentarnos. Éramos cuatro macarras que estaban en un grupo de Rock. En la sala Quinto Infierno, una discoteca de Villalba, hicimos un tema cuando había un concurso. Allí había un cajón de los muertos de la Fiesta de la Sardina de Majadahonda, los de la sala debían tener contactos con el Ayuntamiento y se lo pidieron. El caso es que me sacaron a escena con el ataúd; por el rollo del concurso. Y a mí que toda esa farándula me encanta, pues ya ves.
-Entonces se dio la tesitura de dejar el grupo ¿Cómo se produjo tu fichaje por Bella Bestia?
No recuerdo si es que tocamos conjuntamente con Bella Bestia en las fiestas de Getafe exactamente. Antes habíamos tocado con Jose Carlos Molina en la sala En Vivo de Fuenlabrada. Recuerdo que tras la actuación se acercaron tanto Miguel Oñate como Jose Carlos Molina y me dijeron que les molaba lo que hacía. Ya ves tú, por entonces ni les conocía. Igual por esa amistad entre Molina, Oñate y la oficina de contratación de Javier Gálvez les comentaran algo. Tony Cuevas se iba a la mili y en el siguiente concierto el grupo me contactó.
Pepe Mary me pasó el disco para que lo escuchase. Lo que pasa es que aunque me gustaba no me acababa de llegar, lo sentía a mi manera. Al escuchar algo lo hago de modo autodidacta y por oído, lo que escuchaba no era lo que quería sacarle, por decirlo de algún modo; de ahí los cambios en las texturas de voz y todo eso. No digo que sea mejor ni peor. En mi caso funciono por instinto, me viene a la cabeza cómo me sale cantar lo que sea y por ahí me dejo llevar.
-¿Entonces le comentaste a Bella Bestia que lo harías pero cantando a tu manera?
Para nada, la historia no fue así. Bella Bestia se empeñó en que cantase como Tony Cuevas. Recuerdo que Enrique Ballesteros, un tío con mucha envergadura, se levantaba de su batería y no veas cómo imponía; ten en cuenta que era un chavalín de dieciocho o diecinueve añitos. Así que intenté acoplar mi voz a lo que me pedían. Hice un primer concierto con ellos en la cárcel de Carabanchel y me echaron los muy cabrones.
-¿Qué pasó?
Que me quedé afónico. Estuve intentando llevar la voz dónde ellos
querían. Te vuelvo a decir que yo canto como me sale y me dice mi instinto, no
me iba esa tesitura de voz ni me salía de dentro hacerlo ni nada de nada. Para
amoldar tu voz a unos registros que no son los tuyos debes trabajarlo con
estudios profesionales y todo eso para mí no existía. Lo mío era soltar lo que
me salía.
-Entonces ese bolo no salió bien.
Incluso llegué afónico antes de la actuación, intentando bajar la voz al tono y al rollo del primer disco.
-¿Y cómo se solucionó el asunto?
Hablando con Javier Gálvez. Bueno, primero hablé con Lili, que era de Carabanchel como yo. Nos conocíamos por amigos comunes y eso, hablamos de la época en la que estaba en Tritón. Recuerdo que me preguntó quién me había echado. Le comenté que me dijeron que me había echado Gálvez y Lili me dijo que le pusiese pelotas y hablase con el propio Javier Gálvez… y eso hice. Me dio el empujón necesario. Yo entonces me veía como un chaval que había caído en ese grupo rodeado de gente mayor. No tenía esa actitud, la chispa la encendió Lili.
Estuve cara a cara con Gálvez y se sorprendió cuando le conté que los del grupo me habían dicho que él me había echado. Delante mio cogió el teléfono y les llamó para decirles que me tenían que dar otra oportunidad. Igual fue el propio Gálvez el que les sugirió que me largaran, piensa que las decisiones las tomaban un poco entre todos ellos, pero de cualquier modo se volvió a intentar y me quedé. Eso sí, lo hice cantando a mi manera, como me salía. No es que lo impusiese por cojones, es que era lo que les podía ofrecer. Les pedí que escuchasen cómo quedaba y al final volví. Se me pasó la afonía y empecé a adaptar los temas antiguos a mi voz en los ensayos. En ese momento el único tema nuevo que había era “El gran mago” que era de Manolo Arias. Y pasó que en cuanto te crees algo resulta que funciona. Entiendo que una voz aguda o estridente todo el rato pueda no gustar a todo el mundo, pero si lo haces convencido y crees en ello pueden salir cosas brillantes. Además es importante tener unos buenos apoyos vocales con segundas voces para coros y demás, cosa que aquí en el Rock duro no se ha trabajado mucho. Cuando hay un buen juego de voces que está trabajado y funciona, eso suena imponente.
-Y funcionó.
Sí, nos funcionó. Por ejemplo, entonces yo veía como que Sobredosis estaban un poco por delante de nosotros. Cuando llegamos con todo el cambio de las voces y demás, pienso que a la peña le sorprendió y le gustó. No se trata del tipo de voz que tengas, sino de lo que seas capaz de transmitir cuando cantas. Me gustan mucho los cantantes que son capaces de hablar y llegar al público con lo que dicen. Es muy difícil decir algo y que la gente lo entienda a la primera, por mucho ruido que haya en el exterior. Debes tener un texto coherente con el que consigas llegar a la gente. La voz casi es lo de menos, lo importante es la capacidad que tengas para transmitir.
-Te parecen entonces importantes las letras de las canciones.
Me lo ha parecido siempre, lo que pasa es que entonces no tenía muchas opciones para hacerlas. Digamos que no había podido crecer como letrista.
-¿En Bella Bestia las composiciones eran de Tony Acebes o metíais todos lo que os salía?
Bella Bestia digamos que ya era una empresa cuando yo llegué, creación de dos personas: Pepe Mary y Tony Acebes. Tu llegas como una especie de apósito, cantas lo que te piden y demás. Es que ves que hay diferencias ya no solo a nivel de edad, sino también a nivel cultural y musical. Tú tan jovencito es que ves que no tienes qué decir allí, te inhibes por ti mismo. Lo que hacía era desarrollar las canciones que me daba Tony, ese era mi trabajo. En “Lista Para Matar” creo recordar que metí la letra de “Súbete a mi piel”, y lo hice porque le faltaba tiempo al propio Tony para llegar a todo. Él venía al local con todo, textos, melodías... era un compositor enorme, pero si a algo no le daba tiempo le apoyaba como pudiese.
-Además de tu entrada se renovó el grupo con la entrada de Pepe Rubio y Jose a la batería. ¿Ya estaban cuando llegaste tú o llegaron después?
Cuando yo entré estaban Enrique Ballesteros a la batería, Manolo Arias, Pepe Mary y Tony Acebes.
.¿Todavía no había surgido la idea del cambio de imagen?
No había nada, si de hecho a la semana de entrar me echaron. Eso fue después.
-¿De quién fue la idea de vestirse con una imagen más Glam?
Tengo entendido que de Javier Gálvez. A mí me lo comunicaron, me dijeron que si estaba dentro del barco o fuera.
-¿Y tú quisiste?
Me gustó mucho la idea. El espectáculo siempre es espectáculo, además del apoyo musical sin espectáculo no lo entiendo. Para según que grupos y música el espectáculo es una parte importante.
-Vamos a hablar un poco del concierto que grabasteis en el Canciller. La idea era registrar un disco en directo de este concierto. ¿Era material del primer disco o temas ya de lo que sería “Lista Para Matar”?
Eran sobre todo canciones del primer disco. No sé si se llegarían a meter alguna de las nuevas. No eran mis decisiones, como te he comentado antes yo no dejaba de ser una especie de asalariado. Mucha gente me ha dicho que yo era la cara de Bella Bestia, aunque la realidad es que no era así. No tomaba las decisiones del grupo.
-Pero entiendo que te dijesen eso. Eras un frontman buenísimo, de lo mejor que se ha visto en Rock duro en este país.
Pero una cosa es ser frontman o cantante y otra muy distinta es el que está cortando el bacalao, como se suele decir.
-Se tomó la decisión de cambiar la imagen y tengo entendido que Enrique Ballesteros lo dejó y Manolo Arias tiró adelante con el resto del grupo.
Con Enrique no lo llegué a hablar, pero conociéndole te diría que así fue. Manolo en un principio debió asumirlo, aunque no sé si lo acabó de ver del todo. Luego supongo que se cansaría de las pintas.
-Finalmente el directo no se publicó.
Una vez más, no fueron mis decisiones. Imagino que la idea era la de hacer algo para llamar la atención y moverlo. Luego llegó Nuevos Medios con la oferta para grabar “Lista Para Matar” y se tiró en esa dirección. En cuanto al directo también puedo decir que, aunque el sonido no era bueno y eso influye mucho, es verdad que el grupo podría haber preparado mucho más esa actuación. En definitiva, si no están los medios para que algo suene como realmente quieres, es mejor que no lo hagas.
En lo que se publicó incluso las voces están regrabadas en estudio, es que la grabación original sonaba fatal y no había por dónde cogerla. No digo que incluso yo la pueda cagar en algún momento.
-Siempre ibas al límite con la voz.
Francamente no pienso que esto vaya solo de lo perfecto que seas o no, sino que hablamos de la fiesta que hay montada en ese momento singular del concierto. Lo entiendo como algo que me salía en cada momento. Si no me divierto no veo el motivo para estar ahí.
-También reventasteis el concierto matutino del Egaleo de ese domingo, el público del Heavy estaba con vosotros entonces.
Bueno, también hay que tener cuidado con eso, meter a dos mil personas tampoco es que tengas al público de Rock duro en tu bolsillo. Está muy bien, qué duda cabe. Lo que pasa es que es como hoy en día con el asunto este de los likes en las redes sociales; si se trata de buenas palabras y darle al botoncito, para eso estamos todos, pero si apretar el botón implica algún tipo de gasto o contrapartida igual ya no se dan tantos.
Bella Bestia en el teatro Egaleo. |
-Pero tiene mucho mérito tocar en el Canciller y dos días después llenar el Egaleo y con gente fuera.
Si eso no te lo niego. Sin embargo lo que yo pillo de aquella época, siendo como te digo un chaval en un pozo de leones, es que las cosas no acababan de ser así. Podías tocar en cinco o seis bolos, te iba a ver la gente y muy bien, pero luego no veías la pasta. No es que me interese lo del dinero especialmente, pero si eras capaz de generar eso luego no lo veías. Pillaban unos u otros y luego si te ibas a tomarla no tenías para la factura.
En la Casa de Campo con La Polla habría ochenta mil personas, en el “Un, Dos, Tres” también muy pocos grupos de Heavy pueden decir que han tocado ahí... y al final ¿qué?
-Ya que mencionas el programa de Chicho. Eso fue un puntazo. ¿Cómo surgió grabar en el programa?
Fue un puntazo para todos. Por lo visto fue por mediación de Paloma Chamorro. Era una tía transgresora y supongo que nuestro rollo de la imagen con el Glam le debía molar. En aquel entonces había mucha mezcla con rockeros, poperos, punkies y demás. A mí lo cierto es que me daba igual, como si me subía al escenario con Alaska a cantar “A quién le importa”. Yo lo que quería era cantar, ganarme la vida cantando junto a mis compañeros, así de simple.
Bella Bestia en el "Un, Dos, Tres". |
-¿Qué recuerdos tienes de esa grabación?
Acojonantes. Estar en televisión entonces era lo más. Pasar por camerinos, que te arreglen y te peinen de esa manera tan profesional ya era una pasada. Era otro nivel, maquilladores profesionales que te maqueaban que no parecías tú. Disfruté mucho esa experiencia. Ojo, que al Chicho ni le vi, no le vimos ninguno. Solo a la azafata que nos vino a pedir la tarjeta del concurso. Éramos así, dentro y fuera, por pura diversión. No había malicia ni nada.
-Luego editaron la grabación.
Se nota que hay un corte claro ahí. Era lo que nos dijeran. Recuerdo que una vez salió la voz del Chicho pidiendo que el cantante no se cambiase tanto la mano del micro, jaja. Era enlatado, no era natural. Se trataba de una grabación, claro
"Rompecuerpos": Programa "Un, Dos, Tres".
-¿Piensas que esta actuación en el programa dio un revulsivo al grupo?
Claro, siempre que haces una televisión cualquier tipo de cualquier pueblo te contrata, no deja de ser dinero. Ya no es lo que cobrases por la tele en sí, es la posibilidad de que te contraten en otros lugares para que salgas con las mismas pintas que en la tele para su público.
-Nos vamos a la grabación de “Lista Para Matar”. Entonces para la composición recaía sobre todo en Tony y vosotros metíais algo.
Tony Acebes era el compositor principal de Bella Bestia. Cuando llegué al grupo prácticamente todas las canciones que había eran suyas, menos la de “El gran mago” que era de Manolo Arias y tampoco sabía el tiempo que el propio Manolo llevaba en la banda. A partir de ahí se empezaron a hacer embriones de canciones que no aparecieron en ningún sitio, era para ver por dónde iban saliendo las composiciones. En esa transición Manolo desaparece, llega Pepe Rubio y también el batería Jose Luís. El cambio de imagen ya estaba ahí. A Pepe le encantó. Pepe Rubio es un tío que era todo fiesta, te descojonas con él. Para mí fue como un revulsivo, era de mi edad y me dio muy buen rollo. Era un descojone continuo y era todo un punto convivir en el grupo con él. Con Tony Acebes y Pepe Mary también había buen feeling, éramos una banda, pero la diferencia de edad de esos ocho años se notaba en determinadas cuestiones.
Lo de componer o no componer la verdad es que me la sudaba. Lo que de verdad quería era aprender a hacerlo y Tony Acebes fue en ese sentido un maestro para mí. Me descubrió unas pautas para llegar a conclusiones a la hora de componer un texto que sea claro y concreto, que llegue. Me sirvió mucho y luego después he seguido componiendo con Cortijo Cizaña. Mis primeros pinitos en cuanto a letras algo más trabajadas fueron en “No Cariño No”.
No había problema para componer con Tony Acebes. Lo que quería era que si componías algo, lo hicieses con la calidad adecuada, tenía que haber un nivel. Entendía que para llegar a ese nivel me lo tenía que currar duro.
-“Lista Para Matar” fue tu primera experiencia en un estudio de grabación.
Sí. Vivía en una burbuja. Estaba deseoso de ver cómo sonaba; que había que repetir las tomas, pues se hacía. Lo que fuese necesario.
-¿Y qué te pareció cuando por fin escuchaste el disco? ¿Pensabas que teníais ahí algo importante?
Hombre siempre tienes dudas, cosas que piensas que podías haber hecho con otros matices, pero eso te lo da el tiempo. Como dice Sting: abres esto, pero las canciones no están cerradas; cuando acaba la gira los temas no suenan igual que en el disco.
-“Lista Para Matar” ha quedado como uno de los grandes discos de Glam Rock en España.
La verdad es que lo de Glam Rock nunca lo he acabado de entender, ¿por la imagen o porqué? Cuando pienso en Glam me voy a grupos como Sweet. Nosotros no teníamos nada como eso en cuanto a música.
-¿No consideras a Bella Bestia como lo más cercano que hemos tenido al Glam en el Rock español?
La verdad es que no. Bella Bestia podía tener cuatro o cinco canciones que consiguieron calar en el público y llenarles. ¿El hecho de pintarte la cara te convierte en Glam? Pues no sé. Antes estaban grupos como Mermelada.
-¿Pensabais en ese momento que teníais algo importante entre manos?
Es algo importante desde el momento en el que estás ahí. Otra cosa es lo que consigas hacer con ese algo importante, puedes hasta dejarlo fenecer.
-¿Pensasteis que podíais llegar al estatus del Heavy en España de grupos como Barón u Obús?
En ese sentido pensábamos que ya estábamos ahí, pero no tanto por la calidad musical sino por el nombre. Si echas la vista atrás y lo piensas un poco, donde fuimos más importantes fue en la Comunidad de Madrid. Es verdad que salimos fuera de la capital, aunque tampoco llegamos a salir al extranjero.
-Me comentó en su día Salvador Arevalillo que hubo una oferta para tocar en Reino Unido.
Es cierto, pero las decisiones no eran mías. En lo que a mí respecta me habría ido a tocar allí. Le habría pedido permiso a mi madre y habría cogido el avión, jaja. Por entonces todavía vivía en casa de mis padres. Ya a los veinte años me independicé, pero en esos momentos todavía vivía bajo su techo. De hecho recuerdo que cuando me quemé en el concierto de Bella Bestia en Alcalá de Henares fue el propio Tony el que me llevó a casa después de que me atendiese la Cruz Roja.
-Cuéntanos cómo sucedió aquello.
Me quemé todo el torso con una bomba, tocando con Panzer. Fernando por lo visto dijo que las bombas estaban mal puestas y por lo visto es un tío que cuando habla sienta cátedra. Fue salir al escenario y me explotaron las bombas encima. Me quemaron todo un lateral, la cara y el pelo chamuscado, Nada más salir, con “Rocanrolero”. No era la pólvora habitual, sino de la de los petardos que van al cielo y duran un pequeño rato. Imagínate eso en un cuenco y saliendo a presión.
-¿La versión “Fox on the run” me pareció un acierto? ¿De quién fue la idea de grabarla?
Creo que fue idea de Javier Gálvez. Vamos, de los que movían el tema musical, Tony Acebes, Pepe Mary, Salvador Arevalillo. Ellos eran los que tomaban las decisiones. Nosotros éramos unos chavalillos y supongo que eran ellos los que tenían esa responsabilidad. A mí me daba igual, era un angelito, yo quería cantar y lo que me dijeran.
El sentido del ridículo siempre me ha dado un poco igual. Sé que no hablo inglés, de hecho está grabada con Arevalillo al lado diciéndome cómo debía pronunciar, principalmente buscaba la sonoridad. Igual en el directo hay alguien que pilote inglés y encuentre algo que no está pronunciado correctamente. Posiblemente hoy en día me daría un poco más de corte… aunque debo reconocer que lo sigo haciendo. Me siguen invitando a cantar amigos que tocan y me dicen que cante “Fox on the run”. Les digo que perfecto, pero que lo voy a hacer a mi bola y a mi rollo; con mi inglés. Una cosa es lo que diga la letra y otra bien distinta es cómo la cantes, qué melodía te trabajes. Hay temas que tengo tan interiorizados y me gustan tanto que les doy mi rollo aunque estén en inglés. Lo hago porque me divierte y pienso que eso se acaba notando.
-La puesta en directo del grupo era espectacular. La jaula del batería, la imagen descarada del grupo, las explosiones e incluso la ambulancia. ¿Cómo definirías la puesta en escena de la banda en estos años?
Volvemos a lo mismo. En este país estaban Barón Rojo y Obús. Barón sonaban muy bien, pero llevaban cuatro luces y visualmente no había mucha tela que cortar. Obús por su parte ya llevaban su calavera y eso. Si te fijas en muchos de los grupos que estaban en boga como Kiss o Motley Crue ya cuidaban mucho el aspecto visual, era como un plus además de la música.
-¿Y lo de la ambulancia?
La gente se hace pajas mentales y se le ocurre cosas como esa. Lo comentas y te dicen que claro que se puede y se hace. Pues como la gente que va hoy en día a los espectáculos o al fútbol, policías o sanitarios. No van a ver el espectáculo, están ahí por trabajo. Le preguntas si pueden hacerte esto en cinco minutos y si los tíos se enrollan te lo hacen. Así salió lo de la ambulancia. Te llevaron a escena y ya está.
-Opino que tus capacidades y puesta en escena ayudaron mucho al grupo.
He venido al mundo de la música para divertirme, no para joder a nadie. Desde mis virtudes y defectos, sin haber tenido estudios musicales y haciendo lo que me ha salido de dentro. Tal vez tenía que haber estado mucho más encima de las cosas, lo que pasa es que mi punto de vista era que ni me merecía estar donde estaba. Lo mío era cantar y ya está.
Cuando llego a Bella Bestia a los tres años de haber empezado a cantar y darme a conocer no me creía nada. Cuando la gente me ha alabado o me dicho cosas fuera del escenario nunca me lo he creído nada. No me podías comparar con gente como Miguel Oñate o Jose Carlos Molina porque simplemente acababa de llegar, de hecho he mamado de estos músicos y no me veo en el mismo lugar. Tampoco es que me considere un erudito de la música y tenga infinidad de discos ni nada de eso. Tan solo escucho música, la disfruto y proyecto para cantar. Es mi misión y lo que puedo aportar. Todas las demás adulaciones no llevan a ningún sitio. Hay que distinguir entre las palabras y los hechos. El mundo del Heavy nos ha dejado caer a muchos buenos músicos.
-No sé si a partir de los años ochenta ha habido un mercado para el Rock duro en España. Obús o Barón llenaban recintos y la gente joven se identificaba con el mensaje de sus canciones. Eso igual ahora se ha perdido.
En aquella época las entradas costaban doscientas pesetas. No pienso que se haya perdido, lo que pasa es que todo se transforma, las cosas no son lo que eran. Mi hijo me acompañó el otro día al concierto de despedida de Bella Bestia y se quedó alucinado con la respuesta y el reconocimiento del público. Con esto lo que quiero decir es que el mérito de lo que se logró no es mío, es del grupo.
-Pero tú tienes tu parte de peso y responsabilidad en lo que se logró.
Sí, entiendo lo que dices. Lo que ocurre es que cuando llego al grupo yo llego a un sillón que ya está montado. Yo hacía lo mismo en Bella Bestia que en Claxon o en Hielo Hirviente. Por ejemplo, recuerdo que el bajista de Hielo Hirviente, que también se llamaba Pepe y era buenísimo como músico, me decía que estaba bien que cantara siempre arriba pero que igual tenía que intentar probar a hacerlo bajando y buscando otros recursos. Pienso que con esa gente habría seguido aprendiendo.
Quería poder llegar a casa y decirle a mi padre que ahí estaba, que lo había logrado. Mi padre ha sido siempre músico y, además de tocar en el ejército, ha sido profesor de guitarra. Siempre me decía que en el negocio musical lo que había era mucho puterío, que si quería dedicarme a la música había que hacerlo estudiando y en serio.
-¿Qué recuerdas de los conciertos de presentación de “Lista Para Matar”?
Diversión, diversión. Ahora me viene a la memoria un concierto que dimos en la localidad de Torrijos en Toledo. El escenario era de aglomerado. El batería que teníamos entonces era Santi, te hablo de antes de Jose, era un tipo que medía sobre un metro noventa; vamos que imponía. Le gustaban las tarimas para la batería altas. Estuvimos probando sonido y al acabar no se le ocurre otra cosa que saltar desde la batería al escenario. Con toda su envergadura se quedó clavado como un clavo en el centro del escenario, con los brazos fuera. Hizo todo un boquete. Esto fue antes de sacar “Lista Para Matar”. Santi fue el primer batería que se puso la careta aquella de cuero con la que casi no se podía ni respirar.
Claro que hubo actuaciones. Era un grupo en el que se apostaba y se guardaban beneficios para invertir en el propio funcionamiento de la banda. Al final lo que te llegaba a ti era mínimo. Lo que me llegó es que más o menos la mitad de los bolos iban con beneficios económicos y otros tantos por otras cuestiones; así, por resumir.
-¿No hubo algún momento en el que de verdad vieseis pasta por el aumento de popularidad?
La verdad es que no. Si te fijas en la letra del tema “Malos tiempos”, del disco “No Cariño No”, dice: todos dicen nadar en el oro y tan solo flotan en la mierda… no hay más preguntas.
-A ti te daba igual todo esto.
Es que me estaba divirtiendo que te cagas con todo esto. Lo de provocar no me complicaba nada. Bella Bestia en la etapa de “Lista Para Matar” trabajábamos en el local de lunes a jueves, viernes de borrachera, sábado al Canci, pero con el grupo en plan juntos, y el domingo con las familias. En ese tiempo la dinámica del grupo funcionaba. Nos faltó sacar otro disco al año siguiente del “Lista Para Matar”, tal vez si “No Cariño No” se hubiese trabajado antes, teniendo la banda la actitud de ese primer año tras “Lista Para Matar” igual el resultado o la repercusión hubiese sido distinta.
-Tocasteis en bastantes lugares en esos momentos, las cosas parecían marchar bien. Luego se fueron Pepe Rubio y la Bestia. Entró Lamberto Amador. Seguisteis como cuarteto. ¿Qué ocurrió para que esto pasara?
Lamberto llegó a coincidir un par de meses con Pepe Rubio. Luego le largaron. Eso fueron las cuestiones internas de las que antes hemos hablado. No estuve de acuerdo con la decisión y se lo dije a Tony y a Pepe Mary. En el momento en el que se lo estaban comunicando a Pepe Rubio yo les dije que no estaba de acuerdo con esa decisión. En ese punto para mí se caía el grupo a nivel emocional. Además, prefiero dos guitarras en lugar de una.
-”No Cariño No”. ¿Qué significa ese álbum para ti?
En mi opinión es una continuación de lo que habíamos empezado a hacer en “Lista Para Matar”, pero con una visión más relajada de Tony Acebes al saber que era lo último que iba a hacer.
-¿Ya estaba la opinión por parte de Tony de dejar el grupo?
Sí, antes de grabar el disco. No es que se lo hubiese dicho explícitamente al grupo en ese momento, pero intuitivamente se veía venir. Piensa que había muchas charlas entre nosotros, mientras puedes estar tomándola, y se hablaban muchas cosas. Se veía venir. De hecho Pepe Mary prácticamente ni apareció en las sesiones de grabación del disco porque ya se percibía un rollo de que aquello se acababa.
A la grabación fuimos incluso con canciones que ni estaban terminadas, de algunas solo se tenía el riff y poco más. De hecho el tema “Una vez más” se me ocurrió a mí. No soy músico ni te puedo coger una guitarra para tocar una base, pero te puedo cantar la línea de la melodía y a partir de ahí fue saliendo. A Tony le gustó lo que le canté y desde ese punto desarrolló el tema. Esa canción nació en las dos semanas que estuvimos grabando.
-Entonces, ¿no toca Pepe Mary el bajo en el disco?
No sé si llegó a tocar el bajo en alguno de los temas. Lo cierto es que la sensación era la que te he comentado antes y él se pasó poco por las sesiones.
-Solo ocho temas. ¿Se quedó alguna canción en el tintero?
No, no. Se llegó al estudio con cuatro o cinco bocetos de canciones, letras sin terminar; de hecho en alguna de las letras metía algunas ideas que se me ocurrían para ayudar. No estoy hablando de créditos de composición, no me metía en esas cuestiones. Es tu canción y yo solo te estoy dando esta idea para completar. No me interesa quién se lleva más o menos beneficios por ser autor. Se trataba solo de hacer buena música, saliera como saliese, y si funcionaba pues ganábamos todos. Te vuelvo a decir que en aquellos años era muy jovencito y ellos eran los que mandaban.
A nivel grupo la cosa se veía que estaba deshecha. No era una cuestión de malos rollos ni movidas personales. Es que había mucho esfuerzo y muy pocos resultados; eso te desanima mucho.
-¿Llegasteis a presentarlo en directo?
El primer bolo que íbamos a hacer era en el Campo de La Mina de Carabanchel, pero se suspendió porque Tony Acebes dijo que hasta aquí se había llegado. De hecho me parece recordar que no se llegó a presentar el disco en directo.
-¿Qué pasó con Tony Acebes que se ha borrado totalmente del mundo del Rock duro?
Se borró del todo, supongo que se quemó. De todos modos era y supongo que seguirá siendo un tío muy especial. No he vuelto a tener contacto con él. Le vi tres o cuatro semanas después de haber grabado “No Cariño No”, cuando ya se había ido todo a la mierda. Estuve de modo agradable con él en su casa para escuchar cómo habían quedado los temas que grabamos y el comentario que guardo de él era que le gustaban y abrían nuevas puertas a nivel musical. Llegamos a tener un contacto estrecho, en parte porque yo me dejé y hasta era lo normal ya que era el que llegaba nuevo y todo eso. Tony sabía que todo lo que cantaba lo hacía desde el corazón, no por estudios de academias ni nada por el estilo. Tenía la facilidad de decirme que subiese o modulase la parte de cualquier tema que se le viniese a la cabeza y me probaba. Él probaba, porque era un músico de los pies a la cabeza, tenía el talento para hacerlo. Yo lo que hacía era intentar aprender de él todo lo que pudiese. Te putean con la voz, pero no por joder sino para que te superes y crezcas como músico.
-Se acabó Tony Acebes, se acabó Bella Bestia.
Para mí sí. Se acaba ese grupo que para mí era la leche. Todos los artificios en el mundo del artisteo se pueden hacer si tienes pasta, pero lo importante es la sustancia. En nuestro caso nadie nos dio nada hecho ni estudiado. Nosotros mismos éramos los que nos confeccionamos nuestra imagen y nuestra música. Debo reconocer que me jodió un poco que todo se fuese al garete. Me certificó que casi sin querer habíamos conseguido hacer algo importante y especial. Aquel último disco se grabó en dos semanas, algunos temas se compusieron en tres días o incluso en un par de horas. Pues con todo pienso que el disco final quedó muy bien.
-Creo que el disco tiene grandes composiciones de la banda, aunque menos conocidas. “Maldito Silencio” es un pedazo de canción.
Es una gran canción cuanto menos. Para mí fue como una especie de recuerdo de lo que hay en ese disco. “No Cariño No” no es igual que “Lista Para Matar”, pero también es muy bueno. Nos permitimos el lujo de grabar lo que nos salió. La gente de Nuevos Medios nos dio libertad creativa y esto es algo que muchos no pueden hacer. En cuanto te sales un poco de lo que se espera la compañía te dice que no les vale, que les des temas como los conocidos.
-¿Hubo una oportunidad de ir a tocar a Reino Unido con Bella Bestia que al final no se materializó?
Es cierto. Si salió la oferta sería porque alguien escucharía nuestros discos. Es igual que cuando vienen aquí los Judas, te mola aunque no entiendas lo que dice el cantante y allí sería lo mismo; en el fondo se trata de buena música. No sé si fue una oportunidad perdida o no. Al final son los contactos, se trata de encontrar a alguien que apueste por ti, que pueda financiar este tipo de cuestiones. Aquí esto ha pasado con Obús y también con Barón, sin embargo no se ha potenciado a otras bandas del mismo modo. No ha habido visión de futuro en el mundo del Heavy, no se han regenerado a nuevos grupos y eso no es culpa del público sino de los que toman las decisiones.
-La gestión no ha sido la adecuada dentro del mundo del Heavy en este país.
No te puedes cargar a tu descendencia. Los nuevos grupos que fueron saliendo como podíamos haber sido nosotros u otros más y que no pudimos seguir creciendo. Los padres dan de comer a los hijos pequeños para que cuando ellos sean viejos y no puedan comer sean sus hijos los que se preocupen por ellos.
-Hay circulando por ahí una supuesta maqueta de Bella Bestia con Ivan Urbistondo cantando. Hay temas que acabarían en Beethoven R como “Jaja”, “Salvaje como un Huracán”, “Que no, que no” y “El gran Mago”. ¿Tú ahí ya no estás por ningún lado?
Eso empezó después de Bella Bestia. Con Pepe Mary siempre he tenido muy buen rollo, es un tío de puta madre y yo para él lo mismo, pero tenemos ideas que chocan para esto del negocio de la música. Pienso que tengo los pies más en el suelo, no necesito que todo sea explosivo y esté arriba siempre, lo que necesito es que sea real. Si no es real no voy, te puede servir para divertirme un fin de semana, pero no como algo serio de futuro. Si me meto en un grupo musical es para hacer las cosas con un mínimo de cabeza, criterio y que pueda ofrecer frutos reales.
-En 1996 os juntasteis Pepe Mary, Pepe Rubio y tú. ¿Por qué decidisteis volver a retomar la banda?
Pepe Mary siempre ha estado picoteando con esa idea. Es una parte importante del grupo, era la mano derecha de Tony Acebes, era la ilusión personificada siempre, es como la pólvora. Luego ya musicalmente no estaba a ese nivel, y esto no es una crítica ni descubro nada. Lo que ocurre es que tiene ilusión, sabe estar ahí y domina el circo del espectáculo de aquí en nuestro rollo. Es un tío necesario en ese sentido. Otra cuestión es que musicalmente Bella Bestia era Tony Acebes. Aunque intentes emular eso nunca va a sonar igual. Yo mismo… ya no solo es que no busque cantar igual, que es algo que ya pasó, es que ni siquiera estoy interesado en buscar eso porque ya estoy en otro rollo. Quiero comunicar de otra manera. Es lo que intenté hacer en Cortijo Cizaña. Lo que pasa es que una vez que te has dado a conocer con algo, la gente no te deja cambiar tan fácilmente; buscan una foto idéntica de los discos que tienen en su casa y de los recuerdos que hay en su cabeza.
-¿Cuando comenzó Cortijo Cizaña?
Un par de años o tres después de dejar Bella Bestia. Lamberto Amador contactó conmigo para contarme la idea. Por entonces estaba viviendo en Malasaña. Me dijo que necesitaba un cantante para la idea que estaba montando, que su cantante era yo y que me pasara a escucharlo.
Aunque no lo tienes claro si has estado metido en esto siempre te queda el gusanillo y la duda de si esta vez será la buena. Y lo cierto es que sí. Ahí pude desarrollar las virtudes que empecé atrabajar en Bella Bestia sobre la composición de temas y letras que puedan llegar a la gente y expresar lo que quiera decir. Pueden ser o no comerciales, pero estás orgulloso de ellas.
-¿Entonces teníais composiciones vuestras?
Sí, eran composiciones propias.
-¿Algo grabado o publicado en algún formato?
Creo que como unos diecisiete o dieciocho temas, pero nada publicado. No pudimos o no supimos moverlo de la manera adecuada. Cada uno vale para lo que vale y al final no se publicó nada.
-¿Cómo definirías la música de Cortijo Cizaña?
Pues muy variado, no se trata de que como he cantado en Bella Bestia vaya a ser igual. Aquí tocamos palos, Rock, Blues, Soul o incluso latinos. Me servía cualquier composición musical que acompañara de manera adecuada las letras y melodías que tenía en la cabeza. Tocamos en varios garitos, según nos contrataban para tocar y ya está. No nos presentábamos como el ex cantante de Bella Bestia ni nada de eso.
Cortijo Cizaña: "Te voy a cantar". Maqueta Exclusiva.
Cortijo Cizaña: "Sin espinas". Maqueta Exclusiva.
Cortijo Cizaña: "Me matas con tu sexy". Maqueta Exclusiva.
-Te volviste a ir y a reunir con Bella Bestia de nuevo.
Con Pepe Mary he ido y he venido en Bella Bestia, pero lo que en realidad pasaba es que nunca he podido dirigir ni decidir por el grupo, ya que era una cosa suya.
-¿Cómo lo habrías gestionado si de ti hubiese dependido?
Incluso hacerlo o no. Para bajarte de un escenario después de ofrecer un concierto y dejar al público satisfecho y con una sonrisa en su cara, necesariamente tiene que haber bastante ensayo y eso con músicos a sueldo es muy complicado. Piensa que si contratas a un músico no te lo puedes permitir a tiempo total y normalmente va a tener otros compromisos. No es una banda al uso en la que está todo el mundo al cien por cien y van a una. Así es complicado encontrar horas de ensayo y ensamblar un directo que de verdad sea rompedor.
La otra opción es contar con un grupo de músicos que se aprenden un rol y tú tienes que estar ahí al frente. La verdad es que eso incluso llegó a funcionar bien cuando nos volvimos a juntar en el año 2011 o 12. En el grupo entonces estábamos Guillermo y Cachorro a las guitarras, Bárbara a los coros y voces y Lolo junto con Pepe Mary y yo. Hicimos un bolo en Valencia en la sala Rock City que sonó que te cagas.
-De esa época es el concierto de Madrid en la sala Rock Kitchen que se anunció para grabar un directo que al final no se publicó.
Lo de la Rock Kitchen no se tenía que haber hecho, lo que pasa es que Pepe Mary lo tenía claro y tiró adelante con sus cojones. Bajo mi punto de vista el grupo estaba empezando a rodarse en todo esto y no estaba nada claro lo que iba a salir. Yo recuerdo que todavía no estaba del todo en forma y en definitiva el grupo tenía que rodarse más. Si ves la transición entre ese concierto y el de Rock City que grabó en vídeo Mario Scasso es que no hay color. Hay un vídeo en youtube del tema “Rompecuerpos” que, aunque estuviera bajado un tono, sonaba por todos los lados. Lo de bajar el tono en principio lo hicieron para que me sintiera más cómodo cantándola, pero es que al bajar el tono en la guitarra el tema entero cobraba una fuerza y una caña heavy que hacía que ganara muchos enteros. Le da una oscuridad que le viene perfecta al tema. Por otro lado también es necesario que haya una cierta compensación económica, que no se trata de montar todo el tinglado para además palmar o no ver un mínimo beneficio. Así puedes hacer uno o dos, para que lo veas, pero luego tiene que existir también esa contrapartida.
"Ardiendo en la noche". Sala Rock City. Valencia. 2012.
-Son malos tiempos para esto de los dineros en el Rock duro. Entiendo que un artista que toca en directo debe recibir una cierta remuneración por lo que es su trabajo de entretenimiento.
Y no solo para ti, piensa que muchas veces tiras de músicos que están a sueldo, todo ese trabajo se tiene que ver recompensado de algún modo. Alguna vez me han llamado mercenario y no se trata de eso, se trata de ir buscando la luz. Por eso me muevo, igual que tú. Busco que algo sea potente, mole y funcione. No busco vender ninguna película ni figurar de nada.
-Os vi actuar en el Canciller con Muro en el noventa y seis y aluciné con vosotros sobre el escenario.
En cuanto a mis recuerdos con Bella Bestia hay veces que tengo lagunas. Puede ser que tal o cuál canción haya salido que te cagas y otras no. Sin embargo de esas últimas actuaciones mis recuerdos en general son más bien de bajón, de no haber estado el show en general a la altura. Otra cosa es la sensación que haya tenido cada persona del público.
-Es cierto que hay muchas maneras de percibir un concierto. Imagino que sobre todo los músicos pillan cada fallo o cada cosa musical que no está donde debe, pero también hay mucha gente que no le da demasiada importancia o no se dan cuenta de esos fallos y aunque medio suena les queda una sensación muy positiva porque se lo han pasado muy bien.
Puede ser. Estoy de acuerdo con lo que dices de medio sonar. No era siempre culpa del equipo técnico. Yo formaba parte del grupo, pero no tomaba las decisiones. Me habría gustado darle una continuidad a eso. De hecho, antes que me has mencionado Beethoven R, tienen un par de canciones que creo que aparecen en el primer que llevan composiciones mías: “Ja ja” y “Pasa el tiempo y sigue allí”. Entre unas cosas y otras al final Pepe Mary las cogió para su nuevo grupo. En el fondo son un par de rockanroles, no estoy diciendo nada más. Lo que pasa es que esa era la dirección que habría tomado para Bella Bestia, era en lo que estaba en ese momento.
-¿Te ofreció Pepe Mary meterte en Beethoven R de cantante?
No, que va. Cuando se rompe Bella Bestia antes de Beethoven es porque se rompe. Yo me quedo con Lamberto por un lado y Pepe Mary sigue con Jose y luego mete a los demás músicos, estaba también con Javier Kircheben, que en paz descanse el pobre. Él estaba haciendo unas cosas a nivel musical que no era lo que tenía en mente Lamberto. Pepe Mary y Lamberto estaban en polos opuestos con la música, Lamberto es un perfeccionista hasta el extremo, de hecho Cortijo se rompió hace no mucho porque él tiene la tesitura en su cabeza que tiene y si no lo ve no hay nada que hacer.
-Hay artistas que son muy perfeccionistas.
Por mi parte no soy ni muy perfeccionista ni poco. Espero que las cosas pasen, que algo se mueva.
-A principios de este Enero de 2023 te subiste al escenario para cantar en el homenaje final de Bella Bestia. ¿Qué sensaciones tuviste?
Muchas emociones, aunque aquello fue como una merienda de negros. Muy agradecido y emocionado sobre todo por la gente que fue y que, con todo el tiempo que ha pasado ya, compruebas que te siguen teniendo cariño y valorando lo que hicimos en su momento. Eso siempre es muy positivo. Tenía que estar ahí porque cerraba Bella Bestia, me parecía la ocasión correcta. Me han ofrecido subirme con ellos en otros bolos y no me ha parecido lo apropiado. Recuerdo que cuando dejo Bella Bestia tras un concierto que hicimos en Miguelturra, estaba pasando por algunos problemas personales y tuve que cortar. Me volvieron a decir que siguiese y eso, pero por resumir y sin entrar en más detalles lo dejé. Buscaron a David Valera y la verdad es que era una situación que no veía. Le estaban queriendo hacer lo mismo que a mí cuando entre a mediados de los ochenta, querían que cantase como Tony Cuevas. A David le estaban diciendo que tenía que cantar como en mis discos clásicos con el grupo y eso no es así. Pancho canta como canta y David canta como canta, eso es un error. No comulgo con el hecho de imitar a la gente, para eso está Carlos Latre. Cada uno tiene que hacerse su huevo y aportar su personalidad. Debes tener la posibilidad de hacer los temas con tu tesitura y tu rollo, nada de que tenga que estar todo tan encorsetado. Subí al escenario de la sala Nazca porque era el cierre de Bella Bestia. Es el momento de darle un cierre digno al grupo.
Pepe Mary y Pancho. Foto: JH. Robledillo. |
-Sinceramente no creo que esto sea un cierre definitivo. Mucha gente anuncia que lo deja y luego vuelve… y tampoco hay nada especialmente malo en eso.
Si, puede ser. Pero si vuelves que sea porque lo vas a hacer con calidad y con categoría. Una vez más estamos hablando de suposiciones, ya que es el grupo de Pepe Mary. Como veo estas cosas es que para volver a montar un grupo tiene que haber unos mínimos recursos tanto económicos como artísticos para poder tirar con un estándar de calidades necesario.
A mí me gustaría poder sacar lo mío, lo que hago y en lo que creo, lo que pasa es que no hay nadie detrás que te ofrezca esas mínimas seguridades de las que te hablo para lanzarse en serio con cualquier proyecto.
-¿Qué estás haciendo ahora?
Canciones, muchas. Unas las tengo grabadas, otras a medias y otras en bocetos. Lo que no hay son músicos. Soy yo con mis ideas y mis movidas. También con cosas que estaba haciendo con Lamberto, que era una continuación de Cortijo Cizaña y donde estaba también Dani Moreno, que toca la guitarra en Coz. Algunas canciones pueden tener más de veinte años. Están ahí, están vivos porque está cercano a lo que se escucha hoy en día. Por dar alguna clave puedes pensar en cosas de los Zigarros, Fito o similares. Un tipo de Rock que, sin ser muy agresivo, tiene un rollo que me gusta y me pone. Lo que pasa es que no hay un respaldo para la intendencia, para poder intentar montar algo con unos mínimos básicos que te permitan trabajar y progresar.
-Has colaborado recientemente con Coz en el tema “La Verja”. ¿Qué nos puedes contar de esta canción?
Cachorro se lo sugirió. Me llamaron y para adelante. Yo encantado y donde hay músicos no hay maldad. No tengo mayor problema si me dejan hacer lo que me pide la canción, no pongo pegas por el estilo; siempre que me llegue, claro. Yo voy a cantar instintivo y si te gusta pues adelante. Nunca he tenido ningún problema con esto de los estilos musicales. A raíz de subirme con Bella Bestia este pasado Enero he recibido muchos mensajes por redes sociales. Uno de ellos era de Juan Luis, que no le veía ni hablaba con él. Le he visto alguna vez por ahí, pero no soy de molestar ni agobiar al personal. Tampoco somos amigos personales ni nada y me hizo ilusión que contactara y me felicitase.
-Volviendo al concierto de este Enero con Bella Bestia, me gustó mucho “Maldito silencio” que hiciste con Cachorro.
Bueno, también hay que tener en cuenta que en esas ocasiones la gente está predispuesta a que todo sea precioso; eso no quita que esté agradecido de las muestras de cariño. También se podía haber preparado mejor, lo que hemos hablado antes. Esto de las colaboraciones también hay que prepararlas.
Con respecto a “Maldito silencio” es una canción que siempre he querido hacer en directo. Ya lo estuve tanteando con Cachorro cuando estábamos en el grupo los dos en 2012 y sabía que lo tenía. Nos pareció adecuado, como no lo íbamos a hacer con todo el grupo, tocarla en acústico y ya está.
-Fue uno de los momentos más bonitos y emotivos de todo el show.
Es una manera de decir que así es cómo canto hoy en día. Ya no es cuestión de llegar o no a esos agudos, es que no puedo preparar la voz a ese nivel porque no me dedico profesionalmente a cantar y no tengo la voz en esa forma. No tengo un grupo, un local donde ensaye a diario ni nada de eso. No estoy ahora en ese punto. Lo mío es natural, instintivo, animal. Escucho la guitarra, las notas y siento hacía dónde debo ir con mi voz. Dentro de mi propio rollo es esa naturalidad la que me hace cantar como lo hago. Eso no quita que te guste preparar las cosas. Con la colaboración de Coz ya hubo otro tipo de preparación.
-Volvemos a las canciones en las que estás entretenido ahora. ¿Ves alguna posibilidad de publicar o lanzar esto para la gente?
No deja de ser algo complicado. El problema es que la peña que te conoce espera algo parecido a lo hacías cuando fuiste más conocido o popular. Espera algo parecido a ese material, no a esto. Lo que ocurre es que realmente no te han visto a ti, esperan lo que vieron en el pasado. Por otro lado estás haciendo música y canciones como hacen otros muchos. No encuentro diferencias abismales entre los grupos de Pop Rock y los de Rock, pueden ser más diferencias superficiales o de imagen que de la esencia de la música.
-Hay muchas canciones de grupos de Pop que podrían pasar como composiciones de Rock cambiando determinados tratamientos.
He visto a un montón de grupos de Pop que cuando ves en directo tienen un rollo, un gusto y por qué no decirlo una caña que no se escucha en los discos. Han grabado con un poco de vaselina para tal vez llegar a más gente, pero luego en directo se sueltan. En el mundo del Heavy aquí no hay ese tratamiento y tal vez es más complicado llegar más allá en cuanto a popularidad.
-Aunque por otro lado pienso que ahora está muy superado lo de los estilos encasillados. Ahora es todo algo más ecléctico.
No te creas, que tengo todavía colegas que les mola una cosa dada y no salen de ahí. Pienso que hay de todo.
-Entonces no estás desvinculado de la música.
Nunca me podré desvincular de la música. Nací con música y moriré con música. Siempre que puedo me pongo en casa con el bajo a buscar cosillas aquí y allá. No hace falta ser músico para hacer patrones musicales. Una cosa es la música que te imaginas en tu cabeza. Lo complicado es llegar al local y ser capaz de expresar eso que tienes en tu interior a tus compañeros de grupo, para eso es necesario tener una base musical correcta, poder escribir música.
-¿Te planteas volver a grabar música?
Solo si hay un respaldo adecuado detrás. Si me tocara la lotería cogía a unos cuantos músicos profesionales de los que saben trasladar lo que tienes en tu cabeza a notas musicales y adelante. En la vida uno tiene que estudiar en la dirección hacia lo que te llame la atención y quieras desarrollar. A mí lo que me falló fue el hecho de no tener esos estudios musicales que te permiten poder plasmar, escribir e interpretar las ideas musicales que tienes en tu cabeza. A estas alturas ya es tarde para cambiar eso, pero incluso a mis hijos les digo que tienen que buscar aquello que les guste y estudiar sobre ello, prepararse adecuadamente.
-También hay un componente creativo innato de lo que fluye de tu cabeza.
He tenido muchas discusiones con músicos que te dicen que determinadas ideas musicales no se pueden realizar, que no procede. Y siempre pienso lo mismo: no veo límites para lo que te llame la atención en tu interior. Piensa en grupos como Pink Floyd cuando de repente hacen un giro inesperado en un determinado pasaje de una canción y te vuelven loco. A veces de las cosas que no son para nadie puede salir algo especial que a nadie se le haya ocurrido y que funcione. Lo que me llama en realidad son los sonidos, así de simple. Hablamos de canciones, no de tecnología. No quiero decir que la tecnología no sea importante, pero para mí lo esencial siempre va a ser la canción, la composición.
-Muchas gracias por tu disponibilidad, cercanía y naturalidad para con nosotros. Compartimos con todos algunas de las composiciones de las que nos has hablado y te deseamos la mejor de las suertes, tanto en el ámbito profesional y musical como personal.
Cortijo Cizaña: "Con el corazón". Maqueta Exclusiva.