Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Seguimos con la familia Sabbath. Lee Kerslake, conocido
batería de grupos como Uriah Heep, Ozzy
Osbourne o Living Loud entre
otros, acaba de recibir sendos discos de platino que conmemoran su
participación en las grabaciones y composición de los primeros discos de Ozzy en solitario: hablamos de “Blizzard
Of Ozz” y “Diary Of A Madman”,
un par de obras maestras de la música que deberían estar en las estanterías de
cualquier apasionado del Hard Rock.
El propio Ozzy Osbourne se los ha
enviado hace un par de días.
Conviene recordar que Kerslake
está aquejado de un peligroso cáncer en estado terminal y que los médicos le
han diagnosticado apenas unos cuantos meses de vida. El entrañable músico, al
igual que otros artistas como es el caso de José Antonio Manzano en nuestro país, decidió hacer pública su
batalla contra la temible enfermedad compartiendo con sus seguidores algunos de
los datos de su estado de salud y recibiendo todo el apoyo de los mismos a
través de las redes sociales; imagino que al final algo bueno deben de tener
las nuevas tecnologías, permitiendo llevar no solo la mierda, el odio y las
miserias humanas a través de la conexión de internet, sino también mensajes
positivos y de esperanza. Desde aquí le deseamos todo lo mejor al entrañable Lee, que disfrute de su tiempo y que
los médicos se equivoquen en sus estimaciones; no sería el primer caso que
estira sus tiempos en este mundo que conocemos.
Esto de la creación y grabación de los primeros dos discos de Ozzy Osbourne lleva trayendo cola desde
hace unos cuantos años, por lo que resulta interesante ponerse en situación.
Cuando los Black Sabbath echaron a Osbourne, imagino que hartos de lidiar
con los demonios del vocalista, Sharon
Arden –actual mujer de Ozzy, más
conocida como Sharon Osbourne– cogió
a Ozzy bajo su regazo y se puso
manos a la obra para montarle una carrera en solitario al díscolo vocalista de
la banda oscura por excelencia. Como curiosidad se puede decir que Sharon era hija del famoso
representante Don Arden, que para
más inri era el mánager de Sabbath
durante aquellos años; cuentan las malas lenguas que el padre no se tomó nada
bien la decisión de su hija de acercarse a Osbourne,
causando que padre e hija dejasen de hablarse. En cualquier caso formaron un grupo en torno al
genial y tristemente malogrado guitarrista Randy
Rhoads, un gran músico al que su prematura muerte convirtió en leyenda.
Para el tándem Rhoads/Ozzy se
reclutó la base rítmica compuesta por Bob
Daisley al bajo y Lee Kerslake a
la batería, grandes músicos de contrastada calidad y con habilidades
compositivas. Randy venía de tocar
con Quiet Riot, un grupo que en los
años setenta funcionaba en el circuito americano de clubes a un nivel similar
al de Van Halen y que llegó a
publicar dos discos de estudio con el rubio guitarrista que antes de la era
internet eran objeto preciado de coleccionismo, pero que tras la oferta de Ozzy se fracturó y se dislovió. Daisley y Kerslake
habían estado prestando sus servicios en Rainbow
y Uriah Heep respectivamente,
por lo que estaba claro que sabían de qué iba esto de tocar Rock. Bob Daisley fue contratado en primera instancia y Kerslake se unió al equipo tras haber
probado eventualmente con un par de baterías antes. De este modo Ozzy se rodeaba de un equipo de
categoría especial y exponencialmente creativo; no olvidemos que las
habilidades compositivas de Osbourne
aún están por descubrir, en el improbable caso de que las posea, puesto que
hasta en Black Sabbath era Geezer Butler el que se ocupaba de
componer la mayoría de letras y líneas vocales. Con todo la banda en solitario
de Ozzy empezó a rodar y sacaron al
mercado un pedazo de disco titulado “Blizzard
Of Ozz” que a día de hoy es un clásico indiscutible del Rock duro… un disco compuesto por Rhoads-Daisley, con la colaboración de Kerslake en un tema, puesto que se
incorporó al equipo a última hora, y en el que se incluía a Ozzy en los créditos por contrato; algo
normal: era su grupo. El siguiente “Diary
Of A Madman” ya iba compuesto por el equipo Rhoads-Daisley-Kerslake.
Ozzy Osbourne: Bob Daisley, Lee Kerslake, Ozzy y Randy Rhoads.
Poco después de grabar el segundo disco decidieron prescindir de los servicios
de Kerslake y Daisley. Hasta ahí, nada que objetar. Es tu negocio, contratas a
tus empleados y si estimas oportuno, respetando la legalidad de los contratos,
prescindes de los mismos. Lo que dice mucho y nada bueno del asunto es que
además decidieron borrar a Daisley y Kerslake de los créditos de dicho
disco, sustituyéndolos por Rudy Sarzo
y Tommy Aldridge; otros dos músicos
como una catedral, pero que no tocan en el disco. El propio Aldridge comentó en su día al respecto
que cualquiera que escuchase esas baterías del disco se daría cuenta que no las
había tocado él. En cuanto a las composiciones, imagino que ese asunto es más
complejo, puesto que cuando compones algo lo registras y eso ya no se mueve tan
fácilmente; de hecho muchos nos sorprenderíamos si pudiésemos ver cómo se
registran esas autorías, ya que no es solo la referencia que aparece en el
disco en cuanto a la composición general de la canción. Muchas veces se pueden
llegar a registrar hasta fragmentos, una línea vocal en particular o un riff bajo la credencial de diferentes
autores, aunque en el libreto del disco la autoría de la canción aparezca bajo
un solo nombre. A este respecto enseguida te viene a la cabeza el episodio del
teclista David Rosenthal cuando
colaboró en la composición de una de las canciones del disco “Bent Out Of Shape” de Rainbow, pero ese es otro tema.
Daisley & Kerslake.
Desconozco los entresijos de las desavenencias entre el campamento Osbourne y Kerslake/Daisley, habría que escuchar todas las versiones, pero la
realidad es que se borraron del disco todas las referencias posibles de estos
dos músicos. Y, si esto ya es bastante feo de por sí, las cosas no fueron a
mejor con el paso de los años. En 2002 la entrañable pareja Sharon/Ozzy realizaron un nuevo gesto
todavía más feo que lo antes comentado, si es que es posible hacerlo peor. No
conviene olvidar que Sharon es una
persona de armas tomar y lo ha demostrado en innumerables ocasiones, no en vano
Lemmy Kilmister –un tipo al que
tampoco se le tosía así como así– llegó a comentar que lo más inteligente era
no meterse con la mujer de Ozzy
porque tenía las pelotas muy bien puestas. El caso es que para una de las reediciones
de esos dos primeros discos de Ozzy
Osbourne la siempre amigable Sharon
decidió borrar las pistas de audio de la base rítmica y sustituirlas por nuevas
grabaciones que corrieron a cargo de Robert
Trujillo y Mike Bordin; en fin,
¿quién sino Sharon para darle una
nueva vuelta de tuerca a lo que ya parecía imposible de superar? Un gesto tan
rastrero como deleznable que dice mucho más de este personaje que todas las
letras que uno decida juntar sobre una hoja en blanco. Parece ser que todo
viene por las demandas que interpusieron Kerslake
y Daisley ante Ozzy por impago de royalties. En su día fue un asunto muy comentado y criticado en la
prensa musical mundial; normal. Todo esto para que Bob Daisley y Lee Kerslake
no recibieran los merecidos beneficios de unos discos… que ellos mismos
habían ayudado a componer y a grabar. Demencial. En un mundo justo el autor de
una obra de arte debería ser el principal beneficiario de lo producido por lo
que él mismo ha creado, pero parece ser que las coordenadas cerebrales de Sharon Osbourne se estructuran de
manera distinta. Imposible la defensa de algo que aparece y va firmado por el
sello de Ozzy Osbourne, por lo que
no conviene olvidar que nuestro adorable Prince Of Darkness no deja de ser el
último responsable. A cada cual lo suyo.
Sharon & Ozzy.
Tras años y años de batallas legales que no favorecieron a Kerslake/Daisley, es de suponer que una
persona tan fría y calculadora como demuestra ser Sharon Osbourne ató y consideró todos los aspectos legales de su
jugarreta, nuestros protagonistas no tuvieron más remedio que aceptar la
injusticia de la situación. Gracias a esto pusieron en marcha el estupendo
proyecto llamado Living Loud,
acompañados por Jimmy Barnes, Steve
Morse y Jon Lord, para revisar y
volver a regrabar algunos de los
clásicos que aparecieron en esos discos de Ozzy
y que ellos mismos compusieron. Nos legaron un disco de estudio y un directo
que son oro en paño.
La vida siguió y ambos músicos siguieron trabajando en lo que mejor
saben hacer. Un día triste saltaba la noticia en los medios sobre los serios
problemas de salud de Lee Kerslake,
dejaba a Uriah Heep y bajaba el
pistón en lo que a actuar se refiere. Recuerdo que la última vez que me crucé
en el camino del entrañable Kerslake fue
en la convención de fans de Uriah Heep
que se celebró en Granada hace unos años y de la que ya hablé en su momento en
este mismo foro. Un fin de semana mágico en el que Kerslake nos reconfortó con su habilidad musical, su simpatía y su
terrible sentido del humor. Este pedazo de músico, gran batería y cantante excepcional -metía los agudos en Uriah Heep cuando se marchó David Byron-, ha participado en un buen número de los discos de cabecera de muchos de nosotros. Hace poco declaró que nada le haría más ilusión que
tener en su salón los discos de platino que representan el éxito en ventas de los
trabajos que compuso y grabó en el grupo de Ozzy Osbourne, que sería un bonito gesto por parte del campamento Osbourne mientras todavía esté con vida
en nuestro mismo plano. No sé cómo de ennegrecidos estarán los corazones de Sharon/Ozzy, ni es asunto mío, pero con
esta donación al menos uno siente que la injusticia de esta historia pesa un
poquito menos. Nuestras oraciones y un brindis por Lee Kerslake en estos momentos difíciles.
Lee Kerslake orgulloso con lo que le pertenece por méritos propios.
Acaba de ver la luz el primer tema de presentación de este nuevo proyecto tributo a Black Sabbath. La canción se titula "She's gone" y viene acompañada de un sugerente vídeo clip. Este tema, perteneciente al disco "Technical Ecstasy", cuenta con la presencia del bajista Neil Murray y del vocalista Dave Walker; los seguidores más exhaustivos del grupo lo conocerán, puesto que Walker llegó a ser el sustituto provisional durante un corto periodo de tiempo de Ozzy Osbourne antes de que Ronnie James Dio ayudase a dar forma a quella obra maestra que responde al nombre de "Heaven & Hell".
Emerald Sabbath: "She's gone". Vídeo oficial.
Este proyecto parte de la idea de Michael Suilleabhain, un inspector de seguridad de construcciones nucleares que a su vez es un fan declarado de la banda de Birmingham. Comenta el bueno de Michael que conoció a Sabbath en el año 1983 -entendemos que a partir del disco "Born Again" en el que puso su voz Ian Gillan- y que desde entonces ha visto al grupo en directo un total de ochenta y dos veces; vaya, esto es un seguidor fiel y lo demás son tonterías. Comenta como curiosidad Suilleabhain que la única formación que se ha perdido desde entonces es la que contó con Ray Gillen a las voces. Esto es una auténtica putada, puesto que en la gira que hizo Sabbath con Gillen a la voz para presentar el excepcional disco "Seventh Star" -otra obra maestra del grupo de Iommi- el grupo sonaba que te cagas y el cantante todavía más. Hay que recordar que ese disco lo grabó Tony Iommi como un proyecto en solitario con Glenn Hughes a la voz y la compañía de discos -o el propio Tony, vaya usted a saber- acabó tomando la decisión de publicarlo bajo el apelativo de Black Sabbath featuring Tony Iommi. Como quiera que fuese este disco pasa por ser para este humilde servidor de lo mejorcito y más inspirado que el guitarrista de la lesión en las yemas de los dedos haya registrado jamás. La historia es muy conocida para cualquier seguidor de Sabbath/Hughes. Iommi ofreció el puesto de vocalista a Glenn para un disco en solitario que se alejaba de la música típica del combo británico. Hughes, que estaba en plena batalla contra sus demonios personales, aceptó el proyecto y volcó toda su creatividad en unas melodías y líneas vocales de otra galaxia... pero que poco o nada tenían que ver con el universo Sabbath. Al final el disco salió como Black Sabbath y, de pronto, se vio metido en la gigantesca pre producción de una gira mundial en la que tendría que cantar el catálogo de los Sabbath Ozzy/Dio. Glenn Hughes no llegó a ofrecer más que cinco conciertos. Un tipo con la sensibilidad de Glenn se encontraba terriblemente incómodo teniendo que defender en directo unas canciones con las que no sentía ninguna conexión. Por otro lado sus problemas con las adicciones no ayudaban, había ganado mucho peso y el hecho de sentirse en un lugar que no era el suyo hizo que la situación desembocara de manera abrupta abandonando la gira. Fue en ese momento cuando Ray Gillen asumió el puesto y nos volvió locos a muchos de nosotros con unas interpretaciones soberbias de las canciones que conformaban el set list de la gira. Para el recuerdo queda un poderosísimo "Danger zone" del directo de San Antonio, por citar algún ejemplo. De hecho grabaron algunas maquetas de las canciones que acabaron dando forma al siguiente disco de Black Sabbath, titulado "The Eternal Idol" con Tony Martin a las voces. Estas tomas se pueden escuchar para deleite del oido en la reedición que lleva por nombre "The Eternal Idol. Deluxe Edition". De estos años tan convulsos como excitantes de Sabbath habrá que hablar más detenidamente en otro momento.
Black Sabbath feat Tony Iommi: "Danger zone" (G.Hughes voz).
Black Sabbath: "Danger zone". San Antonio 86 (R.Gillen voz).
Pero volvamos a Emerald Sabbath. Michael Suilleabhain decidió allá por el año 2015 que debía aunar sus dos pasiones: Black Sabbath y la Música Clásica, por lo que empezó a trabajar en este proyecto. Tras conseguir colaborar con el teclista Adam Wakeman en la versión del tema "Changes" la idea comenzó a cobrar forma. Según comenta el propio Michael, se propuso regrabar las canciones de Sabbath con el mayor número posible de ex componentes del grupo... y logró involucrar a diez de ellos. Pasamos a mostrar la sorprendente lista de colaboraciones:
-"Embryo": Adam Wakeman (tecl), Beb Bevan (perc), Laurence Cottle (baj), Anneka Sutcliffe (vi) y Sarah Tobias (f).
-"Die young": Ron Keel (v), Vinnie Appice (bat), Rudy Sarzo (baj), DC Cothern, Pete Rinaldi (g) y Ellen Morgan (tecl).
-"Fluff": Sarah Tobias (f), P. Rinaldi (g) y el Cuarteto de Cuerdas Ardeton. -"Trashed": R. Keel (v), Vinnie Appice (bat), B. Bevan (perc), L. Cottle (baj) y P. Rinaldi (g). -"Stonehenge": A.Wakeman (tecl), L.Cottle (baj), P. Rinaldi (g) y S. Tobias (f). -"She's gone": Dave Walker (v), Neil Murray (baj), Bill Dwyer (bat)y el Cuarteto Cuerdas Ardeton. -"In for the kill": Tony Martin (v), L.Cottle (baj), Bobby Rondinelly (bat), P. Rinaldi (g) y A. Wakeman (tecl). -"Orchild": N. Murray (baj), P. Rinaldi (g), S. Tobias (f) y el Cuarteto Cuerdas Ardeton.
-"Hole in the sky": R. Keel (v), B. Rondinelli (bat), L. Cottle (baj) y P. Rinaldi (g).
-"Changes": M. Suilleabhain (v), A. Wakeman (tecl), L. Cottle (baj), B. Bevan (perc), A. Sutcliffe (vi) y S. Tobias (f).
-"Supertzar": A. Wakeman (tecl), Terry Chimes (bat), L. Cottle (baj), P. Rinaldi (g) y el English Chamber Choir.
Puede el lector observar que el asunto tira de espaldas. Todo tiene pinta de que habrá que ir haciendo un hueco en la estantería por la letra "B" (de Black Sabbath)... o por la "T" ( de tributo); según cada gusto.
Neil Murray, Mike Exeter (ingeniero), Michael Suilleabhain y Bev Bevan.
Hace unos días Rosendo finalizó la gira "Mi tiempo señorías" con la que parece quere poner fin a una carrera de 45 años en el mundo del Rock. Está muy cerca de la edad de jubilación y pretende hacer eso, jubilarse como uno más.
Y es que Rosendo en su dilatada trayectoria siempre ha querido mantenerse como una persona normal, muy alejado de los clichés más típicos de una estrella del Rock; porque, aunque lo fuera, él se veía como un currito del Rock que tenía el privilegio de ganarse la vida haciendo y tocando la música que le gustaba.
Rosendo representa a ese Rock"sin lentejuelas que brillan demasiado" (que dirían Barricada), a ese que únicamente da importancia a la música y a las letras, por eso sale al escenario con vaqueros y una camiseta sin necesitar nada más. Coherencia con su mensaje.
Ese Rock sin más, el auténtico para algunos, pero que es necesario para todos, ese Rock que parece guardar las esencias y que renuncia a una parte importante del espectáculo porque ese es su Rock. Su coherencia. Creo que Rosendo fue evolucionando con los años, sus primeros discos en solitario mantenían la rabia y los mensajes más directos, pero poco a poco estos fueron desapareciendo para dejar paso a una mayor elaboración de las letras que las dotaron de una complejidad que fue en detrimento de su frescura; y con su música ocurrió un poco tanto igual. está claro que con tantos años en un escenario se debe buscar algo más... pero manteniendo la coherencia y regalándonos alguna composición sublime de tanto en cuanto. Después de unos años alejado de Rosendo, seguramente por mi concepción de su evolución, el otro día volví a recuperarle, a vibrar con su música, a vovler a tener 20 años, a dejarme los pulmones "navegando a muerte" y, en definitiva, a valorar enormemente su trayectoria, su coherencia. Grande Rosendo!!!
Como comentamos hace unos cuantos días, el nuevo lanzamiento
discográfico de Whitesnake bien
merece un comentario. La obra que el grupo de David Coverdale puso en circulación hace apenas un par de meses supone
una exhaustiva recopilación de la faceta acústica de su formación desde que hace
más de veinte años se decidiera a realizar un pequeño tour promocional que
culminaba ofreciendo mini actuaciones acústicas en las que acompañaba su espectacular
voz con la única ayuda de una guitarra acústica. Hablamos del año 1997 y el
disco que presentaba era el interesante “Restless Heart”, el álbum
suponía la reagrupación de la Serpiente Blanca tras el injusto
fiasco del proyecto que puso en marcha junto a Jimmy Page bajo el apelativo
de Coverdale & Page y que tanto consiguió irritar al generalmente
petulante Robert Plant. Entre las variadas lindezas que le dedicó el
cantante de Zeppelin a David estaban perlas como que Coverdale
tenía menos conocimiento que los bajos de una falda; innecesarias declaraciones
de un tipo que se describe a sí mismo con unos comunicados tan desafortunados
como esos. Este proyecto dio un único fruto discográfico bajo el nombre de “Coverdale
& Page”, pero pese a ser tan poco prolífico demostró una calidad fuera
de duda alguna. Desde luego que esa etapa tan jugosa en cuanto a movimientos y
cruce de declaraciones, con un Robert Plant diciendo estupideces cuando
nada pintaba en este asunto, merece que le dediquemos unas cuantas palabras en
otro momento.
David Coverdale & Jimmy Page.
El caso es que Coverdale volvió a poner en marcha a Whitesnake.
La compañía de discos sacó un recopilatorio y salió a la carretera para
promocionarlo, la primera gira del grupo tras el tour de “Slip Of The
Tongue” con Steve Vai. Contando de nuevo con la colaboración del
guitarrista Adrian Vamdenberg –músico que había formado parte de Whitesnake
desde 1987, pero no había grabado ninguno de los discos del grupo por diversos
motivos–, nos sorprendió a todos con un excepcional “Restless Heart”.
Este sobrio disco, compuesto y tocado en clave de Blues aunque pleno de
la esencia más pura de Whitesnake, consiguió lograr para el que esto
escribe la comunión perfecta entre los Whitesnake clásicos de Moody/Marsden
y los del giro Hard Rock de Sykes,Vandenberg y Vai.
Pero esto es marginal. A su vez anunció que la gira en directo de presentación
de dicho disco suponía el punto y final de Whitesnake, por lo que era
obligado –siempre lo es– ver una vez más a Coverdale en vivo. Eran otros
tiempos, casi nadie del Rock anunciaba que se retiraba cada dos por
tres, salvo Ozzy, y presenciar a Whitesnake tocando un disco tan
bueno me parecía el reclamo perfecto. La gira no pasó por España -claro- y lo
cierto es que le llovieron bastantes críticas, algunas tan ridículas como que David
se dedicaba a interpretar a capella fragmentos de canciones del fondo de
su catálogo entre tema y tema… ¿de verdad es un problema que Coverdale
se arranque antes de “Love hunter” interpretando un fragmento vocal de “Only
my soul” o “Blindman”?, ¿nos hemos vuelto todos locos? Recuerdo
incluso a algún que otro iluminado de nuestra siempre querida prensa musical
definiendo esta última gira de Whitesnake como un tour cabaretero,
con un desdén y alevosía tal que si hubiera formado parte de mi redacción le
hubiese puesto de patitas en la calle de inmediato junto a su consiguiente
indemnización por despido.
Whitesnake'97: Derek Hilland, Denny Carmassi, Tony Franklin, Steve Farris, D.Coverdale y Adrian Vandenberg.
Dejando de lado estos incidentes, Coverdale tuvo la genial idea
de realizar una pequeña gira de presentación del disco por los diversos medios
de comunicación de algunos países. Junto a estos encuentros con la prensa y los
fans llevó a cabo pequeñas actuaciones en directo acompañado tan solo por la
acústica de Adrian Vandenberg, presentando una faceta que nos enamoró de
inmediato a muchos de nosotros. Incluso realizaron un set completamente
acústico en Tokyo de algo menos de una hora de duración. Esta actuación
se llevó a cabo en el calor de la noche de un 5 de Julio de 1997 y fue mezclado
en los estudios Toshiba al día siguiente. En su día salió este acústico
como cd y vídeo, algo así como una especie de regalo para los fans; recuerdo
que al menos el vídeo solo se podía adquirir vía importación desde Japón. La
primera vez que lo escuché me volví loco, era Coverdale al desnudo en
estado puro, preciosas inflexiones que iban mucho más allá del tópico fácil de
cantar con el rollo de Paul Rodgers -por otro lado tópico real, Paul
Rodgers y Steve Perry fueron los maestros para las siguientes
generaciones de vocalistas dentro del Rock-; no es que no tuviera clara
la capacidad vocal de David, es que escucharlo en ese formato me
reafirmó todavía más en mis consideraciones al respecto. Ansioso por escuchar
más, me enteré de que para el disco se había prescindido de “Fool for your
loving” y “Only my soul”, por lo que no hubo otro camino que hacerse
con el vídeo por todos los medios posibles… y allí estaban, las primeras
estrofas a capella del maravilloso “Only my soul” ante nuestros
ojos y oídos. David interpretó los primeros compases del tema tras una
petición por parte del público y tras bromear sobre cantar una vez más el “Smoke
on the water”. Imagino que para el tipo que se quejaba de los fragmentos de
canciones que canturreabaCoverdale antes de comenzar un tema con
toda la banda en sus conciertos esto será más de lo mismo, pero para algunos
otros entre los que me incluyo el hecho de cantar unas cuantas estrofas de
alguna de las canciones que han marcado tu vida y que no se suelen llevar al
directo supone un subidón difícilmente explicable. Esas pequeñas y locas cosas
que tiene la Música.
David Coverdale & Adrian Vandenberg.
Esta idea de promocionar lanzamientos con mini actuaciones en acústico
la volvió a utilizar nuestro querido David cuando puso en el mercado el
tremendo directo “Live… In The Shadow Of The Blues”allá por 2006. Se lanzó a la carretera con su por entonces fiel
escudero Doug Aldrich –un músico que demostró venir como un guante al
espíritu Whitesnake y que todavía a día de hoy muchos nos preguntamos
por qué abandonó la Serpiente Blanca– y de nuevo compartió con el
público un poquito de su magia cuando agarra un micro en clave de Blues.
Esta vez la gira promocional sí pasó por España, ofreciendo una pobladísima
cola en las puertas de la conocida FNAC madrileña para poder asistir al
acústico de Coverdale/Aldrich de manera gratuita por riguroso orden de
llegada. Recuerdo muy bien que por poderosos motivos personales que ahora no
vienen a cuento llegué más tarde de lo que pretendía a la dichosa cola y, claro
está, me quedé sin poder acceder al dichoso salón de actos de la conocida
tienda del foro. Otro amigo y su novia, que también llevaban un rato esperando
en la fila su oportunidad, me llamaron para avanzar alguna posición en esa
estúpida cola y cuando David estuvo preparado aquello empezó a moverse,
pero los tres nos quedamos justo detrás del cordón que amablemente había
dispuesto la organización para recordar a todos los que quedábamos por entrar
que el aforo se acababa de completar; nos quedamos a unas cinco o diez
localidades de hacerlo. Una suerte loca. Se alinean los astros por una vez en
nuestro bendito país para que David Coverdale venga a cantar en acústico
a nuestra ciudad… y nos quedamos a la puerta; es que tiene cojones. La
organización de la FNAC no obstante tuvo el detalle de habilitar una
pequeña pantalla de TV para que los que nos habíamos quedado a las puertas
pudiésemos ver lo que allí dentro había de ocurrir. Otra vez las dichosas
prisas y mis compromisos personales me forzaron a abandonar al poco el lugar,
pero guardo en mi retina y en lo más profundo de mi alma la interpretación que
se marcó el dúo Coverdale/Aldrich de la canción “Ain’t gonna cry no
more” a través de la cutre-pantalla y a un volumen insultantemente
ridículo. Lo que sucede es que hay composiciones musicales tan brillantes que
ni las más asquerosas y penosas condiciones pueden con ellas y tienen la
capacidad de brillar por sí mismas. Después de este
tour promocional David Coverlade ha vuelto a realizar alguna que otra
pequeña actuación en acústico, como el memorable show de New York en Abril de
2008 que también se recoge en este recopilatorio.
Doug Aldrich & David Coverdale.
Y así llegamos a finales de Octubre de 2018. Veintiún años después del
“Starkers In Tokyo” David Coverdale se descuelga con la publicación de “Whitesnake
Unzipped”. Este disco recopila algunas de las distintas actuaciones que en
formato acústico nos ha ofrecido a lo largo de estos años, además contiene una
selección de temas acústicos aparecidos en algunos de sus discos de estudió
amén de numerosas tomas inéditas, ensayos, demos más o menos rudimentarias y
otras hierbas similares. Una delicada golosina que el oyente se puede llevar al
oído en forma de cinco cds y un dvd extra que recopila esas actuaciones en
formato visual. Sin duda, el regalo de Reyes ideal para cualquier
seguidor de Whitesnake y de la música Rock en general me atrevería
a decir. Estos días me ha tocado discutir con algunos de mis amigos seguidores
de Whitesnake sobre la necesidad de este disco y de todo su contenido,
los argumentos son los sospechosos habituales: que si mucha música, que si
mucho en acústico, que si algunas demos son simples ejercicios sin más, que si
repite las mismas canciones… bah,
pamplinas. Para los que llevamos toda la vida escudriñando actuaciones en
directo de nuestros artistas preferidos sin descanso y que ya no tenemos
remedio, esto es la demostración de que no todo está perdido para nuestra
causa. Sacar un producto así, en lo que a mí respecta, solo demuestra que el
artista tiene esa intuición cercana a los seguidores que disfrutamos con las
diversas manifestaciones en directo de sus canciones, sabedor de que cada
directo es un universo en sí mismo y que cualquier mínimo detalle puede hacer
de la base de una canción algo único y diferente.
Esta nueva publicación de David
Coverdale se presenta en diferentes formatos; muchos y diferentes formatos,
ideal para servir como regalo según el volumen del bolsillo de cada sufrido
seguidor de la Serpiente Blanca. Para los más mainstream, esos que entran en una tienda de discos con prisas y
sin ganas de complicarse, tenemos la versión sencilla en la que se ofrece
únicamente el primer volumen que contiene las versiones en estudio de algunas
de esas composiciones clásicas del grupo que lo hacen tan especial junto con
otras arregladas en acústico para reediciones y otras rarezas; además presenta un
par de bonus tracks –como no podía
ser de otro modo– en forma de adaptaciones instrumentales orquestadas de un par
de canciones que aparecen en el mismo cd. Por otro lado se pone también a la
venta una versión en formato doble que comprende el cd antes comentado y un
segundo disco con el directo en acústico de Japón 97 titulado “Starkers In Tokyo” y el show de New
York 08; otra delicia, ideal para aquellos seguidores de Whitesnake que se conocen al dedillo la discografía del grupo pero
que todavía tienen remedio y no necesitan escuchar la increíble voz de Coverdale en todas las grabaciones
posibles. Dentro del apartado coleccionista nos encontramos con la edición de
doble vinilo, aquí nos podemos encontrar con un primer disco conteniendo el
material de la edición sencilla en cd y un segundo vinilo que acoge la
grabación de “Starkers In Tokyo”.
Por supuesto el precio es prohibitivo para el material contenido, pero no seré
yo el que le ponga demasiadas pegas al asunto puesto que si a algún lumbrera se
le ocurriese sacar una edición en cassette
perdería el culo hasta la tienda más cercana o hasta el ordenador de la
habitación para reservar mi copia. Cosas del amor incondicional, supongo.
Aunque para algunos de nosotros estas ediciones no son más que
entretenimientos mientras nos adentramos en lo que de verdad interesa, para los
que lo quieren todo se pone a la venta el llamado “Unzipped Super Deluxe Edition”. Como os podéis imaginar esta
edición no es cuestión baladí, bajo este formato con nombre tan redundante como
irritante el irredento fan se encuentra con una edición formada por cinco cds y
un dvd que recopila todo lo anteriormente comentado más una serie de
actuaciones en vivo que sirvieron de presentaciones acústicas de todo el
tinglado promocional del que hemos hablado al inicio de este texto. Imposible
sustraerse para todo buen catador de la voz de Coverdale entonando Blues.
El regalo de Reyes ideal.
El primero de los cds que presenta esta edición y que coincide con el
formato sencillo recibe el nombre de “Unzipped…
In The Studio: The Love Songs”. La carta de presentación de este primer
disco es la genial “Love is blind”,
una emocional canción que apareció en el único disco en solitario de David Coverdale hasta la fecha: “Into The Light” (si exceptuamos sus
dos primeros trabajos tras salir de Deep
Purple y que pueden aparecer referenciados tanto en solitario como bajo el
epígrafe de “David Coverdale’s
Whitesnake). Este disco salió al mercado después de la resaca del proyecto Coverdale & Page, de la gira de
reunión de Whitesnake en el 94y de la frustración por la escasa repercusión
del que se anunció como disco final del grupo, titulado “Restless Heart”. Coverdale se debió cansar de intentar contentar a
todo el mundo y decidió sacar un precioso y delicado disco bajo su propio
nombre, un álbum lleno de emoción y grandes composiciones que presentaba al
mundo libre de las ataduras de Whitesnake…
y que la prensa criticó igualmente debido a que era demasiado suave; más de lo
mismo. Este primer volumen de “Unzipped”
recupera un par de canciones –bueno, tres si consideramos “All the time in the world” que apareció como extra– de este “Into The Light” tan injustamente
tratado por medios y ventas, se trata de la antes comentada y de “Wherever you may go”. Si la primera es
buena, “Wherever you may go” es una
pequeña pieza tan sensitiva y sutil que pasa por ser de lo mejorcito que haya
salido de la cabeza de nuestro querido músico jamás; poco sentido tiene
intentar llevar a las palabras las sensaciones que produce su escucha, por lo
que recomiendo al lector que se limite a escucharla y sacar sus propias
conclusiones.
Whitesnake Unzipped: "Wherever you may go".
El cd cuenta también con algunos de los temas más pausados que compuso
Coverdale en los años que hizo
equipo con Doug Aldrich. El sensacional
guitarrista ayudó a David a facturar
temas como “One of these days”, “Easier
said than done”. “Fare thee well”, “Summer rain”, “Forevermore” o “’Till the end of time”. Poco más podemos comentar sobre “Forevermore” que no hayamos dicho con anterioridad, se trata de
uno de los temas bandera de Coverdale
y probablemente su último gran clásico hasta la fecha. En este nuevo cd se
presenta una versión con el añadido acústico final, puesto que en el disco
original la canción tenía su parte eléctrica con todo el grupo; su versión
acústica fue un extra del disco en su día. Otra de las canciones por las que
uno no puede evitar sentir debilidad es “Summer
rain” que, como su propio nombre indica, resulta ideal para escuchar
cualquier tarde de finales de Agosto/Septiembre mientras cae el sol. La versión
en acústico ya apareció como extra en la edición japonesa de “Good To Be Bad”. El primer volumen de
este nuevo disco finaliza con “’Till the
end of time”, un pedazo de canción perfecta para cerrar cualquier álbum por
su sobriedad, fuerza contenida y empaque; no en vano fue la escogida para
cerrar aquel maravilloso “Good To be
bad” que salió en la Primavera del 2008 y devolvió de la tumba a Whitesnake. Seguro que poca gente
apostó por que la Serpiente Blanca fuese capaz de resurgir con tamaña fuerza y
estilo… pero lo hizo, cerrando unas cuantas bocas de paso. Nuestro primer “Unzipped” contiene a su vez un par de bonus tracks –como no-, pero hasta aquí
se nota el buen gusto del que seleccionó los contenidos. Para cerrar nos
ofrecen las versiones instrumentales de
“Wherever you may go” y “Love is
blind” en versión orquestada, en particular la primera de las tomas, de
apenas un minuto de duración, vuelve a demostrar que es una composición como
una catedral.
Whitesnake Unzipped: "'Till the end of time".
El segundo volumen de “Unzipped” contiene la actuación
acústica “Starkers In Tokyo”. No nos
vamos a detener mucho en ella, puesto que al principio hemos abordado algunos
de los datos de esta histórica grabación. Presentación promocional de “Restless Heart” en Japón. Concierto
acústico de casi unos tres cuartos de hora de duración con David Coverdale a la voz, Adrian
Vandenberg a la guitarra acústica… y nada más… ni falta que hace. Una joya
que desnuda algunas de las mejores canciones de Coverdale hasta esa fecha y que presenta entre otras cosas una versión
del tema de Purple titulado “Soldier of fortune” del que es
imposible no enamorarse en cuanto lo escuchas. Alma y pasión sin necesidad de
aderezos ni aspavientos. Por primera vez aparecen en cd los temas que
interpretaron a modo de bis: una versión casi a capella de “Only my soul”
y un fragmento del clásico “Fool for
your loving” que se nota que apenas estaba preparado y que se marcaron en
el calor y la excitación del momento.
Whitesnake Starkers Tokyo: "Soldier of fortune".
El tercer volumen de la super
“Deluxe Edition” se titula “Snakeskin Boots: Starkers In Europe” y
corresponde al formado por varias actuaciones en directo que realizó David para promocionar algunos de sus
discos. El primero de los conciertos es el que ofreció en Varsovia en el 97.
Este es el único que aparece de esa etapa que corresponde a la promoción de “Restless Heart” y algunos afortunados
han podido degustarlo gracias al mercado de los piratas desde hace algunos
años. Es un mini concierto acústico con Vandenberg
en el que interpretan “Sailing ships”,
“Too many tears”, que era uno de los singles promocionales de dicho disco
de Whitesnake del 97, y “Here I go again” como cierre de la
actuación. De gran valor coleccionista. Las siguientes grabaciones corresponden
a la gira promocional que Coverdale
llevó a cabo con motivo de la publicación de lo que era su primer doble disco
en directo con Whitesnake
propiamente dicho tras la reunión de 2006, hablamos de “Live… In The Shadow Of The Blues”. Este tercer “Unzipped” nos regala las actuaciones
de Estocolmo, Colonia y París, a cuál mejor, cada una con su enjundia;
recordamos una vez más que siempre hablamos en clave de fans irredentos
necesitados de disfrutar del mayor número de conciertos posibles para disfrutar
escudriñando pequeñas variantes en los repertorios o en las interpretaciones de
los temas en directo. Los tres shows se grabaron entre finales de Noviembre y
principios de Diciembre. En Estocolmo el repertorio está formado por “Give me all your love tonight”, “Ain’t
gonna cry no more”, un “Only my
soul” solo con la voz de David
que viene a ser una de las mejores versiones en vivo que este humilde escriba
ha escuchado, “All I want is you” y “Dog” como representación de las cuatro
canciones nuevas en estudio que contenía el directo que se promocionaba y “Here I go again” como cierre. Qué
bonito sería escuchar este clásico del grupo en acústico con las guitarras de Bernie Marsden y Micky Moody; a ver si algún día de estos Coverdale nos da la sorpresa. En fin, de ilusión también se vive.
En el concierto de Colonia no aparecen “Only
my soul” ni “Here I go again”,
pero presenta la novedad de la incorporación del tema “Slow & easy”, una canción que pese a tener una primera parte
semi acústica no me acaba de cuadrar en este formato; y eso que el arreglo del
inicio es de categoría. De cualquier modo se hace del todo necesaria su
inclusión en este tercer disco. Finaliza el tercer “Unzipped” con el show de París, bajo mi punto de vista el más
inspirado de esta fenomenal triada. Además de incluir las canciones
interpretadas en Estocolmo, Coverdale
nos obsequia con las interpretaciones a
capella de “Northwinds” y de “Blindman”; oye, si lo de “Northwinds” es un bonito detalle,
poder escuchar las primeras estrofas y el estribillo de “Blindman” ya es de otra galaxia. Donde la mayoría no ve más que canciones
repetidas, algunos vemos magia. Así está el patio.
Whitesnake Sweden Rock 06: "Ain'yt gona cry no more".
El cuarto volumen de “Unzipped” responde al nombre de “More Starkers” y nos presenta algunos
de los ensayos e improvisaciones llevados a cabo en el local de ensayo para la
preparación de la gira promocional de 2006, pruebas de sonido de la gira de
2011, tomas de fragmentos que datan de 2012 y cono guinda del pastel el concierto acústico
realizado en New York en el año 2008. Los ensayos de 2005 presentan tomas de
las canciones interpretadas por el dúo Coverdale/Aldrich
en su gira promocional del año siguiente y cuenta con la interesante curiosidad
de la inclusión de una toma perteneciente a “Judgement day” que nos permite escuchar por primera vez este tema
en su formato acústico. En cuanto a los fragmentos de jams del 2012, pese a contar con versiones que apenas llegan al
minuto de duración en cada caso, podemos escuchar momentos de canciones como “Mistreated”, “Slide it in” o “Shake my tree”, perteneciente al disco
que publicó David junto al guitarrista
de Led Zeppelin bajo el título de “Coverdale & Page”. Se cierra este
cuarto volumen con las tomas de “Good to
be bad” y “Tell me how” pertenecientes
a las pruebas de sonido del directo “Made
In Japan” que el grupo publicó en 2011. La joya de este cuarto volumen es
la inclusión del directo desenchufado de New York. Aquí se muestra a un David Coverdale muy relejado
presentándose en una de las mecas del Rock
n’Roll. El directo no tiene desperdicio y Coverdale/Aldrich desgranan un repertorio con alguna que otra
interesante novedad con respecto al concepto de sus presentaciones en acústico.
Comienza el show con “Give me all your
love tonight” y acto seguido David
nos regala una impresionante versión de “Can
you hear the wind blows” que pasa por ser de lo mejorcito del concierto. El
show continua con “All I want all I
need” y “Lay down your love”
entre bromas de Coverdale,
comentarios sobre sus primeros conciertos en NY con los Purple en los setenta y otras gracias que por momentos nos permiten
ver la faceta spokesman de David, incluso en un momento
determinado se va detrás del improvisado escenario para retornar con lo que
parece ser una cerveza; todo muy íntimo y lleno de complicidad. Tras un “Fool for your loving” que no acaba de
cuadrar en versión acústica, le llega el momento a “The deeper the love” -otra de esas bonitas canciones que contenía
el infravalorado “Slip Of The Tongue”-
y a “Ain’t no love in the heart of the
city”, otra de esas canciones que Coverdale
ha gustado de incluir en su repertorio desde los primeros tiempos de Whitesnake. La actuación se cierra con “Here I go again” y con la sensación de
que los afortunados fans neoyorkinos fueron agraciados con un señor concierto.
Whitesnake Unzipped: "Judgement day".
El apartado audio de este
nuevo lanzamiento de Whitesnake se
cierra con el quinto volumen: “Unzipped:
Up Close & Personal”. Como su propio nombre indica, este disco es una
especie de regalo para fans en el que aparecen una serie de demos, primerizas y
básicas tomas a guitarra/voz o incluso solo voz de ideas y composiciones que
salen de la cabeza de David y del
guitarra de turno con el que se ha ido aliando a lo largo de estos años. Desde
luego que el material que contiene este último volumen está pensado solo para
aquellos seguidores interesados en escuchar demos primerizas y primeros esbozos
de lo que puede que acabe convirtiéndose en bonitas canciones gracias al
trabajo de los propios músicos, ingenieros de sonido, mezclas y productor. Qué
importante es el trabajo del productor y qué desapercibido pasa para el gran
público que consume música, muchas veces es su visión e intuición lo que
permite descubrir de entre todas las maquetas de un grupo la rara gema
destinada a erigirse como gran canción o clásico atemporal.
Así que este volumen de “Unzipped” incluye una serie de tomas primigenias
de variada enjundia. Se inicia con una demo de “Wherever you may go”. La siguiente toma lleva por título “Surrender” y tiene un cierto aire a
aquel temazo teclado/voz cantado por Glenn Hughes como los ángeles que
apareció en el disco de Purple llamado
“Come Taste The Band” y que se
titula “This time around”, de veras
bonito. La canción “Ain’t no doubt about
my girl” lleva en su letra la frase easier
said than done que, además de ser una verdad como un templo, sirvió para
titular otra de las canciones de Whitesnake.
Seguimos desgranando demos que a veces apenas llegan al minuto de duración y
nos encontramos con “So long”,
presentada primero a capella y luego
con acompañamiento, en la que podemos escuchar como curiosidad la voz de David en diferentes afinaciones. Una de
las mejores de todo este disco puede ser “It
would be nice”, siempre con esa voz tan profunda de Coverdale. “Slide thingy
Blues” es un interesante ejercicio de slide
guitar, como su propio título indica, en el que David acompaña tarareando una melodía y “Blues jam riff” es un pequeño instrumental que te da la medida de
por dónde van los tiros de lo que puede acabar siendo una canción made in Whitesnake.
“Fun lick Blues” me recuerda mucho
al tema “Can you hear the wind blows”
que aparecía en el disco “Good To Be
Bad”. Lo interesante de esto de las maquetas es poder observar la evolución
de una canción hasta acabar siendo la pieza terminada que aparece en el disco.
Otro ejemplo es “River
song”, que no es más que un fragmento del clásico “Still of the night”. Muchas veces una
maqueta acaba dando mil vueltas por los cerebros creadores de sus compositores
y puede finalizar en otra canción distinta tras múltiples modificaciones. Esto
se puede comprobar con mayor claridad en la versión aniversario del clásico “1987”. Esta edición contenía cuatro
cds y en uno de ellos aparecían las distintas canciones del álbum original,
pero mezcladas en tres momentos distintos del proceso de composición/grabación.
Ese tercer volumen titulado “87
Evolutions (Demo & Rehearsals)” puede que a la mayoría le pareciese
innecesario, pero para otros muchos entre los que me incluyo supuso una
interesantísima novedad –hasta ahora nadie ha publicado algo así– que te
permitía escuchar de primera mano y mezclado en tiempo real la evolución de
cada canción desde la maqueta primeriza hasta el acabado final. En definitiva,
un quinto disco que hasta su cierre con la canción “Seasons” nos ofrece todo un abanico de tomas básicas en las que
puedes escuchar a tus músicos preferidos dando los primeros pasos de algunas de
las composiciones que finalmente acabaron, acaban y seguro acabarán en esos
discos que tanto te gustan.
Como colofón este lanzamiento
musical lleva un disco dvd extra en el que añaden la imagen a las grabaciones
de audio que contienen los volúmenes anteriores. Aquí tienen cabida desde las
grabaciones oficiales de primera calidad del “Starkers In Tokyo” hasta auténticos piratas recogidos con cámaras
de esas que muchos conocemos como el imprescindible acústico de Varsovia 97.
También se incluyen tomas de canciones sueltas y fragmentos de otras
actuaciones en directo, siempre en clave acústica. Se completa con entrevistas al propio David, memorabilia y hasta el vídeo clip oficial que salió del tema "Love is blind" allá por el año 2000. Aunque todo el contenido en
vídeo es imprescindible, personalmente no puedo sustraerme al directo de Nueva
York con un David Coverdale en su
salsa demostrando que es un cantante, un entertainer
y un artista como la copa de un pino. Lo dicho: el regalo idóneo para estos Reyes.