Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
"Don't Know What You Got (Till It's Gone)" es una de las mejores canciones de Cinderella, grupo poseedor de un importante abanico de temas inolvidables. La canción que nos ocupa constituye uno de los pocos casos en los que se produce una perfecta comunión entre música y letra, además sucede que el video clip acompaña y engrandece la composición. Todo perfecto. Rara avis. El tema es una preciosidad, ideal para este mes de Diciembre, lleno de luces, contrastes, ilusiones y turrones.
Tom Keifer, su compositor, debería estar llenando estadios hoy en día. Sin embargo la realidad es bien distinta. Igual es que debe ser así, puede que determinadas obras de arte deban permanecer escondidas al gran público, a las efímeras luces y focos, para ser degustadas en la intimidad de la débil luz de un candelabro por paladares que realmente estén preparados para apreciar semejante explosión de sensaciones. Pero dejémonos de palabrería vacía, veamos y escuchemos:
Estamos en el verano de 1978. Mientras preparaban las
canciones del fallido “Raped by Aliens”
de la Ian Gillan Band, Colin Towns acudió un día como otro
cualquiera al local de ensayo. Ese día el bueno de Colin presentó al resto de la banda una nueva composición en la que
estaba trabajando. La interpretó en su piano para los músicos y estos, al
acabar de tocarla, estallaron en una sonora carcajada. El tema representaba
todo lo que detestaban dentro de su ligero esnobismo artístico, no había nada
de sofisticación jazzística. Hay que tener en cuenta que tenían un importante
recorrido musical a sus espaldas, John
Gustafson, por ejemplo, había tocado con Roxy Music entre otros. Se burlaron abiertamente de Colin. Para casi todo el grupo la
canción le parecía el hilo musical fácil de canciones de radio fórmula…menos
para el propio Ian Gillan. Y aquí
viene lo curioso, con Gillan todo
solía ser curioso, a Ian le encantó
la canción por lo que decidió expulsar al resto del grupo. Delirante.
La verdad es que Gillan
llevaba un tiempo pensando en un cambio de estilo hacia músicas más directas y
rockeras. La falta de éxito de la Gillan
Band tampoco ayudaba mucho y el nuevo tema de Colin Towns fue como una luz en el camino de nuestro cantante
preferido. La canción en cuestión es “Fighting
Man” y, aunque toda la discografía de la Gillan Band me encanta, hay que reconocer que este tema es
superior. Olvida los devaneos jazzísticos y experimentales buscando un rock
directo y sin concesiones, con la fuerza de Purple pero con una inmediatez y gusto por la melodía desconocidos
hasta la fecha en la discografía de la “Garganta
de Plata”. Se buscaron nuevos músicos y hasta se cambió en nombre del
grupo, de Ian Gillan Band se acortó
a Gillan, rápido y sin dolor. Como
debe ser.
Además de Ian Gillan
a la voz y Colin Towns a los
teclados, reclutaron a John McCoy al
bajo, Richard Brampton a la guitarra
y Liam Genocky a la batería. McCoy había tocado antes con Towns, y fue el propio bajista el que
propuso para el puesto de guitarra a Steve
Bird, con el que había estado en el grupo ZZebra, por lo que éste reemplazó a Brampton. Tras actuar ese verano en el prestigioso festival inglés
de Reading,Genocky tuvo que dejar la banda, por lo que entró en su puesto Pete Barnacle.
Con esta formación grabaron su nuevo disco, titulado
simplemente “Gillan”. El disco es
una impresionante demostración de potencia y exuberancia rockera. Era salvaje
hasta la portada, con Ian gritando
en plan “marca de la casa”. Estas son las canciones:
-Street theatre.
-Secret of the dance.
-I’m your man.
-Dead of night.
-Fighting man.
-Message in a bottle.
-Not weird enough.
-Bringing Joanna back.
-Abbey of Thelema.
-Back in the game.
Desde la tétrica intro de “Street theatre” hasta en final machacón y punzante de “Back in the game” el álbum rezuma
poder y fuerza por los cuatro costados. “Secret
of the dance” es toda una declaración de principios, aquí no hay devaneos
experimentales, es Rock en su estado
más puro. “I’m your man”, “Dead of
night” o “Message in a bottle”
son cortes directos y efectivos, llenos de intensidad, donde la presencia del
bajo de McCoy se percibe en toda la
mezcla. “Not weird enough” y “Bringing Joanna back” destapan además
el tarro de las esencias con unas melodías resultonas que se introducen en tu
cerebro y que se conjugan a la perfección con las poderosas bases rítmicas del
disco.
Gillan: "Secret Of The Dance".
“Abbey of Thelema”
introduce la nota pausada con su atmosférico teclado aunque no exento de
fuerza. Todo esto está muy bien, pero la joya del Lp es “Fighting Man”, la canción con la que empezó todo, un corte épico
que empieza lento y suave para acabar en una frenética y encolerizada carrera
hacia el paroxismo musical. Con esos gritos finales, herederos sin caer en la
copia de aquella obra de arte en forma de canción llamada “Child in Time”, en los que Ian
Gillan demuestra porqué es el mejor cantante que existe sobre la faz de la
tierra. Sencillamente sobrenatural.
Gillan: "Fighting Man".
Deep Purple "Child In Time".
La pega del álbum es que la producción podía haber sido
mejor, el sonido no hace justicia a la apabullante salvajada que se marcaron
estos tipos en el estudio de grabación. Cosas del poco presupuesto y los
métodos de grabación de aquellos años.
El álbum se publicó en Japón y Australia, no pudieron
encontrar ninguna compañía de discos que apostase por ellos en Europa y
América. En una muestra más de su conocida incompetencia las casas de discos
pensaron que el producto no tendría salida comercial y la banda se quedó sin
publicar sus canciones en su propio país. En aquellos años las islas británicas
y Norteamérica representaban los principales mercados discográficos. En Reino
Unido el Lp alcanzó los primeros puestos en las lista de ventas de discos de
importación.
En Marzo del setenta y nueve entraron en el estudio de
grabación para preparar una versión actualizada del disco que se pudiera editar
en Reino Unido. En ese momento la banda había sufrido algunos cambios, Barnacle y Bird dejaron el grupo entrando en su lugar Mick Underwood a la batería y Bernie
Torme a la guitarra.
El éxito empezó a llegar por parte de un público inglés
entregado a la nueva propuesta musical de Gillan,
para afinar esta base de fans publicaron su nuevo disco, titulado “Mr Universe”. El álbum consistía en
dos temas del disco japonés “Gillan”,
tres canciones regrabadas del mismo Lp con Underwood
y Torme, y cuatro nuevos cortes.
Este es el listado de canciones:
-Second Sight.
-Secret of the dance.
-She tears me down.
-Roller.
-Mr Universe.
-Vengeance.
-Puget Sound.
-Dead of night.
-Message in a bottle.
-Fighting Man.
Mejor sonido y producción aunque disco igual de salvaje. Cortes
como “Mr Universe” o “Roller” son de los que te ponen firme,
este último en particular puedo asegurar que lo he escuchado miles de veces.
Que intensidad, Dios mío, la parte final es para volverse loco. “She tears me down” introduce esos
elementos melódicos y dramáticos propios de una mente tan privilegiada como la
de Colin Towns. “Fighting Man” la conservan del disco original, no tiene sentido
cambiar lo que está perfecto. “Puget
Sound” es otro de los temas nuevos, con una slide muy buena que remarca el
carácter de tema de carretera, propio de una banda de Rock que vive con ese espíritu gitano, actuando de ciudad en
ciudad. También aparece aquí uno de los temas más conocidos de la discografía
de Gillan en solitario, “Vengeance” una canción sólida pero que
nunca me ha llamado especialmente la atención. En su conjunto el disco es uno
de los mejores de Ian Gillan. En su momento lo escuché hasta la saciedad y a día de hoy aún necesito recuperarlo cada invierno de mi
vida.
Gillan: "She Tears Me Down".
Gillan: "Roller".
Todo parecía marchar viento en popa para la banda, muchos
conciertos con todos los tickets vendidos, el disco en las listas de ventas,
una banda compacta. Incluso el propio Ritchie
Blackmore intentó retomar el contacto con Ian, la enemistad entre ambos es una de las más legendarias de la
historia del Rock y fueron los
continuos roces con el guitarrista lo que provocaron la salida de Gillan de Purple en el setenta y tres. En las navidades del setenta y ocho Ritchie tocó con la banda de Ian en el Marquee de Londres durante dos noches, con la clara intención de
reclutar a “Garganta de plata” para su nuevo grupo Rainbow. Ian amablemente
declinó la oferta, invitando a Blackmore
a su vez a unirse a su banda Gillan.
Simpática lucha de egos, venganzas y rencores a las que nos tienen tan
acostumbrados estos dos. Al menos nos queda el histórico documento de los
conciertos de Blackmore tocando con
la banda de Ian y compartiendo
guitarras con Bernie Torme, Ritchie siempre ha odiado compartir escenario
con otro guitarrista. Más humor negro.
El único problema que contemplaba Phil Bandfield, amigo y mánager de Ian desde toda la vida hasta el día de hoy, es que tras la
publicación de “Mr Universe” en
Japón y Australia podría haber alguna controversia, porque la mayoría de las
canciones de ese nuevo disco ya se habían publicado antes en el anterior álbum
de la banda, el llamado simplemente “Gillan”
solo editado en esas tierras.
Por este motivo sacaron al mercado una nueva
versión de “Mr Universe” en esos
países. Se incluyeron algunos temas nuevos, otra vez. Aquí está el listado:
-Vengeance.
-Mr Universe.
-She tears me down.
-Your Sister’s on my list.
-Street Theatre.
-Roller.
-Puget Sound.
-Move with the times.
-Sleeping on the job.
Comprobamos que conservan los cinco cortes que se grabaron
para el “Mr Universe” británico y
que no aparecían en “Gillan”,
añadiendo tres temas nuevos. “Move with
the times” es una canción de rápida cadencia. “Your sister’s on my list” sigue la línea compositiva del actual
grupo, con una letra que alude directamente al título - pensad de modo ácido y
travieso y acertaréis - Gillan en
estado puro. Por último “Sleeping on the
job” es una brillante canción con ritmo endiablado, es tan buena que la
volvieron a regrabar para el siguiente disco, “Glory Road”, pero eso ya es otra historia.
De este modo se soluciona el galimatías que nos traía de
cabeza a los fans de Gillan en los
años ochenta y noventa, por aquel entonces no había internet, ni descargas
digitales, ni mp3, ni sobre exceso de información. La gente no se descargaba
discografías de grupos consistentes en veinte discos que no escucharían jamás.
Apenas existía información sobre los grupos, por lo que perseguías y esperabas
con impaciencia cada nuevo movimiento discográfico y, cuando finalmente
adquirías o te grababan un disco, lo devorabas durante semanas enteras
aprendiéndote hasta los nombres de los agradecimientos que aparecían en las
carátulas de las cassettes. Eras feliz. Se trataba de otra época.
Este martes, tres de Diciembre, ha fallecido tristemente Fernando Argenta. Músico, director, maestro, comunicador, divulgador musical y uno de los principales referentes de la cultura española.
Hijo de Ataulfo Argenta, pianista, violinista y director de la Orquesta Nacional de España. Fernando presentó el programa "Clásicos populares" en los años setenta, y el conocido programa de televisión "El Conciertazo", programa para niños y adultos que constituyó un hito fundamental en la tele española. Toda una vida dedicada a transmitir su pasión por la música.
Todavía recuerdo la única vez que asistí a la grabación de uno de sus programas. El hombre era exactamente igual de directo, sencillo y entrañable que en las retransmisiones del programa. En solo unos minutos podías aprender más pedagogía que en tres años de carrera de Magisterio. Su inagotable creatividad y carisma natural hacía que pequeños y grandes se sumergieran en su particular mundo de dramatizaciones, disfraces y violines. Desde luego conseguía que los niños le adoraran y, créanme, no es asunto sencillo. Pero esto es marginal.
En esos años oscuros de su carrera discográfica, desde que
dejó Purple en el setenta y tres
hasta el año setenta y seis, Ian Gillan
se dedicó a otras actividades como bien comentamos en la entrada anterior. Tras
trabajar intermitentemente en la preparación del musical Cher Kazoo, que nunca llegó a publicar, le volvió a picar el
gusanillo de la música. Decidió entrar en el estudio y grabar unas demos con
unas canciones que estaban destinadas a conformar un disco en solitario que le
devolviera al primer plano musical que nunca debió abandonar.
Gillan se rodeó
de unos músicos con los que grabó las demos de un puñado de canciones con un
aire más roquero que su proyecto musical para niños, de nuevo decidió no
escoger el camino fácil. Los temas no tenían mucho que ver con la música de Deep Purple, volvemos a agradecer la
variedad, sino que se movían en unos parámetros más cercanos a la música Pop de los años cincuenta, cosas del
estilo de Little Richard, Jerry lee
Lewis, Buddy Holy o Chuck Berry;
conviene comentar que lo que hoy día conocemos como Rock en los años sesenta y setenta se denominaba Pop, aunque no tenía ningún parecido
con la acepción de pop que tenemos en la actualidad.
El nombre provisional del grupo parece ser que fue Shand Grenade, un juego de palabras
entre los términos “Shangri-la” y “Grenade”. Podemos comprobar que su
corrosivo humor usa de nuevo un juego de palabras entre el paraíso terrenal y
la destrucción militar. De cualquier modo no está claro si el nombre era el
escogido para este proyecto o para el inicio de su posterior grupo, la Ian Gillan Band, con músicos distintos
y una orientación más cercana al Jazz
Fusión mezclada con el Rock.
Usó músicos de sesión para registrar estas canciones, los
temas fueron grabados por el propio Ian
junto a Dave Wintour (bajo), Bernie Holland (guitarra), Andy Steele (batería) y Mike Moran (teclados). Moran fue el único músico que continuó
con Gillan en el grupo que formó al
año siguiente, la Gillan Band. Durante
los meses de Abril, Septiembre y Noviembre del año setenta y cuatro se encerraron
en el propio estudio de Gillan, los Kingsway Recorders, para grabar las
demos. Ian buscaba un estilo musical
que, sin copiar a Deep Purple,
llamara la atención de su antiguo equipo de management y produjeran el álbum.
Los mánagers de Purple le instarona componer temas con una orientación más
rockera y parece que el proyecto quedó en suspenso.
Bernie Holland. Guitarra.
De todos modos se conservaron una serie de temas de variada
enjundia que hubieran conformado un disco variado y estupendo, con la esencia
del Rock de los años cincuenta
mezclado con un tratamiento de Pop
británico de principios de los años setenta. Había mucha calidad y muy
buenas composiciones. Se han rescatado las siguientes canciones:
-Trying to get to you.
-Ain’t that loving you baby.
-Driving me wild.
-Music in my head.
-You make me feel so good.
-She called me soflty.
-You led my heart astray.
-A little shape of plenty.
-Night and day.
Trying to get to you.
Martin Brich y Roger Glover se encargaron de la
producción de los tres primeros temas. “Trying
to get to you” es una adaptación del tema de Elvis Presley, gran ídolo de Gillan,
con una producción de muchos quilates que le da a la canción un gancho
interesante. Otra versión de este tema apareció en otro disco de rarezas de Gillan, “For Gillan fans only”, del que deberíamos hablar también en otro
momento. El siguiente tema, “Ain’t that
loving you baby”, es otra versión de Elvis
y complementa ese espíritu rock’n’roll
de las grabaciones. Gillan
rescató esta canción para su gira en solitario de finales del ochenta y nueve,
año en el que fue sumarísimamente expulsado de Deep Purple. Decidió montar una serie de bolos por Reino Unido
durante esas navidades en los que demostró el gran nivel al que se encontraba,
respondiendo sobre las tablas al grupo que le había echado aduciendo que no
estaba en buena forma vocal. El tercer tema que produjo el tamden Birch-Glover era “Driving me wild”, recuperada de su anterior proyecto Cher Kazoo.
Las otras canciones fueron producidas por George Sloan y el propio Gillan. “You make me feel so good” fue la única canción que se recuperó en
el primer disco que publicó la Ian
Gillan Band, “Chile in time”, en
el setenta y seis, un tema de base machacona y que parece que siempre le ha
encantado al propio Ian y a Simon Robinson (presidente del Club de Fans oficial de Deep Purple),
aunque lo cierto es que a mí nunca me ha dicho nada. Canción perfectamente
olvidable, cosas de gustos. “She called
me softly” tiene una especie de aire Country
que podría recordar a alguna de las canciones del disco “Fireball” de los Purple.
“Music in my head” es una
preciosidad de tema con un fraseo de Gillan
fantástico, demostrando la cantidad de matices de su entonación.
En general con
estas composiciones Ian nos
demuestra porqué es uno vocalista más importantes de todos los tiempos, combina
potencia, timbre, una variedad de registros junto con una capacidad de
entonación y gusto musical insultantemente privilegiados.
Pese a que las canciones anteriormente comentadas rayan a un
gran nivel, “You led my heart astray”
y “A little shape of plenty” constituyen
las dos joyas del disco, sobre todo la segunda, con su estribillo in crescendo y un final intenso que
resalta especialmente la labor a los teclados de Mike Moran.
You led my heart astray.
A little shape of plenty.
En definitiva estamos hablando de una serie de canciones que
podrían haber formado un disco en solitario muy compacto, con bastantes matices
y exquisitamente variado, dentro del espectro de la música Rock pero lejos de la referencia de Deep Purple. Sin embargo al equipo de management no le convenció el
estilo y estas maquetas se quedaron enterradas en el sótano de la casa de Ian. Una lástima.
IAN GILLAN BAND: RAPED BY ALIENS.
Después de la publicación del disco en directo “Live at Budokan”, que en su día se
editó como disco sencillo en Japón y más tarde se le añadió un segundo volumen,
la Ian Gillan Band se encontraba en
una especie de punto muerto. El grupo llevaba publicados tres discos de estudio
y uno en directo pero no acababa de despegar en cuanto a popularidad. Puede ser
que su elitista y arriesgada propuesta musical no gustase del todo a los
antiguos fans de Gillan, que
esperaban una música más cercana a sus días de gloria con Deep Purple. Sabemos lo complicado que puede resultar para un
artista renovar su propuesta y que el gran público la acepte, siempre es una
maniobra difícil pero digna de elogio. Ian
Gillan se ha caracterizado durante toda su carrera musical por innovar en su
propuesta artística, picando de diferentes flores musicales y buscando ofrecer
algo distinto pero con su propia esencia y personalidad.
Cuenta la leyenda que expulsó a toda su banda de aquel
entonces, menos al teclista Colin Towns,
debido a una discusión sobre el estilo musical del grupo. Tras el directo del Budokan, Gillan y Towns decidieron variar la dirección musical a seguir, llevándola
hacia derroteros más roqueros y menos jazzísticos. De cualquier modo el grupo
ya tenía algunas ideas preparadas para el siguiente disco que se quedaron
archivadas al cambiar el rumbo y los músicos de la banda. Unos años más tarde
se editaron en el cd “Ian Gillan Band.
Rarities”, mezcladas con las tomas instrumentales de algunos temas de los
discos anteriores de la Gillan Band.
Lo cierto es que no había muchos temas preparados, tenían
las líneas básicas de algunas canciones y solo una contaba con las voces del
propio Ian Gillan, las otras
melodías estaban interpretadas por John
Gustafson. “Reaching out” es lo
único cantado por Gillan, un
delicado tema lento con el toque lírico de Colin
Towns. Estas son las canciones que se han rescatado:
-Raped by Aliens.
-Reaching Out.
-Finally the finale.
-Vindaloo.
-You get what you ask for.
Este no es el orden en el que aparecen en el Cd pero es en
el que he colocado los temas por una cuestión de mera lógica de fan enfermizo e
irredento de la Ian Gillan Band. El
tema “Raped by Aliens” comienza con
una intro de teclado típica de los inicios de los discos de la Gillan Band, cortesía de nuestro
querido Colin Towns, como no. Parece
que las letras y melodías las compuso Gillan,
aunque el tema está cantado por John Gustafson.
“Reaching
out” es lo único que lleva la voz de Gillan,
como hemos comentado antes, probablemente sería una de las primeras demos del
tema. “Finally the finale” es un
corte clásico de Jazz fusión de los
que nos tenía acostumbrada la banda. “Vindaloo”
y “You get what you ask for” son dos
canciones que recuerdan mucho a trabajos anteriores de Gustafson, además de llevar su voz que, dicho sea de paso, no suena
nada mal. No es comparable a la de Ian
Gillan ni en cien vidas pero suena con fuerza y empaque.
Parece claro que “Raped
by Aliens”, “Vindaloo” y “You get
what you ask for” estaban preparadas específicamente para ese cuarto Lp que
nunca vio la luz, los otros cortes parece que se grabaron en las sesiones del
primer disco del grupo “Child in Time”
y contaron con la colaboración de Roger
Glover. No sabemos si, pese a grabarse antes, se pensaban usar para este
último álbum. Lo cierto es que con una banda tan extrema, salvaje e inestable
como la Gillan Band cualquier
conjetura, por ridícula y esperpéntica que resulte, puede ser la acertada. En
lo que a mí respecta lo tengo claro, el disco se habría llamado “Raped by Aliens” – un título que ni al
pelo para la idiosincrasia del grupo – y esos cinco temas conformarían más de
la mitad del mismo.
Casi
todos los grandes músicos y grupos tienen grabadas canciones, demos o incluso
discos completos que no han visto la luz. Muchas veces las rupturas internas,
las presiones y los contratos de las casas de discos, la propia inercia del
mercado musical o terribles cúmulos de desafortunadas casualidades y
circunstancias de lo más variopintas pueden hacer que un disco practicamente
terminado quede condenado al ostracismo en el último oscuro baúl del sótano de
cualquier discográfica.
Hay
grandes ejemplos de discos fantasma, el que primero viene a mi mente es el
famoso “Smile” de Beach Boys, superproyecto nunca acabado
de Brian Wilson, devorado por sus
visiones y locuras propias de genio único en su especie, y que por fin vio la
luz el pasado año; pero hay muchos más, cuanto más longevo es el artista más
fácil es que en algún momento de su carrera haya tenido que archivar un puñado
de canciones que, quien sabe, igual de haber sido publicadas hubieran sido su
pasaporte a la fama mundial y a la quintaesencia del arte.
Ian Gillan tiene varios “discos” de estas
características. Tras el éxito mundial que obtuvo en Deep Purple en los primeros años setenta, las presiones propias de
la fama y de la juventud hicieron que un triste veintinueve de Junio del año
setenta y tres dejara al grupo y se alejara conscientemente de la música
asqueado por el negocio. Volvió a publicar un álbum en el año setenta y seis,
pero ese periodo de tres años de su vida fuera de la música me resulta
fascinante.
Tras
dejar Purple, Gillan decidió invertir su dinero en otros negocios, compró y
habilitó un hotel cerca de Oxford, dotándole de excentricidades como una
piscina exterior con forma de guitarra. Fue un fracaso. Después intentó un
proyecto con una cadena de motocicletas, en esos años se produjo un colapso en
la industria británica de motos. Otro fracaso. Lo siguiente que se le ocurrió
fue adquirir y reformar unos estudios de grabación, los Kingway Recorders, donde grabaron nuestros queridos Barón Rojo o el propio Gillan sus discos en solitario
posteriores. Pero lo importante ocurrió cuando su amigo Roger Glover le invitó a cantar en la presentación en directo de su
disco en solitario “The Butterfly Ball”.
Tras escuchar la estruendosa e intensa ovación que el público le ofreció en
cuanto pisó el proscenio ese dieciséis de Octubre del año setenta y cuatro se
dio cuenta por fin de que su misión en la vida era cantar encima de un
escenario. No lo ha vuelto a dejar desde entonces.
El
disco que nos ocupa es un proyecto que estaba en la mente de Ian Gillan desde finales del año
sesenta y nueve. Por entonces cantaba en el grupo Episode Six junto a su amigo Roger
Glover, el grupo hacía una especie de Pop
británico de la época (nada que ver con el insulso Brit Pop actual). En sus inicios Ian era reacio a componer, siempre se vio como un actor que tenía
buena voz pero, una vez más, su amigo Glover
le instó a que compusiera un tema para el grupo y, desde ese momento, en su
cabeza empezó a tomar forma Cher Kazoo.
Sin embargo no comentó nada a la prensa hasta mediados del año setenta y uno.
En
palabras del propio Gillan este
proyecto era una “fantasía musical,
animal y espacial”. Se trataba de una especie de película animada para
niños, por lo visto ya tenía escritos los personajes, situaciones y diálogos.
En el momento de la entrevista comentó que se encontraba trabajando en la
música, ayudado por Roger Glover
(como no), y que su agente estaba buscando ofertas de productoras
cinematográficas para publicarlo. Pasaron los años y Gillan nunca más volvió a hacer ningún comentario sobre este
proyecto. No sabemos qué habría de cierto y de vacilada en estas afirmaciones a
la prensa, Ian siempre se ha
caracterizado por ser una persona difícil para entrevistar y su ácido humor
inglés es legendario, pero lo que está claro es que la música estaba ahí, como
pudimos comprobar años más tarde.
El caso
es que Chez Kazoo, la fonética
francesa era deliberada, estaba compuesto y grabado. Constaba de once
canciones:
-Overture (Instrumental)
-Cherkazoo
-What’s new Finnegan (Sin Gillan a las voces)
-Gentle Meadow (Instrumental)
-Hotwash
-The Bull of Birantis
-Driving me wild
-Monsters in Paradise
-Donkey Ride Dream
-Fight Scene (Instrumental)
-Lady Fair (con voces orquestales)
Parece ser que en las demos rescatadas aparecen otros tres
temas: “Meadowland”, “Brother of mine” y
“High & mighty woman”. No está claro que formaran parte de este
proyecto y no canta Ian Gillan en
ellos.
Parece ser que la mayoría de los temas se grabaron en demos
en Septiembre del setenta y dos. Por lo visto existe un acetato con las
canciones, suponemos que usado para moverlo entre las distintas compañías
discográficas. Entre los músicos participantes nos encontramos, además de con
el propio Ian Gillan, con Roger Glover tocando la guitarra
acústica y los bajos, Jon Lord
tocando algunos fragmentos de piano, Pete
York en la batería y posiblemente colaboraran también algunos miembros de
la ELO en algunos arreglos de
cuerda. Incluso se comenta que Mark
Bolan grabó las guitarras, extremo que no podría asegurar ni el propio Bolan, porque en esa época grabó muchas
sesiones de estudio.
La música resulta bastante interesante, muy alejada del
concepto Purple, cosa que se
agradece por su variedad. Las melodías son bonitas y brillantes, perfectas para
un público infantil, pero con enjundia. Hay un cierto regustillo a temas de los
Beatles de la época de Sgt. Pepper’s o a los propios Episode Six. En general la escucha
resulta muy cinematográfica, con unos arreglos dulces e ingeniosos que hacen
sospechar la presencia entre bambalinas de Roger
Glover ayudando aquí y allá en la estructuración de los temas. De hecho
sospecho que alguno de los temas instrumentales los pudiera haber usado para su
disco en solitario “The Butterfly Ball”,
con temática y ambientación similar (también era una historia para niños); un
disco que, dicho sea de paso, es una obra maestra que demuestra el inmenso
talento compositivo que Glover
atesora. En este álbum aparece una de las mejores canciones que haya escuchado
jamás, “Sitting in a Dream”. Es que
es mágico hasta el título.
Si tengo que destacar algún tema me quedo con la delicada línea
melódica de la canción título, “Cherkazoo”,
la lírica de “Mosters in Paradise” o
“Donkey ride dream” y su toque
country. Aunque todo lo que he escuchado me parece interesante y arriesgado.
Desgraciadamente las maquetas al completo no han visto aún la luz, tenemos que
conformarnos con unas cuantas canciones que salieron en el disco “Gillan: Cherkazoo and other stories”.
Además, sorprendentemente, alguno de los temas instrumentales del disco en
solitario de Roger Glover casan
perfectamente con la línea y secuencia de las demos que tenemos en nuestro
poder.
En lo que sí que tengo mis serias dudas es en lo referente al
aspecto letrístico. La música me parece perfecta para entretener a pequeños y
mayores, sin embargo no tengo del todo claro que nuestro querido Ian Gillan vaya a facturar unas letras
aptas para todos los públicos. El hombre es un genio y un portento, desde
luego, pero también es un cachondo total. En el tema título se presenta
cantando como el “Professor pig”,
profesor cerdo en español, una denominación con un delicioso doble sentido al
que nos tiene tan acostumbrados nuestro vocalista preferido. “High & mighty woman” no está claro que formara parte de la
obra, pero si así fuera encontraría ciertamente difícil encajar una canción con
semejante título en una representación para niños. Seamos sinceros, hablamos de
Gillan, un hombre que parece haberse
pasado media vida buscando cuidadoras para sus vástagos. Aquí le tenemos,
enternecido y preocupado por la educación de los infantes y preparado para
guiarlos por el buen camino. Supongo que algo de ironía habría en todo esto,
aunque con Ian nunca se sabe. Solo
nos queda disfrutar de los temas que tenemos esperando que algún día los astros
se coloquen para que el resto de las grabaciones vean la luz.