Nuestros queridos Van Halen
publican en estos días su nuevo disco. Está grabado en Japón y constituye el
primer doble en directo editado con el genuino David Lee Roth a las voces. El repertorio pertenece a la gira casi
mundial - Europa no estuvo incluida - de
presentación del disco “A Different Kind
Of Truth”, publicado en el pasado año 2012 y que representaba la primera
grabación de estudio del popular grupo junto a nuestro querido Diamond Dave, su cantante
característico por excelencia, desde aquellos lejanos tiempos del estupendo “MCMLXXXIV” editado a finales del año
1983.
El disco suena como un cañón, desde el primer bending la guitarra de Eddie resulta incendiaria, con mucho
cuerpo, y el resto del grupo está perfectamente engrasado. El trio guitarra -
bajo - batería acomete cada tema con gran contundencia, resultando
especialmente poderoso el sonido de la batería de Alex Van Halen. El repertorio es de ensueño, desgranan uno tras
otros los clásicos discos con David Lee
Roth incluyendo algunas joyas del último aparecido hace tres años. Hasta
once temas recuperan del emblemático concierto del US Festival 83 - actuación realizada antes de publicar su
famosísimo “1984”-, en definitiva
nos ofrecen todo lo que sus seguidores queremos escuchar.
Desde el inicio con “Unchained”
escuchamos al grupo ir a por todas. David
Lee Roth raya a un gran nivel. Se pasa practicamente todo el concierto
hablando con el público en japonés, parece ser que su pareja es asiática y
lleva una temporada vivendo en Japón – aunque con David nunca se sabe, pese a ser ahora mismo uno de los personajes
públicos mas importantes y buscados de América siempre ha sido muy celoso de su
intimidad -. “I’m the one” suena
contundente y descarada, como los Van
Halen de Roth, el single “Tattoo” gana presencia en directo
arropada por unos coros muy buenos. Hay que decir que todo el disco lleva unos
coros muy cuidados pero que desgraciadamente no nos hace olvidar al
dolorosamente excluido de esta reunión clásica: el bajista Michael Anthony. En “Everybody
wants some” el grupo alarga el final del tema con esos destellos tribales
que tanto gustan a nuestro cantante preferido. El primer volumen finaliza con
una estupenda rendición del clásico “You
really got me” en el que recrean el pique guitarra/voz del disco original,
alargándolo y dotándolo de una mayor intensidad que desemboca en un final del
tema con la guitarra de Eddie
liderando la sobredosis sónica que inyectan al oyente. En el segundo volumen
nos encontramos con “I’ll wait”, una
de las mejores canciones del grupo y de las menos renoconidas por los medios,
un tema que perfectamente le podría ir a la voz de Sammy Hagar y que David
borda con su interpretación. En “And the
cradle will rock” nos encontramos un guiño a Deep Purple, al final del tema Eddie
interpreta el famoso riff de guitarra de “Smoke
on the water”, una referencia a uno de los grupos que versioneaban en sus
años de clubs de los setenta. Le sigue “Hot
for teacher” con un inicio brutal de Alex
a la batería desgranando tal vez la mejor versión de todo el disco, Van Halen clásico en su estado más
puro; si tuviera que explicarle a alguien que no conozca al grupo de qué va Van Halen le pondría esta versión. En
este tema un David Lee Roth pasado
de vueltas improvisa la letra recordándonos lo bien que se encuentra encima de
ese escenario y cómo recuerda a su profesora - os podéis imaginar todas las
suciedades que queráis, seguro que acertáis -, incluso algunas estrofas las
canta en japonés; mientras, el grupo suena a trío como una apisonadora. Pocas
bandas de tres músicos suenan como Eddie
Van Halen a la guitarra, su hermano Alex
Van Halen a la batería y su hijo Wolfgang
al bajo. Para colmo incluso David suelta algunos agudos contundentes que seguro irritarán a todos sus detractores.
Van Halen: "Hot for teacher". Live Tokyo Dome.
Y para el final del disco enlazan “Ice
cream man”, “Panama”, el solo de guitarra “Eruption”, “Ain’t talkin’ bout love” y “Jump”... poco que decir, un grupo que tenga semejante arsenal
para acabar un concierto debe estar llenando estadios cada noche, cosa que
hacen. El grupo suena compacto pero por encima de todo hay que quitarse el
sombrero con Eddie Van Halen porque
no solo su interpretación es brillante, sino que lleva un sonido nítido y
poderoso, presidiendo este auténtico festival. Me alegro mucho por él, es un
genio que ha iluminado a varias generaciones de músicos y sigue siendo el
auténtico impulsor de la guitarra moderna; parece que ha superado sus demonios
personales, su imposible relación con Roth
– imagino que ni siquiera se hablan pero se soportan lo suficiente para seguir
haciendo música juntos – y esperemos que siga dándonos las alegrías a las que antaño
nos tenía acostumbrados.
El disco se ha publicado en formato doble Cd y cuádruple vinilo, no se
ha hablado nada de dvd y desgraciadamente ni se habrán planteado la edición en
cassette. Pese a tener grabadas más de doscientas actuaciones de los conciertos
realizados desde su reunión con Roth
en 2007 se centraron en la gira de cuatro fechas que hicieron el pasado verano
en Japón. Eddie ha comentado que
tanto él como su hermano no tenían ganas de escucharse todas las grabaciones de
las cintas y que dejaron a David
escoger la que quisiera; el guitarrista piensa que la banda ha alcanzado
instrumentalmente un nivel de interpretación en vivo muy bueno y que cualquier
toma le parecería adecuada, si embargo el hermano menor de los Van Halen opina la voz es un
instrumento más difícil de conservar, por lo que ha preferido que sea el
vocalista el que escoja un show en el que se encuentre satisfecho con su
interpretación vocal. El bueno de Eddie,
que siempre tiene para todos.
Toda su escucha merece la pena, el disco tiene ese aire de actuación
completa en vivo que desafortunadamente no presentan otros discos en directo,
supongo que lo habrán buscado deliberadamente; muchos discos de directo actualmente
se encuentran muy retocados y ensamblados, llegando a sonar algo artificiales.
Otro punto interesante es la duración del mismo, con la llegada del Cd nos
encontramos que los directos muchas veces son casi como discos sencillos,
rompiendo esa magia que tenía el doble vinilo o cassette en vivo, con su
volumen uno y volumen dos incluyendo sus respectivas caras A y B. El directo de
Van Halen dura más de cien minutos y
lleva sus cuatro caras en la versión vinilo. Grande.
Conviene recordar que Roth
abandonó la nave en la cima máxima de popularidad del grupo a mediados del año
1985, la lucha de egos con el guitarrista Eddie
Van Halen llegó a límites insostenibles y decidió abandonarlos para
emprender su propia carrera en solitario. Los hermanos Van Halen reclutaron entonces al cantante Sammy Hagar, con el que volvieron a degustar nuevamente las mieles
del éxito, facturando una música de gran calidad pero usando unos parámetros
menos originales y personales que con David
Lee Roth; aunque cuidado, que a nadie se le ocurra hablar mal de la calidad
de Van Halen con Hagar, nos han dejado una colección de
canciones imbatibles perfectamente adornadas con la espectacular voz de Sammy. El tipo dejó los mejores años de
su vida con esas interpretaciones estratosféricas y tendrá siempre un lugar en
nuestro corazoncito... pero no es David
Lee Roth.
Sammy Hagar y David Lee Roth. Diamond Dave.
Van Halen ya editaron un
directo con Sammy Hagar en 1993: el
doble “Live: Right Here, Right Now”, brutal documento
sonoro de un grupo que arrasaba con todo allá por dónde pasaba. Sin embargo
faltaba el doble disco en directo con David
Lee Roth, se lo debían a ellos mismos y a todos sus seguidores. A lo largo
de los años nos hemos tenido que conformar con distitntos bootlegs de mayor o
menor calidad sonora y visual. A la cabeza de los mismos se encuentra el genial
US Festival 1983, gigantesco
concierto que se realizó en California en la primavera del 83. Representó toda
la grandiosidad y opulencia de los grandes conciertos de los años ochenta, más
de seiscientas cincuenta mil personas se desplazaron hasta un desierto
californiano para disfrutar de cuatro días de música de diferentes estilos en
los que reinó Van Halen por encima
de todos los demás. En esa época el grupo de Eddie y David eran
superestrellas y negociaron un contrato como cabezas de cartel por el cual
debían ser la banda mejor pagada del festival, y al contratar a David Bowie por una cantidad mayor la
organización tuvo que embolsarle una cantidad extra a nuestros queridos
forajidos. El evento fue organizado por Steve
Wozniak, posterior creador de Apple;
un hombre con visión de negocios, desde luego. Durante muchos años circuló por
ahí un vídeo oficial de la televisión con la actuación íntegra del concierto de
Van Halen que hizo las delicias de
los fans y cumplió su misión de suministrarnos material en directo de buena
calidad de un grupo que derrochaba calidad, intensidad y carisma a chorros.
Las comparaciones entre ambos cantantes han sido una constante en
Norteamérica desde que Hagar se puso
al frente del micro que abandonó Roth.
La sombra del ciprés es alargada y, pese a pasar años de éxitos y números uno
continuos en las listas, constantemente resurgía el recuerdo de la
personalísima manera de liderar Van
Halen por parte de Diamond Dave.
Ni siquiera vamos a entrar en discusiones acerca de las capacidad vocales de
ambos cantantes. Sammy Hagar es uno
de esos vocalistas tocados por el dedo de Dios, su manera de modular, su
registro, su potencia y capacidad para romper y rasgar su voz cuando sube en
agudos es única; incluso hoy en día, a sus sesenta y siete años, sigue
manteniendo un nivel al que no llegan muchos cantantes de veinte. El caso de David Lee Roth es distinto, su voz
funciona en otra dirección más orientada al viejo Blues, el Soul o los
clásicos Crooners de los sesenta. Lo que hace a Diamond Dave tan personal es su peculiar manera de llevarse al
público al bolsillo en cuanto parpadea, es el showman definitivo, un tipo capaz
de reirse de sí mismo y de engatusarte con sus historias, su imagen, su puesta
en escena, sus comentarios y background
musical que atesora y que siempre le hace moverse en la dirección correcta
mientras destila una clase única. Asimiló perfectamente con su particular
filtro de muchacho hiperactivo las películas del Hollywood clásico, la escuela de Little Richard, James Brown
o Jim Dandy entre otros para crear
su propia y explosiva mezcla. Promovió junto a Eddie a mediados de los setenta las canciones Rock de tres o cuatro minutos de duración para que la gente bailara
y se lo pasara bien en los conciertos, y lograron el éxito sin hacer ni una
sola concesión en su música. Brillante. Todos los cantantes de aquella época le
copiaron y todavía hoy sigue influenciando a generaciones de vocalistas que
aspiran aprender a entretener a una audiencia. Lo que me llama la atención es
que la gente suele criticar su forma de cantar, parece ser que hay algunos a
los que les sorprenden cómo canta en este directo que acaba de salir,
quejándose porque ha perdido voz según ellos. Una vez más no se han enterado de
nada, David siempre ha cantado en
directo así. Muchas veces no interpreta las estrofas al completo porque se pasa
el concierto realizando una performance de alta exigencia física – bailes,
piruetas, equilibrios... –, pero esto lo lleva haciendo desde mediados de los
setenta, por lo que no entiendo la sorpresa de algunos; o igual sí. Lo gracioso
del asunto es que, pese a su exigente puesta en escena a nivel físico, en este
concierto canta realmente bien; supongo que es lo de siempre, escuchas una
canción a medias y ya te sientes en posición de criticar. En fin. La voz de David ha ido sufriendo una evolución,
ganando en matices y acercándose a esas sentidas interpretaciones de Blues que muchos de nosotros admiramos.
Como muestra este botón:
David Lee Roth: "She's looking good".
La gira norteamericana empieza a primeros de Julio, pero antes nos han
ofrecido un pequeño aperitivo en forma de dos apariciones televisivas en dos de
los programas de máxima audiencia de la televisión americana, han actuado en el
show de Jimmy Kimmel y en el
programa de Ellen DeGeneres. La
primera actuación fue en dierecto para Jimmy
Kimmel Live TV, en las calles de Hollywood
Boulevard, ofreciendo una actuación en la que unos seis mil fans estuvieron
esperando durante tres horas para poder acceder como público. En esta primera actuación en una televisión
desde el año 2007 David Lee Roth se
golpeó la nariz con su pie de micro al inicio del concierto, aun así siguió
actuando hasta que en el solo de la canción “Panama” se acercó a un lateral del escenario para que le curaran,
lo que obligó a Eddie y al grupo a
improvisar durante unos minutos. Poco después Roth volvió a salir pidiendo disculpas y explicando que se había
golpeado la nariz y necesitaba puntos de sutura. La actuación se cortó unos
minutos para volver a empezar de nuevo con David
luciendo una tirita en su nariz como si tal cosa; grande David lee Roth.
Van Halen: "Eruption - You really got me". Jimmy Kimmel Live.
Van Halen: "Panama". Jimmy Kimmel Live. La vuelven a tocar entera tras la lesión de Roth.
Van Halen: "Panama". Primera toma en la que se lesiona Roth.
Jimmy Kimmel explica la lesión nasal de David Lee Roth al inicio del concierto.
Poco más que añadir. Acaban de poner a la venta las entradas para su
gira americana, desde primeros de Julio hasta primeros de Septiembre. Seguramente
cuando leáis esto los tickets estén agotados para la mayoría de los conciertos.
En cuanto se pusieron a la venta adquirí uno de ellos ¿Existe alguna motivación
mejor para viajar a EEUU que asistir a un concierto de Van Halen con David Lee Roth?
Me temo que no. Crucemos los dedos para que no se les crucen los cables y suspendan
o pospongan la gira. Si David y Eddie consiguen soportarse nos regalarán algo de magia este verano.