Feliz Año 2018.
Encuentros HUSH. Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
miércoles, 3 de enero de 2018
jueves, 28 de diciembre de 2017
Kiss: “Journey of 1000 years”.
Esta es una canción que
pertenece al disco de reunión que sacaron en 1998 bajo el título de “Psycho
Circus” y este momento es tan bueno como otro cualquiera para reivindicarla
en estas páginas. El grupo de Simmons, Stanley y compañía puede que sea
uno de los más conocidos y exitosos dentro del mundo del Hard Rock, han
grabado un buen montón de discos y canciones que se han ganado por sí mismas su
paso a la posteridad, han vendido otro buen montón de discos y, gracias a sus
espectaculares y visuales puestas en escena, se tienen bien merecido un lugar
importante dentro de la teatralidad en este mundo del Rock duro. Te
pueden gustar mucho, poco o nada, pero merecen su respeto.
Ninguno de ellos se han
caracterizado por ser grandes músicos, de hecho sus discos en estudio los han
venido grabando músicos de sesión pese a que ellos figurasen como los
intérpretes. Aunque por sus filas han pasado buenos instrumentistas como Bruce
Kulick, Mark St John o Eric Singer, incluso actualmente cuentan con
un guitarrista que no pasa de ser correctito tirando para mediocre y que
responde al nombre de Tommy Thayer. Lo de Kiss siempre ha ido más
de espectáculo acompañado de canciones-himnos de las que se quedan con
facilidad en tu cabeza; supongo que eso también tiene su mérito.
Por eso resulta especialmente
curioso que se hayan sacado de la manga un tema como el que titula este
artículo. Recuerdo perfectamente la fiebre colectiva que nos azotó cuando
anunciaron que se reunía la formación original para realizar una gira de comeback
con el maquillaje clásico. También recuerdo lo que me gustó el disco en estudio
que sacaron poco después, el anteriormente citado “Psycho Circus”, pero
lo que realmente me descolocó fue el tema que cerraba dicho cd. Gene Simmons
se descolgaba con una composición pletórica de clase, fuerza y estilo. Seamos
realistas, del binomio Simmons/Stanley siempre fue el Starchild
el que presentó las más inspiradas composiciones -al menos para este humilde
escriba-, por lo que resultó doblemente sorpresiva la escucha de esta
composición firmada por el God Of Thunder -o por cualquier
compositor al que le comprasen los derechos, una práctica muy habitual de los Kiss
y de muchos otros grupos-. La canción “Journey of 1000 years” es una
composición sobria, intensa y llena de pasión; probablemente la mejor canción
que haya sido capaz de componer esta gente en toda su vida. Incluso la letra es
especial. Un grupo que, seamos serios, se han pasado todos estos años
escribiendo letras tan ridículas como estúpidas -¿”Love gun”, “Christine
sixteen”, “Let’s put the X in sex”, “Bang bang you”…? Y mi favorita para estos menesteres: “Uh
all night”-. No hablo de la música, solo de la letra en sí; imposible su
defensa. Se me hizo chocante hasta el extremo que se descolgasen con semejante
muestra de estilo. Una letra con momentos como: “Did you sleep without
dreams/did you fly without wings/did you touch without feel/where nothing is
real” (podrías dormir sin soñar/podrías volar sin alas/podrías tocar sin
sentir/donde nada es real). Esto tiene una calidad desconocida en un tipo
como Gene Simmons que se vanagloria de representar muchas de las
miserias del ser humano, nuestro adorable Gene siempre se ha mostrado
preocupado de hacer dinero a costa de lo que sea, defiende unos valores
individualistas y se ha pasado media vida vacilando de las groupies a
las que se ha follado en las giras del grupo. Por lo que nuestro angelito nos
descoloca sacándose de la manga una letra de este calibre.
Y como broche final la
canción termina recuperando a modo de coda la melodía del tema que abre el
disco, el propio “Psycho Circus”. Lo dicho: inevitable recuperar su
escucha cada Navidad y sentir su estremecedor halo.
lunes, 18 de diciembre de 2017
Los Discos de Navidad. III.
Llega nuevamente
la Navidad y, como cada año, se
encienden las luces, se abren las puertas de los centros comerciales día y
noche, se llenan todos los sitios de gentes de la más variada enjundia, las
bocas de los propósitos más retóricos y la superficialidad más profunda toma el
mando; en fin. Sepultado entre esta sarta de estupideces tan proclives cada
año volvemos a encontrarnos un bonito y delicado mensaje de Esperanza, cada vez más aplastado por
las mil y una capas de nuestra estupidez congénita. Solo hay que escarbar un
poquito entre las luces de las calles o las ofertas de los escaparates y querer
mirarla.
Acompañando a
este momento del año tan especial nos encontramos con una nueva hornada de
lanzamientos musicales representativos de estas fechas: los discos de
villancicos y temas tradicionales navideños. Cada año un buen puñado de grupos
se abandonan a la sugerente idea de publicar su disco navideño. Algunos llevan
unos cuantos editados y otros realizan su primera inclusión en estos
territorios, unos realmente interiorizan el espíritu navideño, a otros
sencillamente les gustan las canciones aunque no comulguen con las cuestiones
de fondo y para los demás no se trata más que de una especie de experimento o
curiosidad. De cualquier modo, la Música
es un ente tan poderoso que trasciende a las débiles inquietudes humanas y por
sí sola sigue acompañando a la especie humana en su evolución, intentando
hacernos ver lo maravilloso del mundo en el que vivimos y que seguimos estropeando
cada día.
Cuestiones
metafísicas aparte, nos apetece rescatar de nuevo una serie de discos que
respiran ese halo positivo y regenerador que la Música como ente pone a nuestra disposición para convertirnos en
una especie mejor. Esta vez nos vamos a detener en aquellos cds que no son
específicamente navideños pero contienen entre sus surcos alguna versión,
adaptación o composición típica navideña. No son discos de villancicos ni
discos que respiran esa temática en su totalidad, sino obras que contienen alguna
canción determinada que de manera inmediata te traslada a este especial momento
del año.
Leonor Marchesi: “El tamborilero”. Del disco “Encrucijada”. 1992.
Nuestra
vocalista preferida se dio a conocer en España a raíz de su participación en el
grupo Santa que montó el guitarrista
Jero a principios de los ochenta.
Una gran banda que no tuvo suerte, se separaron en 1987 tras publicar tres
discos de elevada calidad. El siguiente paso musical de Leonor fue la publicación de lo que sería su primer disco en
solitario. Grabó en los populares Mediterráneo
Estudios de Ibiza el recomendable “Encrucijada”.
La versión en cassette de la época contenía un tema extra que no aparecía en la
versión vinilo/cd. El tema al que nos referimos no es otro que esta adaptación
del popular “Tamborilero”, un
clásico navideño al que la vocalista le imprimió su particular carácter. Pese a
que “Encrucijada” no es un disco con
temas populares de estas fechas, la presencia de esta versión –que parece ser
la incluyeron a última hora y un poco como algo experimental– tiñe esta obra
con ese aire navideño tan peculiar. Es casi un ritual la escucha de este disco
cada mes de Diciembre desde que cayó en mis manos, un domingo por la noche
mientras conduces tu coche para entrar en tu ciudad puede ser el momento de
escucha idóneo.
Stryper. “Winter
wonderland”. Del Disco “7 Weeks: Live In America 2003”. 2003.
Los rockeros
cristianos se pasaron los años ochenta hablando de Dios, pero curiosamente nunca incluyeron ninguna canción
específicamente religiosa en sus discos clásicos. Hubo que esperar hasta su
renacimientos allá por el año 2007 para que nos presentasen un concierto en
directo que incluía el clásico villancico “Winter
wonderland”. Este disco no es navideño ni lleva esa temática, pasa por ser
el primer directo del grupo y presenta sus canciones más conocidas como las
interpretaron en vivo durante esa gira de reunión. Sin embargo no puedo evitar
rescatarlo cada Diciembre y pegarle una escucha entre adorno y adorno del árbol
de la estrella. Pese a su malísima producción –de las peores que me he llevado
a los oídos- no deja de ser un placer revisar los éxitos que fueron capaces de
componer Michael Sweet y compañía. Y
siempre es un placer escuchar la versión que aquí aparece de su conocido “To hell with the devil” con ese grito
final estratosférico del señor Sweet.
De matrícula. Aquí rescatamos la versión que apareció en el dvd "Live In Puerto Rico" del año 2007.
Blackmore’s
Night: “Once in a million years”. Del
disco “Beyond The Sunset”. 2004.
El proyecto tan
interesante para unos como irritante para otros de nuestro querido/odiado Ritchie Blackmore ya publicó su propio
disco de villancicos, incluso lo reseñamos el pasado año en un artículo de este
tipo, pero prácticamente la totalidad de su discografía con Blackmore’s Night presenta versiones y
adaptaciones de temas clásicos –unas veces reconocidos en los créditos de sus
cds y otras no-; recuerdo que un antiguo amigo mío, gran seguidor de Blackmore, me comentaba hace bastantes
años que empezó a trabajar en unos grandes almacenes y que se pasaba el día
escuchando villancicos por el hilo musical del susodicho centro comercial
durante las navidades… y aseguraba que casi todas las canciones de los primeros
discos de Blackmore’s Night eran
versiones de los villancicos que sonaban, afirmación que comparto; de hecho “Greensleeves” no deja de ser “What child is this”, por citar solo un
ejemplo, aunque esto no es solo culpa de Ritchie
y conviene reseñar que el primero es el original. Aquí nos vamos a detener en
el disco recopilatorio que publicaron bajo el título de “Beyond The Sunset”; bueno, en realidad se titula “Beyond The Sunset: The Romantic
Collection”. Un artefacto que, según el propio Blackmore, constituía la banda sonora ideal para una boda… ¿?
Imposible seguir los razonamientos de nuestro trovador malhumorado por
excelencia. Frivolidades aparte y con la incertidumbre de la validez de un
recopilatorio tras solo cuatro cds de estudio publicados, debemos comentar
que el disco se abre con la pequeña joya que encabeza este texto. “Once in a million years” es delicada y
tierna, pero sin caer en la ñoñez, una canción que inmediatamente te arropa en
su manto invernal y te protege del frío de Diciembre. El disco se completaba
con un maxi de regalo de edición limitada bajo el título de "Christmas Songs" en el que aparecían tres adaptaciones
de villancicos navideños y que me parece que ya no está disponible, aunque esto lo dejaremos para las próximas navidades.
Jethro Tull:
“Ring out solstice bells”. Del disco “Songs From The Wood”. 1977.
Aquí entramos en
palabras mayores. Ian Anderson es
otro de esos escasos creadores que podemos catalogar como genio; uno de entre
un millón. Su música es personal y perfeccionista hasta el extremo. Admirado
por todos, copiado por muchos e influencia de varias generaciones de artistas
de todos los rincones del mundo. El conocido flautista, que además toca la
guitarra, teclado, bajo, saxo y casi cualquier cosa que se ponga en su camino y
que pueda producir música, decidió un buen día formar un grupo musical hace
ahora unos cincuenta años y ahí sigue, haciéndonos felices a muchos de
nosotros.
La canción que
nos ocupa no es más que otra de las maravillas que nos ha ofrecido a lo largo
de estos años. Apareció en el imprescindible disco “Songs From The Wood” y, como bien indica el título de la canción
que nos ocupa, trata sobre el solsticio de invierno. En apenas tres minutos y
medio Anderson consigue
evocarnos la magia de estas fechas del
año con todos los matices y connotaciones que el maestro sabe dibujar cuando
empuña su paleta y trabaja sus gamas de colores.
Ni que decir
tiene que hasta el mismísimo Rirchie
Blackmore es otro aprendiz más de Anderson.
A cualquiera que se fije unos segundos no se le puede escapar que todo el
entramado del proyecto Blackmore’s Night
no deja de ser un intento de emular este universo tan especial de nuestro
adorable flautista, con desiguales resultados, desde luego. Incluso uno de los
discos e nuestro dúo renacentista preferido se parece sospechosamente al
concepto de este disco de los Jethro
Tull. Blackmore’s Night publicó
en el año 2001 el cd “Fires At Midnight”
y curiosamente el último tema del “Songs
From The Wood” de los Tull se
titula también “Fire at midnight”;
pero es que las coincidencias no terminan ahí, la contraportada de Blackmore’s Night también presenta lo
que sería una hoguera en el bosque al igual que la imagen que presenta el disco
de Jethro con un Anderson al calor de una hoguera en
pleno bosque.
Jeff Beck:
“Corpus Christi carol”. Del disco “Emotion And Commotion”. 2010.
Seguimos con las
palabras mayores. Otro de esos músicos con un toque tan personal como especial,
en cuanto lo escuchas puedes reconocerlo por su toque, su sonido y su calidad
compositiva. La mayoría de guitarristas importantes, incluidos sus propios
coetáneos, se quitan el sombrero ante él y lo reconocen como una de sus
influencias; volviendo a Blackmore,
comentaba hace años que las notas que tocaba Jeff Beck no era capaz de encontrarla en su guitarra y eso viniendo
de alguien como The Man In Black es todo un cumplido.
Beck no tiene ningún disco específico de
villancicos, pero cualquiera de sus composiciones tiene ese toque místico que
resulta cercano al espíritu del que hablamos en este artículo. Colaboró hace
unos años en el estupendo disco dirigido por Steve Vai y titulado “Merry
Axemas” aportando una revisión de “Amazing
Grace”. De este proyecto hablamos las pasadas navidades, Vai reunió a un elenco de guitarristas
y cada uno realizó una versión de algún clásico navideño. Ni que decir tiene
que en cuanto empezaron los primeros acordes del tema de Jeff Beck aquello tomó un rumbo mágico. Hace poco sacó un disco con
temas clásicos de distinta naturaleza entre los que se incluía este “Corpus Christi carol”, toda una
delicia para unos oídos nuestros castigados con tanta mediocridad reinante.
Brian May &
Kerry Ellis: “Amazing grace”. Del disco “Golden Days”. 2017.
Recientemente el
bueno de Brian nos sorprendió a
todos con un nuevo disco compuesto por versiones de clásicos y algunas nuevas
canciones propias. Este disco del que ya hablamos hace tiempo en estas páginas
nos presenta una sugerente revisión del clásico “Amazing grace” con la agraciada voz de Kerry Ellis, descubrimiento de Brian
para los mil y un musicales y proyecto de dudosa enjundia que se han venido
inventando durante todos estos años para intentar revivir el éxito de Queen. Otro disco que, sin ser
navideño, resulta ideal para esta fechas.
Alcatrazz: “Suffer me”. Del Disco “No Parole From Rock n Roll”. 1983.
El siempre
inquieto Graham nos ha venido
regalando uno tras otro discos de calidad superior, bien bajo sus propios
grupos o colaborando con artistas de renombre. Es un hecho que tiene una voz,
un tono y una potencia únicos, por lo que prácticamente todos los grandes
músicos le han buscado para que cantase sus canciones. Cierto es que debe ser un
tipo bastante peculiar a muchos niveles, pero ¿qué artista no lo es? Ahora nos
vamos a referir al primer disco de Alcatrazz,
una joya que se encuentra en la mayoría de las estanterías de cualquier
seguidor del Hard Rock en un lugar
preferente; la trilogía de discos formada por “Down To earth” de Rainbow,
“Assault Attack” de Michael Schenker
Group y este “No Parole From Rock
And Roll” de Alcatrazz no está
al alcance de muchos; pues bien, estos discos tienen en común que todos están
cantados por el amigo Graham y su
torrente de voz.
El tema que nos
ocupa no habla de Navidades, ni fiestas ni nada por el estilo y el disco no
tiene ninguna relación con la Navidad en
sí. Lo que ocurre es que la temática de la canción te sitúa en pleno invierno y
la tristeza que desprende hace que inmediatamente me traslade a esta fecha del
año tan especial. Un tema triste, especialmente indicado para todos aquellos
que dudan de la capacidad compositiva de Bonnet.
Graham Bonnet:
“Winter days”. Del disco “Underground”. 1997.
Más Graham Bonnet. Ahora toca su
discografía en solitario. El disco “Underground”
supuso su vuelta a los ruedos tras la pobre repercusión que tristemente obtuvo
con el extraordinario proyecto de Blackthorne.
En este disco solista recuperó a Danny
Jonhson a la guitarra, de los últimos días de Alcatrazz, y se sacó de la manga un disco de alto octanaje musical.
Desde luego que no es disco de Navidades ni nada por el estilo. Sin embargo, el
tema que nos ocupa recrea sensaciones de estas fechas y amplía la gama de
colores que presenta un cd que, siempre en clave del Rock, rezuma eclecticismo por todos sus poros.
Geoff Downes: “Ave Maria”. Del disco “Vox humana”. 1992.
El intrépido
teclista de Asia y de Yes, curtido en mil y una batallas
musicales, publicó su primer disco en solitario a mediados de los noventa.
Jamás pensé que iba a presentar una obra tan completa e inspirada. Pese a no
ser un disco de temas navideños consigue que el oyente respire ese aura en
cuanto empieza a sonar. Contiene una espléndida revisión del clásico “Ave María”, aunque cualquiera de sus
cortes merece atención. Increíble el tema “Moon
under the water”, una de las canciones más emotivas que haya escuchado en
mi vida y con una parte final de órdago; la sutileza de la sencillez.
Tarja: “Ave Maria”. Del disco “In Concert. Live At Sibelius Hall”. 2011.
La cantante
escandinava tiene en su haber dos discos de temática navideña, de hecho el
segundo de ellos lo ha publicado hace unas semanas. Ambos suenan francamente
bien y demuestran que hubo vida después de Nightwish
desde el minuto uno, incluso lo primero que publicó en solitario tras abandonar
la nave del teclista Tuomas Holopainen
fue su primer disco navideño titulado “Henkays
Ikuisuudesta” e interpretado en finlandés casi en su totalidad. Sin embargo
esta vez nos vamos a detener en el disco en directo “In Concert” que se publicó a finales del 2011 y que supuso el
primer concierto en vivo que publicó nuestra intrépida vocalista. Este directo
se grabó con arreglos clásicos y, aunque no es un disco de villancicos como
tal, contiene algunas canciones de temática navideña. Además del pequeño y
delicado “Ave Maria” aparecen otras
piezas como “Varpunen joulaamuna”, “En
etsi Valtaa loistoa” o “Jouluyo,
juhlayo”, que no es otra cosa que “Silent
night”. Junto a los dos cds citados anteriormente conforman la perfecta
trilogía para acompañar las tardes noches navideñas, acompañados de una vela y
una copa de buen vino.
Neal Schon: “Ave Maria”. Del Ep “Ave Maria”. 2017.
Una de las
mejores noticias de este mes de Diciembre. El emblemático guitarrista de Journey ha decidido sumarse a la
comunidad de artistas que han publicado algún trabajo musical de temática
navideña. La obra que nos presenta es un Ep de cuatro canciones a cuál más
interesante. Pese a aparecer en estas fechas no es exactamente un disco de
canciones tradicionales de Navidad.
Exceptuando “Ave Maria”, las otras
tres canciones son versiones de temas clásicos aunque no villancicos. No pasa
nada, el bueno de Neal ha escogido
tres canciones que no desentonan en absoluto con el espíritu navideño. Dos de
las versiones son temas de los propios Journey,
hablamos de “Open arms” y “Fairhfully”, que llevan una temática
paralela a estos menesteres. La cuarta versión es una clásico del inmortal “Can’t help falling in love”, del Rey. Con este póquer de ases un músico
del calibre de Schon tiene la
partida ganada. Claro.
The Brian Setzer
Orquestra: “Stray Cat strut/You’re a mean one, Mr. Grinch”. Del disco “Christmas
Comes Alive”. 2010.
Y para finalizar
no se me ocurre mejor remate que esta canción aparecida en el disco en directo
navideño que publicó Brian Setzer
hace unos años. El disco en sí es de esta temática, por lo que el lector podría
pensar que se escapa del hilo conductor de este artículo. Es cierto, no es un
disco al uso con una canción o dos navideñas. Hemos escogido esta pieza precisamente
por todo lo contrario: porque es una mezcla de un tema evidentemente navideño
con un clásico de Stray Cats que no
tiene nada que ver con estas fechas… ¿o sí? Juzguen y disfruten de un tipo que
derrocha clase y estilo cada vez que crea música o se sube a un escenario. Feliz Navidad.
En directo. Gibson Amphitheater. 17.12.11.
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