Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

Púrpura Chess

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jueves, 17 de octubre de 2013

Entrevista a Manuel Escudero: Santelmo, Ago, Demonios en el Jardín, Dr. Snake, Deep Purple Music Experience...

Ha cantado en grupos como Medina Azahara, Santelmo, Ago, Demonios en el Jardín, Dr Snake o Deep Purple Music Experience entre otros. Tiene el privilegio de contar con una gran voz y un talento natural para interpretar música. Manuel está de plena actualidad tras anunciar que deja las voces en Medina Azahara para emprender su proyecto en solitario, del que esperamos que nos mantenga puntualmente informados.
Esta entrevista la realizamos en Diciembre del año pasado, por lo que no tratamos nada sobre su recién anunciado proyecto. De todos modos un simpático Manuel nos cuenta sus experiencias en el mundo de la música y unas cuantas anécdotas, como la de haber sido cantante por un día del mismísimo Ritchie Blackmore.


-¿Cuándo decidiste que te querías dedicar a esto de la música?

En el 1981 conocí a Paco Ventura y decidimos montar una banda juntos.  Fueron unos comienzos muy inocentes, compramos entre todos los instrumentos mientras decidíamos que quería tocar cada uno. Al principio me gustaba la batería, mi abuelo, que en paz descanse, me compró mi primera batería, una Honsuy de color rojo. Lo que ocurrió es que, por cosas del destino, empecé a cantar porque era lo que me tiraba, así que dejé a un lado la batería para dedicarme a cantar.

-Háblanos de Ago ¿Fue esta tu primera banda? ¿Qué recuerdos tienes de este grupo?

En marzo del 83 Paco Ventura y yo decidimos meternos en una banda en la que tocaban unos primos míos, se trataba de Ago, grupo bastante conocido en Córdoba por aquel entonces. Eran tres miembros, les faltaba el cantante y además los reforzamos con otra guitarra, la de Paco. Mi primer concierto fue en junio del 83.
Musicalmente llevábamos una historia en la línea de discos de Judas Priest como “Screaming For Vengeance”, “Defenders Of The Faith” o “Turbo”, un poco el estilo de Heavy que se llevaba a mediados de los ochenta. A partir de la irrupción del Rock duro americano de finales de los ochenta, con grupos como Bon Jovi, decidimos meter teclados en la banda. Se encargó de tocarlos Vicente, segundo guitarra del grupo.
Nuestra música giró hacia un lado más comercial y empezamos a perder algo de fuelle entre nuestros seguidores, los heavys clásicos se desengancharon de nuestra nueva onda y yo mismo me fui desligando.


-¿Por qué lo dejaste?

Duramos desde el año 83 hasta septiembre del 87. No lo dejé por la nueva orientación musical, fue más bien por cansancio. Es como el que se pasa cinco años llamando a una puerta de todos los modos posibles y no le abren, ni por el telefonillo, ni tirándola a patadas. Entonces te desanimas y te cansas. Pero esto le pasa desgraciadamente a muchísimos grupos, no solo a nosotros. La gente se llega a quemar en un local de ensayo sin tocar en directo con una cierta regularidad.
Lo cierto es que Ago llegamos a tocar mucho por Córdoba y alrededores. Vinimos a Madrid y ganamos el concurso Villa de Coslada, por delante de muchas bandas conocidas. Esto fue en junio del 86,  nos dieron 250.000 pesetas de la época, que serían unos 10.000 euros de ahora. Nuestro último concierto fue en Navalmoral de la Mata, Cáceres, en un concurso que organizó Julio Castejón, de Asfalto. Lo recuerdo perfectamente y le agradezco que contara con nosotros para el evento.
Además del cansancio nuestro mánager nos prometió muchas cosas y al final no salió nada. Paco Ventura tenía ganas de hacer otras cosas, a mí me pasaba lo mismo por lo que acabamos dejando el grupo.

-¿Qué hiciste después de Ago?

Formé una banda llamada Arena con un gran guitarrista y amigo llamado José Ángel Jurado. Estuvimos funcionando desde finales del 87 hasta el 89. Fuimos a un programa de TV muy conocido en Canal Sur donde hicimos cuatro temas en directo. Tirábamos al rock americano que se hacía por entonces.

De ahí pasamos a otra banda llamada Rio, cambiando poco después el nombre por Malparaíso, otra banda muy conocida en Córdoba. Nuestro rollo era más underground, más grunge, si quieres llamarlo así. Al batería le tiraban grupos como Pearl Jam, Stone Temple Pilots o Nirvana. En el 94 abandoné la banda porque ese estilo musical no me acababa de llenar. Sin embargo dimos unos buenos conciertos y, curiosamente, esta ha sido una de las bandas en las que más he llevado el rollo Purple de improvisar en el escenario, nunca he improvisado tanto como con Malparaíso, estar con un tema 15 o 20 minutos, era algo que no había probado hasta ese momento.


-También has formado parte de Demonios en el Jardín. ¿Cómo surgió esto?

En el 94 me llamó Pablo Rabadán, teclista de Medina Azahara, para montar una banda llamada Expreso Deseo, el nombre fue idea mía. La verdad es que estuvimos con el grupo muy pocos meses, Pablo tenía muchísimo talento, pero el problema fue a nivel personal, era una persona difícil de tratar. Aquello se convirtió en Demonios en el Jardín, una banda que duró desde el 95 hasta el 99. Te puedo decir que fue la banda con la que mejor me lo he pasado y más he disfrutado. Los directos los disfruté muchísimo, aquí ya se improvisaba y tocábamos Rock. La banda acortó el nombre quedándose en Demonios. Grabamos la canción “Fear Of The Dark” para un tributo de Iron Maiden que se llamaba “Transilvania 666”. Luego los avatares del destino nos llevaron a una propuesta para grabar un disco en Barcelona con un enfoque de Rock Andaluz y decidimos abandonar la compañía Locomotive y la banda. Existían los típicos problemas dentro del grupo y lo acabamos dejando.

-¿Qué hiciste después de Demonios?

De Demonios pasé a Aquí Babilonia, grabamos un disco en 2002, en onda Rock Andaluz. Con este grupo estuve un año.
En 2003 lo dejé, estaba muy quenado de tanto problema en el negocio musical. Siempre he dicho que la música es como una pelota de trapo, que si no se te abre por un sitio se te abre por otro y siempre tienes que estar cosiéndola. Hacer música es una pasión y si estás acostumbrado a tener situaciones negativas cuando te viene algo un poco positivo te parece fabuloso, como comer mal y cuando te dan algo normal te parece un pastel increíble. En 2004 acabé muy quemado del negocio musical, sentía que seguía llamando a la misma puerta sin que me abrieran.

-Supongo que debe ser frustrante no encontrar continuidad teniendo capacidades y talento. ¿Qué pasos diste después?

Poco después me llamaron unos amigos para montar un grupo de versiones, lo llamamos Amadaña, no hicimos muchos conciertos pero me lo pasé muy bien y recuperé esa ilusión que había perdido.
Seguí con otra banda llamada Al Sur Del Edén como un año y medio, grabé con ellos un disco y cuando estaba para meterlo en fábrica y lanzarlo al mercado me llamaron de Medina Azahara para entrar con ellos haciendo coros. Se lo comuniqué inmediatamente a los del grupo pero no aceptaron que compaginara las dos bandas con lo que mi decisión estuvo clara. Seguí con Medina y luego surgió lo de Santelmo.


-Cantaste “Street Of  Dreams” con Blackmore en Granada 97 ¿Cómo sucedió?

Recuerdo que iba con dos amigos más desde Córdoba, era muy tarde y pensaba que no llegábamos a Granada. El caso es que llegamos y comprobamos que el concierto se había suspendido, no me lo creía. Por lo visto la cantante tenía un cólico o una infección y no se encontraba en condiciones de actuar. De repente reconocí en la puerta a alguien con un sombrero de copa como el que a veces lleva Blackmore, era José de Ciudad Real, amigo mío y gran fan de Purple y Ritchie, de hecho se viste como él, de negro y con su capa. Le saludé y me contó la historia de la suspensión, que llevaba la guitarra para que Blackmore firmara y que me fuera con él porque había quedado con el propio Ritchie en su hotel. Me quedé sorprendido pero me fui con mis dos amigos y con él para el hotel. Nos quedamos en la puerta mientras José subía a ver qué pasaba. Cuando bajó nos dijo que Blackmore iba a hacer un pequeño concierto en la recepción del hotel para los allí presentes. Era cierto, improvisaron una especie de escenario en la recepción, con sus instrumentos, percusiones, candelabros y demás parafernalia. Acto seguido salió la banda (menos Candice) para tocar.
Mientras organizaban esto salió el director del hotel a informarnos a los que estábamos esperando fuera. Decidió que como éramos muchos, unas veinte personas, se hicieran dos grupos para que pasasen al concierto en dos tandas, supongo que por lo reducido de la recepción. A mí me tocó el segundo turno, en ese momento tuve claro que ya no iba a ver a Blackmore. Sabemos que es un tío raro y estaba convencido de que no se iba a quedar a dar dos actuaciones, por lo que a los del grupo dos nos iban a dar por ahí y feliz navidad, jaja.
Pero nada, al momento volvió a salir el director diciendo que Blackmore quería que pasásemos todos, por lo que nos acomodamos por donde pudimos para presenciar ese show especial. Mick Cervino le traducía a Ritchie, por lo que se podía comunicar con nosotros. Como curiosidad te puedo decir que Mick fue bajista de Mari Trini en los años 70. Recuerdo como si fuera ayer que Blackmore comentó que daba por hecho que nadie estaba grabando el concierto. Al empezar comentó que iban a interpretar canciones de Motley Crue, jaja.
Según transcurría el concierto le dije a mi amigo José que daría lo que fuera por cantar con Blackmore en ese momento y él, ni corto ni perezoso, se levantó, se acercó a Mick Cervino, éste se lo comentó al oído a Blackmore y entonces llegó mi momento cumbre de la noche cuando Ritchie preguntó con aire solemne: -“¿Quién es Manolo? Come on”
Me dijo: -¿Qué quieres cantar?
“Street of Dreams”.  La escogí porque llevaba la carpeta del disco con las letras y no quería hacer spanglish, quería cantar y entonar correctamente.
Continúa Blackmore: -“¿ Street of Dreams?”
-Si, sí, le dije.
-“Humm, ¿”Smoke on the Water”…no?”
-No, “Street Of Dreams” repetí. (porque no tenía la letra de “Smoke On the Water”)
-Ok, ok.
Me puse a su lado en el escenario, Blackmore me miró y Mick me dijo que empezara cuando quisiera. Yo era plenamente consciente de que algo así no pasa todos los días y me concentré para hacerlo lo mejor posible. Empezamos y cuando acabé el tema ocurrió algo que no se me olvidará nunca. Blackmore dejó su guitarra, se acercó a mí, me dio un fuerte abrazo, me regaló dos camisetas y luego estuvo preguntando un poco por mí y todo eso.
Además quiso organizar un partido de fútbol para el día siguiente, yo ya no estaba y me contaron que al final no se disputó el partido. Esa fue mi historia con Blackmore, dentro del universo Purple en su árbol genealógico represento una raíz pequeñita y minúscula. Luego Mick Cervino me comentó que Blackmore había disfrutado con mi interpretación, en los fraseos entre estrofas metía cosas con su guitarra por que le gustó mi voz y como lo canté. Me regaló dos camisetas, una me la quedé yo y otra se la regalé a un amigo mío de Jaén, que no se lo creía.

-¿No has pensado nunca en mandarle una maqueta a Blackmore?

Bueno, incluso hace unos tres años tocaron en Granada Billy Sheehan, Tony McAlpine y Virgil Donati, y me escucharon tararear algo cerca del camerino, salió su mánager, me pidió que cantara algo y me dijo que quería que grabase algo con Billy Sheehan en Los Ángeles. Mi problema es que, pese a que canto y vocalizo bien en inglés, mi nivel es algo limitado, no sé lo suficiente como para irme a vivir fuera y hablarlo. No se trata de cantar un concierto sino una apuesta muy fuerte de irse al extranjero a vivir.


- ¿Cómo se produjo tu entrada en Santelmo?

Cuando acabó lo de Ago estuve un año trabajando con Jero, sería por el 88. Él había acabado con Santa y estaba en otro proyecto, contacté con él a finales del 87 y recuerdo que el 14 de enero de 1988 cogí mis maletas y me vine a Madrid para empezar con ese grupo. Lo curioso es que algunas de las canciones que trabajamos acabaron en el primer disco de Saratoga, fueron dos temas, no recuerdo exactamente sus títulos.
Luego coincidimos en 2009 para trabajar propiamente en Santelmo. Ese mes de enero Javier Gálvez, que en paz descanse, me comentó, mientras grabábamos en el estudio el disco “Leyendas” de Medina Azahara, que estaban preparando un tributo a Whitesnake en la sala Ritmo y Compás de Madrid. Para este homenaje iban a cantar José Antonio Manzano, Tony de Sangre Azul, y mucha más gente. Recuerdo que le pedí a Javier cantar también, él se puso en contacto con José de Benito “Pajarito” y me ofreció el tema “Gimme All Your Love Tonight”, canción que me encanta. En el concierto también tocaba Manolo Arias, con el que he trabajado en Dr Snake que es una banda de tributo a Whitesnake, y durante la actuación me encontré con Jero. El propio Jero me comentó después que había asistido al evento buscando un cantante para su nuevo grupo, en un principio pensaba en Tony, pero al verme allí le gustó y me ofreció hacer algo juntos. Cuando estaba la banda montada recibimos la desgraciada noticia de la muerte de Javier Gálvez en febrero de 2009, decidimos seguir adelante con el grupo y grabar el disco.


-¿Qué te parece el disco que grabasteis? Considero que es un gran álbum con un cierto regusto a Purple y Rainbow.

El Cd que grabamos me parece de lo mejor que se ha hecho en el Rock en España. Fue un disco de sangre, sudor y lágrimas. Nada más salir a la venta todas las perspectivas eran buenas.

-¿Estaba el álbum compuesto cuando te incorporaste o participaste en el proceso compositivo?

Jero me mandaba las canciones. La música es suya pero las letras y melodías en tres canciones son mías, concretamente “Los Creyentes”, “Fuego Negro” y “Ángel y Demonio”. Casi todos los fines de semana me venía a Madrid para ensayar y preparar el disco. En septiembre de ese año nos metimos a grabar en los estudios Bohemian Bocanegra de Narciso Tercero (Júpiter)


- ¿Qué pasó para que acabara tu etapa en Santelmo?

Pese a las buenas expectativas existía el pequeño problema de que seguía con Medina Azahara. Si bien es cierto que en un principio le comenté a Jero que dejaría Medina, quería ver que repercusión podía tener la banda. Lo de Medina lo llevaba haciendo un tiempo y Santelmo estaba despegando. A estas alturas de partido hay un punto de ingenuidad que tampoco hay que tener, no quería que, por unos y otros, al final me quedara tirado.
Según fue pasando el tiempo se fueron dando algunos desencuentros, sobre todo uno crucial para que todo empezase a ir a peor. Las dos bandas coincidimos en el Festival Leyendas, en el mismo día. Por horarios no había problema, primero salía Santelmo, creo que a las nueve de la noche, y Medina a las doce y media; cada uno en un escenario, no había interferencia. Pero para Jero si existía el problema, no consentía que el cantante de Santelmo saliera de frontman de su banda y hora y media después actuara haciendo los coros de Medina. Hice el concierto de todas formas pero a partir de entonces aparecieron los desencuentros. Ambos pensábamos que el grupo iba a ir de una determinada manera pero, entre la crisis y que este estilo de música no llena pabellones, el grupo fue descomponiéndose lenta y paulatinamente. Llegó un momento en el que tuve que elegir, tanto por un lado como por otro,  y es verdad que en Santelmo no percibía ningún tipo de camaradería ni buen rollo, por lo que abandoné la banda.

- ¿Se podría dar la circunstancia de volver a la banda?

Debo decir que Santelmo era una grandísima banda y con un gran compositor, pero por mi parte no contemplo esa posibilidad. Hay determinadas cuestiones que no me parecen que se afrontaran de la manera adecuada. Para que se abriera la puerta se deberían cambiar muchas cosas y, sobre todo, hablarse muchas cosas cara a cara.


- Has colaborado con Medina Azahara. El grupo tiene como cantante a Manuel Martínez ¿Cómo definirías tu participación en la banda?

Genial, muy buena. Para mí ha sido un sueño poder hacer voces con ellos y cantar con Manuel Martínez, que ha sido un referente para mí. Desde pequeño he ido a los conciertos de Medina en Córdoba. Así que compartir escenario y voces con ellos ha resultado muy gratificante. Es una gran banda a nivel personal y profesional.


- Has colaborado con Luis García en el tributo Deep Purple Music Experience ¿Qué nos puedes contar de este grupo?

Parece ser que en un principio el cantante iba a ser Ronnie Romero, cantante que entró en Santelmo cuando yo abandoné la banda, pero no pudo participar en un concierto que tenían programado en La Sala Live de Madrid por que tuvo que viajar a Chile, su tierra, y permanecer allí unas dos semanas. Entonces pensaron en mí para ocupar el puesto de cantante. Sabían que Deep Purple me gusta mucho. Luis se puso en contacto conmigo, era la llamada y el concierto que estaba esperando. Recuerdo con mucho cariño cómo fue llegar a Madrid y conocer a los músicos. El primer ensayo fue muy especial y bonito, pues según sonaban los temas los cantaba como si los hubiera estado haciendo toda la vida, y el concierto salió muy bien, muy natural y sencillo.
Hace un par de meses nos volvimos a juntar para una fiesta de treinta aniversario de Luis. Tocamos tres temas de Purple y de John Miles y, a partir de ese momento, se puede decir que hemos encarrilado la cosa para ver qué tal sale. Tocamos en varios conciertos, empezando con el de la sala Lemon en Madrid el pasado Noviembre, luego Sevilla, Córdoba, Alicante, Valencia, Barcelona, Toledo y todo lo que vaya surgiendo.


-Nada más, muchas gracias por tu predisposición y colaboración y suerte en tus futuros proyectos.

Gracias a vosotros, un placer y un abrazo para el club de fans. 


SANTELMO: "Pídeselo a Dios":



miércoles, 9 de octubre de 2013

Bernie Torme. Rock n Roll gypsy.


Me alegro de que Bernie Tormé esté de plena actualidad. Músico que ha tocado con grandes como Ian Gillan, Ozzy Osbourne, Dee Snider, Phil Lewis, Don Airey o Gary Barden entre otros. En unos días toca en el Calella Rock Festival de Barcelona, en lo que será su segunda visita en solitario a nuestro país (la primera fue hace casi treinta años). De asistencia casi obligada.



 
Este músico, auténtico forajido que ha estado en mil batallas, representa ese espíritu gitano de salvaje bohemia y libertad. Ha caminado siguiendo su propio camino, que no ha sido nunca fácil, sino lleno de obstáculos y dificultades que el caprichoso destino ha querido poner delante de nuestro querido Bernie.
Su trayectoria musical es amplia y variada. Siempre ha sido un guitarrista con raíces de Blues, toque salvaje y alma Punk Rocker. De esa mescolanza ha fluido un estilo que, si bien no se caracteriza por una técnica depurada, resulta desgarradamente personal y fácilmente reconocible, cualidad esencial en los grandes músicos y que no te creas que abunda mucho.  Admirador de Jimi Hendrix, Sex Pistols o Bob Dylan. Incluso pese a no ser buen cantante tiene un rasgado y particular tono que acaba enganchando, no está mal para alguien que ha sido tartamudo.


Bernard Tormey empezó tocando en clubs de su Irlanda natal, en bandas como The Urge o Boomtown Rats a principios de los setenta. En 1976 se trasladó a Londres para formar la Bernie Tormé Band, editando algunos singles de música Punk tamizaba bajo el poderoso sonido Rock de su guitarra Fender. En su banda colaboró el bajista John McCoy, que fue decisivo para su futuro musical. De esta época se recopiló el Cd “Punk or what”, editado a finales de los noventa, donde repasa alguno de los temas de estos primeros singles. Resulta curioso que no contenga la totalidad de estas canciones, lo que hace que dichos singles tengan un apreciado valor para el coleccionista. Destacaría la básica y cruda versión del tema “All day and all of the night”, canción clásica de The Kinks versioneado por un millón de grupos y que a Tormé y McCoy les quedó bastante resultona.


Su siguiente paso fue ocupar el puesto de guitarrista en la banda en solitario de Ian Gillan. Gracias a John McCoy, bajista de Gillan por entonces, consiguió que la banda de Bernie actuara de teloneros suyos y en un ensayo Ian escuchó a Bernie. El resto es historia.
Ingresó en el grupo en julio de 1979 y se marchó de manera abrupta en junio de 1981. Gillan, el grupo, en tan solo dos añitos nos dejó para la historia grandes canciones, actitud y carisma a raudales y, desde luego,  momentos delirantes al más puro estilo Spinal Tap, pero vayamos por partes.
La banda Gillan nunca disfrutó de un éxito masivo, pero en estos años obtuvo interesantes ventas en Reino Unido, tanto de discos como de conciertos. Siempre se dijo que Rainbow fueron grandes en USA, pero en las islas británicas Gillan alcanzaron una gran repercusión. Cuando Bernie ingresó en la banda acababan de salir de su primera etapa de Jazz Fusión para dedicarse al Rock puro y duro, sobre todo duro. Con Tormé el grupo se acabó de cohesionar, creando tres discos imprescindibles aunque no aparezcan en las grandes listas y anuarios. Gillan siempre fue una banda tan excesiva que no acabó de entrar por los aros del show business. 


El primer disco de esta formación fue “Mr Universe” en 1979, considerado como una obra maestra para Bruce Dickinson, confeso fan a muerte de Ian Gillan, con canciones como “Roller”, Mr Universe”, “Fighting man”. Le siguió “Glory Road” en 1980, del que destacamos “Unchain your brain”, “Sleeping on the job”, “No easy way”, “On the rocks” o el blues rock de “If you believe me”. Esta particular trilogía acaba con “Future Shock” en 1981, que contiene joyas como “No laughting in heaven”, “New Orleans” o “For your dreams”. En ellos se encuentran los principales clásicos de Ian Gillan en solitario.

Una de las mejores canciones de Gillan: No easy way:


 
Los músicos eran deliciosamente excesivos en todos los aspectos. Su puesta en escena era salvaje, con canciones como “Unchain your brain” que te volaban la cabeza. Sudaban la música por sus poros, rompían guitarras, se subían por los aires colgados de cuerdas, ofrecían un espectáculo enérgico y visceral de puro Rock n Roll. El propio líder, Ian Gillan, era el maestro de ceremonias. Uno de los músicos que más ha personificado el estilo de vida del Rock n Roll, siendo además un intérprete excepcional, del que han aprendido generaciones de cantantes. Una persona auténtica que ha puesto su pasión por el Rock siempre en un primer lugar, un individuo que primero ha actuado y luego ha pensado. Desde luego quien asistía a un concierto de Gillan en estos años nunca salía indiferente.

Gillan: New Orleans. Atención a los últimos dos minutos, Bernie casi golpea a Ian Gillan con su guitarra rota en pleno éxtasis mientras el cantante se protege con las congas.



                                Tormé, Gillan y Blackmore juntos en un mismo escenario.


Lo cierto es que la banda tenía salidas de tono realmente cachondas. En las fotos promocionales se disfrazaban de piratas o militares, el bajista se rapaba la mitad de la cabeza o llevaba colgada unas zapatillas de los bolsillos en las actuaciones mientras miraba a las primeras filas con cara de perturbado peligroso. En un concierto de fin de año organizaron un concurso en el que le regalaban al ganador…una lata de judías??? En fin. Todos eran grandes bebedores y las situaciones estrambóticas se multiplicaban. Ian Gillan tenía la costumbre de cambiarse las ropas en el bar con las de alguna mujer, con la consiguiente sorpresa del resto de miembros del grupo. Otra vez, al ir a grabar una cara b para el single “Vengeance” se reunieron en el estudio y decidieron hacer una versión conjunta del clásico “Smoke on the water”, pero antes bajaron al pub a tomar algo, subieron unas horas después y grabaron una versión de siete minutos que decidieron editar a revoluciones distintas. Grabaron un disco de regalo para “Glory road” en el que se incluían títulos sugerentes como “Your mother was right”, risas, cambios de instrumentos y parodias a cantantes de salón. Vamos, el conocido y corrosivo humor inglés en su máxima expresión.

 
Editaron varios singles logrando un moderado éxito con la versión de “Trouble” de Elvis Presley -desde luego que le venía al pelo a la filosofía del grupo- lo que les permitió actuar varias veces en el reconocido programa musical de la TV inglesa Top of the Pops (algo así como Los 40 de España). Aquí se produjo el desastre, el programa les invitó a tocar en playback la canción “No laughting in heaven”, a lo que Tormé se negó. Ian Gillan se lo tomó como algo personal dejando claro que el que no hiciese esa actuación dejaba de formar parte de la banda. Bernie no dio su brazo a torcer y Gillan tuvo que actuar sin guitarra. JohnMcCoy llevó en el playback una guitarra de dos mástiles, uno de bajo y otro de guitarra. Delirante una vez más. Esto supuso la inmediata expulsión de Bernie del grupo. Fin de una añorada etapa.



Pero en estas llegó la llamada de Sharon Osbourne, mánager y mujer de Ozzy Osbourne. Randy Rhoads acababa de fallecer tristemente en un accidente y Sharon pensó en Bernie para sustituirle inmediatamente en la gira que Ozzy tenía contratada en USA. Bernie actuó durante unos pocos conciertos pero abandonó la nave. Nuevamente un revés en su carrera musical, pues la llamada de Ozzy es el éxito y reconocimiento seguro por el que suspiran casi la totalidad de guitarras de este mundo. Pero Bernie dijo no. Sin ni siquiera mostrar arrepentimiento. Comentó que estaba preparando disco con su banda en solitario, que el acuerdo había sido temporal y todas esas excusas que se suelen comentar en este mundillo. Incluso se comentó que tenía problemas de ansiedad por tocar en directo tantos días seguidos frente a audiencias masivas. Esto solo so sabe a ciencia cierta el propio Tormé.



Tormé prosiguió con su carrera en solitario, editó un muy buen disco, “Turn out the lights” en 1982, con las colaboraciones de McCoy y Colin Towns (teclista de Gillan y excepcional genio del que habrá que hablar otro día). El siguiente fue “Electric gypsies”  de 1983, un pedazo de álbum en el que se encuentra uno de sus riffs más bonitos, “Lightning strikes”, que años más tarde recuperó para el tema “See you at sunrise” de Desperado y del que hablaremos después.
Le siguió un directo, llamado simplemente “Live” en 1984. Bernie Torme ha sacado varios directos en su carrera, todos sencillos. Aún seguimos esperando a que se decida a sacar el doble álbum en directo que le debe a la humanidad. 



Estuvo tocando intercaladamente con Atomic Rooster, ídolos del guitarra desde años atrás. Grabó con ellos el recomendable “Headline News”  y después salió editado un directo de esta época bajo el título de “Atomic Rooster Live”. Tocaron en el prestigioso festival de Reading en 1982.



En 1985 se unió al grupo de nuestro rubio guitarrista el cantante Phil Lewis, que luego alcanzaría la fama en América con los LA Guns. Aquí el grupo dio un ligero giro musical interesante. Seguían los excesos y potencia guitarrera del querido Bernie pero aderezados con una cierta dosis de melodía y macarra chulería de Lewis. Editaron el disco “Back to Babylon” de 1985, el directo “Official bootleg” en 1987, y el álbum “Die pretty die young” también en ese año, recopilando demos de esta formación que se habían quedado fuera de otros discos. Este último disco, una vez más, es totalmente aconsejable, con auténticas joyas como “Sex action” o “Ready”. Algunas de estas canciones las usaría después Phil en sus LA Guns obteniendo el éxito y reconocimiento que se le negó a Tormé. Para cuando se editó este álbum el grupo estaba roto.
Se editaron dos recopilatorios, “Back with the boys” en 1986, y “Are we there yet?” en 1991, con suculentas grabaciones de difícil localización. Insisto, los recopilatorios de Tormé suelen ser muy aconsejables, con interesante material inédito.




En 1988 Dee Snider, Bernie Torme, Clive Burr (RIP) y Marc Russell montaron la superbanda Desperado (es bueno hasta el nombre). Se sacaron de la manga un pedazo de disco llamado “Bloodied but unbowed”, lleno de Rock con matices sureños, destilando un groove y una clase que tiraba de espaldas. Potentes canciones con acertadas melodías, adecuadas para alegrarte hasta el día más triste de tu vida. La unión del carisma de Dee Snider y la fuerza de Bernie Torme creó un disco que todavía escucho cada mes de mi vida. Incomprensiblemente el álbum no gustó a la compañía de discos y se desentendió del proyecto. Gracias a Dios, Dee Snider lo publicó autofinanciado en 1996, regalándonos una joya que de otro modo jamás hubiera visto la luz, cortesía de los ineptos de la compañía Electra. El disco es toda una declaración de principios, Dee se lo tomó como una cuestión personal y lo editó básicamente por pelotas. 


Aunque todo el álbum es imprescindible, conviene destacar la canción “See you at sunrise”, alegoría de un reo de muerte. Bernie toma prestada la composición de su propio tema “Lightning strikes” del disco “Electric gypsies”. Recomiendo encarecidamente a todo ser humano que escuche este tema al menos una vez en su vida.

Desperado: See you at sunrise:

El tema de Tormé: Lightning Strikes:


Otras canciones que el combo había compuesto aparecieron en el disco en solitario de Snider: “Never let the bastards wear you down” en 2000. Otro título evocador.



Para cuando se publicaron estos discos Bernie ya había colaborado en el álbum de René Berg “The leader, the loneliness & your dark eyes” en 1992, y había retomado su grupo en solitario, Tormé, con Gary Owen, ex cantante de Samson. Publicaron “Demolition ball” en 1993, con Gary cantando en una onda a lo Phil Lewis pero en un disco bastante más áspero.



Hay que esperar hasta 1997 para que la banda, bajo el apelativo de Bernie Tormé, edite su siguiente disco, “Wild Irish”, seguido de “White trash guitar” en 1999. Ambos discos son de lo mejorcito que nos ha ofrecido nuestro peculiar protagonista. Trallazos Punk-Rock como “Rat” o “Shoot the DJ” (algo que todos hemos pensado alguna vez), “River” en homenaje a Jimi Hendrix, uno de sus ídolos, o temazos morunos como “Dark horizon”. Incluso regraba “Easy action”, del disco de Desperado, invitando a Dee Snider a cantar el tema. Un punto.
Finaliza esta nueva fase de su banda en solitario con la publicación de un nuevo directo llamado “Scorched earth”. Disco sencillo, como no. En esta etapa era el propio Tormé el que se hacía cargo de las voces. 



En 2001 Nuestro hombre se aventura en un nuevo proyecto, de la mano de Gary Barden, Michael Voss y Don Airey. La banda se llama Silver y Bernie llega con el disco compuesto para añadir las guitarras. El grupo publicó después los discos “Dream machines” en 2002 e “Intruder” al año siguiente. Se trata en un Rock con matices melódicos y comerciales, temas de bella factura ideales para haber triunfado en las listas quince años antes.




La última andanza de este forajido, hasta ahora, se llama GMT. Banda formada con su amigo John McCoy al bajo y Robin Guy a la batería. Practican un Rock bruto, simple y directo, con esos toques Punk a los que Bernie nos tiene acostumbrados. Han publicado dos discos, “Bitter & twisted” en 2006 y “Evil twin” en 2008, además de un directo “Raw live” en 2011, sencillo, como no podía ser de otro modo.


GMT: Cannonball.