Esta entrevista la realizamos en Diciembre del año pasado, por lo que no tratamos nada sobre su recién anunciado proyecto. De todos modos un simpático Manuel nos cuenta sus experiencias en el mundo de la música y unas cuantas anécdotas, como la de haber sido cantante por un día del mismísimo Ritchie Blackmore.
-¿Cuándo decidiste que te querías dedicar a esto de la música?
En el 1981 conocí a Paco Ventura
y decidimos montar una banda juntos.
Fueron unos comienzos muy inocentes, compramos entre todos los
instrumentos mientras decidíamos que quería tocar cada uno. Al principio me
gustaba la batería, mi abuelo, que en paz descanse, me compró mi primera
batería, una Honsuy de color rojo.
Lo que ocurrió es que, por cosas del destino, empecé a cantar porque era lo que
me tiraba, así que dejé a un lado la batería para dedicarme a cantar.
-Háblanos de Ago ¿Fue esta
tu primera banda? ¿Qué recuerdos tienes de este grupo?
En marzo del 83 Paco Ventura
y yo decidimos meternos en una banda en la que tocaban unos primos míos, se
trataba de Ago, grupo bastante
conocido en Córdoba por aquel entonces. Eran tres miembros, les faltaba el
cantante y además los reforzamos con otra guitarra, la de Paco. Mi primer concierto fue en junio del 83.
Musicalmente llevábamos una historia en la línea de discos de Judas Priest como “Screaming For Vengeance”, “Defenders
Of The Faith” o “Turbo”, un poco
el estilo de Heavy que se llevaba a
mediados de los ochenta. A partir de la irrupción del Rock duro americano de finales de los ochenta, con grupos como Bon Jovi, decidimos meter teclados en
la banda. Se encargó de tocarlos Vicente,
segundo guitarra del grupo.
Nuestra música giró hacia un lado más comercial y empezamos a perder
algo de fuelle entre nuestros seguidores, los heavys clásicos se desengancharon
de nuestra nueva onda y yo mismo me fui desligando.
-¿Por qué lo dejaste?
Duramos desde el año 83 hasta septiembre del 87. No lo dejé por la
nueva orientación musical, fue más bien por cansancio. Es como el que se pasa
cinco años llamando a una puerta de todos los modos posibles y no le abren, ni
por el telefonillo, ni tirándola a patadas. Entonces te desanimas y te cansas.
Pero esto le pasa desgraciadamente a muchísimos grupos, no solo a nosotros. La
gente se llega a quemar en un local de ensayo sin tocar en directo con una cierta
regularidad.
Lo cierto es que Ago
llegamos a tocar mucho por Córdoba y alrededores. Vinimos a Madrid y ganamos el
concurso Villa de Coslada, por
delante de muchas bandas conocidas. Esto fue en junio del 86, nos dieron 250.000 pesetas de la época, que
serían unos 10.000 euros de ahora. Nuestro último concierto fue en Navalmoral
de la Mata, Cáceres, en un concurso que organizó Julio Castejón, de Asfalto.
Lo recuerdo perfectamente y le agradezco que contara con nosotros para el
evento.
Además del cansancio nuestro mánager nos prometió muchas cosas y al
final no salió nada. Paco Ventura
tenía ganas de hacer otras cosas, a mí me pasaba lo mismo por lo que acabamos
dejando el grupo.
-¿Qué hiciste después de Ago?
Formé una banda llamada Arena con un gran guitarrista y amigo
llamado José Ángel Jurado. Estuvimos
funcionando desde finales del 87 hasta el 89. Fuimos a un programa de TV muy
conocido en Canal Sur donde hicimos
cuatro temas en directo. Tirábamos al rock americano que se hacía por entonces.
De ahí pasamos a otra banda
llamada Rio, cambiando poco después
el nombre por Malparaíso, otra banda
muy conocida en Córdoba. Nuestro rollo era más underground, más grunge, si
quieres llamarlo así. Al batería le tiraban grupos como Pearl Jam, Stone Temple Pilots o Nirvana. En el 94 abandoné la banda porque ese estilo musical no
me acababa de llenar. Sin embargo dimos unos buenos conciertos y, curiosamente,
esta ha sido una de las bandas en las que más he llevado el rollo Purple de improvisar en el escenario,
nunca he improvisado tanto como con Malparaíso,
estar con un tema 15 o 20 minutos, era algo que no había probado hasta ese
momento.
-También has formado parte de Demonios en el Jardín. ¿Cómo surgió
esto?
En el 94 me llamó Pablo Rabadán, teclista de Medina Azahara, para montar una banda
llamada Expreso Deseo, el nombre fue
idea mía. La verdad es que estuvimos con el grupo muy pocos meses, Pablo tenía muchísimo talento, pero el
problema fue a nivel personal, era una persona difícil de tratar. Aquello se
convirtió en Demonios en el Jardín,
una banda que duró desde el 95 hasta el 99. Te puedo decir que fue la banda con
la que mejor me lo he pasado y más he disfrutado. Los directos los disfruté
muchísimo, aquí ya se improvisaba y tocábamos Rock. La banda acortó el nombre quedándose en Demonios. Grabamos la canción “Fear
Of The Dark” para un tributo de Iron
Maiden que se llamaba “Transilvania
666”. Luego los avatares del destino nos llevaron a una propuesta para
grabar un disco en Barcelona con un enfoque de Rock Andaluz y decidimos abandonar la compañía Locomotive y la banda. Existían los típicos problemas dentro del
grupo y lo acabamos dejando.
-¿Qué hiciste después de Demonios?
De Demonios pasé a Aquí
Babilonia, grabamos un disco en 2002, en onda Rock Andaluz. Con este grupo estuve un año.
En 2003 lo dejé, estaba muy
quenado de tanto problema en el negocio musical. Siempre he dicho que la música
es como una pelota de trapo, que si no se te abre por un sitio se te abre por
otro y siempre tienes que estar cosiéndola. Hacer música es una pasión y si
estás acostumbrado a tener situaciones negativas cuando te viene algo un poco
positivo te parece fabuloso, como comer mal y cuando te dan algo normal te
parece un pastel increíble. En 2004 acabé muy quemado del negocio musical,
sentía que seguía llamando a la misma puerta sin que me abrieran.
-Supongo que debe ser
frustrante no encontrar continuidad teniendo capacidades y talento. ¿Qué pasos
diste después?
Poco después me llamaron unos
amigos para montar un grupo de versiones, lo llamamos Amadaña, no hicimos muchos conciertos pero me lo pasé muy bien y
recuperé esa ilusión que había perdido.
Seguí con otra banda llamada Al Sur Del Edén como un año y medio,
grabé con ellos un disco y cuando estaba para meterlo en fábrica y lanzarlo al
mercado me llamaron de Medina Azahara
para entrar con ellos haciendo coros. Se lo comuniqué inmediatamente a los del
grupo pero no aceptaron que compaginara las dos bandas con lo que mi decisión
estuvo clara. Seguí con Medina y
luego surgió lo de Santelmo.
-Cantaste “Street Of Dreams” con Blackmore en Granada 97 ¿Cómo sucedió?
Recuerdo que iba con dos
amigos más desde Córdoba, era muy tarde y pensaba que no llegábamos a Granada.
El caso es que llegamos y comprobamos que el concierto se había suspendido, no
me lo creía. Por lo visto la cantante tenía un cólico o una infección y no se
encontraba en condiciones de actuar. De repente reconocí en la puerta a alguien
con un sombrero de copa como el que a veces lleva Blackmore, era José de
Ciudad Real, amigo mío y gran fan de Purple
y Ritchie, de hecho se viste
como él, de negro y con su capa. Le saludé y me contó la historia de la
suspensión, que llevaba la guitarra para que Blackmore firmara y que me fuera con él porque había quedado con el
propio Ritchie en su hotel. Me quedé
sorprendido pero me fui con mis dos amigos y con él para el hotel. Nos quedamos
en la puerta mientras José subía a
ver qué pasaba. Cuando bajó nos dijo que Blackmore
iba a hacer un pequeño concierto en la recepción del hotel para los allí
presentes. Era cierto, improvisaron una especie de escenario en la recepción,
con sus instrumentos, percusiones, candelabros y demás parafernalia. Acto
seguido salió la banda (menos Candice)
para tocar.
Mientras organizaban esto
salió el director del hotel a informarnos a los que estábamos esperando fuera. Decidió que como éramos muchos, unas veinte personas, se hicieran dos grupos
para que pasasen al concierto en dos tandas, supongo que por lo reducido de la
recepción. A mí me tocó el segundo turno, en ese momento tuve claro que ya no
iba a ver a Blackmore. Sabemos que
es un tío raro y estaba convencido de que no se iba a quedar a dar dos
actuaciones, por lo que a los del grupo dos nos iban a dar por ahí y feliz
navidad, jaja.
Pero nada, al momento volvió a
salir el director diciendo que Blackmore
quería que pasásemos todos, por lo que nos acomodamos por donde pudimos para
presenciar ese show especial. Mick
Cervino le traducía a Ritchie,
por lo que se podía comunicar con nosotros. Como curiosidad te puedo decir que Mick fue bajista de Mari Trini en los años 70. Recuerdo
como si fuera ayer que Blackmore
comentó que daba por hecho que nadie estaba grabando el concierto. Al empezar
comentó que iban a interpretar canciones de Motley Crue, jaja.
Según transcurría el concierto
le dije a mi amigo José que daría lo
que fuera por cantar con Blackmore
en ese momento y él, ni corto ni perezoso, se levantó, se acercó a Mick Cervino, éste se lo comentó al
oído a Blackmore y entonces llegó mi
momento cumbre de la noche cuando Ritchie
preguntó con aire solemne: -“¿Quién es Manolo?
Come
on”
Me dijo: -¿Qué quieres cantar?
–“Street of Dreams”. La escogí
porque llevaba la carpeta del disco con las letras y no quería hacer spanglish,
quería cantar y entonar correctamente.
Continúa Blackmore: -“¿ Street of Dreams?”
-Si, sí, le dije.
-“Humm, ¿”Smoke on the Water”…no?”
-No, “Street Of Dreams”
repetí. (porque no tenía la letra de “Smoke On the Water”)
-Ok, ok.
Me puse a su lado en el
escenario, Blackmore me miró y Mick me dijo que empezara cuando
quisiera. Yo era plenamente consciente de que algo así no pasa todos los días y
me concentré para hacerlo lo mejor posible. Empezamos y cuando acabé el tema
ocurrió algo que no se me olvidará nunca. Blackmore
dejó su guitarra, se acercó a mí, me dio un fuerte abrazo, me regaló dos
camisetas y luego estuvo preguntando un poco por mí y todo eso.
Además quiso organizar un
partido de fútbol para el día siguiente, yo ya no estaba y me contaron que al
final no se disputó el partido. Esa fue mi historia con Blackmore, dentro del universo Purple
en su árbol genealógico represento una raíz pequeñita y minúscula. Luego Mick Cervino me comentó que Blackmore había disfrutado con mi
interpretación, en los fraseos entre estrofas metía cosas con su guitarra por
que le gustó mi voz y como lo canté. Me regaló dos camisetas, una me la quedé
yo y otra se la regalé a un amigo mío de Jaén, que no se lo creía.
-¿No has pensado nunca en
mandarle una maqueta a Blackmore?
Bueno, incluso hace unos tres
años tocaron en Granada Billy Sheehan,
Tony McAlpine y Virgil Donati, y
me escucharon tararear algo cerca del camerino, salió su mánager, me pidió que
cantara algo y me dijo que quería que grabase algo con Billy Sheehan en Los Ángeles. Mi problema es que, pese a que canto
y vocalizo bien en inglés, mi nivel es algo limitado, no sé lo suficiente como
para irme a vivir fuera y hablarlo. No se trata de cantar un concierto sino una
apuesta muy fuerte de irse al extranjero a vivir.
- ¿Cómo se produjo tu entrada en Santelmo?
Cuando acabó lo de Ago
estuve un año trabajando con Jero,
sería por el 88. Él había acabado con Santa
y estaba en otro proyecto, contacté con él a finales del 87 y recuerdo que el
14 de enero de 1988 cogí mis maletas y me vine a Madrid para empezar con ese
grupo. Lo curioso es que algunas de las canciones que trabajamos acabaron en el
primer disco de Saratoga, fueron dos
temas, no recuerdo exactamente sus títulos.
Luego coincidimos en 2009 para trabajar propiamente en Santelmo. Ese mes de enero Javier Gálvez, que en paz descanse, me
comentó, mientras grabábamos en el estudio el disco “Leyendas” de Medina Azahara,
que estaban preparando un tributo a Whitesnake
en la sala Ritmo y Compás de Madrid.
Para este homenaje iban a cantar José
Antonio Manzano, Tony de Sangre Azul,
y mucha más gente. Recuerdo que le pedí a Javier
cantar también, él se puso en contacto con José de Benito “Pajarito” y me ofreció el tema “Gimme All Your Love Tonight”, canción que me encanta. En el
concierto también tocaba Manolo Arias,
con el que he trabajado en Dr Snake que
es una banda de tributo a Whitesnake, y durante la actuación me encontré con
Jero. El propio Jero me comentó después que había asistido al evento buscando un
cantante para su nuevo grupo, en un principio pensaba en Tony, pero al verme allí le gustó y me ofreció hacer algo juntos. Cuando
estaba la banda montada recibimos la desgraciada noticia de la muerte de Javier Gálvez en febrero de 2009,
decidimos seguir adelante con el grupo y grabar el disco.
-¿Qué te parece el disco que grabasteis? Considero que es un gran álbum
con un cierto regusto a Purple y Rainbow.
El Cd que grabamos me parece de lo mejor que se ha hecho en el Rock en España. Fue un disco de sangre,
sudor y lágrimas. Nada más salir a la venta todas las perspectivas eran buenas.
-¿Estaba el álbum compuesto cuando te incorporaste o participaste en
el proceso compositivo?
Jero me mandaba las
canciones. La música es suya pero las letras y melodías en tres canciones son
mías, concretamente “Los Creyentes”,
“Fuego Negro” y “Ángel y Demonio”. Casi todos los fines de semana me venía a Madrid
para ensayar y preparar el disco. En septiembre de ese año nos metimos a grabar
en los estudios Bohemian Bocanegra
de Narciso Tercero (Júpiter).
- ¿Qué pasó para que acabara tu etapa en Santelmo?
Pese a las buenas expectativas existía el pequeño problema de que
seguía con Medina Azahara. Si bien
es cierto que en un principio le comenté a Jero
que dejaría Medina, quería ver que
repercusión podía tener la banda. Lo de Medina
lo llevaba haciendo un tiempo y Santelmo
estaba despegando. A estas alturas de partido hay un punto de ingenuidad que
tampoco hay que tener, no quería que, por unos y otros, al final me quedara
tirado.
Según fue pasando el tiempo se fueron dando algunos desencuentros,
sobre todo uno crucial para que todo empezase a ir a peor. Las dos bandas coincidimos
en el Festival Leyendas, en el mismo
día. Por horarios no había problema, primero salía Santelmo, creo que a las nueve de la noche, y Medina a las doce y media; cada uno en un escenario, no había
interferencia. Pero para Jero si
existía el problema, no consentía que el cantante de Santelmo saliera de frontman de su banda y hora y media después
actuara haciendo los coros de Medina.
Hice el concierto de todas formas pero a partir de entonces aparecieron los
desencuentros. Ambos pensábamos que el grupo iba a ir de una determinada manera
pero, entre la crisis y que este estilo de música no llena pabellones, el grupo
fue descomponiéndose lenta y paulatinamente. Llegó un momento en el que tuve
que elegir, tanto por un lado como por otro,
y es verdad que en Santelmo
no percibía ningún tipo de camaradería ni buen rollo, por lo que abandoné la
banda.
- ¿Se podría dar la circunstancia de volver a la banda?
Debo decir que Santelmo era
una grandísima banda y con un gran compositor, pero por mi parte no contemplo
esa posibilidad. Hay determinadas cuestiones que no me parecen que se
afrontaran de la manera adecuada. Para que se abriera la puerta se deberían
cambiar muchas cosas y, sobre todo, hablarse muchas cosas cara a cara.
- Has colaborado con Medina
Azahara. El grupo tiene como cantante a Manuel Martínez ¿Cómo definirías tu participación en la banda?
Genial, muy buena. Para mí ha sido un sueño poder hacer voces con
ellos y cantar con Manuel Martínez,
que ha sido un referente para mí. Desde pequeño he ido a los conciertos de Medina en Córdoba. Así que compartir
escenario y voces con ellos ha resultado muy gratificante. Es una gran banda a
nivel personal y profesional.
- Has colaborado con Luis García en el tributo Deep Purple Music Experience ¿Qué nos puedes contar de este grupo?
Parece ser que en un principio el cantante iba a ser Ronnie
Romero, cantante que entró en Santelmo cuando yo abandoné la banda, pero no
pudo participar en un concierto que tenían programado en La Sala Live de Madrid
por que tuvo que viajar a Chile, su tierra, y permanecer allí unas dos semanas.
Entonces pensaron en mí para ocupar el puesto de cantante. Sabían que Deep
Purple me gusta mucho. Luis se puso en contacto conmigo, era la llamada y el
concierto que estaba esperando. Recuerdo con mucho cariño cómo fue llegar a
Madrid y conocer a los músicos. El primer ensayo fue muy especial y bonito,
pues según sonaban los temas los cantaba como si los hubiera estado haciendo
toda la vida, y el concierto salió muy bien, muy natural y sencillo.
Hace un par de meses nos
volvimos a juntar para una fiesta de treinta aniversario de Luis. Tocamos tres
temas de Purple y de John Miles y, a partir de ese momento, se puede decir que
hemos encarrilado la cosa para ver qué tal sale. Tocamos en varios
conciertos, empezando con el de la sala Lemon en Madrid el pasado Noviembre, luego Sevilla, Córdoba, Alicante, Valencia, Barcelona, Toledo y todo lo
que vaya surgiendo.
-Nada más, muchas gracias por tu predisposición y colaboración y
suerte en tus futuros proyectos.
Gracias a vosotros, un placer y un abrazo para el club de fans.
SANTELMO: "Pídeselo a Dios":
Manuel cantó fenomenal en el concierto que dió Santelmo en Ritmo y Compás como avance del primer disco de la banda
ResponderEliminarDesde luego es bastante más carismático que el vocalista del segundo disco del grupo.
ResponderEliminarSu estilo es más clásico, más Dio - Coverdale, por decirlo de algún modo. Nacho, el actual cantante - que también canta muy bien, ojo- tiene un aire más Heavy alemán (Hammerfall, Blind guardian...) que, personalmente, disfruto menos.
ResponderEliminarPaulino.