En estos últimos días se han producido una serie de comunicados entre Bill Ward y Ozzy Osbourne en torno a la última fallida reunión de los cuatro
miembros originales de Black Sabbath
del pasado año 2011 y que dio como fruto el disco en estudio “13” y su consiguiente gira mundial
(España no incluida, claro). Los agrios comentarios vertidos por nuestros
protagonistas tres años después superan el nivel de tensión que se alcanzó
cuando se destapó la polémica de la no inclusión del batería Bill Ward en la cacareada reunión de
los de Birmingham.
La bomba la lanzó hace unos días el propio Ward cuando, en una carta abierta en internet, le pedía a Ozzy que se disculpara por todo el affair que desembocó en su no
participación en la reunión y que Ward considera,
básicamente, una falta de respeto; el propio Bill asume que no habrá vuelta atrás y que no podrá volver a ver a Ozzy como un amigo. Todo el asunto
consistió en que el mánager de Ozzy
– su esposa Sharon Osbourne – le
ofreció a Bill Ward un contrato
económico menor que el de los otros tres miembros originales además de buscarle
un sustituto para que no realizase los conciertos completos. El asunto terminó
con el rechazo de Ward ante
semejante contrato y con la contratación de dos baterías sustitutos – Brad Wilk y Tommy Clufetos - para grabar el disco y realizar la gira.
Al día siguiente Sharon,
por boca de Ozzy, contestó a Bill a través de facebook. En el
comunicado Ozzy no solo no le pide
disculpas a Ward, sino que se
reitera en lo dicho en su día; bueno, digamos que exagerando un poquito. Ozzy comenta que le hubiera haber
zanjado esto de modo personal pero que el paso de Ward le obliga a responder así. Nuestro querido Madman
le pide a Ward que deje de hacerse
la víctima y que reconozca la verdad. En su comunicado le dice a Ward que no se encontraba físicamente
en condiciones de afrontar una gira de dieciséis meses con actuaciones de dos
horas de duración y solos de batería incluidos. También le espeta que deje de
marear con el supuesto contrato – sin aclarar nada del mismo, eso sí – y que
pare todo este asunto de una vez. ¿Gira de dieciséis meses? Desde luego que
este Ozzy es un cachondo, no deja de
sorprenderme.
Veinticuatro horas después hemos podido leer la réplica de Bill Ward a este duro comunicado
vertido desde el campamento Osbourne.
En su nueva réplica pone firme a Ozzy
y por extensión a Sharon Osbourne.
Lo primero que hace es recordar a Ozzy que,
pese a no querer tratar el tema en público, el propio Osbourne lo comentó en las entrevistas que realizó para la prensa
en la primera mitad del año 2012 y que nada de esto hubiera salido a la luz si
se hubiese dirigido primero a él personalmente. Comenta con un sabor agridulce
que, respecto a lo de los conciertos de dos horas y la gira de dieciséis meses,
es la primera vez que lo escucha. Se pregunta Bill si no se lo podían haber comentado cuando se vieron varias
veces para ensayar desde finales de 2011 hasta principios de 2012; nadie le
dijo nada. Con respecto a sus problemas de salud y sobrepeso responde que no
era nada que le permitiese llevar a cabo el tour, de hecho una de sus cirugías
era menor y la llevó a cabo al encontrarse laboralmente desocupado; con
respecto a sus otros ingresos respondían a cuestiones de salud inesperadas y
que no se podían presagiar meses antes. Le vuelve a recordar el contrato que,
dicho sea de paso, nadie del entorno de Ozzy
ha desmentido y de paso le lanza un dardo envenenado a Sharon Osbourne. Sentencia Bill
finalmente que lo siente por todo el pasado que les une pero que, pese a
desearle lo mejor, corta el vínculo que tenía con Ozzy.
La tormenta está desatada, por lo que conviene estar atento a las
nuevas perlas que escupirá el pobre Ozzy de la mano de Sharon, su mujer. Conviene retroceder un
poco en el tiempo para hacerse una idea más completa de todo este entramado de dimes y diretes. Desde que Tony Iommi y Geezer Butler se volvieron a aliar con el tristemente desaparecido
Ronnie James Dio para reinventarse y
triunfar con Heaven & Hell, Ozzy se empeñó por activa y por pasiva
en cerrar todas las puertas a cualquier posible reunión con Sabbath. Curiosamente Ozzy y Ward han sido los dos miembros de Sabbath que más unidos han estado a lo largo de todos estos años,
lo que se ha traducido siempre en impedimentos para que otros vocalistas se
pusieran al frente del micro de Black
Sabbath, especialmente para Ronnie
Dio. De todos es conocida la antipatía que ha sentido Ozzy por Dio desde que
el segundo le sustituyó al frente de su banda madre en 1980, consiguiendo hacer
resurgir de sus propias cenizas a un grupo defenestrado; de hecho fue el propio
Bill Ward el que se echó atrás a
última hora antes de la publicación de “Heaven
& Hell”. La historia se volvió a repetir cuando se volvieron a reunir
en el 2006 con motivo de la publicación de un nuevo recopilatorio de Black Sabbath, nuestro querido batería
estuvo mareando la perdiz hasta que se desvinculó del proyecto, por lo que Iommi volvió a recurrir a Vinny Appice; en las dos ocasiones Bill Ward comentó que no veía a unos Black Sabbath sin Ozzy, poco podía presagiar la puñalada trapera que le clavaría
nuestro ladrador favorito. Todo eran sonrisas y alegrías entre Iommi – Butler – Dio, nadie se acordaba
de Ozzy o comentaban que era
imposible volver a reunir a Sabbath
con él. Falleció Dio el 16.05.2010 y
el 11.11.2011 se anunciaba la reunión de la formación original con Ozzy. Huelga todo comentario.
Black Sabbath. Reunión 2011.
La sorpresa llegaba cuando, durante los primeros meses de 2012, se
hacía público que Bill Ward no
llegaba a un acuerdo con los otros Black
Sabbath para formar parte de la reunión. Parece ser que a Ward le ofrecieron un contrato
económico menor que a los otros tres miembros, además ha trascendido que no se
fiaban del estado físico de Bill
para afrontar la grabación y la gira mundial que tenía previsto realizar el
grupo. Cuando hablamos de los mánagers conviene aclarar que nos referimos a Sharon Osbourne, la dura esposa de Ozzy que guía todos sus pasos y de la
que incluso hasta el mismísimo Lemmy
Kilmister comentó en una ocasión que tiene más pelotas que cualquiera y que
con ella no se bromea…y Lemmy
tampoco bromea.
Hubo un duro toma y daca entre Sharon
Osbourne y Bill Ward hasta que
el batería publicó un comunicado en el que reconocía que estaba fuera de la
reunión debido a las injustas condiciones que la esposa de nuestro lanzador de
cubos de agua favorito le imponía. A todo esto Iommi y Butler
calladitos, no sea que se les jodiera la reunión. Desgraciadamente Tony Iommi bastante tenía con su lucha
contra el cáncer de linfoma que acababa de hacer público también a principios
de 2012 y que a día de hoy, afortunadamente, parece tener bajo control. Desde
aquí le deseamos todo lo mejor. Finalmente el disco de reunión, titulado “13”, se publicó en junio de 2013.
Tony Iommi.
Entre todas las tonterías que salieron de la boca de Ozzy para justificar la decisión de no
contar con Bill Ward, hay algunas
realmente cachondas. El propio Ward
se sorprende cuando se habla de la gira de dieciséis meses prevista para
promocionar el disco de reunión, nadie le comunicó nada de eso en su momento.
Finalmente la gira que se realizó tuvo cuatro tramos:
20 Abril – 12 Mayo de 2013: Australia y Japón. 9 conciertos.
25 Julio – 1 Septiembre de 2013: EEUU. 19 conciertos.
4 Octubre – 26 Octubre de 2013: Latinoamérica. 9 conciertos.
1 Junio – 27 Junio de 2014: Europa.
9 conciertos.
En total fueron cuarenta y seis conciertos y algo más de tres meses y
medio de gira, repartidos en un año y dos meses. Tras cada show estaba
programado al menos un día de descanso y, a veces, más de dos o tres. Habrá que
preguntarle a Sharon qué tipo de
cuentas efectuó para que le salieran dieciséis meses de gira.
Es cierto que la enfermedad del guitarrista Tony Iommi trastocó las actuaciones y la planificación de la gira,
pero también es verdad que Ozzy Osbourne
lleva haciendo estas “pseudo giras mundiales” con pocas actuaciones y
conciertos de poco más de una hora de duración desde hace treinta años. El
estado de forma de Ozzy lleva
bastantes años siendo precario, y de su voz mejor ni hablamos porque se lleva
arrastrando por los escenarios ofreciendo interpretaciones vocales sonrojantes
desde hace años. Por este motivo sus declaraciones vetando a Bill Ward por estar gordo o por no
encontrarse en forma rayan el cinismo. Pero bueno, qué podemos esperar de un
señor que, según reveló hace tiempo su hija Kelly Osbourne, cuando fue a hablar con su profesora se quedó
dormido y empezó a tirarse pedos durante la entrevista debido a su peculiar
estado de salud. Desde ese momento el entrañable Madman tiene vetado su
acceso a dicho centro de estudios. Eso sí que es “School’s out” y no lo de Alice
Cooper. Impagable momento. De hecho el anecdotario de payasadas que ha
llevado en público nuestro hombre daría para un libro, supongo que habrá que
dedicarle una entrada por aquí en el futuro.
Ozzy en su salsa.
Pero es que si nos detenemos a pensar durante unos segundos, el motivo
que impedía a Bill Ward ser tratado
como un igual por sus compañeros de grupo no parecía ser válido para los
problemas de salud de Tony Iommi.
Parece ser que a Iommi sí se le
podía esperar pero a Ward no. Es que
no hay por dónde cogerlo.
Incluso en un puro ejercicio de hipocresía el propio Ozzy le dice a Ward que deje de ir de víctima y que no mienta al público…y lo dice
un señor que no ha presentado ni una sola prueba de todas las acusaciones que
realiza sobre Bill Ward y que en
muchas de sus declaraciones a la prensa no sabes si tomártelo en serio o como la
caricatura de pantomima con la que solía ridiculizarse sin el más mínimo rubor para
entretener al público norteamericano en aquel despropósito televisivo en forma
de reality chapucero que respondía al nombre de “The Osbournes”; como daba dinero, sin problemas. Imagino que el
hecho de lanzar esta serie de comunicados puede buscar además una triste
publicidad para sus próximos proyectos artísticos. Desgraciadamente, a veces,
todo vale.
Ozzy en acción. Ozzy con Justin Bieber. Ozzy y Sharon.
En fin, un desafortunado episodio más destinado a ensombrecer ese
fantástico legado musical que supone la discografía de Black Sabbath. Quedémonos escuchando esa joya que produjo y
ensambló Rick Rubin bajo el nombre
de “13” e intentemos olvidar estas
esperpénticas trifulcas más propias de los tristes personajillos de nuestra
telebasura hispana.