Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Hoy vamos a recordar a una banda española que funcionó durante los
últimos años ochenta y que, aunque facturó muy buena música e incluso llegó a actuar en escenarios internacionales, no acabó de tener
suerte. Estamos hablando de los barceloneses Tigres.
La formación en la que militó el cantante Archille Reitz,Jimmy, publicó un par de discos, un
mini Lp y un álbum póstumo compartido con el grupo Zero. Empezaron llamándose Tigres
de Metal, luego cambiaron a Tigres
De Oro y finalmente acotaron su
denominación, dejándola simplemente en Tigres.
El vocalista original fue Jose Antonio
Manzano, sustituto posterior del Chino
en Banzai, aunque se marchó del
grupo antes de grabar nada en estudio. En el grupo también militaron músicos
como David Biosca, el guitarrista Albert Pont o el tristemente fallecido
bajista Pedro Bruque entre otros.
Tigres de Metal.
Tigres de Oro.
Tigres.
Nos vamos a detener en el último disco que publicaron como tal, puesto
que el disco “Heavy Rock Al Rojo”
era un disco compartido entre los propios Tigres
y Zero, otro grupo en el que
también estuvo Manzano, que contaba
con una cara dedicada a cada banda. El álbum se titulaba “Take It All” y estaba compuesto por temas cantados en inglés, lo
que en aquellos años era una apuesta arriesgada dentro del panorama musical
hispano. Algunas de estas canciones aparecieron en castellano dentro del disco
póstumo al que nos hemos referido anteriormente. La idea original era la de
publicar el disco en sus dos ediciones, en castellano y en inglés, pero al final
la versión en castellano se redujo a esa cara A del álbum compartido con Zero.
El sonido es el que era en esos años, aún así el disco suena
aceptablemente bien. Tiene buenos temas como “Guns are shinning” y ese marcado sabor a los mejores Thin Lizzy, el suave y efectivo “Help me forget you” o la entrañable y
cañera versión del clásico “Black is
black” de Los Bravos entre
otros. Las adaptaciones al idioma de Shakespeare
están bastante logradas, asignatura pendiente en nuestro país, otorgando al
conjunto del disco unas melodías que perfectamente lo validaban para aparecer
sin sonrojarse en el mercado internacional. El cantante Jimmy, aunque con una voz bastante limitada, le daba un toque
macarra y cock rocker al grupo;
recuerdo que con su imagen a lo David
Lee Roth o Vince Neil le hacía
pensar al personal que no les conocía que se trataba de otro nuevo grupo
americano de Hard Rock. Llegaron a
tocar en el extranjero recibiendo muy buenas críticas y compartiendo escenario
con todo un John Sloman, que se
subió a cantar con ellos en uno de sus
conciertos.
Aunque la lanzadera del disco era esa versión del clásico de Los Bravos, siempre me pareció que el
tema estrella era el que le daba título al álbum. “Take it all” contenía ese Rock
directo y con un cierto toque comercial que, desde luego, no era lo que se
llevaba por estos lares en esos años; en fin, creo que merecieron mejor suerte.
Nunca sabremos lo que hubiese pasado de haber tenido el apoyo serio de una
potente compañía de discos detrás de ellos.
Tigres: "Take it all".
Tigres: "Siéntelo dentro".
No se me ocurre mejor momento que estos calurosos meses de verano para
volver a reivindicar la música de este buen grupo, tan directa como melódica.
Como curiosidad podemos comentar que el disco compartido “Heavy Rock Al Rojo” contenía la adaptación al castellano, bajo el
título de “Siéntelo dentro”... mejor
en inglés. Vamos a ver si con esta fiebre de come backs de los últimos años,
con mayor o menor enjundia, les da por volverse a juntar. Sería otro bonito
homenaje a Pedro Bruque, al que ya
se le han hecho algunos, aunque siempre ha habido algo que no ha funcionado
como debiera y que ha puesto nuevamente de manifiesto los medios que tenemos en
este país para este tipo de música; seguro que el tema daría para otra entrada
en estas páginas.
Este es el verano de Van Halen,
sin duda. El grupo norteamericano por excelencia, con David Lee Roth al frente, ha publicado el esperadísimo doble álbum
en directo que nos debían a todos sus seguidores desde siempre. Sin embargo, no
contentos con eso, se han embarcado en uno de sus macro tours veraniegos por
EEUU – Europa y España ni de broma, claro -. Verano y Van Halen: el binomio perfecto.
El tour se inició a primeros de Julio y tiene conciertos programados
hasta Octubre, aunque la fecha final no está cerrada todavía. Hace menos de una
semana nuestro grupo preferido visitó uno de sus principales fortines: Nueva
York. El cuarteto actuó dos días en el Nikon
At Jones Beach Theater, registrando llenos casi totales en ambos
conciertos. El enclave de la playa de Jones Beach, ubicada en la neoyorkina
localidad de Long Island, resulta incomparable y de ensueño, desde luego. Un
auditorio al aire libre con capacidad para quince mil asistentes situado en
plena playa; no es broma, el recinto está construido literalmente dentro del
agua. La sensación al contemplar el atardecer rodeado de gaviotas, la suave
brisa del Océano Atlántico y los Van
Halen dando estopa de la buena no tiene precio. Los norteamericanos tienen
muchos defectos, eso seguro, pero entienden como nadie los conceptos de
entretenimiento y espectáculo.
Nikon At Jones Beach Theater. Concierto del 13.8.15.
El artista invitado para la ocasión era el guitarrista Kenny Wayne Shepherd que, acompañado de
una solvente banda y un interesante vocalista, nos demostró lo bien que puede
sonar el Blues interpretado por alguien que tenga un buen abanico de recursos y
habilidades a la hora de tocar la guitarra. Cerró con “Voodoo chile” de Hendrix.
Gusto y técnica a raudales. Totalmente recomendable.
Kenny Wayne Shepherd.
En lo que respecta a Van Halen
podemos decir que fue un concierto como Dios manda. El sonido resultó impoluto
y espectacular, nada que ver con los bochornosos esperpentos sónicos que nos
azotan en la mayoría de los recintos madrileños (in)habilitados para conciertos como La Cubierta o la Plaza de
Toros de Vista Alegre – imborrable el vergonzoso recuerdo de la mierda de
acústica del concierto de Iron Maiden
en su presentación del disco “Dance Of
Death” – por citar algunos ejemplos.
El repertorio fue sorprendente y sensacional, durante dos horas nos
desgranaron sus canciones más conocidas y cayeron unas cuantas gemas que nunca
habían tocado en directo como la sugerente “Drop
dead legs” y su groove asesino, “Dirty movies” y su frenética cadencia,
la melodía de “Feel your love tonight”
que no sale de tu cabeza, el sorpresón de “In
a simple rhyme” con ese inicio acústico y el final a toda máquina como
aparece en el disco “Women And Children First”
o el trepidante e inesperado inicio con “Light
up the sky”; nunca un setlist de Van
Halen había ofrecido tal cantidad de novedades y con tamaña calidad y
enjundia. Obviamente también tocaron los clásicos que todos queremos escuchar,
temas como “Running with the devil”, “Hot
for teacher”, “Everybody wants some” o
“Somebody get me a doctor” entre otros.
Van Halen: "Hot for teacher". Vídeo oficial.
El batería Alex Van Halen y
el bajista Wolfgang Van Halen, hijo
del guitarrista Eddie, ejecutaron su
función como base rítmica con muchos enteros. Es imposible olvidar el sitio del
bajista clásico Michael Anthony pero
hay que reconocer que, a nivel de sonido, el tío y el sobrino sonaron como un
cañón. Por su parte, Eddie Van Halen
fue una vez más ese guitarrista innovador y revolucionario en cuyo espejo se
siguen mirando miles de músicos. Sonó con mucha claridad y nos hizo disfrutar
con sus armonías y escalas a los allí presentes; su interpretación del “Hot for teacher”, entre otros, fue
para quitar el hipo.
Alex Van Halen. Wolfgang Van Halen - David Lee Roth.
Eddie Van Halen. David Lee Roth.
David Lee Roth ejerció de
perfecto maestro de ceremonias, en una impresionante forma física a sus sesenta
y un años no paró de moverse por todo el escenario con sus zapatos de bailarín
sin dejar de saltar, bailar y entretener al personal como solo él sabe hacerlo.
Me gustó mucho su voz, con ese toque bluesy
y profundo que le dan una nueva dimensión a piezas como “Little guitars”, “Dance the night away”, “Beautiful girls” o “Ill wait”. Al contrario que a otros
cantantes, sus agudos parece que han mejorado con el paso de los años aunque se
sigue apoyando en los coros de Wolfie,
el bajista, para determinados pasajes de algunos temas. Definitivamente lo que
canta lo hace con mucha clase. Y de su puesta en escena lo único que podemos
decir es que resulta espectacular, Roth
destila la idiosincrasia de NYC por todos los poros de su piel, desde su
vestuario, puesta en escena y comentarios, todo es espectáculo. Se metió al
público en el bolsillo de su elástico desde el primer instante que abrió la
boca para saludar y agradecernos nuestra asistencia a su show, bailó al más
puro estilo del tristemente fallecido Padrino
del Soul encima del suelo deslizante que le colocaron en el centro del
escenario, nos recordó sus primeros días como chaval la primera vez que visitó
Nueva York, desplegó todo su arsenal de movimientos de artes marciales, bromeó
con las señoritas de las primeras filas mientras se tocaba la entrepierna con
tal gracia que consiguió no parecer soez en ningún momento e incluso fue capaz
de lucir con estilo una ridícula gorra que se calzó en la parte final de la
actuación. La mezcla definitiva entre James
Brown, Errol Flynn, Frank Sinatra y
Bugs Bunny.
La parte final del concierto fue de traca, empezó con el propio David solo en el escenario con una
armónica y una guitarra acústica interpretando el tema “Medicine man”, de su último disco en solitario “Diamond Dave”, que sirvió de intro
para una abrumadora versión del clásico “Ice
cream man” así como de unos incendiarios “Unchained” y “Ain’t talkin’
bout love”. Acto seguido Eddie Van Halen interpreto “Eruption”, su famoso solo guitarra,
intercalando fraseos y punteos de otros temas del grupo que derivaron en “You really got me”, la versión de los Kinks que les puso en el mapa allá por 1978;
para cuando aquello ya resultaba imparable nos regalaron un “Panama” a piñón fijo y finalizaron con
su archiconocido éxito “Jump” ante
quince mil personas en pie, saltando y coreando el estribillo del tema. Muy
grande.
Van Halen: "Unchained"-"Ain't talkin' bout love". Nikon. No oficial.
Al finalizar el show volvimos a la insuficiente, caótica y chapucera
infraestructura del transporte neoyorkino, eran simplemente las 10:45 pm y
ningún servicio que conectase desde Jones Beach hasta el tren de turno de
Manhattan, siendo los coches particulares y los taxis los únicos recursos
disponibles para el desplazamiento. En fin. Nos quedamos en nuestras cabezas
con los ecos de la distorsión de la guitarra de Eddie y la hiperactividad de Roth
mientras rezamos para que se decidan a venir a Europa de una puñetera vez.
Van Halen: Nikon At Beach. Concierto del 15.8.15.No oficial.
Intentar comprender toda la escena musical angelina de los años
ochenta y primeros noventa sin la presencia de Ratt es imposible. No fueron los mejores, ni los más famosos, ni
los que más discos vendieron, ni lograron alcanzar el status de compañeros como
Van Halen, Motley Crue, Poison o Cinderella entre otros, pero este
grupo angelino vivió sus años de gloria en esos dorados ochentas en los que
literalmente todo valía dentro del universo del Rock duro. El sonido de la guitarra del virtuoso Warren De Martini o el personalísimo
tono de voz de Stephen Pearcy van
irremediablemente unidos a esa época y, desde el momento que suenan las
primeras notas de cualquiera de sus canciones, tienen la habilidad de
transportarte a esos años sexo, drogas y rock’n roll. Forman
parte indisoluble de la banda sonora de cada verano para muchos de nosotros. Canciones como “Wanted
man”, “Way cool Jr”, “Can’t wait on love”, “Round and round” están
presentes en el ideario veraniego compartiendo espacio e importancia junto con
el chiringuito de playa, las vacaciones, el calor y el relax propio de esta
época del año. Este grupo, que creció bajo la sombra de Van Halen al igual que otros muchos de su generación, nos dejaron
auténticas joyas como la canción “Back
for more”.
Ratt: "Back for more".
La noticia está en estos
últimos días con la aparición de hasta tres proyectos de sus miembros en
solitario relacionados con la banda madre, a la carrera en solitario de Stephen Pearcy se le suman el nuevo
proyecto del batería Bobby Blotzer Ratt
Experience y el del bajista Juan
Croucier The Other Voice Of Ratt. Casi ná.
Stephen Pearcy. Warren De Martini. Bobby Blotzer.
Juan Croucier. Robbin Crosby.
Pese a haber vendido varios millones de discos durante sus años de
gloria y haber alcanzado varios discos de platino, los últimos años del grupo
han sido verdaderamente duros. Una historia llena de agrias peleas y disputas
internas, coqueteos con las drogas y todos los excesos de la Norteamérica de
esos años, la muerte de uno de sus miembros clásicos o los excesivos egos
desplegados por algunos de sus miembros no le han sentado nada bien al grupo,
que actualmente parece disgregado y preso de esos conflictos. Resulta
especialmente cachondo que, aunque ninguno de sus miembros alcanzó el
estrellato absoluto, demostraron tener unos egos más grandes que personajes
consagrados como David Lee Roth o Steven Tyler. El vocalista Stephen Pearcy se ha separado varias veces
del grupo y ha acabado tocando en los tugurios más bajos y cutres de la América
profunda, pero todavía aparece en las entrevistas como si actuase cada noche en
el Madison Square Garden; el ex
bajista Juan Croucier nunca llegó a
nada cuando salió de la banda pero hasta hace muy poco tiempo ni siquiera
quería hablar de ella en las entrevistas... llegando a solicitar que se hablara
solo de su estudio de grabación!! Y qué podemos decir del batería Bobby Blotzer, uno de los actuales
propietarios del nombre del grupo y que se mete en acaloradas discusiones sin
sentido por facebook, que a las pocas horas borra día sí y día también, contra
su ex vocalista y su ex bajista. Hay que reconocer que todo esto tiene un punto
cachondo, nos amenizan las calurosas tardes de verano a los seguidores de
clásicos como “Round and round”.
Por un lado tenemos a Stephen Pearcy en solitario. Lo cierto
es que ha ido compaginando su carrera en solitario con su estancia a
trompicones en Ratt, nunca ha estado
del todo claro cuando estaba dentro y cuando fuera porque se han pasado a la
gresca estos últimos años. Cuando se fue del grupo por última vez el pasado dos
mil catorce se produjo un duro y agrio cruce de declaraciones por la red – bendito
Facebook – entre el cantante y el batería Bobby
Blotzer. Desde descalificaciones hasta insultos personales; unos angelitos.
El batería achacaba al cantante falta de compromiso con el grupo y Pearcy se despachaba con socarronería
dejando ver que el batería sin su característica voz en la banda no es nada.
Nuestro encantador vocalista lleva desde el pasado año dos mil once anunciando un
nuevo disco en solitario que todavía no ha salido, ha puesto a la venta algunos
temas sueltos, le ha cambiado al título anunciado al disco un par de veces… y
acaba de decir, después de poner a caldo a sus ex compañeros de Ratt, que hay un par de canciones
grabadas con los propios Ratt y que
no sabe nada pero le gustaría que algún día viesen la luz. Desde luego, no debe
ser sencillo el día a día con este encanto.
Aunque no le debía faltar razón
al bueno de Stephen porque parece
que Ratt no tienen intención de
volver a la actividad con otro cantante, en estos días inciertos de banquetes
de migajas para los grupos que fueron semi estrellas en el pasado la baza del
vocalista original suele ser casi definitiva. Aquí parece ser que el principal
culpable es el guitarra fundador Warren
De Martini, que parece reacio a reformar el grupo sin Pearcy. Por su parte Blotzer
hace unas semanas ha sorprendido a todos montando una especie de grupo tributo
para tocar los temas de Ratt. Bajo
el sugerente y original nombre de Bobby
Blotzer Ratt Experience ha reclutado a músicos de LA Guns o Love/Hate y se
ha lanzado a la carretera a realizar actuaciones recogiendo los temas clásicos
de Ratt más la incorporación en el
set list del buenísimo disco “Invasion
Of Your Privacy” de Ratt en su
totalidad; por supuesto también ofrecen un homenaje póstumo al fallecido Robbin Crosby. Una jugada más para
provechar el posible tirón que puedan tener hoy en día Ratt, que desconozco cuál será aunque que no me importaría en
absoluto asistir a uno de sus conciertos si pasaran por mi ciudad. Por último,
hace un par de días soltaba en comentarios por internet unas perlas del estilo
que el problema entre Stephen y Ratt provienen de roces con el
guitarrista Warren De Martini. Aquí
no hay quién entienda nada.
Pero lo que ya resulta
sorprendente del todo es que el bajista Juan
Croucier ha hecho lo mismo con su propio grupo. Nuestro querido angelito ha
montado una banda que, bajo el singular y nada pretencioso nombre de Juan Croucier The Other Voice Of Ratt,
tiene como intención recrear los temas de Ratt;
con dos cojones. Resulta curioso que un tipo que salió del grupo hace más de
veinte años, que se pasó todo ese tiempo despotricando de la banda y que volvió
al combo hace un par de años haya conseguido salir tarifando de nuevo con todo
el mundo y ahora tengo los arrestos de salir con una especie de grupo homenaje.
El propio Blotzer no ha tardado ni veinticuatro horas en anunciar que el nombre es de su propiedad y que tiene pensado demandarle. Delirante. Una vez más, si pasan por mi ciudad voy a verlos, fijo.
Lo cierto es que el grupo lleva unos cuantos años sin levantar cabeza
y es una lástima porque, cuando los astros se han alineado y sus componentes han
podido soportarse en un estudio de grabación durante un par de semanas, han
creado grandes canciones. Stephen Pearcy
dejó el grupo en el 1992, en pleno apogeo del Grunge que les hundió como a otros tantos grupos de Hard Rock americano, volvió a la banda en el 1997, les volvió a
dejar en el año 2000, se reagrupó de nuevo con ellos en el 2006 para volver a
largarse el pasado año 2014; vamos, todo un angelito.
La formación clásica, la que grabó las canciones que todos conocemos,
estaba formada por Stephen Pearcy a
la voz, los guitarristas Warren De
Martini y Robbin Crosby, el
bajista Juan Croucier y el batería Bobby Blotzer. En el año noventa y dos
se desbandó el grupo tras la salida de Pearcy,
desde entonces el nombre del grupo está bajo propiedad de Blotzer y De Martini,
que han seguido con el grupo buscando a otros componentes; en esos años han
contado con la inestimable ayuda de músicos como el cantante de Love /Hate Jizzy Pearl, el
guitarra/cantante que pasó por Motley
Crue John Corabi o el ex guitarra de Quiet
Riot Carlos Cavazo entre otros músicos ilustres. Por su parte Juan Croucier se construyó un estudio
de grabación y colaboró en un par de discos normalitos pero que pasaron totalmente
desapercibidos, resulta curioso el odio que siempre ha destilado hacia su
antigua banda, negándose a hablar de ella en ninguna entrevista hasta hace bien
poco.
Ratt con Jizzy Pearl y John Corabi.
La peor parte se la llevó el tristemente malogrado Robbin Crosby, fallecido por SIDA en el 2002. Especialmente tristes
fueron sus últimos días, muriendo solo en un hospital sin su familia ni ninguno
de sus ex compañeros cerca. Ahora todo parecen recuerdos sentidos y homenajes
desde miembros de su grupo, pero la realidad es que pasaron de él cuando
enfermó e incluso cuando se volvió a reagrupar la formación original en el 1997
bajo el auspicio de la multinacional Sony
y el cheque en blanco de John Kalodner,
mentor y figura en la sombra de muchos de los mega éxitos de las bandas de los
ochenta y noventa, el resto de los miembros no le dejaron participar en la
reunión porque estaba enfermo, gordo y había perdido su apariencia física. Un
duro mazazo que seguro supuso una zancadilla más en esos tristes últimos años
de su vida; pero de esto puede que hablemos en otro momento.
Última grabación de Robbin Crosby. 1999.
Tal y como están las cosas puede ser que los Ratt sean probablemente le grupo más inestable del planeta, por lo que
si te gusta el grupo y tienes la extraña oportunidad de verlos en directo, no
lo dudes ni un segundo y lánzate en picado a disfrutar de la experiencia.
Todavía recuerdo como increíblemente les contrataron para actuar en un festival
celebrado en la granadina ciudad de Atarfe en el año dos mil siete, ofreciendo
una estupenda actuación durante los más de noventa y cinco minutos que duró su
show. Un año después anunciaron gira europea y española, que por supuesto se
suspendió por cualquier roce que surgiera en cualquier momento del día entre
estos individuos tan peculiares. Nos quedamos disfrutando con su clásico “Round and Round” y cruzando los dedos
para que se coman los mocos con sus extraños proyectos en solitarios y no les
quede más remedio que volverse a juntar otra vez más. El Rock lo agradecerá.