Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
En estos días se produce una
curiosa coincidencia para todos los que residimos en Madrid. Hace apenas unos
días nos visitaban en el Nuevo Apolo los Beach
Boys –o la banda de acompañamiento de Mike
Love y Bruce Johnston que, de
cualquier modo y pese a todo lo que el caradura de Love se ha aprovechado de Brian
Wilson, suena que te cagas– y justo una semana más tarde pisarán otro
escenario madrileño Aerosmith, el
grupo de Joe Perry y Steven Tyler; los Toxic Twins. El final del
mes de Junio ideal para algunos de nosotros. A priori no parece que salga a la
primera una posible relación entre estos dos grandes grupos –si obviamos el
hecho de que ambos tienen excepcionales compositores y grandes canciones que
han acompañados a distintas generaciones de personas–, pero si nos salimos un
poco de los clásicos y manidos clichés nos encontramos con que ambos grupos
decidieron, en un determinado momento de sus respectivas carreras, que era
necesario realizar una versión de la canción “Remember (Walking in the sand)”.
Steven Tyler & Joe Perry.
El tema “Remember” fue compuesto por George
Morton y grabado originalmente por el conocido grupo femenino de los años
sesenta llamado The Shangri-Las.
Sacaron la canción en formato single allá por el año sesenta y cuatro
obteniendo un nada desdeñable Top cinco en las listas de éxitos de la época.
Normal, es un pedazo de canción con unos arreglos sobrecogedores que te
desarman y paralizan mientras te sumergen en esa tristeza contenida que respira
todo el tema. Qué tiempos aquellos en los que este grupo o The Ronettes, bajo la tutela de Phil Spector, llenaban los oídos del público de grandes canciones,
brillantes melodías e increíbles juegos de voces.
The Shangri-Las: "Remenber (Walking in the sand)".
El combo de Steven Tyler y Joe Perry decidió versionar este tema para su álbum “Night In The Ruts” del año 1979. Si
por algo se caracteriza esta pareja –uno de los mejores equipos compositivos de
la Historia de la Música, sin duda– es por su bagaje musical y su olfato para
rescatar grandes canciones pasándolas por el particular y genuino tamiz de su
estilo musical. La versión que nos ofrecen en este disco respeta completamente
al tema original, manteniendo ese toque intenso y melancólico –casi se podría
hablar de dolor mientras escuchas la desgarradora voz de Tyler en las estrofas finales del tema–. Aerosmith mantuvieron los arreglos originales de la canción y le
añadieron sus guitarras eléctricas. Merece la pena adquirir cualquier disco
solo por el hecho de contener una canción así.
Aerosmith: "Remember (Walking in the sand)".
Steven Tyler.
Por su parte los Beach Boys –o mejor dicho, el grupo que
montó Mike Love junto a su escudero Bruce Johnston cuando finalmente logró
hacerse con los derechos del nombre–, tras el sorprendente aunque merecido
éxito comercial y en las listas de su tema “Kokomo”,
se aventuraron a grabar lo que para el propio Love sería el disco que representase la quintaesencia del verano. El resultado fue el tibio “Summer In Paradise”, fue el primer
disco de Beach Boys que no contó con
ningún aporte de Brian Wilson y eso
se nota. Pese a todo es un álbum que siempre me ha atraído mucho y que contiene
algunos grandes temas. La crítica se cebó con el pobre Mike Love, aunque tampoco me parece un cd tan malo como muchos
críticos lo pintan. De todos modos, si partimos de la premisa de que muchos
críticos ni siquiera se escuchan completos los discos que comentan, todo se
puede entender. Fue un álbum muy polémico por todas las circunstancias que
rodearon al grupo, ya bastante disfuncional de por sí, y sin duda merecerá que
lo abordemos en profundidad en otro momento. Tal vez el verano que viene.
Brian Wilson. Mike Love.
El caso es que este disco
contiene la particular versión del clásico tema de las Shangri-Las. La canción está completamente beachboyzada, modifican los arreglos añadiendo una estructura
diferente a la original y añaden un juego de voces de otro planeta. Es cierto
que The Shangri-Las era un grupo
coral, pero lo de los Beach Boys con
las líneas melódicas de sus canciones es para estudio de doctorado. Hay grupos
que trabajan los coros en sus canciones, doblan voces y demás para ofrecer un
resultado final más cuidado y al detalle. El asunto es que Beach Boys, de la mano del genio Brian Wilson, entienden las líneas vocales como un todo en sí
mismo. A sus ya de por sí intrincadas composiciones, el mayor de los Wilson siempre buscó añadir distintos
juegos vocales. No hablamos solo de coros -que los tienen, muchos y cuidados
hasta la asfixia-, sino que el bueno de Brian
además se dejaba la vida buscando rebuscadas líneas vocales, distintas y
superpuestas unas con otras hasta lograr ese todo mágico final en forma de
canción. No conozco a ningún –repito: ningún– grupo que te meta en una misma
canción hasta cuatro líneas vocales distintas y superpuestas, amén de los coros
que van a parte, claro. Un finísimo ejemplo de estas complicadas estructuras
musicales que entran en tu cabeza para no abandonarte jamás en la vida con esa
suavidad y facilidad tan pasmosa, sería el tema “You’re so good to me”. Cualquier compositor que se digne de serlo
debería estudiar canciones como esta para darse cuenta realmente de lo que
diferencia a esos escasos genios tocados con el dedo de Dios del resto de los
humildes mortales. Pero no quiero desviarme. La versión de “Remember” de Beach Boys
nos presenta unos interesantísimos arreglos y un sencillo pero bonito solo de saxo
que cierra el tema de manera redonda. Aunque el culmen llega con la
interpretación vocal del tristemente fallecido Carl Wilson. El del medio de los hermanos nos vuelve a demostrar
que fue bendecido con una voz preciosa y especial –ese I wanna know tras el solo de saxo en el tema que nos ocupa es de
otra galaxia–. Todo este universo musical abarca este grupo tan característico,
sin olvidar que –en palabras textuales del propio Carl– Beach Boys no deja
de ser un grupo de Rock.
Beach Boys: "Remember (Walking in the sand)".
Carl Wilson. D.E.P.
Y para finalizar un apunte
completamente gratuito sobre esta última consideración de Beach Boys como una gran banda de Rock que ha sabido crear un sonido propio y reconocible. No veo
mejor forma de acabar este escrito que con la canción “It’s about time”, composición de Beach Boys a cargo de Dennis
Wilson y Al Jardine. Dedicada a
todo el que duda de la valía de Beach
Boys como grupo de Rock. Una
canción para tapar unas cuantas bocas y por el simple placer del P.
Rock n’Roll.
Llegan los calores estivales y hablar de Van Halen resulta algo
natural; es más, diría que no es posible entender el verano sin el entrañable
combo comandado por el genial guitarrista Eddie y su carismático
vocalista David. Canciones como “Panama”, “Unchained”, “Drop dead
legs”, “Dreams” o “Summer nights” están indisolublemente ligadas a
la banda sonora ideal que se programa dentro de los cerebros de muchos de
nosotros cuando llega la subida de temperaturas. Hace ya muchos años -tal vez
demasiados- que Van Halen suele ser noticia por cuestiones que tocan el
asunto musical solo tangencialmente y eso nunca debería ser una buena noticia,
aunque no podemos negar que llega a tener su interés seguir las evoluciones de
la disfuncional familia que conforman Eddie, Sam, Dave &
Co. Hace apenas unas semanas, a raíz de unas declaraciones de Sammy
Hagar y Michael Anthony, saltó un nuevo rumor en el que se situaba
al grupo bajo la posibilidad de realizar una gira conjunta con los dos
cantantes: David Lee Roth y Sammy Hagar; parece que nos olvidamos
de Gary Cherone. El propio Sammy ha comentado que sería como un
regalo para los fans e incluso ha indicado cómo podría ser el doble set list
a representar por el grupo, cada uno con un vocalista. Por su parte Michael
Anthony ha dicho hace apenas un par de semanas que cada repertorio podría
durar una hora y que seguro que el público quedaría encantado con las dos
puestas en escena de cada vocalista.
David Lee Roth. Sammy Hagar.
Por supuesto, nadie desde el actual campamento de Van Halen se
ha pronunciado al respecto. Si por algo se está caracterizando últimamente David
Lee Roth -el otrora orador continuo que aprovechaba cualquier oportunidad
para regalarnos alguno de sus impagables speeches- es por su mutismo en
los medios y si hablamos de Eddie Van Halen debemos decir que siempre se
ha caracterizado por no soltar una sola palabra a una prensa que estoy seguro
que detesta... e imagino que con razón.
Eddie Van Halen.
Aunque hay elementos que nos hacen sospechar un ligero acercamiento
entre Dave Roth y Michael Anthony. En 2013 David comentó
que una de las marcas distintivas y características del sonido de Van Halen
eran los coros agudos de Michael Anthony, el propio Roth asumía
el problema que debía tener Eddie con Anthony aunque reconocía
esta aportación a la esencia del grupo. Sin embargo el hecho más relevante se
ha producido hace apenas un mes. Desgraciadamente nuestro sufrido bajista
perdió a su nieto de dos semanas Rex por una enfermedad cardiaca. El
propio Anthony acto seguido formó una fundación para investigar y
concienciar sobre este problema. A los pocos días Michael Anthony
informó a la prensa de que el mismísimo David Lee Roth había realizado
una donación a su fundación por valor de 10.000 dólares y que supone la mayor
donación recibida para dicha fundación, ante su sorpresa Michael se puso
en contacto vía email con la agencia que le comunicó la donación y acabó
confirmando que Diamond Dave había realizado dicho gesto a la vez que le
devolvía el correo electrónico deseándole lo mejor a Anthony y su familia. David Lee Roth: class
act.
Michael Anthony.
David Lee Roth.
Todos estos chismes y comentarios llevan siendo algo habitual dentro
de la dinámica de Van Halen en los
últimos años. Tras miles de rumores, dimes y diretes, comunicados y
desmentidos, el pasado año 2007 -Dios mío, cómo pasa el tiempo- se produjo el
milagro: Eddie Van Halen y David Lee Roth se presentaban de
manera conjunta ante la prensa para anunciar que ambos volvían a subirse a los
escenarios bajo la denominación de Van Halen. El grupo se completaba con
el batería Alex Van Halen, como no podía ser de otro modo, y con la
sorpresa de la presencia de Wolfgang Van Halen -hijo del propio Eddie-
al bajo sustituyendo al entrañable Michael Anthony. Esta formación nos
ha llenado de felicidad a muchos de nosotros a lo largo de esta década,
realizando tres giras por EEUU y publicando por fin un nuevo disco en estudio.
Conviene recordar que el último redondo de Van Halen con David Lee
Roth databa del año 1983, por lo que la expectación fue máxima y resultó un
placer comprobar cómo Van Halen y David Lee Roth volvían a reinar
en el colorido mundo musical. Poca gente en el mundo del espectáculo se merece
todo el éxito y reconocimiento como David Lee Roth, nuestro adorado Diamond
Dave ha pasado por muchas vicisitudes a lo largo de su dilatada carrera
artística; estos avatares merecen otra entrada en estas páginas, seguro. Si a
este nuevo disco en estudio se le suma la publicación del primer doble en
directo de esta formación, cosa que ocurrió el pasado 2015, la felicidad no
podía estar más justificada. Un doble en directo de los de toda la vida,
recogido de sus actuaciones japonesas. Resultaron muy cachondas las críticas
que el querido Sammy Hagar escupió
por su boca, que si no había feeling,
que si se detestaban y eso se notaba, que si la producción, que si tal y cuál;
lo de siempre. El dichoso directo levantó muchas ampollas, sobre todo en lo que
respecta a las voces de Roth, aunque
muchos músicos se posicionaron a favor de Diamond
Dave. Entre las opiniones más atómicas estaba la de Frank Hannon, el guitarrista de Tesla sentó cátedra cuando dijo que el directo de Van Halen titulado “Live At Tokyo Dome” era una pasada, un sueño para todos los que
como él crecieron con discos como “Van
Halen II”, “Women And Children first” o
“Fair Warning”, y que el que quisiera buscar un disco con perfectas voces
cristalinas debería comprarse el directo del grupo One Direction. No puedo estar más de acuerdo. Soy muy fan de Van Halen en cualquiera de sus
vertientes, pasé la etapa de exclusividad con David Lee Roth –es ridículo no vibrar con los discos y las voces de
la etapa de Sammy Hagar, de hecho
esas canciones me llevan acompañando desde la adolescencia-, incluso me quedé
en casa cuando Van Halen nos
visitaron en el 95 presentando el discazo “Balance”
con una banda en su plenitud y con un Sammy
Hagar pletórico. Creo que es una de las cosas que no he hecho en mi vida de
la que más me arrepiento. No obstante, pese a que la producción del directo de
Tokyo suena más cruda y en consonancia con esos primeros discos del grupo, uno
no tiene más que escuchar ese inicio asesino de “Unchained” para quedarse prendado del disco o la trepidante “I’m the one” para alcanzar a
comprender el porqué este grupo es tan especial y único.
Van Halen: "Unchained". "Live Tokyo Dome".
Van Halen: "I'm the one". "Live Tokyo Dome".
Pero volvamos a los últimos acontecimientos de esta familia tan
desconcertante. Mientras todo esto ocurría se producían los encontronazos,
acusaciones y zancadillas verbales entre el campamento de los hermanos Van
Halen y el de Sammy Hagar/Michael Anthony. Conviene comentar que David
Lee Roth y Sammy Hagar siempre han jugado un papel de rivales dentro
de esta peculiar familia y se han dedicado a lanzar mierda, con mayor o menor
clase, cuando se han encontrado fuera de la multimillonaria banda. Imagino que
este enfrentamiento obedece más a la posición artística y económica que les
confronta, lo que está claro es que las perlas que se han dedicado a lo largo
de todos estos años no tienen desperdicio. El colofón final a toda esta hilarante
historia acaeció cuando ambos vocalistas, pese a seguir detestándose, unieron
sus fuerzas para un doble cartel atómico que recorrió los States bajo el
acertado nombre de “Sam & Dave” -lo que no se le puede negar a esta
gente es que sabe de qué va esto del negocio del espectáculo y ambos tienen
mucha clase- y que supuso todo un éxito durante ese verano de 2002; impagables
horas de diversión las que nos ofrecieron, dentro y fuera de los escenarios.
Como os podéis imaginar, las anécdotas salvajes se cuentan por cientos: burlas
del campamento Hagar sobre la actitud de divo de David Lee Roth,
referencias por la parte de Diamond Dave sobre el sobrepeso de Sammy...;
un momento impagable se produjo cuando David Lee quiso entrar en la zona
de prensa del backstage de uno de los shows y tuvo que esperar
pacientemente en su camerino para no toparse con el bueno de Sammy. Ni
que decir tiene que, pese a actuar consecutivamente, en ningún concierto
llegaron a compartir escenario a la vez para cantar algún tema. Y todo esto
aderezado de grandes canciones que rebozan frescura, juventud y retratan con
letras de oro a toda una generación. Lo dicho: horas de diversión y espectáculo
con mayúsculas.
Sam & Dave Tour. Presentación en prensa. Durante estos últimos diez años la relación de Eddie Van Halen
con el bueno de Michael Anthony ha sido bastante confusa. Nuestro
querido bajista se ha comido unos cuantos marrones en la banda de los hermanos,
fue él quien tuvo que explicarle a la prensa que David Lee Roth no era
capaz de cantar adecuadamente durante el fallido intento de reunión en el año
1996 para el que publicaron el recopilatorio “Best Of Vol I” incluyendo
un par de temas nuevos con Roth. De hecho continuó en el tour de reunión
del grupo con Hagar que llevaron a cabo unos años más tarde, el propio Anthony
tuvo que acceder a rebajarse el sueldo si quería seguir siendo de la partida...
y todo ello gracias a la presión de Sammy Hagar para que siguiese en el
grupo. Sammy Hagar y Michael Anthony han cimentado una verdadera
relación de amistad a lo largo de los muchos años que hace que se conocen y no
ha sido nada raro escuchar regularmente a Sammy salir en defensa de Michael
cada vez que le han criticado desde el seno de Van Halen. En estos años Eddie
Van Halen ha dicho unas cuantas cosas muy feas sobre su bajista original:
que si no sabía tocar una sola nota, que si su voz en falsete no era importante
o que si en la gira Anthony tenía que ir con una cámara grabando a Eddie
cómo tocaba para aprender. Totalmente innecesario ese ensañamiento con el pobre
Michael, que siempre ha sido el miembro menos problemático en cuestión
de egos dentro del grupo. Una cosa es que le quiera echar del grupo, si tu jefe
decide prescindir de tus servicios no te queda otra que coger tus bártulos y largarte
con viento fresco -con tu consiguiente indemnización por despido, claro-.
Te puede gustar más o menos, pero ahí no hay nada que objetar. A estas alturas
pienso que todos tenemos claro que Van Halen es el grupo de Eddie
y, pese a la importancia de Roth o Hagar, sin él nunca hubiera
habido Van Halen; al César lo que es del César. Lo que
está mal es largar mierda de la persona que te acompañó en la banda durante
casi treinta años. Curiosamente hace unos meses el bueno de Anthony comentó a la prensa que había
hablado por teléfono con Alex Van Halen,
llevaba diez años sin saber nada del grupo y sorprendentemente Alex se puso en contacto con él para
charlar y ver cómo iban sus respectivas vidas. Algo tan simple y trivial cobra
un sentido especial si nos referimos al extraño y fascinante universo Van Halen. Respondiendo a la pregunta
del periodista, el propio Michael
comentó que no tenía intención de ponerse en contacto con los hermanos Halen, pero estaba abierto a cualquier
tipo de colaboración en el futuro. No hay que olvidar que Wolfgang, el bajista de los últimos tours de reunión e hijo de Eddie, ha anunciado recientemente que
tiene intención de lanzarse en solitario. Interesante.
Eddie Van Halen y Michael Anthony.
Más compleja resulta la relación entre Sammy Hagar y Eddie Van
Halen. Una amistad que comenzó a mediados de los ochenta y que duró hasta
el año 1995 regalándonos a los fans una segunda y nueva vida del grupo. Tras
echarse encima toda la mierda que pudieron, aparentemente hicieron las paces
para una gira americana en el verano de 2004. Aquello acabó como el rosario de
la aurora, desde el inicio la cosa se torció puesto que Eddie no quería a Michael
Anthony en el grupo y tuvo que aceptarlo debido a la insistencia de Hagar –aunque le bajó el sueldo y los
beneficios del merchandising-. Tras
aquella gira separaron definitivamente sus caminos. Los años siguientes hemos
asistido a numerosos episodios, a cuál más triste o cachondo, desde las mutuas
descalificaciones hasta la supuesta negativa de los hermanos a permitir
interpretar temas de Van Halen en
los conciertos en solitario de Sammy.
Tal vez el episodio más desagradable y ridículo se produjo el pasado año a raíz
de las innecesarias descalificaciones públicas de Eddie sobre Michael Anthony.
La respuesta pública de Hagar estuvo
a la altura del dislate general. Nuestro amigable Sammy se dedicó a lanzar mierda sobre la nueva unión de David Lee Roth y Eddie Van Halen comentando que se notaba que no había química allí
y que se notaba en los directos –no sé si nuestro adorable vocalista asistiría
a algunos de esos shows para formarse una opinión tan gratuita-, aunque lo
gordo llego cuando se refirió específicamente a esos descalificativos sobre Anthony. Nuestro cantante favorito
llamó a Eddie Van Halen mentiroso y
le mandó a la mierda –textualmente-; vamos, una entrañable reunión de colegas.
Sammy Hagar y Eddie Van Halen. Gira 2004.
Resulta altamente interesante el hecho de que Sammy Hagar se haya pasado todo este tiempo lanzando toda la mierda
que ha podido contra Eddie y ahora
nos cuente que añora la amistad y lo que consiguieron crear juntos durante los
años de su estancia en Van Halen.
Justo como Dave Roth cuando ha
estado fuera del grupo. Ninguno parece necesitar a Eddie, de ello se jactan en sus diferentes apariciones públicas,
pero luego resulta que todos pierden el culo por tocar en Van Halen. En fin. Recientemente Sammy Hagar ha hecho esfuerzos por recuperar la amistad con Eddie. Según el propio Sammy, a raíz de los fallecimientos de
importantes artistas como David Bowie o Glenn Frey, se dio cuente de que no
podía seguir enfadado con Eddie. La
vida era demasiado corta para esos resentimientos y decidió mandarle una
felicitación a Eddie Van Halen por
su cumpleaños, Eddie le contestó
cortésmente y ya está. El bueno de Hagar,
lleno de nobles sentimientos, encontró adecuado contarle esto a la prensa. Sammy no tiene interés en reunirse con
el grupo, solo era por acabar con las malas vibraciones; vaya, claro.
Sammy Hagar.
El asunto es que esto ocurrió el pasado año. Pues recientemente un
desinteresado Hagar ha vuelto a
rajar a la prensa comentando que esperaba que Eddie le devolviese la felicitación por su cumpleaños, cosa que
parece no haber pasado y que le ha disgustado. No acabo de seguir al bueno de Sammy. Es evidente que no necesita
dinero, nuestro hombre ha sido brillante con sus negocios y ahora está forrado;
incluso apareció en la prestigiosa revista Forbes
con motivo de la venta de las acciones de su Tequila patentado Cabo Wabo, solo por hablar de algunas
de sus acertadas inversiones empresariales. Ni siquiera necesita grupo, tiene
una espléndida discografía en solitario y las súper bandas Chickenfoot y The Circle;aunque está claro que en América no
hay nada como Van Halen, supongo que
no es lo mismo hacerse una gira de cuatro meses por estadios que tocar
intermitentemente en recintos de mediano y pequeño aforo. Una cosa es obvia: está
más interesado en volver a actuar con Van
Halen que un político español en trincar de las arcas estatales . Es por esto que esta última perla que han lanzado de Van Halen
con los dos vocalistas tiene su miga. Veremos qué pasa: Imagino que David Lee Roth, desde la actual
posición de poder que ostenta y que nunca debió perder, no aceptará compartir
escenario con Sammy Hagar ni en mil
vidas; aunque cosas más raras se han visto. De cualquier modo el verano Van Halen se vuelve a presentar
interesante. Y si por un casual se produce la alineación interestelar total y
estos tipos son capaces de subirse juntos a un escenario, no me lo pierdo por
nada del mundo.
Descargas ilegales: ¿ílicitas o no? ¿una oportunidad?
En la anterior reflexión
sobre el elevado precio de los conciertos, apareció en uno de vuestros
comentarios un tema íntimamente ligado, como es el de las descargas ilegales: XXX se preguntaba si eran éticas y
correctas. Evidentemente, si tenemos en cuenta que se baja y se disfruta
totalmente gratis el fruto del trabajo de otros que además les ha ocasionado
una cierta inversión no es para nada lícito. También debemos tener en cuenta
los efectos negativos que pueden provocar estas descargas, que pueden llegar a
limitar el número de trabajos discográficos puesto que estos son cada vez menos
rentables, y el freno que supone para que surjan nuevos grupos. Pero por otra
parte, si valoramos el hecho de que permitan el acceso a la cultura, en este
caso la música, casi ilimitado de todos por igual independientemente de su
nivel adquisitivo la consideración de estas descargas cambia.
Lo que parece obvio es que
casi es imposible que la gente pague por lo que puede conseguir de forma
gratuita. Más si cabe cuando está extendida la opinión de que cuando no había
otra opción que pagar para escuchar música, esto era aprovechado y los discos
tenían unos precios bastante elevados y ahora cuando las tornas han cambiado...
Es muy difícil apelar a la conciencia de la gente. Sobre todo respecto a toda
la música que escuchan, claro, porque siempre hay quienes quieren tener el
trabajo original de tal o cual grupo, que suelen ser de los grandes, y abonan el
precio que les piden.
Las que decidían o al menos
eran muy responsables de la cantidad de dinero que costaba un disco para el
público en general, eran las discográficas, y no podemos olvidar que son ellas
quienes realmente más sufren estas descargas ilegales, pues el porcentaje que
va al grupo por cada disco vendido es reducido, y además las bandas tienen
otras fuentes de ingresos como son las actuaciones en directo.
Por ello resulta lógico que
la propia industria se reinvente y diseñe otro modelo de negocio que le permita
ser rentable e indispensable. Si no es capaz, puede que los músicos estén ante
la oportunidad de ser ellos los que encuentren la solución y logren volar
solos.