Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Muchos son los grupos que ante
el fin de su trayectoria musical anuncian una gira de despedida posibilitando
que sus fans tengan una oportunidad de verles actuar por última vez. Este
reclamo suele funcionar muy bien, las bandas reciben el aliento de su público
acostumbrándose a llenar donde tocan, como les ocurría en el momento de su
mayor apogeo. Así pues, la despedida se retrasa y se retrasa ocurriendo casos
en las que estas giras de adiós se alargan durante años sin encontrar el
momento adecuado para poner el broche final. En otras ocasiones, el grupo al
ver la respuesta del público cree que puede revivir sus momentos álgidos y
decide aplazar su retirada. Por lo que incluso vuelve a meterse en estudio o se
decide a realizar una nueva gira.
Ozzy Osbourne.
Cuando se produce alguna de
estas dos situaciones se suele plantear una disyuntiva. Por un lado, entre
muchos de sus fans y asistentes a esa gira se origina una sensación de tomadura
de pelo, de cuasi estafa porque si anuncian algo deberían cumplirlo, sino es
simplemente un engaño. Sin embargo, otros pueden resultar más comprensivos y
valorar que si el grupo está en forma, ha hecho buenos conciertos y el público
ha disfrutado con ellos estaría en su derecho de replantearse su situación y la
decisión que ya había adoptado.
Claro, siempre que el proceso
seguido haya sido el anterior, porque quién nos dice que un grupo en horas
bajas, que tuvo su momento de gloria en el pasado, no intenta revitalizar su
carrera con este gancho de la despedida que también suele funcionar para así
atraer a más gente a sus actuaciones pero sin plantearse nunca realmente una
disolución de la banda. ¿Qué os parece?
Siempre
es un placer hablar de Graham
Bonnet. Este
vocalista tan singular está completamente de actualidad en estos
días. Hace apenas unos meses que ha publicado su primer disco y
vídeo en directo como solista en el que repasa su dilatada
discografía, en solitario o formando parte de algunos de los
importantes grupos en los que ha puesto a disposición su
espectacular voz. Una carrera discográfica trufada de grandes
canciones y éxitos con su propia banda y/o en compañía de músicos
de la talla de Ritchie
Blackmore, Michael Schenker, Yngwie Malmsteen, Steve Vai, Chris
Impelliteri, Micky Moody o
Cozy Powell, solo
por citar unos cuantos ejemplos. Pocos, muy pocos –prácticamente
ninguno diría yo- vocalistas pueden presumir del palmarés del amigo
Graham;
por algo será.
Este
momento de actualidad de Bonnet
se refleja en España todavía con más intensidad. Además de este
nuevo y primer cd/dvd en directo con su grupo en solitario, el hombre
con el chorro de voz más potente del planeta
se presenta este otoño en los escenarios españoles por partida
doble: primero con el Michael
Schenker Fest a
finales de Octubre y seguidamente con su grupo en solitario
presentando un show especial de Alcatrazz
a principios de Diciembre. Lo de Schenker
es un asunto de importante catadura, el siempre imprevisible
guitarrista alemán nos visita presentando un show homenaje a su
recorrido musical acompañado por tres de sus cantantes más
emblemáticos: Gary
Barden, Robin McAuley y
Graham Bonnet; casi
na. En lo que respecta a la gira en solitario, a Bonnet y a su banda le acompañan para esta ocasión el miembro original de Alcatrazz Jimmy Waldo yel guitarrista Joey
Tafolla, otro de
esos músicos de calidad extraordinaria. Además de su habitual set
list, la ocasión es especial porque cada noche interpretarán en
directo un repertorio especial de Alcatrazz.
Esta banda que montó Graham
en los ochenta y en la que militaron tipos como Yngwie
Malmsteen o
Steve Vai nos
legaron tres discos, siendo los dos primeros referencias básicas
para siguientes generaciones de músicos; tanto “No
Parole From Rock n’Roll” con
Yngwie como
“Disturbing The Peace” con
Vai han ayudado a
forjar las inquietudes artísticas de miles de guitarristas que no
dudan en citarlos entre sus referencias.
Graham Bonnet Band: J.Waldo, G.Bonnet, B.A.Heavenstone, J.Tafolla y M Benquechea.
La
carrera de Graham
Bonnet ha sufrido
muchos altibajos a lo largo de todos estos años. Un tipo que comenzó
cantando canciones acarameladas en los sesenta y que fue descubierto
para el Rock n’Roll
por un Ritchie
Blackmore que se
quedó de piedra cuando escuchó por primera vez el poderoso
manantial de voz que se gastaba ya por entonces Bonnet.
Estamos en 1978. Ritchie
había despedido a Ronnie
Dio de sus Rainbow
y necesitaba desesperadamente un sustituto de categoría, incluso
llegó a presentarse una noche en la puerta de la casa de Ian
Gillan para
ofrecerle el puesto de vocalista de Rainbow.
La historia es tan cachonda y delirante como casi todas las que
tienen en su haber la dupla Blackmore/Gillan.
Ritchie y su novia
fueron una noche a ver a Gillan
en su casa. Blackmore
llamó al timbre y un sorprendido Ian
le abrió la puerta, al preguntar Gillan
por la novia de Blackmore,
este le dijo que se había quedado una manzanas atrás… por si el
propio Ian
decidía pegarse con Ritchie
nada más verle. Recordemos que Gillan
abandonó Purple
tan solo unos años antes cansado de discutir con Ritchie.
Ian invitó
a pasar a la pareja y estuvieron charlando. Blackmore
le pidió a Gillan
unirse a Rainbow
para poder conquistar el mercado americano, a lo que nuestro querido
Garganta de Plata
respondió invitando al irascible The
Man In Black a
dejar Rainbow para
unirse a su Gillan
Band; para no echar
gota. ¿Cómo no van a seguir tirándose puyas a través de la prensa
aunque ya tengan más de setenta años? Estos dos tienen tanta bilis
acumulada gracias al otro como para seguir durante varias vidas
moviéndose en estos términos. Durante esos días el cortejo de
Ritchie
hacia Ian incluyó
que el primero se subiera varias veces a tocar con la banda de Gillan
en directo durante los bises, lo que tiene su punto si consideramos
cómo odia Blackmore
compartir escenario
con otros guitarristas. Finalmente Gillan
prefirió seguir con su grupo y dejó a Blackmore
perdido en su búsqueda de cantante… hasta que llegó a sus oídos
uno de los temas interpretados por un tal Graham
Bonnet. Este
cantante no tenía nada que ver con el circuito de Rock
ni por asomo; es más, nunca había oído hablar de Rainbow
y debió aprenderse los temas para la prueba con el grupo. Nada
encajaba, Graham
no cantaba Rock,
apenas conocía la existencia de Deep
Purple y su
estética no tenía nada que ver con los pelos largos. Bonnet
siempre ha lucido
un look a lo James
Dean y no llevar
pelo largo si tocabas Rock
en los primeros ochenta era considerado casi una afrenta. Sin
embargo, la voz de este tipo nació para interpretar Hard
Rock. Rainbow
publicó el excelente disco “Down
To Earth” con
Bonnet
a la voz y fue todo un éxito. Ritchie
Blackmore volvió a
acertar, contra viento y marea, como siempre. Desde ese momento
Graham Bonnet
abrazó el Rock
y ahí sigue, mezclándolo con sus otras referencias musicales y
haciéndonos felices a muchos de nosotros. Graham
Bonnet solo
permaneció junto a Ritchie
durante un año y, como os podéis imaginar, se podrían utilizar
ríos de tinta para comentar los mil y un avatares que vivieron a lo
largo de ese año. Habrá que retomar este tema en otro momento. Para
todo aquel lector ávido de conocimientos relativos a estos asuntos,
os aconsejo manosear la reciente biografía que ha publicado el
propio Bonnet.
El artefacto responde al título de "The Story Behind The Shades"
y solo puedo decir que va a ser la lectura perfecta para acompañarme
durante este otoño mientras escucho cada uno de los discos de este
señor entre actuación y actuación suya.
La
irregularidad de su carrera artística parece que se ha quedado atrás
afortunadamente. En los últimos años ha vuelto a reactivar su grupo
en solitario, dotándolo de estabilidad en la formación, sacando
discos y actuando en directo. Además, ha retomado su relación con
Michael Schenker
y le suele acompañar en algunas giras. Por otro lado su voz,
sometida a todo tipo de excesos durante años, se encuentra en un
estado de forma formidable. Graham
también ha sido presa de sus propios demonios personales durante
años, pero parece que en la actualidad ha encontrado un equilibrio
que le hace disfrutar plenamente de esto de la música. En el pasado
no logró encontrar continuidad con ninguno de los grupos en los que
estuvo, pese a grabar auténticas joyas con ellos. Mucha gente le dio
de lado y pintaron bastos en su vida muchas veces. El propio
Blackmore
se dedicó a hablar mal de él a todo el que pudo dentro de la
industria discográfica una vez Bonnet
dejó Rainbow,
algo tristemente habitual en el Hombre
de Negro. Los
noventa y principios del nuevo siglo no fueron los mejores en
términos musicales para nuestro hombre, no encontraba esa necesaria
continuidad con los proyectos en los que participaba –y repito que
calidad le sobraba-, grupos como Taz
Taylor, Impelliteri
o los Blackthorne
y su pedazo de disco “Afterlife”
merecieron mejor suerte, por citar solo unos ejemplos. Todavía
recuerdo cuando le fui a ver en directo con Dario
Mollo y Don Airey
en un proyecto llamado Graham
Bonnet & Don Airey Band.
Por aquel entonces pocos promotores europeos apostaban por Bonnet
y tuvimos que desplazarnos hasta Barcelona para ver su actuación en
directo. Una vez más Barcelona. Me desplacé a la ciudad de Gaudí
para ver en directo
a la formación clásica de Deep
Purple cuando se
volvieron a reunir en 1993. Todo salió mal, todo. Suspendieron el
concierto y me enteré al bajar de la estación. Eran otros tiempos y
la información no volaba al instante como ahora. Más tarde me
enteré de que el grupo de Blackmore
llegó a pisar tierras hispanas, pero discutieron y no tocaron. Otro
día relataré con detenimiento el tramo de la gira española de la
reunión Purple
93 “The Battle
Rages On”, que
también da para unas cuantas letras. El caso es que le cogí tal
aversión a Barcelona que decidí no volver a pisarla jamás… salvo
para ver algún otro concierto de esos realmente importantes; cada
uno tiene su lista particular, imagino. Pues resulta que no volví a
tierras catalanas hasta ocho años después y fue con motivo del
concierto de Graham
Bonnet. El primer
día de Diciembre de 2001, en la sala Bikini.
Recuerdo que la afluencia de público fue escasa, que Graham
y
Don Airey salieron
antes de su actuación para saludar al público y casi nadie sabía
quién era Don.
Esta es nuestra cultura musical. Ofrecieron un show soberbio y Graham
cantó como solo él puede. Un consejo: cuando os topéis con la
posibilidad de ver en directo a Bonnet,
no lo dudéis ni un instante si este hombre significa algo para
vosotros. Y nunca, nunca, os fieis de las críticas que salen
publicadas a posteriori. No entiendo los porqués, pero generalmente
no suelen hacer justicia a la voz de nuestro intrépido vocalista.
Para muestra un botón: concierto de Madrid hace tres años, Graham
Bonnet ofreció un
recital de voz de primera categoría y cuál fue mi sorpresa cuando
en los días sucesivos la gente con la que conversaba sobre el evento
me decía que habían leído aquí o allá que el concierto no fue
bueno, que la voz no fue esto o que el repertorio fue lo otro.
Tonterías. Estuve en la sala Arena,
Heíneken o como
quieran llamarla, sé lo que entró por mi oreja y no tengo problema
en discutirlo con todo el que quiera.
En el
título del artículo aparece la canción “I’ll
go crazy”. El
motivo es que ha sido el tema que he tenido en mente mientras he
estado escribiendo estas líneas sobre nuestro querido Graham.
La versión de esta espectacular canción de James
Brown apareció en
el disco “Here
Comes The Night”
que Bonnet
publicó a principios de los noventa, otro álbum que pasó
completamente desapercibido pese a contener material de gran calidad.
Rescatamos este tema como muestra de la capacidad vocal de nuestro
hombre, además de su buen gusto a la hora de seleccionar la música
a interpretar. Pese a abrazar el Rock
duro Graham
siempre tiene presente a gente como los Beatles
o el propio James
Brown. Un tipo con
un background
musical que ya lo quisieran otros que van por ahí colgándose
medallas obtenidas de antemano.
La popular e icónica cantante alemana Doro Pesch acaba de finalizar un mini tour por EEUU presentando la
esperada reunión de su banda Warlock
para una serie de cinco conciertos en tierras norteamericanas. Estos conciertos
representan la celebración del treinta aniversario de la publicación del
emblemático disco “Triumph & Agony”
de la banda alemana.
La primera actuación de esta gira de reunión se produjo a principios
de verano en el marco del Sweden Rock
Festival, uno de los eventos musicales más importantes del planeta. El
grupo también actuó en el Norway Rock
Festival a principios del mes de Julio. El pasado mes de Mayo la rubia
vocalista anunció a la prensa esta interesante reunión para realizar una
primera mini gira americana a la que le seguirían más conciertos en el viejo
continente a lo largo de lo que queda de este año y del próximo 2018. Esta gira
conmemorativa de reunión contará con una parada en España, más concretamente en
el Festival Leyendas del Rock –un
diez para la organización, una vez más-,
que anunció durante la edición de este pasado verano al mítico grupo alemán
como cabeza de cartel para el próximo año en lo que supondrá la única fecha
española de Warlock en 2018.
El line up que presentan Warlock
en 2017 cuenta con la presencia de Doro
a la voz, el también miembro de la formación clásica Tommy Bolan a la guitarra, el bajista que lleva acompañando a Doro en su carrera solista todos estos
años Nick Douglas, el guitarrista Bas Maas, el también guitarra y
teclista Luca Princiotta y Johnny Dee a la batería. Lo cierto es
que desde el año 2003 Doro ha
reunido a su grupo alemán ocasionalmente para algún evento especial, como su
actuación en el Wacken Festival del
2004, el concierto de Dusseldorf de 2008 o el Metalway zaragozano de 2009, pero no es hasta ahora que se pone en
marcha la reunión para una gira mundial.
Doro Pesch y Tommy Bolan.
El disco “Triumph & Agony”
supuso el último trabajo discográfico del grupo, siendo a la postre su obra más
conocida y emblemática. Conviene comentar que es un disco completo y de
calidad, repleto de himnos y temas que te ponen firme en cuanto los escuchas.
Todo el disco ha aguantado muy bien el paso del tiempo y de hecho no hay un
solo seguidor Hard Rock o Heavy que se precie de serlo y que no
conozca dicho álbum. En este disco se encuentra la clásica canción “All we are”, tema bandera por
excelencia del grupo y todo un himno con el que hasta el heavy del último rincón
del planeta ha movido su cabellera en alguna ocasión. Pero es que el cd está
repleto de canciones de primera categoría como “I rule the ruins”, “Kiss of death”, “East meets west”, “Touch of evil”…
y podemos seguir hasta nombrar los diez temas que dan forma a este disco
tan especial. Además cuenta con un par de canciones de corte lento que son una
delicia, “Make time for love” y “Fur immer”, de esta última ya hemos
hablado por aquí en alguna otra ocasión y poco más podemos añadir; otro clásico
imperecedero. Pese a tratarse de un disco muy completo debo confesar que
siempre sentí debilidad por uno de sus cortes, se trata de “Metal Tango”. Esta canción, según palabras de la propia Doro en las entrevistas de la época,
era un intento de fusión entre los géneros musicales del Rock y el Tango. No les
pudo salir mejor, consiguen recrear una tensión a lo largo de sus apenas cuatro
minutos y medio que la elevan a la categoría de especial; una de esas canciones
que alcanzan una esencia tan particular en su toma de estudio que resulta
imposible volver a capturar en directo. Esto le pasa a algunas canciones, nunca
vuelven a sonar igual de bien que en el disco –“I surrender” de Rainbow
es solo un ejemplo- ; pero esto es otro tema que seguro desarrollaremos en otro
momento.
Warlock 1987.
Recordemos que el paso del nombre de Warlock a Doro fue algo
que nunca deseó nuestra heroína particular. Poco después de la publicación
de“Triumph
& Agony” en 1987, Doro se
quedó como único miembro original del grupo. Ella intentó seguir bajo la
denominación de Warlock, pero Peter Zimmerman, antiguo mánager del
grupo, les demandó y acabó logrando judicialmente los derechos del nombre; esta
historia tan injusta se ha repetido y se sigue repitiendo tantas veces que
asquea, me pregunto por qué estos representantes y demás sanguijuelas no se
dedican a componer, grabar y publicar sus propias canciones para hacer con
ellas lo que quieran en lugar de chuparles hasta la última gota de sangre a los
compositores y a los músicos. En fin. La cuestión es que Doro se vio forzada a comenzar una carrera en solitario que no le
ha ido nada mal desde entonces, estando afincada en la actualidad en una
posición de prestigio y reconocimiento más que merecido que le permite seguir
publicando discos, haciendo giras y viviendo de su arte; como debe ser.
En 2011 Doro Pesch volvió a
recuperar por completo los derechos sobre el nombre del grupo que siempre le
perteneció. Doro sigue siendo su
proyecto musical en activo y sigue interpretando con regularidad los clásicos
de Warlock junto con sus propias
canciones en los directos. Toda una delicia para una artista a la que nadie le
ha regalado nada y que se ha ganado a pulso el actual status y reconocimiento
del que goza. No vamos a hablar aquí de la importancia e influencia que su
figura artística ha ejercido dentro de un mundo musical tan sexista y lleno de
testosterona como era el del Rock
duro y el Metal de los años ochenta
y noventa. Junto con un puñado de mujeres más fue abriendo puertas para todas
las que las han querido seguirlas.Por lo tanto no nos queda más que esperar a que llegue el esperado
show de reunión al acogedor recinto del Leyendas el próximo Agosto para poder
disfrutar de la música de Warlock en
directo.
El próximo mes de Noviembre tiene previsto celebrarse un concierto
conmemorativo de los treinta años de la salida al mercado del primer Lp del
madrileño grupo Casablanca, titulado
“Rock'n'Roll En El Bar De Rick”.El bajista original de la formación, Carlos Hervás “Nano” se volverá a subir
a un escenario para interpretar algunos de los míticos temas de este especial
grupo en lo que servirá de homenaje a los tristemente fallecidos Terry Barrios y Pachi Escolano, también miembros originales de la banda. Descansen
en paz. Este evento también servirá de despedida de los escenarios al batería José Martos, que acompaña a Nano en este interesante homenaje a la
música de un grupo que, sin duda, mereció mejor suerte; le sobraba calidad para
ello. En fin. Sirvan también estas palabras de homenaje al propio José, un batería que ya forma parte de
la Historia del Rock en España, al que deseamos lo mejor... y que se piense mejor
lo de su abandono de los escenarios.
José Martos Arellano.
Este concierto se anunció hace un par de meses, en medio del caluroso
verano, aunque no fue hasta mediados de Agosto que se hizo público el elenco de
músicos invitados a colaborar en dicha actuación. Lo cierto es que la nómina
resulta de enjundia: además de Nano y Martos, ambos presentes en
practicamente las distintas fases del evento, participan antiguos miembros de
las distintas formaciones de Casablanca
como Nacho Ruiz, Marisa de la Plaza,
Jose Manuel Fernández o Juanjo
Termiño, también están los
Topo/Asfalto José Luis Jiménez y
Lele Laina, el solo Asfalto Julio
Castejón, Eduardo Pinilla, Kacho Casal, Flaco Barral, Marcel Caputi y la
inconfundible voz de Gaby de Val. Lo
dicho: un cartelazo. Bueno, echamos de menos a un gran ausente que responde al
nombre de Miguel Ángel Collado. Este
excepcional músico, arreglista y compositor, colaboró en la sombra con el grupo
y puso los teclados en el giro musical que ofrecieron con su segundo disco
titulado “La Noche”; no se me ocurre
un nombre mejor para titular una obra musical.
El grupo se formó en 1985 a partir de la banda Mamut, formada por Nano y Pachi. Se incorporó Terry Barrios de Topo a la batería, guitarra y voces; Barrios compaginó su participación en las dos bandas hasta que los
compromisos de Topo le obligaron a
dejar Casablanca con su batería Pepe Rodríguez, de hecho en la portada
de “Rock'n’Roll En El Bar De Rick”
aparecen ambos músicos. Una portada emblemática; sí señor. Como curiosidad
podemos comentar que por lo visto decidieron cambiar el nombre del grupo porque
querían algo más elegante que Mamut
y desde luego que con Casablanca
acertaron. Aunque también conviene decir que su primer disco destilaba buen Rock n’Roll.
Casablanca: "Rey del siglo XX".
Poco tiempo después Terry
retornó al grupo, tras dejar la formación de Jiménez y Laina. Aparece
en los créditos de “Río”, tercer
disco del grupo. Pese a aparecer en medios tan importantes de aquellos años
como “Los 40 Principales” o “El Gran Musical”, su propuesta musical
no acabó de cuajar. Supongo que intentar vivir del Rock duro en España acaba con la paciencia de cualquiera. Casablanca lo dejó a principios de los
noventa, tras tres discos de estudio publicados, y se juntaron tristemente –y
lo digo por los motivos– para una última actuación con motivo del fallecimiento
de Terry Barrios en Septiembre de
1992. Entre los años 1995 y 1997 Pachi
resucitó al grupo con nuevos miembros y sacó el disco “Casablanca 4”. Hubo que esperar hasta 2005 para que Nano y Pachi se juntaran en un local de ensayo con el antiguo batería de Marshall Monroe, José Manuel Fernández,
y decidiesen devolver de nuevo a la vida al grupo de la mítica peli de Humphrey Bogart. Sacaron un
recopilatorio y otro nuevo disco de estudio titulado “Apostando Contra El Avestruz”, ya sin Pachi Escolano, que abandonó la nave por motivos personales.
Actuaron durante esos años en festivales como el “Leyendas del Rock” o el
“Nos Va La Marcha 2008” antes de volver a dejar descansar el nombre.
Actualmente Nano toca junto a Lele Laina con el grupo de versiones
llamado Ron & Blues.
Casablanca. Primera formación.
Pachi Escolano y Carlos Hervás "Nano".
Esperaremos a mediados de Noviembre para imbuirnos en una sobredosis
de nostalgia y buena música mientras brindamos por los que ya no están, por los
que se bajan de las tablas y por todoslos que disfrutan de la buena música.
Reuniones
de grupos, oportunidad o dinero y nada más.
Son muchas las bandas que
tuvieron su época dorada en los 80, 90, o incluso más tarde; se disolvieron en
su momento y con el paso de los años se vuelven a juntar para hacer giras en
directo e incluso para grabar nuevo material.
Ante esta situación se
presenta una clara disyuntiva. Por un lado, los que están a favor. Aquí se
sitúan los que realmente piensan que la reunificación del grupo les permitirá
reverdecer viejos laureles y brillar con luz propia tanto en directo como en
estudio con nuevas composiciones. No tan optimistas, pero también en este bando
se alinean los que creen que el grupo en cuestión no llegará ni de lejos a
aproximarse a lo que fue antaño, pero que supone una oportunidad para
escucharles en directo tiempo después, posibilitando que las generaciones más
jóvenes que no pudieron verles en su momento los disfruten ahora –haciendo que
vuelvan a estar en el candelero y aumente así su repercusión- y que los fans
más antiguos puedan hacerlo de nuevo -y escuchar material actual del grupo, que
aunque no enamore a la crítica, a ellos que son fans sí-.
Por el contrario, se
encuentran los que no están a favor de una nueva reunión de tal o cual grupo,
pues no ven que puedan ofrecer nada positivo y lo único que conseguirán es
mancillar la imagen que habían logrado esculpir en su época de gloria,
arrastrándose por los escenarios o sacando nuevas canciones mediocres sólo por
el vil metal, mucho o poco según los casos.
Es evidente que el dinero
tiene mucho peso para que se produzca la reunión de cualquier grupo que triunfase
años atrás. La clave es si esa nueva vuelta a la vida es únicamente un asunto
monetario o hayalgo más detrás.