El pasado viernes veintiséis
de
Abril tuvo lugar en la conocida sala We Rock un concierto con claro
sabor a Blues, Sureño y, en definitiva, a buen Hard Rock
clásico; ese tipo de música que tanto nos gusta y tan importante resulta para
algunos de nosotros. We Rock abrió sus puertas para todos aquellos que
quisieron degustar un triple cartel formado por tres grupos cuyas propuestas
musicales, pese a gozar de personalidad y sonido propios, se encuadraban a la
perfección dentro de los parámetros musicales que acabamos de comentar.
Lamentablemente la sala ha anunciado recientemente su intención de cerrar
cuando llegue el verano, imagino que debido al hecho de no haber encontrado el
suficiente y necesario apoyo del público. Esto es para que todos los que
disfrutamos de este tipo de expresión artística y musical nos lo hagamos mirar.
Pero volvamos al concierto. Una triple propuesta que colmó con creces
los paladares musicales más exquisitos y que desde aquí animamos a que se
repita. La verdad es que los tres grupos rayaron a gran nivel en lo que a
calidad musical, sonido y puesta en escena se refiere. Imagino que poner en
marcha un evento de estas características no debe resultar sencillo y se
supedita muchas veces a la respuesta por parte del público, por lo que uno no
puede más que animar a la gente que siente algo por el Rock n Roll que
se anote bien el nombre de estas tres bandas y que asista a alguno de sus
conciertos cuando tenga la oportunidad. Seguro que no se arrepiente.
The Grassland Sinners.
Pasados escasos minutos de las nueve de la noche salieron a escena The
Grassland Sinners, un grupo de Barcelona que la mayoría no conocíamos pero
que seguro que a partir de ahora vamos a marcar en nuestra agenda. Se
presentaban en la capital para presentar su disco titulado “Let It Ride” y
la verdad es que no defraudaron en absoluto, incluso me atrevería a decir que
esa noche se ganaron un buen puñado de nuevos adeptos. Su propuesta musical de
claras raíces setentas, junto con la habilidad musical de sus integrantes, nos
llevaron al rollo de aquellos años en los que los grupos hacían que las
canciones cobrasen vida cuando las interpretaban en vivo. La música llevaba un
rollo muy Zeppelin, Purple o incluso Black Crowes, junto
con su excepcional cantante que llevaba hasta una imagen que te daba ese
regusto; todo ello aderezado con unos toques Funk y unos desarrollos
instrumentales que seguro dejaron a más de uno descolocado. Me gustó la manera
de acompañar del teclista Ferrán Bruach, adornando y haciendo que los
temas ganasen profundidad; aunque el resto de los músicos no se quedaron atrás.
Hubo momentos para los lucimientos personales, pero siempre dentro del sentido
de cada canción, permitiendo que los distintos desarrollos instrumentales
sonasen naturales y para nada forzados. También me llamó la atención el
cantante Jacin Castrillo, que hizo gala de una gran voz, un tono de esos
que resbalan cuando suben y que supo modular con mucho criterio. El grupo se
marcó una versión de uno de los temas menos conocidos del MARK III de Deep
Purple, hablamos de “Lay down stay down” que les quedó cojonudo y,
en definitiva, nos dejó a los allí presentes con muy buen sabor de boca y ganas
de más después de su show de aproximadamente una hora de duración.
Bárbara Black.
Tras unos cuantos ajustes en el escenario se subió el grupo de Bárbara
Black para presentar el concierto que suponía el final de la gira que han
llevado a cabo por distintos lugares de la geografía española presentando su
más que recomendable “Ad Libitum”. El talento, la profesionalidad y la
honestidad de Bárbara es algo que se palpa en cuanto te acercas a ella,
escuchas su música o la ves en directo. Junto al batería Nitro, el
guitarra Javier Peláez y el resto del grupo han conseguido darle una
vuelta de rosca a su propuesta musical y nos están ofreciendo algo muy
personal, de gran calidad y que no se estila mucho en nuestro país; por
desgracia. Sin embargo, su Hard Rock con toques Sureños empastaba
a la perfección con el sabor que tenía este concierto. Ante una sala llena
comenzaron su actuación con una intro y con el tema “Southern soul”, recuerdo al anterior Ep de Bárbara llamado "Spìritual Rock".
Ya desde el primer minuto se podía notar que estaban echando toda la carne en
el asador, con el grupo a por todas comandado por la pegada brutal a la batería
de Nitro. Parece que han endurecido algo su sonido, desde luego el doble
pedal que nos ofreció el batería durante gran parte de la actuación así lo
demuestra. En fin, espero que encuentren el equilibrio necesario entre este
endurecimiento y la lírica melódica tan característica de la voz de Bárbara.
Siguieron con “The bible or the gun”, versión de Blues Saraceno
no incluida en “Ad libitum” pero que presentaron en las redes hace ya
algún tiempo. Luego fue el momento para “Nice to meet me”, una canción
de esas que te engancha a la primera y para la que grabaron un vídeo clip en su
momento; un gran tema muy efectivo en directo, poseedor de un estribillo que es
puro Rock n Roll. Continuaron con “The hill”, bonito tema que
abre “Ad libitum” y que sonó muy bien. Bárbara cantó con su
habitual torrente de voz, jugando con los matices, suavizando o subiendo según
lo pidiese cada momento de la actuación. Toda una lección de lo que significa
cantar sobre un escenario. Esta canción nos llevó a la interpretación a modo de
medley que hacen del tema “Seven nation army” de White Sripes y en el que
incluyen un fragmento del clásico de Eurythmics
titulado “Sweet dreams”, una idea efectiva y que llevan presentando en
la gira. Tras este denso momento Bárbara paró la actuación para
presentarnos a dos de sus invitados. Se subieron al escenario el vocalista Narciso
Tenorio, profesor en el pasado de Bárbara y cantante de Júpiter,
y el guitarrista Javier Mira. Ambos venían del exitoso concierto de
reunión que ofreció Júpiter en La Riviera el pasado Febrero. Se
unieron al grupo para interpretar una estremecedora versión de “Shiva”
que les quedó de fábula con las dos voces solista y el bonito solo que se marcó
Javier Mira.
Narciso Tenorio, Bárbara Black y Javier Mira.
La actuación siguió con “Stardust”, tema en el que
se volvió a mostrar la solvencia de los músicos que están embarcados en este
proyecto. Poco después Bárbara invitó a subir al siguiente invitado, se
trataba de Óscar Sancho, vocalista de Lujuria. Ambos
interpretaron “Ghost”, otra canción del disco que han presentado en esta
gira que acaba y que rebosa calidad por los cuatro costados. Óscar hizo
los graves en una versión que quedó soberbia y que me recordó al anterior
concierto de Bárbara Black en la capital el año pasado, en el que
justamente presentaban el vídeo clip de “Nice to meet me” y en el que
invitaron a Diva Satanica para cantar a dúo la canción “Black snakes”.
A ver si a alguien se le ocurre juntar a ambas vocalistas para algo en
conjunto. El concierto prosiguió con la versión “Are you gonna be my girl”,
un tema muy de directo pero que por lo que sea no me acabó de llegar, y con la
presentación de la nueva pieza del grupo; la canción en cuestión se titula “Tyger
tamer” y nos da una ligera medida de la dirección hacia la que apunta el
grupo. El concierto llegaba a la hora de duración, fue un bonito detalle el
hecho de que la duración de las tres actuaciones fuese similar, cuando nos
pilló por sorpresa la presentación del último tema de su show. Bárbara presentó
“Hush” y el grupo empezó a interpretar los primeros compases del tema de
Joe South que popularizó Deep Purple. Vaya pedazo de versión, sin
desmontarla demasiado consiguieron darle un aire completamente distinto. Lo que
hicieron con el estribillo en particular me pareció una genialidad, añadiéndole
sensualidad a una canción que ya de por sí es de esas que te hacen mover los
pies de manera inconsciente. Fin de actuación por todo lo alto con todo el grupo
dándolo todo.
Monterrey.
El último grupo de la velada fue Monterrey. El grupo del
cantante Julio Dávila y los guitarristas José de Benito y Manolo
Arias nos presentaba su nuevo disco. Este primer larga duración, puesto que
hace un par de años sacaron un Ep con el nombre del grupo, se llama “Al
Final Del Camino” y es del todo recomendable para todo el que disfrute el
buen Hard Rock clásico. Tras la introducción abrieron con el tema que
también inicia el disco. “Viejos tiempos” sonó como un cañón, destapando
esas esencias clásicas, Sureñas y Whitesnake de las que tan bien
han sabido beber para dar forma a su propuesta musical. La canción es ideal
para iniciar cualquier cosa, con una cadencia rítmica infecciosa y una letra de
esas que hacen que se te caiga la lagrimilla. Siguieron con “Encadenado a tu
piel”, perteneciente al Ep anterior y “Me haces sentir bien” del
último disco que no hicieron más que acentuar la buena sensación que nos
estaban dejando a los allí congregados. Volvieron a recuperar el Ep de la mano
del tema “Me olvidé de ti”, con una melodía que se te mete en la cabeza
para no salir. El sonido, al igual que con los grupos anteriores, fue muy
bueno; algún que otro altibajo, pero muy bueno en líneas generales. Esto es
algo básico si quieres que tu música le llegue al público y fue muy de
agradecer los cuidados que a buen seguro tuvieron los músicos y técnicos para
que aquello sonase tan bien. La actuación siguió de la mano de “No necesito más”, uno de los temas que
más me llegaron de su actuación. Además de la bonita parte intermedia algo más
relajada, se marcaron un final de temas compaginando solos de guitarra hasta
llegar a un final de bastante enjundia. El combo sonó de manera compacta
durante toda la actuación. Si el grupo es bueno, está compactado y acompaña el
sonido de la sala, nos podemos encontrar con cosas como las que presenciamos
durante la actuación de Monterrey. Manolo Arias y José de
Benito se intercambiaron las labores solistas, rítmicas y ligados,
demostrando su solvencia y buen hacer durante toda la actuación. Tras esto nos
presentaron el tema que titula su nuevo disco y que se llama “Al final del camino”, una de las
composiciones que más me han llamado la atención de su nueva obra. La labor del
vocalista Julio Dávila también rayó a gran nivel, cantando con un gusto
exquisito y muy buen hacer. Presentaron “Tensión” del último y “Perro
fiel” del Ep con una gran interpretación del propio Julio, que bromeaba al final diciendo que era la
última del show. Siguió el concierto con el tema de presentación de su
nuevo disco, titulado “Donde el río suena”, otra canción de ese rollo
setentas con unas líneas vocales realmente inspiradas. Es que el nuevo disco
del grupo me ha resultado un agradable soplo de aire fresco. La actuación iba
tocando a su fin cuando abordaron “La vieja estación”, otro tema potente
que fue el último para el que esto escribe. Las dichosas prisas y horarios que
nos esclavizan y atormentan demasiado a menudo me hicieron abandonar la sala.
No obstante el sabor de boca que se te queda es muy positivo, el de haber
tenido la oportunidad de haber disfrutado de un gran concierto por parte de
tres grupos de primera categoría.