Fotografía de Alejandro Penedo.
Una sección de nuestro colaborador "Thomas Anderson".
Ñu y la Cantiga.
Ya dedicamos en el pasado un artículo a la extensa y prolija relación de Jose Carlos Molina y sus Ñu con la cultura medieval y sus manifestaciones. Hoy nos vamos a centrar en exclusiva en un experimento que realizó allá por 2000 en su disco titulado “Cuatro Gatos”, cuando se animó a convertir en canción un fragmento de una de las obras cumbre de la literatura medieval universal, “El Libro de Buen Amor”, escrito por Juan Ruiz, el conocido como Arcipreste de Hita.
En realidad la idea y la composición correspondió a Jorge Calvo, multiinstrumentista en las filas del grupo en aquella época, y a un antiguo compañero suyo llamado Jesús Alberto Arenas Esteban, coautor de la música de dicha composición. Por aquel entonces Molina quiso hacer a Jorge este maravilloso regalo al que añadió los arreglos y la voz.
Una sección de nuestro colaborador "Thomas Anderson".
Ñu y la Cantiga.
Ya dedicamos en el pasado un artículo a la extensa y prolija relación de Jose Carlos Molina y sus Ñu con la cultura medieval y sus manifestaciones. Hoy nos vamos a centrar en exclusiva en un experimento que realizó allá por 2000 en su disco titulado “Cuatro Gatos”, cuando se animó a convertir en canción un fragmento de una de las obras cumbre de la literatura medieval universal, “El Libro de Buen Amor”, escrito por Juan Ruiz, el conocido como Arcipreste de Hita.
En realidad la idea y la composición correspondió a Jorge Calvo, multiinstrumentista en las filas del grupo en aquella época, y a un antiguo compañero suyo llamado Jesús Alberto Arenas Esteban, coautor de la música de dicha composición. Por aquel entonces Molina quiso hacer a Jorge este maravilloso regalo al que añadió los arreglos y la voz.
Estamos hablando del mil trescientos y pico cuando se compuso este
libro, no es moco de pavo el tiempo transcurrido hasta nuestros días. Se trata
de un complejo compendio de historias tanto en prosa como en verso en las que
se asaltan multitud de temáticas de la época, sugiriendo un amplio abanico de
influencias al tiempo que consolidándose como obra de la mamarían un sinfín de
creaciones posteriores. La heterogeneidad del conjunto proviene principalmente
del hecho de que el autor fuera escribiendo relatos independientes (no todo son
narraciones, también existen rezos dedicados a la Virgen, por ejemplo) que en
un determinado momento decidió amalgamar en una única obra.
Sin embargo y como bien indica el título, lo que marca la pauta son
escritos que tienen que ver con la experiencia del Amor en cualquiera de sus
manifestaciones; sí, entre ellas la carnal, en efecto. Como adivinaréis tras
leer los textos más abajo, los dos protagonistas debieron de acabar muy pegados
el uno al otro en el interior de algún catre al final de la historia. Si
subrayo esta cuestión en concreto es por el hecho de que Juan Ruíz fuera
miembro del clero eclesial de la época; teniendo en cuenta el desapego y el
rechazo que en la actualidad la Iglesia Institución mantiene en relación a
estos asuntos, no deja de ser curioso que todo un Arcipreste como lo era
el autor se atreviera a tratar en su obra un tema tan controvertido.
Arcipreste de Hita.
Como sabréis, las dos fuentes fundamentales de expansión del arte
literario en el medievo fueron los clérigos (lo acabamos de comentar) y los juglares
(o trovadores). El primer caso era conocido como el Mester de Clerecía
(al que Juan Ruiz perteneció, como es evidente), que gracias a sus
mejores recursos y posibilidades ponían por escrito las historias que querían
contar. En segundo lugar estaba el Mester de Juglaría, quienes darían
difusión a la creación literaria a través de la tradición oral y/o musical. Un
poema convertido en música sería conocido entonces como CANTIGA, y aquí
nos encontramos al fin con el título del corte compuesto por Jorge Calvo.
En efecto, Jorge Calvo coge un poema concreto del “Libro
de Buen Amor” y lo convierte en una cantiga. Ni que decir tiene que el
fondo musical creado por nuestro amado juglar para alojar el citado poema
parece traído del mismo medievo por algún viajero en el tiempo. Ya no solo el
enfoque compositivo, sino la instrumentación y la producción nos trasladan
directamente a la Sierra de Guadarrama en el mismísimo 1340 (bueno,
igual las eléctricas y la batería todavía no estaban inventadas, pero no nos
olvidemos de que esta sección va de Rock, jeje). Una maravillosa
genialidad con la que los Ñu dejaron a sus fans con la boca abierta en
una época en la que quizá ya no eran esperables demasiadas sorpresas a este
respecto.
Ahora tan solo falta que llegue el ansiado día en que Jose Carlos
se anime a publicar el trabajo
monográfico que nos tiene prometido centrado en la figura del archiconocido Cid
Campeador. Esta es una de esas cosas que querría degustar antes de irme al
otro barrio, pero que por alguna extraña razón tengo la sensación de que no voy
a poder ver cumplida; y no porque crea que la vaya a palmar pronto, sino porque
no veo al Molina lo suficientemente enchufado como para meterse en una
aventura semejante a estas alturas de su carrera.
Os dejo primero el texto de la canción y con posterioridad el texto
original de la que está extraído. Como veréis, ademas de la adaptación del
castellano antiguo, hay ligeras variaciones en los versos para una mejor
conjugación con la melodía. Vosotros diréis, pero a mí me parece una monumental
obra de arte.
El tema en sí, después de los textos.
“Una Cantiga”.
Cerca de Tablada
La noche pasada
Me hallé con Aldara
A la madrugada.
Y encima del puerto
Debí caer muerto
De nieve y de frío
Y de aquel rocío.
Ya a la decida
Di una corrida
Y hallé una serrana
Fermosa y lozana.
Díjele yo a ella:
Humíllome bella
Dijo: tú que corres
Aquí no te engorres.
Dije: tengo frío
E por eso vengo
A vos, fermosura
Quered, por mesura.
Díjome la moza:
Pariente, mi choza
El que en ella posa
Conmigo desposa.
No hay mercadero
Bueno sin dinero
E yo no me pago
Del que no da algo.
Nunca de homenaje
Pagan hospedaje:
Por dinero hace
Hombre cuanto place.
Díjome la heda:
Donde no hay moneda
No hay mercancía
Ni hay un buen día.
Con aquestas joyas
Quiero que lo oyas
Serás bienvenido
Serás mi marido.
Le dije: de grado
Mas yo soy casado
Mas de mis dineros
Daros he amada.
Bebe e esfuerza
Caliéntate y paga
De mal no se te haga
Hasta la tornada.
“Cántica de
serrana”.
Cerca la Tablada
la sierra pasada
falleme con Aldara
a la madrugada.
Ençima del puerto
coydé ser muerto
de nieve e de frío
e d'ese rosío
e de grand' elada.
A la deçida
di una corrida,
fallé una serrana
fermosa, lozana,
e bien colorada.
Dixe yo a ella:
«Homíllome bella»:
dis: «Tú que bien corres,
»aquí non te engorres,
»anda tu jornada.»
Yo l' dixe: «Frío tengo,
»e por eso vengo
»a vos, fermosura,
»quered por mesura
»hoy darme posada.»
Díxome la moza:
«Pariente, mi choça
»el que en ella posa,
»conmigo desposa,
»e dam' grand soldada.»
Yo l' dixe: «De grado,
»mas soy casado
»aquí en Ferreros;
»mas de mis dineros
»darvos he, amada.»
Dis': «Trota conmigo.»
Levome consigo,
e diom' buena lumbre,
como es de costumbre
de sierra nevada.
Diome pan de çenteno
tisnado, moreno,
e diom' vino malo
agrillo e ralo,
e carne salada.
Diom' queso de cabras:
«Fidalgo», dis': «abras
»ese blaço, et toma
»un tanto de soma,
»que tengo goardada.»
Dis': «Huésped, almuerça,
»e bebe e esfuerça,
»caliéntate e paga,
»de mal non s' te faga
»fasta la tornada.
»Quien dones me diere,
»quales yo pediere,
»avrá bien de çena,
»et lechiga buena,
»que no l' coste nada.»
«Vos, que eso desides,
»¿por qué non pedides
»la cosa çertera?»
Ella dis': «Maguera,
»¿e si m' será dada?
»Pues dam' una çinta
»bermeja bien tinta,
»et buena camisa
»fecha a mi guisa
»con su collarada.
»Et dam' buenas sartas
»de estaño e fartas,
»et dame halía
»de buena valía,
»pelleja delgada.
»Et dam' buena toca
»listada de cota,
»et dame çapatas
»de cuello bien altas
»de pieça labrada.
»Con aquestas joyas
»quiero que lo oyas,
»serás bien venido;
»serás mi marido
»e yo tu velada.»
«Serrana señora,
»tanto algo agora
»non tray' por ventura,
»mas faré fiadura
»para la tornada.»
Díxome la heda:
»do non ay moneda,
»non ay merchandía,
»nin ay tan buen día,
»nin cara pagada.
»Non ay mercadero
»bueno sin dinero,
»e yo non me pago
»del que non da algo,
»nin le do posada.
»Nunca de omenaje
»pagan hostalaje,
»por dineros fase
»omen quanto plase,
»cosa es probada.»
Saludos y hasta el mes que viene.