Los discos de Navidad. La saga Journey. VIII.

 Especial Navidad 22. I

Christmas time is here again. Un año más llega la Navidad. Nace de nuevo entre nosotros para volver a darnos una nueva oportunidad que el ser humano en su infinita e insultante estupidez volverá a desaprovechar; un año más.

Este momento tan especial del año, amado por unos, odiado por otros e indiferente para otros tantos retorna dentro del ciclo vital en el que funciona nuestra Madre Naturaleza. Lo curioso es que, aunque tan denostado por muchos y confundido del todo su significado por la mayoría, sigue siendo protagonista durante ese mes de Diciembre tan especial; bueno, si le preguntamos al alcalde de un conocido municipio español te dirá que la Navidad empieza en Noviembre, o al menos su particular y mercantilista visión del asunto navideño... a la que se apuntan muchos. Lo que comentábamos antes: más de lo mismo.

Pero corriendo un estúpido velo que tape nuestras miserias humanas, nosotros vamos a intentar desconectar del insufrible consumismo y buenismo hipócrita para sumergirnos en la cuestión musical. Que la Navidad sin villancicos no sería lo mismo lo sabe hasta el que asó la manteca y en estas pequeñas páginas no es ningún secreto nuestra afición a los discos y canciones que revisan esta temática. Otros años hemos abordado las tonadillas navideñas desde distintos ángulos, a cuál más subjetivo e inclasificable... y este año no iba a ser menos. Nos vamos a a detener tal vez en uno de los mejores grupos de música que ha pisado nuestro suelo; tal vez. Hablamos de Journey. Sí, una de esas escasas agrupaciones en las que se combina el talento, el virtuosismo y la calidad compositiva e interpretativa a partes iguales y en grado superlativo. Te pueden gustar poco, mucho o nada, pero estos postulados no ofrecen discusión. Los Journey son superiores y punto.

El caso es que a lo largo de estos últimos años los distintos miembros de Journey han venido publicando discos o singles en solitario sobre la temática navideña. Tanto Steve Perry como Neal Schon, Jonathan Cain, Arnel Pineda o incluso Steve Augeri tienen en el mercado sus obras navideñas en forma de single, maxi single, disco completo, formato físico o digital. Es que en este grupo tiene su cd de Navidad hasta el que barre el local de ensayo.

Hace apenas un mes se publicaba un nuevo disco de esta temática por parte del teclista Jonathan Cain. También nuestro adorado Steve Perry acaba de sacar una versión extendida del disco "This Season" que ya lanzase el invierno pasado. Para celebrar estas nuevas obras musicales no se me ocurre mejor manera que hacerles protagonistas del reproductor musical de nuestros hogares durante este mes y de paso recordar en este escrito las distintas grabaciones con las que nos han deleitado los componentes de este irrepetible grupo. Con todos ustedes: la saga Journey en Navidad. Un grupo en el que toca que te cagas y compone que te cagas hasta el que barre el local de ensayo.

 

Steve Perry:

"This Season". 2021-2022. 

El vocalista clásico del grupo y uno de los vocalistas clásicos más importantes e influyentes del universo musical se vuelve a descolgar en estos finales de año con un nuevo lanzamiento navideño. El cantante que dejó de militar en Journey hace unos veinticinco años, pero que seguirá siendo el cantante de Journey hasta el fin de los tiempos, nos vuelve a regalar su disco navideño titulado "This Season" con el añadido de dos nuevas composiciones. Recordamos que Perry publicó este disco el pasado año, conteniendo un single navideño que grabó unos años atrás y nuevas versiones registradas para la ocasión. Estas navidades publica una nueva edición de dicha obra con un par de temas añadidos que, dicho sea de paso, son una absoluta delicia; una nueva oda al buen gusto cantando, otra más en la saca de este excepcional músico.

Ya sé que mucha gente le va a tildar de oportunista por volver a sacar su disco con dos canciones más; pero, qué coño, dos temas nuevos de Steve Perry pueden tener más calidad y enjundia que grabaciones completas de otros artistas que pueblan y muchas veces saturan nuestras orejas. Así está el patio, o al menos así lo está para este humilde escriba. Si todo lo que saca está al nivel de "Maybe this year" y "This Christmas", por mi parte puede volver a publicar todos los discos que le plazca. Seguro que me alegran el día igual que este.

 

 

“Silver Bells”. 2019. Single.

Un interesante trabajo que le devolvió a la actualidad musical y que publicó en 2019. Como ya ha explicado en otras ocasiones, Perry tiene unas bonitos recuerdos de la Navidad cuando era un crio y siempre se sintió atraído por estas piezas musicales que le evocan esas sensaciones. Este single fue el génesis de lo que sería la ansiada vuelta al ruedo musical por parte de todos sus seguidores repartidos por este ancho y loco mundo.

 

 

Neal Schon:

“Ave Maria”. 2017. 

El guitarra tan bueno como polémico no faltó tampoco a su cita con la Navidad. En el año 2017 publicó en clave instrumental un estupendo mini Lp de cuatro canciones, un tema navideño, dos revisiones de Journey y un clásico de Elvis Presley. El disco se inicia con el clásico “Ave Maria”, toda una declaración de la delicadeza y buen gusto que lleva por bandera Schon. “Open arms” y “Faithfully” son las dos escogidas del catálogo de Journey en unas revisiones sencillas, desnudas y escalofriantes. Además acompaña este mini Lp con una revisión del clásico “Can’t help falling in love” que inmortalizó Elvis en 1961. Imposible hacerlo mejor en apenas veinte minutos de metraje musical.

 

 

Jonathan Cain:

“Christmas Is Love” 2022. 

El teclista de Journey puede que no sea el que más salga en los focos, dentro de un grupo que cuentan en su formación con un cantante y un guitarra de los más reconocidos y reputados en el negocio, pero es uno de los pilares básicos del sonido Journey. Y también es de los que más mandan dentro de la dinámica interna de la propia banda, seguro.

Ya hemos comentado en otras ocasiones que Jonathan Cain tiene un profundo sentimiento religioso, es pastor de la Iglesia y está muy metido dentro de su comunidad católica. Milita en la City of Destiny Church de Apopka, en Florida; junto a su mujer, que también es pastor de esta congregación. Lo que ocurre es que en EEUU la cuestión religiosa se aborda de una manera muy particular, como también hemos sugerido desde este humilde blog. Más que buscar el compromiso activo y la transformación del entorno que te rodea, está más enfocado al concepto de autoayuda. En fin, así está el patio.

Todo esto no es óbice para que nuestro teclista favorito se descuelgue de vez en cuando con alguno de sus discos en solitario, dificilísimos de conseguir por otro lado, en los que da rienda suelta a su vena religiosa. Como nuestro querido lector se puede imaginar, la calidad sigue siendo el buque insignia de sus grabaciones solistas. Este mini elepé, que contiene cinco canciones, aborda el nacimiento de Jesús y otras cuestiones litúrgicas propias de este momento. El preciosismo del piano de Jonathan está presente en todo este disco del que si buscásemos una palabra para definirlo escogeríamos sin duda el término de bonito. Jonathan Cain toca el piano, guitarra, bajo y canta en estas cinco piezas que seguro degustarán todos los amantes del Hard Rock/AOR y demás calificativos para la música interpretada con melodía y pelotas. En palabras del propio Cain -por cierto, curioso apellido en términos religiosos-, la Navidad es amor. Christmas is love. Poco más que añadir. Un bonito souvenir para estos días tan especiales.

El disco es un Ep que contiene cinco canciones. Se abre con “Hope was born”, que hace referencia al nacimiento de Jesús. Continua con el tema título del cd y la canción “Who is this child”, conformando una trilogía que aborda toda la temática de los primeros días de Jesucristo entre nosotros y el mensaje de paz que representa. “Behold” es otro tema inédito, pero que ya fue intrpretado en el concierto navideño que Cain ofreció el pasado año.

“Wonder of wonders” ya la publicó como single el pasado 2019 y la vuelve a recuperar para este disco. El tema está cantado junto al vocalista Michael Tait. En fin, el souvenir ideal para escuchar mientras preparas el árbol navideño, tomas un café con los tuyos bajo el calor de una chimenea o abres los regalos que suelen aparecer en nuestras viviendas durante estos días tan especiales.

 

 

“Unsung Noel”. 2017. 

Disco completo con motivos navideños de Jonathan Cain. Poco puedo decir del mismo ya que todavía no lo he escuchado; su adquisición está resultando más compleja de lo que esperaba, pero todo se rodará. Lo que ya hemos comentado alguna vez de la complejidad para hacerte con determinado material si no resides en Norteamérica. De todos modos, es preciso referenciarlo.

 

 

“Wonder Of Wonders”. 2019. 

Otro bonito tema que publicó como single hace unos años y del que nos hicimos eco en el especial navideño de aquel entonces. Lo vuelve a rescatar para el nuevo Ep que acaba de publicar en este curso navideño y del que hemos hablado antes.

 

 

Arnel Pineda:

“Sounds Of Christmas”. 2015. 

El bueno de Arnel también tiene sus grabaciones navideñas y, por increíble que parezca, todavía no habían sido reseñadas en este humilde blog; aspecto este último que pasamos a subsanar de inmediato. Arnel Pineda grabó hace unos años un Ep de temática navideña bajo el sugerente título de sonidos de Navidad. En él nos encontramos con cuatro composiciones plenas de dulzura -no edulcoradas, no confundir- en las que Pineda da rienda suelta a su talento y nos demuestra con creces el porqué de su llamada al frente del micro de Journey para sustituir nada menos que a un gigante del calibre de Steve Perry. El cantante filipino nos ofrece unas melodías ganadoras con su aterciopelada voz, casi clonada de la de Perry. Y con las bendiciones del propio Steve, no nos olvidemos. Arnel siempre se ha declarado fan confeso de Perry y éste se lo ha agradecido públicamente reconociendo el talento del propio Pineda. Ambos han conseguido mantener una relación saludable y cordial, lo que dice todavía más de ellos como músicos y como personas.

 

 

“This Christmas. A Beacon Of Hope”. 2020. 

En plena primera Navidad de la pandemia Arnel compartió con todos nosotros una nueva canción navideña editada vía digital. Este single abunda en el camino que abrió con el Ep del año 2015 y no es más que otra bonita canción sobre este momento del año tan especial.

 

 

Steve Augeri:

“Home This Christmas Time”. 2012

Tampoco podía faltar otro de los escogidos para suplir al insustituible Steve Perry al micro de Journey. Este cantante, poseedor de una estupenda voz, participó en los discos  “Arrival”, “Red 13” y “Generations” de la mítica banda estadounidense; en particular “Red 13” me tuvo bastante obsesionado durante un tiempo pro su gran calidad, por no ser el típico disco que esperas de Journey y tal vez por toda la injusta cera que se le dio en su día. El vocalista tuvo serios problemas con la voz y en 2006 fue invitado a abandonar la nave Journey, siendo sustituido por Jeff Scott Soto… que apenas duró un par de telediarios con ellos… pero eso es otra historia.

Augeri publicó en 2015 un bonito tema navideño en formato de single digital del que tampoco habíamos hablado hasta ahora y que es justo sea referenciado en este especial navideño. 

 

 

Y hasta aquí este recopilatorio de la Navidad vista bajo el prisma de la saga Journey. Hemos dejado fuera las colaboraciones de Jeff Scott Soto, vocalista fugaz del grupo, con la Trans Siberian Orchestra en los discos “Night Castle” de 2009 y “Letters From The Labyrinth” de 2015 por ser eso: colaboraciones. Nos hemos centrado en discos, Eps o singles, pero que sean obras completamente interpretadas por esta familia de músicos sin igual. Este año, mientras brindes con tus seres queridos en la cena de Navidad, deja que en tu cabeza resuenen las impolutas guitarras de Neal Schon, el piano de Jonathan Cain o la impecable voz de Steve Perry & Co. Pese a todas sus miserias y mierdas judiciales varias, Journey te desea Feliz Navidad.

 

 

 

 

Alice Cooper & Bob Ezrin: “I am made of you”

Esta era la primera canción que abría el disco “Welcome 2 My Nightmare”, la curiosa e inesperada segunda parte de “Welcome To My Nightmare”. El disco se publicó en Septiembre de 2011, hace once añitos ya, mientras que “Welcome To My Nightmare” data de Marzo de 1975. Recordemos que este era el primer disco que publicaba Alice Cooper tras disolverse la formación clásica con Glen Buxton -tristemente fallecido en 1997- y Michael Bruce a las guitarras, Dennis Dunaway al bajo y Neal Smith a la batería; el combo del que salieron clásicos como “School’s out”, “Billion Dollar Babies”, “Love It To Death” o “Killer” entre otros. En aquellos locos años setenta el vocalista Alice Cooper, cuyo nombre real es Vincent Furnier, estaba pasadísimo de vueltas por sus adicciones; supongo que eran los años de ello y que si estabas en lo alto de la fama y el éxito sería difícil no sucumbir ante los excesos. Con el nombre de Alice Cooper siempre ha habido una ambigüedad que resulta bastante cachonda. Alice Cooper empezó siendo el nombre del grupo, no del vocalista, aunque por supuesto todo el mundo identificaba a Alice Cooper con el tipo pintado y excéntrico que aparecía tras el micro. Por lo que pronto pasó a ser también el nombre artístico del propio artista. Y si hablas de Vincent Furnier probáblemente solo los más interesados en su música sabrán que te refieres a Alice Cooper, el entertainer.

“Welcome To My Nightmare” consiguió mantener el nivel tan alto que ostentaban los anteriores discos de la formación original. Alice Cooper consiguió de la mano del ya por entonces afamado productor Bob Ezrin lanzar un discazo con todas las letras. Pasaron los años y Alice Coper recorrió una carrera musical llena de altibajos, subidas y bajadas a los infiernos. Se apuntó al Heavy Metal, al Hard Rock con toques melódicos tan propios de los ochenta e incluso a sonidos más brutos y toscos de décadas posteriores; sin embargo siguió manteniendo a la vez parte de su particular ADN musical, cosa que tiene su mérito.

Alice Cooper Band

Fue pasada la primera década del nuevo milenio que sorprendió a propios y extraños publicando la segunda parte de su afamado "Welcome To My Nightmare". Una jugada en parte publicitaria para captar la atención de un público actual que está tan saturado de todo que hay que venderles reuniones varias, giras aniversario de las cuestiones más peregrinas, conciertos especiales y cualquier marcianada de dudosa enjundia que se le ocurra al lumbreras de turno que se crea el nuevo gurú musical del momento.

En este contexto se presentó Alice Cooper con "Welcome 2 My Nightmare" bajo el brazo. Una jugada así te puede salir muy bien o desastrosa, al final lo que importa es lo de siempre: la música. En el caso de este disco debemos decir que lo que suena en su interior es de primerísima categoría. El hecho de volverse a aliar con Bob Ezrin -el tipo que le ha otorgado una segunda juventud musical a grupos como Deep Purple- fue todo un acierto. En el disco te encuentras, además de calidad y buenas composiciones, guiños a todo el universo Alice Cooper. Imagino que todos sus seguidores habrán sabido apreciarlo.

Pero no pretende ser este escrito una crítica del disco. Recuerdo perfectamente el momento en el que lo escuché por primera vez. Era una mañana; temprano, muy temprano. Iba por la calle hacia mi lugar de trabajo mientras contemplaba ese mágico momento en el que conviven los últimos vestigios de la noche con la incipiente claridad del sol. Medio resacoso me metí los auriculares en las orejas, seleccioné la primera canción del disco y pulsé el play de mi ipod -no todo va a ser walkman, claro-. Un suave teclado atmosférico se abría paso delicadamente mientras Vincent susurraba los primeros fraseos. Me enganchó por completo. Bob Ezrin lo había vuelto a hacer, había conseguido captar de manera tan sutil como atrevida todo el universo de terror e inocencia infantil de Alice Cooper, el grupo/cantante que había alcanzado el éxito en América y en el mundo entero. Pero es que además la canción era tan buena, tan desafiante, tan misteriosa, tan épica, tan dulce, tan sencilla y compleja a la vez... vamos, que su sola presencia ya justifica la compra de todo el disco y del ticket para su presentación en directo. Un tema ideal para degustarlo cualquier fría mañana u oscura noche de Diciembre, lo que paso a hacer con todos ustedes.

 

 

Ezrin &Cooper. Foto cortesía Canadian Music Hall Of Fame.

Andy Taylor. Vida después de Duran Duran

El guitarrista de Duran Duran es hoy nuestro protagonista. Sí, los Duran Duran. El grupo Pop que triunfó en los ochenta en las listas de medio mundo resulta que tenía entre sus filas a un tipo que sabía tocar la guitarra y que además tenía un background de Rock más que interesante. Su aportación le dio a las composiciones del grupo un toque rockero y afilado que funcionaba junto con las melodías ganadoras que se gastaban estos tipos. Nada que ver con el tufillo baboso que destilaban otros nuevos románticos coetáneos como los insufribles Spandau Ballet o similares. En esos benditos años ochenta el Pop que copaba las listas contaba con artistas y grupos que practicaban unas músicas de mucha enjundia, nada que ver con la mierda insufrible, repetitiva y flamenquitoide con la que actualmente castigan nuestras sufridas orejas cada día.

Andy Taylor siempre fue el nexo de unión de Duran Duran con los sonidos más duros. Temas imperecederos del grupo como "Union of the snakes", "The reflex", "Wild boys", "Notorious", "View to kill" y un buen número más que certifican su habilidad y el talento para esto de componer canciones. Por supuesto en aquellos años que un rockero escuchase a gente como Duran Duran era poco menos que anatema, aunque seguro que muchos de los tipos duros de entonces disfrutasen en la intimidad de su habitación llena de pósters metaleros con las melodías de LeBon &Co.

Duran Duran, gente non grata entre los heavys 80'.

Andy se marchó a mediados de los ochenta y el grupo se separó poco tiempo después. Volvieron a juntarse en el 2000 y, aunque siguieron grabando buena música, nunca nada volvió a ser lo mismo. Publicaron "Astronaut" en 2004, otro buen disco de Pop maduro y bien hecho, pero tan solo un par de años después volvió a dejarlos, en plena grabación de su siguiente álbum "Reportage". Parece ser que había incompatibilidad de caracteres con el resto de miembros de la banda. Desde el grupo comentaron que cada vez era más complicado afrontar las inesperadas ausencias de Andy, en una clara alusión a otro tipo de problemas o demonios personales con los que tenía que lidiar el guitarrista. Pasaron diez largos años de inactividad dentro del negocio musical desde ese momento; una pena y una pérdida, desde luego. Un tipo que ha trabajado con gente como Luke Morley, Rod Stewart, Paul Rodgers, Robert Palmer o Belinda Carlise entre otros muchos seguro que de calidad va sobrado.

En 2019 volvió al ruedo musical publicando un single y al año siguiente anunció un nuevo disco en solitario, bajo el título de "Show Me Your Ace". Finalmente este disco se tradujo en una colaboración en la producción del disco de Reef con el mismo título y que se ha publicado este año. El primer single de adelanto fue la misma canción con la que se titula el cd y en ella también toca el bueno de Andy.

Hace poco más de un mes Duran Duran entró en el Rock and Roll Hall of Fame. La más genuina representación de toda la hipocresía del negocio musical según relatan un buen número de grupos y artistas, aunque luego la mayoría pierdan el culo y vendan a su madre si es preciso por ser nominados. En los discursos que realizan los músicos al recibir la nominación, Simon LeBon tuvo unas elegantes palabras hacia la figura Andy que seguro agradeció el propio músico. En una carta escrita por el propio Andy y leída en la ceremonia por LeBon hacía pública la batalla que está librando contra el cáncer, en un estadio alto y sin posibilidad de cura. Todas nuestras oraciones para él.

Disfrutemos ahora de su trabajo con Reef y de tal vez la canción Pop más potente de los años ochenta... tal vez.

 

                                                          Reef: "Show me your ace".