Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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jueves, 12 de diciembre de 2019

Big Symphony Nights: Stingers y la Banda de Amigos de la Música de Estepa. Concierto especial para Orquesta y Rock.


Este pasado domingo 8 de Diciembre en el municipio sevillano de Estepa tuvo lugar un evento único y muy especial. Stingers, el conocido grupo sevillano de tributo a Scorpions y la BAME (Banda de la Asociación Amigos de la Música de Estepa) rindieron un impresionante tributo a la actuación que ofrecieron los Scorpions junto a la prestigiosa orquesta Berliner Philharmoniker con motivo de la EXPO 2000 de Hannover celebrada el mismo año y que plasmaron en el estupendo disco “Moment Of Glory”, publicado también en el año 2000. La fusión que hicieron los alemanes de dos estilos tan enraizados y tan diferentes a la vez como la Música Clásica y el Hard Rock alcanzó unas cotas de calidad e inspiración fuera de toda duda, recibiendo todo tipo de reconocimientos desde distintas esferas artísticas. Ahora, a finales de 2019 –casi veinte años después– los Stingers suben un nuevo e importante escalón en su particular trayectoria musical y artística dando un importante salto cualitativo con la realización de este impresionante concierto. Unos ochenta músicos se subieron al escenario de la Caseta Municipal del Recinto Ferial de la tierra de los mantecados para interpretar música y hacer arte; algo al alcance de muy pocos grupos en este país.


Stingers es un grupo que homenajea la música de Scorpions y que lleva funcionando desde el año 2006. Bajo la batuta de Panchi a la voz y Javi a la guitarra llevan todos estos años actuando en directo y presentando su música por los escenarios, tanto españoles como extranjeros; han llegado a compartir escena con el mismísimo Rudolf Schenker, han tocado en eventos internacionales conmemorativos de los propios Scorpions, han compartido gira con Uli Jon Roth, Panchi cantó con Uli en alguno de los conciertos del guitarrista clásico del “Tokyo Tapes” y los propios Stingers han invitado a sus actuaciones a ex miembros de la banda alemana como Herman Rarebell. Además de todo esto ya han editado dos discos con temas propios, consiguiendo aunar el espíritu musical de Scorpions y su propia propuesta sonora; de hecho llevan todos estos años trabajándose los escenarios españoles ofreciendo actuaciones solventes, serias y en las que demuestran la calidad y el buen sonido que atesoran.


La otra noche en Estepa se dieron cita un buen número de seguidores y curiosos para disfrutar de un evento de complejidad y enjundia. Según comentó la presentadora del evento esta actuación se llevaba fraguando desde hace casi diez años, cuando un entusiasmado Panchi les contó sus locos planes a los representantes del ayuntamiento de Estepa y a la agrupación musical BAME. La logística del asunto no es cuestión menor, puesto que llevar a cabo una actuación de unos cien minutos de duración en la que se conjuntan sonidos Rock y arreglos de Clásico para una banda de unos sesenta y cinco músicos que trabaja fundamentalmente, aunque no solo, instrumentos de viento no es asunto menor. Y lo que contemplamos allí los afortunados que escogimos emplear nuestro domingo festivo en personarnos en Estepa fue un concierto muy elaborado, de fina ejecución y en el que se notaba que se habían empleado tiempos y esfuerzos para presentar algo de calidad. Esta Banda de Música de la Asociación “Amigos de la Música” lleva funcionando desde el año 1988 y se constituyó como asociación cultural un año después. Bajo la batuta y la dirección de Juan Antonio Carmona nos demostró su habilidad para plasmar en sonidos las adaptaciones que unos años antes presentaron al mundo el grupo de Meine & Schenker.


El concierto comenzó un poco antes de las 20:30h ante un numeroso público. Primero tomaron asiento los cerca de setenta músicos de la BAME y la presentadora del evento dio la bienvenida a su director, que tomó su lugar central ante los aplausos del respetable. Tras las baquetas se colocói Ramón Duvisón, batería de Stingers. La verdad es que la imagen imponía y mucho; ver el amplio y sobrio escenario lleno de músicos de orquesta no es algo habitual en los conciertos de Rock, por lo que cuando ya estaban todos ubicados desde el escenario se transmitía una poderosa sensación. Comenzó la música con una pequeña intro que me evocó algún que otro recuerdo al clásico “Countdown” con los que empezaban Scorpions sus actuaciones a mediados de los ochenta. Inmediatamente salió a escena el grupo, arrancando con el riff de inicio de “Transition”. Esta canción es una composición propia del grupo y además sirve de título para el último disco publicado por el grupo. La guitarra rítmica de Javi primero, con su caracterización de Rudolf Schenker perfecta, y la solista de Mario J. Alcántara después comenzaron a dibujar los primeros acordes del tema al tiempo que salía a escena en último lugar el cantante Panchi. La estética del vocalista clava a Klaus Meine, incluidos sus gestos y ademanes, pero lo más importante es que hizo gala de una voz en muy buena forma, capaz de marcar los registros tan especiales del vocalista original de Scorpions. “Transition” fue una de las dos canciones originales que incluirían Stingers en el repertorio de la noche. Demuestra el grupo que, además de llevar al directo con mucha solvencia y calidad el repertorio del grupo alemán, son capaces de componer música propia que presenta toques y matices clásicos de Scorpions a la vez que le dan su propia personalidad; algo que tiene mucho mérito, que no está al alcance de cualquiera y que todo el que quiera puede degustar otorgándole una escucha a este “Transition” que tan buen sabor de boca nos ha dejado a algunos de nosotros.  Acto seguido los músicos de la Banda empezaron a interpretar el inicio del conocido “The zoo”, con el espectacular arreglo de entrada que Scorpions presentaron para su versión con Orquesta; una bonita intro Clásica de mucha categoría que eleva esta canción a otra dimensión y que aprovecha al máximo el potencial que te puede ofrecer una Orquesta a la hora de interpretar música. Hay que recordar que todos estos arreglos y adaptaciones en Música Clásica que presentaron Scorpions en su día salieron de la cabeza y talento del director Christian Kolonovits, suyo es el mérito de conseguir unir el Clásico y el Hard Rock de las canciones del grupo alemán creando algo superior. La pareja Schenker/Meine tuvo la audacia y visión de poner el proyecto en manos de semejante músico y, desde luego, acertaron de nuevo. Muchos de los discos de grupos de Rock con Orquesta no pasan de ser meras interpretaciones de las canciones más famosas del grupo de turno con pequeños acompañamientos de la orquesta de turno; en el caso de Scorpions no se quedaron solo en eso, de la mano de Kolonovits lograron fusionar ambos mundos y componer unos momentos musicales inéditos que no hicieron sino propiciar un salto cualitativo en unas composiciones que ya de por sí son muy grandes. Stingers demostraron que se tienen muy bien trabajado el catálogo de Scorpions. Para este show en directo no se limitaron a seleccionar los temas más representativos que presentaron los alemanes en su disco “Moment Of Glory”, incluyeron temas que no estaban en dicho álbum, aunque se interpretaron en vivo durante sus actuaciones en vivo con Orquesta como es el caso de este “The zoo”, e incluso se atrevieron a arreglar para la ocasión algún otro tema de la banda alemana que estos nunca interpretaron con Orquesta. Ya desde el principio llamaba poderosamente la atención lo bien ensamblado que sonaba todo, la Banda Municipal sonando de maravilla y un sonido compactado junto con el propio grupo; se nota que allí se habían invertido muchas horas de ensayos, lo que repercutió positivamente en la puesta en directo final.


El siguiente número que se interpretó fue “We’ll burn the sky”, una de las más bonitas de la etapa setentas con Uli Jon Roth y una canción que a día de hoy ya tiene categoría de clásico aunque pasó muchos años como un tema oscuro de esos de fondo de catálogo del grupo teutón. El arreglo que en su día ideó Kolonovits y que Scorpions presentaron al mundo en el concierto de la EXPO Hannover del 2000 es de una intensidad fuera de toda duda y todavía se me eriza la piel cuando recuerdo la primera vez que lo escuché hace ahora casi veinte años. El vivo ejemplo de cómo una canción puede sobredimensionar su fuerza y dramatismo gracias a la contribución de una orquesta y uno de los momentos cumbres de Scorpions para este humilde escriba. Stingers y la BAME realizaron una buena adaptación, teniendo en cuenta lo imposible de emular en este caso particular el original. Me llamó la atención que no hiciesen uso de las tres coristas –que lo bordaron durante toda la actuación, todo sea dicho– para adornar algunas de las estrofas de la primera parte de la canción; pero esto es marginal. Prosiguió la actuación con “Rhythm of love”, una de las preferidas del grupo como así nos lo hizo saber el propio Panchi. Esta canción es toda una delicia, un monumento al buen gusto a la hora de componer y tocar música, llevando el grupo a cabo una bonita interpretación. Esta canción no la han tocado nunca en directo los propios Scorpions con Orquesta y resultó curioso el arreglo inicial a cargo de la Banda Amigos de la Música de Estepa.


Llegó el momento para “No one like you”, otra de las mejores. Vuelven a demostrar Stingers que no quieren el camino fácil. Esta canción tampoco aparece en el disco con orquesta de los alemanes, pero sí la han tocado en clave Clásica durante algunas de sus actuaciones de directo con orquesta; de hecho el arreglo de inicio de Kolonovits vuelve a ser una delicia. En Estepa sonó con poder la interpretación de la BAME, lamentablemente cuando entró el grupo con el riff de inicio de pronto la guitarra solista no sonaba. Una canción tan personal como esta –fue la llave de entrada para Scorpions en América en el año 1982 cuando prácticamente sonaba en las radios a todas horas– tiene uno de sus puntos álgidos en la guitarra solista que Matthias Jabs interpreta; de hecho el final del solo de dicho tema en las tomas de directo del grupo durante los años ochenta presenta el mejor sonido que he escuchado nunca en una guitarra eléctrica, más allá de marcas, pastillas o amplis. No en vano a mediados de los años ochenta el propio Matthias era considerado por la prensa especializada mundial como el nuevo Eddie Van Halen europeo y estoy seguro que este sonido algo tendría que ver en estas apreciaciones. En Estepa no sonó la solista de inicio y eso hizo que el asunto bajase en intensidad, aunque luego se arregló la cuestión y pudimos disfrutar de otra gran interpretación por parte de los músicos. Tras “No one like you” le tocó el turno a la parte instrumental denominada “Deadly suite sting”, que no es otra cosa que nuevas adaptaciones para “Crossfire” y un medley entre “He’s a woman she’s a man” y “Dynamite” de esos que te quitan el hipo de golpe. La adaptación de “Crossfire”, uno de los temas oscuros más interesantes de Scorpions, lleva una intro del clásico “Midnight in Moscow” que la BAME adaptó de una manera muy lograda. Enlazaron con “He’s a woman she’s a man”, instrumental como en el original de Scorpions, que sonó con mucha fuerza; el tema sonó con una línea de bajo potente cortesía de Alfonso Tovales. Este tema derivó en la explosión final de “Dynamite”, que en el directo con Orquesta de Scorpions es uno de los puntos álgidos del show y alcanza una fuerza y electricidad brutales. Stingers escogieron una interpretación con la voz de Panchi -en el original de Orquesta de Scorpions va instrumental, aunque en los directos de presentación también cantaba Klaus Meine- que, aunque también con una perfecta ejecución, fue lo que menos me llegó de la actuación. La línea vocal de este trema es muy exigente y decidieron bajar ligeramente la tonalidad en las primeras estrofas. Por otro lado el final que salió de la cabeza de Kolonovits es una de las interpretaciones más salvajes que haya escuchado nunca, con una Orquesta entera a todo cañón haciendo volar tu cabeza mientras se desencadena el dramático final. Stingers y la BAME optaron por interpretar un final adaptado a sus propias características; sonó bien, sí, pero ya era otra cosa.


Tras esta descarga adrenalínica, el show continuó con un tema lento, tal vez una de las canciones más conocidas; como dijo el propio Panchi en la presentación: una de las mejores canciones de la Historia de la Música, afirmación que suscribo plenamente. Hablamos de “Still loving you”, una de las canciones lentas más intensas y fuertes que he escuchado en mi vida. La típica canción que todo el mundo conoce, aunque ni siquiera sepan que es obra de Scorpions. Sonó majestuosa en su adaptación para Clásico, rindiendo Stingers y la Banda en una comunión perfecta un merecido homenaje a uno de esos temas que hablan de amor, pero ni suena moñas, ni acaramelado, ni ñoño; todo lo contrario, es densa, rebosa fuerza y elegancia por todas sus costuras compositivas. Ni siquiera la gamba que metió Javi en el inicio del solo de guitarra pudo empañar una interpretación que nos puso los pelos de punta a más de uno. No pude evitar recordar con emoción, nostalgia y ternura el concierto que ofrecieron Scorpions el 8 de Julio de 2002 abarrotando la Gendarmenmarkt, una de las plazas más importantes de Berlín, mientras nos regalaban a los afortunados asistentes un concierto con la Filarmónica de esos que se te quedan pegados a tu piel durante el resto de tu vida.
Acto seguido le tocó el turno al tema “On the way” otra de las composiciones propias de Stingers y que publicaron en su primer Ep del año 2014. Aquí volvieron a demostrar lo compactados que consiguieron sonar junto a la Banda de Estepa durante todo el show. Otro tema que presentaba un bonito y acertado acompañamiento Clásico por cortesía de los músicos de la agrupación Amigos de la Música de Estepa. Panchi presentó el siguiente tema, que resultó ser “Pictured life”, como una de las canciones que tuvo el honor de interpretar con Uli Jon Roth en directo en su día. Una vez más Stingers nos volvían a sorprender gratamente con una canción que los propios Scorpions no han interpretado nunca en vertiente orquestada, pese a ser un tema con marchamo para Clásica más que evidente; Stingers nos demostraron su conocimiento profundo del catálogo del grupo alemán y su habilidad para escoger las canciones adecuadas al concepto musical que nos estaban presentando. Este tema tiene una entrada perfecta para ser ejecutada con orquesta y Stingers así lo llevó a su directo.


Tras este nuevo subidón el concierto se detuvo, como si de una especie de parón antes de los bises se tratase el grupo abandonó el escenario mientras la presentadora del evento volvía a subir a las tablas. Nuestra intrépida directora del evento agarró el micro y pasó a un capítulo de agradecimientos que se alargó en exceso y que, en mi opinión, estaba fuera de lugar; nada que objetar a la hora de agradecer a las entidades que permitieron y facilitaron toda la logística del evento, pero hay muchos ámbitos en los que se pueden hacer efectivos estos agradecimientos y no romper la dinámica de un concierto que estaba resultando redondo. En fin, situación ideal para visitar la barra situada al fondo de la caseta y disfrutar de alguna bebida a unos precios populares muy de agradecer.
Quedaba la parte final del concierto. Los músicos salen de nuevo a escena y arrancan con “New generation” una gran canción que tampoco aparece en el disco “Moment of glory” aunque sí ha tocado en directo Scorpions en sus actuaciones con orquesta. Una gran canción que abre “Unbreakable”, uno de los mejores discos del grupo alemán. Muy fina interpretación y paso a “Big city nights”, otra de las canciones más famosas y conocidas de Scorpions. Aquí Panchi pidió al respetable que le ayudase a cantar parte del estribillo, logrando una magnífica respuesta por parte de un público entregado. La cosa derivó en “Wind of change” y aquí la gente empezó a volverse loca con los móviles. Lo que son las cosas: el grupo estaba ofreciendo una actuación soberbia y no fue hasta el momento del archiconocido single que a la gente le entró el apretón y necesitaron inmortalizar eso con la cámara de vídeo de sus celulares. En fin. El fin de fiesta quedó reservado para “Rock you like a hurricane”, que sonó a todo trapo y que puso en pie a todo el auditorio en otro bonito momento de comunión artista/público. La gente pedía más y a buen seguro que el grupo hubiese tocado más música esa noche, pero un concierto de estas características hace del todo imposible improvisar algún tema más, con lo que los músicos se dieron su merecido baño de multitudes, agradecieron al público su asistencia, se hicieron la foto de rigor con la gente de fondo y abandonaron el escenario dejando entre los asistentes la sensación de que habíamos sigo testigos de algo muy difícil de superar.


                                                    Stingers: "Heart". Vídeo oficial.






                                        Fotos tomadas de las páginas de Stingers y la BAME.


jueves, 5 de diciembre de 2019

EVOCACIONES METÁLICAS: SANTA.

 
Una sección de nuestro colaborador “Metálico”.
 
SANTA


Este mes recordamos a Santa, grupo de Heavy madrileño con voz femenina que habitó durante parte de la década de los ochenta en el panorama rockero nacional. Una banda de gran calidad, quizás adelantada a su tiempo, que dio la campanada con un primer disco ‘Reencarnación’, pero que no consiguió consolidarse y termino desapareciendo.
Pero vamos a evocarles un poco más. Para descubrir el origen de Santa tenemos que remontarnos a 1983, fue en entonces cuando los en esa época miembros de Obús Fernando Sánchez y Juan Luis Serrano, batería y bajo respectivamente, descubrieron a Azucena cantando en el combo Huracán y la ofrecieron formar una banda. Tras su rotundo sí, reclutaron a Jero, guitarrista ex de Ñu, para completar el grupo. Aunque realmente estos integrantes solamente grabaron una maqueta pues los de Obús enseguida se desvincularon del proyecto y fueron sustituidos por Julio Díaz, ex de Mazo, al bajo y Bernardo Ballester, ex de Ñu, a la batería. Ésta ya sí fue la mítica formación de Santa responsable de su primer disco ‘Reencarnación’ en el año 1984, que supuso un auténtico trallazo que permitió al grupo llamar con fuerza a las puertas de la primera división del Rock patrio. Conciertos y popularidad, incluso aparecieron interpretando un tema suyo en la película ‘Los zancos’ de Carlos Saura; la banda vivía su momento y prometía más, esto sólo parecía el comienzo...

 


Sin embargo, surgieron o se evidenciaron una serie de problemas internos que empujaron al grupo a evolucionar desde su Heavy Metal clásico hacia sonidos más AOR; de hecho incorporaron a su line up al teclista Miguel Ángel Collado. También se produjo un cambio de bajista: Julio Díaz abandonó el grupo y fue sustituido por Diego Jiménez. Un Santa de cinco miembros dio a luz el segundo álbum de la banda en 1985 ‘No Hay Piedad Para Los Condenados’. Bajo la producción de los hermanos De Castro el Lp, a pesar de reunir muy buenos temas, no alcanzó los niveles de éxito de su primer trabajo. Sin ese freno, los enfrentamientos internos se agudizaron y provocaron la salida del grupo de Azucena, quien fue sustituida por una cantante argentina, Leonor Marchesi, proveniente del grupo Púrpura.



Con la nueva vocalista grabaron el tercer Lp de la banda ‘Templario’ en 1986, en el que se mezclaron las orientaciones de sus dos discos anteriores. Su buen nivel musical no estuvo acompañado por el éxito comercial; al contrario, se quedó muy por debajo de las ventas de su predecesor, quizás los fans no entendieron la marcha de la carismática Azucena.
Ante esta tesitura y la ausencia de horizontes, Jero decidió poner punto y final a la trayectoria del grupo. Así, con apenas tres discos nos dejó una banda Heavy pionera en tener una vocalista femenina y cuyas dosis de calidad merecieron, sin duda, un mayor reconocimiento.



Vida después de Santa.
Jero: Volvió a colaborar con Ñu y en 1992 puso en marcha el exitoso grupo Saratoga, en el que permaneció hasta 2006. Posteriormente, Jero sacó un disco en solitario ‘Tenebrarium’ y formó una nueva banda, Santelmo, con la que grabó tres lps: ‘Santelmo’, ‘El Alma Del Verdugo’ y ‘Mamífero’. Ocho años después de su salida de Saratoga, en 2014, decidió volver a tocar las seis cuerdas allí, donde permanece en la actualidad.
Azucena: Grabó un par de discos en solitario, ‘Estrella Del Rock’ y ’Liberación’. Falleció el 31 de enero de 2005.
Julio Díaz: Tras dejar Santa entró en Sangre Azul, con los que grabó un mini Lp y tres discos: ‘Obsesión’, ‘Cuerpo A Cuerpo’ y ‘El Silencio De La Noche’.
Bernardo Ballester: Después de Santa no se desvinculo tampoco del mundo de la música. Participó en la carrera en solitario de Azucena, volvió a vivir una breve etapa en Ñu y se alineó en varias bandas tributo como Rock And Roll Band o Los Parpel. Últimamente, tocó la batería en el grupo José Andrea y Uróboros, hasta que dejó el grupo.
Miguel Ángel Collado: Se convirtió en uno de los teclistas más destacados del Rock duro español y ha colaborado con infinidad de grupazos, entre ellos Ñu, Barón Rojo, Asfalto o Sangre Azul.
Leonor Marchesi: Tras la disolución de Santa prosiguió con su carrera musical. Primero en solitario, grabando los discos ‘Encrucijada’ y ‘Rosas De Metal’, para después dedicarse a la propuesta musical de Onlyrica, donde editó ‘Reloj De Arena’. En la actualidad acaba de sacar un cd con su nuevo grupo AlterBlu.

Metálico.

                                                            Santa: "Reencarnación".

                                                 Santa: No hay piedad para los condenados"

                                                           Santa: "Ven hasta mí".


viernes, 29 de noviembre de 2019

LA CULTURA EN EL ROCK


Una sección de nuestro colaborador "Thomas Anderson".

Helloween y El Guardián de las Siete Llaves.

Aprovechando que no hace demasiado del paso de la últimamente tan celebrada también aquí en España, fiesta de Halloween, qué mejor manera de hacernos eco de la misma en el blog que hablando de la banda de Metal más relacionada con las calabazas diabólicas: los alemanes Helloween.
Ya con el supuesto juego de palabras del nombre del grupo, sus integrantes parecen dejar claro que el humor y el buen rollo van a ser marca de identidad de la casa. La cuestión es algo así como si aquí, y permitidme la pequeña licencia, fuera un grupo y se llamase, por ejemplo, Nabodades, Sumano Es Santa o Siesta Nacional. Por fortuna, a pesar de la tontería, los Helloween supieron mantener su dimensión cómica lo suficientemente al margen y acabaron convertidos en leyenda viva del Metal, aquellos que pusieron las bases de lo que sería conocido después como Power Metal, una de tantas etiquetas en las que el género se divide, si bien en este caso estamos hablando de una de las más importantes y que más frutos y grupos ha dado, sobre todo aquí en el Viejo Continente.


Con un primer disco de una producción más que floja y un mediocre vocalista (Kai Hansen, guitarra fundador de la banda que acabaría abandonándola y formando Gamma Ray), Helloween regalaban al mundo su carta de presentación en 1985, “Walls Of Jericho”. No fue escaso el éxito para un combo desconocido hasta ese momento, pero su mayor acierto fue el de buscar un nuevo vocalista que le ofreciera una dimensión distinta a su trabajo. Y vaya si lo consiguieron. La entrada de Michael Kiske a las voces (un cantante que, si bien estaba muy influenciado por Geoff Tate, de Queensryche, contaba con unas facultades aun superiores a las de este) supuso un completo revulsivo para el grupo, hasta tal punto que el flujo creativo alcanzó unas cotas que hicieron historia dentro del Heavy Metal. Os hablo de los dos siguientes álbumes de la banda: “The Keeper Of The Seven Keys I y II”.
Realmente me pasa con este grupo lo mismo que con algunos otros, curiosamente varios de ellos de origen alemán. La cuestión es del todo baladí, lo reconozco, pero me resulta hasta cierto punto divertida. Me explico: estos dos discos de Helloween cuentan con una calidad extraordinariamente superior a la de cualquier otro de sus trabajos a lo largo de su carrera. ¿Que si no me gustan los demás? Con altibajos. Hay álbumes muy buenos durante estos años, pero se hallan a años luz de lo que supusieron los dos primeros Keepers (sí, posteriormente intentaron liarnos sacando la tercera parte, pero nada que ver, oiga). Me pasa también por ejemplo con el “Love at First Sting” de Scorpions o el “Fire Works” de Bonfire. La gracia del asunto es que hubo alguien en cierto momento, muy en desacuerdo con mis planteamientos, que me preguntó si pensaba que las partituras de esos discos destacados era como si los grupos las hubieran encontrado en la basura por puro milagro. Y a pesar de lo absurdo de la cuestión, es tal el abismo existente entre esos trabajos y el resto que a veces me siento tentado de pensar que hubiera podido pasar algo parecido.


Pero volvamos a los Helloween. A mi particular “friki-juicio”, las letras del grupo tienen poco desperdicio, sobre todo en aquella primera época. Pero hay una en concreto que me hace especial “tilín” dado mi tremendo amor por todo lo relacionado con la fantasía y lo heroico. Sin duda la historia que el tema título de la bilogía nos narra está plagada de influencias provenientes de la literatura de Espada y Brujería. Un héroe solitario con la misión de salvar el mundo del influjo de un perturbador demonio que quiere instaurar la muerte y el dolor entre los seres humanos. Tan típico como épico. A mí me encanta, qué queréis que os diga, jajaja.
La canción en cuestión está compuesta en solitario por Michael Weikath, el guitarrista que a pesar de no haber estado presente en los orígenes de la banda, en la actualidad se podría decir que es el líder indiscutible de la misma desde hace muchos años. El caso es que los 13:38 minutos en los que esta maravillosa obra se prodiga y difunde por nuestros extasiados oídos cuentan con un elenco de dones musicales pocas veces igualados en la historia de nuestro amado arte. No voy a extenderme en los parabienes del corte, puesto que es posible que algunos me consideréis exagerado y es evidente que la mayoría no vais a estar de acuerdo con mi visión. Tan solo diré que la sucesión y variedad de armonías, ritmos, melodías y acordes roza la perfección. El universo que se crea en tu cabeza mientras la escuchas evoca perfectamente la aventura a la que el protagonista de la historia se enfrentará. Por último añadiré que el trabajo vocal de Kiske está a la altura de tan solo unos cuantos muy grandes.

                                 Michael Weikath.                                     Kai Hansen.

Sé que hay mucha gente que prefiere el corte de la primera parte, “Halloween”, otra grandiosa creación de larga duración y de similares características, compuesta en este caso por Kai Hansen. En efecto, también es un trabajo descomunal, pero he elegido la presente, además de porque personalmente la prefiero, porque la letra es más acorde con el título y fundamentos de esta sección del blog.
En cuanto a la narración, he de decir que siempre pensé que era alguna aproximación a alguna historia ya escrita o que formase parte de algún mito alemán o de alguna otra cultura. Incorrecto. El argumento también sale directamente de la mente de Weikath, lo que le otorga aun más valor a la obra.

Os dejo con ella.




”El guardián de las siete llaves"

Haz que la gente
se coja de las manos
y llene sus corazones con la verdad.
Ya sabes lo que tienes que hacer,
así que hazlo como te ha sido encomendado.

Colócate tu armadura,
maltrecha ya por las batallas.
Cuélgate la espada,
vas a abandonar la luz.
Estate preparado
para los Señores de la Oscuridad;
ellos vigilarán tus pasos, 
así que sé precavido, callado y atento .

Se les oye murmurar
desde las copas de los árboles.
Observas a tu alrededor
pero tus ojos no te dan la razón.
Luces encantadas
confunden tu camino.
No puedes lanzarles una maldición
sin provocar su ira.

Ten cuidado por los Mares del Odio y del Pecado
o todos nosotros olvidaremos lo que hemos sido.
Nuestra única esperanza es la victoria.
Mata a ese Satán que no nos dejará ser. ¿Mátalo!

Tú eres el Guardián de las Siete Llaves,
las que encierran los Siete Mares.
Y el vidente dijo antes de quedarse ciego:
"Escóndelas de los Demonios y pon a salvo a la humanidad
o el mundo en el que vivimos pronto será vendido
al trono de maldad pagado con oro de Lucifer".

Puedes sentir el sudor frío
recorriendo tu cuello
y a los enanos de la falsedad
lanzándote barro a la espalda.

Guiado por hechizos
de manos del viejo vidente. 
estás sufriendo tal dolor
que solo el acero te hace resistir.

Permanece en tu camino y sigue la señal,
cumple con tu promesa y haz lo que se te ha encomendado.
 

Tú eres el Guardián de las Siete Llaves,
las que encierran los Siete Mares.
Y el vidente dijo antes de quedarse ciego:
"Escóndelas de los Demonios y pon a salvo a la humanidad
o el mundo en el que vivimos pronto será vendido
al trono de maldad pagado con oro de Lucifer".

Lanza la Primera Llave en el Mar del Odio.

Tira la Seguda Llave en el Mar del Miedo.

Envía la tercera Llave al Mar de la Insensatez
y haz que la gente se coja de las manos.

La Cuarta llave ha de caer en el Mar de la Avaricia
y la Quinta en el Mar de la Ignoracia.

Enfermedad, enfermedad amigo mío.
pues el mundo entero está en manos del Demonio.
Enfermedad, enfermedad amigo mío,
lanza la llave o morirás.

En una colina, a la orilla del último Mar,
él está sentado, mirándote,
con su voz alta metálica esparciendo dolor.
Él se regocija mientras juega contigo.
"Hombre, ¿quién te crees que eres?
Un idiota vagabundo con siete llaves en su poder.
No tires la llave o verás
dimensiones tan crueles como nadie puede imaginar".

No dejes que te quite tu poder.
¿Lanza la llave!

Un terremoto, el fuego levantándote, el suelo estallando,
Satán gritando y la tierra tragándoselo.

Tú eres el Guardián de las Siete Llaves,
Tú encerraste los Siete Mares.
Y el Vidente ahora puede descansar en paz.
No hay más demonios, no más enfermedad.
Y tú, humanidad, vive, eres libre de nuevo.
Sí, el tirano ha muerto, se ha ido, ha sido derrocado.
Tú has traído nuestras almas al regreso a la Luz.




Odio, Pecado, Miedo, Insensatez, Avaricia e Ignorancia… ¿Alguien se atreve a dar nombre a ese Séptimo Mar que por alguna extraña razón Weikath no quiere nombrar en la canción?

Saludos y hasta el mes que viene.