El grupo de principios de los
sesenta en el que se conocieron Ian
Gillan y Roger Glover se volvió
a reunir a finales del pasado año dos mil quince. Gillan, Glover, Sheila Carter, Tony Lander, Harvey Shield y John
Kerrison se volvieron a subir a un escenario para conmemorar el cincuenta
aniversario de la publicación del primer single del grupo, titulado “Put Yourself In My Place” y bastante
conocido para todo fan afín a la familia Purple
aunque prácticamente desconocido para el gran público. Incluso para esa única
actuación contaron con la presencia en una gran pantalla por skype desde Nuevo México de Graham Carter, hermano de Sheila y miembro fundador de Episode Six.
Este fue el primer grupo que podríamos definir como profesional dentro del recorrido de nuestro querido Garganta de Plata. Los Episode Six fueron uno de esos tantos grupos de Rock n’Blues que pulularon por las Islas Británicas durante los años sesenta. La banda formada alrededor de los hermanos Carter publicaron unos cuantos singles y realizaron bastantes conciertos en aquellos años, llegando a realizar una gira navideña por Beirut. La mayoría de sus canciones eran versiones de clásicos de Rock y Rhythm n’Blues que tanto se llevaban durante esos años, aunque también hay que comentar que compusieron algunos temas propios. Fue en esta etapa cuando Gillan y Glover realizaron sus primeros pinitos dentro del mundo de la composición, dando forma a algunos de los temas que más tarde el propio Ian recopiló para un inconcluso proyecto del musical infantil denominado “Cherkazoo”. Conviene tener en cuenta esta inquietud por componer música dentro de una escena la de aquellos años en la que lo habitual era realizar versiones de estándares y clásicos de otros artistas famosos. Supongo que el principal valedor de esa inquietud debió ser Roger Glover, uno de los compositores y arreglistas más infravalorados de la saga Purple, siempre colocado de manera elegante a la sombra de Blackmore y Lord pero con unas capacidades fuera de toda duda como bien ha demostrado en otros proyectos en solitario como el fabuloso musical “Butterfly ball & The Grasshoper’s Feast”; de hecho me jugaría algo a que parte del material de “Cherkazoo” pudo acabar por allí o, al menos, la idea original. No en vano Ian Gillan ha reconocido que casi empezó a escribir canciones “obligado” por el propio Glover.
Pero volviendo a Episode Six, el pasado Diciembre se
reformaron para una única actuación en directo que tuvo como público a cerca de
un centenar de personas invitadas personalmente por los propios músicos. Un
evento privado y por el que muchos hubiéramos hecho lo que fuese preciso para
poder asistir. Esperemos que las hadas se pongan de acuerdo, vuelvan a hacer
algo por el estilo y esté abierto a todo el público que desee pagar por
asistir.
Parece ser que el single más
reconocido de aquellos Episode Six
es la versión que realizaron del tema “Morning
Dew”, desde luego una gran canción y una buena interpretación por parte de
los músicos del grupo. Episode Six
se caracterizó durante sus años de existencia por realizar una música con
muchos matices rockeros y con la
mezcla piano/guitarra en primer plano. Sin salirse de la escena Pop y Beat imperante en aquellos años, podemos decir que su música tenía
parte de esa garra que tanto nos atrae a todos los que disfrutamos cuando suena
una guitarra eléctrica distorsionada acompañada de una base de bajo y batería
contundente.
Sin embargo nos vamos a detener en otra canción menos conocida de su repertorio pero no por ello menos significativa, hablamos de “Something’s Gotten Hold On My Heart”. Este tema es original del dúo David & Jonathan, aunque la hizo popular unos pocos meses después el solista Gene Pitney; de hecho, pese a no ser original suya, ha quedado como el intérprete reconocido de dicho tema. En los años sesenta -y actualmente también- era bastante habitual realizar versiones de canciones que habían sido publicadas previamente, incluso en el mismo año de la aparición oficial del tema original. Eran otros tiempos y no existían los canales de comunicación e información de hoy en día, por lo que era posible grabar versiones de canciones y que el gran público casi desconociese que no eran los originales. Pat Boone sin duda le debe mucho a esta coyuntura, se pasó media vida aprovechándose vilmente de las composiciones de Little Richard durante los años de la América profunda de segregación racial.
Little Richard. Ian Gillan.
El caso es que alguien dentro
del seno de Episode Six decidió que
sería interesante realizar una versión de la canción que hizo famoso a Gene Pitney y la llevaron a cabo. Hay
que señalar que dicho tema no llegó a salir en ninguno de los singles que
publicó el grupo durante sus años de existencia, lo que resulta extraño porque
la versión es excepcional. Tanto el original de David & Jonathan como el que regrabó Pitney presentaba una canción que se iniciaba con un arreglo
inofensivo y, pese a contener el potencial de gran clásico que es, se movía con
dulzura sin explotar el componente dramático que aportaba la melodía que salió
de la cabeza de sus compositores Roger
Greenaway y Roger Cook. Incluso
recientemente la ha vuelto a revisar Marc
Almond, invitando al propio Gene
Pitney para llevar a cabo uno de los dúos más edulcorados de la historia.
Impagable el vídeo clip de presentación en el que se ve a un Almond intentando aparecer como un crooner
cool cuando no parece ser más
que un inofensivo pobre diablo disfrazado de chuloputas amorfo mientras suena su irritante voz, solo superada
por la de un Gene Pitney en plena
decadencia.
Marc Almond/Gene Pitney: "Something's gotten hold on my heart".
Episode Six
revisó la canción aportándole unas dosis de dramatismo que encajaban a la
perfección con esa melodía ganadora. Plantearon el tema para la voz solista de Sheila, dejando a Ian Gillan como apoyo en los coros y como segunda voz en la parte
intermedia de la canción, otorgándole al tema una nueva dimensión con esos
gritos desagarrados de los que debieron tomar buena nota Blackmore y Lord a la
hora de ofrecerle el puesto de vocalista en Deep Purple posteriormente. Por otro lado decidieron ralentizar
brevemente el tempo de la canción, vistiéndola de una elocuencia que conjugaba
perfectamente con la voz densa y solemne de Sheila Carter además de los doblados estratosféricos de un Ian Gillan que ya parecía destinado a
comerse el mundo. Suprimieron el inocente inicio original por un pantanoso
órgano que te introduce con una tenue pero intensa suavidad en la amalgama de emociones que le espera al oyente.
Por otro lado adecuaron la melodía a la voz de Sheila, sonando con un empaque y una solemnidad idóneos para
llevar la canción hacía esa zona de peligrosidad y riesgo que estaba pidiendo a gritos una composición de esa categoría. El resultado es un
tema dramático, denso y tortuoso, ideal para incluir en una futura entrega de
“La Canción más Triste de la Historia”. Nuestra mujer declama cada verso con
una rotundidad tan sobrecargada como grandilocuente y efectiva, creando una
atmósfera tenebrosa que realza todavía más esa maravillosa e inquietante
sensación que te invade a medida que avanza el metraje del tema. Impresionante.
Durante estos años muchos más
artistas se han acercado a mostrarle sus respetos a este tema en forma de
versiones. Lamentablemente todos se han basado en la versión que grabó Pitney, por lo que nos hemos perdido
esa dimensión salvaje que aportaba Episode
Six quedándonos con el descafeinado e irritante soniquete del inicio; ni
siquiera un tipo con el carisma de Nick
Cave acertó con su versión del tema. El amigo Nick nos vuelve a ofrecer toda su alma en cuanto abre la boca, pero
no llega a dar de pleno en el arreglo que hace que esta canción se transforme y
se sobredimensione. Esperemos que al
menos el inútil de Almond se fije un
poco en Cave, a ver si saca algo en
claro. Aunque no es el atómico dúo Amnold/Pitney
el que ha realizado la versión más agobiante de esta gran canción. A la cabeza
de la ñoñería nos encontramos con Robson
& Jerome, este par de eunucos
tienen el dudoso honor de haber facturado la versión más hortera de este
tema; siempre hablando en cuestión de gustos, claro. Resulta increíble cómo una
misma canción puede expresar cosas tan distintas según quién y cómo la
interprete.
Nick Cave: "Something's gotten hold on my heart".
Por lo que a mí respecta, volveré a disfrutar una vez más de la versión de Episode Six mientras cruzo los dedos para que Ian Gillan cualquier día de estos encuentre divertido e interesante volver a subirse a un escenario con sus antiguos compañeros.
Episode Six: "Something's gotten hold on my heart".