Una sección de nuestro colaborador Thomas
Anderson.
Gary Moore y el mito irlandés: La leyenda de
Cuchulainn.
En 1987 el guitarrista norirlandés Gary Moore da vida a uno de sus más celebrados álbumes y el más
exitoso a nivel de ventas hasta aquel momento: Wild Frontier llevaba por nombre. Dejando un tanto de lado su
anterior sonido más potente, el disco pone de manifiesto en algunos de sus
surcos la influencia celta del músico nacido en Belfast. La melodía principal
del primer single, Over The Hills And
Far Away, por ejemplo, la dulcísima balada Johnny Boy y sobre todo el tema en que se centra hoy nuestro
artículo: Thunder Rising, una
maravilla sónica cuya letra nos relata el momento cumbre de la vida de Cuchulainn, el guerrero berserker protagonista primordial de la
mitología céltica de origen irlandés: la Batalla
de los Bueyes de Cualinge.
El tema nos habla de manera somera del momento en que el guerrero
regresa de la contienda, con las cabezas de sus enemigos por trofeo. Los Berserkers eran luchadores que en
determinado momento la rabia y la tensión provocadas por la guerra les
convertía en algo parecido a bestias inhumanas que eran capaces de sembrar la
muerte y el dolor a su paso sin apenas despeinarse. Algo del estilo de El Increible Hulk pero a la antigua.
Cuchulainn.
Parece ser que el joven Cuchulainn
se hallaba demasiado distraído con los parabienes sexuales que una hermosa
doncella le regalaba como para seguir vigilando las fronteras de su reino, el
Ulster, como era su deber. De esta manera, Maeb,
la líder del reino adyacente, aprovecha para adentrarse con sus ejércitos con
el fin de invadir las tierras del guerrero protagonista y robar un toro
semental con el que, por otras razones que ahora no vienen al caso, quería
competir con su propia hermana. La cuestión es que esta situación desencadena
una serie de conflictos que terminan con un Cuchulainn destrozando a todo bicho viviente que sale a su paso.
Fijaos cómo se describe la transformación del Berserker:
Se apoderó de Cú Chulainn un espasmo que hizo que su
cuerpo se combara, pareciendo un ser monstruoso, horrible e informe sin igual.
Sus piernas y articulaciones, todos sus nudillos y órganos, de la cabeza a los
pies, se agitaban como un árbol en plena inundación o un junco a merced de la
corriente. Su cuerpo se revolvió violentamente dentro de su propia piel de tal
forma que sus pies y espinillas se dieron la vuelta hacia atrás, y los talones
y las pantorrillas, hacia adelante. En su cabeza los nervios se alargaron hasta
la nuca, cada uno de ellos cuan poderoso, inmenso y desmedido pomo, del tamaño
de la cabeza de un niño con un mes de vida. Uno de sus ojos se hundía hasta tal
punto en su cráneo que una grulla salvaje lo perdería de vista a la altura de
la mejilla de tan hundido en las profundidades del cráneo que se hallaba, y el
otro ojo le colgaba a la altura de la mejilla. Su boca retorcida de forma
extraña y las mejillas estiradas hacia atrás dejaban la mandíbula descarnada
hasta dejar a la vista sus entrañas, sus pulmones y su hígado ondeaban en su
boca y en su garganta, su mandíbula inferior le dio un golpe tal a la superior
como para matar a un león, y escupía por la boca grandes cantidades de saliva
que parecían copos centelleantes de lana de cabra, procedentes de la garganta.
El pelo de su cabeza se retorcía como las ramas de un espino, atascado en un hoyo;
si los frutos de un manzano cayeran encima suyo, apenas llegaría al suelo
manzana alguna, quedando clavadas en vez en las cerdas de su cabello tieso, de
la rabia, sobre el cuero cabelludo.
Extracto traducido al español por la traductora
Bárbara M. Servert y de Castellví, de la obra de Thomas
Kinsella (traductor del irlandés al inglés) The Táin, Oxford University Press, 1969, pp. 150-153
Seguro que si el tema atrae vuestro interés seréis capaces de encontrar
información más detallada acerca de Cuchulainn
y toda la mitología irlandesa. Lo que realmente quería destacar es el hecho de
que un rockero de pro como lo era nuestro querido y admirado Moore tuviera la gran idea de utilizar
su música para dar a conocer y extender la cultura de su país fuera de sus
fronteras.
Y lo consigue, vaya si lo consigue.
Aquí os dejo la letra y el video de la canción interpretada en directo
en Estocolmo en 1987. Espero que los disfrutéis.
Trueno creciente.
Todos se asomaron a observar desde la fortaleza en la colina.
Era un guerrero solitario que regresaba de la batalla.
Los botines de guerra colgaban de las crines de su caballo:
las sangrientas cabezas de los enemigos a los que acababa de matar.
Vieron su cara, su mirada sombría,
solo podía tratarse del joven Cuchulainn.
Trueno creciente, trueno creciente,
el trueno creciente desde temprano en la mañana.
Ciudades en llamas,
el mundo sigue girando
el trueno creciente desde temprano en la mañana.
El hijo de Lugh MacEithleen no conocía el miedo,
de un solo golpe dejaba al enemigo cerca de su final.
Muchos trataban de burlarse de este Hijo Celta.
Se burlaban y se burlaban de él hasta que
él les dio muerte uno por uno.
Así acabaron, así cayeron
en las manos del joven Cuchulainn.
Trueno creciente, trueno creciente,
el trueno creciente desde temprano en la mañana.
Ciudades en llamas,
el mundo sigue girando
el trueno creciente desde temprano en la mañana.
Hace mucho tiempo, la leyenda lo cuenta,
cómo los hombres poderosos del Ulster
batallaron contra el rey de Connacht,
luchando hasta la muerte.
Nadie supo qué absurda
razón dio lugar a esta escaramuza.
¿Fue cuestión de traición
o tan solo las amenazas vanas de unos cuantos borrachos?
Era un guerrero solitario que regresaba de la batalla.
Los botines de guerra colgaban de las crines de su caballo:
las sangrientas cabezas de los enemigos a los que acababa de matar.
Vieron su cara, su mirada sombría,
solo podía tratarse del joven Cuchulainn.
Trueno creciente, trueno creciente,
el trueno creciente desde temprano en la mañana.
Ciudades en llamas,
el mundo sigue girando
el trueno creciente desde temprano en la mañana.
El hijo de Lugh MacEithleen no conocía el miedo,
de un solo golpe dejaba al enemigo cerca de su final.
Muchos trataban de burlarse de este Hijo Celta.
Se burlaban y se burlaban de él hasta que
él les dio muerte uno por uno.
Así acabaron, así cayeron
en las manos del joven Cuchulainn.
Trueno creciente, trueno creciente,
el trueno creciente desde temprano en la mañana.
Ciudades en llamas,
el mundo sigue girando
el trueno creciente desde temprano en la mañana.
Hace mucho tiempo, la leyenda lo cuenta,
cómo los hombres poderosos del Ulster
batallaron contra el rey de Connacht,
luchando hasta la muerte.
Nadie supo qué absurda
razón dio lugar a esta escaramuza.
¿Fue cuestión de traición
o tan solo las amenazas vanas de unos cuantos borrachos?
Gary Moore desde Corridors of Power hasta el Wild Frontier tiene una trayectoria discográfica impecable, de sobresaliente. Lástima que lo dejase todo luego por el Blues. Ya podría haber compaginado las dos cosas, como hacen todos.
ResponderEliminarLa referencia a la mitología de la canción Thunder rising demuestra que también como letrista quería ir un paso más allá. Se le echa mucho de menos. S&G