Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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miércoles, 20 de agosto de 2025

Glenn Hughes: "Addiction". Discos para el verano.

Ahora que Glenn Hughes está de vuelta en su faceta solista y su impresionante voz nos va a presentar un nuevo ramillete de canciones, es momento perfecto para recordar su disco "Addiction".

Fue publicado un verano de 1996, por desgracia solo en Japón. En aquellos lejanos años noventa cualquier cosa que oliese mínimamente a Hard Rock clásico era ninguneado y casi vilipendiado debido a  la irritante moda del Grunge, de hecho solo los grandes grupos consolidados seguían pudiendo sacar discos y hacer giras medianamente aceptables. Sin ir más lejos hasta gente como Iron Maiden se encontraban de capa caída y tocando en sitios como Miajadas, en la Extremadura profunda; todos mis respetos a la preciosa villa de los tomates, pero los grandes mercados ya no estaban ahí. Tocaba rebajarse mucho el caché y acudir a zonas en las que hoy en día ni se les ocurriría actuar. Otros tiempos.

En estas tesituras el bueno de Glenn publicó lo que sería su cuarta obra de estudio en solitario desde que volviese al mundo de la música tras superar sus adicciones. De hecho, este "Addiction" aborda ese submundo de demonios por el que estuvo transitando Hughes durante los finales setenta y la década de los ochenta. Ya hemos hablado en otros momentos de toda esa etapa, por lo que no tienes más que dirigirte a su nombre en el buscador para leer algunas de sus atómicas anécdotas al respecto.

"Addiction" es un disco de Hard Rock. Oscuro, muy oscuro; pero también es melódico, arriesgado, fresco, impactante y muy sincero. A lo largo de todos sus surcos y con unas letras tiernas, desgarradoras y muy inspiradas, Glenn nos ofrece una visión artística de sus demonios que seguro fue terapéutico para su propia persona. Incluso en esa época se cortó su larga cabellera tras casi toda la vida llevando el pelo largo.

Glenn Hughes y sus cambios de imagen.

Ya hemos dicho que salió solo en Japón. Era costumbre que algunos discos de artistas que no estaban en el candelabro -Sofía Mazagatos dixit- solo se publicasen en la Tierra del Sol Naciente; el triple de caros, claro. Tiempo después salió la versión europea, con un orden distinto de las canciones y a un precio más asequible. Aquí nos vamos a referir a la versión japonesa. Era verano, si querías el disco había que soltar los billetes y una versión jovencita pero con curro y pasta en el bolsillo del que esto escribe tenía muy clara sus prioridades en la vida: había que hacerse con lo nuevo de Glenn Hughes sí o si.

El disco se abre con "I'm not your slave", Rock directo y sin concesiones para comenzar directo entre los ojos de la mano de un Glenn cantando con rabia, arriba y convicción. Sigue "Cover me", un medio tiempo de lo mejorcito del disco con baterías potentes creando tensión y jugando mucho con los silencios. El encargado de los tambores en este disco es el baterista Joe Travers. Le toca el turno al tema título del cd, más caña y con un fraseo final de guitarra de esos que te ponen firmes. Lo mismo podemos decir de “Madeleine”, la siguiente canción que sigue una línea similar. El guitarrista que secundó a Hughes para la composición y grabación de esta obra fue Marc Bonilla. Su sonido personal y oscuro adorna todo el disco. Realiza un solo especialmente intenso en "Talk about It", medio tiempo intenso y profundo que fue sacado en su día como single. Cierra lo que sería la cara A "Death of me", uno de los temas más fuertes y pesados del disco aderezado con más de esas letras descarnadas, personales y sinceras

Glenn Hughes & Marc Bonilla.

"Talk about it"

Lo que sería la cara B comienza con “Down”, otro corte pesado y que te va machacando mientras lo escuchas. Sigue con una de las cosas más delicadas que jamás le haya escuchado cantar a Glenn Hughes. Jamás. Bajo el nombre de "Blue Jade" se esconde una canción densa, larga, hipnótica, que te seduce y te arrastra hasta que te aprisiona fuertemente con sus sutiles garras. Lo mejor de un disco excelente, sin duda. Compuesta por Hughes y el otro guitarra que toca en el disco: Joakim Marsh. De hecho este fue el primer disco que Marsh grabó con Hughes, un guitarra que acompañó a nuestro querido cantante/bajista hasta el año 2008. Podemos contar como curiosidad sobre "Blue Jade" que solo la ha tocado en directo en poquísimas ocasiones -lo de siempre, el público quiere oír siempre los mismos cuatro temas famosos y se la suda todo lo demás- y una de ellas fue en los conciertos españoles que ofreció en 2003. Precioso y delicado momento de un Glenn regalando una voz y una interpretación sobrenaturales que se grabó a fuego en el alma del que esto te cuenta para el resto de la vida, pero esto es marginal.

El disco sigue con "Justified man", otro Hard Rock con un aire más festivo que equilibra la intensidad anterior y que cuenta con la colaboración a la slide de Ronnie Montrose, para coger de nuevo fuerza con el tema final. "I don't want to live that way again" es una confesión y toda una declaración de principios a la vez. Una canción lenta, triste, dramática, densa y oscura en la que nuestro artista favorito desgrana con un lirismo y delicadeza insultantes todos los fantasmas por los que pasó durante su drogadicción. Ocho minutos y medio de magia y tensión contenida.

Por extraño que parezca, lo que debería ser un disco triste de invierno en realidad se transforma en un producto ideal para ser degustado cualquier tarde de verano de esas de calor asfixiante; conduciendo tu vehículo hasta llegar a cualquier antro a orillas de cualquier carretera en medio de ningún lugar, en el que entras para buscar tranquilidad mientras te tomas un café bien cargado y revisas la portada a la vez que contemplas desde la ventana esa carretera por la que pasa la vida tan lenta como veloz.

 

 


 

 

 

 

 


 

 

sábado, 16 de agosto de 2025

FILMS & CLIPS.

En esta nueva sección, de carácter eventual, vamos a presentar vídeo clips que tengan una clara inspiración en alguna obra cinematográfica. No irán en esta sección aquellos vídeos de temas pertenecientes a bandas sonoras o que incluyan imágenes de archivo.

 

DIRE STRAITS: "Calling Elvis". 

 


En Agosto de 1991 Dire Straits editaba el single "Calling Elvis", adelanto de lo que sería el último Lp del grupo: "On Every Street". El vídeo del tema nos muestra a una chica que llega a su desastroso apartamento. Mientras escucha las llamadas en el contestador, coloca un cazo para las goteras y enciende el televisor con la ayuda de un chicle pegado al interruptor. En la pantalla aparecen unas marionetas imitando a los Straits interpretando el tema en cuestión.

Estas marionetas son una clara alusión a una mítica serie de la TV británica: "Thunderbirds", del año 1965. Creada por el matrimonio Gerry y Sylvia Anderson, la serie estaba interpretada por marionetas y contaba las aventuras de un ex astronauta millonario, Jeff Tracy, que junto a sus cinco hijos dirigía la Agencia Secreta IR -Rescate Internacional-. Todas estas peripecias las realizaban ayudados por sus fantásticas naves, los Thunderbirds 1,2,3,4 y 5.

El vídeo termina con la abrupta entrada de los Thunderbirds en el apartamento, una vez que la chica ha salido del mismo. Así mismo, vemos a un abrumado Jeff Tracy cerrar el telón con el clásico anuncio: "Elvis ha dejado el edificio".

El clip contó con un generoso presupuesto y fue co-dirigido por el propio Gerry Anderson.

Pero Dire Straits no fue el primer grupo de Rock representado por marionetas, junto a los Thunderbirds. En un largometraje realizado en 1966 y llamado "Thunderbirds Are Go" (Nota del autor: No confundir con otro del mismo título rodado en 2004 con personajes reales) aparecen Cliff Richard Jr, and The Shadows interpretando "Shooting star". Esta banda se presenta como los hijos de los originales, pues está ambientado en el año... 2065!

En lo musical, el tema "Calling Elvis" -Llamando a Elvis, en castellano- es una clara mención al Rey del Rock, Elvis Presley, fallecido el 16 de Agosto de 1977. La canción está compuesta por Mark Knopfler, nacido el 12 de Agosto de 1949. Pero tampoco era la primera vez que Mark mencionaba a Elvis. En su colaboración con Phil Lynott -nacido este el 20 de Agosto de 1949- en su primer disco en solitario titulado "Solo In Soho" del año 1980, se incluía el tema "King's call" -La llamada del rey, en castellano-; otro claro homenaje a Elvis, cuya muerte parece ser afectó íntimamente al líder de Thin Lizzy.

 

Dire Straits: "Calling Elvis". Vídeo oficial.

Cliff Richard Jr: "Shooting star".


Phil Lynott: "King's call". Vídeo oficial.


Paul Martín Simón.


miércoles, 6 de agosto de 2025

Whitesnake: "Guilty Of Love", del disco "Slide It In". Canciones y discos para el verano.

La actualidad de nuestro querido vocalista David Coverdale, líder de los también queridos Whitesnake, no parece ser nada halagüeña si a términos musicales nos referimos. Los diferentes problemas físicos y de voz que no se han hecho públicos todavía y que lleva arrastrando desde el terrible Covid no hacen presagiar nada bueno. Una vez reanudada la actividad de directo tras la pandemia tuvo que cancelar toda la gira tras solo unos cuantos conciertos realizados en los que se notaban unos problemas de voz bastante obvios. Poco después anunció que dejaba de hacer giras y prácticamente actuaciones en directo a la vez que dejaba en estado de hibernación a nuestros adorados Whitesnake, no sabemos a ciencia cierta si de manera definitiva; bueno, con Coverdale todo es posible.

Pero no vamos a abordar ni aquí ni ahora los problemas de salud de David Coverdale. En estos días veraniegos de intenso calor vamos a recordar una vez más uno de los mejores discos de la Serpiente Blanca; sí, nos referimos a "Slide It In". Tras ese título tan deliciosamente adictivo, chabacano, irreverente, sugerente y que de inmediato te lleva a dobles significados, nos encontramos una obra maestra que resulta ideal para disfrutar durante la época estival.

Todo el disco tiene su enjundia, pero nos vamos a detener en "Guilty Of Love". Este tema pasa por ser de lo mejorcito del álbum junto con "Standing In The shadow", " Slow an' easy" -otro título con evidente carga sexual-, el propio tema título "Slide It In", "Love ain't no stranger", "Give me more time"...y voy a parar, porque entonces les enumero aquí, estimados lectores, la totalidad de canciones que conforman está obra que tanto disfrutamos algunos de nosotros.

"Guilty Of Love" es una de esas canciones que te engancha a la primera. Un tema vital, que contagia desde el inspirado riff de guitarra de inicio y que cabalga sobre una melodía que no te da respiro hasta llegar a un estribillo que una vez entra en tu cabeza sabes que te va a acompañar durante el resto de tu existencia.

Es una de esas composiciones tan positivas y tan de buen rollo que son capaces de alegrarte el día en cuanto la escuchas. La de mañanas que he ido caminando por la calle hacia mi puesto de trabajo -vocacional, pero no todos los días con las mismas ganas y ánimos- y su sola escucha -en los cascos y a toda pastilla, of course- ha girado mi ánimo, mi cabeza y mi corazón a ese lugar mejor que todos tenemos y en el que nos sentimos tan vitales y llenos de energía.

Pese a que este disco rezuma verano, fiesta, calor y efervescencia, esa sensación no ha estado ahí desde el principio. Conviene comentar que este disco tuvo dos ediciones, con diferentes añadidos y mezclas en ambas. La historia de este álbum está ya muy documentada, solo comentar que su primera edición se compuso y grabó con la formación de David Coverdale a las voces, Mel Galley y Micky Moody a las guitarras, Colín Hodgkinson al bajo, Cozy Powell tras la baterìa y Jon Lord en las teclas. Son las mismas canciones, pero tiene un ambiente algo más oscuro y menos festivo; más inglés, por decirlo de algún modo. Lo comenzó produciendo Eddie Kramer, aunque finalmente se hizo cargo de los controles Martín Birch y así salió al mercado.

Por aquel entonces la formación de Whitesnake, más inestable que nunca, sufrió varios cambios, algunos de ellos definitivos para el resto del devenir de la entidad. Jon Lord abandonó el barco para aceptar la suculenta oferta de volver a reunir a Deep Purple y también se dejó de contar con los servicios del bajista Hodgkinson y de los guitarras Mel Galley y Micky Moody. Les sustituyeron Neil Murray al bajo y John Sykes en la guitarra. Una progresiva transformación que mutó de sexteto a cuarteto en la que solo acabaron quedando Cozy Powell y el propio David Coverdale de la formación que grabó la primera versión del disco.

Whitesnake 83: Powell, Hodgkinson, Lord, Coverdale, Moody y Galley.

Whitesnake Dic 83: Galley, Sykes, Murray, Coverdale, Powell y Lord.

Whitesnake Mayo 84: Murray, Sykes, Coverdale y Powell.

Lo de Moody fue especialmente doloroso, recuerda en su propio libro autobiográfico -"Snakes And Ladders: My Autobiography", del todo recomendable aunque publicado solo en lengua inglesa- que Coverdale le echó por una cuestión de físico e imagen. Aconsejado por el gurú musical Jon Kalodner, David decidió buscar a un guitar hero con buena imagen y capaz de tocar. Por lo visto se barajaron los nombres de Michael Schenker y Adrian Vandenberg, este último acabaría en el grupo años después. Al final el puesto fue para un jovencito John Sykes, un guitarrista rubio y con una imagen sexy y rompedora. Coverdale ya tenía su guitar hero. Había decidió dar un pequeño giro a la música e imagen de Whitesnake, buscando triunfar en el todopoderoso mercado norteamericano, y en esos planes casaba más el sonido Hard Rock de Sykes que el Blues clásico y la imagen de Moody. Recuerda el bueno de Micky incluso una conversación que casualmente tuvieron en el backstage de un concierto en el que Coverdale y un Moody todavía con la banda coincidieron con Sykes y donde Coverdale hizo unos comentarios bastante incómodos y fuera de lugar comparando la imagen de guaperas y las maneras a la guitarra de Sykes con la de un pobre Moody que se sintió del todo infravalorado. Cuidado con esto: Micky Moody toca muy bien y el tristemente fallecido John Sykes también; pero, aunque sus estilos beben del Blues, son radicalmente distintos. Moody es un bluesman de la vieja escuela y Sykes es un Hard Rock más potente que era justo lo que se llevaba entonces;  más Heavy, por decirlo de algún modo. Poco después de la desagradable conversación, Micky Moody reunió al grupo en su habitación para comunicarles que abandonaba la nave. David Coverdale no quiso asistir a esa reunión.

Volvieron a regrabar el disco añadiendo tomas de la guitarra de Sykes aquí y allá, se pueden apreciar con meridiana claridad en cortes como "Slow an' easy", "Spit It out" o "Give me more time". Alteraron el orden de las canciones, unas sutiles revisiones a las mezclas y, de pronto, "Slide It In" estaba listo para petarlo en el mercado americano. Aunque sería el siguiente disco, el aclamado "1987", el que reventaría las listas las ventas tres años después, fue esta revisión americana de "Slide It In" la que abrió el camino para esa nueva versión de Whitesnake. Ni que decir tiene que este giro en la música y en la imagen del grupo generó muchísima controversia entre adeptos, seguidores, aficionados y toda la prensa musical de la época. Desde los que estaban encantados hasta los que jamás perdonaron a Coverdale que se vendiese al vil metal americano.

Por nuestra parte, posicionarse siempre es peligroso; pero lo vamos a hacer, claro. Este humilde escriba disfruta por igual cualquier disco de la exquisita discografía del grupo de la Serpiente Blanca; incluso si tuviese que quedarme con un par de canciones suyas me llevaría a la isla desierta "Walking In the shadow of the Blues" y "Crying in the rain" versión 87 sin dudarlo. Una de cada etapa. Ya ves, así está el patio.

A lo que de verás no me puede sustraer es a caminar por cualquier estación de ferrocarril, durante el calor del verano y con destino a cualquier lugar mientras suena en mis trasnochados walkman el "Slide It In" de principio a fin.

 

 


 

 

 


 


sábado, 2 de agosto de 2025

MSG: "Don't Sell Your Oul". Nuevo disco y tema adelanto.

En medio de los calores estivales, Michael Schenker anuncia la fecha de salida de su nuevo disco de estudio. El próximo tres de Octubre tiene previsto ver la luz mundial su nuevo álbum, bajo el sugerente título de "Don't Sell Your Soul". Está nueva obra aparece bajo el nombre de su grupo clásico: MSG, o Michael Schenker Group, como se prefiera pronunciar. Parece ser que es la segunda parte de la trilogía que comenzó el pasado año con la edición del cd "My Years With UFO" y que revisaba junto con muchos invitados algunos de los temas más emblemáticos de la estancia del rubio guitarrista alemán en la formación del ovni del cantante y líder Phil Mogg. Supongo que la tercera parte de esta nueva trilogía del alemán será algún nuevo disco instrumental en solitario, pero con el bueno de Michael ya se sabe que nunca se sabe.

El tema adelanto de la obra que ahora nos ocupa, que además es el título del nuevo disco, se lanzó a las redes sociales del mundo entero ayer mismo; de hecho fue presentada por sorpresa en directo durante la actuación que la MSG realizó el otro día en el prestigioso festival de Wacken, unas ochenta mil personas recibieron con sorpresa y supongo que ilusión la que es la primera interpretación en vivo de esta nueva canción.

MSG'25: B.Courbois, B.Schopf, M.Schenker, R.Liapakis y S. Mann.

Está canción suena mucho a los MSG clásicos, cosa que resulta muy de agradecer. Un tema duro y rápido, pero con buena melodía y elegante. Si el resto del cd va en esa línea puede que estemos ante una obra de muchos quilates. Vuelve a estar tras los controles Michael Voss, principal artífice del renacimiento y de la calidad de los últimos discos del menos de los Schenker. Además de producir, compone, toca la guitarra,teclados y canta en el nuevo disco. También acompañan a Michael sus habituales de estos últimos años: el bajista Barend Courbois, el batería Bodo Schopf y el guitarra/teclista Steve Mann -tradición aprendida y heredada de sus años en UFO. Para el puesto de vocalista Schenker se ha hecho con los servicios del ex Skid Row Erik Gronwall, un cantante como una catedral que no hace más que subir la calidad y la perspectiva del tema que te puedes llevar a tus oídos a continuación. Además colaboran en un tema los cantantes Robin McAuley, qué nivel tan increíble demuestra este hombre con su voz a sus setenta años, Roberto Dimitri Liapakis y el propio Michael Voss.

En fin, que la cosa promete. Se agradece que además Michael deje por fin de poner a parir en la prensa a su hermano Rudolph, como de manera tan injusta lleva haciendo estos últimos años, y se dedique a hablar de su música, que es lo que de veras nos importa a sus millones de seguidores. Agosto con nueva música de MSG: suena muy bien.