El emblemático guitarrista Ritchie
Blackmore, creador de Deep Purple,
Rainbow y una de las principales figuras y referentes de lo que todos
conocemos como Rock duro en los últimos cincuenta años, ha
anunciado hace unos días su vuelta al Rock.
Parece ser que el guitarrista realizará unos cuantos conciertos el próximo
verano con un repertorio íntegramente formado por canciones de Deep Purple y Rainbow. Imposible resistirse a hablar de ello.
Blackmore ha comentado
que quiere volver a hacer Rock,
principalmente aunque no solo por motivos nostálgicos y porque a sus setenta
años tiene la artritis a la vuelta de la esquina. Por desgracia en todo momento deja
claro que se tratará de unos cuantos conciertos puntuales puesto que su
prioridad absoluta se encuentra en su proyecto de música Renacentista/Medieval llamado Blackmore’s
Night y que comparte con su mujer, la cantante Candice Night. Debemos recordar que el afamado Hombre de Negro lleva la friolera de diecinueve años alejado del Rock duro y al frente de este proyecto,
más concretamente desde el año 1997.
Ritchie Blackmore y Candice Night: Blackmore's Night.
Ha anunciado que este regreso a sus raíces rockeras constará de una
serie de cuatro o cinco conciertos en algunas ciudades europeas a lo largo del
próximo mes de Junio del 2016, probablemente en Reino Unido, Suecia o Alemania,
como no; de España nos olvidamos, claro. El repertorio estará formado por temas
de sus discos de Deep Purple y Rainbow, a los que imagino que les
sumará algunas cuantas sorpresas en forma de versiones o improvisaciones marca de la casa de esas que solo él
sabe hacer y que tanto echamos en falta en el panorama musical actual. Por lo
que parece este regreso no se anuncia como una reunión de Rainbow como tal ni como una nueva reencarnación de Purple, sino más bien como una noche
con la música de Ritchie Blackmore.
Tampoco ha dado el nombre de los músicos que le acompañarán en esta nueva y
pequeña aventura, aunque ha dejado claro que todos serán músicos nuevos; Blackmore siempre se ha caracterizado
por buscar sangre nueva y fresca de la que rodearse para interpretar música en
vivo. Lo único que ha avanzado a este respecto es que ya tiene al cantante, que
es alguien nuevo con una voz entre Ronnie
Dio y Freddy Mercury. Por otro
lado parece ser que alguno de los conciertos se grabará para una posible edición
en el futuro. Casi ná. El personal ya
puede ir haciendo cola frente al ordenador en internet, imagino que las teclas echarán
chispas cuando se pongan las entradas a la venta.
Ronnie Dio. Freddy Mercury.
El asunto se presenta movidito en los próximos meses para la saga Purple. Observando el tema con un poco
de perspectiva resultaba más o menos obvio que Ritchie acabaría tocando Rock
una vez más, lo que sus seguidores no teníamos claro era el cuándo. De todos
modos los indicios resultaban bastante claros para cualquiera que leyera un poco
entre líneas las declaraciones de los últimos dos años dentro del seno de
alguno de los miembros de la familia Purple.
Conviene recordar el triste adiós de Ritchie
Blackmore de los Deep Purple en
1993, aquella reunión y gira europea frustrada sin dirigirse la palabra con el
resto del grupo y que terminó en lágrimas mientras rompía sus billetes de avión
para viajar a la segunda parte del tour en Japón. Las declaraciones posteriores
fueron desagradables e innecesarias, llenas del odio, ira y rencor. Blackmore se despachó a gusto con sus
ex compañeros, les acusó de seguir por dinero, a Jon Lord le tachó de escurrir el bulto de los problemas dentro del
grupo y del vocalista Ian Gillan, su
conocido archienemigo desde los años setenta, llegó a decir que no podía cantar
y que no era más que un borracho sin palabra; tela. Por su parte los demás Purple tampoco se cortaron nada en sus
comentarios hacia el peculiar guitarrista, Roger
Glover comentó que Blackmore no
tenía ningún mérito especial como compositor en el grupo - en todos los
créditos de los discos de Deep Purple
aparece como compositor -, incluso llegó a alegar que el archiconocido e
inmortal tema “Smoke on the water”
era famoso por la letra y no por el riff de entrada de la guitarra ¿?. Gillan también realizó algunos
comentarios diciendo que Blackmore
era un cáncer dentro del grupo que no les permitía avanzar e incluso, en una
muestra del espinoso y corrosivo humor inglés del que suele hacer gala
habitualmente nuestro entrañable Garganta
de Plata, argumentó que dejó de tomarse en serio a Ritchie cuando este le comentó que Eric Clapton no era un guitarrista capaz – siendo conocido por todos en el mundillo musical el
resquemor que siempre ha tenido Blackmore
hacia Clapton -. Aquello pareció un
divorcio por cuernos y a las malas.
Roger Glover e Ian Gillan 1993.
En lo que respecta a Rainbow,
tampoco podemos decir que la última reencarnación del arcoíris entre los años
1994 – 1997 acabara tranquilamente. Por lo que parece Ritchie, oscuro bromista empedernido muy amigo también de ese humor
inglés tan deliciosamente bruto, antes de comenzar su nueva andadura con Blackmore’s Night a mediados del año
noventa y siete no despidió a ninguno de sus músicos de Rainbow sino que les ofreció unos contratos prácticamente
imposibles de firmar; parece que les obligaba a no grabar ningún otro disco
fuera de Rainbow hasta que al propio
Blackmore le volviese a apetecer
reformar de nuevo al grupo… sin ni siquiera asegurarles que en ese hipotético
caso les volviera a contratar. Lo dicho, un cachondo. Desde el punto de vista
estrictamente laboral y práctico no hay mucho que objetar, Blackmore es el empresario y Rainbow
es su negocio, por lo que puede ofrecer el contrato que se le ponga en la punta
del alma; otro aspecto es lo moralmente reprobable que pueda resultar tratar de
ese modo a los músicos que han estado compartiendo contigo esfuerzos, música, carretera
e ilusiones. Probablemente el más dolido con todo este asunto pudo ser Doogie White, el excepcional cantante
escocés descubierto por Blackmore
para esos últimos Rainbow parece
que realmente se creyó que el proyecto Blackmore’s
Night sería para un disco y luego retomar Rainbow de nuevo.
Doogie
se comportó como el caballero que es y no comentó nada hasta que hace algo más
de un par de años Candice Night se
descolgó con unas declaraciones realmente desafortunadas en las que ponía en
duda la profesionalidad de White en Rainbow durante los últimos días del
grupo del arcoíris, concretamente comentaba que Doogie perdió el vuelo del día después del último concierto de Rainbow en el Sweden Rock Festival de finales de principios de Junio de 1997 por
encontrarse borracho, entre otras gentilezas. Doogie contestó algunas cuestiones de esos días finales
desconocidas para el gran público hasta la fecha, siempre con un buen gusto
exquisito. Aclaró como todos los seguidores sabemos que el último concierto del
grupo fue en el Festival de Esbjerj
el treinta y uno de Mayo, puesto que el grupo nunca tocó en Sweden Rock. Lo primero que dijo fue
que no había hablado nunca de esto porque le parecía una cuestión entre Ritchie y él – y puedo dar fe
personalmente de este dato porque yo mismo tuve el placer de entrevistarle y no
soltó prenda, pese a que intenté profundizar en el tema de su marcha de Rainbow por activa y por pasiva, como
os podéis imaginar -, pero que, una vez escuchada la curiosa versión de los
hechos por parte de Candice, se veía
en la obligación de aclarar algunas cosas puesto que se faltaba a la verdad y a
su honor. Aquí salió a relucir la conversación que tuvieron el día anterior al
concierto Ritchie, Doogie y el
tristemente fallecido Cozy Powell,
charlando sobre los planes para el nuevo disco de Rainbow; incluso parece ser que tenían ideas preparadas para cinco
temas nuevos. También comenta aspectos sobre ese contrato imposible de firmar y
niega rotundamente que no estuviera en condiciones el día después para coger el
vuelo. Un Doogie, visiblemente
dolido con las innecesarias declaraciones de Candice, demostró una vez más su clase y caballerosidad
agradeciendo a Blackmore los buenos
momentos vividos a su lado y ofreciendo su colaboración siempre que el díscolo
guitarrista lo estimase oportuno. La verdad es que Blackmore siempre se ha caracterizado por usar al resto de personas
de su entorno para realizar el trabajo
sucio a la hora de comunicarles según qué decisiones a sus músicos, por lo
que no sería descabellado pensar que Candice
o Carol Stevens, manager personal y
suegra del músico, solo sean peones en la endiablada partida de ajedrez que Ritchie mantiene con el mundo. Tampoco
sabemos cómo funciona la pareja en su intimidad, ni es asunto nuestro, ni ganas
que tenemos, ni falta que nos hace, por lo que cualquier teoría puede ser
posible.
Acompañado de estas “peculiares relaciones” con ex miembros nos hemos encontrado durante todos estos años a un Blackmore
hastiado del Rock y que no ha dudado
en repetirlo, entrevista sí y entrevista también. Para el recuerdo queda esa
genial entrevista que le hicieron en Popular
1 el año noventa y siete con motivo de su primer y único concierto en
tierras hispanas. Un Blackmore de
por sí incómodo por encontrarse en suelo hispano y con la intención de hablar
de su por entonces nuevo disco con Blackmore’s
Night se encontró con una entrevista salvaje de dos horas en la que le
preguntaron por aspectos y curiosidades de su pasado en Purple y Rainbow
mientras que prácticamente no le interrogaron por su nuevo disco con Candice Night. Acabó harto y
encolerizado, dejándoles plantados para la sesión de fotos. Blackmore en su estado más primario y puro. Tuvo que ser muy
cachondo el asunto.
La vida siguió igual hasta que hace unos tres años empezaron a
aparecer rumores sobre un supuesto intento de reunión de Deep Purple con Ritchie
Blackmore. Jon Lord, un par de
años antes de fallecer, ya manifestó que quería reunir a la familia Purple para un gran concierto. Desafortunadamente
no lo logró, como todos sabemos; mal por los implicados que no quisieron dar su
brazo a torcer. Por su parte hace un par de años Glenn
Hughes alimentó otros rumores que hablaban de un intento de reunión del Mark III de la formación púrpura,
compuesta por Blackmore, Lord, Paice,
Hughes y Coverdale, que también
quedó en nada; esto era mucho más complicado. Como ya comentamos en otra
entrada, hay unos Deep Purple en
activo con Ian Paice y la idea de
reformar otra formación del mismo grupo con otros miembros más el batería hacía
aguas por todos los lados además de constituir una falta de respecto a la
formación con la propiedad del nombre y en activo. Aquí conviene aclarar que la
propiedad del nombre, tras el desagradable episodio de los falsos Purple montados por Rod Evans a principios de los ochenta,
estaba en manos de los cinco miembros de la formación clásica conocida como Mark II -Gillan, Lord, Blackmore, Glover y Paice-, pudiendo montar el grupo
en el caso de que los miembros implicados constituyesen mayoría; de este modo
harían falta tres miembros clásicos para disponer del nombre legal. Esto
permite barajar distintas posibles combinaciones. De cualquier modo, una jugada
de dudosa enjundia en el caso de que pensaran en esta posibilidad; normal que Gillan se enfadara con estos rumores.
Aunque cuando el río suena agua lleva. Las sospechosas recientes declaraciones de un Blackmore comentando que Ian Gillan es uno de los mejores vocalistas de la historia no pueden pasar desapercibidas, comenta que son demasiado viejos para seguir con antiguos rencores y reconoce su importancia dentro de la historia del Rock. Imagino que el primer sorprendido sería Gillan, que se apresuró a devolverle el cumplido a la vez que tranquilamente comentaba que hoy en día resultaría imposible que Blackmore volviese a actuar con Deep Purple porque el grupo ya tenía guitarrista desde hacía veinte años y era Steve Morse. Gillan en su estado puro.
Este verano Blackmore
anuncia finalmente que quiere volver al Rock,
aunque parece claro que sin reunir Purple
ni Rainbow, por lo que puede que
algunas conversaciones y rumores de antes tuviesen algo de fundamento. Sin
embargo, la verdadera bomba informativa la soltó David Coverdale a finales del pasado Agosto. El cantante del Mark III y fundador de Whitesnake se descolgó comentando que
durante el año 2013 había entablado conversaciones con Ritchie Blackmore con la idea de hacer un proyecto musical en
común; toma ya. Coverdale especifica
que Carole Stevens, la manager de Ritchie, negoció la posibilidad de
trabajar en común pero no pudieron llegar a ningún acuerdo. Parece ser que a
partir de estos encuentros, en la cabeza de David se empezó a fraguar la idea de hacer un disco homenaje de Whitesnake que incluyera las canciones del
Mark III de Deep Purple, del que formó parte. El resultado ya lo conocemos
todos: “Whitesnake The Purple Album”,
el impresionante nuevo disco de las huestes de Coverdale regrabando y actualizando algunos de los temas míticos de
aquella formación Púrpura. Imposible no rendirse a la sensibilidad única que
transmite David en la estupenda
versión del tema “Soldier of fortune”.
David Coverdale. Ritchie Blackmore.
Whitesnake: "Soldier of fortune". Versión 2015.
Así nos encontramos con las recientes declaraciones de Ritchie Blackmore de hace tan solo unos
días, en ellas nos explica que quiere volver a tocar Rock una vez más, que la nostalgia es un motivo de peso pero no el único
aunque también comenta que se hace mayor y quiere afrontarlo cuando todavía puede.
Explicita que no contará con ninguno de sus antiguos músicos, lo que deja con
un palmo de narices a Joe Lynn Turner,
que lleva anunciando hace algún tiempo también que Ritchie quiere volver al Rock
y que esperaba que contase con su colaboración. Turner fue cantante de la última etapa de Rainbow entre los años 1981-1984 y también cantó en Deep Purple en 1991 por expreso deseo
de Ritchie. Desde luego que Blackmore siempre ha sentido una
especial predilección por Joe Lynn,
aunque parece que no será de la partida. Imagino que Ritchie no se sintió muy cómodo cuando Turner montó el grupo Over
The Rainbow en 2009 tocando todos los temas de Rainbow y llevando en sus filas a ex músicos del grupo junto con el
propio hijo de Ritchie a la
guitarra, Jürgen Blackmore. Muy
cachonda fue la anécdota en la que la siempre sufrida manager Carole Stevens les mandó una carta
pidiéndoles que no apareciese el nombre Blackmore
en los carteles de promoción del grupo, a lo que cuentan los rumores que les
contestaron adjuntando una copia del carnet de Jürgen en la que se podía apreciar que su apellido era precisamente
ese. Sin palabras.
Ritchie & Jurgen Blackmore.
También Blackmore hace
hincapié dentro de su comunicado en la ausencia de Jon Lord; juntos construyeron Deep
Purple. Sin embargo el genio que siempre ha sido y es Ritchie Blackmore, precursor, creador de un estilo y referente
fundamental de varias generaciones de músicos, ha tenido la poca delicadeza de
obviar en estas declaraciones la figura de Ronnie
James Dio, se refiere a otros que ya no están sin hacer una alusión
directa. Mal por él. Ronnie Dio fue
vocalista de Rainbow en sus primeros
tres discos de estudio y ayudó a sentar las bases de la música de Rainbow hasta tal punto que puedo
afirmar, sin temor alguno a equivocarme, que formaron un tándem sin el cual no
hubiera sido posible recrear la música de Rainbow
tal y como la conocemos. De largo es el vocalista del grupo más recordado, sin
desmerecer a los que se siguieron, y su talento para cantar, componer e
improvisar en directo hicieron de este grupo algo único, distinto y muy
especial. En su día el propio Ronnie desveló que en 1998 hubo una
oferta con una importante suma de dinero para reunir la formación clásica de Rainbow para un concierto parece ser
que en Sudamérica, finalmente nada de esto se llevó a cabo. Posteriormente, a
lo largo de los años, Ritchie ha despotricado y se ha burlado de Dio en muchas de sus declaraciones. Sin embargo,
pese a que no lo diga abiertamente y no le otorgue todo su merecido
reconocimiento, Blackmore tiene la
certeza en lo más profundo de su duro corazón que el talento de Dio era algo fuera de lo común y que
constituyó un punto de inflexión en la carrera artística y vital del propio Ritchie. Pero esto es marginal.
Ronnie James Dio y Ritchie Blackmore.
Rainbow: "Man on the silver mountain". Munich 20.10.77. Algo especial.
De cualquier manera estamos ante la noticia musical del año. Siempre es un privilegio disfrutar de Ritchie Blackmore, el único e irrepetible mago de las seis cuerdas, interpretando con su Stratocaster a todo volumen ese increíble ramillete de canciones que nos han ayudado a entender la vida de una manera más feliz y completa a sus miles de seguidores a lo largo de todos estos años.