Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

Púrpura Chess

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viernes, 8 de abril de 2022

Cozy Powell. Un músico que nos dejó muy pronto. Las últimas horas de su vida.

Hoy hace veinticuatro años y tres días que nos dejó para siempre Cozy Powell. Que el insigne y tristemente malogrado batería Colin Trevor "Cozy" Powell -24 de Diciembre de 1947/5 de Abril de 1998- ha sido y es uno de los músicos más reconocidos y carismáticos que ha dado nuestro querido universo del Rock n' Roll es algo que no se le escapa a nadie. Un excelente batería, poseedor de un sonido único que te permitía identificarlo en cuanto le escuchabas y que fue capaz de traspasar el muro de sus tambores para alcanzar una notoriedad propia de cantantes y guitarristas desde aquellos añorados años setenta hasta la actualidad. No es que fuera mejor ni peor a la hora de ejecutar con su batería, no se trata de eso aunque realmente fuese muy bueno tocando su instrumento, sino que consiguió alcanzar unas cotas de notoriedad y reconocimiento que generalmente estaban copadas por cantantes como Ian Gillan, Robert Plant, Steven Tyler, Rod Stewart o Paul Rodgers, por citar un puñado de los básicos de toda la vida, o guitarristas como Jeff Beck, Eric Clapton, Jimmy Page o Ritchie Blackmore; de hecho el siempre temible Man in Black llegó a asegurar públicamente una vez que el músico con el que sentía que debía haber hecho más esfuerzo por mantener en sus Rainbow siempre fue el bueno de Cozy... y eso es mucho decir si viene de alguien tan arisco como Blackmore; el Blackmore de los setenta/ochenta, claro.

A lo largo de su intensa vida Cozy Powell ha tocado con la flor y nata del Rock duro mundial, puso sus baquetas al servicio de grandes nombres como Jeff Beck, Black Sabbath, Rainbow, Whitesnake, EL&P, Peter Green, Gary Moore, Brian May, Robert Plant, Michael Schenker, Jan Akkerman, Graham Bonnet, Glenn Tipton... y así podríamos seguir hasta quedarnos sin papel. Todo esto sin contar la gente para la que grabó sin aparecer en su día en los créditos como músico de sesión y entre las que nos encontramos a grupos y artistas del calibre de Jack Bruce, Cinderella y un largo etcétera. Tanto antes como hoy en día resulta bastante habitual que los buenos músicos sean reclamados para grabar en el estudio las partes de otros artistas famosos, pero que no deben de ser tan buenos intérpretes como su fama les precede. Lo hacen desde el anonimato mientras reciben su cheque por los servicios prestados y por mantener su boca cerrada. Uno de los músicos que seguro debe tener unos cuantos contratos firmados de semejante calibre debe ser nuestro entrañable Cozy. Ya ves, un palmarés que solo alcanzan ese puñado de escogidos por el dedo divino de la música.

Cozy Powell fue de los pocos baterías que en sus primeros años consiguió meter canciones publicadas bajo su propio nombre en las listas de éxitos; no se conformó nuestro hombre con tocar con los más grandes, también tuvo tiempo para poner en marcha su propio grupo y grabar un puñado de singles y discos en solitario, algunos de ellos alcanzando puestos importantes de las listas inglesas de éxitos. Famoso y conocido por todo el que sienta algo por el Hard Rock es su solo de batería, el que interpretaba en todas sus actuaciones de directo -bueno, menos con EL&P-. Este solo, que se estructuraba a partir de la clásica pieza de Pyotr Ilyich Tchaikovsky titulada “1812 Overture”, es sin duda otra de las marcas de la casa de nuestro querido aporreador. Apareció en su primer disco en solitario de estudio titulado “Over The Top”, siendo el propio tema título. Más tarde le añadió también un fragmento del tema “633 Squadron”, versión del tema original de Ron Goodwin y que el propio Cozy publicó en su tercer disco en solitario “Octopuss”. Se trataba de una interpretación electrizante en la que se sumaba la épica de la Música Clásica y la potencia de su batería en un compendio que iba subiendo en intensidad hasta que explotaba ante los atónitos ojos del espectador, uno de los puntos culminantes de cualquiera de las actuaciones de los grupos de turno en los que militaba Powell.

Su personalidad debió ser también bastante interesante. Bromista empedernido, capaz de rivalizar con el mismísimo Ritchie Blackmore en esto de tocar los cojones con esas bromitas pesadas que le arruinan el día al que las sufre, para sorna y regocijo del resto de observadores. Era un tipo que vivió rápido y sin darle demasiadas vueltas a las cosas. Le gustaba conducir coches de alta gama a toda velocidad, de hecho eso fue lo que acabó con su vida de manera tan abrupta. Cuenta Graham Bonnet -un tipo con el que llegó a hacer muy buenas migas, por otro lado normal por la forma de ser de ambos- que si querías ir en coche a un lugar y llegar antes que nadie debías montarte en el vehículo de Cozy

La unión de estos tipos en los años dorados de Rainbow está trufada de situaciones tan atómicas como inverosímiles, propias de la imposible convivencia de tipos tan creativos y extremos como Blackmore, Dio & Co. El famoso featuring: Blackmore, Dio & Powell, un triunvirato que nos ha llenado de felicidad y de música de esa de caviar ruso a los millones de seguidores de la formación clásica de Rainbow que nos repartimos por el mundo y que consideramos que lo que consiguieron crear estos tres tipos no ha podido ser superado jamás. Pero esto es marginal. Curiosamente parece ser que la relacción Ronnie Dio/Cozy Powell siempre fue bastante tensa hasta llegar al extremo de que cuando Dio volvió con Black Sabbath a principios de los noventa iba a ser con Cozy Powell, pero un accidente de este le imposibilitó grabar con ellos en los tiempos previstos. Hablamos del gran pero infravalorado disco "Dehumanizer" de los Sabbath. Por lo visto, ante la imposibilidad de tocar de Cozy por haberse caído de un caballo -qué demonios hacía Powell a lomos de un equino es algo que solo debía de saber él mismo- hizo que se trastocasen los planes de grabación, siendo el propio Ronnie el que propuso no esperar a Cozy y llamar a Vinnie Appice; sí, el mismo Vinnie que años más tarde traicionaría cochambrosamente al propio Dio que tantas veces se acordó de él. También por una gira de reunión de Black Sabbath, esta vez con Ozzy Osbourne y que documentamos en este otro artículo.

El caso es que varios años después Ritchie y Cozy coincidieron en un festival en la localidad sueca de Esbjerg, hablamos de 1997 al final de la gira de reunión de Rainbow con Doogie White al micro. Powell acompañaba en la batería a Peter Green y por lo visto se toparon en el backstage los tres: Blackmore, White y Powell; se tomaron algo, charlaron y parece ser que trataron el tema de LA REUNIÓN. Lamentablemente se vio truncada para siempre por el fatal accidente automovilístico que sufrió nuestro batería favorito. Conocemos estos datos cortesía de Doogie White, un tipo íntegro que sufrió en sus carnes el injustificado escarnio del entorno Blackmore's Night protagonizado por unas declaraciones tan hirientes e innecesarias como fuera de contexto que realizó la vocalista y mujer de Ritchie, Candice Night, y que comentamos en esta otra entrada.

Rainbow 77: Tony Carey, Ronnie Dio, Ritchie Blackmore, Cozy Powell y Jimmy Bain. Magia pura.

En ese año 1998 parece que Cozy Powell se estaba viendo con una mujer casada, imagino que tanto a Cozy como a otro buen número de hombres que andan sueltos por el mundo poco les importa ese pequeño detalle para entablar una relación más estrecha con la fémina de turno. Una lluviosa y desapacible tarde Cozy recibió una llamada de la señora en cuestión, por lo visto pidiéndole que acudiese con ella por cualquiera que fuese el motivo de su situación con el que por entonces era su marido. Powell, como el caballero que siempre fue, se sentó raudo en su Saab 9000 para estar al lado de nuestra intrigante mujer en su momento de desazón. Todos hemos conducido alguna vez bajo las inclemencias del tiempo, frío, lluvia, nieve o niebla, a cuál peor. En estos casos el asunto de reducir la velocidad de crucero es algo casi inherente al hecho de ponerse al volante de un vehículo. Nada más alejado de la realidad de la lógica vital de un tipo como Cozy Powell. Por supuesto puso su coche a mil, como de costumbre, mientras hablaba por teléfono con su adúltera acompañante. Las inclemencias meteorológicas, la excesiva velocidad de su vehículo y ese destino cruel que a veces buscamos sin remedio hicieron el resto. En el momento en el que Cozy Powell se estrelló contra una de las medianas de la autopista M4, cerca de Bristol, iba hablando por teléfono mientras conducía a unas cien millas por hora. Recibió un impacto brutal que acabó con su vida.

Sharon Reeve, la dama con la que Cozy mantenía el affair sentimental, nos cuenta que llamó a nuestro batería favorito para pedirle que fuese en su búsqueda. Llamó a Powell esa tarde a su teléfono móvil, solicitando su inmediata presencia imaginamos por problemas conyugales. Le pidió a este que acudiese con ella lo más rápidamente posible. Las residencias de ambos se encontraban a unas 35 millas -unos 56 kms-. Cozy, que había estado consumiendo alcohol durante esa misma tarde, se subió a su coche sin dilación. Se puso al volante de su vehículo con la intención de recorrer la distancia que separaba su casa en Woodlands St Mary, cerca de Hungerford, Berkshire, del domicilio en el que su dama se encontraba en ese momento en la localidad de Cardiff. Esa lluviosa tarde del cinco de Abril de 1998 el Saab 9000 hizo honor a su capacidad de correr en manos del músico que en más de alguna ocasión había comentado públicamente que conducía igual que tocaba: fuera de control. 

La dichosa señora Reeve llamó de nuevo al móvil de Powell a las ocho y media de la tarde para ver en qué parte del camino se encontraba, consiguiendo hablar con él mientras conducía pese a que había ciertas interferencias en la línea. Pudo entender que Cozy estaba teniendo algunos problemas con la caja de cambios del vehículo, le comentaba Powell que estaba conduciendo a unas 104 millas por hora -167 km hora- y esperaba que el motor no se atascase. De pronto Cozy dejó de explicarse para decir súbitamente: “oh, mierda”, sonaron a través del teléfono algo así como unos ruidos violentos y acto seguido unos segundos de preocupante silencio. Desesperada, volvió a intentar llamar al batería, pero ya no volvió a escuchar la voz de Cozy Powell al otro lado de la línea. En ese momento se dio cuenta de que Cozy habría sufrido un accidente y telefoneó a la policía para ponerla al tanto de la desesperada situación. Powell impactó contra una mediana de la carretera cerca de Bristol, debido al exceso de velocidad, a las condiciones meteorológicas e imaginamos que a su estado tras la ingesta de alcohol. El coche hizo un trompo mientras chocaba con la mediana. Powell salió disparado del habitáculo del conductor cuando este dio una vuelta de campana cayendo sobre el techo encima del propio Cozy, que falleció en el acto. En el análisis que le realizaron posteriormente reflejaba una tasa de alcohol en la sangre ligeramente superior a la permitida. Fue declarado muerto en el hospital de Frenchay, en la localidad de Bristol unas horas después.

El oficial de policía Ian Carter casualmente conducía frente a Powell cuando este perdió el control del vehículo. Circulaba por el otro sentido de la autopista en la que tuvo el fatal accidente Cozy. Se encontraba adelantando por el tercer carril cuando de pronto escuchó un fuerte ruido sordo. Declaró que paró su coche en cuanto vio el accidente y fue a ver tanto el estado del Saab 9000 como lo que les podría haber pasado a sus ocupantes. Carter, que se encontraba fuera de servicio en esos momentos, pensó en un primer momento que el coche podría haber colisionado desde el otro lado de la autopista. Al acercarse el motor todavía estaba encendido y salía humo del capó. Debajo se encontraba el cuerpo de un hombre, estando todavía visibles su brazo y pierna izquierdos. Carter le intentó tomar el pulso, pero el corazón de Cozy Powell había dejado de latir. Robert Nicholls, comisario de policía que estuvo en el incidente, confirmó que Cozy Powell iba conduciendo a gran velocidad, hablando por el teléfono y sin el cinturón de seguridad abrochado. A la tasa de alcohol superior a la permitida se le pudo sumar el problema que se detectó a posteriori en uno de los neumáticos del coche, ya que parecía haber sufrido un pinchazo en los momentos previos al accidente. Este enrevesado cúmulo de circunstancias tuvieron el fatal desenlace que todos conocemos. La Sra Reeve, que estaba atravesando un proceso de separación de su marido y había conocido a Cozy en uno de sus conciertos, no quiso realizar declaraciones en ese momento.

En esos momentos Cozy Powell se encontraba trabajando en unas grabaciones del guitarrista Peter Green, con el que estaba actuando en directo por entonces. A la vez acababa de parar los ensayos para la gira que iba a realizar con el guitarra sueco Ingwie Malmsteen debido a un accidente que había sufrido con una moto. La fatalidad, los excesos y la imprudencia hicieron el resto. Además de la música, la otra pasión de Cozy Powell eran los coches y la velocidad. Había llegado a pilotar coches de competición en los años setenta e incluso por un tiempo abandonó la música para convertirse en piloto de Formula 3.

Si la señora Reeve no hubiese urgido la presencia inmediata de Cozy, que había estado bebiendo y no se pensó dos veces el hecho de montarse a los mandos de su vehículo, si el coche no hubiese sufrido un pinchazo, si no hubiera hecho tan mal tiempo, si no... En fin. Que nos quedamos sin Cozy Powell y ya está. Cincuenta años. Joven, muy joven, y con mucho recorrido por delante que se truncó irremediablemente aquella asquerosa tarde de Abril.

Se rompió de manera definitiva el featuring: Blackmore, Dio & Powell.

Siempre recordado. Colin Trevor “Cozy” Powell, Descanse en Paz.

 

                                                     Rainbow: Munich 77. Cozy drum solo "1812 Overture".
 

 

                                       Whitesnake: Ludwigshafen 83. Drum solo "633 Squadron"7 "1812 Overture".  



martes, 5 de abril de 2022

Skid Row: The gang's all here". Nuevo tema en ocho años.

Repasando por estas páginas inconexas fruto de los delirios musicales de fan descerebrado, me encuentro con la incomprensible situación de no haber hablado directamente de este grupo en ninguna de las entradas de este bendito blog. Injusticia que procedo a remediar de inmediato, son tantos los buenos grupos y artistas que nos acompañan que no tienes más que saber rebuscar un poquito para llevarte a la oreja parte de toda esa buena música que fluye libre por ahí. Los americanos Skid Row nos presentan una nueva canción, la primera desde que se publicó en aquel lejano dos mil catorce su disco "United World Rebellion. Chapter II"; por si fuera poco no dejaba de ser una especie de maxi con siete canciones continuación de "United World Rebellion. Chapter I". Si nos vamos a su último disco completo de estudio nos ponemos en dos mil seis con "Revolutions Per Minute". Muchos años, demasiados para estar poco menos que huérfanos de las composiciones de ese trío formado por el bajista Raquel Bolan y los guitarras Dave Sabo/Scotti Hill; aunque lo cierto es que estos tipos siempre has seguido su propios tiempos. No hay probelma si lo que entregan tiene la calidad requerida... y vaya si la atesora.

Skid Row es uno de esos pocos grupos que pueden presumir de tener en su haber unos tres primeros discos obras maestras: todos distintos y a la vez con el ADN de su propio sonido, todos potentes e inspirados y todos además éxitos de ventas. "Skid Row", "Slave To The Grind" y "Subhuman Race" forman parte de la banda sonora de la vida de todo aquel jovencito que disfrutase con el Hard Rock cañero a la vez que melódico de finales de los ochenta y principios de los noventa; sí, justo antes de que saliese el dichoso Grunge. Solo Dios sabe la de veces que he sacudido mis oidos, cuerpo y alma con "Slave To The Grind" y con esas joyas como "Psycho love", "Quicksand Jesus" y sus agudos estratosféricos del final, "Living on a chain gang", "In a darkened room", "Monkey business", "Wasted time"... es que todo el disco es de los que se te caen los cojones al suelo. Y del primero otro tanto, poco se puede decir de un álbum que contiene himnos como "Youth gone wild", "18 and life" o "I remember you" entre otros. En fin, caña por un tubo para cualquier jovencito deseoso de luchar contra el mundo y contra todo lo que se supone que debías ser y hacer; qué tiempos tan locos, idiotas y maravillosos.

En 1992 lo tenían todo para triunfar, TODO: talento, actitud y sobre todo grandes canciones. Caminaban con paso firme por los vericuetos de la industria discográfica con la insolencia de la juventud y la seguridad de un ramillete de temas que acabarían siendo clásicos bajo el brazo. Hasta se permitieron discutir con el que fuera su mentor: ni más ni menos que Jon Bon Jovi. Pero por desgracia no pudo ser. Se separaron del cantante Sebastian Bach, o le echaron según la parte a la que preguntes, y comenzó su travesía por el desierto. Con Bach alcanzaron una notoriedad que probablemente les acompañe hasta el final de sus días. Aunque por extraño que parezca, en estos tiempos en los que se vuelven a fraguar nuevas alianzas entre antiguos ex miembros de todos los grupos que se detestan pero que se juntan de nuevo por la pasta, con Skid Row la esperada reunión no ha sucedido. Sebastian Bach, un tipo con un talento innato para comandar una audiencia con el micrófono pero que por desgracia no fue tocado con el dedo divino de la capacidad para componer, lleva queriendo volver a juntarse desde hace un montón de años. Sin embargo, los otros miembros de Skid Row todavía no han dado su brazo a torcer, aduciendo algo así como incompatibilidad total de caracteres; lo que viene a querer decir en Cristiano que no le soportan. Puede que sean en este sentido de los más íntegros del negocio.

Por Skid Row han pasado hasta seis cantantes: Matt Fallon, Sebastian Bach, Johnny Solinger, Tony Harnell, ZP Threat y el último Erik Gronwall. Desde que Bach dejó el micro Skid Row por lo que sea no ha conseguido estabilizar a un vocalista, lo que da que pensar por otro lado; igual toda la culpa no es del bueno de Sebas, pero solo ellos lo saben. Tony Harnell, cantante de los buenísismos TNT, estuvo en el grupo practicamente un abrir y cerrar de ojos, dándole tiempo a grabar una versión de "18 and life" que demuestra la clase que tiene... pero tampoco funcionó. El hasta ahora último ZP Threat llevaba con ellos seis años, pero en estos últimos días hacían pública la bomba de que tenía que abandonar la nave porque la cosa cada vez estaba más en desconexión ¿? Inmediatamente comunicaban que a las voces le sustituía el ganador de un concurso de estos de cantantes en la televisión sueca, Swedish Idol. Con Erik Gronwall también publicaban este primer tema de estudio hace unos pocos días. Incluso comentaban que Gronwall conoció en persona al resto de componentes del grupo cuatro días antes de comenzar su ciclo de actuaciones en directo Sin City Nights. Se trata de una residencia en el Teatro Zappos del Hollywood Resort & Casino de Las Vegas, Nevada. En esta serie de conciertos acompañan como teloneros a Scorpions; pedazo de cartel, oiga.

Para más inri Gronwall interpretó en el concurso de cantantes en su día el tema "18 and life" del grupo de Bolan & Co, imagino que tomarían nota del asunto a la hora de probarle para el puesto. Segun los propios Skid Row los astros se alinearon y se produjeron las circunstancias propicias para que Erik acabase al cargo de las voces del nuevo disco del grupo. Que el tipo puede cantar lo notas en cuanto abre la boca, eso es obvio. Otra cosa es lo que pase hasta el próximo catorce de Octubre, fecha programada para publicar su nuevo álbum. Ahora tenemos de adelanto este "The gang's all here". Una canción que tiene un interesante regusto a su primer disco homónimo, lo que es una gran noticia. Todo el vacile y buen gusto de ese Hard Rock americano de los ochenta está presente en un tema poderoso que como carta de presentación cumple a la perfección con su cometido. Tienen anunciada gira europea para Octubre; España no incluída, of course. A ver si algún promotor avispado hace los deberes bien de una puta vez y soluciona el asunto. No pude asistir al concierto del Canci en mil novecientos noventa y cinco de "Subhuman Race" con Sebastian Bach por motivos que no vienen al caso y otra de las veces que volvieron a actuar en la madrileña sala Shoko años después, concretamente en dos mil catorce, encima llegué tarde por otros motivos igual de estúpidos. Sin embargo no se me olvida que entré justo cuando comenzaban con "Monkey business". Fueron a por todas y la sala se vino literalmente abajo, fue algo así como un bofetón que te meten en toda la cara sin que ni siquiera lo huelas. Pocos grupos son capaces de generar esa dosis de energía sobre un escenario; creedme, he asistido a muchos conciertos para afirmar algo así. Ese recuerdo se quedó grabado a fuego en mi interior y me imagino que me acompañará hasta el final de los días. Puto Rock n' Roll.


                                                   "The gang's all here".


                                                     Erik Gronwall: "18 and life".


                                                       Tony Harnell: "18 and life".




viernes, 1 de abril de 2022

EVOCACIONES METÁLICAS: GRIS PERLA.

 EVOCACIONES METÁLICAS: GRIS PERLA.

GRIS PERLA.

Una sección de nuestro colaborador “Metálico”.

Este mes nuestra Evocación Metálica está dedicada al grupo sestoarra Gris Perla. Los vascos conformaban un grupo de Heavy con toques de Rock urbano, pero que a pesar de editar tres lps y de sonar bastante bien tuvieron una repercusión ciertamente limitada a su ámbito local.

Gris Perla, que tomaron su nombre de un bote de pintura, comenzaron su andadura en 1989 integrados por Pedro de la Osa a la voz y guitarra, Josu Villanueva como guitarra, Jacin Calvo en el bajo y Koldo Mikel Pizarro tras la batería. 

Tras unos cuantos conciertos por su zona, en agosto de 1990 se alzaron con la victoria en el Certamen de Rock de Trespaderne en Burgos. Utilizaron el dinero del premio como ayuda para grabar un máster que se dedicaron a enseñar por diferentes compañías discográficas. Finalmente fue la gallega Edigal, que en esa época contaba con Los Suaves, la que decidió apostar por Gris Perla y les ofreció un contrato para publicar cinco lps; eso sí, no con demasiada pasta por medio. El grupo aceptó la propuesta y ya en 1991 grabaron su primer disco ‘Siempre Gris’. Un buen debut en el que destaca la evocadora voz de De la Osa y temas como ‘Siempre gris’, ‘Solo en la noche’ o ‘Cállate’. Si bien este álbum les permitió tocar por varias localidades vizcaínas, entre ellas Bilbao, su repercusión no fue suficiente para que pudieran saltar a un ámbito geográfico mayor.

Dos años después, en 1993, volvieron a visitar unos estudios de grabación para editar su segundo larga duración ‘Con Mucho Cariño’ que a pesar de mantener un buen nivel tuvo menor eco que su debut. Además, la formación sufrió la salida del batería Koldo, que fue reemplazado por Gorka Coin. Con este line-up, el grupo grabó su tercera entrega bajo el título ‘Soy Humano’. Era ya 1995, una época complicada para su tipo de rock. El trabajo apenas tuvo repercusión y el combo se vio abocado a la disolución.

Es un tanto sorprendente y extraño que un grupo del nivel que atesoraba Gris Perla y con tres discos a sus espaldas apenas fuesen conocidos fuera del País Vasco, cuando allí sí que tuvieron bastante relevancia, sobre todo en Bilbao y alrededores. Una lástima, sin duda, que el combo no pudiera ser disfrutado a mayor escala en el resto de España. Pero en esa época, con internet en pañales, sucedían este tipo de cosas.

Unos años después de su despedida, en 2005, Gris Perla decidió volver a juntarse. Tras estar un año descargando en vivo decidieron grabar un cd y un dvd en directo titulado ‘Made In Bilbo’ que publicaron posteriormente, en 2008, siendo producido entre el grupo y Porrakan Producciones. Más adelante han seguido tocando de manera puntual, como en 2013 en la sala Sonora o en 2017 en el benéfico Adisa Rock de Portugalete.

Durante ese mismo año 2017 su primer vinilo ‘Siempre Gris’ del año 1991 fue reeditado en formato cd por Demons Records.

Tras Gris Perla, Pedro de la Osa estuvo en varios grupos como Miel de Hiel, Bulldozer y Parabellun desde 2005.

 

                                                           "Siempre gris". Videoclip.
 

 

 

Metálico.

 

Bibliografía:

-no80s-gruposnacionales.blogspot.com

-rocksesion.com

-thesentinel.es

-discogs.com

-facebook.com/grisperla

-Youtube

 

domingo, 27 de marzo de 2022

CHASCARRILLOS.

   TRÍPTICOS EN ASCENSOR.

Una sección de nuestro colaborador "Ahí-Ku". 

 

Nueva temporada. Nuevo nombre: Ahí-Ku. Nuevos collages: Trípticos en Ascensor. Para viejos problemas.

 


 

 

miércoles, 23 de marzo de 2022

Un pequeño homenaje. Glenn Tipton se sube al escenario con Judas Priest.

Glenn Tipton fue diagnosticado con la enfermedad del Parkinson allá por el año 2014, pese a haber estado sufriendo sus síntomas desde algunos años más atrás. Hizo público en 2018 que debía dejar la actividad en directo con su grupo de toda la vida, Judas Priest, debido al avance de la asquerosa enfermedad; justo en la presentación mundial de su potentísimo álbum "Firepower", un trallazo en toda la cara con el que volvían a demostrar al mundo entero quién manda en esto del Heavy Metal. Su compromiso con Priest sigue permaneciendo intacto a nivel compositivo y en el estudio, pero los imagino cada vez más palpables síntomas de una de las peores enfermedades degenerativas que asola al ser humano le impiden afrontar un concierto en vivo. No obstante, desde entonces ha venido acompañando al grupo para subirse a las tablas en algunas ocasiones para interpretar los bises. "Metal gods, "Breaking the law" y "Living after midnight" suelen ser las escogidas; ya ves, la Biblia del Metal en forma de canciones. Las tres aparecidas en el clásico "British Steel" y del que poco se puede añadir salvo apuntar que es uno de los discos definitivos del Rock y del Heavy de todos los tiempos. Compuesto en su totalidad por el trío Tipton-Halford-Downing. Pocas palabras para decir mucho.

Mientras KK Downing lleva tiempo llorando por las esquinas en un atómico ego trip para intentar volver al grupo del que despotricó años atrás y en el que según sus propias palabras era imposible seguir, Glenn Tipton volvió a subirse este veinte de Marzo al escenario del H-E-B Center en la localidad americana de Cedar Park -Williamson, Texas-, celebrando el cincuenta aniversario de los Judas y regalando al público su merecida presencia mientras su coherencia e integridad musicales continuan intactas. 

Sirva este pequeño homenaje a una de las figuras de esta cosa que nos vuelve locos a unos cuantos de nosotros y que se llama Rock. Por supuesto, sonido piratón.

 

                        Judas Priest: "Breaking the law" y "Living after midnight". Cortesía de DeadMike.
 


Rob Halford y Glenn Tipton.



Fotos tomadas del facebook oficial de Judas Priest.


miércoles, 16 de marzo de 2022

Uli Jon Roth y Klaus Meine: "Bridge to heaven". Del disco "José Carreras Gala". 1995

El día diecisiete de Diciembre de mil novecientos noventa y cinco Klaus Meine y Uli Jon Roth se subían por primera y única vez juntos a un escenario sin el resto de componentes de Scorpions para interpretar una de las composiciones más bonitas y mágicas que haya parido el intelecto y la intuición humana. En la localidad alemana de Leipzig, acompañados por la Filarmónica de Praga y dentro del concierto benéfico anual que organizaba el afamado tenor José Carreras, estos dos colosos presentaban por primera vez en directo la majestuosa revisión del clásico inmortal de Giacomo Puccini bautizado como "Nessun Dorma". La adaptación compuesta por Uli Jon Roth fue incluida en el álbum que publicó justo al año siguiente titulado "Prologue To The Stmphonic Legends", un artefacto que mezcla de manera única y magistral los universos de Musica Clásica y Rock en un todo tan novedoso e inspirador que te desarma por completo en cuanto lo escuchas. Por supuesto en su día solo se pudo publicar en Japón; por increíble que parezca Uli no encontró una compañía de discos que se arriesgase a lanzar semejante producto a nivel mundial en un claro ejemplo más de la incompetencia supina de las compañías de discos y sus A&Rs para apreciar un diamante en estado puro. En la Tierra del Sol Naciente alcanzó el número uno sin problemas. Normal, los japos nos llevan siglos de ventaja en esto de la música y en todo lo demás.

Recuerdo muy bien la primera vez que llegó a mis manos este preciado cd. Estábamos en plena década de los noventa, sin duda la peor época para el Hard Rock de todos los tiempos. Mi ya por entonces incipiente obsesión por la música y la figura de Uli Jon Roth me llevó en el todavía mundo pre internet a rebuscar todo lo relacionado con su producción discográfica. Adquirí mi copia de dicho cd en cuanto salió  -precio importación abusivo, of course-, pero mereció la pena. Eran esos perdidos tiempos en los que todo lo relacionado con la adquisición de música -sí, antes se pagaba por ella- resultaba mágico. Ibas a la tienda, rebuscabas, te encontrabas con cosas desconocidas y te las pillabas si el bolsillo lo permitía. Te ibas a tu casa en transporte público mientras desprecintabas tu nuevo tesoro, observabas con fruición la portada y el libreto interior mientras fantaseabas con el sonido que atesoraba ese pedazo de plástico policarbonatado en sus adentros. Cuando por fin llegabas a tu habitación se producía la Consagración en cuanto apretabas el botón del play. Me dio un vuelco el corazón a la vez que mi cabeza se desbordaba súbitamente por la extrema e insultante complejidad de lo que entraba por mi oreja. Pocas veces me ha impactado tanto algo cuando lo he escuchado. Todo era nuevo. Todo. Complejos arreglos orquestados sobre los que flotaban melodías tan pegadizas y dinámicas como sobrecogedoras y épicas, juegos de voces y coros doblados con una maestría e inspiración que te desarmaban por completo. Y las guitarras te quitaban la respiración; ni una sola nota al aire en la solista, todas colocadas y pulsadas sobre el mástil con una precisión y enjundia matemática. Notas sacadas de un modelo de guitarra que el propio Uli inventó, fabricó y posteriormente comercializó, con más trastes que cualquier guitarra convencional para poder alcanzar un mayor rango de agudos casi equiparables a los obtenidos por un violín. Un todo que te volaba la cabeza en apenas la escasa media hora de duración. No bromeo. Le pasé una copia a un par de amigas que tocaban piano y contrabajo en Clásica y también les impresionó. Normal.

La versión previa que Uli Roth y Klaus Meine interpretaron en la gala de José Carreras se publicó en un disco que publicó la filial de WEA en Alemania y que por supuesto se descatalogó casi de inmediato. Por circunstancias de la vida también accedí al mismo casi por casualidad. En uno de los viajes musicales que llevo bastantes años disfrutando acabamos mi por entonces buen amigo y yo -la vida da muchas vueltas y las insoportables gilipolleces que tiene nuestro comportamiento humano nos abocó a no volver a hablarnos en un claro ejemplo de comportamiento estúpido por parte de ambos- en la inspiradora Alemania. El motivo, fácil: ver a Scorpions actuar en directo con la Filarmónica de Berlín. Durante nuestro corto pero intenso periplo acabamos en un mercadillo callejero, paseando y hojeando entre sus puestos y cubetas me topé con este artilugio en forma de cd. Inmediatamente decidí poseerlo al comprobar en la contraportada que entre los títulos rezaba el tema "Bridge to heaven" interpretado por Klaus Meine. Cuál fue mi sorpresa cuando lo escuché y ahí se encontraba la guitarra de Uli Jon Roth que, por cierto, no aparece en los créditos de la trasera de dicho cd. Magia y sopresa para mis oídos a partes iguales.

Uli Jon Roth, Udo Jurgens, Kim Wilde, Klaus Meine, Hannelore Elsner.

El original de "Prologue To The Stmphonic Legends" se abre con esta canción interpretada a la voz de manera magistral por Tommy Heart, vocalista de los buenísimos Fair Warning o Soul Doctor por citar un par de referencias. Ya lo he dicho antes, una de las cosas más bonitas que existen. Sin embargo, esta versión con la voz de Klaus Meine es superior. La personalísima voz del cantante de Scorpions añade ese toque que solo su voz y su talento natural para la melodía pueden aportar. No en vano es uno de los mejores vocalistas para el propio Uli Jon Roth, para este humilde escriba y para millones de personas repartidas por este mundo loco.

Puente hacia el cielo, el remedio necesario para avanzar como especie sin matarnos mutuamente. A ver si puede ser que el ser humano se libere en algún momento de sus necios demonios, se sacuda las irritantes limitaciones y egoismos de su propia condición y pueda atisbar mínimamente a lo lejos la entrada de ese puente que te lleva hacia la deseada luz.

 

                                           "Bridge to heaven". Uli Jon Roth & Klaus Meine.
 

                                           "Bridge to heaven". Uli Jon Roth & Tommy Heart.




Fotos cortesía de la web oficial de Uli Jon Roth.