Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
Clube de Adictos a Deep Purple
Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Anoche se cumplieron siete años desde la última vez que Ronnie Dio se subió a un escenario. Sucedió el 29 de Agosto de 2009 y se trataba del concierto final de la gira americana de Heaven & Hell. El grupo se encontraba inmerso en la promoción de su estupendo disco en estudio "The Devil You Know". Actuaron en Atlantic City, concretamente en el House Of Blues/Casino Showboat de dicha localidad. Falleció apenas nueve meses después. D.E.P.
Poco que decir con palabras. No hay un solo de mi vida que no le recuerde. Se le echa mucho, mucho de menos. El más grande, sin duda. Brindemos una vez más en su honor mientras recordamos el tema "The Mob Rules" de dicho concierto.
Heaven & Hell: "The Mob Rules". Atlantic City. 29.8.09
Estamos sin duda ante uno de los grupos nacionales con un panorama más
prometedor de los últimos tiempos. Con tan solo un par de discos han sentado
claramente las bases de su propuesta musical: un Hard Rock fuerte, denso y complejo pero siempre con un elegante
sentido de la melodía. El grupo del guitarrista y arreglista Tony Hernando, el cantante Ronnie Romero, el batería y pianista Andy C y la reciente incorporación al
bajo de Javi García ha revolucionado
la escena musical rockera de nuestro país en apenas un par de años, ofreciendo
un tipo de música que no es para nada el habitual que estamos acostumbrado a
escuchar por aquí.
Su segundo disco, titulado “II”,
ofrece al igual que su predecesor un cuidado y elaborado sonido. Ambos discos
han sido producidos, mezclados y masterizados en los estudios de Roland Grapow, obteniendo un resultado
final digno de elogio y que llama la atención por la calidad final del
producto.
Lords Of Black: "Lords Of Black". Lords Of Black: "II".
La reciente llamada de Ritchie
Blackmore a Ronnie Romero para
que ocupe el puesto de vocalista de sus renacidos Rainbow les ha ofrecido la oportunidad perfecta para mostrarse en
todo el escaparate internacional. A primeros de Septiembre inician una gira por
Centro Europa como invitados de Axel
Rudi Pell y más adelante actuarán en el prestigioso festival japonés Loud Park, junto a artistas de la talla
de Scorpions, Whitesnake, Symphony X,
Queensryche o los Dokken
presentando la reunión de la formación clásica y que tanto está dando que
hablar en los mentideros musicales en estos días –me temo que habrá que
comentar algo sobre esto en otro momento-.
Tony Hernando y Ronnie Romero.
Todos estos factores están ayudando a que este segundo disco esté
levantando una interesante expectación a nivel internacional. El primer single
y vídeo que publicaron, la canción “Everything
you’re not” está recibiendo una amplia exposición y seguimiento en tierras
niponas. También han realizado un clip para “Merciless” y otro para “Cry
no more”, una bonita pieza que sirve de homenaje al tristemente fallecido Phil Lynott y que tiene una cuidada
ambientación.
Sin embargo me quiero detener en otro tema que aparentemente ha pasado
más desapercibido y que, bajo mi humilde opinión, es de lo mejorcito del disco.
Se trata de “Tears I will be”, una
delicada canción que presenta a la perfección esa dualidad romántica y poderosa
de la que hace gala la música de este grupo y que me enamoró desde que la
escuché por primera vez. Comienza de manera elegante con un intenso piano y ya
desde el inicio presenta esa épica y esa tensión que tanto nos gustan a algunos
de nosotros. Lleva un solo de guitarra preciosista y muy acertado que hace que
el tema gane más enteros, la labor de Tony
Hernando es estupenda a lo largo de todo el disco. La voz de Ronnie se mueve perfectamente a lo
largo de los distintos registros que lleva la canción y demuestra una vez más
por qué Blackmore se fijó en él. La
parte final alcanza un interesante climax al aguantar el tema unas décimas de
segundo antes de lanzarse al estribillo tras el solo. Una canción intensa,
oscura y dramática que te atrapa desde el primer momento y que dice mucho y muy
bueno de este grupo.
Estamos en el
año del cincuenta aniversario de este grupo alemán tan especial. Hace cincuenta
años que el joven Rudolf
Schenker tuvo la idea y la visión de montar una banda para tocar música y
conquistar el mundo, así nacieron los Scorpions. Aunque el
primer disco llamado “Lonesome Crow” no
se publicó hasta 1972, fue en 1965 cuando el grupo empezó a rodar. Mucha gente
le pondrá pegas al momento desde el que han decidido empezar a contar como
inicio de su historia, incluido el desagradecido hermano menor Michael Schenker,
pero supongo que el bueno de Rudolf al menos
tiene ganado el derecho a decidir dónde y cuándo comenzó todo; no en vano se
trata del creador del primer grupo alemán de Rock que
traspasó las barreras germanas alcanzando el éxito mundial y rompiendo el
mercado norteamericano. A lo largo de estos años los Scorpions se han
convertido en una especie de embajadores alemanes internacionales, actuando en
distintas galas representativas, siendo llamados por una gran cantidad de
patrocinadores, organizadores de todo tipo de eventos culturales e incluso
políticos. Han participado en la caída del Muro de Berlín y hasta han llegado a
ser embajadores en todo el proceso de apertura de la antigua URSS impulsado por
Gorbachov y
conocido como la Perestroika,
entre otras cosas.
Hace unos meses
realizamos un repaso por una serie de lugares que han marcado de algún modo
todo el devenir del grupo alemán. Ahora ofrecemos una segunda parte. En este
caso vamos a viajar nada menos que por Nueva York y por las inmediaciones de su
Hannover natal. En NYC visitaremos algunos lugares relevantes de sus años de
más popularidad en las listas de éxitos y ventas. Por su parte en las
inmediaciones de Hannover recorreremos localizaciones ligadas a esos mediados
de los sesenta en los que empezó a crearse todo, solo para irritar a los haters que
critican y no reconocen esos primeros años de formación, crecimiento, cambios y
búsqueda de identidad y sonido. Así hacemos tiempo mientras esperamos la
publicación de la dichosa caja en la que parece que van incluidas grabaciones
antiguas y que llevan anunciando desde hace diez años.
Nueva
York: Cruce de la 5ª Avenida con la calle 42.
Pese a tenerlo
en mente desde el minuto uno, Scorpions no
consiguieron actuar en Norteamérica hasta 1978. Tras la marcha de Uli Jon Roth, el
fugaz paso de Michael
Schenker y la llegada de Matthias Jabs
les permitió enfocar su sonido hacia un incipiente Hard Rock que
estaba comenzando a ser muy popular por esas tierras, siempre sin perder sus
naturales señas de identidad. La nueva compañía de discos apostó por ellos y
comenzaron a actuar regularmente en América, sus discos empezaron a venderse
allí y en apenas tres años explotaron convirtiéndose en todo un fenómeno. El
propio Axel Rose,
futuro vocalista de Guns n’ Roses,
aseguró que decidió empezar a cantar y meterse en un grupo cuando una vez que
se encontraba parado con su coche en un semáforo, comprobó que en todos los
coches que le rodeaban sonaba música de Scorpions. Recuerda Klaus que en su
primera visita a NYC se quedaron fascinados con la idiosincrasia de la sociedad
americana y sus gentes. Paseando en uno de sus días libres por las calles
neoyorquinas comprobaron que aquello era una especie de variopinto hervidero,
todo un bullicio de personas que les recordó a una especie de zoo humano
caótico. Concretamente esta sensación la vivieron en el cruce de la 5º Avenida
con la 42 y todo esto les inspiró para componer su emblemático tema “The Zoo”, un
éxito y habitual de todos sus conciertos.
Madison
Square Garden: 4 Pennsylvania Plz. Cruce 7º y 8ª. Calles 31/33. NYC. Uno de los
locales de conciertos más emblemáticos del mundo. Este impresionante recinto,
ubicado en pleno corazón de Manhattan, ha visto como todos los grandes han
actuado entre sus muros. Suele decirse que no alcanzas el estrellato mundial
hasta que no tocas allí, incluso Camilo Sesto
logró llenarlo en sus dorados años setenta. Scorpions actuó
allí por primera vez el 19.6.82, como artista invitado de Rainbow. Desde
entonces han pisado numerosas veces el escenario de dicho recinto en sus
posteriores giras mundiales, ya como cabezas de cartel.
Jaguar
Club Scala: Mindener St. Hertford. Una de las
salas en las que Scorpions
realizaron las primeras actuaciones. Estamos hablando del año 1967. Por
entonces el único miembro de las formaciones clásicas era Rudi Schenker.
Por lo visto este club era uno de los referentes de la zona en esos años. En la
actualidad ya no funciona como tal, en su lugar encontramos una bonita vivienda
y la sucursal de una especie de tienda. Una de las
primeras actuaciones fechadas de Scorpions data
del 11.2.67. La formación del grupo estaba compuesta en esos momentos por R. Schenker.
Circula por la red un vídeo de unos segundos y sin audio de ese mismo
concierto. En uno de sus conciertos en este club nuestros queridos alemanes
telonearon a los Easybeats,
sí, esos del “Friday
on my mind” que versionó Gary Moore en su
disco “Wild
Frontier”. Parece ser que los Easybeats
llegaron a Hertford
sin equipo y tuvieron que actuar pidiéndole prestado el suyo a Scorpions. Días
grandes.
Scorpions: Jaguar Club Scala 1967. Report.
Apartamento
de la familia Schenker: Lonsstrasse 16. Sarstedt. Hannover.
A este pequeño
pero acogedor pueblecito de las afueras de Hannover se mudó a vivir la familia Schenker en los
sesenta. La vivienda del número 16 tenía dos apartamentos, en el de la izquierda
vivieron los Schenker
y allí jugaban los hermanos Rudolf, Michael y
Bárbara Schenker. Sus vecinos del otro apartamento resultaron ser los
familiares del batería Wolfgang Dziony,
que trabajaban en un restaurante que comunicaba con uno de los apartamentos.
Montar un grupo e invitar a su amigo vecino a tocar la batería fue algo natural
para Rudolf.
Recuerda Dziony
que por aquel entonces Rudolf estaba
por ahí, con su guitarra tocando temas de Elvis; solían
ensayar en el propio restaurante el día de descanso. Esas viviendas que estaban
detrás del pub restaurante en el que juntaban nuestros protagonistas para hacer
ruido continúan allí en la actualidad, imagino que reformadas, claro.
La esquina con el restaurante.
Zentralkino.
Sarstedt. Hannover.
El ya extinto
cine central de Sarstedt
fue el lugar en el que Scorpions
ofrecieron su primer concierto oficial. Cuenta Rudolf que
cuando escuchó a Elvis
Presley decidió que quería tocar música, pero por entonces se dedicaba a
jugar al fútbol y la guitarra permaneció aparcada hasta la llegada de los Beatles y Rolling, que le
dieron la determinación y el empujón definitivo. Rudolf se ha
caracterizado siempre por una determinación infranqueable a la hora de alcanzar
sus objetivos. Muchos grandes grupos y artistas en sus inicios han pasado por
infinidad de bandas con infinidad de nombres. Rudolf, por su
parte, permaneció con el nombre de Scorpions y la
idea de ese grupo desde el primer minuto… y lo logró; acabó alcanzando el éxito
con su primer y único proyecto. Se desconoce la
fecha exacta de este primer concierto en directo. La mayoría de grandes grupos
tiene perfectamente documentados sus primeros años, hay infinidad de material
en papel, audio y vídeo que explica y rememora la mayoría de los pormenores que
les acontecieron en sus primeros pasos en la música. El caso de Scorpions
constituye la deliciosa excepción que hace todavía más interesante cualquier
dato que sale a la luz relativo a esos primeros años. Parece ser que este
concierto se llevó a cabo en Mayo de 1965. La formación estaba compuesta por Rudolf Schenker
a la guitarra y voces, Wolfgang Dziony
a la batería y voces, Joachim Kirchoff
al bajo y Karl
Heinz Vollmer a la guitarra solista. Desgraciadamente
desconocemos la ubicación exacta de esos antiguos cines, incluso ninguno de los
lugareños preguntados tienen la más mínima idea del edifico en el que se
encontraban, solo hemos conseguido la ubicación aproximada. Es igual, imaginar
al grupo preparado para realizar su primera cutre actuación frente a familiares
y amigos sigue siendo mágico.
Sarstedt. Calle principal. Probable ubicación del cine.
Sigo en plena fase Beach Boys, es lo que tienen estos
calores. En la anterior entrada me remitía a dos versiones, pero es que el
grupo de los hermanos Wilson tienen
una cantidad tan abundante de canciones que en el momento en el que te sumerges
puedes perderte dentro del abismo insondable de su discografía. De hecho puede
que sea uno de los grupos que más han explotado las compañías de discos con los
recopilatorios, llevan sacando uno distinto cada verano desde hace más de
treinta años, y todavía consiguen que la selección de temas incluidos sea
variada.
“Sail on sailor” es una de mis debilidades, no lo puedo evitar. Pese a ser uno de los
mejores temas de toda su discografía no suele aparecer en los recopilatorios,
supongo que esto se debe a que la mayoría de las veces colocan a un inútil para
seleccionar las canciones. La primera vez que escuché esta canción fue durante
el concierto que el grupo ofreció en Vigo allá por el año noventa y ocho, dese
luego uno de los peores momentos para escuchar y valorar por primera vez una
canción. En cuanto entonaron los primeros versos me resultó imposible
resistirme ante la enigmática belleza de aquella melodía, en unos cuantos
segundos habían logrado lo que otros músicos emplean toda una vida en
perseguir, muchas veces sin conseguirlo. Es una composición de Brian Wilson y apareció publicada en el
disco titulado “Holland”. En
aquellos años Brian había sido
absorbido por completo por todos sus demonios, había tenido que dejar la
actividad de directo del grupo, estaba enganchado en las drogas, había ganado
mucho peso y vivía como un recluso en la cama de su casa. Demasiadas presiones
por todos lados para una mente tan especial, distinta y frágil como la suya.
Parece ser que esta canción la compuso pidiéndole a su estimado amigo, letrista
y arreglista del en su día inconcluso disco “Smile”, Van Dyke Parks
que le hipnotizase. El resultado fue una obra maestra, propia de un genio del
calibre de Brian.
Beach Boys: "Sail on sailor".
La otra canción es “Wouldn’t it be nice” y poco se puede
decir sobre ella que no se haya escrito ya. Es el tema que inicia el
emblemático “Pet Sounds”, una de las
obras maestras del grupo reconocida por todos los estamentos musicales.
Curiosamente al entrañable Mike Love
nunca le gustó ese disco, en su mente simple y directa solo tenían cabida
canciones facilonas que hablasen del sol y las chicas, estaba claro que todo
este asunto le venía grande; aunque en cuanto el disco obtuvo éxito pasó a ser
uno de sus favoritos, claro.
Esta canción rebosa felicidad
y buenas vibraciones por los cuatro costados y demuestra a las claras la
capacidad especial de Brian Wilson
para crear algo único y memorable. Simplemente podemos decir que nadie –repito:
nadie- ha compuesto música que suene así. Imagino que el petardo de Paul McCartney, otro tipo que tuvo la
suerte de coincidir con John Lennon
y cuyo principal mérito es reconocer el talento creador de Brian Wilson, habrá escuchado con atención –y con cierto titubeo
también- esta obra maestra de Brian
en infinidad de ocasiones.
Beach Boys: "Wouldn't it be nice". Vídeo original.