No se me ocurre mejor manera de iniciar el mes del otoño por excelencia que con esta delicada canción del trístemente fallecido Bernie Tormé. Nuestro querido guitarrista y cantante nos dejó el pasado Marzo de 2019, dejándonos huérfanos de su pasión por el Blues Rock tocado con enjundia, de su inspirado toque y de su personalísimo sonido de guitarra. Uno de los pocos músicos que en cuanto escuchabas su primer acorde ya sabías que era él; esto es algo de lo que pueden presumir solo un puñado de escogidos.
En el año 2017 publicó un triple disco bajo el título de “Dublin Cowboy”, imprescindible para todo el que sienta algo en su interior cuando escucha a este músico. Entre sus surcos se encontraba este “Lady November” en formato acústico. Solo voz, guitarra acústica y un sutil toque de teclado le bastaban al bueno de Bernie para introducirnos en su personal visión de este mes del año tan especial. Guitarras desnudas, tan delicadas como crudas, junto a una voz rasgada, melancólica y personal, que dibujaban a través de una preciosa y sencilla melodía el bucólico paisaje de cualquier bosque en cualquier fría mañana de Noviembre; un paseo por el milagro de tonos verdes, marrones y rojizos que la Madre Naturaleza regala de manera inmerecida a nuestros sentidos durante estas fechas.
Al teclado se encuentra el anónimo Mysteryman, seguro no es otro que Colin Towns y cuyo nombre no podra aparecer en los créditos del cd por cuestiones de contratos con distribuidoras o algo así. Este teclista, amigo y compañero del propio Tormé en mil batallas, acompaña y acolcha una composición sencillamente mágica y que el que esto escribe no puede resistir la tentación de devolver a la vida cada vez que se reflejan los primeros rayos del Sol sobre la maravilla de la Creación.

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