Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

Púrpura Chess

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lunes, 2 de marzo de 2015

Whitesnake: The Purple Album.



El grupo de David Coverdale acaba de anunciar la publicación de su nuevo disco, titulado "The Purple Album", que consiste en una revisión de algunas de las canciones más emblemáticas de su etapa en los Deep Purple. Está programado para mediados de Mayo. Ahí queda eso.


La Serpiente Blanca se descuelga de esta manera con una publicación interesante que incluso puede convertirse en un arma de doble filo y que, para bien o para mal, seguro que no deja indiferente a nadie; una jugada maestra de su líder. Desde luego que han conseguido sorprendernos, no es complicado afirmar que prácticamente nadie hoy en día se esperaba un álbum de Whitesnake compuesto íntegramente por versiones del grupo que le dio la oportunidad de su vida a su cantante y jefe David Coverdale.


El listado de temas tira para atrás, las etapas conocidas por sus seguidores como Mark III y Mark IV – puro vocabulario purpeliano – atesora grandes e inspiradísimas canciones creadas por un conjunto de músicos que lograron redescubrirse y mostrar al mundo su desbordante talento. El combo original formado por Ritchie Blackmore, Jon Lord e In Paice, sumado a las dos nuevas adquisiciones: ese bajista y cantante blanco con voz y alma de negro llamado Glenn Hughes y el susodicho vocalista David Coverdale, demostraron su habilidad innata para crear una música que, aun conservando el indisoluble sello Deep Purple, era fresca, nueva, poderosa e inmortal. Incluso cuando el errático Blackmore abandonó la nave púrpura, el guitarrista sustituto Tommy Bolin demostró que se podía seguir manteniendo el elevado listón compositivo con maravillas del calibre de “You keep on moving” o “Coming home”.

                                                     Deep Purple Mark III.

                                                      Deep Purple Mark IV.

La banda que acompaña a David Coverdale es incendiaria. Tras abandonar la nave el fantástico guitarrista Doug Aldrich, el grupo se completa con el guitarrista Reb Beach, Tommy Aldridge a la batería, Michael Devin al bajo y la nueva incorporación, Joel Hoekstra, a la guitarra; vamos, un grupo de auténtico lujo. Por otro lado la selección de temas es sencillamente extraordinaria:

Burn
You fool no one (interpolating Itchy Fingers)
Love child
Sail away
The gypsy
Lady double dealer
Mistreated
Holy man
Might just take your life
You keep on moving
Soldier of fortune
Lad down stay down
Stormbringer
Lady luck
Coming home

                           Reb Beach.                                      David Coverdale.                             Joel Hoekstra.

Han colgado de la red el single y vídeo clip del tema “Stormbringer” como adelanto. Aunque el sonido parece algo enmarañado suena brutal. Habrá que esperar para escuchar todo el disco y, sobre todo, comprobar la capacidad de nuestro querido vocalista para defender estos temas en directo. No se ha comentado nada sobre las posibles colaboraciones pero, si de mí dependiera, por  aquí debería aparecer Glenn Hughes por algún lado sí o sí. No hay que olvidar que gran parte de la magia de estas canciones proviene de los maravillosos duelos vocales que nos brindaron estos dos sensacionales vocalistas. Desgraciadamente los agudos de Coverdale no han envejecido tan bien como los de Hughes. Sin embargo, gracias a nuestro querido socio y fotógrafo Luis Delgado, parece ser que el propio Glenn Hughes le ha confirmado que no ha colaborado en este disco y que no hay ningún plan para hacerlo. Es extraño porque, según teníamos entendido, entre Glenn y David hay buena relación. Algo ha debido pasar. Lástima.

                                                          Whitesnake: "Stormbringer".

Resulta cuanto menos curioso que ahora David Coverdale se descuelgue con un disco de versiones de su banda madre, cuando se ha pasado desde finales de los setenta argumentando una y otra vez que su prioridad era Whitesnake y que volver a Deep Purple sería algo así como volver al pasado. Y en la segunda mitad de los ochenta y los primeros noventa, en plena explosión de su disco multiplatino “1987”, ni te cuento; parecía que Deep Purple pertenecía a un pasado remoto de otra galaxia paralela. Hay que reconocerle el mérito a este hombre, cuando sacó “1987” dio en el clavo, ofreció al público lo que éste quería ver y escuchar. No tenemos más que escuchar la maravilla de versión que realizaron de su propio tema “Crying in the rain”, con un John Sykes a la guitarra y a la batuta ideando una versión superlativa que sirve de inicio al disco y te pone firme desde el primer segundo de escucha; desde el mismo día en que la escuché por primera vez, hace más de veinticinco años, no he podido dejar de escucharla al menos una vez durante cada uno de los siguientes meses de mi vida. Por mucho que los seguidores “de base” le criticaran su cambio de imagen, lo cierto es que consiguió triunfar por todo lo alto sin hacer ninguna concesión musical. La figura del guitarrista John Sykes tuvo mucho que ver en todo esto, consiguió mezclar la exquisita y particular esencia Blues del grupo de Coverdale con la garra y la potencia que había demostrado en su etapa con Thin Lizzy, creando un torrente de sonidos que redefinió la propuesta musical de Whitesnake. En la actualidad sigue siendo el disco más vendido de todos los publicados por cualquier músico que haya pertenecido a la saga Purple, y eso es decir mucho en poco rato.

                                               Formación de Whitesnake que grabó el disco "1987"

                                           Formación de Whitesnake que promocionó el disco.

Por extensión el propio Coverdale ha negado una y mil veces los rumores que han ido saliendo a lo largo de todos estos años y que le colocaban al frente del micrófono en las sucesivas reuniones de Deep Purple que se filtraban en los distintos medios de comunicación, generalmente sin ninguna base sólida o real. Eran otros tiempos, Whitesnake representaba una fiabilidad y solvencia económica – siempre la tuvo en lo musical, por otro lado – y David se permitía observar desde su atalaya particular todos esos rumores que muchas veces nacían de los propios ex miembros de Purple que buscaban el éxito y popularidad que habían perdido y que su estancia en la banda madre les proporcionaría con seguridad. Está claro que pocas cosas en el mundo de la música ofrecen más garantías para un músico, en términos estrictamente comerciales, que formar parte de los Deep Purple. Esos turbulentos, benditos y añorados años ochenta y noventa en el seno Purple.

                                           Deep Purple Mark II (Clásico).

                                          Deep Purple Mark III.

                                          Deep Purple Mark IV.

Finalmente la formación de Deep Purple se asentó, gracias a un Ian Gillan que regresó al grupo en 1992 para no volver a irse jamás, decidido a vivir “bañado en el fulgor púrpura” según sus propias palabras. Blackmore abandonó la nave y con él se llevó la inestabilidad y parte de la magia del grupo. Por su parte David Coverdale, después del superlativo éxito obtenido hasta principios de los noventa, empezó a dar bandazos musicales – imagino que personales también, es conocida la inestabilidad de su matrimonio de los noventa con la supermodelo Tawny Kitaen – y la popularidad de Whitesnake se esfumó así como los primeros puestos en las listas de superventas; repito, nunca hablamos de la calidad del grupo, que siempre ha estado en un primerísimo nivel. Incluso David llegó a disolver su grupo para facturar una efímera pero altamente recomendable reunión con Jimmy Page y un disco en solitario.

                                                     David Coverdale & Tawny Kitaen.

Con la entrada del nuevo siglo se estabilizaron mucho las cosas. Coverdale encontró una estabilidad a todos los niveles, permitiendo así una nueva y fructífera etapa con Whitesnake. Purple estabilizados, Blackmore estabilizado con su pseudo proyecto folk/rock medieval, y Whitesnake estabilizados publicando discos y realizando giras mundiales. Y así hasta hoy.

                                                    Blackmore's Night bailando.

Pero los rumores siempre han estado presentes. De la mano de Glenn Hughes se ha planteado más de una vez la posibilidad de reunir a la formación del Mark III de Deep Purple (Blackmore, Lord, Paice, Coverdale y Hughes)… incluso estando los propios Deep Purple Mark VII (Gillan, Paice, glover, Morse y Airey) en activo. Todo lo que ha salido a la luz nos ha permitido a sus sufridos seguidores pasar más de un rato entretenido con los dimes y diretes de sus miembros y ex miembros. Jon Lord fue uno de los grandes impulsores, el tristemente fallecido pianista de los Purple originales seguro que tenía el sueño de ver juntos y encima de un escenario a todos los músicos de las distintas formaciones de la Púrpura Profunda; su llorada pérdida nos privó de ver ese sueño cumplido. Parece que Hughes y Coverdale han hablado más de una vez sobre la idea de reagrupar esa formación. Coverdale decía que solo lo haría si Blackmore era de la partida. Blackmore, por su parte, después de pasarse más de diez años diciendo que estaba cansado del Rock y que no quería tocarlo más – menos en los conciertos de Blackmore’s Night, claro – en estos últimos tiempos se está dejando querer. Parece que quiere volver a hacer Rock, pero con Purple; tiene la posibilidad de reformar a su banda Rainbow y matarnos de placer con un repertorio de elevados quilates, pero supongo que le puede más el deseo del éxito multitudinario que el mero hecho de actuar en pabellones y salas de medio aforo. Una lástima.

                          Jon Lord.                                                  Rainbow con Dio.

Por otro lado tenemos a Glenn Hughes, que está deseando hacerlo con quién sea y como sea. Tal vez sea el músico que menos fama y reconocimiento disfruta en la actualidad, lo que supone una completa injusticia porque es un cantante que está muy por encima del resto de sus compañeros. Debe ser duro comprobar cómo todos tus compañeros están colocados en grupos que gozan de un merecido reconocimiento y llenan salas en todo el mundo, de hecho sus últimos pasos han consistido en montar distintos supergrupos que le pongan en ese mismo nivel de popularidad. Injusticias del negocio musical. Por eso se le ha visto como el principal instigador de esta reunión del Mark III. El problema es que obviamente Blackmore sigue sin tragar a Hughes después de todos estos años, lo que obstaculiza mucho esta reunión.

                                                David Coverdale & Glenn Hughes.

No hay que olvidar que otro escollo importante es que habría que contar con Ian Paice a los tambores, y Paicey está actualmente con los Deep Purple en activo. ¿Y qué opina Ian Gillan de todo esto? Pues imagínense; tienes un grupo en activo y tus ex compañeros confabulan para poner en funcionamiento otra versión de tu grupo. Delirante. Con su habitual sorna, muchas veces incomprensible para el resto de la raza humana, nuestro querido Garganta de Plata ha dejado claro que hay unos Deep Purple funcionando… y son los que le tienen como cantante. Parece ser que el Mark II (la formación clásica de los setenta con Blackmore,Lord,Gillan,Glover,Paice) decidió a principios de los ochenta que la potestad del grupo la tendría la formación que tuviera en sus filas al menos a tres de los miembros clásicos; o sea, lo que pasa actualmente. No debemos olvidar que Blackmore les abandonó en  1993 y Jon Lord ha fallecido. Problema zanjado.

                            Ian Paice.                                                               Ian Gillan.

Tras las recientes y sorprendentes declaraciones de Blackmore comentando que Gillan es el mejor cantante de la historia – conviene recordar que cuando los abandonó en el 93 dijo que no era profesional y que solo se trataba de un borracho, entre otros delicados piropos – y Gillan enterrando el hacha de guerra admitiendo que son viejos para seguir con esas trifulcas, se abre un nuevo escenario. También conviene recordar que, pese a todo, Gillan comenta que es imposible que Blackmore vuelva a Purple porque el grupo ya tiene guitarrista y se llama Steve Morse.


Y en estos últimos días resulta que David Coverdale confirma que tuvo conversaciones en el 2012 con Ritchie Blackmore para volver a reunir la formación del Mark III con el iracundo guitarrista. Entonces Glenn Hughes tenía razón. Parece ser que, tras el fallecimiento de Jon Lord, Coverdale se dio cuenta de que el tiempo pasaba para todos y sería bonito realizar una especie de homenaje a esa formación del mítico grupo. Interesante. Sin embargo no hizo acto de presencia en el homenaje que le brindaron a Lord en la Sunflower Jam del pasado año, otra ausencia sospechosa. Por lo visto encontró una cierta sintonía con Ritchie Blackmore pero, tras negociar con su mánager Carole Stevens – madre de su esposa y cantante Candice Night - , comprendió que no tenían la misma visión sobre el proyecto a realizar. Por ese motivo la cosa no fraguó, deseándole David lo mejor a Ritchie y a su entorno. Como anécdota comentaré que todo el mundo le echa la culpa del divorcio entre Blackmore y el Rock a Carole Stevens, incluso llegando a comentar que Ritchie es poco menos que una marioneta en manos de su malvada mánager; por favor, no seamos tan inocentes a estas alturas. Carole hace su función de mánager, y en el mundo de Ritchie Blackmore eso quiere decir ser la mala de la película. Ni por un momento pienso que Blackmore haya dejado de tener el control sobre todo lo relacionado con su persona. Pero esto es solo una opinión.


Las conjeturas se vuelven a alimentar con este nuevo disco de Whitesnake tributando a los Purple de Coverdale y los incendiarios comentarios de nuestro querido vocalista rubio teñido. Habrá que estar atentos a todos los rumores que suelten en los próximos meses. La cosa promete.

                                                Deep Purple: "You keep on moving".



lunes, 23 de febrero de 2015

Full Metal Cruise II en España. W.O.A.




El próximo mes de Abril zarpará desde nuestras costas mediterráneas el crucero dedicado al Heavy Metal denominado Full Metal Cruise. Auspiciado por el prestigioso festival de Rock duro Wacken Open Air, recorrerá durante cinco días las costas catalanas y las Islas Baleares. Todo un supuesto paraíso de placer y decibelios para el sufrido seguidor metalero.
El crucero saldrá de Palma de Mallorca el día once de Abril, pasará por Barcelona, Ibiza y volverá a Palma el dieciséis de Abril; cinco días repletos de sol, camarotes, comidas, licores y conciertos tanto en cubierta como en los salones interiores del lujoso barco de turno en el que viajarán nuestros intrépidos seguidores del metal. 
El listado de grupos que actuarán a bordo resulta bastante interesante, muy en la onda del estilo musical imperante en ese universo paralelo que supone el W.O.A. Esta es la lista: Alestorm, Axxis, Bembers, Blaas Of Glory, Blaze Bayley, Doro, Dragonforce, Endstille, JBO, Mambo Kurt, Unkel Tom, The Pressgeng, Hammerfall, Russkaja, Saltatio Mortis, Sodom, Stormwarrior, Svbway To Sally, Tankard y una All Star Band capitaneada por Uli Jon Roth.


Este crucero de placer cuenta también con escalas en las distintas ciudades de su recorrido, lo que pasa es que en lugar de soltar al mareado turista para que se dé una vuelta visitando las piedras más importantes e insignes del lugar en cuestión… los llevan a una sala de conciertos para escuchar otras actuaciones en vivo y en suelo firme. Esto es música y con los cruceros del metal no se bromea. Las actuaciones en tierra firme tienen como invitados a grupos como Psideralia, Fyre, Udo, Obús o Warcry, a falta de otras confirmaciones.
Además de la música en directo este crucero contará con otras variadas actividades como pases de películas, un centro de tatuajes, los conocidos Meet & Greets con los grupos para aquellos que decidan gastarse más dinero, incluso una comedia a cargo del grupo Bembers o las burbujas definitivas de la mano del denominado por la propia organización como el Spa metalero.


Toda la gestión del crucero corre a cargo de la gente de TUI Cruises, que junto a ICS Festival Service – o lo que es lo mismo, la organización del festival de Wacken – han puesto en marcha la secuela de esta aventura que en su primera edición ofreció estupendos resultados. Debe ser una buena inversión, porque para esta segunda edición se vendieron las plazas – al nada despreciable precio de 799 euros cada una, 1149 euros con vuelo a Palma incluido – en cuestión de horas. No hay crisis para el genuino fan del metal.
Estos cruceros resultaban impensables en el siglo veinte. Recuerdo que una vez hace años Ian Gillan comentó que se le había ocurrido montar un crucero para los seguidores de Deep Purple, con actuaciones del grupo en la propia cubierta mientras el buque surcaba allende los mares. Lo que en otros tiempos, no tan lejanos, parecía un sueño al alcance de opulentos ricachones, en estos días resulta que está al alcance de todo hijo de vecino. Infinidad de artistas y bandas pertenecientes a distintos estilos musicales han fletado sus suntuosos barcos en estos últimos años, desde grupos de Hard Rock ochenteros hasta bandas de Rock Sureño o incluso…Trash Metal. Algunos grupos como los Kiss, casi pioneros en estos avatares, llevan varios cruceros realizados; alguien como Gene Simmons siempre está atento a la mejor manera de sacarle los cuartos a sus irredentos fans, deseosos de vaciar sus bolsillos ante la nueva extravagancia que se le ocurra a nuestro querido God of Thunder.


Podemos comprobar que el barco del Full Metal Cruise goza de todos los acabados típicos de estos cruceros de placer, en su página web nos muestra unas cuantas fotos de los distintos salones, camarotes y estancias varias por las que pueden pulular sus tripulantes. Culminan con una foto de la proa del barco en pleno atardecer, un lugar idílico e ideal para que nuestros queridos metalheads se declaren amor eterno y vivan un romántico momento al caer el sol mientras suenan las delicadas melodías de Sodom o Hammerfall. ¿Qué sería de la vida sin estos momentos?




viernes, 13 de febrero de 2015

Rafa Blas - Camilo Sesto - Ian Gillan - Ted Neeley: “Getsemaní”.




Rafa Blas acaba de publicar nuevo disco, titulado “Sin mirar atrás”. El que fuera cantante del grupo Nocturnia y ganador de uno de los cutre-concursos de cantantes que tanto proliferan por nuestra triste televisión, publica su segundo cd bajo el auspicio de la compañía Maldito Records.


El disco no tiene desperdicio, al igual que en su álbum de debut llamado “Mi Voz”, presenta un alto nivel musical, compositivo y de ejecución. Más allá de todo el ruido montado alrededor del primer cd, grabado como premio con la poderosa multinacional Universal Music, nos encontramos a unos músicos que presentan una propuesta muy interesante. Se apuesta por canciones propias y versiones, muy acertadas en mi opinión, de clásicos de los setenta y ochenta grabados en la memoria del colectivo hispano; una música potente con melodías que permiten perfectamente que el disco suene en las radios nacionales sin tener que vender su alma al diablo de los 40 principales y similares hierbas.


Pese a lo interesante del disco en su totalidad, nos vamos a detener en una canción en particular. Rafa ha tenido la genial idea de grabar una versión del clásico tema “Getsemaní”, del musical “Jesucristo Superstar”. La obra original se compuso en la cabeza de Andrew Lloyd Webber, otro genio que seguro merecerá que hablemos de él en otra entrada. Lloyd Webber, junto con el letrista Tim Rice, compuso un álbum conceptual sobre la figura de Jesucristo que resultó ser uno de los mayores éxitos de la historia de la Música. La canción “Gethsemane” constituye uno de los temas centrales, de corte épico y dramático, en el que se narra la oración de Jesús en el huerto del Monte de los Olivos justo antes de ser traicionado por Judas. La obra original contó con la voz principal de Ian Gillan interpretando a Jesús de Nazareth. Supuso un éxito casi inmediato, realizándose una película y numerosas adaptaciones a lo largo y ancho del mundo; seguro que ahora mismo en algún lugar se encuentran un grupo de músicos ensayando o interpretando esta Ópera Rock.

                                                             Versión original.

Desgraciadamente la interpretación de Gillan en la versión original no le hace justicia a la grandeza de la canción. Que Ian Gillan es un cantante excepcional y fuera de lo común no se discute, es así; sin embargo grabó unas líneas vocales sin ninguna emoción, se limitó a cantar las letras que le pasó Tim Rice. Desgraciadamente no se enteró de nada, de hecho el propio Ian ha comentado en entrevistas posteriores que solo se dio cuenta de la trascendencia de lo que estaba grabando cuando cantó el tema “The Crucifixion”, última canción del disco. Tuvo que ser Ted Neeley, protagonista de la versión cinematográfica, el que le diera ese enfoque tan característico y desgarrado que ha pasado a la historia. No obstante el disco original tuvo un gran éxito y repercusión, por eso les ofrecieron realizar la adaptación al cine. Como curiosidad podemos comentar que los productores le ofrecieron el papel de Jesús a Gillan, pero este lo rechazó amablemente porque le pagaban menos de lo que ganaba con Deep Purple; fue en ese momento cuando entró en escena Neeley para encarnar el papel de protagonista en la película. Estamos hablando de 1971, poco antes de la publicación del famoso directo “Made in Japan”. Si nos paramos a pensar durante unos segundos lo que podría haber pasado si Ian Gillan se hubiera convertido en una estrella de cine – que era su idea original, Gillan siempre dijo que quiso ser actor y que empezó a cantar para hacerse famoso y poder llegar al mundo del cine – la historia se podría haber contado de otro modo. De cualquier manera es una lástima que Gillan no se hubiera empleado a fondo, considerando que tiene mejor voz que Neeley, nos podría haber dejado una versión para el recuerdo. No quiero ser malinterpretado, la grabación de Ian es técnicamente perfecta, nada que objetar. El asunto es que Neeley, además de registrar un pedazo de interpretación, le puso alma.
  
                                   Ian Gillan.                                                               Ted Neeley.

                                                            Ian Gillan. "Gethsemane".

                                                   Ted Neeley: "Gethsemane". Film original.

Mientras, en nuestra querida España de finales del franquismo, a Camilo Sesto se le ocurrió la idea de adaptar esta obra. Ni corto ni perezoso se puso a la tarea traduciendo las letras y realizando los arreglos necesarios, tanto a nivel musical como escénico, para presentar su versión por los escenarios españoles. Hay que señalar que los productores musicales de la época – en un alarde de visión musical similar a la que tienen los de hoy en día – no creyeron en la viabilidad y solvencia económica del proyecto, por lo que el propio Camilo tuvo que cubrir con los gastos de producción. El ímpetu de Camilo Sesto tiró de la idea y el resto es historia. Uno de los musicales pioneros y más exitosos en España.

                 Versión española. Camilo Sesto.                                              Film original. Ted Neeley.

En esta versión Camilo demostró su abrumadora capacidad vocal. En aquellos años se encontraba en la cima de su popularidad y facturó una interpretación sin fisuras, llena de dramatismo e intensidad. Supo captar el hondo y desgarrador sentido de la canción y se dejó literalmente al alma interpretándola, jugando con distintos rangos en la tonalidad según requería cada pasaje del tema, susurrando con una suavidad aterciopelada, subiendo en intensidad cuando el crescendo de la melodía lo pedía… y gritando, por supuesto. Consigue usar su grito con una de las mejores modulaciones que he escuchado jamás, todo en su sitio, sonando de manera nítida, potente y cristalina, y desgarrando la voz al finalizar. Todo un abanico de matices que consiguen asombrar al oyente. Está claro que Camilo Sesto malgastó parte de su vida artística, este hombre debería haber sustituido a Ian Gillan en Deep Purple cuando este último se marchó en 1973 y dejarse de historias. Pero esto es marginal.


                                                        Camilo Sesto: "Getsemaní".

Camilo Sesto tuvo bastantes años de éxito, nuestro hombre llegó a llenar el prestigioso Madison Square Garden neoyorquino, aunque desde finales de los ochenta su carrera empezó a descender hasta su anunciada retirada de los escenarios el pasado año 2010; a finales del 2014 volvió a ofrecer unos conciertos en Sudamérica. A día de hoy Camilo sigue conservando toda su aureola intacta, sigue manteniendo a miles de fans merecidamente, aunque ha sido víctima de la asquerosa prensa rosa que ha lanzado toda su inquina una y otra vez contra él para conseguir rastreramente esas cotas de audiencia por las que suelen estar acostumbrados a vender a sus madres sin despeinarse si es preciso. Nuestro particular creador de Melina tiene en la actualidad 68 años; obviamente ha perdido voz, como todos, y el que se atreva que tire la primera piedra. Sin embargo nuestros entrañables buitres carroñeros de la prensa rosa no han tenido reparos en ir a por él siempre que han tenido la oportunidad. Recuerdo especialmente su aparición en uno de esos detestables programas - ¡que siguen emitiéndose en horario infantil! -, la conocida periodista que le entrevistó se comportó de manera especialmente deleznable. No daré su nombre porque no quiero que me vengan a agobiar a mí, ya que esta gente vive de este tipo de demandas, pero es una habitual de estos programas y tertulias que viven de remover las basuras de los personajillos intrascendentes que ellos mismos fabrican. El caso es que invitaron a Camilo - el hombre me imagino que suele acceder a asistir a estas emboscadas porque no le vendrá mal el dinero - y nuestra encantadora juntaletras actuó como una ruin rata almizclera. No contenta con comportarse con una chabacana impertinencia, en un momento determinado de la ¿entrevista? empezó a tatarear la conocidísima canción “Vivir así es morir de amor”, pidiendo a Camilo que interpretase allí a capella la estrofa alta del estribillo. No solo demostró una absoluta falta de respeto hacia el artista – que recordemos que iba a hablar, no a cantar – sino que hizo gala de una falta de elegancia que se le presupone a cualquier persona que entrevista a un artista en público. Igual habría que haberle explicado a esta inútil que un cantante necesita calentar antes de interpretar, que nadie nunca se encuentra al cien por cien en todos los momentos del día, que un señor de más de sesenta años no puede cantar igual que cuarenta años antes… pero a esta petarda lo único que le importaba era intentar ridiculizar al artista para subir puntos de share. Afortunadamente Camilo Sesto salió airoso de esta situación devolviéndola una sonrisa que probablemente disgustó a nuestra intrépida reportera. En fin, déle Dios mal galardón.


Y en estas que nos encontramos con la versión que acaba de publicar Rafa Blas. La instrumentación está muy cuidada y, desde luego, se nota que se han trillado la versión de Camilo Sesto. Rafa canta muy bien y con mucho criterio, no consigue alcanzar las cotas interpretativas de Camilo, ni su gama de matices, pero lleva a cabo una gran versión. Aunque el asunto llega cuando le toca subir en el estribillo… ¡qué barbaridad!, el amigo se pone a tirar y nos regala unos agudos espeluznantes, de los que te dejan sentado en el sitio. Desde el mismo momento en el que lo escuché por primera vez sentí el irrefrenable deseo de echar para atrás mi reproductor para volver a escuchar esos cuarenta segundos de nuevo, y no pude evitar repetir esta operación varias veces. Impresionante. Ardo en deseos de verle defender esta voz y esta canción en directo, pasa a ser una de mis prioridades musicales.

                                                          Rafa Blas: "Getsemaní".