Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

Púrpura Chess

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sábado, 6 de noviembre de 2021

Ian Gillan: Los discos fantasmas. Pussy: “Invasion”. 1972. XI.

De nuevo nos encontramos sumidos por completo en el insondable abismo de la discografía de Ian Gillan, llega el mes de Noviembre y todo se cubre del color plata de su mítica garganta. Imposible sustraerse a ese ramillete de discos que publicó en solitario nuestro querido Garganta de Plata y mucho menos ahora que Deep Purple acaba de lanzar su nuevo single. Hablamos del tema "7 and 7 is" y supone el adelanto de su sorprendente disco de versiones. La gente de la música no ha parado durante esta asquerosa pandemia y en los meses venideros iremos viendo los frutos de las sesiones de estudio del personal, tanto desde los equipos de sus respectivas viviendas como desde los estudios de grabación... o ambas cosas a la vez.

A la par que degustamos de nuevo maravillas como "Magic", “Clear Air Turbulence" o el imprescindible "Naked Thunder" -Dios mío, que enamorado sigo de esa pedazo de obra maestra; lo mejor de su abultada discografía sin duda-, recuperamos también esas joyas en las que Ian Gillan y su indómita voz metieron las manos. Muchos de estos discos, sesiones de grabación o maquetas varias no vieron la luz del sol en su día, pese a ser en su mayoría obras terminadas al completo; las hay incluso que todavía siguen sin ser publicadas y continúan guardadas en el cofre del tesoro de cualquier ex ingeniero de sonido de cualquier ex casa de discos que hace ya mil años que cerró. En esta ocasión vamos a rescatar el disco del grupo Pussy  en el que colaboró Gillan. Se titulaba "Invasion", se grabó allá por 1972 y por una serie de motivos no llegó a publicarse en su día. Por fortuna, gracias a la que lleva años cayendo con todo este rollo de las reediciones y demás historias para sacarle los cuartos al personal, se acabó publicando hace unos pocos años. Pero comencemos la historia desde el principio.

Pussy: Ray Sparrow, Paul Dean y Bob Cooke.

Jerusalem. Paul Dean en el centro.

Pussy fue una banda que tuvo una efímera existencia a principios de los setenta. Se montó a raíz de los restos de otro grupo llamado Jerusalem, una de esas bandas de culto tan interesantes para algunos de nosotros. El cantante y bajista Paul Dean, el batería Ray Sparrow y el guitarra Bob Cooke decidieron poner punto a final a Jerusalem, debido principalmente a problemas por la dirección musical y artística con la compañía de discos; imaginamos que el hecho de no lograr alcanzar una cierta repercusión también ayudó. Parece ser que un segundo disco del grupo quedó preparado, pero no se llegó a publicar, debido a esos problemas con la discográfica comentados antes. Paul y Ray decidieron entonces poner en marcha un  nuevo proyecto bajo el sugerente y de todo menos políticamente correcto nombre de Pussy -que viene a traducirse como vagina expresado de modo vulgar, algo así como coño, chochete-, contando también con Bob Cooke. Bromeaba Paul sobre el nombre del grupo diciendo que tenía muchas connotaciones, que era directo y que llamaba la atención, por lo que les resultaba perfecto; además también les pareció la elección obvia ya que hasta la compañía de management y de publicación del propio Ian Gillan se llamaban Pussy Enterprises y Pussy Music respectivamente. Grabaron un disco que se rumoreó que no era más que ese supuesto segundo álbum de Jerusalem que nunca se llegó a publicar, aunque según comentan los propios músicos no era así. Por lo visto se trataba de un nuevo disco bajo el nombre de Pussy y de hecho no contaron con Cooke para la grabación definitiva. Entró en el grupo Brian Goff sustituyendo a Cooke y por lo visto regrabó las guitarras; como curiosidad podemos decir que  Goff era un buen amigo de Ritchie Blackmore

Brian Goff con Ritchie Blackmore en la casa de este último.

Pero no se acaban aquí las conexiones con Deep Purple, tanto Pussy como Jerusalem tuvieron como mánager a Ian Gillan. Zoe Dean, pareja sentimental de Gillan por esos años, era hermana de Paul Dean, hecho que imagino tuvo algo o bastante que ver para que Ian Gillan se fijase en el grupo. Durante esos años Gillan abandonó Deep Purple y la música en activo, asqueado por el estrés y los entresijos del negocio. Justo el año anterior a abandonar la nave Purple y entre las muchas cosas que realizó durante los tres años que dejó de cantar profesionalmente se encuentra esta pequeña aventura con Pussy. Como curiosidad podemos añadir que está no fue la única vez que Paul Dean se topó con la familia Gillan. En 1984 publicó un disco “Rock On!”… con Pauline Gillan, hermana del propio Ian. Sí, el vocalista de Deep Purple tiene una hermana que también canta. Habría que estudiar la genética de los Srs. Gillan, con unos padres así sales vocalista fijo.

Zoe Dean y su novio Ian Gillan. 

No está del todo claro si este disco de Pussy que no se publicó en su día era una obra nueva del grupo, se trataba del segundo disco preparado de Jerusalem o tenía un poco de ambas cosas, pero lo cierto es que la grabación estaba ahí. Paul y Ray comentan que había diferencias entre el sonido y el estilo de Jerusalem y Pussy, considerando injusto haber seguido con el mismo grupo cuando musicalmente eran cosas distintas. En aquellos años se estilaban las composiciones densas y de larga duración, terreno en el que se movía también Jerusalem, mientras que el estilo que practicaba Pussy en este disco maldito era de temas cortos, crudos y de sonido directo. 

Pussy: Paul Dean, Ray Sparrow, Brian Goff y Bob Cooke.

Ian Gillan se involucró con el proyecto, tanto a la hora de buscarles contactos desde su posición de mánager como en la faceta musical y creativa. Produjo el álbum, tocó el piano en el tema "Feline woman", presentó la idea compositiva general y la percusión en "Place in the sky" y además metió coros y segundas voces en todo el disco. Por desgracia las negociaciones con la compañía musical Ariola se estancaron y finalmente el álbum no vio la luz del sol, quedándose en el baúl de los recuerdos como tantos otros proyectos de nuestro querido Garganta de Plata. Tan solo se llegó a publicar en su día un single de este grupo maldito, el tema “Feline Woman” en 1972, pero eso es otra historia que tal vez recuperemos en otro momento. Ahora nos quedaremos con este buen disco que tuvo que esperar hasta el año 2011 para poder salir a la luz. 

 

 

                                   Pussy: "Feline woman" -con Gillan al piano- y "Ska child". Single 1972.
 


lunes, 1 de noviembre de 2021

EVOCACIONES METÁLICAS: CLAXON.

 CLAXON.

Una sección de nuestro colaborador “Metálico”.

La evocación de este mes la protagoniza el grupo madrileño Claxon. Puro y auténtico Heavy Metal patrio ochentero que, aunque tuvieron su momento en esos años, hoy en día son prácticamente unos desconocidos debido a que entonces no pudieron dejarnos ningún trabajo en estudio. Y no lo hicieron por falta de calidad, sino porque la mala suerte se cebó con ellos. Primero, la quiebra de la discográfica encargada de materializar su premio por ganar un certamen musical, y después por la falta de agallas de ciertas compañías que impidió que saliese a la luz el disco que ya tenían grabado.

Pero vayamos a sus orígenes. El grupo se formó en la localidad madrileña de Majadahonda en 1980, integrado por José Martín como cantante, Ricardo González y Raúl Bustillo a las guitarras, Marco Mora al bajo y Jesús Martín en la batería. A lo largo de su trayectoria musical, hasta los primeros 90, la banda atravesó por diversos cambios en su line-up, siendo Raúl Bustillo el único componente del grupo que se mantuvo siempre.

En esos albores de la década de los 80, el Heavy tenía tanta cabida en la televisión que incluso los combos que estaban empezando disponían de su oportunidad, este fue el caso de Claxon, que acudió al programa Gente Joven el 23 de febrero de 1981 -sí, el mismo día del golpe de Estado de Tejero-. También ese año la banda consiguió alzarse con el tercer puesto en el festival Villa de Madrid, en la categoría de Rock. Durante ese tiempo el grupo no dejó de tocar en directo, uno de sus puntos fuertes según la prensa de la época. Lo hicieron por todo Madrid, pero también en localidades de León o de La Rioja.

Ya en 1984 con nuevo el cantante Feri Hernández y con la incorporación del guitarrista Felix Monares, el grupo obtuvo la victoria en el primer Festival de Rock de la Comunidad de Madrid. El premio, publicar un maxi single. De este modo Claxon consiguieron pisar por primera vez unos estudios musicales. Grabaron dos temas: ‘Mercenario’ y ’Combate final’. Sin embargo ahí quedó todo, porque la compañía discográfica encargada de editar el trabajo, Belter, fue a la quiebra precisamente entonces impidiendo que el trabajo del grupo saliera a la luz.

Auténtica mala suerte, pero la banda no se amilanó y continuó haciendo lo que mejor sabía hacer: tocar en directo; además meses después volvió a unos estudios, en esta ocasión a los Trak, para publicar una demo. Rápidamente lograron retomar el vuelo y volver a situarse en la rampa de salida hacia el olimpo del Heavy patrio. De hecho, en marzo de 1985, el grupo participó en la cuarta edición de la Fiesta del Estudiante y la Radio, que se transmitió por TVE y RNE. También tocaron ese año en las añoradas fiestas del PCE en la Casa de Campo de Madrid. Ese era el momento de Claxon, de editar su primer larga duración; incluso llegaron a grabarlo bajo el título de ‘Osiris’, pero no llegó a ver la luz puesto que ni Zafiro, ni CBS, ni WEA terminaron de dar el paso al frente que habían dicho. Nuevo y severo golpe para el grupo que decidió dar un giro de tuerca a la temática de sus letras y una mayor importancia a la imagen de la banda.

Pese a todo y a diferentes cambios en la formación, el cambio del batería Roberto y del bajista Marce, el combo con su nueva ‘actitud’ siguió actuando en eventos tan importantes como el V Maratón de 24 Horas de Música de Radio 3 -también retransmitido por la televisión y radios públicas de ámbito nacional- y en la tercera edición del Legarock. Pero sin trabajos discográficos en su haber y sin la perspectiva clara de ellos, la banda poco a poco fue desinflándose y reduciendo su actividad. No obstante lograron llegar unidos hasta los primeros años de la década de los 90; de hecho, en 1991 participaron en el II Pop-Rock Valle 91, ubicado en Elda, Alicante. De dicho festival se editó un lp colectivo con los diferentes grupos que actuaron, Claxon aportó el tema ‘Sin libertad’.

Claxon dijo adiós pero con la espina clavada de no haber grabado un disco en su época. Sin embargo, bastantes años después, en 2019, y de la mano de Leyendas Records pudieron sacársela viendo editado su primer lp ‘Mercenario’. Aunque regrabados, todos los temas –salvo los bonus- son composiciones de los 80, por lo que tienen ese espíritu único y mítico del Heavy que se hacía en España en esa década.

Metálico.

                                                         Claxon: "Vuela alto". TVE.

 

                                                                           Claxon: "Mercenario".
 

 

 

 

Bibliografía:

-Revista Heavy Rock

-redhardnheavy.com

-no80-sgruposnacionales.blogspot.com

-metalbrothers.es

-metal-archives.com

-discogs.com

-laochenteca.com

-subterraneowebzine.com

 

martes, 26 de octubre de 2021

CHASCARRILLOS.

 TRÍPTICOS EN ASCENSOR.

Una sección de nuestro colaborador "Ahí-Ku".

 

Nueva temporada. Nuevo nombre: Ahí-Ku. Nuevos collages: Trípticos en Ascensor. Para viejos problemas.







miércoles, 20 de octubre de 2021

Glenn Hughes & John Norum. Lo que pudo ser y no fue.

Que John Norum es un grandísimo músico, guitarrista y compositor es algo que ofrece muy pocas dudas para todo aquel que esté familiarizado con su discografía y para toda la humanidad que, aunque ni le identifique, haya disfrutado en algún momento de su vida con el clásico álbum “The Final Countdown” de Europe en el que nos regala esas composiciones tan inspiradas y esas guitarras tan punzantes y agresivas como melódicas y bien estructuradas. Otro día hablaremos de los Europe, trufado de músicos virtuosos y dotados con el don de la melodía; uno de los mejores grupos de Hard Rock que te puedas llevar a la oreja y a su vez uno de los más denostados por cierta parte del público rockero supongo que por su mega estrellato de finales de los ochenta.

Y de Glenn Hughes poco más se puede decir que no hayamos dicho desde estas páginas: un tipo con una voz y un talento sobrenatural, único y a años luz del resto de los pobres mortales. La unión de estos dos talentos seguro nos habría proporcionado experiencias extraordinarias a todos sus seguidores y lo cierto es que hubo un momento en el que ésta casi llega a materializarse, pero al final no pudo ser. John Norum y Glenn Hughes nos legaron para la posteridad un único álbum bajo el título de "Face The Truth", salió como disco solista de Norum y entre sus surcos desplegaron una muestra de talento que tira de espaldas a todo aquel que sienta algo cuando escucha el sonido de una guitarra eléctrica o una voz de afinación perfecta, bello sonido y tono estratosférico.

Pero vayamos al principio. A finales de los añorados años ochenta Glenn Hughes se encontraba del todo inmerso en sus demonios personales, impidiendo que unas capacidades tan increíbles como las suyas no pudiesen mostrar continuidad en ninguno de los proyectos musicales que emprendió durante esos años. Hughes fue adicto a la cocaína desde mediados de 1974 hasta 1991, volviendo a caer en estos infiernos durante seis veces más hasta que tomó su última copa el veintitrés de Noviembre de mil novecientos noventa y siete. Unos veinticinco años de adicción y otros tantos de sobriedad hasta el día de hoy. Un tipo con una vida singular, seguro, y con cientos de vivencias que contar; desde luego.

En 1987 los suecos Europe tocaron el cielo con su excepcional disco "The Final Countdown". Lo tenían todo para triunfar en esos años y así lo hicieron. Tenían imagen, talento, eran grandes músicos, compositores y, sobre todo, tenían canciones. Su música y su rollo era lo que pasó a llevarse en esos años, triunfaron en las listas, todo Dios -y me refiero absolutamente a todo Dios- conocía su mega hit "The Final Countdown". Junto a Bon Jovi arrasaron en los charts del mundo entero, pese a ser muy distintos entre sí. Despertaron envidias e inquinas entre seguidores, prensa, incluso otros músicos y demás mediocres estreñidos incapaces de reconocer su talento. En esos momentos el mundo era suyo, como lo fue tan solo un puñado de años después de Guns n' Roses. Sin embargo, en plena cresta de la ola, John Norum sorprendió a todo el mundo y abandonó la nave. No le gustaban determinadas decisiones y estrategias que comenzaron a dirigir el rumbo del grupo y los dejó poco después de publicarse el disco, con toda una gira mundial planificada y pasta a saco por todos los lados. Nada de eso pareció relevante para él, quería el control total sobre su música; de un tipo que creció influenciado por gente como Thin Lizzy o Gary Moore no se podía esperar menos. En 1987 sacó su primer disco en solitario, titulado "Total Control", ya con ese nombre lo dejaba todo bastante claro. Era un pedazo de disco en el que formó equipo con el tristemente fallecido Marcel Jacob, otro que toca que se caen los cojones al suelo. Tan solo unos pocos meses después surgió la posibilidad de colaborar con Glenn Hughes y nuestro hombre no se lo pensó dos veces. El manager de John se puso en contacto con La Voz del Rock y Glenn Hughes aceptó trasladarse a Suecia para trabajar en el proyecto con Norum. Hughes comentó que no conocía la música de Europe, pero que cuando vio el vídeo clip de “The final countdown” le gustó mucho el sonido del guitarra que le recordaba directamente a Gary Moore, con ese toque tan intuitivo y melódico; de hecho Hughes aceptó la oferta porque le gustó el estilo de Norum. John Norum invitó a Glenn Hughes al concierto que el propio Norum iba a realizar en el Hammersmith Apolo de Londres como artista invitado de Ace Frehley. Recuerda Glenn que ese día estaba sobrio y tras la actuación aceptó la oferta de Norum para grabar con él un disco y su consiguiente gira. Glenn y Christine, su novia de entonces, tomaron un vuelo a Estocolmo, donde les estaban esperando para ubicarles y comenzar los ensayos. Por aquellos entonces Hughes estaba del todo enganchado a la cocaína pero, como era consciente de que John Norum no quería saber nada del tema, tomó la decisión junto a su novia de no consumirla durante su estancia en Estocolmo. Por desgracia las cosas se torcieron casi desde el principio. Glenn recuerda que cuando se montó en el avión venía de estar toda la noche de fiesta, dentro de la nave empezó a sentirse mal y acabó vomitándose encima un perrito caliente que había decidido ingerir un rato antes. Lo cachondo es que comenta el propio Hughes que no tenía otra muda para cambiarse y que tuvo que aguantar estoicamente los nada cómodos restos del dichoso perrito ante las sorprendentes y descalificadoras miradas de los que estaban sentados a su lado. Nada más aterrizar la gente del equipo de John Norum les estaban esperando. Se estuvieron hospedando en casa de un amigo del propio Norum.

Las sesiones se desarrollaron de lunes a viernes, teniendo el fin de semana libre. No tardó nada Glenn en decidir dedicar sus fines de semana al consumo del demonio blanco en cualquier tugurio de la zona. La llamada interior surgió con la posibilidad de consumir algo de speed, una droga que ya había usado durante las sesiones de grabación de su disco en solitario “Play Me Out” –otra joyita–, y que le permitía tocar aunque estuviera colocado. Al principio esto no afectó a la ética de trabajo, pero a los pocos días la adicción pasó del sábado y el domingo al lunes, martes y suma y sigue. Conviene aclarar que Glenn cada vez que se ponía podía estar hasta cinco o seis días sin dormir, sumido en su particular nube de excesos. Todo esto lo detalla con una desnudez sobrecogedora en su excelente autobiografía; de lectura obligada para todo aquel que le guste leer letras juntas con criterio, te guste o no el Rock n' Roll.

Glenn solía visitar un bar restaurante local llamado Geno, allí empezó a codearse la creme nocturna y volvió a dar rienda suelta a sus demonios. Recuerda que en una de esas conoció al tenista Vitas Gerulaitis y le acabó acompañando a su apartamento para colocarse juntos. El viejo adicto que latía en él había vuelto y el proyecto con John Norum se fue al garete. Christine y Glenn se mudaron a otro apartamento en Estocolmo, cruzando el río, pero el asunto no dio para más. Como el propio Hughes relata, con ese aire de simpleza, pesar y sinceridad, no es fácil ni divertido convivir con un adicto.

El único concierto que ofrecieron fue una actuación en Goteborg para la televisión nacional el veinticinco de Mayo de mil novecientos ochenta y ocho. Glenn se subió al escenario para interpretar con John el tema “I got your number” de su disco “Hughes & Thrall” y “Reach for the sky” del “Run For Cover” de Gary Moore, publicado tan solo tres años antes y en el que Hughes había tocado con el propio Gary –otra colaboración que acabó en desastre por culpa de las adicciones de Glenn-. Poco después  Larry Mazur, mánager de John por entonces y que también lo fue de los últimos días de Hughes & Thrall, informó a Hughes que lo mejor sería que dejase el proyecto y volviese a su casa. Le vino a decir que en su estado era imposible continuar y que debería volver a su casa y poner sus cosas en orden. Relata Glenn Hughes que John Norum quedó destrozado con la situación, pero que no le quedó otro remedio. Normal, nadie en su sano juicio se quedaría bien tras dejar pasar por tu puerta el tren de Glenn Hughes. Posteriormente, un Hughes rehabilitado lo habló todo con John Norum y todo quedó enmendado como caballeros. Lo que pudo ser finalmente no fue, pero esto es marginal.

                                  John Norum & Glenn Hughes: "I got your number". Getobrg. 25.5.88.

Tan solo tres años más tarde Glenn se enfrentó en serio a su problema acudiendo a rehabilitación. Era la segunda vez en su vida que lo hacía. Poca gente lo sabe, pero en 1975 los Purple ya le mandaron a casa de sus padres en Cannock para buscar la manera de superar su creciente adicción a las drogas. Lo que pasa es que en aquellos años no existían las clínicas de desintoxicación y, según cuenta Glenn, lo único que hicieron fue ponerle a un médico que le sedaba para que estuviese adormilado y no se drogase. En cuanto dejó la sedación volvió la adicción. No obstante a principios de los noventa y tras un susto muy gordo acudió a la famosa clínica Betty Ford para seguir un programa de desintoxicación. Un nuevo Glenn Hughes con renovadas fuerzas y energías aceptó la oferta del sello de Mike Varney para grabar un disco de Blues en 1992 que le devolvía a la música y a la actualidad, pero ahora limpio. Varios músicos colaboraron en este disco; entre ellos John Norum, que tocó la guitarra en los dos primeros temas: “The boy can sing the blues” y “I’m the man”. Hughes le devolvió el favor a John colaborando en el nuevo disco en solitario del sueco, titulado “Face The Truth”. Aquí montaron un tándem que colaboró en siete de las once canciones que aparecen en el disco. Ni que decir tiene que este álbum es una de esas preciadas maravillas que te alegran el día en cuanto lo escuchas, Hard Rock poderoso de alto octanaje del que te vuelve loco. El personal toque de Glenn está presente en todas las canciones que compone e interpreta. Sin embargo la cosa se quedó ahí. El nuevo Glenn Hughes quería rehacer su propia carrera en solitario mientras que John Norum se fue acercando a sonidos más pesados, sin perder nunca su toque dorado –Joey Tempest dixit–, que son los que han determinado sus posteriores discos. El momento 1988 se desvaneció para siempre. Sin embargo los dos nos han legado esta estupenda muestra de lo que pueden ser capaces de hacer juntos si los astros se alinean y sus universos vuelven a cruzarse en las condiciones necesarias. Solo el tiempo tendrá la respuesta.

 

                                     John Norum: "Time will find the answer". Glenn Hughes a la voz.
 

sábado, 16 de octubre de 2021

ROCK’ N’ ROLL FICTION.

Una sección de nuestro colaborador Paul Martín Simón. 

Charlie Watts, el hombre que no quería estar allí.

 

En el film de espìonaje “Seducción Peligrosa” –“Blue Ice”, 1992– Michael Caine regenta un club de Jazz donde toca una banda de Swing cuyo sonriente batería no es otro que Charlie Watts, baterista de Rolling Stones. Con este pequeño cameo cinematográgico Charlie refleja cuál era su verdadera pasión musical. ¡Entonces! ¿cómo llegó a tocar en la banda de Rock más famosa de todos los tiempos? 

Todo empezó en 1963, cuando los primeros Stones tenían dificultades para encontrar un batería fijo, alternando entre el futuro “The Hero” Tony Chapman y Mick Avory, que prefirió irse con los Kinks. Mick Jagger invita a Charlie, que toca con los Blues Incorporated de Alexis Korner, a sentarse a las baquetas con ellos. Este acepta más por simpatía hacia Jagger y el bohemio Keith Richards que por afinidad musical. Con Brian Jones nunca llegó a congeniar. Además a los Rolling le empiezan a no faltar conciertos, dejando incluso su trabajo estable como diseñador gráfico. Pronto se unió al grupo el hoy desaparecido Bill Wyman al bajo. Juntos formaron una sólida base rítmica, a la par de ofrecer una imagen seria e hierática.

Charile Watts se convirtió en un batería sencillo, pero de toques que hacen profundamente reconocible cada tema; el ritmo vudú de “Sympathy for the devil”, el paso entrecortado de “Honky tonk women”, el pseudo Reggae de “Emotional rescue”, los saltarines redobles de “Get off of my cloud”, el golpe de hi-hat cuando Jagger susurra “Angie”... En efecto Charlie se subió a la nube de los sueños de miles de chavales que buscaban fama y dinero tocando Rock.

Tristemente Charlie fallecía a finales de Agosto de 2021.

Se ha aireado ahora un acontecimiento sucedido hace algunos años. Tras un concierto de los Stones en Holanda se montó una fiesta en el hotel a la que no faltaron Jagger y Richards, mientras que el tranquilo Watts se retiró a su habitación a descansar. Ya de madrugada, un Jagger pasado de copas decidió levantar a Charlie de su cama llamando a la habitación al grito de: “¡dónde está mi batería!”. Charlie, una vez perturbado de su sueño, se levantó, se vistió de traje –Charlie era conocido por su elegancia al vestir y por su colección de pañuelos de lino– y bien acicalado bajó al vestíbulo en busca de Jagger. En cuanto le encontró le propìnó un puñetazo, diciendo: “¡yo no soy tu batería, tú eres mi cantante!”. No sabemos cuanto hay de cierto en esta anécdota, siendo el principal testigo Keith Richards, que también venía de fiesta.

 

Charlie deja mujer, hija, nietos, una cuadra equina y una colección de Quepis y Colts de la Guerra Civil americana. Hasta siempre Charlie. Descansa en Paz.

 

Paul Martín Simón.

 

 


 

lunes, 11 de octubre de 2021

John Norum & Glenn Hughes: "Distant voices". La definición del Rock n' Roll.

 

Aquí John Norum se sale por todos los lados, Glenn Hughes se sale por todos los lados, Mikkey Dee se sale por todos los lados... Estupenda composición, melodías asombrosas, arreglos impresionantes, ejecución exquisita y salvaje. ¿De lo mejor que haya hecho John Norum nunca? Probablemente. ¿De lo mejor que haya hecho Europe nunca? Probablemente. Lo que pudo ser y no fue. 

 


 

La perfecta definición de puto Rock n' Roll.