"Creo
que casi es más difícil sacar un disco ahora. En los tiempos de Sobredosis no era demasiado difícil que una
compañía te contratase, siempre que tuvieses un producto interesante que
ofrecer. Hoy día eso es casi imposible".
"Pienso que el
problema de Ramoncín fue que él mismo acabó con su carrera
musical. Lo que realmente me gusta
de él es cuando hace música. Es una persona excelente y lo he
pasado muy bien tocando en su banda".
Con motivo de las
pasadas actuaciones de Deep Purple Music Experience tuvimos
la suerte de entrevistar a Luis García, el batería que está detrás
de este proyecto. Integrante de grupos como Sobredosis, King Kong, los
Ñu de Jose Carlos Molina, Ramoncín, La Orquesta Mondragón o Super
Funky Express entre otros. Aquí os dejamos con las experiencias e
inquietudes de un músico muy importante dentro del Rock español
desde los años ochenta.
-¿En qué
momento decidiste que te querías dedicar a la música?
Cuando tenía unos
catorce años, en unos ejercicios espirituales de los curas. Iba a un
colegio de curas en San Viator.
Recuerdo que hicimos una semana de convivencias en un monasterio y nos pidieron
que lleváramos algún instrumento musical. No sabía tocar nada y, una vez allí,
me llamaron mucho la atención los bongós. Empecé a tocarlos hasta que alcancé
cierta habilidad. Esos fueron mis primeros escarceos con la música. Luego llegó
la batería y lo demás es historia.
Mi primer grupo fue
acústico, en el colegio. En la banda tocaba los bongós. Los chicos empezaron a
comprarse guitarra eléctrica, bajo y yo me lancé a la batería. Como por aquel
entonces me resultaba imposible adquirir una batería, aprovechaba una que había
en la iglesia.
- ¿Qué recuerdos
guardas de tu etapa en Sobredosis?
¿Fue tu primer grupo “serio”?
Hice una prueba para Trilogía, el grupo de Fernando Valdés, pero no salió
adelante. Mi primer grupo serio fue con unos amigos del barrio, que se
convirtió en Sobredosis.
Por aquel entonces, te hablo de los años setenta, tenía una novia del barrio
del Tercio que me habló de unos amigos suyos que
tocaban y buscaban a un batería, así conocí a Manuel
Manrique.
Después de hacer la
mili me volví a juntar con Manuel y otra gente del barrio, naciendo de
ahí Sobredosis, que al
principio se llamaba Dosis.
-¿Era difícil grabar
un disco en aquella época?
Creo que casi es más
difícil sacar un disco ahora. Para nosotros no fue demasiado difícil que en
aquel momento una compañía te contratase, te pagase los gastos de grabación de
un disco y te lo publicase, siempre que tuvieses un producto interesante que
ofrecer. Hoy día eso es casi imposible.
Nosotros aparecimos
en medio de la onda British europea. Aquí en España los grupos
importantes de Rock eran Barón, Obús, Panzer y nosotros. Teníamos un amigo que era
productor de Los Pecos y estaba un poco metido en el
mundillo. Nos habló de alguien que conocía y que buscaba bandas de rock para
sacar un disco, que sería “Unidos
Por El Rock”. La idea era conseguir a cuatro bandas y que cada una
grabara dos canciones. Luego, al grupo que más pegara, se le financiaría la
grabación de un disco. Nosotros aceptamos y resulta que nos escogieron para
grabar el álbum.
-¿Cómo fue tu
primera experiencia en un estudio de grabación?
Pues grabando estas
dos canciones para “Unidos Por
El Rock”. Lo hicimos en los estudios Musigrama,
realizando una toma de cada tema o como mucho dos. Grabamos con Andrés a la voz, que era nuestro primer
cantante, ya que por entonces no estaba Santi.
Los temas eran “Chico” y “Alíate”.
-De ahí al primer
disco.
Lo cierto es que el
grupo gustó bastante. Javier Gálvez, tristemente fallecido, trabajó
con nosotros y se nos propuso grabar un disco. Por entonces el cantante ya
era Santi, y José de Benito pasó a la
guitarra. Javier Gálvez nos consiguió un contrato con Chapa.
Parece ser que Fortu, cantante de Obús, quería producir
un disco a una banda y nos lo propusieron. Para el disco ya teníamos un
repertorio trabajado además de nuestros dos himnos, “Chico” y “Alíate”.
¿Cómo eran las
actuaciones en directo de Sobredosis?
Javier nos consiguió muchas actuaciones, tocamos muchísimo. Colaborábamos con
la Junta Municipal de
Carabanchel, nos dejaban sus locales para ensayar y a cambio tocábamos en
las fiestas de los barrios para hacer algo de dinero. La verdad es que el grupo
estaba muy rodado por aquel entonces.
Tocábamos nuestras
canciones y hacíamos la versión del tema de UFO “Doctor Doctor”. También
hacíamos antes una versión de los Rolling
Stones que cantaba yo mismo.
De hecho también cantaba “Doctor
Doctor”, pero cuando entró Santi me dije que era mejor que hubiera
un único cantante.
- Grabasteis dos
discos ¿Por qué lo dejaste?
Había una cuestión
de liderazgo entre Manolo y yo, a nivel de composición de temas
y de propio funcionamiento interno. Surgieron algunos problemas con un par de
miembros del grupo. El cantante, Santi,
pasó un mal bache a nivel vocal y entró Luis,
cantante de Farenheit.
También hubo problemas porque José
de Benito debía hacer el servicio
militar. Intenté que entrara otro guitarra pero Manolo no lo acabó de ver bien y al final
decidí marcharme del grupo yo mismo, quedando solo Manolo y Luis.
Metieron otros sustitutos, pero no acabó de funcionar ni encontraron compañía
de discos. Salvador y yo nos fuimos a King Kong. Lo cierto es que no
veía claro que la compañía quisiese grabar otro disco de Sobredosis, las producciones de Fortu fueron un desastre y todo el mundo
estaba un poco mosca al respecto. Te puedo decir que las
maquetas que habíamos hecho nosotros sonaban mejor que los discos.
- Sobredosis se ha vuelto a juntar ¿No se ha
planteado la posibilidad de que participaras?
Claro, juntarse fue
idea de José de Benito.
Quería montar una banda para tocar en directo y siempre es más fácil salir con
un nombre que sea conocido que con algo nuevo. Nos reunimos para hablarlo, pero
a mí en ese momento no me apetecía montar el grupo. Me parece que el mensaje
del grupo hoy día está algo pasado, no me parece ético salir hoy con el mismo
mensaje y la idea antigua. Si sales a tocar debes hacerlo al menos mejor que
hace veinte años. Me intentaron convencer, pero no lo vi claro.
Luego ellos hicieron
algo con Manolo Arias que pienso que no deberían haber
hecho, porque eso no era Sobredosis.
Hay que tener claro que sin Manuel
Manrique eso no es Sobredosis. En todo caso
deberían haber aparecido como un grupo tributo, no me parece adecuado que se
llamen Sobredosis. Ojo,
que todos son amigos míos, estoy comentando mi opinión siempre desde el punto
de vista musical.
-Supongo que conoces
el Festival Leyendas ¿Estarías dispuesto a alguna reunión
puntual?
Si estuviéramos los
miembros originales no me importaría hacer dos o tres conciertos este verano o
cualquier otro, pero teniendo total control sobre los ensayos y la calidad
final del producto, que fuéramos al 100% de calidad.
- Después
continuaste con King Kong.
Creo que al principio os hacíais llamar Farenheit ¿Cómo surgió el grupo?
Fue una consecuencia
de la salida de Sobredosis.
A día de hoy te puedo decir que es de los pocos discos en los que he tocado que
no escucho. Me gusta de vez en cuando volver a escuchar algún disco en el que
haya participado, pero este no. El disco fue un desastre de grabación y
producción. Se encargaron los hermanos Peyronnel,
de UFO, y la verdad es que
el resultado final no me gusta.
- Me gustaría que
nos contases algo de Tango.
Banda formada con José Ángel
Asensio. ¿Cómo os pusisteis en contacto?
Fue cuando estaba
con Ramoncín. Me llamó José Asensio, guitarra de Zero, para grabar unos temas
que iban en onda Zeppelin o Bad
Company. El disco me gustó pero no pasó nada, así que seguí con Ramoncín y con Ñu.
- También has tocado
con José Carlos Molina en Ñu.
¿Cómo se produjo tu participación en Ñu?
¿Conocías a José Carlos de antes?
José Carlos y yo nos conocemos desde hace un montón de años. A mí me gustan mucho
los primeros álbumes de Ñu,
de los setenta, cuando me compraba sus discos. “Cuentos De Ayer Y De Hoy” me parece un gran disco. Me
encontré a Molina en un concierto de Robert Plant en el Pabellón del Real Madrid, y me
dijo que quería reformar su banda de entonces y si me interesaba unirme. Le
presenté a Carlos Kakutani y José
Carlos nos comentó que en un
par de semanas grabábamos un disco en directo. Lo montamos y ensayamos en la
habitación de su casa.
-Participaste en la
grabación del “Imperio de
Paletos” y en “La Danza De Las Mil Tierras” ¿Cómo era grabar con Molina?
José Carlos compone sus propias canciones. Nos pasaba las demos grabadas con
baterías programadas, teclados, guitarras, etc. Nosotros colaboramos a nivel de
arreglos, y había bastante trabajo a ese nivel en las demos. Recuerdo que
grabar el directo en un solo día siempre es algo complicado, no hay margen de
error. Problemas técnicos de acoples, sonido de los bajos, hubo que regrabar
casi todo menos la batería.
Realmente, a nivel
musical, lo que me gusta de Ñu son sus primeros años. Cuando grabé
con ellos eran más una banda de Heavy mientras que al principio eran una
banda de Rock Progresivo.
No me malinterpretes, la música está bien, pero hubiera estado fenomenal con
los músicos del principio, con ese toque progresivo.
-¿Hay alguna
anécdota curiosa que recuerdes de tu etapa en Ñu?
Muchas salidas
cachondas. Recuerdo que en el directo decía aquello de que “estamos hartos de
que nos den por culo, y no físicamente, que todavía es digno”. José Carlos mola un montón, ¡jamás tendría una
mala palabra para él!
-También has participado en
varios discos de Ramoncín,
desde su directo “Al Límite”.
¿Qué te pareció la experiencia de tocar en su banda?
Ese directo
fue el disco más representativo de Ramoncín.
Grabar ese directo fue otra historia en cuanto a calidades y niveles técnicos y
la posibilidad de codearse con gente que había grabado con músicos de primera
talla mundial. Íbamos a los mejores hoteles, con las mejores calidades,
tocábamos en estadios llenos…, eso era algo impensable dentro de la escena del Heavy español. Tocar con él fue
una gran experiencia, nos llevábamos fenomenal y era ante todo una persona muy
profesional.
-Hoy en día su
imagen está un poco tocada por su trabajo televisivo.
Pienso que el
problema de Ramón fue que él mismo acabó con su carrera
musical. Se apartó conscientemente de la música cuando estaba en su momento más
álgido, aparecieron los capos de la televisión con sus ofertas para colaborar
en ese mundo y él las aceptó, olvidando la música.
Hay que tener en
cuenta que montar una gira como las que hacía Ramón,
a ese nivel tan grande y complejo, con tantos días en la carretera, puede ser
muy cansado y duro, ya sabes, meses en la carretera con todos los riesgos e
incertidumbres que puede conllevar. Supongo que le tentó la posibilidad de
obtener los mismos beneficios económicos sin tener que salir de gira.
Lo que realmente me
gusta de Ramón es cuando hace música. De todas formas
es una persona excelente y lo he pasado muy bien tocando con él.
-Llegamos a Luis García & Friends. ¿Qué
nos puedes contar de esto?
Pues eso es un
proyecto con Stevie Zee a la guitarra, que se tradujo en un
disco de versiones de la banda Average
White Band, más otras canciones originales dentro de una onda Soul, que me encanta. No me
gusta cerrarme a un solo estilo musical, siempre hay que estar atento a otros
estilos que te puedan aportar matices y completar tu perspectiva y crecimiento
como músico.
-“Average White Tribute Band” y “Super
Funky Express” son discos en
los que abarcas distintos estilos ¿Cuales son tus inquietudes musicales a la
hora de tocar?
El primer disco es un tributo a Average White Band junto con temas originales en una onda
más Soul, con solos de
batería. Era más un Ep que un disco. El otro disco, “Super Funky Express”, puede
ser uno de los mejores discos en los que haya trabajado, con colaboraciones de
artistas de talla internacional, gente que había tocado con estrellas del
calibre de Aretha Franklin,
Marvin Gaye, Eric Clapton o Tom Petty. Con la
producción de Molly Duncan,
un productor de talla internacional con el que pudimos comprobar que eso es
otro nivel. La capacidad de extraer lo mejor de cada uno y la calidad final del
trabajo te hace darte cuenta de las diferencias a la hora de elaborar música.
-¿Cómo surgió la posibilidad de grabar un disco a este
nivel y con estos colaboradores?
Teniendo un mecenas.
En este caso, un amigo mío que estaba dispuesto a hacer esa inversión. Me
permitió elegir las condiciones para llevar a cabo el proyecto y lo hicimos.
Entiendo que el problema de llevar a cabo proyectos de este tipo, que no es “lo
que se lleva”, es el de poder recuperar la inversión y que el asunto sea
rentable. Ahora estoy intentando engañar a otro para hacer el segundo disco de Super Funky Express, jaja.
Lo cierto es que el disco está pensado para el mercado
internacional, pero me sentí tan quemado y desengañado con tantas personas, que
paré el proyecto. Me llamaron para tocar en distintos lugares, muchas fiestas
privadas, pero me desentendí del grupo, estaba cansado y no quise saber nada
del tema. Hace poco he tocado en un par de conciertos con la banda y me lo he
pasado muy bien y he disfrutado mucho pero, ahora mismo, no tengo las fuerzas
necesarias para lanzarme al 100% a por ello.
-¿Cuáles son tus intereses musicales aparte del Rock?
Toda esta música de Purple, Zeppelin… la vamos a llamar Rhythm & Blues, que es de
donde vienen, todas las influencias rítmicas, la música negra que rezuman estas
bandas está presente. De hecho, del R&B viene todo este rollo. Personalmente,
menos a lo latino y lo hortera, estoy abierto a casi cualquier estilo musical.
He disfrutado mucho tocando Funky,
pero ahora me apetece hacer algo un poco más duro. Me encantaría hacer un disco
con los músicos de Purple
Experience pero con temas
originales.
-Algo más que nos quieras comentar.
Purple Experience es mi prioridad total y absoluta. Si que quiero hacer un
show puntual tributo a Keith
Moon, con varios baterías de los mejores de España. Sería un único
concierto en Madrid, que haré si encuentro el tiempo y las condiciones
adecuadas. Aparte me realiza mucho llevar a cabo mis clases de música y
batería.